Partida Rol por web

En las estancias del verdugo (Inconclusa)

Prólogo: El Profeta

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17/09/2013, 11:03
Director

La ciudad de "El Paso" representaba las dos leyes principales que regían más allá de las fronteras de "El Mayorazgo", caos y supervivencia. Las calles del lugar continuaban siendo una ruina, los pocos muros o edificaciones que sus habitantes habían levantado no seguían ningún orden o planificación, los tenderetes de los vendedores se montaban en cualquier parte y los coches averiados de hace décadas continuaban en medio de las calles, obstaculizando el paso. La urbe era totalmente caótica, un laberinto sin sentido donde los más fuertes hacían uso de su poder para sobrevivir, sin importar las necesidades de los demás habitantes.

El vehículo de Slate y Trent había sido abandonado dos calles atrás, siete si se contasen aquellas totalmente intransitables, pues la metrópoli no estaba preparada para el uso de coches y estos no podían acceder apenas unos metros en su interior. La pareja, guiados por un joven con un símbolo azul tatuado en el hombro, propio de las bandas que poblaban el lugar, se adentró más y más en "El Paso", haciendo caso omiso a mercaderes que trataban de venderles comida en estado bastante lamentable, viejas piezas de artilugios y herramientas oxidadas, armas y hasta alguna sustancia prohibida. Sin embargo ellos tenían un objetivo claro, el profeta.

Trent había oído hablar de él un par de meses atrás pero desechó los rumores para centrarse en una nueva expedición. Por desgracia esta fue todo un fracaso y, con la celebración de "el alzamiento" cada vez más cerca, el veterano explorador decidió hacer una visita a ese hombre que, según se decía, conocía muchas maravillas del mundo que se encontraba lejos de la frontera de la nación.

Es aquí, amigos, preguntad por él al encargado, decidle que vais de parte de los "Serpientes azules" -dijo el guía, señalando la puerta de un edificio construido recientemente en medio de las ruinas de una plaza. Tras sus palabras se retiró pues ya había cumplido su parte del trato, un pacto que habían firmado sus jefes por ciertos recursos que Trent había tenido que cederles.

Notas de juego

"El alzamiento": es el día en el que se le presentan los descubrimientos a "El Mayor". Es un día en el que se celebra el fin de los cinco años que pasaron tras "el apocalipsis", un tiempo lleno de conflicto y muerte para los supervivientes, que se mataron entre sí hasta que la figura de "El Mayor" se alzó y puso orden en el lugar.

Es una escena introductoria, quiero que tratéis de narrar impresiones del lugar según el punto de vista de vuestro personaje y sobre la mítica figura de "El Profeta". Podéis inventar algunos de los rumores sobre él, todos ellos vinculados a cosas que sabe de maravillas ocultas en otros territorios, paraísos olvidados, ciudades perdidas, templos abandonados, etc.

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17/09/2013, 13:17
Rhadis Trent

-Gracias, amigo -respondió Trent sin tan siquiera volverse para despedir al guia. Toda su atención estaba depositada en las puertas y así lo evidenciaba su imperturbable mirada.

Le había costado mucho reponerse del fracaso anterior. A decir verdad habían sido unos cuantos en los últimos años y no obstante eso no lo hacía más fácil de digerir. Más bien al contrario. Sus recursos eran cada vez más escasos. No podía permitirse otro paso en falso. La vida de su hija dependía de ello.

Esta vez es la definitiva. Esta vez sí. Tengo un buen pálpito -se dijo, con miedo a reconocer que repetía lo mismo antes de cada nueva aventura.

El Profeta. Todas sus esperanzas se encontraban depositadas en un hombre, casi un mito. Pero si aquella iba a ser su gran hazaña, el reinicio de su propia leyenda como explorador, que mejor manera de empezar que con Aquél que puede Ver Más Allá. Los rumores aseguraban que su mente era capaz de separarse de su cuerpo, viajando así a cualquier territorio por inóspito o inaccesible que se antojara. De ser eso cierto, Trent no podía imaginar por dónde empezar. Un don así permitiría conocer el emplazamiento de los tesoros más preciados. Y en eso la imaginación de Rhadis no conocía límites. Podía verse descubriendo fábricas repletas de motores. Almacenes de medicinas. Laboratorios con estantería desbordadas de maravillas tecnonológicas. Archivos de defensa que le condujeran a nuevas búsquedas, cual mapa del tesoro. Civilaciones perdidas... Todo era posible. Y todo estaba tras esa puerta.

