Partida Rol por web

Tras haber ajusticiado al general, totalmente abatido por los hechos ya que yo le he creído inocente, dirijo mis pasos hacia la taberna mientras la lluvia empapa mi cuerpo sin que apenas lo note. Qué ironía. Ayer luchábamos contra un fuego desahuciante y hoy tendremos que rezar para que no terminemos con el agua al cuello.

Quisiera olvidar todo aquello que estamos viviendo en el fondo de una botella, pero no puedo permitírmelo. Mientras más adormecidos permanezcamos, más fácil será para los dos bandos acabar con San Palmaquino, de ahí que estaré en la taberna, para no pasar la noche solo pero no beberé más que agua.

Me siento en un taburete, cerca de la barra para poder estar atento a todo lo que allí se dice, cuando por las puertas del local de Gonzalo aparece una figura que tanto me habría gustado ver estos días. El soldado Pister Vitorius está aquí y aunque sus palabras suenan dolidas, me saben mal. ¿Por qué esperar tanto tiempo a dar la cara? Algo que no llego a cuestionarle, pues la aparición de alguien más, el señor Nikolai, hace que todo lo demás quede relegado a un lado. Al parecer Dios se está apiadando de nosotros y devuelve a la vida a aquellos que pueden hacer algo por el pueblo.

Las palabras de Nikolai confirman lo que mi intuición me decía. El general era de los nuestros, un hombre que se había tomado en serio la responsabilidad de cuidar del pueblo y estaba haciendo justicia por propias manos. Algo que no estaba bien, aunque en tiempos como estos, donde prácticamente nos habíamos visto envueltos en una guerra en las sombras, tal vez el fin sí justificara los medios.

Escucho a Jack, quien además de servir a su juramento hipocrático más allá de lo que lo exige el honor de la medicina parece tener mucho sentido común -aunque pueda equivocarse- y a Nikolai, quien sabe qué secretos oscuros escondía cada uno de los fallecidos en el fondo de su corazón e intento llegar a alguna conclusión, pero nada nuevo puedo aportar. Salvo una cosa. Ya dejé morir a un hombre inocente en la horca por no defenderlo fehacientemente, no puedo permitir que esta noche, quien sea que lleva el legado del general, asesine a otro inocente.

"Yo solo quiero decir que el general se equivocaba en sus últimas palabras. Pedro "unaoreja" Días no es un asesino. Podrá ser extranjero y también un bocotas... pero estoy seguro de que lo mueve el deseo de acabar con todo esto de una buena vez lo que lo ha llevado a acusar a viva voz a gente que apenas conoce. No sé como probarlo, ya que sólo tengo mi palabra para asegurarlo, pero debéis confiar en mí en cuanto a este buen señor."

Luego medito acerca de lo que ha dicho Gonzalo. Puede que esté en lo cierto, que la soberbia que mueve a los miembros de los grupos de asesinos les impida negar su condición, pero lo dudo. Son arteros, consumados asesinos, ¿qué puede importarles dar una mentira para seguir actuando impunemente?

"Gonzalo, ojalá fuera así. Ojalá estos malnacidos tuvieran algún juramento que les impidiera negar su condición si son interrogados, pero lo dudo. Tal vez los inquisidores tuvieran algún reparo en dar una mentira tan sueltos de cuerpo, pero tras haber visto lo que han hecho en mis tierras natales antes de partir hacia este mundo en busca de un futuro mejor para mí y mi familia, lo dudo. Dudo que tanto unos como otros tengan reparos morales o alguna clase de orgullo malsano que les hiciera admitir su condición de asesinos, de arrogarse el poder de Dios para decidir quien vive y quien no. Lamentablemente por ese lado no vamos a encontrar nada. Debemos seguir por la vía que ha planteado el galeno y que Dorian está analizando. Sólo a través de las votaciones podremos deducir algún parámetro en su accionar, si es que lo tienen."

Ya en la taberna allí se escucharon ideas de lo más interesante... Un hombre con su poder intuitivo había vaticinado la inocencia de un hombre, que se encontraba ya frío. Ahora vaticinaba la inocencia de otro con la sangre muy caliente. "De ser cierto las amenazas del General, Unaoreja tiene los días contados, ¿quién será su ayudante?".

