Partida Rol por web

Escape from Mars (DM 01/20)

CAPÍTULO 3. HUÍDA

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22/01/2020, 04:16
DIRECTORA

Man o' War y Grace caminaban delante de Irina y Vasquez, no por nada, sino simplemente, por cuestión de armamento. Man parecía sentirse bastante a gusto con lo que llevaba, a pesar de que durante la huida, había resultado un problema. Bueno, eso, y su falta de forma física.

Ahora, los cuatro os acercabais poco a poco a la calle principal, que continuaba estando en silencio, a pesar de lo cual, divisabais destellos luminosos en lo alto de algunas de las casas, como si alguien hubiese encendido hogueras en los tejados, creando una especie de camino marcado que parecía recorrer todo el pueblo, desde la cárcel hasta el andén.

Si la misión era encontrar a la Presidenta, la habías terminado con éxito. Si además debíais llegar con la dichosa tarjeta, la teníais también. Ahora, había que salir de allí y para eso, debíais reuniros con los demás y esperar al tren.

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22/01/2020, 04:21
Man o' War

Man caminaba al lado de Grace e intentaba no mirarla. Debía reconocer que la maldita zorra los tenía bien puestos.  No solo no se había acobardado en la mina, sino que si habían salido de allí era gracias a ella.

El problema era que a Man no le gustaba deber nada a nadie, ni siquiera a aquellos que detestaba, y aquella zorra... mierda, ahora estaba en deuda con ella.

Sin darse cuenta, lanzó otro gruñido.

-Lo has hecho bien, zorra. Me hubieras sido verdaderamente útil en otros tiempos. Pero esto lo que tenemos y ahora, esperemos que ese tren tuyo llegue a tiempo -le dijo, sin dejar de caminar -. Si me preguntas a mí, esa Presidenta no vale ni una maldita bala de fogueo, pero supongo, que una misión es una misión.

Man ya casi no recordaba otros tiempos en los que trabajaba de otra manera y para otros. Pero hacía ya siglos que había perdido el camino y simplemente, se dejaba arrastrar por la corriente. Y ahora, de repente, la marea estaba subiendo. Mirando a la mujer que tenía a su lado, y las que lo seguían, se preguntó si en sentimiento que estaba empezando a desarrollar por ellas, era una estupidez.

Sí, desde luego que lo era. Pero... y qué.

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22/01/2020, 04:28
Desolation Williams

Williams miró a través de los monitores intentando captar algo, y entonces lo vio. Un montón de gente en los tejados, agazapados, esperando su oportunidad. Debía haber una veintena por lo menos, si no más, esperando junto a pequeñas hogueras en lo alto del edificio. Y sin embargo, le daba la sensación de que debía haber más. Si mal no recordaba, la dotación de trabajadores de una mina era mucho más numerosa, así que... en dónde estarían.

Al menos, la calle estaba libre. Si querían huir, quizás ahora fuese el momento.

-Eh, sargento. Esto no me gusta. Hay un montón de esta gente en los tejados, como si estuviesen esperando. ¿Pero esperando a qué? Yo creo que deberíamos irnos.

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22/01/2020, 04:33
Adrienne Forsyth

La Presidenta miró a Williams con cierto desagrado.

-Así son los hombres. Cobardes hasta el final. El sargento sabe que debemos esperar al tren o si no, no tendríamos ninguna posibilidad. ¿No opina usted lo mismo, señor Plissken?

La mirada de Adrienne hacia Plissken fue como mínimo, desdeñosa. Tampoco parecía tener a aquel en buen concepto.

-Dígame, cuánto de lo que hemos oído de usted es cierto y cuánto inventado? ¿Es verdad que disparó un pulso electromagnético? Si es así, está más loco de lo que parece.

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22/01/2020, 07:45
Snake Plissken

Si, eso hice... - Le respondió a la Presidenta. - Era la única manera de empezar de cero. No confiaba en la humanidad, pero le di una oportunidad de hacer las cosas bien. No me equivoqué. Mire como estamos... - Dijo amargamente. 

Snake se alejó unos pasos llevándose las manos a la nuca y dando la espalda a aquella gente. Empezó a murmurar algo ininteligible para el resto. Estaba pensando en los siguientes pasos a seguir. Lo cierto era que tenían pocas opciones, muy pocas. Pero desde luego, no pasaban por seguir allí. Snake lo sabía desde el principio. No había querido meterse en aquella jaula en ningún momento, pero allí estaban. 

El negro había dicho que se veía gran cantidad de gente en el tejado, pero que sin duda tenía que haber más. ¡Y más que habría cuanto más tiempo esperasen para salir de allí! La opción era clara, si querían vivir, tenían que moverse. De otro modo el edificio sería rodeado y acabarían por entrar. Podían hacerse fuertes allí dentro, pero eso no sería eterno y pasaría mucho tiempo hasta que pudieran abrirse camino al exterior en el caso de lograrlo. Y tiempo era lo que no tenían, principalmente Snake Plissken.

