Partida Rol por web

Ered Nimrais, más allá de las Montañas Blancas

Cap. 5: Udûn

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13/01/2020, 01:03
Director

RESOLUCION TURNO 500
 

 

Con los cuerpos cargados y después de algunas curas, estuvieron dispuestos para partir. No había mucho tiempo, no sabían que ventaja les sacaba el enemigo. El oriental que había logrado huir si que les llevaba media hora, pero nada sabían del resto. Decididos, aun heridos, comenzaron de nuevo la persecución.

Disponían de un total de ocho caballos y una mula, suficiente como para llevar a los caídos y todos los pertrechos de los que disponían. Mas tarde, cuando dieran una adecuada sepultura a sus compañeros, podrían repartir aun mas las cargas y aumentar así su velocidad.

Cabalgaban deprisa, las monturas estaban descansadas y podían exigirles un poco más, al menos al principio. Su objetivo inmediato, así lo pensaba Larrid, era dar con el huido antes de que pudiera avisar a sus compinches. Si eso ocurría, las posibilidades de alcanzarlos se reducirían drásticamente, y de hacerlo estarían prevenidos y poco podrían hacer contra ellos. Su baza pasaba por cogerlos por sorpresa.

El grupo tuvo que bajar el ritmo un poco para que los caballos aguantasen, era difícil mantener un equilibrio entre velocidad y aguante. Con la ayuda del etheod Larrid, y del rohir Edan, incluso con la del campesino Hallfrid que algo entendía de animales, supieron encontrar esa armonía que los haría ir mas aprisa. Continuaron alternando el galope con el trote e incluso el paso, aunque la sensación de que avanzaban a un buen ritmo aun no era patente. La mula no era rápida, y sabían que en cuanto pudieran dejarla, se verían obligados a hacerlo para que no los retrasara. Eso seria en cuanto pudieran enterrar a los muertos.

Continuaron casi sin descanso, pararon pocas veces a descansar lo suficiente para recobrar las fuerzas y tratar de seguir el rastro dejado por el oriental. Era claro aún, y todos sabían hacia donde se dirigía. Al medio día se detuvieron un poco mas de tiempo, para comer algo de queso, chacinería y pan. Después se volvieron a poner en marcha hasta que el sol comenzó a bajar en el horizonte, era la hora de un merecido descanso.

 

- Tiradas (1)

Notas de juego

► Anotad el próximo turno como “Turno 501

► Jornada dura, tiradas de cansancio (N2). Una TR a N2 de 1d100+CON.
     Podéis ver el proceso en Tretas y Artificios

► Alguno que realice una tirada de Campamento (1d100).

 

► Resolución del próximo turno: viernes 17-01-20

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14/01/2020, 02:20
Gwalin

Turno 501

Gwalin no terminaba de acostumbrarse a las largas cabalgadas que estaban realizando. Pese a que no todo el tiempo cabalgaban a galope, reduciendo la tensión que sufría el enano al ir tan rápido a lomos de su caballo, al guerrero no le gustaba tener que estar tanto tiempo con ese medio de transporte. Pero como buen y estoico enano aguantaba y no decía nada, o solo algún gruñido por lo bajo. Gwalin símplemente apretaba sus mandíbulas, se acoplaba a su montura aferrándose con sus pequeñas y musculosas piernas a la silla y sujetando las riendas con dureza, tanto que sus nudillos estaban blancos de la fuerza con la que las aferraba.

Así, el naugrim agradeció que parasen a comer algo, poco, siempre poco, a su modo de ver, pero entendía que era solo para no desfallecer por el cansancio, en su caso doble, por estar tanto tiempo cabalgando. Además no debían demorarse mucho pues si no su presa se les escaparía.

-Grrrmmmm -gruñó levemente el enano fatigado por la cabalgada y la tensión a lomos de su montura-. No debemos demorarnos en demasía con este...este bocatín de comida ggrrrmmmm -volvió a gruñir, sin saber como llamara a aquella comida tan nimia. 

- Tiradas (2)

Notas de juego

Nagre, creo que he hecho bien la tirada, pero si no es así corrígemela.

Lo del campamento....bueno...quizás estemos comiendo en una ciénaga U_U

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14/01/2020, 13:35
Sven Ed´Rohir (Edan)

Turno 501

Las postreras luces del alba arrancaban destellos dorados de la cabellera del rohirrim, que se filtraba a traves del casco como un rio de juncos. Cabalgaba con la cabeza hundida, meditabundo. Miró a su izquierda justo por detrás de su hombro y echo un nuevo vistazo a los bultos que descansaban sobre la mula. Su gesto se torció en una mueca de consternación. El recuerdo de los rostros sin vida de Freagulf e Ional todavia permanecía vívido en su mente.

La mañana habia transcurrido sombria y silenciosa, una calma tensa tan solo interrumpida, de cuando en cuando, por los gruñidos crispados del enano.
Habian avanzado a buen ritmo hasta el mediodia, al menos todo lo rápido que la mula les permitia y ahora Larrid habia ordenado un alto para descansar y reponer algo las fuerzas. Edan se acercó a Larrid indeciso.

¿Como va ese corte? comentó finalmemte para romper el hielo si sigue igual de feo que hace unas horas, no aguantarás mucho si la lucha nos reclama de nuevo... no hacía mas que remarcar lo evidente, la herida del mercenario se abriría en cuanto este exigiese de nuevo a su cuerpo, al menos hasta que fuese debidamente tratada y el cuerpo descansase lo suficiente para que esta empezase a cicatrizar. Hubiese deseado no tener que ser él quien lo verbalizase, pero alguien debia hacerlo.

