Partida Rol por web

No sabes qué día es, ni qué hora es pese a que los rayos de luz de la ventana delatan el comienzo del día.
Tienes una buena resaca, la verdad no sé ni sabes cuanto has bebido, pero está claro que más de la cantidad recomendada.
Es probable que hayas vomitado cerca, viene un olor rancio de alguna parte, pero podría ser comida pasada de otro día, desde luego no lo sabes aún.
Ahora que estás despierto te entra una especie de apetito, pero al mismo tiempo tienes el estómago algo revuelto y te es imposible tumbarte cómodo en posición horizontal.

Me llevo las manos a la cabeza

Joder, ayer me pille una buena, no deberia beber tanto.

Me giro y veo si estoy vestido y si estoy en mi apartamento

Sí, gracias a dios parece que estás en tu apartamento. Tirada al lado de tu cama ves una botella que nadie diría que era de alcohol, pero tú siempre sabes cómo conseguirlas. Tus pantalones están también en el suelo, estás con una camisa blanca desabotonada y en ropa interior pese al frío incipiente del invierno.
Estás a quizá finales de octubre, no eres de los que se sitúan mucho en el calendario me temo.
Tu apartamento ya sabes, es un poco cutre, de alquiler muy barato. Tienes una habitación, una especie de salón con una mesa a modo despacho, por si algún día tuvieses que organizar algunos documentos, una especie de cocina pero que me temo que no sabes usar mucho.

Y sí, ese olor es un vómito en la almohada.

Mierda

Habro la ventana y con cuidado tiro la almhoada a la calle.

Intento levantarme y vestirme un poco para ir hasta el baño para ducharme.

Despues de eso miro que dia es,  y si tengo que ir a trabajar hoy.

Intentando buscar una referencia para adivinar el día ves un periódico en tu mesilla de noche, es el Diario de Arkham. Está medio mojado de apoyarle vasos encima y seguramente alguno derramado, pero se lee en primera página que es del miércoles. 
No sabes muy bien si tienes alguna cita para hoy, si irá algún cliente o si te dará algún chivatazo el granuja de "Sneaky". Ese mamón siempre estaba al corriente de asuntos de la ciudad que podrían requerir tu atención y te llevaba hasta ellos, de manera que algunos aceptaban tus servicios y otros te mandaban a paseo sin muchos reparos.
El caso es que una ducha te viene de fábula en estos momentos, en los que estás sudado y resacoso. No es el aspecto más adecuado para un detective privado, ¿no?.

Tu ducha al igual que tu piso no es gran cosa, pero es capaz de echar agua caliente a una presión bastante baja  después de un minuto calentándose en la caldera. Te sienta de lujo la purificación de la ducha, pareces otra persona y sin duda te despeja.

Pues me visto y me voy al despacho, abrigo y sombrero, y de paso tomo un cafe en la cafeteria

la misma rutina de siempre

Vestido como un detective ya eres otra cosa, pareces un señor incluso. Cuando sales al pasillo te vuelves a dar cuenta de lo mal que está el edificio, así te sale tan barato el alquiler y te lo puedes permitir. Resulta casi irónico que un "agente de la ley"  viva rodeado de tanta cochambre. 
El aire frío de la calle te tensa la piel de la cara, pero tiene pinta de que más tarde mejorará, como suele ocurrir aún en esta época, previa a las lluvias. 
De camino a la cafetería te encuentras de frente con alguien que podría denominarse... Un socio.

Sneaky, de nombre Roger, es un joven de unos veinte y pocos años, no sabes realmente mucho de él, pero fue la primera persona en venderte alcohol desde que llegaste a Arkham. Parte de vuestro acuerdo es que él no te dice de donde sale el material, y te vende de vez en cuando.
Es bajito y delgado, siempre con un pitillo entre los labios y las manos dentro de los bolsillos. Tiene amplios conocimientos sobre Arkham, por eso más de una vez te ha soplado algo interesante o te ha traído un caso a la mesa, por una pequeña minuta.
Tú ya has aprendido a juzgar a la gente con tus vivencias, no ser convencional no es ser mal tipo, pese a que la mayoría te mire mal. 
Hey, Robert, amigo! De camino al Paddy's, ¿no? Saca la mano derecha del bolsillo y te la tiende como tiene por costumbre. Es un tipo cercano, muy de dar palmadas y coger confianza sabiendo donde debe parar. 

