Partida Rol por web

Escape de la Isla de la Muerte

Escena II (B): Rinascere (Orologgio di Orivanni)

Cargando editor
09/12/2016, 23:52
NAVEGANTE

Despertó y ya no se encontraba sobre la roca si no en un mullido lecho de hojas y ramas sobre el suelo. Sintió la calidez de un fuego próximo que había secado sus ropajes y calentado su cuerpo.

Al abrir los ojos descubrió que se encontraba dentro de una pequeña e improvisada choza de paredes de ramas y hojas de forma cónica. Simple pero bien construida.

Oía el soplido del viento en el exterior, pero parecía que la tormenta había amainado. A pesar de ello, en un resquicio de la entrada entre las ramas de las paredes y una piel que hacía de puerta vislumbró el cielo nocturno estrellado.

Notas de juego

Recupera un Punto de Drama. Pasa de 3/4 a 4/4

Cargando editor
09/12/2016, 23:58
Toa Rappa

Conan the Barbarian OST - "Atlantean Sword" - Basil Poledouris

 

 

Había un hombre sentado junto a él dentro del tippi. Era un individuo negro, de muy avanzada edad. Vestía tan solo un taparrabos y sus ojos muertos reflejaban una ciega mirada. Iba descalzo.

-¿Estás bien?- Orologgio se sorprendió al descubrir que el nativo hablaba la lengua montaigne *.

Sintió también algo en la espalda a la altura de la herida. Una sensación fresca y de alivio.

-Medicinas buenas. Deja, deja.- Hizo gesto con la mano para que no se moviera. -¿Entiendes lengua de hombre blanco?- Insistía en hablarle en montaigne.

A decir verdad, a pesar de que aún sentía la herida en la espalda, el vodaccio se encontraba bastante mejor.

El negro ciego palpó buscando con su mano el suelo de la cabaña hasta encontrar algo depositado en el suelo. Al encontrarlo lo elevó. Era un sencillo cuenco de madera. Aproximó este a los labios de Orologgio: -Bebe, bebe. Muy bueno.- Orologgio vió que el cuenco contenía lo que parecía agua caliente con diversas hojas flotando en la superficie.

 

- Tiradas (1)

Tirada oculta

Motivo: Medicina Toa Rappa (Medicina 6 + Intelecto 7)

Dificultad: 0

Habilidad: 6+7

Tirada: 5 7 9

Total: 7 +6 +7 = 20 Éxito

Notas de juego

* Orologgio conoce bien al lengua montaigne y puede hablar en ella.


Debido al descanso, Orologgio recupera los tres puntos que había perdido cuando intentaba llegar a la playa (daño no letal). Así pues pasa a 9 perdidos/ 15 totales

Tras finalizar la escena la mitad del daño sufrido en la escena se "consolida". Pasa a tener 5 perdidos/ 15 totales.

Además, gracias a la atención médica de este individuo (que activa su Aspecto "hombre medicina" para hacerle recuperar el dado C de su tirada de atención médica en vez del dado m) Orologgio recupera 7 puntos de Resistencia, suficienet para recuperarlos todos.

Orologgio se queda en 0 perdidos/15 totales y ya no sufre penalizador alguno a las tiradas.


Por cierto. Orologgio ha llegado a tierra con (a parte de sus ropas) una sóla pieza de equipo. Piensa qué es lo que deseas que tu personaje tenga encima. Puede ser una herramienta o un arma, si así lo quieres.

Cargando editor
11/12/2016, 14:35
Orologgio d'Orivanni

 

Merci merci. Oui,.. un peu. Dijo con una voz rasposa de dudoso volumen que apenas lograba despegar los labios para salir.  

Tomó un incierto sorbo del brebaje aquel.  Luego otro largo.  Sabía tan bien esa agua dulce caliente sobre su garganta lastimada por el agua salada, que pareció el cartógrafo por un momento recuperar casi todos los sentidos que había perdido entre los escollos y astillas.   Et d'autres?! -se incorporó espantado y volteó a todos lados.  

Se trató de incorporar, le dolía el cuerpo, y salió empujando la puerta de piel de aquel refugio para ver si veía al barco y los demás pasajeros y marineros.   Et d'autres?!!  Parecía rudo con su salvador, o con Theus, pero era el espanto el que hablaba.

¿Dónde están mis compañeros del barco? ¿Sabe? ¿Sabe qué pasó con el navío en las rocas?  -entró a decirle de nuevo, ojos azorados de su suerte, y temeroso por la de ellos. 