Las cosas se habían complicado, de eso no le cabía duda, y en aquellos momentos, capturar a aquel salvaje con vida, parecía, a sus ojos, la última oportunidad razonable de seguir adelante con aquella misión. Habian perdido dos hombres, y con Larrid seriamente herido y Grimbeorn y Gwalin magullados, su fuerza habia menguado considerablemente. Edan sentía especialmente la ausencia de Freagulf, probablemente uno de los pocos de aquel singular grupo que habian vivido la guerra. Su experiencia les hubiera sido de imestimable ayuda en las horas que seguian.
Por otra parte, sus presas eran todavia una incógnita. Si al menos consiguieran atrapar al oriental huido y lograban sonsacarle su número e intenciones, tendrían una manera de valorar el riesgo de continuar con su cacería. Eso es lo que pensaba.

Sentado sobre una piedra plana oculta tras unos arbustos, el joven asintió a las palabras de Gwalin mientras masticaba algo de jamón embutido en un trozo de pan.
Edan estaba seguro de poder dar alcance al oriental en apenas unas horas si se adelantaba con su montura, pero no se atrevió siquiera a sugerirlo, los cuerpos de los últimos que lo habian intentado descansaban ahora a merced de los gusanos, y con suerte sus almas viajaban ya rumbo a los salones de Mandos para ser juzgados y partir de este mundo según los designios del único.

Cuando terminó intentó incorporarse, pero notó un dolor agudo y cálido en los músculos. La adrenalina del combate y la dura marcha se habian cobrado su factura despues de todo. A pesar de que Edan apenas habia participado en la batalla, las articulaciones le ardian y los huesos le pesaban como fardos.
Estiró las piernas y se llevó las manos a la cintura para flexionar la espalda. El cálido beso del sol del mediodia inundaba el pequeño claro donde se habian detenido, Edan agradeció aquella tregua para espantar el frio que recorría sus huesos.

Deberiamos ponernos en marcha, quiero atrapar a ese cerdo antes de la puesta del sol.

- Tiradas (1)

Notas de juego

XD Gwalin nos ha buscado una cueva para enanos para descansar xD

Mala suerte. Fallo mi primera tirada de cansancio. Nagre, como me va a afectar eso?

Edito: Ya lo he visto en "Tretas y artificios" ^^'

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14/01/2020, 16:47
Grimbeorn

Turno 501

Retomar la persecución fue difícil tanto por el dolor de las heridas sufridas durante la escaramuza como por el desasosiego que dejaba el haber perdido a dos miembros de la comitiva. En realidad, al animista le preocupaba más el cómo los orientales podían haber matado a ambos ojeadores. Aun así, a pesar de detenerse ocasionalmente para aliviar el dolor del brazo allí donde la flecha había impactado, Grimbeorn logró ayudar a cargar los cuerpos de Ional y Freagulf antes de montar de nuevo.

Tras aquella experiencia, la siguiente jornada a caballo le parecía menos dura, tal vez por que al norteño se le antojaba banal quejarse de la incomodidad que le producía la marcha del animal tras perder a dos personas. Los altos fueron escasos para evitar que el oriental huido aumentase la ventaja que pudiera llevarles y, por supuesto, para poder rastrearle. El animista insistió en varias de estas paradas en usar la precaución, pues el fugitivo bien podía estar dirigiéndoles hacia una trampa o emboscada, una suerte de contingencia establecida por los orientales. No le parecía descabellado tras ver lo elaborado de su última treta. Además, habían localizado, posiblemente antes que a Ional y Freagulf, al contacto de Larrid, por lo que los orientales ya deberían estar sobre aviso respecto a la persecución.

La parada más prolongada, para comer frugalmente, sólo fue un pequeño alivio tras horas de galope y trote que retornaron tan pronto como hubieron calmado el hambre. Hasta entonces, Grimbeorn no se había parado a pensar en lo monótono que era el paisaje, con aquella vegetación rala y escasos arbustos y aun menos árboles dispersos aquí y allá. Pero no dejaba de observarlo, atento a señales que pudieran delatar a hostigadores, perseguidores o enemigos emboscados. Eso, unido a la atención que debía prestarle en ocasiones a las instrucción de los rohirrim sobre las monturas, hizo que el tiempo pasase casi inadvertido para el norteño. Pronto tuvo la sensación de que el sol descendía hacia el horizonte y la luz menguaba paulatinamente.

No tardó en sugerir buscar un lugar de acampada y previno contra seguir la persecución a la luz de la luna y las estrellas. La presencia de Gwalin tal vez podía suponerles una ventaja sobre los orientales, pero muy marginal. Y el enano tal vez lo sabía porque pronto puso su par de ojos a buscar el peor sitio posible para pernoctar. Grimbeorn se abstuvo de hacer comentarios, pero la dureza del suelo y las corrientes de aire que dificultaban hacer fuego hablaban bien alto de lo poco idóneo que era el lugar.

- Deberiamos revisar vendajes. - En su afán por no sacar a relucir la pobre elección del naugrim, al hombre del bosque se le ocurrió que sería mejor tema que discutir. Quizás por que él mismo había sufrido su ración correspodientes de heridas.

