Partida Rol por web

Entre el conocimiento y la fe (HLCN)

Un rincón en el Cielo

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10/05/2013, 17:24
Muerto 10: Pablo Zamora

¡Es un gato, por todo lo que existe! ¡Por culpa de pensar más allá de eso habéis comenzado una batalla los unos contra los otros para mataros a vosotros y a nosotros ya de paso! ¡Razonad un poco!

Suspiro, y aguardo a que venga extendiendo mi mano.

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10/05/2013, 21:31
Muerto 6: Eléanor de Montpellier

Sentía que el tiempo pasaba, o, al menos, eso debía suceder. Los momentos en los cuales pasaban y ocurrían cosas, se sucedían uno detrás de otro, por lo que, aunque no pudiera comprobarse, el tiempo debía pasar. Aquello no podía ser eterno. Eléanor se negaba a creerlo. Tarde o temprano llegaría, estaba segura.

No se daba cuenta de que llevaba durante mucho tiempo clavándose sus uñas en las palmas de las manos, y se interrumpió cuando aquel hombre la habló. Giró la cabeza, y asintió de manera automática, sin apenas darse cuenta de lo que hacía. Ya lo sabía. Por supuesto que lo sabía. Sabía que su amado pensaba en ella. No lo había dudado. De alguna manera estaban conectados y sentía lo que podía llegar a sentir el galeno. Por eso sabía que, tarde o temprano, aparecería por allí. De alguna manera, aquel vacío que dejó en el purgatorio volvería a llenarse con su presencia. Y ella volvería a entender que la vida podía llegar a tener algún sentido.

Y cuando pestañeó, en el momento en que abrió los ojos, su mirada focalizó y se fijó en un lugar en concreto lo vio. Y notó cómo el corazón le daba un vuelco, cómo, de repente, se despertaba del letargo que estaba sufriendo desde que se había quedado sola, cómo volvía a sentir ese cosquilleo por todo su cuerpo en cuanto su mirada se posaba en él. De nuevo, podía decir que estaba viva, que el mundo brillaba, que no había penas, ni desgracias, ni penurias, que podría con todo lo que se encontrara en su camino, que se hacía fuerte, que, en definitiva, que volvía a vivir pese a saber que estaba muerta.

No podía dejar de sonreír abiertamente. Sentía la nariz picarle, sus ojos húmedos y las manos temblarle, pero sólo quería dar unos pasos y abrazarlo. Sentirlo cerca y decir, por fin, que volvían a estar juntos. Y que, definitivamente, nada volvería separarlos.

Lo rodeó con sus brazos de manera fuerte o, al menos, todo lo que podía. Quería notar que era él, que era el de verdad, que su mente enferma no le engañaba y que no era un truco de un mal demonio que quería terminar de cumplir su condena.

Era él. Estaba claro que era su amado. La persona que apareció, con la que se dio la mano, y comenzaron juntos un camino. De manera inconsciente, en ese momento, Eléanor cogió la mano del inglés fuertemente, y no la soltó, como si pudieran volver a recorrer el camino, juntos. La pausa que se había sucedido entre ellos no era nada comparado con el camino que aún les quedaba por recorrer.

-Has vuelto- murmuró lo evidente, sin saber decir nada más inteligente. Tan solo lo miraba, lo contemplaba y bebía de sus ojos.

Volvió a abrazarlo, rodeándolo con sus brazos, para que se diera cuenta de que no consentiría que los volvieran a separar. Sabía que, quizá, se había equivocado en algún momento de su vida, que creía en algo, quizá de manera fanática, pero todo aquello ya no importaba. Sólo le importaba él. El resto daba igual. Sabía lo que había hecho allá arriba o, al menos, se lo imaginaba. Y lo amaba aún más. Jack se había ganado el cielo con sus actos. Su pasado debía estar olvidado. Pero, además, luchó por la porción de ella. Y nunca encontraría la manera de agradecérselo.

Fue en ese momento cuando escuchó aquel comentario y salió de su ensimismamiento. Rompió el abrazo y miró a aquel tipo con la mirada encendida.

Se acabó el ser una niña buena, se dijo la noble, frunciendo los labios en una dura línea, y avanzó hacia Diego Díaz.