De su ropa colgaba algo pesado.   Vio con sorpresa que era un catalejos.  Aquel que estaba recién reparado y que por algún motivo había quedado en su cama al dormir, ahora estaba atado a una cuerda hecha de los jirones de su camisa. 

 

Cargando editor
13/12/2016, 18:03
Toa Rappa

Cuando Orologgio preguntó por otros el anciano hombre de color se llevó la mano a la barbilla, mesándose los cuatro los pelos que allí tenía. -¿Otros? ¿Hay mas?-

Entonces el vodaccio se levantó con premura, retirando la piel para observar al exterior. El negro, con calma, le siguió.

Fuera, Orologgio contempló un áspero paisaje. El tipi se encontraba al borde de un acantilado. Posiblemente el mismo contra el que la nave en la que Orologgio viajaba se había estrellado. Mirando hacia el mar, la línea de acantilados se extendía hacia su derecha hasta donde alcanzaba la vista.

Se giró sólo un momento para mirar lo que había a su espalda. La pradera que se encontraba a su espalda se elevaba suavemente (en una suave cuesta) formando colinas brumosas, sus cerros cubiertos de nieblas, que no permitían ver lo que habría más allá. Lo que si distinguió era una arroyo o torrente que descendía a lo lejos por una de las colina de forma muy abrupta, formando rápidos y cascadas hasta una laguna muy a lo lejos, en una llanura más allá de un bosque.

Mirando hacia el mar de nuevo, a su izquierda el acantilado descendía abruptamente hasta una playa, la cual se extendía también a su izquierda hasta donde alcanzaba la vista.

Creyó ver un sendero o ruta descendiendo por la pared desde la parte superior del acantilado hasta la playa, aunque la ruta parecía descender abruptamente y resultar peligrosa.

Desde la playa hacia el mar se extendía un bálsamo de cristalinas aguas delimitado por una linea de rocas u arrecifes que discurrían paralelamente a la linea de playa, a unos cientos de metros. Más allá de esa línea natural de rocas el mar se mostraba embrabecido. Fue en esas rocas cual línea de dientes en las que creyó ver una enorme silueta. Quizás era la nave, o sólo una roca. Era difícil saberlo en al oscuridad de la noche.

Allí abajo se veía una línea de palmeras paralela a la playa, tras las cuales se daba entrada a un frondoso bosque que se extendía desde la playa hacia el interior.

También pudo distinguir un sendero que surcaba el bosque más abajo. En principio el sendero discurria paralelo a al playa desde quien sabe donde, para girar al acercarse al acantilado para dirigirse hacia el interior. El sendero se adentraba aún mas y mas en el bosque para atravesarlo y  salir de él muy lejos hasta una lejana llanura en cuyo extremo alejado distinguió una laguna. Una laguna interior. La misma laguna a la que llegaba el torrente que vio descender antes abruptamente por la colina.

Había algo en la costa más alejada de la alguna, pero con la oscuridad o al lejanía no podía verlo.

Y más allá de la laguna, de nuevo las colinas que no dejaban ver lo que había al otro lado.

Miró hacia el extremo opuesto al que se dirigía el sendero del bosque que discurría paralelo a la playa. Parecía seguir paralelo la costa hasta un punto lejano, al extremo de la isla, a las cercanías de lo que parecía ser una especie de túmulo o montículo cubierto de enredaderas.

Pero para ser un montículo tenía una forma demasiado... triangular. Como una pirámide truncada.

Hacía el lado totálmente opuesto. Bueno, los acantilados continuaban bordeando la costa de la isla, con la pradera a su derecha. Y Orologgio distinguió que si seguía hacia esa dirección bordeando el acantilado la isla terminaba también abruptamente en otra costa norte cubierta de acantilados.

Luego volvieron a entrar al tipi, donde Orologgio preguntó por el barco y sus tripulantes

-Oí el barco, pero no lo he visto.- El hombre negro se señaló las orejas y luego sus ciegois ojos. -A pesar del bramar de los espíritus de la tormenta, el viento me trajo los gritos de los muertos.-

-Lo siento. No se donde está tu tribu, o quienes están vivos. Sólo te encontré a ti.- Señaló a Orologgio.