Asi es Sneaky, tienes algo interesante que contarme hoy?

Le dejo que me acompañe de camino ola cafetería, pero nada mas, no le dejo entrar si lo intenta y escucho lo que me dice

El camino a la cafetería más barata, la que sueles frecuentar, es corto, y con la compañía de Sneaky más aún. 
Este individuo camina agitado a tu lado, con un cigarrillo que prendió en cuestión de segundos sin que te dieras cuenta.
Joder, que si hay algo interesante me dices! No me escribes, no me llamas... Sus palabras terminan con su risilla de rata acompañada de hondonadas de humos. Pues no sé, más interesante que un whiskey escocés realmente hecho en Louisianna... ¿Te dice algo? ¿Te apetecen unas botellas? 
Te mira con ansia y se intenta apoyar en tu hombro pese a que le saques una cabeza. Venga tío, estoy sin blanca.

cuanto pides?

algun dia tienes qe decirme de donde las sacas

Su rostro se ilumina en una sonrisa a la que le faltan un par de diente. De puta madre socio, de puta madre... Mira, tengo una caja escondida en un callejón aquí al lado, si quieres podemos echar unos tragos y negociamos un precio. 

La expresión y las palabras de Sneaky parecen sinceras, como tantas otras veces. No suena extraño que tenga una caja escondida en un callejón, por lo que sabes de él vive en uno de esos negocios de almacenes y le despiertan con bastonazo en la puerta metálica al primer cacareo de gallo.

Aunque me molesta romper mi rutina diaria nunca viene mal mas licor. Asi que le acompaño.

Por el camino me fijo si alguien nos sigue

Cuando aceptas asiente con efusión y te hace señas con la mano para que lo sigas. Se mueve ágilmente por la acera, un metro siempre por delante de ti durante 3 minutos por la acera, hasta que llega a un punto y se para. Da media vuelta y te señala un callejón. Ahí, vamos jefe. Cerciorándose de que nadie os siguiese él también se coló en un estrecho hueco entre dos edificios, hay que ser pájaro de los bajos fondos para incluso llamar a eso callejón. 
Entre las dos paredes, de no más de metro y medio de ancho aparta un cubo de basura, de esos de metal tan típicos y de ellos saca una botella envuelta en un periódico. Te tiende la botella con el diario alrededor. Ve probando tío, voy al fondo a comprobar que siga el resto, que antes me pareció ver a un cerdo siguiéndome... 
Ves que se adentra más en el callejón, es realmente largo, por donde va él casi no hay luz. 
Así como te tiende la botella, te fijas en un titular que destaca considerablemente.

Me guardo el recorte, hecho un par de tragos y espero a que vuelva Sneaky para preguntarle si sabe algo más sobre este tema

Lo que contiene la botella de Sneaky es realmente fuerte. Una VERDADERA bomba. Te rasca la garganta y hasta te provoca una tos. Tras un par de minutos en los que te da tiempo a dar ese par de tragos y a ojear el titular aparece Sneaky desde el fondo, con una caja que tranquilamente puede llevar media docena de botellas similares a la que te ha dado.

Sneaky se aparece con una sonrisa ante ti, cargado con su típica mercancía de que la siempre está tan orgulloso. La deja en el suelo frente a ti y cruza los brazos, inclinando la cabeza hacia arriba para verte a los ojos. Qué, está fuerte, ¿eh bribón? Emite su típica risa de rata. Esto sí que te dejará tumbado, no como la última remesa que me dieron... Su expresión de vuelve divertida cuando le preguntas por el titular. Pero bueno, ¿es que siempre tengo que saber qué es lo que pasa aquí y allá? No estarás insinuando que puse ese recorte a propósito para que lo leyeras, ¿no? Señor detective. Sonríe con orgullo, sabe que casi siempre él te da chivatazos clave sobre los pocos casos que atiendes. 

Pues claro, a veces creo que resuelves mis casos antes de que yo los empiece. Así que cuéntame algo interesante sobre esto.

Mientras pego otro trago