- Tiradas (1)
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14/01/2020, 18:10
Hallfrid
Sólo para el director
- Tiradas (1)
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15/01/2020, 01:46
Larrid

Turno 501

 

- Descuida Edan, sobreviviré a estas heridas, ha habido peores - dijo tranquilizando al rohir, si bien sabia que no era tan superficial como parecía. El etheod era un soldado, y aquel no había sido su primera pelea, ni su primera herida profunda. Temía un dolor muy intenso, y aunque la herida era reciente, temía que lo limitase de alguna manera. No era el momento de practicar para comprobarlo.

- Si, Grimbeorn, echemos un ojo a la herida - dijo pidiendo ayuda para quitarse la armadura. - Deberíamos de enterrar a los nuestros, preparar una hoguera, y descansar todo lo posible - sugirió, sin dar una orden categórica. - Hoy dormiremos poco, no podemos perder tiempo - Así era, si querían alcanzar al arquero, no podían permitirse descansar demasiado, aunque era la noche la que los impedía avanzar mas rápido - Edan y Hallfrid harán la primera guardia, Gwalin y Grimbeorn la segunda, Leofred y yo haremos  la ultima - dijo siguiendo el patrón ya instaurado. - Serán guardias de dos horas, saldremos antes del amanecer... Ahora demos sepultura a nuestros amigos como se merecen.

- Tiradas (1)
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15/01/2020, 20:40
Leofred

Turno 501

La jornada siguiente al encontronazo con los orientales fue muy dura, y mortalmente silenciosa. Ni siquiera Leofred estaba de humor para hacer ningún comentario, aunque ofreció a su mula para cargar con los cuerpos de Freagulf e Ional y no cargar demasiado a los caballos, ya que los necesitaban lo más frescos posible.

Aquella vez, ya prevenidos, Leofred no podía quitar ojo a los grupos de matorrales y escasos árboles con los que se cruzaban, se había vuelto paranóico y solo podía pensar en el siguiente lugar en el que les tenderían una emboscada, a pesar de que no había casi ningún lugar donde ocultarse a simple vista en las cercanías.

Pudo descansar un poco su mente cuando por fin se pararon a descansar. Comer ya no era su única preocupación, ahora tenían que cuidar sus heridas y asegurarse de que los caballos se recuperaban, era una suerte contar con Grimbeorn para aquellas tareas; y por la misma razón, cuando Larrid propuso que debían enterrar a los muertos Leofred se ofreció el primero. La única forma en que podía compensar su falta de utilidad en ese momento era hacer todas las tareas que pudiera para liberar un poco de la carga de los heridos.

- No será fácil cavar en este terreno, pero un túmulo de piedras mantendrá alejados a los carroñeros. Es lo mínimo que podemos hacer por ellos. -

- Tiradas (2)

Notas de juego

Sobre los caídos: Propongo enterrarlos con sus armas, pero no es necesario abandonar todas sus pertenencias. Habrá algo útil que quedarnos sin que se considere robar a un muerto, como una mochila, cuerda o antorchas.

Vuelvo a poner mis trampas de cuerdas por la noche *no muy bien por lo que parece xD.

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16/01/2020, 19:03
Sven Ed´Rohir (Edan)

Turno 501 ~ Despedidas

El muchacho asintió a las palabras de Larrid. El veterano soldado contaba con su confianza, pero Edan permanecía vigilante, había visto a demasiados hombres cabales ganar su perdición a causa de un incomprensible y (a su juicio) estúpido sentido del deber, o a otros mas juiciosos si cabe, dejarse llevar por la venganza para terminar con sus huesos decorando túmulos sin nombre. El rohir era un hombre de palabra y seguiria adelante mientras el deber lo reclamase, pero no pensaba perder la vida por unas cuantas monedas de oro, por muy necesitado de ellas que estuviese.

Sin mediar palabra ayudó a sus compañeros a bajar los cuerpos de sus camaradas caídos. Él se encargó de preparar a Freagulf, desconocía las costumbres de los Dunadan del Norte, pero al menos podria proporcionar un funeral de acuerdo a las costumbres de su gente para su compadre.
La tradición dictaba que se debía buscar un lugar al pie de una montaña para dar descanso a sus restos, mas alta cuanto mayor hubiese sido en vida el finado. Pero a falta de algo parecido un promontorio lo suficientemente elevado serviría para tal efecto. Se subió a la loma mas cercana y oteó las cercanias. Hacia el NorOeste encontró un túmulo que sobresalía por encima del resto al menos una docena de varas y se dirigió hacia el. Alli excavó un pequeño hoyo semicircular, con su parte mas alargada en direccion a poniente. El agujero fue menos hondo de lo que hubiese deseado, pero a falta de tiempo y herramientas apropiadas, fue lo mejor que pudo disponer.

Cuando hubo terminado, adecentó el cuerpo del Rohir como le fue posible. Limpio la sangre de su rostro con un paño húmedo y peino su cabellera con las manos desnudas. Le cambió la sobrevesta por una limpia y le quitó la manchada cota de mallas para dejar a la vista el simbolo Rohirrim de Burh Marlinge dibujado sobre el verde de su jubón, a pesar de la sangre que lo rodeaba, el simbolo permanecía curiosamente inmaculado.
Entonces paso su mano por la frente del explorador y cerró sus ojos, su expresión parecía haberse relajado, la cicatriz de su rostro apenas podia apreciarse tras la mata de pelo denso de su barba y poco quedaba ya del rostro adusto y serio que lo solia acompañar. A Edan se le hizo extraño no ver ese ceño fruncido que le caracterizaba.

