Partida Rol por web

En las estancias del verdugo (Inconclusa)

Prólogo: en la academia.

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17/09/2013, 11:27
Director

No sabías la razón pero te habían citado en La Academia por medio de una misiva urgente. La carta llevaba el sello que solo los altos cargos de La Academia poseían. Solo conocíais dos razones para ser llamado ante uno de tus jefes, por una misión en la que participar o por algún tipo de altercado o problema que los superiores no pueden tolerar. Ambos tenían en común que el prole llamado desaparecía por un tiempo y, si volvía, solía hacerlo con cicatrices. Los llamados nunca hablaban de lo que les había ocurrido, ya fuera por vergüenza, miedo o, simplemente, por cumplir órdenes.

Notas de juego

Un primer mensaje genérico para que vuestro personaje comience a formarse, a pensar sobre lo que pueda ocurrir. Escribid solo para el director.

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18/09/2013, 00:59
Tara "Strike"
Sólo para el director

Tara observó la misiva que le había llegado con temor y emoción a partes iguales. La dobló y la guardó en el bolsillo trasero de su pantalón. Se crujió los nudillos y se encaminó a la Academia, donde las dudas quedarían resueltas. Llevaba tiempo entrenando, se notaba preparada para algo grande y esperaba que se tratase de una misión. Que ella supiese, no había hecho nada malo... quizás pasarse con algún compañero en los entrenamientos o hablar en un tono demasiado elevado cuando intentaban "seducirla" .. pero nada fuera de lo corriente, esperaba.

Se la notaba tranquila mientras esperaba, aunque quizás por dentro no lo estuviese.

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18/09/2013, 16:45
Mara Mukin
Sólo para el director

Ya había visto ese sello antes, pero aunque hacía ya años de la primera vez, en cuanto tuve la carta en mis manos me embargó la emoción.

Llevo mucho tiempo sin meterme en líos, así que necesariamente ha de significar que me espera una misión.

Sonrío y pliego cuidadosamente la misiva para guardarla en uno de los bolsillos de mi pantalón. Siempre es motivo de orgullo servir al Mayor, pero también una oportunidad de adquirir experiencias y conocimientos, y por qué no, de escapar de la rutina.

Me limpio las manos, manchadas de aceite y otros materiales con los que estaba trabajado, me peino con los dedos el pelo (no mucho, mi pelo tiene poco arreglo) y salgo del laboratorio para encaminarme decidida a La Academia.

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19/09/2013, 15:13
Director

El edificio de la academia es una gran infraestructura que se extiende por varias hectáreas, con tres pisos y unas estancias subterráneas de acceso prohibido. Su gran puerta principal tiene un arcada sujeta por varias estatuas de hombres y mujeres de "El Mayorazgo", todos ellos con distintos trajes y herramientas de su profesión. Soldados, agricultores, científicos y asorianos aguantan el peso de los diferentes arcos por los que entran miembros de la prole de "El Mayor".

Caminas directamente hacia el segundo piso, pasando por un patio en el que un par de decenas de alumnos de trece o catorce años desayunan mientras hablan emocionados. En el centro de los jardines del patio se levanta una gran estatua de Asor, el primer Asoriano, un joven de rostro noble, ojos hundidos y pelo sujeto en una coleta de caballo que lanza un rayo desde una de sus manos.

Una vez en la planta superior lees las diferentes placas numeradas de los despachos, buscando aquel al que hacía referencia la carta, el veinticuatro. En el fondo del pasillo lo encuentras, su puerta metálica permanece cerrada mientras que en su interior se escuchan un par de voces que hablan entre sí.

Notas de juego

Rolead también, como solo para el director, lo que pensáis sobre lo siguiente.

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19/09/2013, 15:39
Tara "Strike"
Sólo para el director

Aquél edificio tenía un magnetismo especial y una majestuosidad de templos de otra época. A Tara le daba mucho respeto, a la vez que la impresionaba. Pero no estaba allí para observar lo que la nueva civilización era capaz de hacer, sino para recibir buenas o malas noticias, quién diablos sabía.

Caminó con paso firme, su calzado duro rebotaba en el suelo. Andaba con la espalda erguida, los hombros subidos, casi como un hombre. Sin embargo, su rostro decidido y aquellos ojos negros profundos le daban un punto que los hombres sabían reconocer... o eso, o que sabían que era "difícil" y eso les suponía un reto, quién diablos sabía.

