Partida Rol por web

Encerrados en el Infierno (+18) [HLdCn]

Día 5

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12/11/2013, 18:37
Director

DÍA ♦ CINCO

 

<<Los grandes derechos no se compran con lágrimas, sino con sangre.>>

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12/11/2013, 18:40
Director

Un nuevo amanecer llegaba tras las alarmas, y con su sonido, el desánimo por lo que encontrarían una vez más se hizo presente. Ya quedaban pocos, menos de la mitad de los que originalmente habían llegado.

Varías dudas tenían, algunos más que otros, pero lo principal era saber cual había sido aquel sonido de explosión por la noche, pero como era de costumbre, se fijaron en los rostros que faltaban aquella mañana. Nada grata fue la sorpresa al saber que tres de los de allí ya no estaban con ustedes: David, Arthur, y Samantha.

Al ser tantos, lo primero que hicieron fue buscar en las habitaciones de cada uno de los presentes. David no estaba en la suya, quizás era él quien sería sometido a la prueba. Luego la habitación de Samantha, vacía también. ¿Acaso alguno de ellos había abandonado el lugar tal como lo habría hecho Charlotte el día anterior? Y finalmente, la habitación de Arthur.

Macabra fue la escena que encontraron, al cuerpo del que más pruebas había sobrevivido desde su llegada a este lugar. Arthur descansaba en aquella roñosa litera que servía de cama, con una expresión de temor en el rostro, y su cuello degollado. La sangre seca manchaba todo su cuerpo y sus manos, con las que seguramente intentó inútilmente detener la hemorragia. Sus brazo derecho, colgando de la cama hacía el suelo dejo correr la sangre por este, dejando una profunda mancha en el lugar.

Ya sabían lo que había pasado con el rubio, pero dos faltaban aún. Entonces el cadáver de un David sin cabeza descansaba sentado al costado de la reja que les separaba de la sala de ejecuciones, al que solo reconocieron por sus ropas. Quizá pocos lamentaron la muerte allí del silencioso sujeto, pero era una muerte más, tal vez un aliado menos. Todos atribuyeron a la depresión causada por el encierro su desistir a la lucha por sobrevivir. Probablemente infringió las reglas para poder descansar en paz.

Pero entonces, vieron al lugar donde las pruebas se llevaban a cabo, y encontraron allí a una Samantha atada a lo que parecía ser una gran balanza, con dos capsulas en ella, una que contenía muchos trozos de cristal y navajas metálicas, y la otra al cuerpo de la abogada.

Sus gritos despertaron a la chica inconsciente, la cual despertó a los pocos minutos. Miró asustada a su alrededor, y entonces lo supo, ella había sido elegida por los ayudantes del maníaco.

La grabación con la voz del muñeco no tardo en aparecer, y entonces supieron que era lo que se avecinaba:

- "Has usado tus herramientas como abogada para servir a tu propio beneficio. El deseo de fama te hizo querer algo mucho más allá que una profesional reconocida. Has utilizado el sistema de mala forma. Son personas como tú las que ensucian el sistema judicial, por abogadas como tú el inocente no se siente seguro. Pero ahora serás jueza de ti misma, y tu vida depende de los sacrificios que estés dispuesta a hacer. El resultado obtenido si fallas la prueba es: Tu muerte."

"Junto a ti hay una palanca, la que accionara la balanza la que te encuentras. En el otro extremo, hay un cofre en el que encuentran todos los libros de leyes que desafiaste, todos los contratos fraudulentos, y todos los expedientes que has arruinado a lo largo de tu carrera. Aquellos documentos tienen exactamente el doble de peso que tu. En el centro de la balanza se encuentra un lanzallamas que quemara al objeto mas liviano. Para poder superar el peso, junto a ti se encuentra que al accionarla dejara caer trozos de vidrio sobre tu cuerpo, y sobre la jaula que te contiene. Entre el vidrio también se esconde la llave que te dará la libertad. Tienes dos minutos"

Dando un profundo respiró, Samantha accionó la palanca que daría inicio a su juego. Al instante, cientos de cristales y navajas comenzaron a caer sobre el cuerpo de la abogada, lacerando su piel al contacto debido a la presión de la caída. La mujer atinó a cubrir su rostro y cabeza con los brazos, pero debía apresurarse, debía buscar la llave. La determinación de la mujer fue fuerte, comparable a la del ya fallecido Arthur el día anterior, y sin pensarlo mucho, comenzó a revolver entre los trozos de cristal y acero afilado en busqueda de la llave.

