Partida Rol por web

Escape de la Isla de la Muerte

Escena V: Mare Magnum (Orologgio di´Orivanni)

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21/08/2017, 18:36
Guardias del Príncipe

Se abrieron levemente las puertas. Uno de los guardias situado al otro lado se asomó levemente.

-Excelencia, sus...

No tuvo tiempo de decir más cuando de un empellón las puertas se abrieron de par en par y un batallón de brujas del destino hizo acto de presencia en la habitación, ante la frustrada mirada de los guardias de la puerta, que se apartaban a su paso temerosos de siquiera rozarlas.

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21/08/2017, 18:47
NAVEGANTE

Eran brujas del destino, indudablemente. No sólo por sus vestidos completamente negros, repletos de blusas y bordados, o por los velos que ocultaban sus rostros. También de la cadera de cada una de ellas colgaba un estuche elaborado para guardar la inconfundible baraja del destino. Una... dos... tres... cuatro. ¡Cuatro brujas del destino en una misma habitación!

Sin percatarse o prestar atención a la figura de Orologgio, todas ellas se lanzaron a la cama del príncipe alguna de las más pequeñas saltando sobre el colchón y otras rodeando la cama para arrojarse al cuello de Alberto Lucani al grito de ¿¡estás bien!? ¿¡qué ha ocurrido!? y ¡¡padre, padre!!.

Eran las hijas del Príncipe sin duda. ¡Cuatro brujas del destino! Orologgio creía recordar que incluso entre las mujeres de la nobleza vodaccia era muy bajo el porcentaje de nacidas con el don de las Sorte Stregga, Pero el Príncipe Lucanni había dado un pleno. ¡Cuatro de cuatro!

 

Notas de juego

   

Imágenes representativas de brujas del destino vodaccias, también llamadas sorte streggas

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21/08/2017, 19:22
Alberto Lucani

-¡Calma, calma¡ ¡Estoy bien, estoy bien!- El Príncipe mostró su mejor sonrisa a pesar de su demacrado aspecto. A través del sutil velo de las muchachas que ocultaba sus facciones Orologgio pudo adivinar que el gesto de preocupación de las misma mutaba en sonrisas de alegría ante el buen ánimo de su padre.

Intentaba tranquilizarlas

-Queridas hijas, queridas hijas, vuestro padre se recuperará, os lo aseguro.- El Príncipe se prodigó en besos y abrazos para con sus tres hijas más pequeñas, que saltaban sobre el colchón como cachorras nerviosas.

La mayor, algo más apartada de las demás, de pie junto a la cama, mirando a su padre. Silenciosa.

El padre se dirigió a esta. -Ven aquí, mi primogénita. ¡Hace tanto que no te veo! Estando como has estado estos años estudiando en La Diletante ¡A mis brazos...!-

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21/08/2017, 19:41
¿¿¿????

Estaban todas tan ensimismados en el encuentro que ni se habían fijado en Orologgio. Él estaba allí sentado, contemplando toda la familiar escena.

La chica se aproximó junto al padre cuando este la reclamó. Sus hermanas le hicieron sitio, y esta descendió el rostro hasta la cama y le dio un amoroso beso al príncipe en la frente, a través de su velo. Sería levemente más joven que Orologgio, no demasiado.

 -Oh, padre, siempre tan melodramático.- Dijo la bruja. -Acabo practicamente de llegar a puerto. Mis hermanas y yo íbamos a darte la gran sorpresa de mi llegada, cuando oímos lo del ataque.- Sonrió. -Que pena, nos ha costado tanto ocultar mi llegada para prepararte la sorpresa... y ahora, todo se fue al garete.-

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21/08/2017, 19:50
Alberto Lucani

-¡Estamos juntos y eso es lo importante.-

El príncipe se acordó entonces de la presencia de Orologgio.

-Oh, por cierto, no os he presentado. Tenemos un invitado.-

Las chicas se giraron y descubrieron por primera vez la presencia de Orologgio.

