Partida Rol por web

Confabulador, descarado... Y seguro que es un censurador de fantasías XDDDDDD

Lo tiene todo el chaval XD

A Charlotte le van a dar el óscar después de esta noche XD

¿Lo dices por la escena tuya y de Kyle? Aun no la leo xD

Uy, pues no veas la crisis matrimonial que estamos teniendo o.o

Charlotte está en plan drama-queen ganándose el óscar a la mejor interpretación femenina XDDDD

Tendré que leer eso xD

Ehm, jefe... No sé si tiene mucho sentido que siga defendiéndome onrol cuando ya todos los jugadores saben que soy secuaz por lo del off... Porque no es que tengan sospechas, es que lo han decidido totalmente (y con bastante razón, Isabella ha metido la pata hasta el fondo u.u).

Quiero decir, que yo si quieres sigo hasta el final, pero por mucho que todos hagan un esfuerzo para olvidarlo y que sus personajes no estén afectados, lo saben como jugadores y no sé si seguir como si nada será mejor o peor para la partida en general.

Puede que en esta ocasión no me voten para intentar no hacer metarol, pero ¿qué pasará la siguiente semana? Da igual lo que yo argumente, o que me meta en una prueba, en el fondo sabrán que es mentira y no sé si eso será divertido para nadie. Y aunque me voten la siguiente, morirá Kyle en mi lugar y todavía tardarían otra semana más en poder matarme. O sea, tres semanas para matar a un secuaz, mientras los jugadores saben que lo es, pero tienen que fingir que sus personajes no lo saben. Creo que podría resultar frustrante para los jugadores.

Aunque para entonces supongo que ya me habría matado el lobo blanco, que supongo que es Samantha, más que nada porque no quedan más candidatos xD. Pero bueno, esto son elucubraciones mías XD.

Sinceramente, pienso que quizá lo mejor sería que me matases en el siguiente cambio aunque no me voten a mí y que pusieras a otro de secuaz, para que la partida pudiera seguir con la mayor normalidad para todos. Por mucho que me perjudique y que me dé rabia tener que morir por el metarol de alguien que ha estado inactivo toda la partida cuando yo la estaba disfrutando más que nadie, creo que sería lo mejor para la mayoría.

Y en cuanto a esto, tengo una propuesta. ¿Y si cambias mi vida extra de votaciones porque Kyle se haga malo cuando yo muera? Sería algo como que yo le quito los explosivos y él cuando me vea morir siente odio hacia los que me votaron y se cambia de bando o algo por el estilo. Así tendrías un secuaz en mi lugar y todo estaría más o menos equilibrado de nuevo porque Kyle, al fin y al cabo, no era bueno del todo por estar manipulado por mí. 

No sé, piensa sobre ello y dime qué quieres que haga. Yo si quieres sigo y tiro para delante como si no hubiera pasado nada y tan feliz, pero si consideras que es mejor matarme, no me lo voy a tomar a mal ni mucho menos. Entiendo que es preferible el bien general de la partida que el individual. En fin, que tú mandas ^^.

No podía dejar de pensar en cómo se había torcido todo de repente. La loca se había puesto a acusarme y Jacqueline... Estaba muerta. Estaba segura de que había sido Samantha, pero ¿de qué me serviría decirlo? Y tal y como iban las cosas tampoco iba a poder enderezar la situación como para poder hacer que sospechasen de ella poco a poco.

Suspiré, pensando en Jigsaw. ¿Por qué nos ponía a prueba así? ¿Le había dado él las herramientas a Samantha para que nos matase traicionándonos desde dentro? No podía seguir confiando en él, me sentía completamente traicionada por Puzzle. Ya había pasado su prueba, había cambiado y estaba dispuesta a ayudarle a salvar a otros... Estaba dispuesta a aceptar los riesgos de su juego, pero... No estaba dispuesta a que una compañera nos matase alegremente sin que pudiéramos hacer nada al respecto.

- Lo dejo, Puzzle. - Dije en voz alta, a solas en mi habitación. - No voy a seguir con esto.

Has decidido abandonar el juego. Es aceptable, y siempre supiste como salir del lugar. Mientras todos están pendientes de la muerte de Arthur y Marion, te escabulles por la puerta doble por la que había salido el muñeco en el triciclo antes. Nadie lo vio, nadie se percató.

Dentro del lugar encuentras otra puerta metalíca, el cual tiene un seguro electrónico que requiere una contraseña. 8-4-2-1. La puerta se abre. Sales por ella y esta enseguida se cierra. Avanzas por un pasillo lleno de celdas y habitaciones, preparadas para que fueran pruebas para sujetos individuales. Las conoces, seguiste este camino cuando llegaste al lugar.

