Partida Rol por web

Ered Nimrais, más allá de las Montañas Blancas

Cap. 4: Lenta premura

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19/09/2019, 05:51
Director

RESOLUCION TURNO 400
 

 

Cuando se hubieron alejado lo suficiente de Caras Gwildor, dando tiempo a que sus monturas entrasen en calor, comenzaron a imprimir un ritmo más alto. Un trote ligero al principio, uno más intenso después para terminar galopando y aumentando la velocidad. Sabían que no podrían avanzar así por mucho tiempo, y que llegaría el momento en que habría que continuar con un paso suave que diese descanso a las monturas.

Iban por el camino que se dirigía al sur, pero pronto tendrían que abandonarlo para dirigirse, campo a través, hacia Morannon. Por boca de Larrid, sabían que tenían tres jornadas de viaje hasta allí. Con el día de ventaja que llevaban sus enemigos, y queriendo darles caza antes de llegar a las Puertas, debían llegar en tan solo dos. Si lo lograban, se enfrentarían a ellos antes incluso de acercarse a la Tierra Sombría.

Avanzaron durante lo que quedaba de mañana, y aunque alargaron la hora de la comida, finalmente tuvieron que parar. Habían cabalgado solo una o dos horas, pero algunos sentían como si lo hubiesen hecho durante varios días. Se bajaron de los caballos y sin descargarlos, sacaron algunas frutas, pan y un poco de queso. No podían entretenerse en cocinar los productos frescos, ni en encender un fuego. Descansarían el tiempo estrictamente necesario para que los animales se recuperasen, también los jinetes, antes de volver a montar.

Notas de juego

► Anotad el próximo turno como “Turno 401

► Paráis para comer, más tarde de lo normal.

 

► Resolución del próximo turno: viernes 20-09-19

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19/09/2019, 05:52
Larrid

Turno 401

 

- Dejaremos el camino - dijo Larrid - En cuanto los caballos beban algo de agua, y sus ollares no parezcan chimeneas de agua, partiremos de nuevo. En adelante iremos por los prados, habeis de tener cuidado, muchos agujeros ocultos se esconden tras la hierba - explico - Conforme nos vayamos acercando a las montañas, ese verde desaparecerá, y tan solo la tierra baldía nos acompañará. Al menos veremos los obstáculos del camino con más claridad.

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19/09/2019, 08:37
Freagulf

Turno 401

Ya estaban en camino otra vez. De cuando en cuando se situaba al lado de maese Gwalin, para ver como andaba, y si acaso, ayudarle, aunque sólo fuera con unos ánimos. - Pobre, lo está pasando mal. Por las carreteras podía defenderse a duras penas, pero con más dificultad, sería algo delicado. Entonces le propuso al jefe. - Puedo ir delante, y podría turnarme con alguien para descansar los ojos. No sería el mejor jinete, pero hacía años que vivía a lomos de un caballo, y algo sabía  desenvolverse a lomos de tales bichos. Luego se acercó más a este para confesarle. - Podríamos atar la montura de nuestro Hijo de la Piedra, a la de otro, para que fuera esta más cómoda y no sufriera Maese Gwalin tanto. Había demostrado el pobre que eso de montar no era lo suyo, pero parecía que estaba aprendiendo. Aún así, entre socavones, zanjas, pasos de agua y demás tropezones del camino, había que ser más cuidadoso, y eso sin experiencia vaticinaba un accidente. Esperaba que al seguir aguas de otra montura se pudiera desentender de "pilotar" y alejasen el aura de cualquier incidente, de sus cabezas.

Notas de juego

~~Deheval, te va a tocar poner al subir de nivel algún puntito en montar ajajajajajaj

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19/09/2019, 09:38
Gwalin

Turno 401

Gwalin subió al caballo y se puso en marcha junto a sus compañeros. Su cara era todo un poema. Si bien odiaba el agua y la habían dejado a un lado hace unas jornadas, ahora les tocaba cabalgar, cosa que no era tan mala como el agua...si se iba despacio. Pero por lo visto debían darse prisa para recortar la distancia que les separaba de sus oponentes. Así que el trote que llevaban los días anteriores se transformó en galope y en sufrimiento del enano.