-Vamos -dijo el veterano a su compañero sin poder contener por más tiempo la espera.

 

 

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18/09/2013, 02:14
Ethan Slate

Mientras avanzábamos por el paso miraba a todas las personas que se nos acercaban ofreciéndonos cosas, nuestro guía hacía bien su trabajo apartando a los vendedores, pero a veces algunos se acercaban bastante y había que hacerles alguna seña con la mano o incluso empujarlos un poco.

Mi mano derecha iba aferrada a uno de los puñales que llevaba en la cintura, el tapado pesado lo cubría, así como a todas las demás armas.

Mi vista si bien estaba puesta en todos los que se nos acercaban también analizaba aquel lugar, posibles salidas, rutas, escondites, en este trabajo nunca se sabía cuándo las cosas podían salir mal y yo lo sabía mejor que nadie.

Despedí al guía con un gesto de cabeza y mire a nuestro alrededor cuándo Rhadis dijo que avancemos.

-"Te sigo"- dije antes de acompañarlo a ver a aquel tipo conocido como El Profeta, aquel quien, si los rumores eran ciertos, podría lograr que nuestras vidas cambiaran para siempre...

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19/09/2013, 13:15
Director

Abristeis la puerta y entrasteis en el lugar. El establecimiento no era otra cosa que una taberna, un lugar donde los miembros de las bandas, comerciantes, viajeros y unos pocos hombres de "El Mayorazgo" se reunían a beber, charlar y tomar otras sustancias menos legales. Estos últimos destacaban sobre el resto por sus ropajes de colores claros y uniformes, su conversación relajada, su elección de sustancias "legales" y, especialmente, por sus miradas de desprecio hacia el resto de los parroquianos. Los hombres de "El Mayor" toleraban a los viajeros que llegaban a "El Paso" por los productos y otros beneficios que aportaban pero no podían más que despreciar sus costumbres, su forma de ser y, especialmente, sus vicios.

Las mesas eran muy diferentes entre sí, según su procedencia. Algunas eran de madera resquebrajada y otras de algún tipo de plástico quemado en algunas zonas. Incluso una de ellas era un frigorífico tumbado. Una barra separaba la zona de los clientes de la de los camareros, un método de prevención dadas las voces y gritos que se lanzaban los pandilleros entre sí.

El encargado era un hombre adulto de bigote negro y expresión hosca que, ayudado por dos camareras despampanantes, controlaba el local. Todos llevaban la marca de las "Serpientes Azules" en algún lugar de su cuerpo, ya fuera en la mano en el caso del encargado o en el seno de una de las camareras.

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19/09/2013, 15:55
Rhadis Trent

Entré con la mirada centrada el ceño fruncido. No quería llamar la atención. El local presentada la misma configuración ecléctica, tanto en el mobiliario como en las persona, que ya había visto en muchos otros lugares. La mesas no me preocupaban. Los curiosos sí.

-Voy a hablar con el encargado -le susurré a Ethan sin perder de vista el lugar-. Espérame aquí y mantén los ojos abiertos.

Quería que mi compañero controlara mi situación con la suficiente perspectiva como para poder advertir oscuros propósitos en los presentes. El tiempo había hecho de mí un hombre muy desconfiado. Quizás paranóico. Sin duda una consecuencia directa del fracaso, pero también un precio barato a pagar si conseguíamos nuestro objetivo.

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19/09/2013, 18:00
Ethan Slate

Mire todo el lugar, parecía lo habitual en El Paso, sin embargo era evidentemente territorio de las Serpientes azules, perdí un poco la concentración al ver a las camareras, pero me focalice en el trabajo.