-Este muchacho es Orologgio d´Orivanni, el joven al que debéis agradecer que aun siga vivo. ¡Estaría muerto si no fuese por su ingenio y audacia!-

-Orologgio, te presento a mis hijas. Fabriccia, Donatella, Sofía...-

-Encantada.- Dijeron dos de las más pequeñas haciendo una reverencia ante Orologgio. La menor de todas, Fabriccia, que tendría apenas diez años, corrió a los pies de Orologgio y le abrazó al pierna mientras gritaba -¡Gracias por salvar a pappa!-

-Y, por supuesto...-  Continuó Alberto Lucani: -...mi hija mayor y heredera, recién llegada de la escuela de la Diletante...-

-...Rosanna Lucani.-

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21/08/2017, 20:08
Rosanna Lucani

Esta se quedó clavada en el sitio desde el mismo momento que viera a Orologgio. Quieta, allí de pie, como una estatua de sal.

Y de ella le llegó a Orologgio un perfume indistinguible. Un perfume que no había olido desde hace mucho, mucho tiempo y que le transportó a un lejano encuentro inesperado en la plaza del mercado de Gorivanni y a una noche inolvidable en una casa de cortesanas.

Un perfume cuyo aroma con el tiempo se desvaneciera del pañuelo que ella perdiera. Pero que aún permanecía grabado a fuego en la mente de Orologgio.

(...)

Era imposible.

(...)

No podía ser.

(...)

Pero, sin duda.

(...)

Era ella.

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25/08/2017, 07:43
Orologgio d'Orivanni

 

El corazón le dió un vuelco.  El mar del amor se tornaba en olas gigantes que amenazaban volcarlo al siguiente instante.  Su mente giraba y giraba a carrera buscando respuestas, buscando preguntas.  

¿Có-mo, cortesana, hija?  ¿Mismo perfume que mi enamorada?  ¿Hermana geme..?   Mezclaba cosas hasta que su lógica mente llegó a algo que no había podido reducir a la explicación más sencilla: Era, si, su hija del príncipe, en efecto, y bruja del destino a más, quien se hizo pasar por cortesana ese día, y lo besó.  Lo eligió para el beso que ella quería dar. 

Sentía Orologgio desmayo, gusto como de mariposas o miel hirviendo fluyéndole por todo el centro del cuerpo. 

Olió más en su dirección, vio las formas tras las faldas brocadas, y se quería desmayar.  Buscó los ojos de ella, para salvar su alma de lo que sentía.  Como si pudiera salvarse.

 

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27/08/2017, 20:10
Rosanna Lucani

A través del velo que cubría su rostro Orologgio pudo apercibir la profunda conmoción de la muchacha. Una chispa inicial de profunda alegría en la mirada de ella al reconocerle fue ensombrecida por el miedo.

Ella cambió su gesto entonces a uno de enfado, pero era un gesto forzado, y Orologgio se dio cuenta de ello. El rostro que ella presentaba era una máscara  de sus verdaderos sentimientos, como si ella quisiera que nadie en la habitación (siquiera el propio Orologgio) se apercatara de las emociones que la embriagaban.

-¡Padre...!- Se dirigió al príncipe enojada. -¿¡Cómo permites que un desconocido comparta tus estancias después de lo ocurrido!? ¡Deberías haberte encerrado a solas y no dejar que nadie cruzara las puertas hasta que el culpable haya sido capturado!- A pesar de la "regañina" a su padre, no dejaba de mirar de reojo al ingenioso inventor vodaccio.

- Tiradas (1)

Tirada oculta

Motivo: Orologggio (Intelecto + Percepción)

Dificultad: 20

Habilidad: 7+7

Tirada: 6 7 9

Total: 7 +7 +7 = 21 Éxito

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27/08/2017, 20:29
Alberto Lucani

-Hija mía. Como ya te he contado, este hombre ha salvado mi vida. Si no fuese por él me habríais perdido, y os enfrentaríais a solas a las intrigas de mis sobrinos por desposaros y adquirir mi título.- Una mujer no podía tener un puesto de gobierno en Vodacce de ninguna de las maneras.