Al principio se quejó poco, concentrado en dirigir a su montura y, sobre todo, no caerse. Pero al pasar a galopar el guerrero comenzó a soltar una sarta de improperios y gruñidos propios de él, sabedor de que estaban lejos de los orientales

-¡¡Grrrmmmmmm!! ¡Excremento de dragón! ¡En qué día se le ocurrió a gran Eru en crear estas bestias! ....

Al bajar para descansar y comer algo, el rostro del veterano guerrero era todo un poema. Su tez era un tomate recién sacado de una olla, rojo, caliente y sudoroso. No hablaba pero emitía leves gruñidos que dejaban a las claras su ánimo. Tomó su parte de comida y bebió bastante agua para reponer el sudor perdido. Y sin cesar, miraba el camino que aun les faltaba por recorrer emitiendo sus sempiternos grñidos.

-Grrrmmm, como me pruebas amado Aullë, como me pruebas. Grrmmm.

Notas de juego

Créeme, tengo un punto, pero las grebas y el -5 en Agilidad hacen el resto  T_T 

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19/09/2019, 16:12
Grimbeorn

Turno 401

Una vez los planes estuvieron hechos y los pertrechos cargados y distribuidos entre las monturas, la comitiva no tardó en ponerse en marcha. El mensaje dejado por el colaborador de Larrid dejaba clara la urgencia de su misión; con los orientales encaminados hacia su destino a través de la Tierra Oscura, lejos de las miradas de batidores gondorinos y aun más del alcance de sus ejércitos, aquel pequeño grupo era lo único que parecía separar a las tierras occidentales de una nueva guerra con las tribus del Este.

Grimbeorn comprendía aquello muy bien, pero no por eso se mostraba complacido con el galope de su montura. Durante las jornadas pasadas, el norteño se había acostumbrado al paso del caballo y encontrado la postura óptima sobre la silla. Ahora, el movimiento a paso rápido del animal le estaba resintiendo las posaderas y, sobre todo, minaba la confianza que había adquirido respecto a su habilidad ecuestre.

La fortuna quiso que aquel ritmo sólo se pudiera mantener durante un par de horas, pues los caballos tenían un límite. Un límite mayor que el del enano, a juzgar por sus improperios, gruñidos y juramentos. El animista incluso se sobresaltó cuando hicieron el alto para comer y descansar: el rostro del naugrim estaba colorado y empapado en sudor, como si una fiebre abrasadora lo consumiera. Afortunadamente, la presencia suficiente del enano para rechazar su ayuda y el ánimo con que engulló y bebió tranquilizaron a Grimbeorn. Despreocupado, el animista pudo degustar su comida dentro del reducido margen que tenían para detenerse.

- Esas montañas, tan altas y tan oscuras. Cuesta creer que la naturaleza crease semejante fortificación natural para proteger los dominios de la Sombra... - Grimbeorn reflexionó en voz alta mientras oteaba la cordillera hacia la que se dirigían. Ni siquiera estaba seguro de poder atisbar el paso a la garganta del Morannon desde aquella distancia, a pesar de ser ese su objetivo.

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19/09/2019, 22:01
Sven Ed´Rohir (Edan)

Turno 401

Edan se mostraba más animado que de costumbre. Estaba disfrutando del paseo a caballo, y aunque al principio le preocupaba que Gwalin retrasarse la marcha del Grupo, pronto ese temor desapareció. Era cierto que el enano estaba sufriendo en aquella parte de la travesía. Pero la comitiva mantenía un ritmo aceptable.
Si todo iba bien, alcanzarían a los orientales antes de llegar a las puertas de Mordor. No sólo eso, antes de eso habían de encontrarse forzosamente con el colega de Larrid. La idea de contar con otras dos manos de cara al inminente enfrentamiento también era una buena noticia, especialmente si se trataba de unas tan experimentadas como las de Larrid.

