Partida Rol por web

Agradezco al galeno que se haya tomado el trabajo de leerme sus anotaciones primero y que luego, en las siguientes deducciones, haya agregado unos símbolos que hacen más fácil la comprensión de lo que está diciendo. Así puedo ordenar mis ideas yo también antes de volcar mi opinión ante los presentes.

"Compañeros, por favor, si me dejáis unos momentos, os diré lo que he ido hilando durante toda esta charla. No sé si podré arrojar más luz sobre lo que nos desvela, pero al menos me servirá para asegurar mis convicciones".

"Las deducciones que ha realizado Jack son totalmente razonables. Como dijo el difunto Narl, sólo tenemos nuestra palabra para asegurar nuestra inocencia, pero este detallado análisis por parte de nuestro doctor va marcando algunas pautas para que los demás podáis o no, creer en ella. Comparto su opinión respecto de AlaAlegre. No parece trigo limpio. Desde que todo comenzó sólo ha tenido palabras de desdén para nuestro pueblo, así que bien podría tratarse de un integrante de aquellos grupos que quieren apoderarse de San Palmaquio. Haremos bien en votarlo todos juntos". Bebo un trago del vaso que me ha servido Gonzalo para humedecer la garganta y así poder continuar contándole a mis vecinos lo que pasa por mi cabeza.

"También soy de la idea de que no deben quedar más que uno o dos miembros de cada grupo. Pensad... somos una población pequeña, nos conocemos desde hace tiempo... No debe ser sencillo para cualquier grupo, incluso tratándose de Masones, infiltrarse así sin más. Ya hemos dado muerte a dos y descubrimos que un posible seguidor también fue ejecutado. Y lo mismo se ha dado con la Inquisición. Seguramente estaban al tanto de cuántos masones se encontraban aquí, o al menos tenían una idea aproximada, así que la Iglesia debe haber enviado una fuerza igual o superior* para acabar con la amenaza. Pero no mucho más por lo mismo ante dicho. Así, según mis peores estimaciones, entre nosotros tenemos a cuatro o cinco asesinos por desenmascarar, tarea nada sencilla pero no imposible"

Ya queda poco por decir, unas palabras más y podré esconderme tras mi copa para dejar a los legos sacar conclusiones que nos ayuden a salir de ésta de una buena vez.

"Por último, quiero señalar algunas cosas más que se me han ocurrido desde que escuchara al señor Narl ir decidido a enfrentar su muerte y cierta clave que Francisco acaba de darnos. Christopher podría haber intentado salvar su cuello acusando a Diego Diaz y sin embargo no lo hizo. Su corazón lo llevó a seguir las palabras de la silenciosa Alba, tal vez guiado por un presentimiento o algún conocimiento que no nos transmitió. Por algo expuso su vida y decidió creer a la mujer... Jack, hace unos momentos te dije que al hacer públicos tus planes habías condenado a dos de nosotros a una muerte segura, porque no tenemos manera de protegernos de los asesinos. Sé que la vida del señor Vasiliev es muy importante y no cuestiono tus deseos de protegerlo. Pero permíteme disentir respecto a lo de Frank". Me giro hacia "tresdedos" para disculparme con él. "Lo siento compañero, no creo que tu vida valga menos que la de cualquiera de nosotros, pero a partir de lo que ha dicho Francisco y el cambio de opinión de Narl es que se me ha ocurrido otra cosa". Es hora de que retome el hilo que traía.

"Francisco ha dicho atinadamente que lo que seguramente desean estos dos grupos de asesinos es acabar los unos con los otros, siendo nosotros daños colaterales de esta sangrienta guerra. Ya que podemos estar casi seguros de que Frank no pertenece a ninguna de las dos facciones, sería raro que quisieran ir tras él. Sería un desperdicio de fuerzas, dar una ventaja que ya no pueden permitirse porque los estamos cercando."