-Gamboa yo también creía inocente al General, nunca crei que se tomara en serio esa acusación... Usted tiene un poder intuitivo enorme, porque no se une a nuestra causa.La de Jack y la mía... descubriremos a los causantes. Usted Gonzalo también debería ayudarnos. Deberíamos sacar pensamientos racionales, no dejarnos llevar por las pasiones... La última vez que escuchamos a nuestro corazón se saldo con la muerte del General.

"Había mucho misterio en el pueblo... un Justiciero anónimo que se tomaba la justicia por su mano, sin tener en cuenta la opinión del resto, Masones e Inquisidores campando a sus anchas, matando a diestro y siniestro. Y la información se atascaba en lenguas temblorosas y faltas de valor".

La lluvia diluia los pensamientos del cazador. Escuchaba a todos hablar sin terminar de entender por donde empezar. Pero al fin y al cabo al menos ya estaban hablando, lanzando acusaciones y dando nombres... solo se tenia que saber escuchar. 

Por lo pronto solo confiaba en El Galeno, como le llamaban algunos. El recientemente resucitado trajo consigo noticias, pero el suspicaz Francisco pensó que algo no cuadraba. 

-"¿Como se entero de que el General era un justiciero si seguramente aún andara buscando el camino al purgatorio, lo que le impediria verse con usted?"-. 

Guarda silencio, sabiendo que se han equivocado apuntando al General, y que él, "Unaoreja",  fue uno de los que sospechaba de él y que por lo tanto lo mandó a la horca.

-Acabo de votar la muerte de un hombre inocente y, como es normal, no tardarán ustedes en volverse contra mí. Soy el forastero; acabo de acusar a un hombre contando únicamente con la misma sospecha que tenía el Galeno, es decir que el General era un asesino por unas votaciones supuestamente irregulares; y ese hombre ha muerto. Solo les pido una cosa, si hay alguno entre ustedes que pueda confirmar que digo la verdad al anunciarme inocente que lo compruebe por su método, sea cual quiera, porque juro por mi barco, mi tripulación y mi sangre que no he matado a nadie más de este pueblo que a los que, acertada o equivocadamente, he votado - expresa el pirata, dirigiéndose a todo el que está presente.

Me uno a Dorian y a "Ochodedos" y les digo:

-Cuenten con todo mi apoyo. Mis capacidades no incluyen hablar con los muertos, resucitar a nadie y ni siquiera soy diestro en las artes de la investigación, mas pueden contar conmigo y mi labia para investigar las muertes que están sucediendo por estos lares, de los que espera irme para no volver jamás a este pueblo de pesadilla.

Entro a la taberna tras las ultimas palabras de Jack, quien pedía ayuda, pero se mantuvo en silencio puesto que todos hablaban. Se acerco a "Unaoreja" tras escucharle, y le palmeo el hombre un par de veces.

- Yo también he enviado a la horca a un hombre inocente... Otra vez... Solo puedo decir que confiemos que a los ojos de Dios seamos inocentes de actuar de esta forma. - Negó con la cabeza, no muy confiado de sus palabras, para luego colocarse junto a la mesa de Jack, observando los papeles, y rápidamente algo llamo su atención.

- Me sorprende, joven Jack... Lo tienen todo muy bien organizado por aquí, pero bueno, ¿para que soy útil? -  Miró a la gente en la mesa, esperando una respuesta que le dijera en que no podría colaborar.

No voy a decir que creo en tu inocencia, Unaoreja, aunque así casi es, por miedo a que en estos días cualquier cosa dicha puede volverse contra uno. Pero así pudiera ser.- le dice al joven pirata -Por mucho que digan algunos,que el General era un gran hombre, no lo comparto. Lamento su muerte como lamento la de cualquier otra persona, tal y como me han educado. Pero, una persona que por la noche se dedica a matar gente, bajo su propio juicio, no me merece respeto ni honor. Insisto en que la arrogancia es el peor de los sentimientos humanos, y es el que está llevando a estos dos bandos a acabar con el pueblo. Y la que llevó a Antonio Grande a la horca.

Gonzalo mira al joven soldado, que entra en la taberna, a voz en grito. Entonces no pudo eevitar pensar en Alfonso de Córdoba, otra de las personas que deberían estar protegiendo al pueblo. Y que tal vez lo hagan, pero no lo consiguen.