El Rohirrim había escuchado muchas historias de la tierra de las sombras, a cada cual más increíble. Se decía que allí vivían todavía miles de Orcos y criaturas mucho más horribles y malvadas escondidas entre las sombras, que se alimentaban de carne humana y respiraban vapores venenosos, y que las montañas escupian un fuego rojo que podía verse a millas de distancia, más allá de Gondor incluso. Edan nunca había dado mucha verosimilitud a tales historias. Cuentos de viejos y borrachossolía decir Viejas historias de tiempos pasados, exageradas para presumir delante de las chicas de taberna...

Esa había sido siempre su postura, aunque a decir verdad, desde su reciente encuentro con los Mewlip en el río Grande, Edan ya no estaba seguro de nada, empezaba a preguntarse cuanto de cierto había en aquellos cuentos de taberna.

El Herrero creo esas montañas para regocijo de todos los seres vivos Grimbeorn...solo al oscuro y a aquellos que le siguieron debemos adjudicarles el malvado uso que se le dieron.

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20/09/2019, 00:49
Ional

Turno 401

La comitiva se detuvo y el joven dunadan paró junto con sus compañeros. Miró hacia la lejanía para ver si podía atisbar las colinas que separaban la tierra estéril de Mordor, antigua morada del maligno, de lo que antaño era Gondor, la tierra de los dunedain. Esas colinas hacían la frontera entre los dos reinos y había una fortaleza que las separaba. Si todo iba según lo previsto darían alcance a los orientales antes de que llegaran a entrar en Mordor, pero los orientales eran avezados jinetes y no cesarían en su cabalgadura si veían algo extraño que les siguiera.

Pero todo aquello gustaba sobremanera a Ional. Estaba deseoso de ver la tierra yerma de Mordor. Solo había oído historias de aquel reino maligno, historias antiguas en los que los pueblos libres se enfrentaron a las tropas malignas de Sauron.

Si damos con ellos y conseguimos nuestro objetivo antes de entrar en Mordor, ¿podremos echar un ojo a esas tierras? Es que me gustaría poder verlas, saber cómo son y decir que he estado allí, en el lugar en el que anidaba el mal. ¿Podría ser?

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21/09/2019, 00:59
Leofred

Turno 401

Hacía mucho tiempo que Leofred no cabalgaba a aquella velocidad, desde antes de que se separase de sus parientes en el lejano norte. Sin duda un barco era más rápido, pero había algo en el modo en el aire chocaba con el rostro del jinete, y en el esfuerzo de dirigir a la montura y mantener su movimiento, que hacían a uno sentir que se fundía con el viento y se elevaba del suelo; era una sensación gloriosa. Casi se sintió decepcionado cuando se detuvieron a comer, pero un rugido de sus tripas le bastó para darse cuenta del hambre que tenía en realidad, y se sentó con los demás sin rechistar.

La conversación continuaba cuando Ional declaro que "le gustaría" echar un vistazo a las tierras oscuras de Mordor. ¡Como quien hablase de dar un paseo por la colina! El bardo no cabía en sí de la sorpresa, y dudaba que hubiese alguien más deseoso de visitar semejante lugar.