Todo el sitio parece ser una especie de hospital o manicomio, caminas por pasillos, esquivas trampas, subes escaleras, y finalmente llegas a una oficina oculta. Entras a ella, esperando encontrarte con la mente maestra de todo. Jamás te habías reunido con él antes. Pero en lugar del hombre al que esperas encontrar, una mujer con un vestido rojo. Sentada frente a una silla, junto a un equipo de camaras, y sensores, todo preparado para controlar lo sucedido en el juego.

Antes de que Charlotte pueda hablar, ella se pone de pie. Se lleva las manos a la cintura, y le mira decepcionada. Resopla antes de comenzar a hablar.

- Parece que al final te has acobardado, Charlotte.- Ella alza una ceja, su mirada no deja de ser amenazante, intimidante. Esta molesta, eso se nota.- Conocías las consecuencias cuando accediste. ¿Qué ha sucedido? -

Me siento como si flotase en un sueño mientras abandono el lugar recorriendo los mismos pasillos por los que entré. El alivio y la sensación de haber tomado las riendas de mi vida me mantienen en vilo hasta que llego a la oficina donde espero poder hablar con Puzzle de una maldita vez. 

Hasta ahora ha ignorado todas las veces que he intentado comunicarme con él. Algo falla en todo esto. Yo era su ayudante, no su juguete, y estoy dispuesta a aclararlo.

Sin embargo es una mujer que no conozco a quien encuentro en la oficina. Echo un vistazo a las pantallas, observando cada rincón del lugar del que acabo de salir, sintiéndome por fin fuera de ello. 

Cuando me habla la miro mientras me cruzo de brazos, con la misma mirada molesta en mis ojos. - Había muchas cosas que acepté y asumí al entrar aquí. Estaba dispuesta a arriesgar mi vida por ayudar a esas personas. - Hago un ademán, señalando la pantalla con la cabeza. -  Pero no estoy dispuesta a que juguéis conmigo. Yo ya pasé mi prueba, me gané el derecho a vivir y decidir sobre mi vida. ¿Dónde está Puzzle? ¿Por qué permite que Samantha mate a sus ayudantes sin darles ninguna opción para defenderse de ella?

La mira de arriba a abajo. Se cruza de brazos, apartando la mirada hacia los monitores que muestran la escena cuando Charlotte hace sus preguntas. Enarca una ceja, antes de volver a mirar a la rubia.

- Charlotte... ¿crees que pasar tu prueba te da el derecho de matar libremente a otros? ¿Qué paso con Robinson? - Su tono de voz no podía presagiar nada bueno, no lo delataba bien en su tono de voz, pero su mirada estaba cargada de rabia.- Explícame, porque sinceramente no sé a quienes enviamos allí, creí que podríamos confiar en ustedes, en que harían bien su trabajo.

Suspiro y decido responder a su pregunta antes de exigir que responda a las mías, pero no pierdo mi posición ni mi expresión molesta. - Oh, Robinson... Sabes de sobra lo que pasó. Falló su prueba. Le disteis la oportunidad de pasearse impunemente por las noches. Podría haber aprovechado para escaparse y salvar su vida saliendo por la puerta. Pero no lo hizo. Esa fue su prueba. Vivir o morir. Eligió quedarse y morir. Samantha y yo preferíamos someterlo a una prueba más, pero Jacqueline estaba nerviosa y tenía miedo. Propuso matarlo directamente y aceptamos. Al fin y al cabo él había tenido su oportunidad y la había desperdiciado metiéndose en su cuarto esa noche cuando podría no haberlo hecho.

Una vez explicado endurezco mi mirada y vuelvo a insistir. - ¿Dónde está Puzzle? ¿Quién eres tú? ¿Por qué permitís que Samantha nos mate impunemente?

Su expresión no cambia en ningún momento. Pero finalmente suspira, y se aparta del lugar. Niega con la cabeza un par de veces mientras se dirige a un pequeño refrigerador. Saca una botella de agua y lo que parece ser una bandeja con comida preparada. La lleva hasta un micro-ondas para calentarla.

Luego camina hacia ella, y extiende sus brazos para tomarla del rostro, acaricia sus mejillas viéndole con compasión. - Tienes un aspecto terrible.- Se separó de ella y señalo la puerta junto a los monitores.- Allí hay un baño, arréglate, puedes darte una ducha, creo que hay algo de ropa, no sé si te quede.- Vuelve a mirarla de arriba a abajo.- Como si algo no te quedara bien... Bueno, apresúrate, la comida estará lista pronto.

Luego de ello se acerca a los monitores. Aparentemente Arthur había sido traído a la vida nuevamente gracias a los esfuerzos de Matt.

Mi expresión se suaviza y mi pose se relaja cuando parece que la tensión disminuye. Asiento con la cabeza a su oferta de la ducha. Joder, todavía le guardo rencor a Robinson por romper el lavabo... Sin embargo no he olvidado mis preguntas, tan sólo las he aplazado.