Al cruzar el patio vio a un grupo notable de estudiantes que disfrutaban tranquilamente de su desayuno, montando el alboroto típico de un grupo de su edad. Se recordó a si misma a aquella edad, se recordó de la única manera que había vivido siempre, luchando. Fueron buenos tiempos.. - pensó dibujando una vaga sonrisa. Una sonrisa que se desvaneció en la siguiente planta, el lugar donde debía presentarse. 

Buscó entre los despachos y encontró el indicado. Una puerta de metal la separaba de lo que le deparase, quién diablos sabía lo que sería. Oyó voces dentro. Dudó un instante para, finalmente, llamar con los nudillos de forma decidida. TOC, TOC - golpeó dos veces. Soltó todo el aire que retenía y movió el cuello de un lado a otro, soltando tensión.

Allá vamos Tara, allá vamos... - susurró para si misma.

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22/09/2013, 12:33
Mara Mukin

Cruzo las enormes puertas de La Academia sin poder ocultar una sonrisa satisfecha. Hace ya muchos años que terminé mi formación, pero cada vez que regreso me invade la nostalgia.

Sin embargo, me pregunto si mi vida es tal y como imaginaba entonces que sería... En aquel entonces, cuando desarrollaba entre estos muros las habilidades con las que colaboraría en el bienestar del Mayorazgo, creía que al terminar haría cosas significativas, que exploraría continuamente las tierras más allá de nuestras ciudades y regresaría con secretos y objetos de gran valor. Quizás pequé de ambiciosa...

O quizás no. Tal vez la carta que hoy me han enviado sea la oportunidad.

Recorro los amplios pasillos saludando cortés pero escuetamente a aquéllos con los que me cruzo, y cuando alcanzo al fin el despacho 24 permanezco unos instantes ante la puerta. Vuelvo a arreglarme el pelo en un gesto nervioso, carraspeo y abro después de dar dos toques con los nudillos.

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23/09/2013, 12:40
Director

Una voz desde el otro lado respondió a los decididos golpes de Tara "Strike" -Pasa.

En el interior del despacho, iluminado por un gran ventanal, se encontraban dos hombres sentados tras una gran mesa repleta de papeles y documentos. Con una señal ordenaron a Tara que se sentara en una de las sillas cercanas a la puerta.

No se hizo de esperar una nueva llamada a la que uno de los hombres, un soldado fornido entrado en años, respondió de la misma manera -Pasa.

Abriendo la puerta entró otra mujer, Mara Mukin que, al igual que Tara, recibió la orden de sentarse.

Los dos hombres de la habitación continuaron mostrándose el uno al otro informes y documentos.

El soldado de edad avanzada llevaba dos pistolas enfundadas en un cinturón, ambas decoradas con culatas modificadas. Por este simple hecho las dos sabían que era un miembro importante del mayorazgo pues las pistolas, como el resto de las armas concedidas a los soldados, eran propiedad del estado y no podían modificarse. Solo los ciudadanos de alto rango recibían las armas como regalo, como propiedad.

El otro hombre era más joven aunque llevaba una barba enmarañada que hacía difícil adivinar su edad. Ambas lo conocíais pues no era otro que el profesor Vargas, uno de los jefes de la Academia.

Tenemos que esperar a otro primogénito, en cuanto llegue os diremos la razón por la que estáis aquí. No debería tardar -os anunció el profesor, volviendo a su tarea junto a su compañero.

Los minutos pasaron lentamente, haciendo que ambas os inquietaseis. Pero no erais los únicos, el hombre veterano, pasado ya un buen rato, cerró una carpeta que tenía entre manos y miró a su compañero -Os lo dije numerosas veces, Frost no es de fiar, no merece estar aquí. Deberíamos proceder con el destierro.

Notas de juego

El destierro es la máxima pena que se le puede conceder a un ciudadano de "El Mayorazgo". Los castigados por esta son dejados lejos de las fronteras sin dinero ni recurso, a la espera de que cualquiera de los peligros que existen acabe con él.

Solo es reservado para aquellos que traicionan las leyes de "El Mayor", especialmente para aquellos con grandes responsabilidades.