Cambiando de tema, mientras el vodaccio cogía el telescopio le dijo: -Tu no perteneces a la tribu de Dul Motte, ¿verdad?. Hablas la lengua del hombre blanco... de forma distinta.-

Cargando editor
13/12/2016, 21:47
NAVEGANTE

Cargando editor
14/12/2016, 10:51
NAVEGANTE

Notas de juego

Por cierto, lo del telescopio me ha gustado mucho. Es bastante original respecto a lo que los otros jugadores eligieron como objeto inicial, así que te doy un punto de Drama por la idea. Pasas de 4/4 a 5/4 Puntos de Drama, ya aplicado en al ficha.


También te quiero pedir un favor. Si puedes escribir con mas asiduidad te lo agradecería.

Sería momentáneamente, tan sólo para acelerar el encuentro de tu personaje con el resto de personajes jugadores de la partida, que andan algo adelantados. A decir verdad, están adelantados en la linea temporal respecto a tu personaje.

Pero tampoco te quiero meter presión. Si no puedes tampoco pasa nada.

Tampoco es que me queje de tu ritmo de posteo, ojo. La verdad que reconozco sueles contestar bastante rápido en la aprtida, y suelo ser yo el que tardo más en contestar.. 


Ademas, por simplicidad, he decidido elimiar de la parte Ficha el cómputo de Drama y lo he metido en la sección Notas. Así tenemos todos los elementos variables de la ficha en un sólo sitio (la sección Notas). Espero que no te importe.

Cargando editor
16/12/2016, 06:36
Orologgio d'Orivanni

 

Orologgio se apenó por su torpeza en decir lo de "haber visto", y en eso sintió el peso del catalejos en su muslo.  Lo tomó apresurado para aprovechar las últimas trazas de luz del día, apuntándolo donde creía que estaría el encallamiento del barco que lo sorprendió por no estar tan destruido como se lo imaginaba.  Pensaba en cómo bajaría por los otros marineros y pasajeros que a lo mejor yacían en la playa.  Agitado se movió a una mejor posición para hacerlo cuando se detuvo de súbito.  Se daba bien cuenta de lo que había pasado.  Se volteó hacia el hombre, tomó sus manos entre las suyas, y uniéndolas al centro, cerca de su pecho, le dijo de corazón.

Antes de nada, déjame darte las gracias del fondo de mi alma por lo que has hecho por mi.  Mi nombre es Orologgio.  ¿El tuyo?  

 Tus acciones son de una solidaridad y valentía que me refuerzan mi creer en la posibilidad de la humanidad.  Espero que la vida me permita corresponderte de manera similar, o que nunca haya necesidad, que mejor aún sería.   Lo soltó, despacio, en un gesto de respeto y agradecimiento profundos.    

Perdón.  Ahora si se acomodaba para seguir la línea de costa hasta encontrar el lugar donde por última vez vió el barco.  Debo buscar con este aparato de recién invento y refinación en mis tierras que acerca la vista a la distancia.  

Ah, no, no se de ningún Dul Motte.  Yo soy de Laurentia, que es mi isla, en Vodacce, que es mi nación.  Tomó una planta de flor tropical compuesta que estaba ahí cerca, en el piso, ya con escarabajos y algún gusanillo convirtiéndola gradualmente en humus de nuevo.  Se la puso en las manos a su rescatador.  Si una tribu fuera un pétalo de esta flor, la nación sería como la flor entera.  Y los animalillos en ella son sus jefes, sus caciques, algunos polinizan, otros se la comen, pero todo parte de un equilibrio que no vemos es.  ...mmm.... En todo caso, así me lo explico.

¿Barco barco, donde estás?  ¿Sobreviviste tu Eissenio fanático de la muerte? 

¿Cuántos días han pasado desde que me rescataste?  Le dijo sin quitar la vista del catalejos, amable, pensativo.  Ahora caía en cuenta que no había sido ayer.

 

Cargando editor
16/12/2016, 12:11
Toa Rappa

El anciano se sorprendió un poco por la emotiva demostración de agradecimiento de Orologgio, y el correspondió dándole un abrazo acompañado de palmadas en la espalda. Como este era bastante más menudo que el vodaccio, practicamente hundió su rostro en el pecho de Orologggio al hacerlo.

