Partida Rol por web

Al ver que la cosa comienza a torcerse, Anzak se gira hacia el oficial y le mira seriamente.

- Espera- le dice-. Quizás no me hayas entendido bien- comenzó a decir para ganar tiempo-. Necesitamos que no nos delates y que nos ayudes un poquito. A cambio...

Anzak dejó la frase en el aire esperando que los acontecimientos se precipitaran...a su favor.

Xator se las ingenio para pasar desapercibido para los 4 soldados presentes en el hangar, ocultándose de la vista tras un grupo de cajas apilada al lado opuesto de donde se encontraba Anzak. Pudo ver como Gunar y Hannah se quedaban a la entrada del lugar ocultos, los tres estaban en posiciones relativamente malas para ayudar a Anzak … de necesitarlo. Este parecía estar haciéndolo bien hasta que el oficial imperial saco el comunicador.

¡Maldita sea!  Maldijo para sí al tiempo que sacaba su blaster preparado por si tenía que hacer uso de el.

No tenía una línea de visión clara sobre todos los soldados, tan solo de uno y del oficial. Sabía que uno se encontraba al otro lado de las cajas que lo mantenían oculto y era su más claro objetivo, si las cosas se ponían feas. Aunque esperaba que de verdad no fuera necesario tener que verse envuelto en otra pelea. 

El oficial estaba por contestar cuando oyó la ultima frase de Anzak... dudó unos instantes antes de contestarle

Habla, y será mejor que me convenzas rápido, por que están esperando dice señalando al comunicador.

Los soldados que estaban operando los contenedores casi no prestaban atención a su oficial, ni al hombre que hablaba con el. Estaban demasiado ocupados cargando y moviendo cajas. Sin embargo un par de ellos, que se encontraban en actitud algo más vigilante parece que sí se dieron cuenta del movimiento al otro lado del hangar.

Uno de ellos se adelantó, ¿Quién anda ahí? Preguntó

Al oír al soldado preguntar el corazón me da un brinco.

- ¿Es a nosotros? - le susurro a Gunar - ¿Nos han visto? ¿Qué hacemos? ¡Nos descubrirán!

Anzak puso el localizador sobre el pecho del oficial y se lo introdujo en la casaca mientras se acercaba a su oído para susurrarle:

-...A cambio no detonaran el artefacto que te acabo de meter en tu cuerpo- dijo sujetándolo con el brazo libre-. No grites o un tipo que está cerca lo hará detonar.

Anzak señaló con sus ojos a Xator, para dar más credibilidad a su mentira.

- Solo tienes que decir a los que han preguntado que no pasa nada. Y decirles a tus soldados que dejen en el suelo lo que portan. 

Gunar susurró casi imperceptiblemente

Diles que te has perdido, que por dónde se va a la zona de tiendas.

Y después dio un paso atrás para mantenerse fuera de la vista de los soldados y sacó su blaster.

- ¿Quien, yo? ¿Que haga qué? - logro farfullar tras la petición de Gunar, pero lo veo alejarse y sacar su arma.

Salgo de mi escondite, aun sin saber si es la mejor de las ideas que se nos pueden ocurrir... ponerme delante de un grupo de soldados de asalto no es algo que me apasione...

- Eh... uh.. Hola. Hola señores. Verán, es que... ando buscando la zona de tiendas... creo que me he perdido. ¿Saben dónde tengo que ir? Hola A... eh.. digo, creo que me he perdido. - suelto una risita casi histérica - Eso ya lo he dicho, ¿no?

La maniobra de Anzak parecía arriesgada descubriendo su posición pero quizá efectiva. Deesde su escondite no estaba visible más que pare el oficial y su compañero, así que no dudo en mostrar su dentadura al hombre en una sonrisa lo más perturbadora que fue capaz de esbozar mientras Anzak seguía tratando de manejar la situación. 

La cual se complico en un instante cuando dos de los soldados que se encontraban menos ocupados con el traslado de los contenedores parecía haber descubierto a Hannah.

Prendedles, gritó el oficial imperial, mientras se llevaba el comunicador a la boca. Necesitamos refuerzos. Dijo por el mismo mientras corría a buscar refugio.

Los soldados, a la orden de su oficial, se apresuraron a apuntaros con los fusiles. No parecían soldados expertos, al menos no se movían al unísono como un solo cuerpo como habíais visto en ocasiones en los mundos imperiales, aún así, un grupo de individuos con fusiles laser siempre es una visión atemorizadora

- ¡Mierda!- Exclamo el Bothan ante la reacción del oficial y acto seguido apunto con su arma, que había mentido oculta en la mano por si le hacía falta.

Sin pensarlo demasiado sale de su escondite y dispara al soldado al que había pensado en emboscar por detrás. Ahora lo encararía de frente. 

- Uh..oh... creo que esto no sale como teníamos previsto... - digo al ver que los soldados nos encañonan con sus armas.

Tan rápido como permiten mis piernas, vuelvo a la seguridad de mi anterior escondite, antes de ser víctima de algún disparo de esos soldados.

Gunar, ante los gritos del comandante salió de su escondite y le disparó, al menos sin su lider no podrían organizarse bien.

Anzak sabía que su mentira estaba cogida con hilos... solo un par y muy desgastados. Entonces el oficial reaccionó como lo haría un buen oficial imperial, descreyéndose las mentiras de un tipo cualquiera que le asalta por la calle intentándole vender una "moto" vieja y usada. Así que le delató, alertando a sus compañeros y pidiendo refuerzos. Ante eso solo había una cosa que hacer: maldecir y salir de ahí como se pueda.

- ¡Mierda!- dijo mientras sacaba el arma y se echaba a un lado disparando al oficial.

En el primer turno, y pillados por sorpresa, los guardias perdieron más de la mitad de sus efectivos, los soldados que quedaban corrieron a cubrirse y abrieron fuego contra los héroes. Uno de ellos, el más cercano a Anzak le dispara al tiempo que grita

Muere, sucio traidor

Mientras tanto, el que se encontraba tras las cajas del sur, al ver morir a su compañero, dispara un certero laser contra Xator

Anzak escapó del tiro del soldado casi de milagro. Notaba como le había quemado parte de la camisa y posiblemente algo de la piel, pero solo le había rozado.

- ¡Queréis fuego pues lo vais a tener!- grito el contrabandista parapetándose al otro lado del pale con mercancías en el que estaba el soldado de asalto.

Al llegar disparó su blaster sobre el otro soldado que tenía frente a él.

Los disparos ya han comenzado, por lo que me quedo oculta y protegida. No me gustan estos combates, no soporto el ruido de las armas cuando les aprietan el gatillo.

Pero pienso en mis compañeros, en que están dando la cara y peleando, mientras yo permanezco asustada y escondida...

Poco a poco saco la pistola bláster, noto su peso en mis manos. No me gusta usarla, no quiero usarla, pero tampoco dejaré que le hagan daño a mis amigos.