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23/09/2013, 18:57
Tara "Strike"

Tara se sentó como le indicaron y esperó con impaciencia. Aunque lo suyo no era contener las emociones.. la lucha le había ayudado a reprimirlas, por lo que fingía una tranquilidad que no sentía. Sin tiempo para pensar en muchas más cosas una nueva mujer apareció en escena, al parecer había sido citada por el mismo motivo que ella, aunque no la conocía de nada "Aunque no me importaría" pensó mientras le echaba una buena ojeada de arriba a abajo, algo que la relajó bastante.

Los minutos pasaron sin más novedad ni alteración hasta que la palabra Destierro salió a la palestra. "¿Qué cojones? ¿En que mierda me han metido esta vez?" y fue cuando las inquietudes de Tara no se controlaron.

- Disculpe señor - dijo con un fingido carraspeo - ¿Podemos saber por qué estamos aquí? - estaba visiblemente nerviosa, no le gustaban los superiores, no le gustaban esas reuniones en las que todos los ojos apuntaban a ella... prefería estar luchando, donde se sentía mucho más cómoda y donde sabía desenvolverse.

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26/09/2013, 10:36
Mara Mukin

Nada más entrar saludo con una respetuosa inclinación de cabeza al profesor Vargas y al soldado, y después le dirijo una sonrisa cortés a la mujer que espera ante la mesa. Obedezco y tomo asiento en silencio, recorriendo con la mirada el despacho y a los dos hombres mientras hablan entre ellos y se intercambian papeles. Tan sólo desvío un par de veces la vista hacia la mujer. Al fin y al cabo la información que me interesa no la tiene ella.

Frost... No sé si he oído antes ese nombre, pero me preocupa que si en efecto se nos va a encargar una misión nos acompañe alguien que "no es de fiar". Alguien merecedor del destierro.

Miro de soslayo a la fornida mujer cuando se decide a preguntar. Hacía ya un rato que parecía estar mordiéndose la lengua.

Supongo que ella también sera parte de la exploración... Me yergo algo incómoda en la silla. Un tal Frost que no es de fiar y una soldado demasiado impaciente como para permanecer callada media hora. La misión pinta muy interesante...

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27/09/2013, 08:35
Director

El hombre mayor se giró y miró a Tara sorprendido -La razón es obvia, para prestar vuestros servicios a "El Mayorazgo" y a sus ciudadanos. Habéis tenido suerte pues a vosotras dos os ha tocado esta misión y, si tenéis éxito, seréis la envidia de toda la región.

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28/09/2013, 04:22
Curtis Frost

Las cervezas y los diversos vicios de los que se servían los depravados clientes de la taberna ¨La Virginal Doncella¨ volaban entre mesa y mesa, entre hombres o mujeres a partes iguales debido a que el nombre de la taberna era tan solo una tapadera para que mas de una de las...NUMEROSAS camareras del local se ganase la vida entre las sábanas de los clientes, permaneciesen sentadas en el regazo de mas de uno bebiendo plácidamente de sus copas vestidas con escotes mas que exagerados o simplemente ¨guiasen¨ de buena voluntad a los clientes que les pagaban por su buena ayuda a llegar a sus habitaciones, de las que mas tarde surgían con los cabellos alborotados y las mejillas enrojecidas.

Derek, rula esa pipa cabrón, que te la fumas toda.-Curtis se hallaba esa mañana rodeado de esa variopinta clientela de mercenarios, comerciantes de dudosa moralidad, prostitutas disfrazadas de camareras y traficantes de los mas indecorosos vicios.-Vale tio, llevabas razón, esta mierda es buena.-Al otro lado de la mesa de Curtis se encontraba un mercenario cuarentón, maltratado por el tiempo y la mala vida de espada de alquiler mas su piel se asemejaba a un pergamino viejo harto remendado después de tanta cicatriz sufrida, de ojos porcinos y nublados por las drogas, espesa barba mal cuidada con vetas canosas y de manos de dedos gruesos, grandes como salsichas de caballo.-Pero es mi mierda, no lo olvides Derek.-Respondió el chico greñudo y mal vestido mientras fumaba de una improvisada pipa de agua con avidez con una divertida sonrisa socarrona brillando en sus ojos claros como el rocío de la mañana.-Jijijiji.-Sybille se rió en el regazo de Curtis mientras se llevaba una mano a la boca para tapar la sonrisita de dientes torcidos que tenía la chica.-Toma viejo, te toca.-Curtis expulsó una lenta nube de humo a través de su boca ocultando tras esta su rostro al completo durante unos segundos, para cuando esta hubo desaparecido el viejo Derek ya se hallaba fumando de la pipa de agua.-Sybille, por que lo haces? tienes una sonrisa bonita.-Curtis miró a la chica a la cara con una sonrisa, mientras observaba sus diversos rasgos.