Si queréis la humilde opinión de un Tabernero. - les dice tanto a Jack, como a Nikolai y el resto de los congregados en la barra tomando notas. Y a pesar de que había pretendido no señalar más de la cuenta, pues creo que no soy quién para hacerlo. Empezaría preguntándome porqué los soldados y comisarios del pueblo, que deberían protegernos, están teniendo tan poco existo. Tanto Pister Vitorius como Martin Alfonso de Córdoba, tienen a su encargo nuestra seguridad, más o menos. ¿Pudiera ser que sean ellos parte de alguno de los grupos y por eso ocurren estas muertes? ¿Podría ser que estén comprados por estos bandos? No sé que pensar. acaba su intervención bajando la voz hasta casi convertirla en un susurro...

Parecía que empezaban a investigar. Con suerte encontrarían a un culpable.

-Yo creo que debemos de tener en cuenta a quien el general señalara ayer, puede que se equivoque, pero los inquisidores muertos y el masón en potencia murieron por la noche, y es muy probable que el general se llevara al menos a uno dos... lo que significa que su intstinto no era tan malo.

Hizo una pausa para contestar a Francisco.

-Bueno, yo no sé si este hombre andará ya por el purgatorio o no, porque yo no me pongo en contacto con ellos una vez finados. Mi labor digamos que es un poco menos agradable a la vista. Investigo los cadáveres y deduzco qué hacían antes de morir, sus costumbres y demás para hacerme una idea*. Pero podemos resumirlo en que sé a qué se dedicaba cada uno de los muertos nada más morir éste. Y sí, el General intentaba ayudarnos por las noches cazando a quien creía malvado.

También respondió al tabernero.

-Por supuesto que es libre de opinar todos lo somos, lo mejor es hablar. En cuanto a lo que dices del general, sí, matar por las noches aunque esté en nuestro bando es poco ético, pero también debemos tener en cuenta de que quizá los traidores que han muerto lo han podido hacer gracias a él (al menos en parte), porque nosotros no es que hayamos acertado mucho en nuestras votaciones hasta ahora.

.-Jajajaja Unaoreja no tiene poderes, pero es usted muy gracioso. Acompañenos toda ayuda es poca, usted Christopeher también. Sr. Vasiliev, ya que usted no estaba y también usted Gamboa, quiero que ambos escuchen de nuevo las palabras del General antes de morir. Ambos tienen una formidable capacidad de intuición.. Se aclaró la garganta y prosiguió.

-Sus últimas palabras eran un dedo acusador sobre Unaoreja...es bastante desagradable, pero dijo que designó a un ayudante y que este le mataría... Decía que tenía pruebas suficientes, pero no las compartió... Además dijo que Zabala y Osterbak eran inquisidores muertos a sus manos... Como ven... tenemos pocas horas para convencer a un vengador para que no asesine a Unaoreja...

-Sinceramente, si Oosterback y Zabala eran Inquisidores, que lo eran, y él los mató prueba que su intuición no era mala en absoluto. Así que no veo razón para convencer a nadie que no mate a Unaoreja. No digo que sea culpable, pero dada la intuición del general no veo por qué no ha podido también acertar con él.

Aunque por desgracia, el general había errado en algo.

-Claro que su ayudante era don Íñigo Castillo, que por desgracia también está muerto. Así que si no hay por ahí otro hombre (o mujer) que pueda matar por la noche aún siendo sus intenciones benébolas, estamos solos. Debemos afinar en nuestros votos.

-Estoy de acuerdo y igualmente Por desgracia así es... lo que ha dicho sobre la ética del General- Dijo el antiguo corsario levantando un momento los ojos de las hojas que escribía. Él tampoco aprobaba el sistema que había empleado "el General", y de hecho habían aniquilado otro de los que estaban matando indiscriminadamente pero podía comprender perfectamente "el fin justifica los medios" sobretodo porqué Jack habría matado a cualquiera que hubiese intentado hacer daño a su amada por la noche de haber tenido la oportunidad, por desgracia nada pudo hacer por evitarla, y eso era una verdad que ellos no podían comprender al completo.