Asentí ante las palabras de Rhadis y me quede cerca mirando las posibles salidas y a las personas que allí habían, me crucé de brazos y mis dedos rozaron la culata de una pistola bajo la axila, el perder a mi equipo y el conocer la historia de Trent me hacía preveerme lo peor en estas situaciones, pero con suerte todo iría bien.

Mire hacia la barra y luego volví a mirar a los presentes, esperando que todo siga en orden...

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19/09/2013, 19:48
Rhadis Trent

Trent se dirigió a la barra con paso decido y haciendo un gesto con el dedo pidió al encargado que se acercara a hablar con él.

-Venimos a ver al Profeta. Las Seprientes Azules dijeron que nos ayudarías -dijo, tratando de parecer muy seguro.

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23/09/2013, 12:33
Director

Los miembros de las bandas siguieron gritándose entre sí, soltando grandes carcajadas y consumiendo sustancias prohibidas. En un momento dado uno de ellos sacó un cuchillo y lo clavó en su mesa, junto a la mano de uno de sus compañeros. El silencio y la tensión crecieron en el ambiente pero el pandillero y su grupo continuaron hablando como si nada, como si el acto de violencia solo fuera el acompañante de una historia que el "Serpiente Azul" estaba narrando a sus compañeros.

El encargado miró a Trent de arriba a abajo mientras preparaba un trío de bebidas. Espera visita pero no se si es la tuya. ¿Nombre?

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23/09/2013, 12:48
Rhadis Trent

El veterano explorador trató de permanecer imperturbable ante el incidente del cuchillo.

-Estoy seguro de que sí -le respondió al encargado manteniendo la mirada.

Si el encargado estaba esperando un soborno por dejarle pasar, Rhadis iba a tensar la cuerda todo lo posible. Sus recursos eran escasos y estaba seguro de que, de una forma u otra iba a necesitar de todos ellos.

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23/09/2013, 12:54
Director

El encargado miró con recelo a Trent mientras colocaba las tres bebidas en la bandeja de una de sus chicas. Acto seguido le dio un golpe en el trasero y volvió a mirar al explorador.

Las cosas no funcionan así en "El Paso", dime vuestros nombres o largaros de aquí. Me cabrea mucho perder el tiempo -lo amenazó mirandolo directamente a los ojos.

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23/09/2013, 13:52
Rhadis Trent

-Rhadis Trent e Ethan Slate. No queremos que nadie pierda el tiempo -respondió con tono conciliador.

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24/09/2013, 04:22
Ethan Slate

-"Y muchos menos el dinero que perder el tiempo conlleva"- dije acercándome a la barra y sentándome en uno de los bancos, pero casi dándole la espalda al barman, a fin de mantener bien vigilado el lugar, confiaba en Trent, el tenía vigilado al barman...

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27/09/2013, 08:27
Director

Eso está mejor, mucho mejor. Por aquí -respondió el encargado, levantando la entrada de la barra para permitir el paso de los dos exploradores. El hombre los guió por una puerta que llevaba al almacén, repleto de botellas y alimentos colocados en cualquier rincón. Al fondo de la pequeña y desordenada habitación se encontraba una estantería que el hombre empujó con su hombro hasta revelar una pequeña puerta. Seguid el pasillo, es la habitación del fondo. Tened cuidado, seguramente escucharéis cosas que no os gustarán.

El pasillo era muy estrecho y frío, con paredes de hormigón. Tenía nueve puertas, cuatro a cada lado y una, vuestro objetivo, al fondo. De todas ellas salía algún tipo de sonido, alguien gritando de dolor, otros gritando de placer, una persona dando voces, risas y carcajadas salían de otra puerta.

 

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28/09/2013, 11:59
Rhadis Trent

Rhadis frunció el ceño ante la sinfonía de gritos humanos. Vivía en un mundo de moral difusa. La necesidad así les obligaba a vivir. Quizás, en otra ocasión, se hubiera preocupado por las personas tras aquellas puertas. Pero no ahora. No cuando estaba tan cerca de su objetivo. No cuando podía salvar a su hija.