El tiempo pasaba y la agonía de la mujer era fuerte, una lucha constante contra el dolor, la desesperación, y la cuenta regresiva al deceso. El espectáculo se tornaba de un carmesí por la sangre que fluía de cada herida de la mujer, la que ya no se fijaba en el tiempo transcurrido, simplemente lloraba y gritaba mientras seguía buscando, sin suerte aparentemente.

Cuando la esperanza de ella, y la del resto que la observaba parecía perdida, un brillo metálico que se diferenciaba del resto llamó la atención de la mujer, la que introduciendo su mano nuevamente al cristal, saco de ella la llave que le conduciría a la salvación. 25 segundos quedaban para la ejecución, pero Samantha lograba sobrevivir, escapando gracias a la llave de aquella jaula-capsula que la contenía. Había sobrevivido.

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12/11/2013, 20:34
Christopher Jonathan Grey "CJ"

Otro día más dentro en aquel particular infierno, y  por alguna razón yo seguía en pie. Una pena que no pueda decir lo mismo de David, o de Arthur. El primero casi ni nos dimos cuenta, el farmacéutico apenas hablaba, estubo mucho tiempo en silencio, quizás demasiado. Lo más seguro era pensar que perdió la esperanza.

Por el contrario, la muerte del segundo fue injusta e innecesaria. Como si no quisieran que hablara. Pasó por tanto dolor y sufrimiento para acabar así. Miré su cuerpo con lástima, pero había otra cara más que no pude ver por la mañana, no fue muy difícil averiguar su identidad, la abogada Samantha Harris.

Su ausencia me hizo pensar en lo peor, y así fue, el quinto día, día elegido para su prueba. Prueba que decidirá si vivir o no, Arthur tiene el honor de ser el primero en conseguirlo, solo podía esperar que ella también lo consiguiera. Recé para que lo consiguiera. En ese momento, me di cuenta que dejé de lado nuestras diferencias, una historia llena de dolor y rencor que marcó mi camino.

¿A quién quiero engañar? Yo fui quien tomé la decisión de seguir ese camino, no existía otro culpable que no sea yo mismo. Apartando aquellos pensamientos, fui a socorrerla cuando terminó su angustiosa prueba, no salió ilesa, pero sobrevivió que era lo importante.

Me acerqué a ella, no sabía que hacer, pero quería infundarle ánimos de alguna forma.-Sam, lo conseguiste.- La primera vez que la llamé por su nombre, concretamente su  diminutivo,  y la primera vez que mi tono de voz no fue severo ni frío. Sin perder tiempo y una vez a su lado, me giro a Matt para darle a entender que la tratara lo antes posible. 

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12/11/2013, 20:39
Mike Dunbar - Muerto

Asintió con la cabeza a Harold cuando dijo que se retiraba a su habitación. En breve, sonaron las alarmas extendiendo sobre ellos la sombra del acecho. Mike entró en su habitación como el resto de los presos. Cada vez quedaban menos, y esto no hacía sino aumentar las posibilidades de morir de cada uno de los que estaban allí, a excepción de los desalmados que ayudaban a orquestar todo aquello.

Tenía el estómago revuelto. Su mente daba vueltas y aunque intentaba tranquilizarse y descansar, estuvo sentado en el catre con la mirada fija en la puerta.

Andaba inmerso en sus pensamientos cuando de repente ocurrió algo inesperado: ¡el sonido de una explosión! No era un sonido extraño ya para ellos puesto que habían sido testigos de las ejecuciones producidas por ese artilugio del demonio que llevaban colocado en el cuello. Pero... ¿era posible que hubiera amanecido tan pronto? No... todos lo habrían escuchado, pero no tenían opción de averiguar nada hasta que al puto muñeco se le antojara. Esa noche apenas durmió.