El príncipe se detuvo a meditar algo. -Puede que incluso le conceda a este joven alojamiento durante un tiempo en palacio. Me ha caído en gracia.-

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27/08/2017, 20:31
Rosanna Lucani

-E...eso no puede ser ¡No puede ser!- La chica miró a Orologgio; parecía desesperada. -¡No podéis permitir que este... plebeyo viva en palacio!-

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27/08/2017, 20:33
Alberto Lucani

-¡Será un plebeyo, pero es mi invitado, y no he pagado la mejor escuela de mujeres de toda Vodacce para que mi hija trate a mis invitados de esta manera!- El Príncipe parecía enojado. Muy enojado. Las otras tres hijas habían quedado mudas y asustadas desde que el príncipe y su hermana mayor iniciaran la discusión. -¡Yo soy el señor de esta casa, y tu padre, y aquí se hará lo que yo mande y ordene!-

El príncipe tosió un par de veces antes de añadir. -¡Vas a pedir disculpas a mi invitado ahora mismo! ¡Te lo ordeno!-

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27/08/2017, 20:38
Rosanna Lucani

-¡No lo haré! ¡De ninguna de las maneras!- Tras decir esto a su padre, Rosanna miró a Orologggio. Había mucho miedo en la mirada de ella, como si no supiera afrontar la situación. En ese momento salió con aparente enojo fuera de la habitación, y se alejó por el pasillo lleno de guardias poseía por una prisa iracunda.

 

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27/08/2017, 20:42
Alberto Lucani

-¡Ven aquí! ¡Vuelve ahora mismo! ¡Cof, cof cof...!- El príncipe intentó levantarse e ir tras ella pero se encontraba débil y se derrumbó de nuevo sobre el colchón. Empezó a toser con fuerza y sin parar. Se llevó un pañuelo a la boca cuando la tos incipiente mostró rastros de sangre.

Las otras hijas se lanzaron sobre él pidiendo que se calmara, pero el regente parecía claramente alterado.

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27/08/2017, 20:47
Rosanna Lucani

 Mientras Rosanna, que hacía caso omiso a las órdenes de su padre, seguía adelante por el pasillo de palacio sin mirar atrás.

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02/09/2017, 05:54
Orologgio d'Orivanni

 

Mi príncipe, mejor descanse; para no agitar los efluvios del veneno de nuevo.  Aun requiere estar quieto.  Por mi no se preocupe, no tomo ofensa.  Entiendo que recién llegada de un viaje largo la gente encuentre algunas novedades difíciles de aceptar, así que no me siento mal-hospedado.  -Usó el término vodacce que le había enseñado su tía, para siempre apaciguar a los anfitriones de alcurnia.  

Se sentía sonrojado, y esperaba que se lo tomaran por las emociones de aquel momento que parecía ser socialmente incómodo, cuando realmente era su corazón el que se agitaba dentro de su marco como barco queriendo zarpar tras aquella mujer, aquel olor, aquella memoria que no era suya, sólo el momento y el regalo entre dos previendo el amor que no habría de llegar nunca. 

Rosanna: tu verdadero nombre.  Tan suave en mi boca que no lo pronuncio.  Un nombre cualquiera hace un minuto, uno de los nombres con los que se ha de conocer al amor a partir de ahora.  

R o s a n n a.

 

 

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09/09/2017, 03:21
Alberto Lucani

-Si tenéis razón. Debo descansar. Mañana aclararé este asunto con mi hija.- Parecía más clamado tras las palabras de Orologggio. A pesar de ello, la preocupación no abandonaba su rostro.

 

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09/09/2017, 03:23
NAVEGANTE

Tras ello Alberto Luicani ordenó a sus hijas menores que se le preparase una habitación para su nuevo invitado. Estas obedecieron a su padre respetuosas y todos abandonaron la habitación acompañando a Orologgio a la salida de la habitación mientras el médico de la corte entraba a atender al príncipe. A medida que recorría los pasillos de palacio en compañía de las pequeñas brujas del destino Orologgio pudo comprobar que la guardia efectivamente se había redoblado.

