Afortunadamente contásteis con unos momentos para posicionaros tras las cajas y echarle un vistazo al "paquete" que teníais que recoger antes de que los soldados entraran por la puerta disparando.

El "paquete" para vuestra sorpresa resultó ser un humano congelado en carbonita. Sin embargo los insistentes disparos de laser provenientes de los soldados os sacaron de vuestro ensimismamiento.

Gunar reaccionó con rapidez liquidando con profesionalidad a uno de vuestros enemigos de un tiro en la cabeza, mientras que Anzak trató de imitarle con bastante menos suerte.

El resto solo lograron ponerse detrás de cobertura.

Ya casi estoy, chicos. Sonó por el intercomunicador. Llego en 30 segundos. Os informó la piloto

La discusión con el otro grupo sobre que hacíamos los unos y los otros en el hangar ha tenido que ser clarificada por las fuerzas imperiales al dispararnos a todos y no solamente a los que no conocíamos.

Busco cobertura junto a Jean, la piloto, detrás del mismo conteiner. Asomo poco a poco apuntando al soldado de asalto que está a la derecha con mi pistola blaster DC-155 Sidearm.

Observo que el haz impacta en el pectoral de su armadura, pero no me detengo a mirar ya que inmediatamente intento salir de la línea de tiro.

- Sigo sin fiarme de vosotros, está claro. Pero está claro que las latas blancas son más peligrosos ahora que vosotros. ASí que a ellos.

Parapetado junto al paquete dispara de nuevo y otro soldado de asalto cae con un agujero negro en su pecho.

- Hannah, dispara sin miedo, las rayas de sus armaduras se las reparan gratis y las de tu vestido las pagas tú.

Estaba claro que solo había una manera de salir de aquel maldito lugar y no iba a discutir con nadie. Como habían hecho durante todo aquel fatídico día, enfrentarían cada problema a su debido tiempo. Ahora era aguantar el ataque de los soldados hasta que la nave los recogiera. 

Así que se parapeto tras el misterioso paquete y la curiosa mercancía que escondía en su interior, se dispuso a disparar a los soldados que se acercaran a por ellos. 

Asomo un poco la cabecita, las palabras del gungan hace que me atreva a levantar la cabeza y ver que los soldados aun no disparan.

- Si mamá me viera... ella siempre decía que había otras vías a la de usar las armas.

No sin cierta reticencia apunto a uno de los soldados y efectúo un disparo. Por dentro me maldigo por tener que usar la violencia, pero en estos casos no creo que parlamentar sirviera de mucho.

Anzak no se lo pensó y disparó a los soldados de asalto que acababan de llegar y querían entrometerse en su fiesta privada. Lo peor es que debían esperar a que llegara el transporte que les sacaría de aquel lugar a ...¿todos?

La mente del contrabandista quería creer que no les traicionarían, pero lo había sufrido tantas veces que ya no se fiaba. Aun así no tenía más remedio que confiar. Si luego resultaba que eran dignos de confianza ya hablarían de quiénes eran y por qué buscaban lo mismo que ellos.

Lo peor de todo es que por lo que había podido ver, ese cargamento no era cosa baladí...La preguntas se acumulaban en la mente de Anzak y eso no era nada bueno.

 Desde mi posición, a resguardo, apunté con mi arma a los soldados enemigos y disparé antes de que pudieran reaccionar...

Con una sorprendente ráfaga de disparos por vuestra parte, los soldados imperiales cayeron uno tras otro, a más ritmo del que les permitían las puertas reponer su número. Los pocos que quedaban se apresuran a devolveros el fuego. Los que quedaban, con mayor o menor fortuna comenzaron a devolver el fuego. No tenían mucha puntería, pero sin duda sus armas eran poderosas, y dejaban tremendos agujeros en el cuerpo de sus victimas

Parapetado en posición y con el arma permanentemente apuntando a la puerta, Gunar prosigue intentando menguar el número de enemigos a los que se enfrentan. 

- ¿Tendremos que hacer un muro de soldados muertos para que paren de venir?

- ¿Quién tiene el comunicador? ¿Queda mucho? Como esa piloto no aparezca en breve me va a dar tiempo a jurar en mi idioma materno. Y espero que Hannah no lo entienda o no volverá a mirarme igual...

Los modales de Gunar eran sorprendentes, ¿sería el estrés? ¿será la adrenalina del combate o una intolerancia al ozono que los blasters estaban dejando en el ambiente al disparar continuamente?

Anzak seguía apuntando a los soldados mientras observaba que cada vez entraban más. Para más inri estos se movía y se acercaban, sin temor a la lluvia de blasters que caía sobre ellos -¿que demonios les harán en la academia para no temer la muerte?...¿o será alguna droga?...¿o algún oficial con látigo está en su retaguardia azuzándoles?- los pensamientos del contrabandista acabaron en aquel momento, con la visión de un oficial en ropa de cuero y con un látigo, chasqueando el mismo en el culo de sus soldados. Esto le produjo que una sonrisa apareciera en su rostro, pero no bastó como para que Anzak perdiera la concentración y cuando estuvo preparado disparó a su oponente.

Siguen llegando soldados, almas negras en recipientes blancos que desean matarnos. Dos de los recién llegados reciben disparos, pero parece que lo aguantan bien. Ya me tocará curarlos, seguro...

Mis compañeros no pierden el tiempo en divagaciones y disparan. Hago lo mismo, y aunque mi puntería pueda ser buena a veces, mi arma no es tan potente como la de los demás.

 Maldiciendo por haber sido alcanzado, trato de resguardarme mejor antes de volver a disparar, mientras encuentro un manera de salir de esta ratonera.

Vuelvo a asomarme para disparar al soldado de la derecha, pero casi me vuelo el pie en la precipitación por hacerlo rápidamente.

Vuelvo a esconderme inmediatamente mirando el comunicador esperando algún mensaje de mi contacto indicando que ya estaba aterrizando.

Confiados por el primer asalto debastador, disparásteis todos bastante más alocadamente, excepto Gunar, que hizo muestra de una extraordinaria habilidad para concentrarse en mitad del combate. Hanna, por su parte, para sorpresa de todos impactó a uno de sus objetivos

Afortunadamente los soldados imperiales no están demostrando tampoco demasiada habilidad... comenzáis a dudar del nivel de los mismos... ¿Serán solo reclutas?

Solo uno de ellos impactó, lamentablemente lo hizo sobre Gaheris, que ya estaba tocado.

Aquella situación era exasperante, los soldados imperiales parecían no acabarse nunca. El bothan maldijo una vez más la hora en que sus caminos se cruzaron con el de Maya. No es que llevaran una vida tranquila precisamente pero siempre habían esquivado al imperio en la medida de lo posible y aquel día esta resultando un constante choque de fuerzas entre ellos y el imperio. 

Agudizo el oído a la espera de la aparición de la nave de extracción que parecía no llegar nunca, mientras aunaba fuerzas con los demás para deshacerse de los soldados. 

Vuelvo a asomarme y disparo contra el soldado de asalto que ya tiene dañada la armadura lográndole acertar en el pectoral.

Inmediatamente vuelvo a buscar cobertura.