Sybille era una mas de aquellas camareras, aunque no ofrecía los mismos servicios que las demás dado que Curtis se dejaba un buen dinero en pagarle por...monopolizar esos servicios exclusivamente para él, Sybille era una chica alta para la media de mujeres aunque no alcanzaba a Curtis por mucho, tenía el cabello de un desvaído color castaño rojizo, una cara común de esas que hacen que la gente te mire casi de pasada durante el resto de tu  vida, unos ojos de un color indefinido entre el verde y el castaño, una nariz respingona, unas mejillas carnosas surcadas por numerosas pecas que infantilizaban su rostro al sonreír, una boca pequeña y generosa en sonrisas y cumplidos que ocultaban una dentadura que por azares de la genética tenía algunos dientes torcidos en su colección, siendo estos dos de las paletas de la chica además de algún que otro diente, su cuerpo era menudo pese a que tenía algunos kilos que la separaban de la delgadez que admiraban muchos de los mercenarios, su pecho era generoso aunque para nada exagerado lo que la dejaba en un segundo plano a la hora de mostrar ese atributo en comparación con el resto de chicas de la zona, un vientre casi plano que se abultaba de forma graciosa para Curtis cuando se sentaba o agachaba, unas caderas que lo mantenían embobado mirándola estuviera o no drogado y ante todo esos pies pequeños y graciosos que tenía la chica hacían que Curtis se hubiera enamorado de ella y de sus atenciones.-Fúmale, chico.-Derek sacó a Curtis de su ensoñación pasándole la pipa de agua y mirándolo con reproche puesto que él no tenía una delicia de menos de veinte años sobre su regazo.-Hoy no tienes dinero para calentar tu cama?.-Preguntó Curtis con una sonrisa mientras fumaba de la pipa y dejaba descansar su otra mano entre los muslos de la chica.-No me han pagado tanto como esperaba...cabrones estirados.-El viejo maldijo mientras Curtis expulsaba el humo y lo miraba con una sonrisa socarrona en el rostro.-No te preocupes, te dejo la pipa...y toma.-Metió la mano en su bolsillo y dejó sobre la mesa un puñado de monedas.-No es mucho, pero seguro que Annie estará dispuesta a darte un poco de comprensión hoy.-Se rió y palmeó una vez el muslo de Sybille para que se levantara.-Señorita, me acompaña a mi alcoba?.-Tras levantarse le tendió la mano y la miró con intensidad arrancando en la joven chica un rubor que no hizo más que aumentar las ansias de Curtis por ella.

 