Mientras seguía con sus apuntes le dijo a Dorian. -He estado pensando en tu pregunta... la razón la cual porqué la primera mañana nos trajo tres muertes y las otras dos siguientes solo dos. Y quizás no sea una razón sino varias. Puede que no actuasen por miedo, o que se encontrasen el trabajo ya hecho. La segunda noche no actuó el justiciero ¿por qué?.No lo sabemos, igual fue a por mi amada y "me encontró aguardando el paso", o quizás fue a por el pobre y loco Maese Leovigildo y se encontró que los inquisidores le habían hecho el trabajo, ¿o fue a por nuestro querido Vasiliev? Eso no podemos saberlo. Pero como ves son varias. ¿Por qué no actuaron los masones la tercera noche? Tampoco lo sabemos pero podría ser por los mismos motivos. ¿Importa? Obviamente el tiempo lo dirá.-

-En cuanto al maldito Zabala...- Sentía rabia y mucha con ello, pues había confiado en el pintor. Una vez le curó y como agradecimiento le había hecho un cuadro que el médico se colgó en el recibidor con orgullo. -Sabemos que hubo una discusión subida de tono con Don Grande como él mismo me contó. Al parecer Don Álbarez Camboa aquí presente y Don Moreno se posicionaron junto al veterano. Y al lado de Zabala no pareció mostrarse ningún apoyo claro.  Luego apuntó como nota, lo que aclaró insistentemente que no trataba de acusar (y le creo) que Don Alfonso, Don Berenguer, el desaparecido señor Alaalegre, nuestro vecino Don Borrell y nuestro anfitrión y otros que no participaban de la conversación. Así mismo me contó que "tres dedos" acusaba abiertamente las mujeres, que a decir verdad no aportan mucho o nada. Y que Don Diaz (como yo mismo pude constatar) le molestan los silenciosos y cada vez más me vuelvo a su opinión.-

-Y si, los masones o inquisidores no podemos esperar a que sean francos, así que Maese Gonzalo no se preocupe por ello. Lo único que apunto son hechos que nadie puede rebatir basados en lo que sabemos y en lo que nos cuenta el, gracias a Dios, aquí presente Señor Vasiliev. Lo que para mi, queda más allá de toda duda. Hechos. Que no se pueden rebatir sobre el papel y solo de voz las suposiciones o las acusaciones que a partir de ello se puedan extender.-

En cuanto a la discusión sobre el forastero y pirata poco tenía que decir, pues aún tenían una noche por delante y a la mañana el no creía contarse entre los vivos. Una vez hecho su trabajo le harían un trabajo sobre su persona así que sus esfuerzos iban a dejarlo todo ligado antes que ello ocurriese. -Todos somos necesarios Don Elias, cualquier detalle que puedan recordar, cualquier pensamientos que les extiendan mis apuntes son de consideración, así que observenlos y hagan preguntas. ¿Por qué? ¡Porqué! El porqué es la base, el pilar de todo conocimiento humano y no creo que haya que mutilar la gente para que eso lo veamos, la fe y la ciencia no deberían verse enfrontados, pero eso parece que no quieren verlo nuestros verdugos. Aunque para ser sinceros, creo que les mueve más el interés que el credo.-

El pirata mira al resucitado sorprendido por su comentario:

-Acertó dos y no sé por que no iba a acertar con el pirata... - le imito, indignado - claro, porque el General tenía un don para actuar a ciegas y acertaría siempre... o, bueno, según su planteamiento, mi muerte no sirve nada más que para descartar un nombre por un lado o por otro, perfecto. Sigan actuando así, sigan, que entonces me alegraré de morir y dejarles a ustedes, ciudadanos más solos que la una, que es como están. Yo soy uno de los pocos, poquísimos que se ha dignado a confesar su papel en todo este asunto, razón por la cual sospechan en mí, pues es más probable que yo tenga dos papeles a que cualquiera de los que no ha confesado nada tenga uno. Sí, perfecto, sigamos razonando así señores. Y, perdone lo que voy a decir, señor Vasiliev, pero su habilidad no nos sirve de nada de cara a poder elegir a quien se vota, más bien sirve para descartar las dudas existentes en dichas muertes.