Una de las jóvenes habló desde detrás de su velo mientras caminaban por los pasillos de palacio. Orologgio la reconoció como la tercera hija: -He visto una hebra de odio dirigida al cuerpo de padre. Buscaré en el telar del destino su origen y así sabremos quién intenta matar a nuestro padre.-

-¡No puedes hacer eso...!- Le reprendió otra, la segunda mayor tras Rosanne. -Ya sabes por qué.- Esta miraba a Orologgio de reojo, y algo le decía al joven inventor que a esta hermana no le gustaba nada estar hablando de este tema delante de un desconocido.

-¡Me da igual lo que me pase!- Respondió la primera. -Es nuestro padre. Estoy dispuesta a pagar el precio que sea. ¡Veo esa hebra tan clara como un escrito en un papel en blanco!-

La mayor le dijo, enojada: -Ya hablaremos. Este no es el momento ni el lugar. Le diré a Rosanne lo que quieres hacer y ya veremos si te pones tan gallita delante de ella.- Tras estas palabras de su hermana mayor la menor pareció agachar la cabeza.

Al llegar a otra ala de palacio las hijas de Alberto Lucani trasmitieron a diversos criados el deseo de su padre y pronto Orologgio fue llevado ante una habitación sólo para él. Las pequeñas se comportaron de manera muy educada acompañándole hasta las puertas de la habitación, la cual era de tamaño reducido en comparación a la del Prícnipe pero con una decoración exquisita y unas vistas formidables a los jardines.

-Hablaremos con al guardia para que tenga libre entrada y salida de palacio.- Dijo la mayor de las tres presentes -Tras el intento de asesinato de mi padre las cosas estarán tensas una temporada, y no queremos que se sienta como un prisionero.- Se mantuvieron a la expectativa de si Orologgio deseaba algo más antes de dejarle a su aire en la habitación.

Notas de juego

Si se te ocurre algo que hacer, eres libre de hacer lo que desees, dentro o fuera de palacio.

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09/09/2017, 08:37
Orologgio d'Orivanni

 

Fascinado por poder ver el actuar de las brujas del destino de primera mano, y sus discusiones de lo propio y lo no propio, Orologgio guardó silencio todo lo que pudo.  Sabía que debía ser muy respetuoso con ellas, corresponderles, y no preguntarles más nada de lo suyo.

Pero Rossana es una de ellas.  Debería saber más.   Estaba determinado a saber más. 

Estimadas anfitrionas, los parques, jardines, están muy bien,  ¿Me encontraría ahí a Rossana? No, no creo que ella quiera verme.  Huírme parece.  No se.  Pero fue sorpresa mutua. Alto corazón.  ...pero lo que más me llamaría la atención de los diversos lugares de este palazzo, sería... tímido lo dijo.. la, las bibliotecas.  

¿Creen que podría visitar alguna de ellas durante mi estancia, eh, visita con ustedes?

Y, bueno, ehm, otra pregunta, ¿hay alguna científica que haya explicado cómo es que pueden ustedes leer los hilos de los destinos? -Algo difícil de esperar, pero valía la pena preguntarlo al menos.

 

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27/09/2017, 00:29
NAVEGANTE

¿Creen que podría visitar alguna de ellas durante mi estancia, eh, visita con ustedes?

-Eh... Sí, claro...- Había algo de duda en su mirada, Orologgio no supo por que. -Os llevaré a la biblioteca mas grande de palacio.- Siguieron por otras cámaras y pasillos hasta llegar a una puerta de caracol. Tardaron en llegar frente a la escalera de caracol porque la chica se metió por otros pasillos equivocadamente y tuvieron que retroceder lo andado un par de ocasiones. Ella no parecia recordar muy bien donde estaba la biblioteca.