- Existen muchos otros lugares de los que se han dicho que albergan el mal. El bosque negro al norte, por ejemplo, o el tenebroso reino Angmar; también hay lugares tan antiguos, o que inspiraban tanto temor, que su propio nombre y localización exacta se han perdido. - Leofred podía sonar exagerado o frívolo cuando hablaba de leyendas y supercherías como aquellas, pero precisamente el conocer algunas de aquellas historias le había enseñado a respetarlas - Si queréis daros un paseo como quien dice por cualquiera de esos lugares, nadie os va a detener, pero tampoco opino que sea una decisión sensata. -

La comida continuó y terminó con relativa rapidez. El tozudo Gwalin parecía no haberse recuperado de la cabalgada, ya que la retahila de improperios aún continuaba. - Maese Gwalin ¿no preferiría compartir un caballo? No se me ofenda, pero los arreos ni son adecuados ni están pensados para un enano. Mientras yo me encargo de guiar al rocín vos podríais permanecer ojo avizor por señales de los orientales. Así ambos saldriamos beneficiados. -

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21/09/2019, 02:54
Larrid

Turno 401

 

- Reanudemos el camino, no hay tiempo que perder - dijo Larrid mientras comenzaba a recoger las pocas cosas que habían bajado de los caballos - Cabalgaremos hasta que la luz nos lo haga imposible, y reduciremos el descanso nocturno hasta antes del amanecer - dijo serio, creía poder atraparlos a tiempo - Para cuando la luz despunte en el horizonte, tenemos que estar ya prestos para partir - esa noche descansarían poco.

Cuando Ional hizo su petición de recorrer las tierra Negras, su humor cambio. Ya se había tornado serio desde que partieran de Caras Gwildor, pero ahora parecía incluso enfadado. - Si quieres, maese Ional, puede usted quedarse en ese lugar, y permanecer allí hasta que se harte - contestó secamente. - Ahora, vámonos - tras recoger se monto en su caballo y se dispuso a marchar.

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21/09/2019, 04:53
Director

RESOLUCION TURNO 401
 

Tras una rápida comida, descansaron un poco, lo suficiente para que las monturas se recuperasen. Hablaron tranquilos, planeando los siguientes pasos. Freagulf se ofreció a ir delante, abriendo camino. Sugirió atar el caballo del enano a otro, para que no se quedase atrás. Leofred, por su parte, propuso que el enano fuese con otro jinete, en su grupa. Todos, incluso el propio naugrim, pensaban que este no estaba capacitado para cabalgar. Lo cierto es que no era muy habilidoso, pero mientras que no tuviesen que hacer movimientos extraños, y los caballos se comportasen, no tendrían por qué preocuparse. Por el momento, y durante el resto de la jornada, Gwalin continuaría él solo a lomos de su caballo.

Se pusieron en marcha, Larrid encabezaba la marcha pese al ofrecimiento del ailgratha. Esta vez imprimieron velocidad rápidamente, y se mantuvieron así durante bastante rato, forzando los caballos al límite. Pero el soldado sabía que tendría que relajar el ritmo si no querían reventar a los animales. Así lo hicieron, continuaron durante un buen rato a un paso rápido, pero suficiente suave como para dar algo de descanso a las monturas. Larrid seguía en silencio, y no dejaba de mirar alrededor, al horizonte, fijándose en todo cuanto lo rodeaba, pero sin decir una palabra.

Unas horas después, yendo al trote y alternando galopadas con un paso forzado, vieron como el sol iba desapareciendo a sus espaldas. Aun así, continuaron hasta que prácticamente la noche comenzó a cubrirlos de oscuridad, momento en que se vieron obligados a parar. Acamparían allí mismo, junto a unos riscos que asomaban tímidamente entre la hierba del suelo. Todo daba igual, solo tenían que dormir un poco, y continuar el viaje.

Larrid organizo un poco el pequeño campamento. Hallfrid y Edan serían los encargados de realizar la primera guardia, seguidos del enano y Grimbeorn. La tercera guarida correría a cargo de Freagulf e Ional. En esta ocasión, sería el propio Larrid, junto a Leofred, los que descansarían. Las guardias serian de apenas dos horas cada una, lo que le dejaría a cada pareja unas cuatro horas de sueño. El día siguiente seria duro.  El bardo, junto a Larrid, buscarían algo de leña para hacer una hoguera con la que calentarse, y dejar que Grimbeorn cocinase una buena cena.