Luego se separó del vodaccio sonriente, mostrando su dentadura casi vacía de dientes sanos. -Mi nombre es Toa Rappa.-

Cuando Orologgio le explicó la alegoría, el negro asintió: -Si. Entiendo. Entonces, el mundo es mas grande de lo que pensaba.- El ciego "miró" al horizonte marino, más allá del acantilado. -Algo de eso me explicó el Hombre de la Cruz.-

Se quedó un poco cabizbajo antes de añadir: -Yo nací en esta isla, y siempre he vivido aquí. Antes yo pertenecía a una tribu, pero ya no existe. Dul Motte mató a muchos, y se llevó a unos pocos.-

-Pero algunos escaparon, y se escondieron, creo, y yo los estoy buscando. Pero no encontré a ninguno. - Luego miró a Vodaccio. -Pero tú. Sigue, sigue buscando a los tuyos con... el palo mágico.-

Se le queda mirando un momento y le dice al vodaccio: -¿Eres un brujo como Dul Motte o un hombre-medicina, como yo?-

Al mirar por el catalejo, Orologgio pudo ver más claramente que, efectivamente, los restos de la nave se encontraban embarrancados entre los "dientes" rocosos de una linea de rocas y arrecifes que discurrían paralelos a la playa. Entre la playa y esos arrecifes las guas del mar formaban una especie de "piscina" de aguas tranquilas y aparentemente no muy profundas. Más allá de la línea de arrecifes, el mar abierto donde las olas batían el costado de la nave, aunque de forma mucho más suave que la noche anterior.

Pudo comprobar que el navío estaba practicamente partido por la mitad, con la panza abierta dejando ver la bodega en dirección a la playa. Estaba tumbado de costado, con lo poco que quedaba de los mástiles y cubierta en dirección al mar y la barriga dando a la "piscina" de aguas poco profundas.

Inspeccionó también la playa en busca de supervivientes, pero no pudo ver a nadie, salvo restos, fragmentos de madera del barco.

También creyó ver una serie de huellas claramente marcadas en la arena de varios individuos que desde la playa se dirigían hacia el interior del bosque. Parecían haber estado también revisando cerca de la base del acantilado, donde el sendero abrupto subía desde la playa a lo alto del acantilado donde ahora Orologgio se encontraba con el nativo.

¿Cuántos días han pasado desde que me rescataste?  

-La noche de la tormenta no fue esta bajo la que ahora estamos, fue la noche anterior.- Pareció aclarar. -Has estado un dia dormido.-

Mientras Orologgio seguía mirando, añadió: -Tengo que ir a por agua. No tardaré mucho.-

Ve que el negro entra en el tippi y sale con un pellejo: -Volveré antes de que salga el sol. ¿Puedes esperar hasta que vuelva?- Orologgio no sabía cuanto quedaba para salir el sol, pero parecía noche profunda, unas par de horas al menos.

Toa Rappa se da la vuelta, empieza a alejarse en dirección a las colinas, y añade: -No alejes mucho. Tú no conoces, isla muy peligrosa. Si vas a mirar por ahí, vuelve antes de salir el sol. Nos vemos otra vez aquí antes del sol.- Poco a poco se aleja del borde del acantilado caminando hacia las colinas.

 

Notas de juego

FALLO MIO: Me confundí antes. El apellido que debí usar no era Du Toille, si no Dul Motte. Siento mucho el error, seguramente debido a que se mencionan varios PNJs Montaigne en la partida.

Edito todos los mensajes anteriores (incluso lso tuyos) para que expresen el mismo nombre.

Cargando editor
16/12/2016, 13:58
Orologgio d'Orivanni

 

Veo huellas de los restos de mi barco.  En cuanto amanezca bajaré a la playa a buscar sobrevivientes.  Quizá esas huellas sean de ellos, o de quienes los rescataron (o se los llevaron).  En todo caso Toa, la bodega de mi nave podría tener otras cosas útiles para mi, para nosotros.

Gracias por ir por agua .  Se quedó ahí, mirando como el viejo se iba, agradeciéndole a Theus por su presencia y rescate. 

Descansó un poco aun mirando hacia la zona de la playa, asegurándose de que tenía las fuerzas para regresar.  Pensó en lo dicho. ¿Dul Motte, un montaigne?   ¿Asesinó a toda una tribu? 

Buscó entre sus recuerdos de explorador, y de científico, si había oído hablar de alguien así, alguien que viajara hasta esta isla, alguien con la reputación de esclavista o destructor.  Tenía que tener una organización, sancionada o no por su Estado.  Mercenario o empresario de la muerte. 

Ya tengo como corresponderle a Toa-Rappa. -pensó, desafiante. 

 

Cargando editor
16/12/2016, 15:43
NAVEGANTE

Orologgio vio al nativo alejarse por las inclinada praderas en dirección a las colinas, hasta que este se convirtió en un punto en el horizonte.