Horas mas tarde el sonido de unos insistentes nudillos golpeó la puerta de Curtis que en esos momentos se hallaba retozando con Sybille en la cama de su habitación en aquel tugurio de mala muerte, así que de mala gana se acercó a la puerta con tan solo los pantalones puestos y su amada cuchilla sostenida en su mano cerrada en el interior de su antebrazo.-Quien coño es?.-Dijo de mala gana abriendo la puerta y ambos, mensajero y Asoriano se miraron estupefactos, ambos se conocían de antes y ambos sabían lo que aquello significaba.-Tome, señor, tiene una carta.-El mensajero tendió la misiva y desapareció de su vista en cuestión de segundos.-Joder...-Curtis se dejó caer sobre el marco de la puerta y lanzó el cuchillo sobre la mesa clavándolo en esta.-Que ocurre, cielo?.-Sybille cubierta tan solo por la camisa de Curtis se acercó a él asustada.-Malas noticias...jodidas malas noticas¿Recuerdas cuando desaparecí durante una semana hace dos meses?volví apaleado, con costillas rotas, moratones por todos lados y...-La chica le posó un dedo en los labios.-Y yo te cuidé, lo recuerdo bien.-Le sonrió y apoyó una de sus manos en su hombro, apoyándolo.-No sé cuanto tiempo desapareceré esta vez, pero sé que volveré...lo prometo.-Le dió un escueto beso a la chica en los labios y comenzó a correr por el dormitorio recogiendo cosas aquí y allá.-Nunca me vas a decir para quien trabajas?.-La chica permanecía apoyada en la puerta cruzada de brazos, mientras que la camisa resbalaba peligrosamente muslo arriba por su cuerpo.-No, es secreto...pero tranquila, ya sabes que soy distinto al resto de tios que han entrado en tu vida.-Se vistió tan rápido como pudo con sus mejores galas, una simple camisa blanca semi traslucida bastante holgada aunque de un suave algodón, unos pantalones de pesca con numerosos bolsillos de color terroso que aún se podría considerar decente durante al menos un par de meses, unas sandalias sencillas adornadas con hilos de colores apagados y con pequeñas piedrecitas brillantes encontradas en el fondo de algún río.-Ten cuidado Curtis, si te pasara algo yo...-La chica iba a decir algo importante pero dado que Curtis se hallaba de espaldas a ella recogiendo sus cosas en su maleta apenas le prestó atención y respondió rápidamente.-Tendrías que venderte como el resto de zorras de ahí abajo para poder vivir decentemente en esta ciudad, lo sé.-Se giró maleta en mano y Sybille le dedicó una expresión que Curtis no estaba acostumbrado a ver en ella.-Que pasa?.-La chica se arrebujó en la camisa mostrando mas de su desnudez a medida que Curtis se acercaba hacia la puerta y por ende a ella.-Me piro, cuídate Sybille.-Acarició la mejilla de la chica y le regaló un beso en la frente antes de salir corriendo de allí por temor a que enviaran a los perros del Mayorazgo a cogerlo.

 

 

Curtis llegó de forma atropellada a la Academia corriendo todo lo que pudo y hasta tuvo que hacer de las suyas para que le prestaran un caballo para darse mas prisa por temor a que lo apalearan como la última vez esos cabrones estrictos que eran sus jefazos.-Joder, llegué.-Exclamó en cuanto se paró bajo la arcada de entrada de la misma respirando con dificultad para retomar el aliento y la compostura antes de colocarse sus identificativos como asoriano autorizado, el chaleco de fino cuero que le entregaron tras su graduación y la insignia que lo delataba como tal.-Listo, todo correcto.-Se dijo a si mismo tras repasarse las ropas y comenzar a caminar hacia el interior del complejo a paso tranquilo y observando lo que una vez fue su casa durante muchos, muchos años.

En su caminar cruzó los patios donde una vez el mismo fue un alumno y conversaba como aquellos chicos conversaba con el resto de sus compañeros y admiraba tanto como hoy dia admiraba la estatua de Asor, el primero de todos ellos al que de forma inconsciente se acercó hasta estar a sus pies y lo miró durante un minuto, en completo silencio y antes de irse besó el pie de la estatua con reverencia, para acto seguido comenzar a caminar a mejor paso en dirección al segundo piso. Para cuando alcanzó el segundo piso ya había comenzado a controlar sus desbocadas emociones y el miedo ya era tan solo una sensación que estaba ahí, encerrada en su interior.-Ejem.-Carraspeó ante la metálica puerta que rezaba ¨24¨, respiró hondo y se cuadró antes de golpear con sus nudillos la puerta dos veces seguidas aunque espaciadas.-Con permiso.-Anunció su paso franqueando la puerta con temor a lo que podría encontrar.

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30/09/2013, 22:43
Director

Alguien tocó la puerta una vez más y, tras la orden del veterano, un joven con un pelo nada común entró en el despacho.

Los dos hombres de la habitación se miraron mutuamente y concentraron sus miradas en el joven.

Uno de ellos era un soldado de edad avanzada que llevaba dos pistolas enfundadas en un cinturón, ambas decoradas con culatas modificadas. Por este simple hecho se sabía que era un miembro importante del mayorazgo pues las pistolas, como el resto de las armas concedidas a los soldados, eran propiedad del estado y no podían modificarse. Solo los ciudadanos de alto rango recibían las armas como regalo, como propiedad.