Cabreado, pido una cerveza a Gonzalo con un gesto y continúo:

-Por cierto, hagan caso al honesto General, un ciudadano ejemplar, que viendo que dos grupos se dedicaban a acabar con la gente se dispuso a tomarse una supuesta justicia por su mano. Justicia es la que hacemos en las votaciones, en la cual todos estamos habilitados para ejercer nuestra opinión y defenderla. Las muertes por la noche son asesinatos - digo, mirando a los presentes a los ojos - sea quien sea el asesino. ASESINATOS.

La torrencial lluvia sorprendió a Pedro en su casa. Aislado, se puso a pensar en los acontecimientos. Su cabeza daba vueltas y la lluvia combinada con la soledad lo estaban volviendo loco. Finalmente se decidió y volvió al pueblo.

Cuando llegó a la taberna de Gonzalo estaba empapado y embarrado. Se quedó unos instantes en la puerta escuchando las conversaciones que tenían lugar, obviamente referidas a los sucesos recientes.

- Disculpen ustedes mi aspecto -dice mientras entra, a todos y a nadie en particular. No quería quedarme solo con todo lo que está ocurriendo, también me pongo a pensar en quienes pueden estar causando el mal en este pueblo, y pensar que son personas que conozco desde hace tanto tiempo me sorprende muchísimo. 

Se sienta y se disculpa con Gonzalo por ensuciar el suelo. 

- Llegué a escuchar a Gonzalo, a Nikolai y a Dorian. También lamento la muerte del general, pero creo que la justicia por mano propia no es la solución a menos que haya estado seguro de la culpabilidad. Es verdad que asesinó a inquisidores y creo haber escuchado que a un masón, pero ¿quien nos dice que no calló otras muertes de las que no estuvo tan seguro? Yo lo respetaba y seguí su consejo de votar a quienes no daban muchas muestras de participar en los debates, pero el que haya resultado un justiciero por mano propia me ha sorprendido. Lamento escuchar que el Sr. Vasiliev no puede darnos a conocer en vida quienes son los enemigos del pueblo. ¿En la otra vida no ha podido averiguar nada?

"Mire señor Vasiliev, si don Pedro aparece muerto, mañana podrá corroborar lo que esta noche le estoy diciendo yo. Ese hombre no tiene crímenes que rendir, salvo aquellos que hubiera cometido antes de llegar a este poblado y cargar en su conciencia con aquellos a los que ha mandado a la horca sin más pruebas que su propia fe. Se lo digo a usted como se lo digo a los demás. Si realmente el general confiaba en alguien para dejarle la misión que él había emprendido por su cuenta, le ruego, sea quien sea, que intente junto a todos los que estamos aquí averiguar las identidades de los masones y de los inquisidores y dejemos de lado aquella última acusación, que según mi parecer, fue fruto del enojo a causa del ataque desmedido de "Unaoreja".

"Por otra parte, el propio general nos dijo por qué la noche anterior fueron tan solo dos muertes en lugar de tres. Los masones dieron con él e intentaron acabar con su vida*. Es una pena que no llegara a descubrir la identidad de ninguno. Y no, no creo que al acusar a Unaoreja quisiera decirnos que fue uno de sus atacantes nocturnos. El general no se cortaba un pelo de la lengua al momento de expresar sus opiniones. Después de todo, ello fue lo que lo mandó a la horca."

"Repasemos el resumen que ha elaborado Ochodedos. Allí tiene que estar la clave para descifrar la identidad de quienes nos van matando por las noches. Algo se nos está escapando..."

-La tremenda percepción y conocimientos sobre las costumbres nos son realmente útiles.- Se dirigió a Una oreja. -De las muertes podemos acotar un poco los hechos.
Siento que Don Grande lo pusiera al ojo del huracán pero si quiere demostrar su inocencia haría bien de ejercitar su mente para ayudarnos en vez de ahogarla en alcohol. Gonzalo por el amor de Dios, ¡deja de servir algo que en estos momentos solo nos ofusca!- Intentaba concentrarse y entre tanto movimiento no era nada fácil y el tiempo se agotaba. -Sin embargo, secundo lo dicho por Don Álvarez respecto a su persona.-

-Don Borrell, las muertes del General las tenemos localizadas y documentadas. Asesinó, sí. Y aunque comprendo sus motivos no le hace mejor, pero ya le hemos juzgado por ello, ahora está en manos de Dios, no nuestras, el seguir haciéndolo.- El hombre iba empapado de pies a cabeza pero apenas dio importancia al detalle.