Al abrirse las puertas miró a los ojos de los presentes buscando algún tipo de explicación. Volvió a hacer la cuenta mental de los que habían salido al pasillo, pero de nuevo una sorpresa: no faltaba uno...

-¡Faltan tres! -digo con tono de angustia. ¿Estaban cambiado las normas del juego o qué narices estaba pasando?

Rápidamente buscamos en las habitaciones de los que no habían acudido a la cita matutina.

Mi expresión se vuelve sombría al ver el cadáver de Arthur. Me tapo la boca y contengo la respiración. Aquel hombre había conseguido sobrevivir a las votaciones, a su prueba, a sus mortales heridas... y ahora... Miro a Matt. Tiene que ser terrible haber luchado por salvar una vida y que alguien la haya segado de ese modo, sin compasión alguna.

A pesar del impacto, quedan dos personas por encontrar y tal vez alguna de ellas siga con vida. Nos apresuramos a avanzar por el pasillo en dirección a la sala de ejecuciones. Una figura se hace evidente a medida que nuestros pasos se aproximan. Hallamos el cuerpo decapitado de David, al que reconocemos por sus ropas. Para mí un hombre extraño, introvertido y particular, no sé qué pensar... ¿tal vez haya intentado acabar con su vida a su manera, antes de que le colocasen en una máquina de tortura?

-Joder... estamos cayendo como moscas! -pienso en voz alta.

Solo falta la chica: Samantha. Al principio se encuentra inconsciente pero nuestros gritos la traen de vuelta a la cruel realidad que le aguarda, una realidad especialmente diseñada para ella. Está loco... muy loco... jodidamente loco.

Empieza el discurso aleccionador del sádico seguido de las instrucciones, y que te lo tienes que tragar por cojones si quieres tener una posibilidad de salir con vida de la trampa. Mientras escuchamos la grabación se me ocurre mirar disimuladamente el rostro de los presentes. Alguno ha hecho esto, alguno la ha colocado aquí, busco una expresión de orgullo, superioridad o placer que pueda delatarle, pero nada, no sabría decir quien o quienes son. Mi atención vuelve a centrarse en la mujer y su prueba.

Comienza la cuenta atrás. Ella no duda en accionar la palanca y como puede intenta protegerse mientras busca sin éxito la llave. Las cortantes heridas son cada vez más numerosas pero ella tiene un propósito y parece que es mujer de carácter. Sin embargo parece que no va a conseguirlo. Noto como un sentimiento de furia crece dentro de mí y le grito enfadado.

-Encuentra esa jodida llave!! Ahora!! -mi tono de voz es autoritario, sin dejar opción a otra alternativa. Doy un puñetazo contra la pared y vuelvo a concentrarme intentando distinguir las manos nerviosas y laceradas que buscan desesperadamente la libertad.

Contra todo pronóstico Samantha sobrevive. Es lo que tienen los abogados, tienen fama de ser huesos duros de roer y parece que la fama es bien merecida. Suelto una exclamación de alivio y alegría. Niego con la cabeza incrédulo ante lo sucedido pero con una sonrisa en mis labios. Ha ocurrido por segunda vez, y para todos los inocentes es una victoria. Estoy seguro de que esta vez Matt no tardará en reaccionar y atenderla.

No sabía cuando me llegaría la hora a mí, pero por el momento solo podía pensar en una cosa: "Jódete maldito cabronazo!"

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12/11/2013, 21:16
Matt Doyle - Muerto

Me despierto sintiéndome bastante mejor que los días anteriores. El haber curado a Arthur había conseguido que abriese los ojos y me había recordado las razones por las que quería se médico hace ya unos cuantos años. Quería salvar vidas. Quería ver en el rostro de la gente la gratitud que había visto la noche anterior. Ahora todo es posible.

Abro los ojos y respiro aliviado al hacerlo. Estoy vivo y estoy en mi cuarto, ya es más de lo que podía pedir... Me levanto más apresuradamente que otras veces, aunque con los ojos algo nerviosos como es normal. Noto el efecto de la falta de drogas, pero no tanto como los anteriores días. Me siento mejor desde lo de Arthur.