"Por otro lado, las crípticas palabras de la mujer, que es casi invisible a los ojos de los demás, hacen suponer que sabe más de lo que dice. Es posible que ella esté callando por temor, por el simple hecho de que si se sabe que anda fisgoneando donde no la llaman, enseguida la harán callar rebanándole el cuello. Ya lo dije con anterioridad. No creo que sólo nuestro ángel guardián esté actuando por las noches para tratar de salirnos de esta. Así como lo hizo el general en su momento, pero utilizando otros métodos**." Con ansiedad y esperanza vuelvo a centrarme en el galeno. "Señor galeno, Jack... hay otros en este poblado que necesitan su protección más que el buen Frank" miro de reojo a Alba, a Pedro, a Unaoreja. Incluso miro a Pister Vitorius y a Gonzalo. "Por favor, reconsidera tu posición al respecto".

Ingrese a la taberna sin mucha espera lugar que se había convertido en sitio de refugio para el pueblo, un buen lugar para reponer fuerzas y disfrutar de los últimos instantes de vida que podían significar la noche - Por mi parte no hay nada que ocultar, soy básicamente una mancha en la ropa, visible a los ojos de quien se fije, y estorbo en el traje de quien trate de lucirse ante otros – me acomodo el uniforme y observo a los presentes – aplaudo por los esfuerzos de cada uno de ustedes por dilucidar la verdad, y me permito decir que van por muy buen camino, es una lastima que no tenga mas información que aportar al respecto, esos análisis son los mismos que tenia en mente, los mismos que me llevaron a votar al señor Narl, y que hoy me dicen que como hombre me he equivocado, pero tratare de enmendarlo, diciendo a quien quiera oír, que si son listos dirigirán su ataque nocturno a alguien que valga la pena… alguien de quien no se sepa nada, y a quien apuntan todos con su espalda… sé que están aquí, aunque no pueda verlos con claridad sé que se ocultan entre ustedes y conspiran en contra del pueblo, pues ya no les importa nada solo su sed de victoria, su deseo de perpetuarse – me recuesto en una silla cercana apoyándome contra un muro, tratando de quedar en posición calma – en cuanto a la acusación recibida, al menos sé que si no caigo hoy, tengo otro día mas de vida gracias a nuestro querida sombra Ala Alegre ya lo habia dicho hoy en la mañana mi voto por Ala alegre esta asegurado.

-Son buenas deducciones, Galeno... aunque yo soy de naturaleza más desconfiada- conocía muchas historias donde los malos eran retorcidos, y éste podía ser el caso- por lo que sigo sin descartar a Unaoreja como posible inquisidor. Está claro que masón no es, o al menos eso parece, pero yo aún tengo en cuenta las palabras del general- además del hecho de que habían intentado matarle la noche que había hablado mal de Unaoreja- que mientras estuvo vivo hizo bien su trabajo.

Hizo una pausa para no aturullar a la gente con sus pensamientos en voz alta.

-Por otro lado tampoco descarto la idea de que Alba sea una masona... sí, el masón votó por ella esta vez, y eso me hace reducir mis sospechas sobre ella, pero tampoco hay que olvidar que quizá él quería salvar su culo esta noche e incluso dejar de ser sospechoso si descubríamos que Alba era una masona, sin olvidar que parecía probable que muchos la íbamos a votar. Es una opción retorcida, pero no la descarto.

Y llegó el momento de las conclusiones.

-Así que sí, AlaAlegre parece sospechoso, y puede ser culpable, así como Vitorius, al menos para mí. Pero no descarto tampoco las otras opciones, incluso puede que me sienta inclinado a votar a Unaoreja si sigo vivo después de esta noche.

 Luego se dirigió a Francisco Núñez.

-Yo no creo que a los Inquisidores o masones solo les interese matar a los del otro grupo, puede que quieran acabar con sus rivales, pero los aldeanos honrados también suponemos un problema para ellos. Además, como dije, no creo que ellos conozcan a los miembros de su bando enemigo, no más que nosotros. Así que aunque piense que "x" es masón o inquisidor y le ataquen por ello, no significa que realmente lo sean, solo que lo creen.

Puedes tener razón en lo que dices Nikolai. Sin embargo yo creo que si o si los inquisidores lo que desean es matar a los masones. Por lo menos eso creo yo. Aunque claro me puedo estar equivocando. Aunque al final no sabemos nada hasta que esten muertos.