Antes de echarle tierra por encima, cubrió su rostro con un pañuelo blanco y le puso la espada y el escudo bajo las manos que descansaban cruzadas en el pecho.
Cuando terminó, coronó el monticulo con unas piedras que Leofred le habia ayudado a buscar y recitó una sencilla oración para pedirle al Cazador que guiase su alma a traves de las sombras hasta el Salón de Mandos. Mientras lo hacía dejo caer un ramo de flores que había encontrado por la zona sobre la base de hito de madera que habia usado para marcar el lugar. Grabado a pulso de navaja en el dorso del poste, aunque toscamente podia leerse:

"Aqui yace Freagulf de Bur Ailgra; señor de los caballos.

Murió luchando en el servicio de su deber.

Que el Cazador guie su alma por senderos seguros"

- Tiradas (2)

Notas de juego

Creo que debía un post más. Aunque solo fuera por la aventura anterior.

Dejo tirada de Percepción para la guardia.

Me he equivocado con la primera. Te hago otra oculta Nagre.

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17/01/2020, 17:07
Gwalin

Turno 501

Las palabras de Larrid helaron al enano dos veces, llevando a su memoria dos pasajes que, si no había olvidado, las había dejado apartadas en un lado, como esperando que no hubiesen pasado. 

La primera era el hecho de que no podían seguir cabalgando más. Sin duda era una temeridad seguir de noche cabalgando para coger a su oponente. -Debemos descansar tanto por nosotros como por nuestras monturas. Si seguimos quizás nos cojan en una emboscada, como a lo mejor les ocurrió a nuestros compañeros -pensó en veterano guerrero, mientras soltaba un sonoro gruñido.- Grrrmmmmmmmmmmm

Y eso le llevó a la segunda cosa que le dejó helado: recordar a sus amigos muertos. La pequeña escaramuza contra los arqueros orientales y su posterior persecución a caballo, había hecho que pasase a un segundo plano. Pero ahora que tenía tiempo para que la memoria volviera a su sitio, esto cayó como una helada en una noche fría a cielo raso. Gwalin se acercó a los cuerpos envueltos en sus propias mantas para ayudar a desmontarlos. Cuando les quitaron las mortajas, aparecieron los rostros demacrados que la muerte trae consigo. Al verlos algo se removió en el estómago del enano. No era la primera vez que veía a un compañero muerto, pero eso no lo hacía más fácil.

Hacía poco que les conocía, pero la aventura hace que la gente se una más. Freagulf fue el primero que conectó con el naugrim, siendo de los del grupo con el que más conversaba, a pesar del humor de perros del enano. Su fuerte convicción en atrapar a los orientales y hacerles pagar por lo que habían hecho hacía que mantuviera la llama de la justicia a lo "enano": cabeza por cabeza. Y luego estaba el chico, Ional. Era el más joven y el más temerario. Siempre con una sonrisa en la boca y con unas ganas locas de vivir experiencias nuevas. Para él todo era una aventura apasionante, que luego contaría cuando estuviera en su casa...a la que ya no regresaría.

Gwalin ayudó a cavar las tumbas de sus compañeros y buscar piedras para luego amontonarlas encima de ellos a modo de túmulo. Tras poner a sus amigos en aquella colina que había elegido Edan, el naugrim talló toscamente unas runas con los nombres de sus dos compañeros en una piedra plana para que todo aquel que se acercara supiera quién estaba allí. La puso al lado del poste tallado que había dejado Edan. 

Gwalin miró por última vez el túmulo. Luego miró al horizonte, respiró hondo y bajó al improvisado campamento.

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20/01/2020, 02:28
Director

RESOLUCION TURNO 501
 

 

Quedaba poco para que el sol desapareciese en el horizonte, y no encontraban un buen lugar donde montar su campamento. Cuando el astro se ocultó totalmente, tuvieron que conformarse con salirse del camino y acomodarse en una explanada, antes de que la luz se extinguiera. Estaban muy expuestos al viento o la lluvia, y seguramente también a las miradas curiosas. No buscaron mucho más, tenían que descansar, curarse y enterrar a sus compañeros. Descabalgaron y se dispusieron a prepararse para pasar la noche.

Larrid distribuyó las guardias, organizando las mismas parejas que en noches anteriores. En adelante, todos tendrían que hacer uno de los turnos. Mientras encendían un fuego y Leofred montaba su sistema de alerta, Grimbeorn se dedicó a atender las heridas de sus compañeros. El que peor estaba era Larrid, pues la herida del pecho le dejaría por siempre una molestia al levantar el brazo, al menos había dejado de sangrar gracias a los cuidados del animista.

Con todo listo, había llegado la hora de enterrar a los caídos. Buscaron un lugar no muy apartado y cavaron tres hoyos, no demasiado profundos pues costaba remover aquella tierra seca y llena de piedras, además no disponían de una pala, por lo que tuvieron que usar sus manos y armas para hacerlo. Metieron los cuerpos sin mortaja, junto a sus armas en los hoyos, y los cubrieron con tierra. Remataron la tumba cubriéndola con piedras bien colocadas y clavando una gruesa rama con los nombres de sus compañeros. Edan incluso grabo en la del ailgratha un pequeño epitafio. El entierro trato de ser fiel a las sepulturas de los etheod, que debían de ser enterrados con sus armaduras y armas, sin mortajas y cerca de la montaña. También debía plantarse una semilla, para que en el futuro el alma del guerrero resurgiera como un robusto árbol. Hicieron cuanto se pudo para mantener la tradición, pero no disponían de semillas de ningún árbol, ni de ninguna montaña cerca.