La noche era tranquila y las estrellas brillaban en el cielo nocturno. El aire traía el olor del mar y el sonido de las olas contra el rompiente.

Notas de juego

Puedes hacer una tirada de "Intelecto + Profesión" para intentar recordar algo sobre "Dul Motte".

La dificultad base es 15, pero obtendrás más información cuanto más saques. 


A parte de esto ¿Orologgio se limitará a esperar al Toa Rappa y no va a hacer nada más hasta el amanecer?

No estoy diciendo que sea una mala decisión ni nada de eso. Es para, si me confirmas ques es así hacemos un salto temporal hasta ese momento y sigo avanzando la trama.

Cargando editor
17/12/2016, 17:57
Orologgio d'Orivanni

 

No era prudente salir con esta noche a bajar por un acantilado que no conocía.  Haría las cosas peor, quizá hasta para el hombre que buenamente lo había rescatado y no se lo merecía ver desperdiciado así su esfuerzo de regresarlo a la vida.  Así que Orologgio decidió quedarse ahí, y se dedicó a revisar la playa desde donde estaba con su catalejos.  Por si veía algo más.  

Un día había pasado, y los supervivientes se habrían movido a buscar agua fresca.  Y Toa hubiera oído a otros heridos como él, y dijo que nada.  De todas formas lo comprobaría, para que su alma estuviera en paz, en unas horas.  Metódico revisaba el espacio desde las rocas hasta la playa, y de ahí lo que podía ver al interior, deteniéndose en cada objeto inusual.  También recorría lo que la luna le permitía ver de su entorno mayor.  Era de hecho una ventaja estar tan alto como lo estaba él ahora.

Y en eso empezó a rememorar lo que sabía de Dul Motte, que ,entre más caía en cuenta, era más de lo que imaginaba que sabía.  Entre exploradores se sabían muchas historias, sobre todo de quienes iban a nuevos lugares, con propósitos mal o bien intencionados, y sus resultados.  Nadie estaba lejos del intercambio de información clave ni del cotilleo.  Y menos alguien como Dul Motte hubiera pasado desapercibido por Orologgio y sus colegas.

 

- Tiradas (1)

Motivo: Saber de dulMotte

Dificultad: 15

Habilidad: 7+8

Tirada: 3 9 10

Total: 9 +7 +8 = 24 Éxito

Cargando editor
17/12/2016, 23:08
NAVEGANTE

Orologgio sabe que "Dul Motte" es un apellido. El apellido completo sería Gaulle Dul Motte. Es el apellido de una noble familia montaigne. Todo aquél con este apellido es un aristócrata con tierras y propiedades.

A pesar de pertenecer a la nobleza, los Dul Motte no cuentan con una gran influencia política en Montaigne. O al menos no tanta como otras familias nobles montaignenses. Ello es debido a que los Gaulle Dul Motte viven bastante apartados de las corte y de sus tejemanejes. Son bastante aislacionistas y suelen recluirse en sus apartadas propiedades rurales y sus castillos, apartados de la vida política montaignense. No sólo los Dul Motte, si no también los campesinos de sus tierras son aislacionistas, reclusivos y no les suelen gustar los "forasteros".

Los Dul Motte son una familia con una muy elevada educación. Pero no adquieren esta acudiendo a renombradas academias o universidades, si no que son autodidactas o bien reciben la educación en sus propiedades de mano de tutores, o de otros familiares.

Un Dul Motte contará con una abultada biblioteca privada dentro de su palacio. Gran parte de la misma será una herencia de sus antepasados, e irá aumentando el tamaño de la misma con sus propias aportaciones.

Existen diversos rumores. Se dice que este interés por el conocimiento de los Dul Motte tiene una vertiente siniestra. A menudo hay algún hechiceros dentro de las familias nobles montaigne, pero se dice que los Dul Motte la cualidad hechicera es extraordinariamente común, y más poderosa que en otras familias. También se dice que sus tierras están repletas de fantasmas; espíritus que recorren de noche los bosques, castillos y campos. También se dice que son alquimistas. Que pactan con Legión y otras oscuras historias, aunque la verdad es que no hay escritos que certifiquen juicios por herejía ni documentos históricos sobre practicas de ese tipo en la familia.