La situación era tensa y cualquier paso en falso los pondría en serio peligro a Ethan y a él y sobretodo a su misión. Así que finalmente decidió ignorar todo su entorno y se concentró en llegar al final del pasillo. Sin embargo, casi de modo inconsciente, sus dedos acariciaron la pistola bajo su chaqueta. Sólo para saber que estaba ahí. Eso le dio algo de seguridad.

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28/09/2013, 19:49
Ethan Slate

Mientras avanzábamos note las puertas y escuche los distintos gritos que venían a través de ellas, era irónico pero en cierta forma parecían reflejar distintos estados del sentir humano.

La tentación de abrir alguna de esas puertas era grande, pero nuestro objetivo estaba en la puerta del final.

Note el nerviosismo en mi jefe, era completamente normal y comprensible.

-"Te cubro Trent"- le dije buscando darle seguridad para atravesar la última puerta.

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30/09/2013, 22:38
El Profeta

Llegásteis al final del pequeño pasillo, donde la puerta, pintada de color negro, os esperaba. La abrísteis y, tras ella, encontrásteis una estancia débilmente iluminada por una pequeña lámpara de gasolina que descansaba sobre una mesa. Frente a esta visteis dos sillas y, tras ella, otra más, aunque ya estaba ocupada.

Llegáis tarde y mi tiempo es muy valioso -os respondió el hombre que os aguardaba, ocultando su rostro entre la oscuridad y la capucha que llevaba.

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01/10/2013, 09:36
Rhadis Trent

Rhadis posó su vista en El Profeta preguntándose todaví asi había hecho bien en ignorar las puertas cerradas y los gritos.

-Lamentamos el retraso. No es usted un hombre fácil de encontrar -dijo, tratándole con el máximo respeto.

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01/10/2013, 16:09
Ethan Slate

-"Las cosas tampoco fueron demasiado sencillas afuera- agrego a lo dicho por su jefe- por eso nos disculpamos otra vez, pero ya estamos aquí, podemos proceder"- dije esperando que Rhadis se sentara para hacer yo también lo mismo.

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02/10/2013, 21:42
El Profeta

Yo tengo todo el tiempo del mundo pero no así la gente que viene a visitarme. Es por ello que me satisface la puntualidad -la voz del hombre era grave y segura, acompañada por unos movimientos de manos muy controlados. Transmitía confianza y soberbia, casi como si esto fuera un juego para él. Bajo su capucha os pareció ver que ocultaba su rostro bajo algún tipo de máscara de color blanco.

La muerte os rodea, Ethan Slate y Rhadis Trent, en todos los tiempos, pasado, presente y futuro. Veo almas arrancadas entre gritos de dolor, veo una vida que no ha llegado a florecer y que se extingue cada día que pasa y observo también ríos de sangre y gritos de dolor a vuestro alrededor. Si ese es vuestro destino no os envidio -cada palabra de su boca salía con decisión dirigida contra uno de vosotros o contra ambos. Tal vez quisiera preveniros, tal vez aconsejaros o, simplemente, solo quería asustaros y jugar con vosotros.

Pero temo que la mayor parte de lo que he dicho ya lo conocéis en gran medida. Decidme, ¿cual es vuestra cuestión? Y un consejo, reflexionad pues solo tendréis derecho a una respuesta por mi parte -señaló levantando un dedo, oculto por unos guantes blancos y desgastados, con un ojos azules dibujados en la palmas.

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03/10/2013, 13:27
Rhadis Trent

Rhadis se estremeción y no pudo evitar mirar de reojo a Ethan ante las alusiones a la muerte hechas por El Profeta. Después sus ojo se entrecerraron ante la posibilidad de realizar una sola pregunta.

Mi hija. Y si pudiera...

-Vine aquí a conocer el emplazamiento de un tesoro que ayudara a mi causa, pues encontrar tesoros es lo que hago mejor... o lo era y quizás, de un modo egoista, buscaba reparar mi gloria pasada-dijo con cierto pesar en su voz.- Pero ahora veo ante mí a un hombre de grandes dones, veo certeza en las leyenda que se cuentean y sé que me culparía hasta mi muerte si no fuera más allá y directamente preguntara ¿Cómo puedo salvar la vida de mi hija enferma?