-Vos, malnacido, callad- dijo con la autoridad que usaba para dar instrucciones a sus doncellas más irresponsables, y la mano salió volando antes de que se diera cuenta de ello.

No fue consciente de lo que había hecho hasta que sintió que la palma le ardía. Las marcas de sus uñas seguían ahí, rojas. No obstante, a medida que pasaban los segundos, se tornaba aún más bermellón, y el ardor hacía que la noble hiciera muecas de molestia.

Nunca lo había hecho. Jamás había abofeteado a nadie, y, hasta ese momento, dudaba que hubiera podido hacerlo, pero no pudo resistirlo. Con ese comentario conmovió algo en su interior, y tocó algo que jamás debía ser tocado. No se arrepentía de su actitud, aunque ninguno lo aprobara.

-Sois el ser más despreciable de los que están aquí- dijo con furia mirando al hombre después de que tratara de esa manera al gato-. El hecho de que Jack y vos estéis en el mismo lugar, me repugna- escupió sus palabras con el odio más profundo que sentía y frunció el ceño-. Serpiente- añadió, conteniendo las ganas de abofetearlo de nuevo.

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11/05/2013, 00:21
Muerto 17: Diego Diaz

A las mujeres no se les pega,A las mujeres no se les pega,A las mujeres no se les pega,A las mujeres no se les pega,A las mujeres no se les pega. Inspiraba profundamente tragando todo rastro de gripa que aun quedara en mi. A las mujeres no se les pega,A las mujeres no se les pega,A las mujeres no se les pega,A las mujeres no se les pega,A las mujeres no se les pega,A las mujeres no se les pega,A las mujeres no se les pega,A las mujeres no se les pega, Regurgite toda le flema que acababa de aspirar. A las mujeres no se les pega,A las mujeres no se les pega,A las mujeres no se les pega,A las mujeres no se les pega,A las mujeres no se les pega,A las mujeres no se les pega. Sin pensar muy bien lo que hacia escupía una flema verde sobre el bonito rostro de la loca que me abofeteo.

Lo único que me faltaba ahora la puta del pirata viene a alegrarme día. La señalo la cara. Me importa una reverenda MIERDA lo que penséis vosotros dos. Dejadme en paz, mejor id con sus delirios de grandeza a los brazos de su amante o esposo o lo que coño seáis.

Diciendo esto me doy media vuelta y me busco una nube adecuada para apoyar mi sentadero.

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11/05/2013, 01:08
Director

Notas de juego

El jugador de Diego me ha pedido que es solo rol, que no se lo tomen personal, solo esta roleando.

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11/05/2013, 19:29
Muerto 25: “Ocho dedos” Jack el Galeno inglés

Estaba muerto, lo sabía. En aquél lugar fuera del espacio y el tiempo, donde cada uno lo percibía a su manera, en aquél umbral al destino final. Estaba muerto.
Pero aun así notó la calidez de aquél cuerpo sin carne y aquella alma afín, acercándose a él y dándole un fuerte abrazo. Como si le hubiese esperado una eternidad. Lo sentía. Y estuvieron juntos por tercera y última vez. Ligándose sin reservas, ni miedos de estar juntos hasta el fin de los tiempos.

Pero, Jack no era Jack. Tenía casi un aura de luz que lo envolvía, dorada, que crecía en cada pensamiento que se desprendía, sin ser consciente de ello, y sus pasos flotaban a milímetros del suelo sin saberlo aunque se notaba ligero y descargado como nunca. Sentía como si un sol sin fuego acariciase su rostro, como si el corazón se hinchase sin dolor, liberándose. Se estaba desligando de sus cadenas mortales, de su pasado, de sus inquietudes, de sus errores, de sus preocupaciones y sus odios. Solo hallaba paz y amor cuando sintió la fuerza de Eléanor a su entorno.
El inglés sin patria sonrió mientras le devolvía el abrazo a la vez que sus pies recuperaron el contacto y firmeza con el suelo, como un barco que relaja su ancla. ¿Por qué? Quizás nadie fuera consciente de todo aquello. A él no le importaba, estaba demasiado abstraído en el reencuentro, perdido y sumergido en los ojos grises y mágicos de su amada.  –¡Claro, qué he vuelto!- Contestó con voz dulce tras besarle la mejilla largamente acunando su cabeza con delicadeza. Le extrañaba la afirmación. -¿Dónde iba a ir sino a tu lado? Anduve entre los vivos para enmendar nuestros errores, hice cuanto pude y siento sino pude hacer más.- De nuevo la inquietud se reflejó en su rostro. Su peso se afirmaba sobre las nubes. -Espero haber conseguido lo que se esperaba de mí, haber superado la prueba, he fallado muchas veces pero… hice cuanto pude…- Las cadenas recuperaban su presa y lo encerraban en su jaula. Estaba preparado para irse pero… ¿Por qué no salían de aquél lugar? Elevó suplicante por enésima vez su mirada. ¿Dónde estaban aquellas promesas no pronunciadas? ¿Por qué él y Eléanor no desaparecieron en cuanto se reunieron en aquél abrazo? Había hecho cuanto había podido, lo había hecho. Sin reservas, dando hasta su última gota de energía y su última gota de sangre. Había recorrido la senda del dolor, el camino del mártir. Creía… creía haberse ganado su salvación. Para ambos.