Tras una silenciosa cena, se prepararon para descansar. La noche fue tranquila, nada perturbo el sueño de los viajeros. Guardia tras guardia fueron relevándose hasta que la claridad del cielo hacia patente un nuevo amanecer. Se levantaron todos, comieron algo rápido y se dispusieron de nuevo a marcharse. Esta vez distribuyeron las cargas en los caballos, dejando de lado la mula de Leofred. No podían llevarla o jamás alcanzarían al oriental. Disponían de seis caballos, eran buenos ejemplares, fuertes y capaces. Tres de ellos, los que llevaban Leofred, Gwalin y Edan eran algo mas grande mientras que los otros tres eran mas pequeños y ligeros. Tendrían que distribuir la carga adecuadamente para poder optimizar la fuerza y velocidad de los animales.

La cabalgado comenzó de nuevo, aun estaban cansados de la jornada anterior, sobre todo el bardo y el rohir que, por alguna razón, no habían logrado conciliar bien el sueño durante su turno de descanso. Todos acusaban los kilómetros recorridos, pero tenían que continuar con el esfuerzo. Su oportunidad pasaba por conseguir alcanzar al huido, que no avisase a sus compañeros, tener de su lado la sorpresa.

El sol fue alzándose frente a ellos, acompañando el camino con un agradable calor que contrarrestaba el helado viento que les pegaba en la cara. Según avanzaba la mañana vieron cómo, las ahora no tan lejanas, montañas de ceniza se elevaban impetuosas ante ellos. De igual modo el paisaje se volvía mas escabroso y peligroso. Innumerables rocas, afiladas, sobresalían por un terreno con cada vez menos vegetación. Rocas pequeñas, las mas peligrosas, parecían pequeños puñales sobresaliendo. También comenzaba a haber grandes peñascos, con brutas aristas, que podrían ofrecer buen refugio para descansar, aunque también un gran escondite para otra emboscada.

Rebajaron un poco el ritmo, antes del mediodía. A lo lejos vieron una zona mas despejada de aquellas peligrosas piedras, se trataba de un camino. No iba directo hacia donde se dirigían, pero seguramente sería un manera más rápida y segura de llegar, dando un rodeo. Se acercaron hacia el camino, para valorar si lo seguirían, o atravesarían el pedregal. Entonces escucharon un relincho, todos se pusieron en guardia de inmediato. Era débil, agonizante, delante, fuera del camino, había un caballo caído, se parecía al de Freagulf. Tenia solo la silla y las riendas puestas, y tenía una pata rota.

 

Notas de juego

► Anotad el próximo turno como “Turno 502

► Recuperáis 11 PV’s durante la noche.

► No hay por el momento penalización por cansancio. Tanto a Leofred como Edan, le aumenta el nivel para la próxima tirada, en la que si vuelven a fallar, si tendrán penalización.

 

► Resolución del próximo turno: miércoles 22-01-20

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20/01/2020, 02:29
Larrid

Turno 502

 

- Rápido, dispersaros - dijo de inmediato al ver al caballo herido, señalando a cada uno por donde tenían que ir - Edan, echa un vistazo al animal -  el mismo rodearia la zona para tratar de descubrir algún enemigo.

- Tiradas (1)

Notas de juego

Tirada de percepcion

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20/01/2020, 11:08
Sven Ed´Rohir (Edan)

Turno 502

La jornada estaba resultando hasta cierto punto apacible,o todo lo apacible que una persecución a traves de un terreno cada vez mas arido y rocoso podia resultar. El relincho del animal los puso una vez más en tensión.

A una sola voz de Larrid, todos se movieron con presteza. Edan oteó los alrededores, no estaba dispuesto a caer dos veces en la misma trampa, y solo después de repasar mentalmente todos los posibles escondites para una emboscada, se acercó a unos 40 metros y allí descabalgó. Nada mas tocar suelo, embrazó su escudo y comenzó a andar en dirección al caballo, siempre con cautela, y dejando al frente en la medida de lo posible aquellos arbustos y peñascos que con mayor probablildad podrian albergar enemigos a sus espaldas.
Probablemente el caballo se habia roto la pata en la huida apresurada del oriental. El terreno se habia vuelto demasiado peligroso como para galopar sin miramientos. Aquello debia ser una advertencia también para ellos. Sin embargo, Edan no recordaba haber distinguido el caballo de su compañero cuando el salvaje huyó, aunque tampoco podría haberlo diferenciado por la distancia. Pero aquel hecho, sumado a la proximidad del camino y los antecedentes que acababan de sufrir, bien podrian no ser una coincidencia.
si yo quisiese preparar una emboscada tampoco sacrificaria a un animal mío, y el camino me permitiría una via de escape rápida y segura. Por no hablar que una rotura de pata hubiese sido menos creible a partir de aquel punto. pensó.

El sudor le resbalaba nuevamente por la frente. Los nervios habian regresado, pero Edan los agradeció, pues lo mantenian despierto, alerta.