Notas de juego

► Anotad el próximo turno como “Turno 402

► Recorréis 31 kilometros

► Tiradas de percepción para las guardias

 

► Resolución del próximo turno: martes 24-09-19

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21/09/2019, 09:49
Gwalin

Turno 402

Nuevamente tomaron las monturas y volvieron al camino. Gwalin no dijo nada, exceptuando sus sempiternos gruñidos y algún que otro improperio, aunque su cara era un poema: roja, sudorosa y constreñida, resultado de aferrarse a su montura de la forma más fuerte que él podía y concentrado en la ardua acción que suponía para él cabalgar.

Los breves descansos que hacían para que sus monturas no desfallecieran eran una bendición para el enano. Se relajaba de su estado de tensión y de concentración máxima, respiraba fuertemente mirando al cielo, como si se hubiera quitado un peso de encima. Acompañando todo esto lanzaba una oración.

-Gran Mahal, gracias por cuidar a esta montura en tu reino y hacer que siga un camino firme y seguro, para que yo siga en su grupa y no de bruces con tu elemento -agradecía el guerrero a su Dios el hecho de no caer del caballo y seguir de momento entero.

Al final la noche se echó encima del grupo y tuvieron que descansar. Gwalin estaba tan cansado del esfuerzo que para él era tener que cabalgar, que cenó poco, más o menos lo que cenaban los demás y no el doble como era su costumbre. Sin hablar, se preparó su sitio donde echar el saco y se arrebulló en la manta para dormir. Esto le llevó el tiempo en el que cerró los ojos. y dijo al grupo:

-Buenas noches, avisadme de cuando me toque la guardia -dijo y al momento empezó a roncar, cosa que casi nunca hacía.

- Tiradas (1)
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21/09/2019, 17:10
Freagulf

Turno 402

El ritmo imprimido estaba siendo especialmente algo. No estaban al punto de llegar a colapsar a las monturas, pero no estaba lejos. Mientras unos montaban el "chiringuito", sea cocinando o buscando leña, Freagulf sentía que cada vez estaban más cerca de algo. No sabía, pero lo presentí, así que antes de dar su típica ronda a las monturas, para revisar cascos, pezuñas y patas, y luego todo lo demás, dio una ronda alrededor del campamento. Quería ver si se podían ocultar de alguna manera unos ojos mal intencionados en la cercarnía. En la distancia, miraba a lo demás, en las diferentes labores. Incluso al enano, que le daba un poco de pena: - Parece que va a prendiendo a montar. Y sonrió. Bueno, y si de paso encontraba alguna especia, o algo, que pudiera ayudar a la comida, podría ser bueno también.

No estaba mal el avance realizado. Podrían haber conseguido unos pocos kilómetros más, pero se daba por satisfecho. Tras la ronda, se acercó a los caballos.

- La rutina de costumbre. Pensó resignado. No es que le molestase hacerlo, sino todo lo contrario. Era como un tributo al esfuerzo que esos animales hacían, pero sobre todo, porque el no tener las patas de los caballos en perfecto estado, reletizaría al grupo, o incluso podrían llegar a tener que sacrificarlo, con la consiguiente pérdida de movilidad, al tener que poner a alguien con otro, sin poder repartir pesos. Ahora requerían velocidad, y los equinos se la estaban dando, así que, que menos, que cuidarlos y mimarlos un poquito.