Pero mi expresión cambia cuando hacemos el recuento. Tres... Faltan tres personas. Entre ellos Arthur. Al ver el cuerpo sin vida de Arthur se me encoge el corazón y me pongo a llorar y a chillar.-Porqué! Porqué! PORQUÉ!-Tanto sufrimiento, tanto dolor, tanto esfuerzo, para nada. Para que acabase peor, con una muerte agónica. Su rostro refleja el terror que estaba sintiendo al morir. Me aparto del sitio y paso por alto el cadáver de David. da igual. Todo da igual. Vamos a acabar todos muertos.

Cuando parezco a punto de perder los nervios por completo me encuentro con la escena. Sam ha sido la escogida. No alcanzo a entenderlo, aunque me imagino que no importa. Aquí las reglas no se cumplen. Esto solo es la invención de un maniático asesino en serie que nos tiene encerrados como cobayas para ver hasta donde aguantamos. la prueba empieza y tozos de cristales y navajas afiladas caen sobre la mujer.

-Joder...-Las heridas son profundas y las tiene por todo el cuerpo, pero Sam resulta ser muy fuerte y no pierde el tiempo. 25 segundos le sobran para cuando ha acabado la prueba. Esta vez no dudo a la hora de actuar, tengo que salvarla, no puedo jugármela tanto como con Arthur.-Rápido, ayudadla! Llevadla a mí habitación! Joder... Sabes tu grupo sanguíneo, Sam? Me oyes? Sam?-La voz denota el nerviosismo que sient y el temblor vuelve a mis manos de nuevo. Tranquilizate...

No puedo evitar sentirme mal otra vez. Una vida más está en mis manos... Tengo que hacerlo mejor que la anterior vez. Y por favor, que no hagan lo mismo que le hicieron a Arthur. No sé si podría aguantarlo.

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13/11/2013, 01:57
Samantha M. Harris - Muerta

Cuando despierto, maldigo mi suerte. Otro día más aquí. Daría lo que fuera por un baño. Por medio baño. Por un poco de desodorante.

Esta vez hay algo distinto. Voces. Abro los ojos, sobresaltada. No estoy en mi habitación. En cuanto me incorporo de repente, la grabación comienza, y sólo puedo darme la vuelta, buscando la mirada de los otros, con expresión de horror. Sin embargo, no dura ni un instante. Debo centrarme. No puedo entretenerme.

Escucho cada palabra de la grabación, y en cuanto termina tiro de la palanca. La caída de los cristales y filos metálicos no me pilla por sorpresa, pero ni siquiera así puedo librarme de los cortes. Trato de cubrir mi cara, sobre todo mis ojos. Dios, no quiero quedarme ciega y terminar dependiendo de alguien.

Puedo sentir la balanza equilibrándose con el peso de los cristales, pero no es suficiente. Necesito muchos más. Me cubren ya los tobillos, pero si quiero que ese soplete no me abrase viva debo segur tirando. Debo conseguir más peso. Joder. Mierda.

Cada vez que tiro de la palanca una dolorosa lluvia cae sobre mí, y por más que lo intento no consigo cubrirme del todo. Los brazos, las manos, los hombros... No quiero ni pensar en cuántos cortes debo tener. En la sangre que debo estar perdiendo. Lo peor son mis piernas. Cada vez que me muevo ellas se arrastran en lo que se va convirtiendo en una bañera de cristales teñidos de rojo que ya llegan por la mitad del gemelo.

Me siento flaquear durante un instante, y tengo que apoyarme un momento en una pared para no caer directamente sobre el lecho que hay bajo mis rodillas. Sin embargo, no dura más que un momento. Decidida vuelvo a tirar de la palanca una vez más. Trato de no pensar en la sangre ni en el dolor. Tan sólo en salir de aquí.

Entonces un brillo metálico. Esperanza. Tengo que apartar los cristales y las cuchillas que me separan de ella, pero ahí está: la llave de mi salvación.

Mis brazos están completamente teñidos de rojo, y mis manos gotean sangre cuando consigo abandonar la cápsula. Las voces de los otros me llegan de fondo, mientras yo sólo camino, renqueando, sintiendo cómo mi cerebro apaga todas las sensaciones por no ser capaz de gestionar tanto dolor.