Cuando finamente llegó a donde el animal se retorcia de dolor, hincó una rodilla al suelo, le acarició el morro con cuidado de no sobresaltarlo y lo examinó Shh, shhhho! trató de calmarlo mientras maldecia por lo bajo ..cerdos salvajes! aquellos orientales no tenian ni honor, ni respeto, Edan aborrecía la gente sin principios como ellos. No eran dignos del suelo que pisaban y a cada minuto que transcurría su odio hacia ellos crecía como los brazos de una planta de trigo en un dia soleado.

Sin soltar su escudo, volvió a otear los alrededores y cuando Larrid le dió el "ok" pidió a sus compañeros que le acercasen una daga o una espada. Aquel animal sufria sin necesidad. Alguien debía proporcionarle descanso.

- Tiradas (1)

Notas de juego

Tiro percepción y oteo los alrededores antes de acercarme. Si todo va bien me acercó a unos 40 mtros y desmonto. Embrazó mi escudo. Y me acerco con cuidado.

Si todo va bien pido una daga para sacrificar al caballo. Salvo que Grimbeorn me detenga, no creo que tenga solución si la pata esta rota.

Preguntas: Hay arbustos o peñascos a menos de 30/40 metros del caballo donde puedan esconderse arqueros? De ser asi, esperaré a que mis compañeros esten todos situados antes de avanzar hacia el caballo.
DJ: Si, quitando en el camino, y en su lado occidental (por donde venís) comienza a haber muchísimos peñascos. Cualquiera puede esconder enemigos

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21/01/2020, 17:29
Grimbeorn

Turno 502

Enterrar a los compañeros caídos no supuso descanso ni satisfacción. Tal vez era por el cansancio de la persecución y el combate del día anterior, pero Grimbeorn no se encontraba en paz. Incluso aunque nada ocurrió por la noche que perturbase el descanso, se sentía intranquilo. Era una sensación molesta, como si fuera responsable por la muerte de Freagulf e Ional al no estar allí para ayudarles.

Pero el frío de la mañana pronto le dió motivos al norteño para olvidarse de aquellos sentimientos y centrarse en lo que tenían entre manos. Aun no habían dado alcance al oriental huido y la marcha les acercaba más a la cordillera que delimitaba el lado occidental de Mordor. El terreno incluso parecía presagiar la proximidad de una tierra que se había labrado una bien merecida mala fama, a pesar de que la Sombra había sido vencida al final de la Edad anterior. La vegetación retrocedía y daba lugar a roca desnuda, con afiladas aristas y peñascos que se elevaban a ambos lados. Al animista no le gustaba el aspecto de aquel terreno, que daba la impresión de no poder albergar vida... y ofrecer excelentes escondites para una posible emboscada.

Las conversaciones no eran frecuentes, por lo que Grimbeorn pasaba gran parte del tiempo oteando aquellas rocas con intranquila suspicacia. Pero distaba mucho de alarmarse sin sentido, a la primera de cambio, por cualquier ruido extraño. Por eso, el hallazgo de un caballo agonizando no le extrañó aunque si empezó a preocuparse cuando Larrid les ordenó dispersarse. El animista dirigió su montura algo más lejos de los peñascos y preparó su arco. Pero, aunque las peñas eran muy obvias, el norteño no dejaba de sospechar de la vegetación, sin importar cuan escasa fuera; un arbusto, por muy solitario que estuviera, podía ser usado fácilmente para ocultarse. Por eso, examinó con atención no sólo las rocas.

- Tiradas (1)

Notas de juego

Grimbeorn inspecciona visualmente el entorno, no sólo los peñascos, en busca de oponentes escondidos. Dejo tirada de Percepción. También saca arco y flecha, pero no carga.

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21/01/2020, 21:56
Leofred

Turno 502

La noche transcurrió sin que Leofred lograse conciliar un buen sueño por los remordimientos, constantemente acosado por pesadillas en las que no llegaba a tiempo de evitar que matasen a sus compañeros. Casi agradeció que lo despertaran cuando llegó su turno de guardia, pero tras amanecer el cansancio lo hacía dar pequeñas cabezadas mientras cabalgaban que le provocaban punzantes dolores de cuello.

El viaje y la monotonía del paisaje hicieron que Leofred no estuviese muy atento a sus alrededores, pasando las horas casi sin darse cuenta. No era consciente del tiempo que llevaban cabalgando cuando el súbito relincho casi lo hizo caer de su montura por la sorpresa. El caballo de Freagulf era todo un hallazgo, pero al igual que los demás, Leofred dudaba de que no se tratase de otra trampa de los orientales.

A la orden de Larrid, Leofred obedeció apartándose un tanto. Le costó un momento comprender que se trataba de una forma de evitar ser un blanco más fácil para las flechas, si es que estas llovían sobre ellos. Sin perder tiempo, el bardo sacó su ballesta y la recargó de inmediato; no quería estar desarmado si necesitaban combatir. Al mismo tiempo, echaba un vistazo a sus alrededores nervioso, sin saber que buscar; lo mismo miraba al cielo esperando ver una flecha volando hacia ellos, que al suelo buscando huellas que indicasen el paso de los orientales a los que perseguían.

- Tiradas (1)

Notas de juego

¿Seguimos montados? asumo que si

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22/01/2020, 14:49
Hallfrid
Sólo para el director
- Tiradas (1)

Notas de juego

Dejo tirada para ver como pasa la guardia nocturna. Evalúa el tema de los sentidos agudos del campesino, y su visión en la oscuridad. En un rato cuelgo post.