- Tiradas (4)
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21/09/2019, 17:35
Sven Ed´Rohir (Edan)

Turno 402

Tras una exigente marcha, llegó la hora de descansar. Edan juzgó que habían avanzado bastante aquel día, y dudaba que los orientales llevasen un ritmo tan frenético como el suyo. Estaba seguro de que ya debían encontrarse muy cerca. Al día siguiente probablemente les darían alcance. La idea del inminente encuentro hizo que el estómago le diese un vuelco. Por fin el momento que tanto temían y deseaban estaba a punto de llegar.
Haría la primera ronda acompañado de Hallfrid. Antes de ocupar su lugar, puso a punto su recién adquirida lanza sacándole algo de brillo y ajustando un trozo de tela en la empuñadura. Después de eso la afiló bien y aplicó un poco de aceite en la punta para que penetrase con facilidad.
También echó un vistazo al camino, buscando quizás algún rastro que le permitiese averiguar si los orientales habían pasado por allí, y por cuantos se contaban.

- Tiradas (1)

Notas de juego

Tiro Percepción.

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22/09/2019, 22:51
Ional

Turno 402

Inoal detuvo el caballo cuando Larrid ordenó dejar de cabalgar. Habían pasado casi todo el día a lomos del caballo, cosa que no le había molestado al joven dunadan pues le gustaba cabalgar. Además habían recorrido terrenos por los que Inoal jamás había pasado y eso le encantaba al montazaz.

Habían parado para dormir persiguiendo a los orientales y tras cenar un poco y escuchar el orden de las guardias la gente se empezó a ir a dormir. Vio al enano como pronto se buscó un hueco y se echó la manta por encima y se durmió. Para él el viaje había sido muy sufrido ya que no estaba acostumbrado a cabalgar. Así que sonriendo se despidió de él.

Que duermas bien maese Gwalin. Descansa pues mañana nos espera una jornada igual de dura a lomos de nuestros caballos. Aunque espero que sea más fructífero y podamos dar caza a los orientales.

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22/09/2019, 23:29
Leofred

Turno 402

La segunda jornada de viaje aquél día fue tan dura como la primera; y en aquella ocasión comenzaron a acusar el cansancio de llevar casi todo el día cabalgando. Por suerte solo tendrían que repetir ese esfuerzo un día más, o eso esperaban, para alcanzar a los orientales. La hazaña bastaba para olvidar el cansancio.

Ninguno parecía tener ánimos para una larga conversación alrededor de la hoguera; especialmente quienes harían la última guardia estarían deseosos de poder dormir lo antes posible, pero Leofred siempre aprovechaba el tiempo para una breve historia, una melodía o un chiste, y aquella vez no iba a ser menos. - Ojalá tuvieramos un poco de alimento élfico. En todas las historias se dice que era como mágico y daba energía para aguantar la marcha varios días. -

- La gente no lo sabe, pero en algunos relatos los trasgos también recurrían a algo similar. Lo suelen llamar el "bizcocho trasgo" y se describe como una masa recocida, pegajosa y cubierta de moho que les permitía correr grandes distancias durante una incursión nocturna. La explicación viene a decir que los trasgos apretaban el paso para hacer sus incursiones y conseguir carne de inmediato, porque si no, aquella noche se verían obligados a comerse el maldito bizcocho.

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24/09/2019, 16:02
Grimbeorn

Turno 402

La segunda jornada fue una repetición de la anterior. Alternando el trote con el galope para que sus monturas no desfallecieran, la comitiva apuró las horas de luz al máximo. Por su parte, Grimbeorn no dejaba de contar el tiempo hasta que pudiera darle un merecido descanso a sus posaderas. Le resultaba incomprensible que gente como Edan o Freagulf pasase tanto tiempo a lomos de un caballo, salvo que los rohirrim tuvieran algún truco o usasen sillas especiales, mucho más blandas y cómodas.

El tiempo discurrió sin nada que alterase la monotonía del viaje, excepto algún improperio ocasional de Gwalin, que se las veía y deseaba para seguir a lomos del animal. Presenciar aquello hizo pensar al norteño que lo suyo era poco menos que un inconveniente comparado con la desazón del naugrim, cuyo rostro enrojecía y su frente se bañaba en sudor al tiempo que se aferraba a las riendas con fuerza y tenacidad.