Sorbo un largo trago de cerveza

Y si todos nos quedamos aqui esta noche. Eso ayudaría?

De acuerdo amigo - dice Gonzalo mirando al Galeno - Siempre he creído en ti, así que ahora no va a ser menos. Te haré caso, memorizaré además tus apuntes, por si llegaran a desaparecer. Aunque ahí pones que soy supuestamente no masón- Ríe intentando suavizar la atmósfera- Claro que no lo soy, y tampoco soy Inquisidor. Me he equivocado al señalar al señor Narl, y lo siento. Sólo espero que no me guarde rencor allá donde esté. Ciertamente la actitud de Ala Alegre siempre me pareció reprochable, pero tal vez por esa misma actitud (es decir, no estar presente nunca) a la hora de votar eran otros nombres los que se me venían a la cabeza...

Luego de un silecion despues de mi ultimo comentario digo.

Es que por que no quedarnos todos aqui, al fin y al cabo yo, personalmente no se en quien confiar. Algunos tienen buenas razones para que no desconfiemos, pero si son de un grupo y eso es lo que quiere que pensemos su grupo. En verdad es muy dificil. Hay muchas opciones y muchas variables.

En fin, maldita sea la hora en que llegaron esos malditos masones e inquisidores al pueblo.

Asintió a las palabras de Francisco,
-Estoy de acuerdo en que no sea yo el protegido esta noche, si así se desea, pues el galeno es libre de proteger a quien quiera. Es mas, si es capaz de proteger dos personas, yo le incito a que se proteja a si mismo y a Nikolai, los hasta ahora mas importantes de entre nosotros.-Se ayudo con el pulgar para señalarlos.

-Pero no pensaría tampoco en Alba para su protección. Bien es cierto que Diaz la voto buscando acabar con su vida, puesto que sabia que alguno la teníamos en nuestro punto de mira. Por lo que esperaba que cayera esta noche y no él. Y Casi lo consiguió, así pues si un masón votara para que otro masón muriera, pudiendo morir ambos en un día de voto doble, carece de sentido.-Hizo una pausa

-Por eso admito que Alba en verdad no es una Masona. Pero bien pudiera ser Inquisidor o no. Por lo que por el momento he decidido confiar en ella, a pesar que no me gusta la gente ausente y callada. Y por esta misma regla mi siguiente acusado como el de muchos es Alaalegre quien también voto contra Alba en compañía de Diaz y no da explicación alguna. Aunque estoy seguro que muchos de nosotros no atenderá a su explicación de su mutismo aunque lo intentara.-En ese momento observo a Pister Vitorius -A no ser que sea tan convincente como el soldado.

-Por otra parte, Nikolai que tenemos entonces: ¿3 Inquisidores muertos y 2 Masones?-Levanto la mano y la abrió de par en par para mostrar el numero cinco.
-Si eso es cierto al menos queda un inquisidor mas, puesto que ayer hubo dos ataques y el justiciero y sus seguidores están todos muertos. Y por esa misma regla 1 Mason mas aunque si pensamos que son grupos parejos entonces quedarían 2 de ellos.-Siempre y cunado no me haya equivocado al contar.-Era carpintero sabia de medidas y números, pero también era campesino en tierra feudal.

Sin apenas terminar la noche, alrededor del fuego  Pister Vitorius está en silencio mirando las llamas, a su lado esta Alba de manera callada y sombría.

Cuando de repente, por un evento del destino se levanta tocando su estomago.
Me... me siento mal....cre... creo me han envenenado... no he comido na-nada, e-esto debe ser brujería....

Cae al lado de las llamas moribundo

mientras que a su lado Alba comienza a tocarse el estomago también..

Quien quiera que  le haya matado me ha matado a mi también, pues ambos nos amábamos y ahora, ahora YO me vengare de ti.

Y en ese momento señala a  Frank "3 dedos",  saca un cuchillo y le apuñala en el corazón.

Frank sorprendido cae al suelo... muerto...