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22/01/2020, 14:56
Hallfrid
Sólo para el director
- Tiradas (1)

Notas de juego

Perdón, también dejo la tirada de Percepción para ver si hay alguna sorpresa en las inmediaciones del caballo caído.

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22/01/2020, 18:41
Gwalin

Turno 502

Gwalin logró conciliar el sueño y se levantó mejor de lo que hubiera pensado. Los recuerdos sobre la refriega del día anterior, pero sobre todo la muerte de sus dos compañeros aun merodeba por su cabeza. Para mayor infortunio para el enano, seguían manteniendo las largas cabalgadas para perseguir a sus enemigos, que si bien no gustaba al guerrero por lo menos mantenía ocupada su mente y no pensaba tanto en Freagulf e Ional.

El sol fue subiendo de temperatura y estar vestido con la armadura no contribuía en nada a rebajar el calor, ni la comodidad, aunque esto último al guerrero le daba más o menos igual pues se sentía muy cómodo con su vieja cota de mallas puesta. Y no quería encontrarse con otra emboscada desprevisto de armadura.

Gwalin miró las afiladas piedras que ahora poblaban los riscos cercanos. No le gustaba pues podían aparecer sus enemigos y darles una nueva bienvenida, así que cada poco el guerrero gruñía por lo bajo mientras miraba a su entorno por si algo aparecía por detrás de una afilada piedra.

-Grrmmmm. Malditos orientales -gruñía por lo bajo Gwalin esperando un ataque en cualquier momento.

Pero entonces escucharon los quejicosos relinchos de un caballo. El naugrim se puso alerta y miró en su derredor por si alguien aparecía. Entonces, delante de ellos, vieron a un caballo que iba cojeando.

¿Ese no es el caballo de Freagulf?...entonces seguro que lo ha dejado porque era de resercva y ya no le servía...aunque puieder ser otra treta... -Grrmmmmm

Inmediatamente Larrid les mandó separarse y rodear al animal mientras que mandó a Edan a ver el caballo. Gwalin desmontó, pues si había una refriega poco haría él montado a caballo, y ató su caballó a una rama cercana para que no se fuera corriendo.

Sacó su escudo y lo embozó con la izquierda mientras que con su derecha aferró su hacha con fuerza. Mientras se movía miraba por doquier esperando una flecha que surcara el viento en su dirección.

- Tiradas (1)
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23/01/2020, 03:15
Director

RESOLUCION TURNO 502
 

 

En cuanto vieron el caballo caído los nervios afloraron. Larrid dio ordenes a todos para rodear el terreno, separarse para minimizar el daño de las posibles flechas, y cubrir el terreno suficiente como para asegurarse de que no caerían en otra emboscada. Edan se acercaría a comprobar el estado del caballo, pero solo cuando estuviesen seguros de que nadie acechaba. Hallfrid y Larrid fueron los que mas se alejaron, cada uno por un flanco distinto. Los siguieron Leofred y Grimbeorn, también separándose por lados opuestos y siguiendo a sus compañeros. Gwalin descabalgó, se sentía mucho más cómodo con los pies en la tierra, para alejarse un poco hacia el interior de las rocas. Edan espero las noticias, o mejor dicho la falta de ellas, para acercarse temeroso al caballo.

El viento soplaba entre las rocas y mecía los pocos arbustos que crecían entre ellos. Antaño, en aquella tierra baldía no crecían mas que las zarzas y tan solo las alimañas lo poblaban. Poco a poco, tras la caída del Señor Oscuro, la vida volvía al cauce natural. La hierba comenzaba a crecer, tímidamente, pero de un vivo color verde. No podían verlos, pero seguro que los animales habían vuelto a corretear entre las rocas en busca de refugio. Pero no era todo aquello lo que buscaban ahora.

Demasiado largo se hizo el tiempo que dedicaron a asegurar la zona. No encontraron la presencia de ningún enemigo, por mucho que se empeñaron en encontrar a uno tras cada roca. Grimbeorn creyó escuchar algo, pero ni el ni sus compañeros pudieron sorprender arquero alguno, solo sirvió para alargar la batida. Finalmente dieron por seguro el lugar. Larrid volvió junto a Edan, que ya estaba junto al caballo herido. El resto mantenía sus posiciones, siempre atentos, ya no se fiaban de los orientales y razón tenían para ello. La muerte de sus compañeros los acompañaría durante mucho tiempo.

Edan reviso la pata del animal, no había nada que hacer, se la había partido. Larrid pudo saber que lo hizo con un saliente cercano, la sangre aun manchaba las aristas de la pequeña roca, y podía verse con claridad una huella profunda junto a ella. El rohir sabia que la bestia no sobreviviría con aquella herida, no comería, no bebería, y sufriría lentamente hasta su muerte. Resoluto, pidió una daga para terminar con el dolor. Larrid se la tendió y Edan la clavo profundamente en la base del cráneo para que fuese lo más rápido posible. El animal se durmió para siempre.

Las huellas que unos y otros encontraron parecían indicar que, el oriental huido, había tomado una ruta que atravesaba todo aquel campo rocoso lleno de peligros. Había pisadas de cuatro caballos, tres a partir del recién sacrificado, se perdían en aquel mar de piedra. No perderían más tiempo, había una oportunidad.

