Partida Rol por web

En los Sauzales de Tasarinan

La ruina de Beleriand

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09/07/2019, 20:56
Gil Galad

Gil Galad se adelantó al concilio, mirando a todos atentamente, mostrando un gesto triste y decaído.

-Al principio, crecimos fuertes y rápido, eramos varios y los hijos e hijas nacían seguros y crecían en belleza e inteligencia. Eran momentos de cantos y poesía, el enemigo oscuro que los hijos de Fëanor llamaron Morgoth permanecía encadenado en el Reino Bienaventurado. Tomó aire antes de continuar. Pero el mal volvió, y los orcos camparon nuevamente a sus anchas, y vino la guerra de la mano de los Noldor 

Miró a Celebrimbor, el gesto se le suavizó.

Los Reinos de Beleriand se cubrieron de lágrimas y muerte, sufrimos bajo el peso de los hados que nos fueron impuestos y perdimos a muchos; Eldar, Sinda y Edain. Parecía recordar a aquellos que cayeron. Cayeron los reinos de Nargothrond y Gondolín, cayeron las tierras de los elfos verdes, cayó en la ruina el reino de Thingol y Melian. Hemos llorado lágrimas innumerables con heridas que no solo los siervos del enemigo oscuro nos han infligido.

Miró a los presentes uno a uno, fijó su mirada en Galadriel.

Señores de los hijos de Iluvatar, la hora de nuestra congoja ha llegado. Tragó saliva. ¿Cómo afrontaremos el mal que se cierne sobre nosotros? ¿Cómo afrontaremos la tempestad?

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09/07/2019, 21:18
Eärendil

Eärendil se alzó a la par que Gil Galad se sentaba.

Hablo con la voz de los restos de Doriath y Gondolin. Dijo con voz clara como trompetas de plata. En mi casa se unen todos los hijos de Iluvatar, la sangre de Melian y Luthien la Bella, así como el Rey Turgon de Gondolin y los señores de los amigos de los Elfos.

Miraba a los señores congregados.

Hará un año, mi padre, Tuor hijo de Huor, partió hacía el oeste en busca del Reino Escondido. Calló un segundo. En busca de la redención y las esperanzas que tanto anhelamos... en pos de las palabras de Turgón que profetizo que de la sangre de mi padre y de la suya, se alzaría una nueva estrella y sin embargo aún no hay nuevas.

Bajo la cabeza, alzó algo que colocó en su cuello, una gema que relucía engarzada a un soberbio collar.

Esta es la luz de los arboles que fueron, esta es el Silmaril tomado de la corona de Morgoth por Luthien la Bella y Beren Erchamion. Sonrió complaciente. Esta es nuestra esperanza, Señores de los pueblos libres. Pregunta Gil Galad como afrontaremos la tempestad, yo pregunto ¿No hay acaso entre los tesoros del Reino Imperecedero artefactos que nos ayuden a prepararnos para afrontar la cruel hora?

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10/07/2019, 13:32
Galadriel

La dama Galadriel permaneció sentada, sin embargo su voz se oyó claramente.

Las estancias de Gondolin y Nargothrond fueron saqueadas, nada queda de Doriath... aún a pesar de ello, quizás tengas razón. Dijo con una media sonrisa. Entre los tesoros que trajimos y lo que construimos al este del mar quedan cosas de gran valor que no han de ser olvidadas, no en esta hora de necesidad.

Miró al resto con gesto turbado.

No podemos mandar expediciones a hurgar entre los restos de nuestra derrota, pero sin embargo necesitamos hacerlo. Miraba con una mirada exigente a Celebrimbor. ¿Acaso nadie tiene nada que decir al respecto?

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10/07/2019, 13:38
Celebrimbor

Celebrimbor con expresión demudada permanecía silencioso, hasta que los inquisitivos ojos de Galadriel parecían escrutar su silencio.

Habláis con precisión. Dijo el joven príncipe. Entre los tesoros de mi padre y abuelo, había poderosas armas de Elven Tirion y Formenos, incluso objetos que provenían del propio Aüle. Temo que estén perdidos, más en la hora de nuestra desgracia y caída, Maedhros siempre mostró empeño en guardar aquello que fuera precioso para nosotros lejos de la guerra y la llama...

Ahora parecía abatido, los ojos parecían llorosos.

Más solo sé lo que mi padre me dijera, que en las Montañas del Eco, en la tierra de Lammoth escondieron aquellos artefactos. Mostró sus manos en señal de ignorancia. Si entre aquellos tesoros hubiera alguna de las gemas del Reino Bienaventurado, pudiera con mi arte y sabe, junto a la ayuda de los Naugrim, hacer algún objeto que alimentara nuestras esperanzas.