De nuevo los brazos de la joven le estrujaban deseosos, pero su atención se estaba dispersando. El claro se estaba cubriendo de nubes de tormenta. Escuchó la provocación del condenado. El masón les insultaba. ¿Y qué importaba? Se dijo. Pero importaba. Intentó retenerla, intentó besarla cuando ella se escapó como agua entre las manos. –No.- Habría querido detenerla, decirle que no valía ni siquiera su menosprecio. Qué olvidase aquél ser lleno de maldad.

Como si hubiese cometido el más grande pecado concebible en el lugar más sagrado, el Galeno abrió los ojos contemplando incrédulo aquél bofetón. -No.- Algo del él se rompió. Avanzó hacía ellos, quería separarla con cariño de aquél miserable, darle un beso, ofrecerle serenidad.

Fue entonces, cuando llegó a ella, que Diego Díaz ofreció su respuesta. Desprecio. Con saliva y algo más. El corsario emergió de nuevo de entre las profundidades del mar que era su alma. Pronto su impoluta felicidad se vio teñida. Y la luz se desprendió tornándose sombras.

-¿Lo que somos?- Empezó a elevar su voz. -JAMÁS podrás entender lo que somos.- El odio le inundaba, aquella mujer a la que había mancillado ocupaba todos sus actos como bien sabían la mayoría de los presentes. -Jamás podrás siquiera asomarte a un atisbo tenue de lo que compartimos.- Empezó a seguir a pasos lentos su estela. -Somos a ojos de Dios el vínculo más elevado y sincero que entre dos personas se pueda forjar.- Quería lanzarse encima de él, y golpearle hasta saciar su rabia. -No necesitamos de un papel o una bendición mortal que nos dé un nombre a nuestra unión. Y tu… tu… miserable…- Su voz se quebraba su piel parecía no solo más real sino hasta oscurecerse. -No huyas vil cobarde.- Quería tener su viejo y largo cuchillo con él. Cortarle la mano. -Maldito villano. Yo te enseñaré a tratar a tratar a cualquier con mayor cortesía.- Abrirle el pecho arrancarle su corazón, cortarle sus párpados. –¡¡¡PÉRFIDOOO!!! Te desprenderé de tus colmillos, te sacaré tu veneno. Vaciaré las cuencas de tus ojos…- Jack estaba fuera de sus cabales y en su mirada, y sus puños cerrados le hacía parecer capaz de cumplir con sus amenazas. -¡TODO ESTO OCURRIÓ POR VUESTRA CULPA!-

Notas de juego

No hay problema. Sé que es solo rol ^_______^ Lo mismo que para mi. XDDD

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11/05/2013, 19:33
Muerto 21: Frank "3 dedos"

Suspiro amargamente.
-¿Realmente es necesario violencia a estas alturas? Ya estamos muertos, dejar las discusiones para quienes tienen opción a continuar con su vida.-No pudo evitar recordar a su familia.

Tampoco entendía que hacia un gato donde ellos, no podia creer que era verdad lo que decían las viejas, cunado hablaban que los gatos son capaces de ir de un lado al otro.