Larrid pretendía rodear aquel despropósito de rocas agujeros, si trataban de avanzar con rapidez por allí, seguramente sus caballos acabarían también muertos. No, como explico brevemente, creía posible dar alcance al oriental siguiendo el camino mas rápido, mas seguro. Un camino que venia de sur, y que iba hacia la derruida Puerta Negra dejando las rocas a un lado. Era más largo, pero si mantenían una velocidad adecuada, y alargaban la jornada, podrían lograrlo. Contaba con que el enemigo tuviese que ir con mucho cuidado, incluso con que se viese obligado a desatar a otro animal si corría la misma suerte que el del ailgratha. Todo aquello les brindaba una oportunidad si se daban prisa.

Sin mas dilación, se dispusieron para partir.

 

Notas de juego

► Anotad el próximo turno como “Turno 503

► Tirada de cansancio N2. Edan y Leofred, a N3

► Tirada de montar. No os preocupéis, es solo para determinar la distancia recorrida en función de la habilidad.

 

► Resolución del próximo turno: domingo 26-01-20

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23/01/2020, 03:16
Larrid

Turno 503

- Rápido, no hay tiempo que perder - dijo Larrid mientras volvía a subir a su caballo - En marcha, hoy no comeremos, solo cabalgaremos hasta el anochecer - estaba decidido a dar alcance al oriental, tenia esperanzas de acortar la distancia que los separaba, recorriendo el camino mas largo...

- Tiradas (2)
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23/01/2020, 10:42
Sven Ed´Rohir (Edan)

Turno 503

Edan limpió el filo de la hoja con un paño y se la devolvió a Larrid. Una pequeña mancha de sangre se extendió por la tela de su guante derecho. Nunca resultaba fácil sacrificar a un animal, especialmente a uno como aquel, pero a fuerza de costumbre, el pulso se había ido atemperando con el paso de los años. No era la primera vez que Edan lo hacía, había aprendido la mejor manera de su padre, y éste de su abuelo antes que él. Patas rotas mas allá de toda curación, pestes, mal de pezuñas, uno tras otro, decenas de caballos habían perdido la vida en sus manos, siempre en aras de un poco de misericordia, y a pesar de ello, siempre era distinto. Los caballos eran animales nobles y leales. El rohir habia aprendido a comprenderlos y a amarlos, casi como miembros de su família.
El joven montaraz se obligaba a mirarles a los ojos cada vez que hundía su cuchillo en su piel, sentía que era lo menos que les debía. Era su manera de acompañarlos en el duro trance que les esperaba, y era entonces, cuando el dolor del animal alcanzaba su corazón. Muchos, incluso entre los de su pueblo, se reirian si fuesen conscientes del profundo vínculo que Sven compartía con aquellos animales, pues ninguno como él seria capaz de percibir el brillo de aquellos enormes ojos oscuros, unos ojos cargados de comprensión. En ocasiones, las más, era miedo lo que veia, otras dolor, tambien habia cansancio y en alguna incluso orgullo y satisfacción.
En aquella ocasión no fue muy diferente, el animal tenia miedo y estaba confuso, Ed'Rohir podía leerlo claramente en sus ojos. Se habia visto arrastrado lejos de su dueño por un salvaje, que ahora lo había abandonado, lisiado y a su suerte. El hecho de que el caballo lo reconociese y se calmase un poco amtes del fin lo consoló en parte, pero eso no hizo menguar su rabia.

Las huellas hablaban de 3 o 4 monturas. Si ese era el número final de orientales, o tan solo una parte, seguia siendo un misterio, pero era el acicate que Larrid y el resto necesitaban para proseguir con la persecución. El propio Edan se forzó a creer en aquella posibilidad, y empujado por la reciente pérdida de sus compañeros asintió a Larrid con gravedad. De repente se sentía mas fuerte, tenían un deber que cumplir. Los orientales podian ser menos numerosos y probablemente estuviesen más cansados y peor alimentados, si les daban alcance montados a caballo, no tenia nada que temer. Al menos eso queria creer.
Estuvo de acuerdo con las explicaciones del Etheod. Cabalgar por el pedregal a aquella velocidad era una locura, o una temeridad en el mejor de los casos. Solo era cuestión de tiempo y de suerte que sus monturas terminasen como la del ailgratha más pronto que tarde.
Edan estaba convencido de que si lo que Larrid decia era cierto, por el camino darían alcance a los orientales si mantenían un buen ritmo.

Sin más demora, ensilló de nuevo y se dispuso a seguir a Larrid al frente de la marcha. Su rostro oculto por el casco esbozaba una severa expresión de venganza. El caballo cogió ritmo sin que Edan tuviese siquiera que espolearlo, una sencilla inclinación de su peso y unas palmadas en la base del cuello fueron más que suficiente para ponerlo al galope. Pronto el viento hizo volar su cabellera. El suelo se se precipitaba arriba y abajo en un frenético vaiven, cada vez más rápido. Las montañas de la ceniza se hacian mas grandes a cada golpe de casco y la Puerta Negra se acercaba. Edan miro abajo y vió como una gota de sangre se desprendía de su guante, no sabria afirmar porqué, pero algo le decia que aquella no sería la ultima que se derramaria aquel dia.

- Tiradas (2)

Notas de juego

Tiro Can y Montar

Mala suerte con la tirada de Can otra vez. Si he hecho bien los calculos termkno con un -20 a la actividad. T.T
La cosa no hace mas que empeorar. Me temo que no seré de mucha ayuda si les damos alcance antes de dormir.

Pregunta: Los pv recuperados estan sumados en amparo del peregrino?