Sin duda, el alto para pernoctar fue bien recibido por el animista, que no tardó en ponerse manos a la obra cuando Larrid indicó que podían disponer de una cena caliente. Seguramente, eso mejoraría los ánimos y ayudaría a maese Gwalin a olvidar por unas horas que, al día siguiente, aun habrían de cabalgar.

- La sabiduría de las Wuitan cuenta que los trasgos, al menos los que anidaban cerca de Dol Guldur, podían viajar durante varios días seguidos sin pararse a descansar, comer ni dormir. Tal debía ser la robustez que, sin duda, la oscura brujería les había conferido desde su creación. - El animista intercaló aquella anécdota, mientras revolvía el guiso, cuando Leofred mencionó el "bizcocho trasgo". - Sin embargo, en cuanto a alimentos "mágicos", tal vez Larrid nos pueda hablar sobre el cram. He oído que es muy popular entre la gente del Lago. - El norteño confiaba en que la discusión sobre aquella "comida" aligerase el humor pues, por lo que sabía, ni siquiera la gente de Esgaroth apreciaba en exceso aquel producto de su cocina.

- Tiradas (2)
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25/09/2019, 04:46
Director

RESOLUCION TURNO 402
 

 

Sin tiempo que perder, ni luz para hacer grandes pesquisas sobre los alrededores, se centraron en buscar leña y encender un fuego. No tardaron en hacerlo, algunos arbustos y zarzas medio secos, sirvieron de combustible para una pequeña hoguera. El fuego era escaso, suficiente para calentar el guiso que Grimbeorn había estado preparando. Corto cebolla, zanahorias y algo de carne fresca, todo en trozos pequeños, mientras llegaba la leña. Sabía que no podía hacer un guiso muy decente, esos solían necesitar de varias horas para ablandar la carne y el resto de ingredientes. Al picar todo fino, el animista logro reducir enormemente el tiempo de cocción. En tan solo veinte minutos tenía un sabroso guiso, aunque su aspecto tan picado, parecía mas bien el de unas gachas.

Mientras la cena se hacía, el campamento se fue montando. Las tiendas, mantas y caballos, fueron dispuestos para la noche. Los animales se ataron entre sí, y a su vez a un saliente de roca, pero con la suficiente longitud de cuerda como para permitirles pastar a sus anchas. Por supuesto, y una vez más, Freagulf reviso las patas de los equinos para asegurarse de que no se habían dañado. Era algo rutinario para él, pero quizás también algo obsesivo, nunca estaba de más. Para cuando acabaron, el guiso estaba listo.

Avivaron el fuego con algunas ramas, se sentaron alrededor, y se dispusieron a dar buena cuenta de la olla. Leofred, volvió a deleitar con sus historias al grupo, aunque esta vez habló de la capacidad de los orcos de “reproducir” algo parecido al lembas élfico. Grimbeorn añadió a la historia el cram, una especie de bizcocho de los hombres de Lago, que se apuntaba a competir en su aporte de vigorosidad. Lo cierto era que, si alguien conocía bien aquella insulsa imitación, eran los enanos de Erebor, ellos compraban la mayoría de aquella galleta. En realidad, los esgarothianos no trataban de imitar nada, sencillamente habían hecho un alimento que aportaba energía extra, y servía para poder mantener a los viajeros por días. Larrid no conocía bien el cram, él era un etheod, no un habitante del Lago Largo. Así lo hizo saber, no hablo mucho más.

No tardaron, tras la cena, de irse a descansar. Aquella noche dormirían poco, lo sabían, y tenían que aprovechar cada minuto de sueño. Todos se acostaron, salvo Hallfrid y Edan, que harían la primera guardia. El cansancio hizo que nadie tardase demasiado en dormirse. Una guardia tras otra, la noche pasó tranquila. Solo el ulular del viento, y algún despistado roedor, pudieron romper la calma de aquel lugar. Cuando la luz del sol comenzó a iluminar tenuemente el cielo, Freagulf e Ional despertaron a todos.