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11/05/2013, 20:25
Muerto 17: Diego Diaz

 

Me estaba acomodando en mi improvisada silla cuando de pronto escucho que alguien me grita. Me giro para ver al pirata. ¿Quién si no él? Por sus gestos estaba a punto de venir a por mi. ¿Donde está mi arco cuando más lo necesito?

Y una mierda. Vos nos sos más que un PI-RA-TA hijo de puta. De pronto no fui a las escuelas que la culi-pronta de su mujer fue. Pero los piratas son asesinos, mentiroso, embaucadores y demás ralea. Nada tenían que venir a buscar al pueblo. Piso con fuerza el suelo nuboso.

Por mi pueden meterse el tal sentimiento ese por donde nunca llega el sol. Pero es irónico como el que dedico décadas a segar la vida de inocentes en el mar y la que compartió su lecho sin la famosa aprobación de la iglesia. Vienen a presentarse como los salvadores. Joder eso es lo que está mal con esa puta institución. Si es que los bufones ahora son los alcaldes.

Escupo al suelo. Ya que tan conectado esta con ese tal señor del que habla. ¿Por qué no le dice que los saque de aquí a ver si me evitan la molestia de veros u oíros?

Notas de juego

Vale perfecto. Mejor me aseguraba antes de ir a juicio con los cuervos. ñ_ñ

 

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12/05/2013, 00:13
Muerto 6: Eléanor de Montpellier

Supuso que era el momento más humillante de su vida. Pero no le importaba, le daba igual. No debía importarle aquello porque aquella persona no significaba nada para ella. Un día escuchó un dicho que rezaba de la siguiente manera: “si lo odias es porque te importa”. Y para Eléanor alguien como Diego Díaz no era nada ni nadie. Era alguien que existía, como el resto de los que estaban allí. Alguien con quien debía compartir un lugar, como con el resto, pero nada más.

Se limpió con el dorso de la mano el esputo y se negó a sí misma a dar muestras de desagrado. No le afectaba. No iba a permitirlo. Estaba por encima de aquello. ¿De qué servía comenzar en ese mismo momento una discusión? De nada. No volverían al mundo de los vivos. No, cuando la habían colgado y a su amado lo habían matado. Es más, cuando por fin estaba junto a él, no iba a permitir que les separaran. Y si hacía falta agachar la cabeza y no entrar en el juego de Diego Díaz, se hacía. Estaba claro. Ahora estaba claro.

No cambió nada cuando Jack llegó allí y parecía que se habían redimido. Y no cambiaría nada si en el corazón del corsario seguía existiendo furia contenida y rabia que quería aflorar y salir como una flor en primavera. Había que liberarse de esa carga. Era necesario si querían conseguir un final para ellos dos. Hacía falta que el odio, el rencor, y todos los malos pensamientos se dejaran a un lado. No se era completamente puro si se tenía esa clase de cosas en el interior, en el corazón. Era necesaria una purga. Y ahí estaban, en el purgatorio para poder llevarla a cabo de la mejor manera que sabían. Dejándolo todo atrás.

Se interpuso entre el cazador y su amado, y posó su mano en el pecho del galeno. Lo miró a los ojos y trató de tranquilizarlo con la mirada. Negó de manera casi imperceptible con la cabeza, y bajó la vista, así como su mano. Encontró la suya, tensa, fuerte, con rabia, y sonrió de manera dulce.

-Vida meva- murmuró, ensanchando la sonrisa-. No importa- concluyó.

Lo escrutó con la mirada y posó su otra mano en la mejilla del corsario, tratando de transmitirle calma y templanza.

-Realmente no importa- añadió, suspirando, al tiempo que no dejaba de sonreír-. Importa esto-bajó la mano hasta el pecho de Jack y la posó de manera firme, que la sintiera, que de verdad se diera cuenta de lo que la noble quería decirle-. Y esto- de manera suave llevó la mano del inglés hasta su pecho y lo dejó reposar allí-. Y nada más.

Dejó que pasaran los segundos, para que Jack cavilara, para que se diera cuenta de lo que ella le quería decir. Habían estado separados durante días, meses, incluso años. En ese momento en que se reencontraron, no podía permitir que algo así los volviera a separar. Nunca.