Entonces, antes de que me pueda dar cuenta, hay gente a mi alrededor. No tengo claro cómo se han movido tan rápido, pero mis ojos se cruzan con los de CJ, aún con la completa convicción de que iba a hacer lo necesario por seguir viva, y luego con los de Matt. Su pregunta me llega difusa, como su fuera parte de otra realidad. - A... - Murmuro como puedo. - A positivo... - Digo con una sonrisa de estúpida satisfacción, como si hubiera conseguido vencer al cabronazo que nos tiene aquí encerrados. Mientras tanto trato de sentarme, o más bien me dejo caer. Estoy extenuada, y sólo quiero dormir un rato.

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13/11/2013, 23:02
Harold Manuel Herbert - Muerto

Harold sale de la habitación preocupado y con la espalda dolorida. Un hombre de su edad debería descansar en su cama, con su almohada especial para las cervicales. Pero ya qué más daba, cada vez faltaba más gente y pronto llegaría su turno. Sólo lamentaba no haber podido despedirse de su mujer, siempre habían soñado con morir juntos mientras dormían. Quién le iba a decir que acabaría secuestrado por un loco.

Asistió a la búsqueda de los que faltaban con la mano sujetándose el pecho con fuerza, temeroso de lo que iban a encontrar, hasta que vio a la mujer en la balanza. Por Dios... Su voz era un susurro temeroso, no creía que fuese a conseguirlo... Nadie lo había hecho hasta el día anterior... Pero lo hizo y el anciano soltó un fuerte suspiro de alivio.

Harold se acerca todo lo rápido que le permiten sus piernas hacia el joven drogadicto. Sálvala, chaval. Se lo ha ganado.

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14/11/2013, 01:12
Matt Doyle - Muerto

-Rápido, traedla!-Digo desde mi habitación. Estoy preparando la transfusión de sangre y el material quirúrgico para cerrarle las sangrentes heridas lo antes posible.- A positivo... A positivo... Colocadla ahí!

Respiro hondo antes de empezar con la operación y compruebo mi pulso antes de empezar. No me puede temblar... demasiado. Lo primero debería ser quitarle los cristales que aún tenga y luego me pondré con las heridas más profundas... Joder, que no pase con Arthur...

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14/11/2013, 13:25
Kyle McCarthy - Muerto

Había permanecido en silencio durante mucho rato, punteando compulsivamente con los dedos como acariciando unas cuerdas invisibles de guitarra. Después comenzaron a desencadenarse los acontecimientos, y ya apenas tenía fuerzas para seguir luchando... ¿por que mierda le habían hecho a Sam? ¿Por que no iban a por mí y acababa todo esto de una puta vez?. Tienes que seguir adelante, Kyle... 

-Vas a salir de esta, Samantha. -Miro a Matt un instante-Mi grupo sanguíneo es 0-, soy donante universal, puedes coger de mi sangre si lo necesitas.

Miro a mi alrededor buscando alguna mirada amable, un gesto de complicidad, se hacía raro no ver sus ojos azules entre los demás, me había quedado solo... pero si ayudaba a encontrar a ese cabrón que quedaba, si conseguía salvar a esta gente, quizá así podría compensar mis errores.

-Hay que votar. La mayor parte de vosotros ya habréis introducido un nombre, pero estáis a tiempo de cambiarlo. 

Yo voy a votar a Corey. Pensarlo... él y Charlotte se odiaban a muerte, y a pesar de eso, no se votaron ni una vez. Ni una puta vez. Desde el principio te has esforzado en parecer un tipo malvado, repulsivo, ha sido una buena estrategia... aparentar lo que eres en realidad... por que pensaste que el resto pensaríamos que los asesinos se escondían detrás de rostros inocentes, como Jacqueline... o Charlotte -Me esfuerzo a añadir con dificultad.

 

 

 

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14/11/2013, 14:03
Corey Thompson - Muerto

Escucho como el puto drogo me trata de poner el cartel de secuaz y comienzo a reirme a carcajadas.