Un vistazo a la pantalla y me sorprendo al ver a Arthur volver a la vida a manos del yonkie. Era agradable poder verlos desde fuera, sin tener que mantener un papel cada segundo del día, sintiendo sus miradas e intentando averiguar quién traicionaba a quién.

- Gracias. - Respondo mientras me dirijo a la puerta que me ha indicado para asearme, comprobando bien que lo que salga de los grifos sea realmente agua. Después de todo lo sucedido quizá me haya vuelto un poco paranoica, pero mejor asegurarme, por si acaso.

Abres la llave, y efectivamente, lo que sale de ellas es agua, tibia y cristalina. Al fin, tras tantos días, podrás asearte como corresponde.

No puedo evitar sonreír al ver el agua y no tardo ni dos segundos en quitarme la ropa con una mueca de asco. No consigo creerme que por fin voy a poder lavarme el pelo y ponerme ropa limpia en lugar de esas prendas malolientes y pegajosas. Me cuesta incluso concebir que Kyle se sintiera atraído por mí vestida con ellas y apestando a sudor después de días sin ducharme.

Un suspiro de puro placer sale de mis labios cuando siento el agua tibia sobre mí y me lavo con cuidado, frotándome todo el cuerpo y el cabello, hasta quedar completamente limpia y con la piel sonrosada. 

Al salir de la ducha busco con la mirada la ropa de la que me habló la mujer y tras secarme me la pongo. Si encuentro un peine me desenredo el pelo con cuidado y una vez limpia, vestida y oliendo bien por primera vez en días, salgo de nuevo.

Me pregunto si por fin se responderán mis preguntas o si esa mujer seguirá cambiando de tema y dándome largas, pero la verdad es que mi estado de ánimo ha mejorado bastante y lo veo todo menos negro después de la ducha.

- Te ves mucho mejor ahora.- Respondió secamente, tras haber dado una rápida mirada de reojo a Charlotte. Le ofreció el asiento frente al monitor, donde la bandeja con la comida humeaba por estar caliente, y la botella de agua relucía fresca frente a ella.- Come.- 

Se hizo a un lado, apoyándose en el lugar junto a ella. Se cruzó de brazos, volviendo a clavar la mirada en sus ojos. Sonreía de lado.- Mi nombre es Amanda, por cierto.

- Gracias. La verdad es que me siento mejor. - Respondo a la mujer, con un asentimiento de cabeza cuando se presenta. Sería inútil que yo hiciese lo propio, ya sabe perfectamente cómo me llamo y quién soy.

No puedo evitar una mirada de desconfianza hacia la comida humeante. La verdad es que me sentiría mucho más cómoda si ella comiese también del mismo plato. Pero lo cierto es que si quisieran acabar conmigo no necesitarían envenenarme, tenían herramientas suficientes como para hacerlo más rápida y fácilmente, así que me siento donde me indica y cojo el tenedor para empezar a comer lentamente.

Mientras me llevo el bocado a la boca no puedo evitar una idea fugaz. ¿Me daría tiempo a levantarme lo suficientemente rápido como para clavarle el tenedor en el cuello a esta mujer? Hay algo en ella que no me gusta, sumado a que no  ha respondido a ninguna de mis preguntas y a su forma de hablar, como si todo esto fuese cosa suya. No me fío lo más mínimo de su cambio de actitud repentino. Sin embargo no voy a arriesgarme a hacer algo tan radical sin estar segura de dónde me estoy moviendo, así que sigo comiendo en silencio, echando vistazos de vez en cuando al monitor y manteniéndome alerta de reojo a los movimientos de la mujer.

Se levanta, y se coloca tras la silla. Amablemente masajea los hombros de la chica, manteniendo una sonrisa de lado.- Llevar ese collar tantos días ha de haber sido una tortura... Y tienes que estar tranquila... - Dijo, mientras acariciaba su cuello.- No voy a hacerte daño.- Entonces río y se aparto de ella, bromeando, la chica debería de estar totalmente asustada, o nerviosa. Decidió distender el ambiente, buscando una charla coloquial.

- Si que llegaste lejos con Kyle... la verdad no me esperaba que la loca esa que dice ver espíritus fuera a delatarte... aunque se ha comportado de una forma totalmente extraña estos días. Como sea... Oh, mira. - Dijo señalando a la habitación donde los secuaces del sujeto se reunían, mostrada en el monitor, y la cual se ubicaba en una de las puertas selladas que nadie había podido abrir hasta el momento.- John esta hablando con esa perra de Samantha... debe de tener algo planeado para ella, me ordeno que no volará su cabeza aún cuando mato a Joseph.- Efectivamente, en el monitor se veía a Samantha, charlando con la televisión frente a ella, mostrándose arrogante y altiva como solía hacer. En la televisión, un hombre pálido, delgado, y viejo, charlaba con ella, con una expresión enormemente seria y de mirada fija en el rostro, pero tranquila a la vez.