Las tierras de los Gaulle Dul Motte tienen fama de malditas. Puede que estos rumores estén en parte fomentados por el siniestro aspecto de las tierras de los Dul Motte. Situadas al nordeste de Montaigne (en las faldas de las montañas) son tierras de valles aislados y muy neblinosos. Son tierras más frías y húmedas que el resto de Montaigne. Los lobos abundan, y los bosques son más oscuros y frondosos. Ruinas de antiguas construcciones salpican el paisaje cubiertas de moho y enredaderas. Incluso los castillo habitados por los Dul Motte muestran este decaído aspecto.

Lo que es cierto es que los Dul Motte tienen una gran erudición en cuanto a ocultismo, alquimia y otras ciencias oscuras. Cuentan con volúmenes muy perseguidos sobre estos temas que no parecen querer compartir.

El patriarca familiar, Vicent Gaulle Dul Motte es un renombrado hechicero. La rumorología de la corte dice que ha recibido la atención amorosa de Aurore Praisse du Rachetisse (una noble con gran riqueza e influencia política), pero el interés no parece ser recíproco. Su nieto Simon es conocido en todo montaigne por ser un renombrado forjador de espadas. Su nieta Jeanne es una hábil ingeniera civil volcada en mejorar las infraestructuras y con ello la vida de la gente común de las tierras familiares.

Se dice que los Dul Motte comparten bastante de su vida diaria con la gente común y el campesinado de sus tierras, a veces compartiendo su misma mesa. En este sentido no son tan elitistas como otros nobles montaigne.

Esta familia se mantiene apartada del resto de Montaigne y Montaigne hace lo mismo por ellos.

Cargando editor
18/12/2016, 16:02
NAVEGANTE

Al aproximarse el alba, antes de asomar el sol, pudo empezar a apreciar otros detalles gracias a su catalejo. Observó los restos sobre la arena, pero no parecía haber nada de utilidad salvo restos de madera y tablas.

Sin embargo, pudo estudiar las huellas en la arena de la playa con mas detenimiento. Diría que eran de dos a tres individuos acompañados de un perro los que se adentraron en el bosque.

Algo llamó su atención en el mismo. Creyó ver cómo algunas copas de árboles agitándose momentáneamente como sacudidas cor algo enorme que atravesara el bosque, pero fue una sensación momentánea que no se volvió a repetir.

Lo más escamante es que Toa Rappa no aparecía. Dijo que llegaría antes del amanecer y ya eran las primeras luces del alba. Orologgio decidido esperar hasta que el sol asomara por completo por encima de las brumas de las colinas, pero aun cuando eso ocurrió una hora mas tarde y el sol iluminaba claramente el descampado desde el acantilada hasta la base de las colinas, Orologgio no lo divisaba.

No creía que el anciano le hubiese mentido, así que algo debía haberle ocurrido.

Cargando editor
20/12/2016, 14:41
Orologgio d'Orivanni

 

¿Sólo dos o tres?  Pensó triste Orologgio.  ¿Tan pocos se hubieron de salvar de todos los tripulantes y pasajeros que venían?   Se sintió triste de que todos sus esfuerzos en cubierta en los últimos momentos fueran casi en vano, decepcionado de no haber logrado más.  

Pero así es la vida, aveces, por más que uno haga.  Al menos fueron 2-3 personas, ¿no?.  Es un mundo de diferencia para ellos y quienes los quieren.  Aun así, el vodaccio odiaba a la resignación, al "destino"; la sentía una trampa de justificaciones al acecho. 

 ¡Uno siempre tiene que hacer más!   Se regañó, desafiante contra cualquier complacencia o desguance.  Se puso a revisar de nuevo.  Las huellas parecían indicar que los pocos sobrevivientes que había se habían ayudado entre sí a salir del wreckage, así que Orologgio, aplicando el triage, optó por mejor seguir las huellas de Toa, que ya le preocupaba.  Usando sus saberes de cartógrafo, se imaginó la mejor ruta para llegar a algún cuerpo de agua dulce, el camino de menor esfuerzo que hubiera seguido su generoso rescatador. 

Tomó entonces lo que pudo que le serviría de la choza improvisada, se ajustó el sombrero, medio roto pero ya seco, y comenzó a caminar en la dirección que había visto tomar al hombre.  

Al ir para allá, observando de tanto en tanto con su catalejo por signos del isleño, fue reflexionando sobre la extraña sombra en los árboles, y sobre la isla misma. 