-Cierto, ¡se nos escapa algo! ¡¡MALDICIÓN!!- Dijo mirando los papeles y esperando que le echaran una mano. -Don Vasiliev... de los que murieron por infarto o por suicidio*... ¿no sabemos su condición?-

-En cuanto a los soldados... si me parece sospechoso tanto su silencio como sus hechos. ¡Oiga, Maese Vitorius! ¿Qué tiene a decir a ello? Porqué lo que es yo... de vivir otro día y de no sacar nada en claro, creo que también empezaré a perseguir los que se esconden entre sombras... -

Pues bien y si estoy comprado, ¿en donde esta mi pago?, ¿en los tres palos que tengo por casa de la que ya no debe quedar nada a causa de la borrasca?, ¿o del sentimiento de culpa que me acongoja a Cada paso en este pueblo al que llegue buscando alivio de mi vida en el campo de batalla, y en el que ahora encuentro una guerra más terrible y encarnizada, solo que oculta a los ojos de todos?. Al menos en el campo de batalla sabia que el enemigo estaba al frente y solo tenía que disparar, y aquí se supone que a aquellos forasteros que vinieran con malas intenciones, pero yo no soy la ley, ni juez, ni jurado, no me beneficia más la muerte de alguno de ustedes, salvo por mantener la propia. Así que en mi no encontraran mártir ni asesino, renunciaría a mi voto como es lo justo para un militar, de no ser porque sería otro motivo más para que me llevaran al cadalso. Si creen que les puedo ser útil en algo díganme, pero si no es así, no se metan conmigo, que la intriga y el subterfugio no me son del más mínimo agrado. Me acomodo el uniforme y tomo el rifle envuelto en la tela me paro en el umbral del lugar solo para ver como la lluvia cae inclemente, me extraña un poco que la taberna no sufra ningún daño a pesar de la fuerte tormenta, pero me extraña más que aquellos que quienes se habrían votado al menos una vez entre sí, parecieran haberse vuelto tan amigos de un momento a otro, cosa que no ocurría en mi caso, pues tenía bien claro quienes me habían señalado aun sin motivo aparente.

- Yo coincido, si me permiten, con el señor Dorian. Creo que hay que convencer al sucesor del general, si es que existe, que también creo que apuntó al pirata por puro despecho, que no lo asesine, ya que tengo muchas dudas con respecto a que "Unaoreja", si me permite llamarlo así, sea masón o inquisidor, exponiéndose tanto en cada votación. Creo que si fuera un asesino actuaría en las sombras y no daría a conocer sus opiniones. Insisto, creo que el juicio del general se vio enturbiado por la desagradable discusión en la que se vio envuelto.

-No creo que vaya a llegar vivo a otra cabala de votaciones Señor Vitorius pero le puedo asegurar que nada me parece más sospechoso. Usted y el Señor Alaalegre no les hemos visto en momento alguno cuando hemos hallado a dos de nuestros conciudadanos muertos.- Luego siguió escribiendo y haciendo uso de su memoria. -Sin embargo, no son más que sospechas.- Lo cual, como se ha escrito, le frustraba.

-Y como me pidió Sr. Vasiliev si que es cierto que el General cuando fue desesperándose señaló abiertamente algunos de los aquí presentes. Como afirma Don Borrell quizás fue por despecho. Algunos nombres me duele hasta pronunciarlos así que por ambas razones trataré de ser lo más objetivo posible, rezar para que no sea como el difunto decía y dejar tan solo constancia de los hechos.-

-Cuando el veterano militar se vio acorralado acusó a nuestro anfitrión de asesino. Aunque le creyó masón y no miembro perteneciente a la facción de Zabala...- haber dicho aquello en voz alta hasta le quebró la voz. Casi era el único del que había confiado en vida, con quién más relación había trabado por ser vecinos, con quién más secretos había compartido tras algunas jarras de buen vino, pero aquellos asesinatos indiscriminados habían conducido a su amada a la muerte, y para él, no le quedaba otra que intentar mostrar TODOS los hechos con tal de localizar el culpable. -Luego fue cuando señaló por primera vez a "Unaoreja", quién si es cierto al menos que acusó bastante presto a Don Grande. Pero eso ya lo estamos debatiendo. Mencionó a su vez a Don Borrell, aunque esta vez no sé si solo lo hizo como referencia o si insinuó que dio apoyo al inquisidor en el debate que no estuve presente.
Finalmente, le molestó que Don Diego Díaz pasase de votar a los silenciosos "a promulgar voto en su contra".