El otro hombre era más joven aunque llevaba una barba enmarañada que hacía difícil adivinar su edad. Lo conocíais pues no era otro que el profesor Vargas, uno de los jefes de la Academia.

Curtis, casi nos matas esperándote -señaló Vargas.

Mas bien querrás decir que casi se mata -añadió el soldado veterano -seré claro, ustedes dos habéis sido escogidas por puro azar para esta misión. El Mayorazgo al completo os muestra sus respetos y os agradece una vez más vuestra dedicación. Sin embargo usted, Curtis Frost, has sido escogido por una simple razón, redención. Hemos oído hablar de tus trapicheos y debes pagar por ellos -mientras decía estas palabras el soldado jugueteó con una de sus pistolas, en clara señal de amenaza.

Es por ello que has sido escogido para esta misión pues las otras vías eran la muerte o el destierro. Ningún ciudadano de "El Mayorazgo" debe inmiscuirse en los bajos fondos y actividades ilícitas de "El Paso", mucho menos un Asoriano. Sin embargo hemos logrado una decisión menos tajante, pues aún te recordamos por tu paso en la academia, acompañarás a las dos en la misión y cada una hará un informe sobre tí, evaluando tu proceder durante los días que esteis juntos -añadió Vargas, tratando de relajar el ambiente -¿entendido?

 

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01/10/2013, 11:52
Mara Mukin

Me volví en el asiento para observar al muchacho y escuché entre sorprendida e irritada la explicación del soldado. Cuando terminó, no pude sino arquear una ceja y volver la vista al frente con un suspiro mal contenido.

Qué desilusión. He llegado aquí creyendo que se me iba a encargar una ambiciosa y estimulante misión  y resulta que consiste en vigilar a un asoriano aficionado a flirtear con lo ilegal...

Parece que el "puro azar" no estaba de mi parte.

-Señor -me dirijo al veterano soldado después de lanzar un nuevo vistazo al tal Curtis Frost-, puede confiar en que haré un informe detallado sobre el sujeto y su comportamiento. ¿En qué consistirá la misión, además de en su vigilancia?

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01/10/2013, 16:28
Tara "Strike"

Tara se contuvo durante todo el sermón que el soldado soltó al tal Curtis. Era innegable que una persona como Frost atraía la curiosidad de Tara, pues le gustaba la gente irreverente y que no siempre jugaba con todas las reglas. Sin embargo, estaba tratando de controlar aquellas  "cualidades" que ella misma poseía y que le habían metido en algún que otro problema.

Maldita fortuna mascullaba para sí. Miró de nuevo al joven de las rastas y pensó que si algo iba mal lo podría reducir como quisiera. Eso la tranquilizó un poco, la violencia siempre le funcionaba.

La otra compañera de equipo habló por las dos, pues Tara pensaba decir algo similar.

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01/10/2013, 21:54
Curtis Frost

Curtis entró en la habitación y se cuadró en cuando percibió a dos superiores.-Señor.-Dijo mientras estos dos soltaban una sarta de broncas entre las que se incluía la clara amenaza de morir fusilado ahí mismo y repetidos avisos sobre morir ejecutado por...realizar su trabajo.

Cuando se le pregunto si había entendido todo decidió hablar.-Todo claro señor, pero tengo una duda señor.-Dijo en un tono de voz bajo y respetuoso.-Pese a mis...¨despreciables¨ acciones he de decir que siempre he demostrado mi lealtad al Mayorazgo protegiéndonos de amenazas de ¨El Paso¨, he de considerar esto como las pruebas estacionales que suelo recibir?.-Comentó Curtis seriamente, era evidente que tanto aquellos hombres como él mismo sabía a que pruebas se referían claro está, en aquellas en las que un grupo de tipos encapuchados lo asaltaban en mitad de la noche, lo cosían a palos y se lo llevaban a rastras a un lugar oscuro y húmedo donde lo torturaban y apaleaban durante un par de días además de interrogarlo claro está, siempre y cuando se demostraba su lealtad se le permitía volver al mundo exterior para recuperarse de sus heridas y proseguir con sus tareas.