-Jamás lo entenderá-afirmó-. Es obvio. Muchos no lo entienden. Algo tan extraordinario no puede ser creído por las mentes incrédulas-se encogió de hombros, porque tampoco deseaba que lo hicieran pues, en el momento en que lo hicieran, sentía que lo que tenían dejaría de ser especial, único y casi irrepetible-. Mírame- le instó, posando su mirada en la del galeno-. Acabó. Estamos juntos- resumió-. Todo vuelve a tener sentido de nuevo.

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13/05/2013, 00:43
Muerto 20:Alba

Esta noche no traera consigo el alba de un nuevo dia.

Como las turbias aguas de mi viejo cubo tras la faena diaria, la neblina de este lugar cobre mis ojos y confunde mi mente.

- Donde estoy? -

He muerto. Algo dentro de mi lo sabe. Recuerdo el momento. Recuerdo el dolor y la pena por la perdida de aquel a quien en silencio tanto ame y a quien por fin tuve entre mis brazos por primera vez. Recuerdo esa fatidica noche.

La ira que me embargo por completo y asio el cuchillo con el que vengue su muerte con la mia y con la de otra alma.

- Ley del Talion -

Las voces, familiares, me devuelven al torbellino que me rodea. Discusiones en vida que continuan en la muerte.

Algo es depositado en mis manos. Un precioso y fragil gatito.

Al principio no levanto la vista hacia quien con ternura lo posa en mi palma. Acaricio suavemente al felino tras las orejas hasta alcanzar a oir y a notar su ronroneo.

Una sonrisa se de paz y tranquilidad se dibuja en mi rostro. Alzo la mirada, y la misma calidez y ternura se trasladan a mis ojos cuando estos se cruzan con los de mi oculto amor.

Vuelvo la vista al gatito y agacho la cabeza para posar mi mejilla con suavidad contra su pelaje.

- Estoy en mi hogar... Estamos en nuestro hogar...- digo sin apartar la vista de mi enamorado, ni levantar mi rostro del minino

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13/05/2013, 01:03
Muerto 17: Diego Diaz

Hace mucho no sabia lo que era odiar, ese sentimiento dejado a los asesinos me fue desconocido durante muchos años. Sin embargo, desde hace unos días era un sentimiento que me embargaba muy amenudo y la verdad no era que me disgustara completamente.

Si tuviera mi arco. Todo el pueblo sabe cuan mala es mi puntería, de hecho no pocas veces llegue a casa sin presas o dinero para poner comida sobre la mesa. No obstante... ¿Desde este punto sería capaz de atinar a ambos? Ese par de personajes me había molestado desde que llegaran al pueblo. La una con su forma de ser estirada en un pueblo donde todos vivimos con lo justo y el otro. Un pirata. ¿Acaso se necesita de otra razón para desconfiar de alguien?

En el pueblo agache la cabeza y me mordí la lengua mientras el pirata ese me gritaba. Aquí me he desahogado e insultado a voluntad. Sin embargo, no es que me sienta mejor... Valla cosas, esperaba algo mas intenso este debate de posada. Pero la forma de agredirme tan... Poética me ha dejado sin muchos deseos de continuar.

Miro con desprecio a la pareja de enamorados pero algo en su discurso suaviza mi envenenado genio. Suspiro. Hazle caso pirata, es mas lista que tu. Ademas es mejor así, vosotros a vuestro cuento... ¿quien sabe? a lo mejor rezan y el tal Dios ese les saca de este sitio. Me encogía de hombros. 

Luego miro con asombro a la otra mujer.. ¿alba?, sobando a el gato alado. ¿Otra enamorada? Me rasco la cabeza y encojo los hombros. Podría ser peor.

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13/05/2013, 01:29
Muerto 13: Antonio Grande "El general"

El General se había quedado a un lado ante la poca información que se le brinda y la discusión acalorada que hay entre los recién llegados. Poco importaba todo eso allí, muy poco. Pero ¿había aun esperanza para el pueblo de San Palmaquino? ¿habían servido sus palabras de algo? Aunque tampoco sabía con total certeza que sus sospechas eran certeras, no le habían dejado comprobarlo. No había errado hasta entonces...

Deja que la tormenta se relaje antes de elevar la voz.