Eso que vi, si no fue una ilusión óptica del aparato o del aire mismo, puede ser indicador de espíritus del por aquí.  Siendo los duMottes hechiceros ambiciosos, pues entonces eso debe ser lo que buscan aquí: recursos de hechicería nuevos.  Y por lo que me contó Toa, no tienen escrúpulos morales en conseguirlos.  Esta isla, ¿se sabía de ella como lugar de nueva magia? ¿cómo la llaman? ¿la vi en los mapas de navegación mientras tomábamos rumbo?  ¿Que sé de ella?  Vamos Orologgio, recuerda todo lo que sepas, este es buen momento.

 

- Tiradas (1)

Motivo: saber de la isla (int+profesión)

Dificultad: 0

Habilidad: 7+8

Tirada: 3 3 4

Total: 3 +7 +8 = 18 Éxito

Cargando editor
23/12/2016, 16:11
NAVEGANTE

Orologgio no sabía muy bien seguir rastros, pero sabía la dirección general que tomó el anciano, y a lo lejos en esa dirección hacia las colinas se divisaba una arroyo despeñándose en cascadas, el lugar al que mas probablemente habría acudido el anciano en busca de agua.

Así pues, se pues se puso en camino. La pendiente hacia arriba era ligera, formando ondulaciones y caminaba sobre una suave alfombra de hierba. Esta seguía hacia la base de las colinas formando una pradera.

A medida que caminaba, Orologgio tenía un barranco a su derecha, y abajo del mismo, el bosque.

De vez en cuando miraba por el prismático en la dirección que caminaba sin encontrar rastro del viejo. Llevaba un par de horas caminando cuando se decidió a mirar de nuevo con el artilugio y entonces a lo lejos divisó al anciano.

Este se encontraba ascendiendo por una larga rampa que se elevaba suavemente desde la zona de la laguna, en el llano mas abajo, hacia lo alto del barranco. Lo extraño es que para llegar hasta donde ahora estaba, Toa Rappa habría tenido que cruzar el arroyo mucho antes. Es decir, había cruzado al otro lado del arroyo y había seguido mas allá, bajando por la susodicha rampa.

 

Parece que ahora venía caminando de alguna parte. Toa Rappa aún no había visto a Orologgio, pues este tenia la ventaja de poder observarle a través de los prismáticos desde más lejos. Pero en cierto modo el anciano nativo estaba camino "de regreso" desde donde fuese que hubiera estado.

Toa Rappa además volvía sin el pellejo que se había llevado.

Notas de juego

Ni idea. Orologgio no sabe que isla es esta.

Podría ser una isla desconocida muy al sur del Archipiélago de Medianoche (al oeste del continente de Theáh, formando una franja de islas en línea que va de norte a sur).

También, en teoría, podría ser la denominada "Isla de los Syrneth" está por estas latitudes. Pero el vodaccio sabe que no puede ser esa isla, porque ha visto varios mapas de la misma en la Sociedad de Exploradores y conoce su geografía.

En realidad, esta no era una expedición. Era una simple operación mercante de un lado a otro de Théah. Y Orologgio aprovechó para embarcar como pasajero hacia donde le interesaba.

Ahora, Orologgio no sabe por qué, el capitán se alejó muy al oeste, alejándose de la costa continental demasiado para la ruta que seguían. De eso se percató el vodaccio.

Cuando Orologgio le le preguntó al capitán por qué desviarse tan al oeste, este te dijo que quería repostar agua dulce en un isla. Cuando le preguntó donde se encontraba esta isla y cuál era su nombre, el capitán le dio largas.

Ahora, debido a sus conocimientos Orologgio podría situar la isla con bastante exactitud. Si contase con una nave, sabría hacia donde navegar para dirigirse a cualquier punto de Theah. También sabría cómo volver a la isla y donde encontrarla, si quisiera.

Por cierto, que aunque no conozca esta isla en particular, todas las anteriormente mencionadas (la Isla de los Syrneth y el Archipiélago de Medianoche) cuentan con algún tipo de rastro de ruinas o restos indicando que antaño fueron habitadas por los Syrneths.

Cargando editor
23/12/2016, 16:54
NAVEGANTE

Notas de juego

Y tira por (Inteligencia + Percepción) dificultad 14 para comprobar si ves algo mas.

Cargando editor
24/12/2016, 11:47
Orologgio d'Orivanni

 

Orologgio quedó extrañado de cómo Toa había atravesado aquellos parajes.  ¿Es mágico el hombre?  Mágico el conocimiento de la geografía de un lugar, ciertamente. 