El pirata asiente, agradecido porque algunos entiendan que es imposible que él haya llegado a un pueblo desconocido con la intención de matar a alguien. Además, hace caso a Jack dejando la cerveza de lado sin haberla probado siquiera, pero mirando con cara de disculpas al tabernero.

-Para cuando esta situación nos permita brindar por nuestra salvación.

Se inclina junto a Jack, Dorian y Nicolai, que van exponiendo sus opiniones y descartando a unos para acusar a otros.

-Si sabemos que Zabala y Olwyn eran inquisidores podemos repasar sus votos cada noche intentando buscar similitudes con algún otro habitante. Además, estoy bastante seguro de que el sucesor del general es el señor Francisco Moreno, pues es el único que ha apoyado de forma tajante y ciega todas las acusaciones u opiniones que salían de la boca del General. ¿Alguno de ustedes lo ha notado también?

Gonzalo estaba secando unos vasos con un trapo que en algún tiempo fue blanco. Escuchó tranquilamente lo que decía Jack. Y cuando acabo, suspiro y posó el vaso con el trapo dentro sobre la barra.

Amigo, entiendo lo que haces, no te preocupes. Le dice al Galeno poniéndole una mano sobre el hombre. Entiendo que la gente pueda sospechar de mi, al igual que yo sospecho de otras personas. Entiendo que estos momentos de tensión todo valga por salvar la vida una noche más, al fin y al cabo, es lo que hacemos cada ocaso con las votaciones. Intentar salvarnos.

Hizo una pausa un poco larga mientras recogía unos vasos usados y los metía en agua, y recupero y terminó de limpiar el que estaba haciendo hasta hace un momento. Todo el mundo estaba callado, mirándole. Esperando a que siguiera, suponía este. Se oí el agua caer con fuerza, como las historias de terror que su padre le contaba cuando era muy muy pequeño, para asustarle, todas empezaban con un día tormentoso como aquel.
Se lamentó de estar en aquella situación tan delicada y no poder subir a la planta de arriba, donde estaban las habitaciones, para poner algún balde bajo la seguro numerosas goteras que tendría en su habitación

Volvió a suspirar y siguió:
Yo no tengo nada más para defenderme que mis palabras y mis acciones. Os prometo sobre la tumba del que quise que fuera mi Padre, y sobre la de mi Padre, que jamás he asesinado a nada más vivo que una gallina. No soy masón, ni quiero serlo. No soy inquisidor, y tengo menos ganas si cabe de serlo. Solo soy un ciudadano más de San Palmaquino que intento ganarme la vida con este negocio. Se empezó a sentir raro. Aunque en su mente su defensa era clara, intentar plasmarla en palabras frente a sus vecinos era dificil Intenté desde el primer momento que los niños se salvasen, ayudé a aquél Don a cargarlos en la carreta y les di algo de fruta y pan para el viaje. Intenté sofocar el incendio también. Y ahora intento encontrar a los asesinos a vuestro lado. Sé que las discusiones con el General no hicieron más que levantar polvo ante nuestros ojos (lo veo ahora, todos sentados en una mesa debatiendo si somos o no somos asesinos) pero os reitero mi inocencia. Mi mayor error pudo ser el quedarme callado en algún que otro debate, pero es que yo no siempre tengo cosas que decir.
Con esta ultima frase intentó quitarle un poco de hierro al asunto, sonriendo al final. Solo quería que sus clientes, sus vecinos, sus amigos tuvieran claro que él no era un asesino y que se centran todos y cada uno en la búsqueda de estos.

Escuchó al joven pirata hablar sobre las votaciones, de nuevo.
Yo también pienso que puede ser el señor Moreno, por ejemplo. comparte Pero en lo que no estoy tan de acuerdo contigo, es en que repasando, las votaciones demos con algo. Sigamos, tal vez, uno de los buenos consejos del General, y pensemos en quién no está. Y no en quién a votado a quién.