- ¿Y bien? ¿que ha pasado en el pueblo? ¿Mis palabras sirvieron de algo? ¿se ha organizado el pueblo para buscar a quien altera la paz? -

Solo tenía el consuelo al que ya se pudo aferrar en vida, los niños están a salvo. Y menos mal, había confiado en poder defender él mismo a su familia y había fracasado. Todo porque el silencio de sus vecinos lo encolerizó, porque todos actuaban como si no pasara nada. Se resignaban a votar aleatoriamente mientras inquisidores y masones rebuscaban entre los civiles a sus enemigos. Pero fue culpa suya, se expuso ante todos.

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13/05/2013, 22:11
Muerto 16: Shuaila

Es tontería que intentéis aclarar las cosas, porque de nada sirve una vez  muertos, el error ya esta echo. Y los culpables seguirán vivos, lo único que se puede hacer que el supuesto vidente, algo que queráis comunicar que se lo digan a las personas que están vivas…

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13/05/2013, 22:24
Muerto 25: “Ocho dedos” Jack el Galeno inglés

En mitad de la tormenta de emociones en la que padecía un grave naufragio, las palabras de Frank y del resto pasaron desapercibidas. Para Jack solo había dos personas en su mente; Diego Díaz y Eléanor. Odio y amor.


Que lo insultase o le nombraran “pirata” no le importaba, al fin y al cabo sabía que la diferencia entre corsario y aquello era poca, y a veces ninguna, salvo una patente que otorgaban los reyes a los capitanes de ciertos navíos para que asaltasen barcos de sus enemigos de estado en nombre de la patria. Patria que, como se ha dicho ya repetidas veces, él no sentía en sus latidos.

Pero las ofensas repetidas a su amada, no las sabía perdonar, solo existía para ella, y ese veneno, ese intento de degradación cortaba las cuerdas que ataban y aprisionaban la bestia que en su interior habitaba. Por ello, había avanzado directo, con ira y sin dudar hacia su presa. A un instante estuvo de saltarle encima, de atacarle con puños y dientes. Garras y colmillos mientras este se giraba. La confrontación parecía inevitable.

Cuando, de pronto, la joven noble se interpuso entre gente sencilla olvidando, quizás, su cuna y condición. Gesto que habría sorprendido a cualquiera. Y con el suave tacto de una delicada mano que no tiene ni siente necesidad de fuerza frenó el visón embravecido que era entonces el corsario. Con su mirada paró el ariete a mitad de su recorrido sin que este llegase a derribar, o siquiera tocar, las puertas de un reino de maldad. Eléanor ejercía un hechizo que actuaba como un soplo que frena el agua que revienta el dique.

Sin embargo, el Galeno podía ser hombre difícil de hacer aflorar su rabia, como una hoguera que trata de prenderse sobre hojas y ramas mojadas pero que una vez prende fuego, este ardía sin remedio, arrasando cuanto se encuentrase a su paso. Apenas era ya posible extinguirlo sino con arduos esfuerzos.
De Montpellier lo había parado, sí. Él jamás alzaría una mano o dirigiría una mirada agresiva hacía ella, pero la furia seguía devorándole por dentro, cegando cualquier otro sentido o sentimiento. Necesitaría de más palabras o gestos para devolverlo a su sitio.

 ¿Más palabras? ¿o simplemente las dos precisas?

 “Vida meva”…

El inglés cerró los ojos y se tragó su rabia, amarró y puso de vuelta los grilletes a la bestia.

Abrió los ojos y la contempló. Parecía, o era más bella. Más blanca y pura. Como si una tenue luz de ella brotase y la rodease, como si fuese más alta y ligera. Y al maravillarse, su voluntad se dobló y postró, enamorándose de ella, como la primera vez que la vio con el rostro lleno de hollín. Permanecieron un segundo largo e imposible de contar. Inmutables.