- De verdad?...- hago una pausa secándome las lagrimas de risa, que brotan por las estupideces que habla Kyle-  de verdad piensas que ahora me vas a echar la culpa de ser ayudante del puto payaso?...- sigo riendo, pero me trato de controlar- te cuento algo?... Charlotte me odiaba a mi por haber tenido sexo con su madre, a Charlotte  la encontraba puta, tonta y malcriada... solo eso... ella resultó ser una puta ayudante y eres tú el que quería protegerla, eres tú el que confabulaba contra los demás, eres tu el que quiso matar a Arthur en primer lugar... alguna vez le acusé a algunos de los que han muerto?... o voté por ellos?... a cuantos votaste tu?, a cuantos dejaste morir solo para salvar tu cobarde pellejo?... no... no vengas a tratar de hacer que los demás me ataquen a mí... hay una sola cosa en la cual en algún momento estuvimos de acuerdo, y es que tu has estado con el payaso que nos apresó, lo confesaste tratando de salvar a la puta de Charlotte...yo tengo buena memoria y eso no lo olvido... debo decir que votaré por tí?... por que lo haré.- termino dándole las espalda al Chili Pepper

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14/11/2013, 19:13
Christopher Jonathan Grey "CJ"

Me encargo de llevar a la abogada a la habitación de Matt para que éste pueda tratar sus dolorosas heridas, eso sí, yo mismo debería tener mucho tacto. Notaba como su sangre manchaba mi ropa e incluso mis zapatos, se mezclaban con la sangre ya seca del fallecido Arthur. Algo que no me importaba, después de días de compartir ropa sin ni siquiera una ducha, poco importaba a estas alturas una mancha más o una menos.

Quizás en un día normal sí debido a mi ligera manía de ir siempre limpio y aseado, pero en aquel lugar y el tiempo transcurrido ayudaron que no aprestara atención a nimiedades.Una vez dejada con Matt, Kyle se confrontó a Corey, así que decidí intervenir ya que poco podía hacer más por Harris.

Crucé mis brazos y fruncí el ceño, mirando al mencionado, yo también le creía culpable, así que no tardé en exponer mi argumentación con voz seria y con total convicción.

- Corey, asumistes fácilmente que ella era cómplice de todo este despropósito, pero aún así no la votastes. Es algo que no me encaja. Incluso me atrevería decir que creías más culpable a ella que a la misma Marion. Pero tengo que decir que la rubia platino era inocente, desconozco el porque hizo tal confesión. Así que no sería descabellado pensar que quedan dos cómplices más. Asumiendo que Harris es inocente, ya que su vida ha sido puesto a prueba, Matt salvó Arthur e Isabella reveló la culpabilidad de Charlotte, por eso mismo mi lista se reduce drásticamente. Así que te considero uno de mis sospechosos aunque no el único. 

Había que arriesgarse, era muy consciente que estaba entrando en terreno peligroso, pero ya que había llegado hasta aquí, solo podía continuar. Más aún cuando uno no podía saber el momento de su muerte, y menos la manera. 

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14/11/2013, 22:53
Samantha M. Harris - Muerta

Me siento como en una nube. Dejo que me lleven sin oponer resistencia, con una sonrisa estúpida colgada de los labios. Escuchar de lejos sus palabras resonando en mis oídos, en mi cabeza, me lo demuestra: Lo he conseguido.

Escucho cómo hablan sobre las votaciones... ¿Ha pasado tanto tiempo ya? Entonces dirijo mi mirada a Matt y a CJ, haciéndome poco a poco más consciente de la realidad.

- Aún... Aún no he votado. - Murmuro - Tengo que votar... Matt... ¿Tienes un calmante? Creo que me he hecho algún cortecito, y voy a flipar cuando empiece a doler. - Pido descuidando las formas o el tono, tratando de hacer una broma sobre mi estado, aún mareada.