Mientras alba se sienta agotada en el suelo y muere, junto a su amado Pister Vitorius.

Y es así como antes de terminar la noche, tres muertos hay.

"Que... ¡qué está ocurriendo aquí?" No puedo creer lo que ven mis ojos. Pister Vitorius y Alba muertos misteriosamente. Frank 3 dedos, el único que casi tenía probada su inocencia, asesinado por venganza. Esto está llegando a límites que jamás creí ver.

Me derrumbo en mi silla y escondo mi rostro entre mis manos. No quiero que los demás vean como las lágrimas afloran de mis ojos. Esto parece una pesadilla de la que es imposible despertar. Si bastante malo es ir cada noche a dormir sin saber si volveremos a ver el sol, si cada mañana es una angustia llegar a la plaza para ver qué vecino ha sido el infortunado por la noche, si cada tarde uno de los nuestros muere por nuestra mano... Que ahora tres personas que yo creía inocentes caigan sin explicación alguna termina de devastarme.

"Estamos perdidos, ¡¡¡perdidos!!!"

Tres almas menos. Aquello no pintaba bien. Se podía ver el pesar en la cara de Nikolai.

-Los amantes- dijo refiriéndose a Alba y Pistorius- eran buenas personas... tanto ella como él. Quien los haya matado ha cometido un error, aunque los que desconfiamos de ellos también lo cometimos. Sin embargo, al morir Alba se ha llevado a alguien con ella, alguien que trabajaba con los masones, Frank 3 dedos era una rata que no le era leal ni a los suyos. Creo que su intención era ser el único habitante del pueblo, matándonos a todos. Aunque he encontrado pruebas de que podría estar trabajando con los masones, sin que éstos supieran lo que pretendía.

Miró al cielo antes de hablar.

-Alba, si estás ahí, gracias. Nos has ayudado aunque desconfiáramos de ti.

Aunque un final tan trágico para el amor no era algo de su agrado, dado la actual situación, y viendo todo de forma analitica, las tres muertes bien podrían ayudar dando mas puntos para el unico analista medianamente confiable. 

El cazador se puso al lado de "El galeno" a ver que concluia ahora... 

No podía creer lo que estaba pasando. No habían esperado a que nos fueramos a la cama. Habian asesinado delante de nuestras caras.
pero.... Cómo es esto posible?! Han asesinado a Alba... Y han muerto tres personas. Aunque si frank es mason... escupió en el suelo
Dios mio... Ni se que decir...

Al pirata se le cae la quinta jarra de cerveza de la mano y, tras recogerla del suelo exclama:

-¿¡Pero cómo es posible!? ¡Cada vez están muriendo más! - frustrado, da un puñetazo en la mesa y proclama - ¡NO QUIERO MORIR EN ESTE MALDITO PUEBLO!

Se lamenta un poco del dolor en la mano y al poco empieza a cantar, bastante embriagado:

-Ay, la mar, la mar...

Tras las palabras del sr. Gamboa, se quedó meditando. Sabía muy bien lo que se había dicho, y entendía sus conclusiones, y esté también le había ampliado su visión. Pero todo formaba parte de su plan dentro de su plan así que, después de todo, igualmente iba a confirmar que se mantendría en lo dicho: Proteger a Frank.

Lo tenía decidido, lo que ocurriera más allá… a la mañana siguiente, si cumplían con los votos prometidos o no e incluso más allá, ya estaría en manos de otros.

Se mostró serio y pensativo aunque sin llegar a no estar receptivo, siempre podían llegar a decir algo razonable que le mostrase otra verdad y cambiase de planes. Y aunque eso no se dio, Nikolai tenía razón y el inglés lo sabía, pues no era tan ingenuo como parecía, lo tenía en cuenta, pero el tiempo para él premiaba más (o eso creía) por lo que había pretendido acotar tanto como había podido. Poco a poco, dándole vueltas a ello y a lo que se decía se fue dormitando, llevaba muchas horas sin descansar los ojos y el cerebro y el cansancio pasó factura.