 –Tienes razón, bean mo chroi. De repente solo estaban dos. Amor sin odio.
Y comprendió, o mas bien, esa pura joven que tanto amaba le hizo ver, que no tenía cabida el odio ni entre ellos ni en aquél lugar inmaculado al que había pretendido ascender. Que no habría puertas abiertas para cualquier alma que estuviese manchada de rencores. –Tienes razón.- Dejó de preocuparse por Diego Díaz, y perdonó sus palabras sin intentar juzgarlas más. Sin soltarse de aquella dulce presa miró de nuevo al cazador. –Siento mucho mi comportamiento, perdóneme. Y sí, es cierto, cometí muchos errores en vida, soy tan solo uno más de los que estáis aquí. Asesiné también, lamento mis pecados, y mis errores, lamento no haber sido un hombre mejor. Mas, su juicio a Eléanor solo lo fomenta desde el desconocimiento y no será por la violencia que he de convencer a nadie de mi convicción. Ahora lo veo, es el mismo error que Inquisidores y Masones cometieron. Por ello de nuevo os pido perdón.- Le dedicó un ademán humilde y sincero antes de girarse y acercarse al General. –En cuanto a usted, Don Grande, sus palabras fueron escuchadas. En mayor o menor medida se atendieron, ayudaron y alguno más que otro las defendieron siendo el Sr. Vasiliev quién mayor empeño y fe puso en ello.  Descubrimos con amargura al dejarnos este que Dorian fue elegido su sucesor.- Miró a este y también le agradeció cuanto había hecho por ellos. -Así que sí, fueron tenidas en cuenta pero quizás no todo lo que usted hubiese deseado. Nos organizamos sí, más o menos, aunque tuvimos que emprender nuestras propias pesquisas  y decisiones. Pero eso ya no importa, no está en nuestras manos y quizás nunca lo estuvo. Me dirijo a usted para decirle que me siento responsable de su muerte y que lamento quizás más que nadie su suerte y haberle fallado. Siempre quise poder pedirle perdón por ello.-

Luego se giró al resto y observó cada rostro conocido, de cada persona que podría haber fallado.–Y pido perdón a cualquiera de ustedes que fuese inocente y yo dirigiese la mano del pueblo en su contra en un intento de protegerlos. Espero que no les quede mucho por lamentar, un servidor dejó de hacerlo, hice lo que pude por cazar a los culpables, e hice que sí, los ajusticiaran, mas para que el inocente pudiera vivir. Por lo que mi respecta aquellos que alzasteis la mano contra vuestros vecinos pagasteis por vuestros pecados no os guardo ningún rencor, ni guardo resentimiento para aquellos que me liberaron de mi cuerpo mortal.

Os deseo la libertad que me inunda.  Sed libres en algún momento como yo siento serlo.- Así era, poco a poco su aura oscura se desprendió de él y como una llama en la oscuridad, la luz dorada de la difunta noble creció rodeando a los dos amantes, elevándolos poco a poco del suelo. La sonrisa que el Galeno le dedicó fue la más ancha, franca y serena que sus labios jamás esbozaron. La rodeó con los brazos delicadamente por la cintura. –No importa nada más que esto. Mi salvadora.- Y la besó. Mientras poco a poco la luz crecía, las formas se desdibujaban entorno a ellos y se elevaron entre las nubes. Para no volver.

Notas de juego

Tras hablar con la master y viendo que no tengo tiempo (y no podré postear en activo en CU durante un tiempo) os seguiré leyendoos pero me despido de escena y lo mismo va siendo para Eléanor quién entra en examenes.

Me lo pasé pipa, gracias a todxs, en especial a Eléanor y Sybill.

P.d.: Ella también os manda saludos y dice:

que se lo pasó muy bien aunque murió mucho antes Y.Y que ya se enterará de lo que esta ocurriendo y que ya indagará a cierto cuervo XD

 

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13/05/2013, 22:34
Muerto 24: Pedro "Unaoreja" Díaz

-¡Tus palabras no sirvieron de nada, hijo de ****! - dice el pirata, furioso al señor General, señalándolo con el dedo - Yo era más inocente que usted y que nadie y ahora estoy muerto, en una mierda de lugar llena de gatos voladores y donde no hay ni cerveza, ni ron, ¡NI MAR! ¡¡NI MAAR!! - exclama, en un lamento que parece bastante cómico - Y todo por su culpa, yo intentaba ayudarles y gente como usted, asesinoguardadeudas los puso en mi contra - Pedro se da la vuelta y se aleja todo lo que puede de los presentes.