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14/11/2013, 22:58
Mike Dunbar - Muerto

Escucho las acusaciones que se lanzan algunos entre sí, pero me temo que en cualquier caso el cómplice o los cómplices del asesino se ocultan demasiado bien. Por mi parte no lo tengo nada claro, y como de costumbre, siento que necesito tiempo, más tiempo, y me siento impotente al no poder llegar a una conclusión definitiva antes de introducir un nombre en el ordenador. Algunos se han sentado ya a introducir el nombre de su víctima, pero yo voy a meditar algunas horas más.

-Isabella, ¿has podido saber algo más sobre los asesinos? Porque sería de ayuda.

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14/11/2013, 23:09
Isabella Karlof

La determinación por aferrarse a la vida de Samantha la habia llevado a sobre pasar la prueba, su cuerpo estaba muy lastimado, pero entero, a diferencia de Arthur que ni aun con los cuidados de Matt logro sobrevivir...la actitud de Samantha me hacia confiar en que quizas ella era inocente...quien podria luchar de esa forma por su vida...

El planteamiento de CJ era logico, pero tambien le afectaba a él...Tu tambien puedes ser uno de ellos, asi como acusas a Corey con tus fundamentos tambien podemos pensar de igual forma...Ellos estan silenciosos, pero se que pronto me gritaran un nombre...somo pocos, y algunos alejados de las manos del Anfitrión...

Creen que aun quedan dos, pero no saben a ciencia cierta de quienes...les creo...alguien se quedo con las herramientas de Arthur, con ellas podriamos averiguar mas...

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15/11/2013, 01:22
Matt Doyle - Muerto

-Tsssss. Calla Sam, no gastes fuerzas, estás muy débil.-Cojo una de las agujas e intento ponerle una vía. Necesita sangre y calmantes antes de que pueda retirarle los cristales.-Vas a salir de esta, ya lo verás. Tienes mi palabra.

Las manos me tiemblan según acerco la aguja a la vena del brazo derecho de la mujer. Cierro los ojos, respiro hondo y vuelvo a intentarlo. El temblor es algo menor, pero aún persiste. Apoyo un poco la punta sobre su vena y tras asegurarme de que la posición es la correcta ejerzo presión para introducir la aguja. Parece que ha ido bien. Rápidamente conecto sandre A+ a la vía y le inyecto un sedante.

-Ya está, todo ha pasado. El sedante hará efecto en breve y dejarás de sentir dolor.

Tras esperar unos escasos minutos me pongo manos a la obra. Lo primero, quitar los trozos de cristal que tenga aún clavados en el cuerpo, que no es difícil. Procuro hacerlo con la mayor delicadeza posible, intentando no hacer más grande las heridas. una vez quito los múltiples cristales y navajas del cuerpo de la joven procedo me centro en las heridas más gordas.

-Detener la hemorragia, cerrar las heridas... Las más graves primero, luego las demás...-Tiene tantas que no sé ni por donde empezar. Empiezo por las que más sangre han expulsado. Es difícil ver las heridas debido a la sangre por lo que me ayudo con agua para limpiarlo antes.-Aguanta....

El sudor empapa mi cara. Necesito movimientos precisos y no soy el mejor precisamente para ello. -Que alguien me ayude aquí por favor!-No espero la respuesta, simplemente sigo actuando. los segundos son cruciales, si pierde demasiada sangre puede ser fatal... Y no lo voy a permitir.-Y tú, poli.-Aparto un momento la mirada para fijarme en aquel hombre que tanto me había arruinado la vida. Mi mirada es neutra. Le considero inocente pero no por eso voy a perdonarle y mucho menos me va a caer bien.-Dale unas bofetadas a Ziba. Tiene que reaccionar o...

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15/11/2013, 01:40
Samantha M. Harris - Muerta

Tumbada, me dejo clavar la jeringa por el chico, y le miro durante un instante, con los ojos entrecerrados.

- Joder, un jonkie me está metiendo una aguja... - Murmuro, pensando en voz alta - Cuando lo cuente van a flipar... - Digo, resignada, dejándome hacer. Luego trato de quedarme quieta mientras el chico me quita los cristales. No es difícil, teniendo en cuenta lo cansada que me siento. Aprovecho para recostar la cabeza y cerrar los ojos un poco. Todo dentro me da vueltas. Todavía no entiendo por qué se hace cargo él de estas cosas, pero si el que nos ha encerrado aquí le ha dado este material será por algo. Sólo espero que no me pinche nada raro.