 

Miró a las dos mujeres y luego a sus superiores ¨No tengo ni puta idea de que hago aquí, pero me parece que tiene mucha confiianza en si misma...eso es bueno¨Miró a la mujer que lo miró y le dedicó una cristalina sonrisa para evitar reírse de su comentario sobre controlarle.

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02/10/2013, 21:59
Director

El profesor se preparaba para responder la pregunta de Mara pero las palabras de Curtis lo hicieron enmudecer por un momento, aunque no a el soldado veterano.

¿Te crees que somos todos simples carroñeros de más allá de la frontera? He visto a pocos como usted Frost, pues si no fuera así ya habríamos desaparecido. Os creéis que sois excepcionales, que todo lo tenéis por la simple razón de que os lo merecéis, que no le debéis nada a nadie y podéis hacer lo que queráis. Escúchame bien muchacho porque absolutamente todo lo que tienes se lo debes a la gente de nuestro amado hogar, a nuestro líder. Sin ellos habrías muerto habrías muerto hace mucho tiempo y no serías ni la mitad de lo que eres. Se a ciencia cierta tus trapicheos con la gente que deberías vigilar y destruir y créeme, si fuera por mí no haría falta más evaluación que las de mis pequeñas -dijo el hombre, lleno de ira, mientras apuntaba el pecho de Curtis con una mano y sostenía una de sus pistolas enfundadas con la otra.

Basta, Adam, sabes que se ha decidido así y que tu y yo solo servimos órdenes -intervino el profesor Vargas antes de que la cosa fuera a más -os contaré pues la misión pues ya vamos con retraso -continuó lanzando una mirada reprochadora al Asoriano -Vosotros tres y otros cinco soldados de "El Mayorazgo" vais a dirigir y a proteger a un pequeño grupo de exploradores en su periplo. Si no me equivoco son unos doce pero son el grupo formado por Rhadis Trent, un personaje importante en la ciudad, aunque puede que no sepan mucho de él dada vuestra edad. Este hombre tiene amigos importantes en nuestra sociedad y ha conseguido, puede que incluso de El Mayor, la autorización para llevar una expedición fuera de las fronteras de nuestro estado. Por si no sabéis lo que significa deciros que sois los primeros hombres a los que se le permite cruzar la linea más allá de "El Paso" desde que El Mayor fundó nuestra tierra. Sois realmente afortunados.

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04/10/2013, 10:36
Mara Mukin

Sin ánimo ninguno de entrar en polémicas me mantengo al margen de la conversación mientras el soldado intenta aclarar a Frost su situación. Aunque me temo que es de los que nunca llegan a entenderla del todo...

Cuando el profesor Vargas toma la palabra, me levanto y asiento bastante seria. Realmente me considero afortunada: explorar más allá de El Paso, ser los primeros en hacerlo... Sí, me siento afortunada, pero no dejo de pensar que este muchacho nos va a traer muchos problemas.

-Profesor, señor -me dirijo a Vargas y después al soldado-, imagino que Rhadis Trent nos dará toda la información necesaria, pero quisiera preguntar... ¿Se trata de una misión de exploración ordinaria o buscamos algo concreto? -si es la primera vez que El Mayor autoriza cruzar la frontera no puede tratarse de una misión normal, pero tal vez el objetivo último sólo lo conozca Rhadis Trent...

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06/10/2013, 14:55
Director

Una especie de templo sellado, cuyas estancias se ocultan bajo tierra y cuya entrada está custodiada por un grupo de hombres -respondió el profesor Vargas -no se mucho más que eso, lo único que puedo decir es que se supone que en su interior alberga algo capaz de cambiar el mundo que conocemos.

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07/10/2013, 18:18
Tara "Strike"

Todo parecía estar pasando demasiado deprisa.  De estar preocupada por su compañero y pensar que iba a ser desterrada a realizar una de las misiones más importantes del mundo tal y como lo conocían. ¿Qué cojones le pasaba a esa gente? ¿No sabían como dar una noticia poco a poco o qué? 

Tara miró atenta sus compañeros y después a sus superiores.

- No tienes porque preocuparse señor. Lo lograremos. - dijo con total convicción

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08/10/2013, 22:53
Director

Notas de juego

Si queréis postear algo más en esta escena perfecto, si no mañana en la noche os actualizo.