Dado que estaba muy lejos, gritar en un lugar con peligros de muerte como éste sería llamarlos a venir a él.  Así que mejor separó uno de los espejos de su catalejos (es un mecanismo sencillo, pero no por eso menos desarmable, y mágico) y lo usó para mandarle una señal de reflejo, que le diera en su cara y le avisara que él estaba aquí arriba.  O al menos eso esperaba que él pensara.

¿y donde dejó la cosa esa para traer agua?

 

- Tiradas (1)

Motivo: inteligencia+percepción

Dificultad: 0

Habilidad: 7+7

Tirada: 4 7 9

Total: 7 +7 +7 = 21 Éxito

Cargando editor
30/12/2016, 22:06
NAVEGANTE

Antes de desmontar el catalejo para retirar la lente y hacerle señales, Orologgio creyó distinguir a través del artefacto a una serie de individuos a la zaga del nativo.

La comitiva estaba retrasada unos kilómetros de distancia respecto a Toa Rappa pero resultaba evidente que se dirigían en dirección a la base de la rampa por la que el nativo ascendía.

Aún se encontraban recorriendo la llanura inferior a la altura de la laguna.

Al examinarlos con más detenimiento, Orologgio descubrió que la curiosa banda estaba completamente formado por varios individuos occidentales de piel blanca.

Dos de ellos se hallaban encadenados con grilletes en manos y pies. Este par vestía de forma similar; una especie de uniforme de soldado campestre, adecuado para el clima cálido y con sombrero. 

 

Otros tres portaban claramente armas (mosquetes al hombro y espadas al cinto) llevaban ropajes algo raídos:

Un hombre barbudo, de unos cincuenta años, vestimentas comunes y botas de cuero. Un hombre de mediana edad de pelo largo oscuro y tez morena con vestimentas marineras. Y un joven rubicundo al que parecía faltarle un brazo, y que sin embargo cargaba voluntariosamente con varios mosquetes en el hombro útil.

    

Por último, seguía al grupo muy de cerca (sobre todo al muchacho) un perro.

Orologgio no conocía a los dos tipos uniformados y encadenados. Pero si reconoció en cambio al perro del capitán. También creyó reconocer a las tres figuras de raídas ropas (el hombre mayor barbudo, el marino de tez y pelo morenos, y el chico manco) como algunos de los tripulantes del barco en el que el vodaccio viajaba. 

Parecía que, efectivamente, había habido mas supervivientes,

Cargando editor
30/12/2016, 22:28
Toa Rappa

Al desmontar el catalejo y hacer señales con una de las lentes a Toa Rappa, este se tocó la cara a si mismo, con gesto muy confundido, y lanzó "miradas" hacia a su alrededor, como buscando algo en el aire,

Parece que sentía el calor de la incidencia de la lente en su cara, pero dado que no podía verla, no sabía lo que ocurría. 

Tras el momento de confusión, el nativo siguió cuesta arriba, continuando su camino en dirección al arroyo, como si tal cosa.

Cargando editor
31/12/2016, 15:59
Orologgio d'Orivanni

 

Jjajaja.  El cartógrafo se rió de sí mismo.  Una y otra vez olvidaba que el hombre era ciego.  

El tiene la culpa de eso, jajaj, se mueve como si nada.  

Le llamó la atención que al isleño algo del brillo, o del calor, pareciera haberle llegado desde tan lejos.  Una vez que lo alcanzara debía hacer este mismo experimento a diferentes distancias y así.  Si salía algo interesante ponerlo en algún manuscrito para compartir.  Seguro que a algunos colegas de las ciencias y de la medicina les llamaría igualmente la atención lo de las propiedades de la luz rebotada a distancia y la condición de ceguera.

Y pues ojalá Toa accediera a ello, para saber más también, para su propio conocimiento.  Éste debía ser ciencia recorrida por otros caminos, pero ciencia al fin; mezclada con creencias seguro, como todos en Thera.  

 Reflexionaba mientras limpiaba aquel cristal que había desmontado para poner listo de nuevo el aparato. Nuestro quehacer de ciencia en estos tiempos es como un espejo de catalejo que estuviera manchado, pero funcionando. 

Toa no había dicho hace cuanto era ciego, pero seguro es desde hace muchos años por como se mueve.  ¿Toda su vida?

 Todo le llamaba la atención al vodaccio, pero apretó el paso para encontrar al isleño ahí donde las geografías confluían.