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15/11/2013, 12:06
Mike Dunbar - Muerto

Me acerco rápidamente a Samantha y Matt cuando éste pide ayuda y hago lo que dice. Me concentro en mantener inmóvil a Samantha para que el chico pueda obrar con precisión y tranquilidad.

La cabeza me da vueltas y el tiempo para votar sigue disminuyendo. Suspiro agobiado.

-Espero que no os equivocáseis acusando a Marion, porque si era el vengador, era la única persona que sabía con certeza quienes son los secuaces del chalado. No entendí esa votación la semana pasada si os soy sincero...

Mi cabeza estaba abarrotada de frases, conductas y hechos que no me parecían coherentes, pero tampoco me parecía coherente nada de lo que pasaba allí, y esa misma contradicción restaba lógica al conjunto de todos los pensamientos que iban en una u otra dirección.

Joder, a mí lo que me va es el fútbol, no estas conspiraciones que vuelven loco a cualquiera...

Sacudo la cabeza y vuelvo a concentrarme en lo que estoy haciendo: ayudar a Matt a darle una oportunidad a Samantha.

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15/11/2013, 12:56
Matt Doyle - Muerto

No me gusta la palabra usada por Sam. Yonkie... Aún así admito que tiene algo de gracia y una sonrisa asoma en mi boca, relajándome un poco.

-Este yonkie te está salvando, tal vez debas contar eso.-El sudor sigue empapando mi cara y amenaza por empezar a caer en forma de gotas.-Sudor, por favor, que alguien me limpie el sudor de la cara.

Mi concentración y mi fuerza de voluntad están siendo puestas a prueba. Entre punto y punto tengo que cerrar los ojos de vez en cuando por que se me nubla la visión, pero no llego a pararme. Son demasiadas... Y con el temblor de manos es posible que no llegue a tiempo.-Si alguno de vosotros sabe coser que venga y se encargue de las heridas sangrantes menos profundas, por favor. No sé si voy a poder con todas.

-Sam, sientes algo? necesitas más sedante? Si en algún momento empiezas a sentir dolos avísame.

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15/11/2013, 13:15
Harold Manuel Herbert - Muerto

Harold mira con un poco de desconfianza las manos temblorosas del drogadicto. Pero es lo único que tienen y con Arthur funcionó. Todavía con la mano sujetándose el pecho se acerca más. En Vietnam aprendí a coser heridas. Era una cuestión de necesidad. Te ayudaré, muchacho. 

El anciano se coloca a su lado y respira profundamente antes de empezar a ayudar a Matt. Su pulso tampoco es nada del otro mundo, entre la edad y los nervios, pero el hombre hace lo que puede por la señorita Harris. Se lo ha ganado con su determinación y en cierta forma le recuerda a su esposa cuando era joven.

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15/11/2013, 14:27
Samantha M. Harris - Muerta

Con los ojos cerrados y la sonrisa tonta en los labios niego con la cabeza cuando me pregunta si siento algo. Sin embargo, entonces me concentro un poco en el lugar donde me están tratando, dejándome hacer. Una leve risa se escapa de mi garganta, y entreabro los ojos para mirar a los dos hombres que me están cosiendo. A pesar de que quería evitarlo bajo la mirada, y la visión de mis brazos y mis piernas me hace contener la respiración. - Joder... - Suspiro. Mi rostro se torna serio durante unos instantes, al ver cómo la aguja penetra en mi piel.

- Me hace cosquillas. - Informo a Matt, tratando de mantener la seriedad, por si eso pudiera ser un síntoma grave. Aún así hay algo que me parece cómico en la situación. Un jonkie y un viejo, que no conseguirían ni acertar meando, están cosiéndome el cuerpo.

- Vais a dejarme hecha una lindura. - Suspiro entonces, sin querer pensar en cómo voy a quedar después de esto. Dios, voy a dejarme una pasta en cirugía. - Podéis hacerme un dibujo, - Propongo entonces - como los de unir los puntos. - Digo, sin poder apartar la vista de la aguja que Matt sostiene.