Partida Rol por web

Despiertas en una habitación iluminada por un foco intermitente. Estas recostado sobre una camilla con sabanas teñidas de gris y beige por el polvo. Las paredes se ven gastadas también. No se aprecian muchas cosas en el lugar, salvo un espejo opacado también por el polvo, y una puerta metálica sin rendijas, además de una televisión en una de las esquinas superiores del lugar.

Te sientes mareado y confundido, notas el hormigueo típico que da en las piernas cuando se te duermen, pero en todo tu cuerpo.  Luego, un fuerte dolor de cabeza te invade, como si de la peor resaca de tu vida se tratase.

Te sientas en la cama, pero al moverte sientes un extraño peso alrededor de tu cuello. Tienes una especie de aparatoso collar sobre los hombros,  y la parte superior del pecho y la espalda. Solo puedes notar unos pequeños paquetes conectados a cables. Te sientes nervioso, te acercas al espejo y compruebas que no hay forma de quitarte el collar con las manos, e incluso notas unas cuatro lucesitas que parpadean débilmente.

Miras la puerta, te acercas, pero antes de llegar a ella, la televisión se enciende. Inmediatamente, un extraño muñeco te saluda con una voz oscura y ronca, parecía distorsionada por un programa de computadora.

“Hola Oficial Grey, ¿o simplemente debería llamarle Cristopher? Siempre he creído que los policias corruptos y que deshonran la profesión como usted lo hace deberían dejar de ser llamados por el cargo que ocupan de forma incorrecta.”

“Desde la muerte de su padre has utilizado tu posición para aplicar tu enfermo sentido de justicia. Te has olvidado de los deberes propios de la policía que son “proteger y servir”, para solo servir a tus propios intereses, para poner tras las rejas a quién crees que es culpable, tachando de culpable a todo aquel que no demuestre lo contrario”

“Has arruinado muchas familias al encerrar a alguno de sus componentes, solo por estar en el momento y lugar equivocado, y cuyo mayor desgracia fue toparse con tu turbia mirada.”

“Ahora CJ, tu serás culpable y pagaras por ello, a no ser de que el resto crea en tu inocencia”

Me incorporo como puedo, no se que hago aquí ni porque, aunque pronto lo descubriré por las malas. Mi cuerpo le cuesta responder, sin duda he sido drogado aunque ahora mi preocupación se centra en el artefacto que rodea mi cuello, me da muy mala espina. La verdad es que tengo miedo, en el cuerpo no nos preparan para enfrentarnos en este tipo de situaciones, pero a pesar de todo mantengo la serenidad, llevarme por la histeria no me va a ayudar en nada. Sin duda sabe muchas cosas de mí, seguro que me ha estado vigilando desde hace mucho, apuesto a que no trabaja solo. Es imposible que una persona sola monte este tinglado.

No se quien se cree que es o que pretende, pero no me voy a quedar de brazos cruzados. En cualquier caso tengo que salir de aquí, ¿pero cómo? Con esfuerzo me acerco al espejo ayudándome de mi alrededor,voy despacio hasta que pueda manipular mi cuerpo como dios manda. Entre la suciedad que tiene el espejo y la escasa iluminación no creo que pueda ver lo que tengo exactamente pero tengo que hacerlo. Lo que menos necesito ahora es toquetear un trasto que posiblemente explote. No puedo, no puedo dejar que el pánico me domine, ahora no. Necesito la cabeza fría, necesito salir de aquí con vida.

Sales de la habitación, y te encuentras en un pasillo lleno de personas. Todas con el mismo collar que tu, todas en la misma situación que tu. Hay por lo menos veinte personas en ese lugar, los desconoces a todos, pero entre todos reconoces a dos personas.

Primero que nada te topas con Matt. Un hijo de papis ricos, que lo protegen y le dan todo cuanto quieren. Tu sabes bien en los líos de drogas y alcohol en los que anda metido, le has hecho la vida imposible, has intentado plantarle cargos tantas veces que los dedos de tus manos no bastan para contarlas, más la protección de sus padres le hace prácticamente inmune al sistema legal. 

También tu mirada se fija en Samantha, la abogada que defendió al asesino de tus padre, la abogada que con sus estrategias ganó la libertad de aquel psicópata, y que impidió que hubiese justicia en tu familia. 

- Esto se vuelve...interesante. - Comento fríamente. Por lo visto tenía dos conexiones, A Matt le hice la vida imposible, lo mismo que Samantha. Si aquel hijo de puta estuviera pudriéndose en la cárcel, quizás, solo quizás, seguiría creyendo en el sistema legal. Ahora no va ser posible. He de suponer que no iría mal encaminado si asumo que todos los que hay encerrados aquí tenemos un lazo, por llamarlo de alguna forma. Ahora ya sabía el porque estaba aquí, solo me falta lo más importante, el como salir. "Será mejor reunirme con el resto."

No sabía que es lo que me iba a esperar en esta inesperada y turbia prisión. Pero estoy completamente convencido que no será para nada...agradable.

Impotente por la muerte de Arthur, dejas pasar que el metía mano en tus bolsillos mientras lo ayudabas, pero ahora lo recuerdas. Cuando tienes un momento a solas, los revisas, y encuentras en él los aparatos que Arthur había robado de los cadáveres.

Nop, los tienes tu. ¿Quieres revisar a Hugh entonces? Quizás debas hablar con Arthur primero, y no desechar turnos.

Te acercas al cadáver de Jacqueline, e inmediatamente una luz rojo se asomó por el escaner. Como si ya hubiese sido revisado.

No pudiste distinguir mucho por la noche realmente, no encontrabas un buen ángulo para ver bien lo que sucedía afuera en el pasillo. Justo cuando te ibas a dar por vencido, viste una sombra caminar por el lugar, pero no distinguiste quien era. Tratando encontrar una buena imagen, la cual no llegó, viste circular, después, a otra figura por los pasillos, diferente a la primera. Una cosa tenías clara: Eran dos los que vagaban por el lugar de noche.

Te acercas al cadáver de Marion, y una luz verde asoma en él.

¿Se pueden pasar herramientas a otro personaje? Quiero aprovechar cuando "ayudo" a Sam para darle a escondidas alguna de las herramientas.

Yep

Voy a por el post, le quiero pasar el Escáner ID a Sam.