Para nada podría prever lo que estaba apunto de precipitarse entre aquellas cuatro paredes.

La voz trémula del joven soldado le desveló. Aún abría los ojos atónitos, cuando todo se desplegó sin siquiera tener tiempo a intervenir, o interponerse entre el cuchillo de Alba y 3 dedos.

El horror indescriptible.

Sin dar crédito, el Galeno saltó sobre uno detrás del otro en un intento de prestarles auxilio. Demasiado tarde. Con pesar tan solo confirmó las muertes por si no eran ya suficientemente obvias para todos. Tres muertos ahí tendidos.
Se sentía impotente justo cuando había sentido tener el control.

Desde donde estaba arrodillado se sentó sobre la madera que vestía el suelo, apoyando su espalda en la pared. Abatido, mientras oía algunas de las reacciones. Pensativo, sin ser capaz de comprender qué había ocurrido allí, incluso la fe empezó a fallarle. ¿Brujería? ¿Castigo divino?

El contador de cuentos dio las peores noticias concebibles. Sin mucho ánimo el extenuado hombre se levantó de donde estaba, tambaleando. Se sentía cansado, derrotado y viejo, aunque eso último aún no lo era.
Y devolvió sus pasos sin emoción ni alma alguna a la mesa en la que minutos antes sin quererlo se entregaba al estopor de un sueño no deseado pero reclamado.

Las palabras de unos y otros, pero por encima de todo las que había pronunciado su compañero resurrecto le abatieron como a un galeón una buena salva de cañones al Santabárbara. Santiago no fue el único que se dejó vencer por la desesperación. No podía apartar los ojos de todos aquellos papeles escritos de su puño y letra. –Creí en la inocencia de Frank…- tras un largo silencio era lo único que atinó a decir mientras De Leyva aguardaba quizás algo más revelador. –Había insinuado que defendía a Frank, y lo iba a mantener aunque no pensaba hacerlo. Porque era un puto farol, ¡joder!- Golpeó de nuevo con los puños en el mueble con una fuerza que muchos no dirían que fuese suya dado el lamentable cuadro que presentaba. -¡Sois muchos! ¡¡¡NO PODÍA DIVIDIRME!!! ¡¿ENTENDÉIS?!- Su corazón estaba lleno de furia sus ojos se nublaron y perdió el control y la fe en sí mismo. -¡Pues toda esta mierda no sirve para NADA!- Exclamó tirando las hojas por el suelo sin preocuparse siquiera de si alguna se iba volando hacía las llamas. –Nada…- se apartó de donde estaba y miró al Sr. Vasiliev luego cada uno de los rostros que contemplaba. Aquello se le antojaba un nido de traicioneras serpientes. –Se acabó. ¿PARA ESTO ME DEVOLVISTE? ¡¿Te estas divirtiendo y riendo a mi costa?! ¿Te ríes? ¡¡¡Qué COÑO HAGO AQUÍ!!!- Gritó al cielo pero no recibió respuesta alguna. Dejó caer su cabeza y miró a Gonzalo quién a pesar de todo era el único que lo había tratado casi al completo como uno más desde que llegó al pueblo. –¡PUES PROTEGERÉ A QUIÉN ME DÉ LA PUTA GANA!- Soltó aquella frase como si la escupiese y sin dirigirse a nadie pero haciéndolo a todos. Pero… ¿Quién sabía si era válido ya para proteger a nadie? O si por lo contrario, estaba tan fuera de si ¿que iría volarse los sesos en vez de envenenarse de nuevo pretendiendo esa vez asegurarse que bajo tierra se quedaba?

Salió de la taberna empujando con fuerza las puertas y dejándo que chocasen, para perderse y fundirse en la noche, tosiendo y visiblemente alterado.

Quizás aquella era la última vez que veían ese hombre y quizás era lo último que habrían sabido, salvo, por el detalle, que aún le volvieron a oír en la distancia. – ¡¡SR. ALAALEGRE VOY A POR USTED!! ¡Cobarde! Dame una alegría y ven a por mí si eres más hombre que rata.-

Y en ese amargo atardecer, no le vieron más.