Tenemos que salir. - Confirmó Serpiente. - Aquí esteremos seguros el tiempo que tarden en entrar. - Se acercó a Desolation y le tiró el revolver de la policía de la cárcel que le había entregado Vásquez. - No hagas que me arrepienta de ésto. ¿Entendido? 

Entonces se giró hacia el resto de presentes. Ceño fruncido, labios apretados, brazos en jarra lo miró con su único ojo uno a uno. Snake Plissken no era un hombre de grandes discursos. Fue un líder otrora, cuando le fueran entregados dos corazones púrpura, pero de ese Snake Plissken, prácticamente no quedaba ni el recuerdo. No obstante, se encontraban ante una difícil situación y tenía que ejercer el liderazgo.

Jericho, Williams, vosotros iréis delante, las mujeres en el centro y yo no me separé de la Presidenta. - Ordenó. - Tenemos que salir rápido, en tromba y disparar contra todo lo que se mueva. - Miró a sus dos hombres fuertes esperando aprobación. - Iremos hacia la estación del tren. Allí esperaremos al transporte y trataremos de hacernos fuertes. ¿Entendido?

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22/01/2020, 10:20
Vásquez

Como siempre en estas situaciones, Vásquez no pensaba: se movía siguiendo unos automatismos, y toda su atención se centraba en lo que sus sentidos le indicaban... logros de la instrucción, que te convierten en una máquina que no piensa... y es lo que convenía en esos momentos, aunque, no conseguía quitarse una pregunta de la cabeza...

...Lanzar un cuchillo a esa distancia, y con tal precisión, no se aprende en las calles, no se aprende en la trena, no se aprende en la pasma ni en el ejército regular; pocos, muy pocos, llegan a una maestría tal en el uso de esa arma.

Si pese, pese a las puyas, respetaba a Snake como leyenda entre las leyendas, al tío este también le estaba empezando a respetar por ser de la misma calaña; pese a que fuese un tío, tenía que reconocer que, quitándole.... 50 años o así, habría sido un buen elemento en el mismo pelotón. Y quien tuvo, retuvo, y este tío ha retenido bastantes de sus artes...

Ahora, marchando en segunda fila, Vásquez procura ir mirando el flanco que le toca, esta vez con el dedo en el gatillo, pero estando tan cerca del grueso de los "zumbaos esos", no sería una gran idea atrearlos con ruido de disparos

- Tiradas (1)
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22/01/2020, 10:43
Grace Steelside "Eat Snakes"

Llegué sofocada a lo alto de la colina, pero llegué de una pieza, al igual que el resto del equipo y Man, quien demostró nuevamente que era duro de verdad. Sonreí ante sus palabras mientras recuperaba el aliento. - ¿Creíste qué... eras el... único... al que le gusta... lucirse... Gruñiditos? - Le respondí con una sonrisa, cansada por el esfuerzo, pero ahí estaba y por primera vez en mi vida, le dí una palmada de felicitación a un hombre en su espalda.

- Eres tan bueno como decías. - Logré decir del tirón apretando mi mano con su hombro para dar un paso al frente y dejarle atrás, pensando en que demonios acababa de hacer.

Miré a las chicas. Primero a Vásquez a quien había visto el gesto de entregarle el cuchillo a Man y eso me gustó, porque sentí que no me equivocaba esta vez con él. - Un acierto tras... ¿cinco errores seguidos? - Y es que jamás me había equivocado tanto con un hombre. De hecho nunca me había equivocado con ellos. Hasta Man o'War. - ¿Están bien? - Pregunté a ambas con aquellas palabras distantes pero con tono de preocupación, pero me preocupaba más Irisa. El susto de allí abajo debió ser muy intenso para quedarse bloqueada de aquella manera. - ¿Teniente? - La pregunté mirándola a los ojos. Esos no me mentían.

- No podemos quedarnos aquí paradas, debemos ir a la cárcel. - Dije a las mujeres para mirar a Man al final de la frase, él nos tendría que guiar, aunque alguien parecía que nos había iluminado el camino y comencé a caminar a su lado. Mientras andaba, comprobé que la tarjeta siguiese en su sitio y la saqué del bolsillo para mirarla. Entonces Man resurgió de nuevo, dejando atrás la poca cordialidad que había demostrado tener. Pero contaba con ello y sabía que volvería a ser aquel capullo arrogante y soberbio en cuanto nos uniésemos a los demás.

Con lo que no contaba era que aquel nuevo zorra dicho por él, si me doliese. Me lo había llamado más veces y no solo a mí, pero aquella vez si me resultó doloroso. Oculté mi gesto de malestar mirando la fotografía de la Presidenta. - Ni me mira. No se dará ni cuenta. - Pensé mientras buscaba aplacar esa mala sensación.