Al ascender por la escalera de caracol llegaron frente a una trampilla en el techo. Al abrir la trampilla a través del hueco abierto de la misma Orologgio descubrió una sala circulara de altos techos, con una biblioteca a varios niveles. Seguramente era una torre del palazzo.

-Perdonad. No recordaba muy bien cómo llegar aquí-

-¡Nunca he estado aquí!- Dijo la pequeña.

-Ni debes volver- Dijo la mayor de las tres presentes. -Ya sabes por que.-

-Ah, si. Ya recuerdo.- Respondió la pequeña.

La mayor tomó la palabra: -Esta es la biblioteca de nuestro padre. Podéis acudir cuando querías, pero cuidad de los libros. Sé que lo haréis. Y no saquéis ninguno de la sala. Sólo podéis leerlos aquí dentro.-

Orologgio se percató de que ninguna de las tres brujas cruzó el hueco de la trampilla hacia la biblioteca. Las tres se quedaron en la escalera tras él.

Y, bueno, ehm, otra pregunta, ¿hay alguna científica que haya explicado cómo es que pueden ustedes leer los hilos de los destinos? -

La mayor miró al erudito algo indignada, pero dispuesta a responder. -Por favor. ¡No hay ciencia alguna que explique el mundo oculto que nosotras podemos ver y alcanzar! Es la herencia ancestral de las mujeres de alta alcurnia de Vodacce, y ni siquiera de todas ellas, sólo de unas pocas elegidas por el Tapiz del Destino.-

-Es mejor no intentar descifrar lo indescifrable, hacedme caso. Esto es magia, no ciencia. Escapa a toda comprensión.-

-Además.- Le advirtió. -Los secretos de la Sorte son guardados celosamente por aquellas que la manejamos. Suerte tenéis de que habéis salvado a mi padre la vida y que ademas nosotras tres somos novicias en el Arte. Pero cuidáos de hacer preguntas como esas a otras brujas del destino, sobre todo a las mas experimentadas, como mi hermana, a riesgo de ser maldecidos por ellas.-

-Ella a acudido a la Diletante. El nivel de dominio de la Sorte que se adquiere allí es impresionante, pero aquello es un nido de brujas. Las Streggas sabemos que siempre hay que pagar un pecio por el conocimiento y la practica de la Sorte.-

-Ahora que ella está aquí de vuelta, nos trasmitirá todo lo que ha aprendido en la Diletante a nosotras.-

 

Notas de juego

En realidad, Orologgio sabía que la extraña e incompresible ciencia "arcana" de la Alquimia, que esencialmente estudiaba la naturaleza del mundo y del alma humana, había realizado algún estudio sobre la magia Sorte y de toda la hechicería en general.

Sin embargo, la Alquimia era una ciencia casi perdida que apenas practicaban antaño algunos miembros de la Iglesia, y desde que la Inquisición había ganado mucho poder dentro del seno de la iglesia, esta (la inquisición) prohibió a los propios miembros de la Iglesia continuar con el estudio y la practica de la Alquimia.

Aunque sin duda en el seno de la Iglesia aún debía haber clerigos estudiosos que retenían profundos conocimientos de este arte de la iglesia ahora prohibido.

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30/09/2017, 07:34
Orologgio d'Orivanni

 

No preguntaré más, lo siento, no quise ofenderlas.  Disculpen el que este joven científico piense que todo puede ser explicado por la ciencia.  Creo que es una enfermedad de la que los que tienen más experiencia quedan curados.  Sonreía, lo creía cierto, había visto la correlación entre edad y escepticismo. 

Sólo dos dudas me quedo, para mi mismo, no hay necesidad de responderlas.  La primera es porqué no las dejan beber de la sabiduría de los libros, tan buenos que son para oír a la gente sabia del pasado.   Y lo segundo, es ¿porqué todas las brujas del destino son tan guapas?  No he conocido ni una que no lo sea, y ustedes sólo comprueban la hipótesis a más no poder.  -les guiñó el ojo.  Los de Vodacce no podían evitar ser así.