Notas de juego

Me gustaría destacar que los insultos forman parte del rol, y son por lo tanto de mi personaje contra su personaje y no de mi persona hacia el jugador del general, por el off-topic tan amigos :)

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14/05/2013, 10:15
Muerto 3: Olwyn Oosterbak

Conforme la conversación va degenerando en una discusión sin sentido, no entienden que están en un lugar de penitencia y que solo entregando sus almas a Dios serán salvados

Cuando ya la cosa ha durado demasiado entona con voz potente

-A los rectos les salva su justicia,

   los pérfidos en su codicia son atrapados-

-En la muerte del malo se esfuma su esperanza,

    la confianza en las riquezas se desvanece-

-El justo es librado de su angustia,

    y el malo viene a ocupar su lugar-

-Con la boca el impio pierde a su vecino,

    por la ciencia se libran los justos-

-Con el bien de los justos la ciudad se regocija,

    con la perdición de los malos grita de alegria-

-Con la bendición de los rectos se levanta la ciudad,

    la boca de los malos la destruye-

-proverbios 11:6 a 11:11, palabra del señor-

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14/05/2013, 11:23
Muerto 10: Pablo Zamora

Os perdéis en una pelea de bien y mal, llenáis vuestras bocas con palabras grandielocuentes que los chicos de pueblo no podemos imitar, mientras vuestras manos se llenan de la sangre de los inocentes. La ciencia ha perdido mentes brillantes en esta guerra, y la religión almas puras. Enhorabuena, no habéis ganado nada.

Dicho esto vuelvo a centrarme en acariciar al pequeño gato.

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14/05/2013, 12:14
Muerto 14: Dorian "el maldito"

-Llevais días gritando..echándoos cosas en cara... Tranquilizaos! Unaoreja fuisteis vos quien colgó al General, que habláis de que os mató? Le votasteis y junto al otro pirata le pusisteis una soga al cuello. El General mató a dos perros inquisidores... Según lo veo yo... sois inocente, eso está bien, pero ya no sé quien lo fue y quien no... sólo palabras en el aire, como esos gatitos.

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14/05/2013, 15:27
Muerto 24: Pedro "Unaoreja" Díaz

Notas de juego

No he dicho en ningún momento que el general me haya matado, le llamé asesino porque lo es, pero por matar a otros, y no por matar a Pedro.

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14/05/2013, 15:40
Muerto 13: Antonio Grande "El general"

¿Y que más quería el General mas que se organizaran? De ningún modo debían confiar mas en el criterio de Antonio que en el suyo propio. Pero precisamente era eso lo que buscaba, que fuera su propio criterio y no el de otros el que guiara sus sospechas. Hizo un gesto con el que daba a entender que estaba perdonado, tampoco había sido el solo quien lo había mandado a la horca y tampoco el más culpable.

Ya tenía sus respuestas, pero "Unaoreja" no estaba muy de acuerdo con lo allí expuesto y se encendió, gritando al General. Su último ayudante sale en su defensa.

- Aun no tengo pruebas de tu inocencia. Y no los hubiera puesto en tu contra si tu no hubieras arremetido con ese ahínco contra mí, quedando como culpable a mis ojos.- De alguna forma la calma con la que Eleanor y Jack habían desaparecido le había contagiado al General, que hablaba tranquilo y pausado. - He pecado. He asesinado para salvar al pueblo, pensé que alguien debía hacerlo. Pero eso no es nada comparado con lo que he tenido que hacer en el pasado en nombre del reino. No se si Dios perdonara mi alma, no se ni si se parara a pensarlo antes de condenarme. Pero he librado al pueblo de dos inquisidores que estaban matando inocentes y, ciertamente, no me arrepiento. ¿No he ayudado?-

Habían palabras sabias en aquel extraño mundo. Ya no merecía la pena discutir ¿que podían conseguir? Ya estaban muertos y la suerte de sus vecinos y del pueblo ya no dependía de ellos. Si me hubieran dado un poco mas de tiempo quizás...

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14/05/2013, 19:41
Muerto 21: Frank "3 dedos"

-Según la ley si el asesinato es justificado, entonces abra perdón.-Esto no lo había leído en ningún lado pero, la vida le había enseñado que el mundo era así. Siempre que se acababa con un mal, por mucho mal que tu hicieras, serias perdonado.
-Lastima que ahora estemos muertos y no tengamos mas opción que lamentarnos por la eternidad.

Era curioso, pero aun muerto sentía su cojera
-Y decirme, ¿Hay algún vivo que escuche a los muertos?-De no ser así no comprendía que hacían todos unidos, solo los del pueblo y nadie mas.