Partida Rol por web

Partida 101 (Partida 1, Mano 01)
​Banca: Edan

Solo Leofred se animó a echar una partida con Edan. Por como movía las cartas, y el hecho de llevar una encima, denotaba que no se le debía dar mal los juegos de naipes. Tras explicar brevemente las reglas, se dispusieron a jugar. Edan repartio una sola carta a cada uno, comenzando por el bardo.

El rohir quedo a la espera, pues en cuanto su amigo viese la carta, debería de apostarse alguna moneda. No perderían demasiado, solo querían echar un rato ameno

Leofred recibe un:

3

Edan recibe un:

5

Partida 101

- Bien, juguemos... Apuesto 3 estaños, venga una carta. - dijo Leofred

Partida 101​

Edan le sirvió, boca arriba, la carta que había pedido. Un 2 se mostró sobre la mesa.

Leofred dudó un poco, pero finalmente pidió una nueva carta, valía la pena arriesgarse.

Partida 101​

Sobre la mesa se tendió una nueva carta. De nuevo, un dos apareció ante los jugadores.

- Creo que he de plantarme amigo mío - dijo sonriente el bardo, estaba satisfecho.

Era el turno de la banca. Edan debía de decidir lo que hacer, y tenia que pensar lo que su contrincante podía llevar. Se había plantado con un cuatro, y no se había pasado... ¿llevaría un total de cinco, o de siete) Era difícil de saber. El rohir pidió una carta

Partida 101​

Giro una carta, bocarriba, para ver un siete. Se había pasado, pues su primera carta había sido un cinco. Leofred ganó esa primera mano al plantarse en siete.

Partida 102

Esto ha sido un ejemplo, sigamos!!
​Vuelve a jugar primero Leofred, aunque ha ganado, no ha sido capaz de quitar la banca.

Partida 102

Leofred saca un caballo (1/2).

Partida 102

Edan saca un caballo (1/2).

Partida 102

Finalmente, tan solo Leofred se animó a participar en la timba. El bardo parecía entusiasmado con la idea de un poco de diversión. Edan debería tener cuidado, el dicharachero trovador asemejaba estar curtido en mil y una tabernas, si no se cuidaba era posible que le desplumase el poco dinero de que disponía, de modo que propuso un juego sencillo para empezar, y las apuestas estarian limitadas. No era cuestión de generar tensiones a aquellas alturas, y el Rohir sabia mejor que nadie que las tensiones eran algo inevitable cuando habia monedas de por medio.

Que Araw reparta suerte amigo... dijo al tiempo que deslizaba la primera carta oculta en su dirección...y que venga toda conmigo terminó sonriente.

Partida 102

Una vez tuvo un momento para observar su carta, Leofred dedicó una amplia sonrisa a Edan. Al fin y al cabo los juegos de azar se trataban de aquella sana competencia, un poco de altivez que no llegara a convertirse en prepotencia, un momento donde un hombre podía demostrar su coraje e imprudencia sin enfrentarse a un riesgo real, salvo tal vez el de perder hasta la camisa si no aprende cuando parar.

- La suerte puede ser buena o mala, es veleidosa, Edan. Yo prefiero encomendarme a la diosa Fortuna. - aún con aquella sonrisa en el rostro colocó de nuevo su naipe boca abajo. - que no se diga, apuesto 3 estaños. A ver esa carta -

Partida 102

Edan sonrió y saco una nueva carta. Lo hizo mostrándola abiertamente a todos los curiosos.

Un cuatro apareció ante todos.

Leofred miro dubitativo. No se había pasado, de lo contrario tendría que decirlo y perdería su apuesta. Ahora tenia que plantarse, o continuar...

Partida 102

Leofred se quedó mirando la carta, dubitaivo. Un 4 era un numero complicado, Lo suficientemente bajo como para perder, pero no tan alto como para ganar, y su otra carta se lo ponía aún más complicado...

- Quiero una nueva carta, boca abajo. - Dijo al tiempo que revelaba su primer naipe oculto, un caballo. En aquél momento sumaba 4 puntos y medio.

Partida 102

Leofred recibe un 2 oculto.

Partida 102

Con un asentimiento de cabeza al ver su carta, Leofred giro sus naipes en horizontal, señal de que no quería más cartas. - Suficiente, aquí me planto. Tu turno, Edan. -