El desayuno consistió tan solo en algo de manteca, pan y vino. Nada de viandas, dulces ni leche. Eran conscientes de lo que tenían por delante, una larga jornada de galope y, con suerte, una contienda al final. Llegarían cansados, pero era mejor eso que adentrarse en la Tierra de la Sombra. Recogieron, y para cuando el primer rayo de luz despunto por el este, el grupo ya avanzaba por el campo.

De nuevo, un ritmo marcial se impuso. Un paso suave al principio, hasta que las monturas hubieron calentado sus fuertes músculos, para después alternar un trote rápido, con un galope animado y pequeñas paradas de diez o quince minutos. No conocían otra manera de avanzar rápidamente.

Cuando el mediodía se acercaba, algo detuvo en seco la marcha. Dos ramas, a varios metros de la dirección que llevaban, les llamaron la atención. Estaban artificialmente cruzadas, alguien debía haberlas colocado asi…

Notas de juego

► Anotad el próximo turno como “Turno 403

► Os paráis, Queda una hora para el mediodía.

► Realizar todos sendas tiradas de percepción, por supuesto, ocultas.

 

► Resolución del próximo turno: viernes 27-09-19

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25/09/2019, 10:51
Gwalin

Turno 403

Gwalin se despertó renovado. Pese a que tuvo que hacer la guardia del medio, el hecho de volver a poder dormir un rato más le había renovado el cuerpo. Lo malo es que le tocaba otra jornada de montar parecida a la que había sufrido el día anterior y eso no le gustaba en absoluto al naugrim. Previendo esto, Gwalin desayunó copiosamente para tener fuerzas que le ayudaran a aguantar encima de la montura...y sus tensiones y agarrotamientos.

-Mmmmm, este guiso te ha quedado estupendo Grimbeorn -dijo dando cuenta de parte de lo que había quedado de la cena de la noche anterior-. Con esto y el desayuno, creo que tendré suficiente para aguantar durante toda la mañana -dijo en un descanso mientras engullía.

Salieron de nuevo al camino siguiendo el rastro de los orientales. Tras media mañana cabalgando, en la que el enano volvió a sufrir a lomos de su montura, en el camino encontraron dos ramas cruzadas que cortaban el camino. Al instante todos se pararon y miraron en su derredor por si algo se les echaba encima. Alerta, Gwalin escrutó los alrededores por si algo malo pudiera sobrevenirles.

- Tiradas (1)
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25/09/2019, 11:21
Freagulf

Turno 403

 

Fragulf, como explorador, desconfiaba de señales artificiales. Y lo primero que le vino a la cabeza fue precisamente lo más obvio y peligroso: - ¿Una emboscada? Su corazón se llenó de temor, y alzó el cuerpo, sin descender de la montura, para ganar margen de visión, en su ya de por si gran altura. - ¿Chicos, esto no será una emboscada y lo hacen para detenernos y lanzar alguna flecha? Con los ojos buscaba sitios donde encontrar gente oculta. Daba igual de que raza fueran.

Su mano fue a la empuñadura por instinto.

- Tiradas (2)

Notas de juego

Como he creído entender, hago dos.

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25/09/2019, 13:37
Ional

Turno 403

Ional junto a Freagulf hicieron la última guardia. Luego desayunaron y tras recoger todo el campamento continuaron el camino, cabalgando en sus monturas. Ional seguía contento de marchar por sitios que no conocía y con gente a la que apreciaba.

Pero cerca de mediodía, en el camino, decubrireron dos ramas cruzadas que les cortaban su avance. Todos se detuvieron. Ional sacó el arco y caló una flecha en el a la espera de lo que pudiera pasar. Miró a uno y otro lado para ver qué decubría aalgún enemigo y permaneció callado.

- Tiradas (1)