- Casi morimos por esta mierda. Ya tiene que ser importante. - Le hablé sin hostilidad alguna en mi voz hacia él, la había enfocado hacia aquella tarjeta. No quería que mis sentimentos... un momento. ¿Qué sentimientos?

Miré a Man y su imagen ante mis ojos y mi mente estaba cada vez más alejada de la del criminal que sabía que era, aunque su coz aún me jodiese. - Gruñiditos. ¿Tú te fías de está zorra? - Le pregunté mirando la foto de la Presidenta en su tarjeta. Ya sabía su opión sobre ella. - Yo no. - Dije antes de que me respondiese. - Y no tengo intención ni de faltar a mi palabra ni de quebrar ninguna promesa. Pero es bueno que tengas este as bajo la manga. - Dije mostrándole la tarjeta. - Creo que podría ser tu pasaje en ese tren para salir de aquí en caso de que...

Había estado en situaciones jodidas, nada como el infierno de mi adolescencia, pero hacía muchísimo tiempo que no había sentido a la muerte rondarme tan cerca como en aquel sitio. Solo en aquel lugar donde hace años, me logré ganar el mote de "Eat Snakes". Era frecuente que pensasen que venía por mi pasado como esclava sexual de mi juventud, pero la realidad era otra. Aún era cabo cuando ocurrió... pero de eso hace mucho tiempo.

- No me quito de la cabeza como aquel hombre se cortó el cuello y acto seguido aquella mujer entró en ese estado... No podemos controlar eso. - Cogí la mano de Man sin pensarlo, la cual se me antojó enorme en aquel momento y puse la tarjeta en ella, para luego cerrar sus dedos con los míos sobre y ella y soltarle de inmediato. Era la segunda vez tocaba a un hombre de manera voluntaria. Al mismo hombre. Ahora era yo misma la que me desconcertaba.

- Llévala tú, ¿quieres? A fin de cuentas... sin ti no hubiésemos salido de allí con vida ni estaría en nuestro poder, Gruñiditos. - ¿Qué era eso? ¿Más agradecimiento? ¿Comenzaba a confiar en él? Sabía que no podía hacerlo. Era lo que era, pero sus actos también hablaban por él a pesar de sus palabras. - Y por el momento dejemos creer a la Presidenta que la llevo yo encima.

¿Dónde había quedado aquello de "ser cruel" y "solo confiar en mí misma" que parecí enterder perfectamente y poner en práctica en cuanto acabó nuestra breve conversación? Man me había rearmado con sus palabras, pero a mí se me había olvidado ponerme una coraza contra él y ahora veía que me hacía falta. Y con urgencia. Y es que aquel último "Gruñiditos" me resultó más afectivo que otra cosa y su "zorra" aún dolía dentro.

Entonces miré a la teniente y a la soldado. - Espero que esta conversación y lo que acaba de pasar quede entre nosotras cuatro. - Dije seria al hablarlas a ellas, cambiando mi tono de voz con respecto al usado con Man a uno más serio y firme. - O mejor aún. Esta conversación no ha ocurrido nunca. - Añadí después. Era mejor un "no se nada" que guardar silencio y delatar con la mirada.

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22/01/2020, 11:02
Vásquez

-¿Qué conversación, mi Comandante?

Con eso estaba todo dicho; las cosas de un pelotón se arreglan dentro de un pelotón, o bien en las duchas, o bien en la cantina, o en el callejón de detrás, pero de ahí no trasciende NADA.

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22/01/2020, 10:48
Jericho Butler

Me acerqué a los monitores y vi a lo que refería Demolition. Esos locos estaban en los tejados vigilando y seguramente habría más por las calles. Snake decidió que lo mejor para todos era salir de aquí e ir a la estación, además de darle un arma a Demolition. Sin la presencia de la comandante ni la teniente, yo era el de mayor rango del grupo... grupo al que no pertenecía el vejestorio. Además, había dejado mi autoridad por los suelos al darle un arma al negro, cuando yo se la había denegado hacía pocos instantes. Mi mirada fue dura y la respuesta también.

-"Creo que habíamos quedado en esperar aquí a la comandante, Serpiente. Además, ¿quién te ha puesto a ti al mando? Si nos vamos de aquí, perderemos un sitio más o menos seguro. Estoy de acuerdo en que terminarán entrando, pero no creo que sea mejor estar al aire libre, bajo la incipiente tormenta. A menos que la Presidenta esté de acuerdo con tu plan, nos quedaremos aquí a esperar al resto del equipo. Cuando estemos todos, nos marcharemos."

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22/01/2020, 11:06
Man o' War

La confianza que estaba cogiendo con aquella zorra... le inquietaba. Bueno, le sorprendía, no le inquietaba, pero el caso era que añadía un componente inesperado a aquella extraña ecuación de grupo-de-rescate-terrorista que en un principio, era lo que se esperaba.

Debían ser enemigos acérrimos, matarse a insultos si no podían hacerlo a balazos, y no ser capaces de mirarse a los ojos sin odiarse a muerte. Y sin embargo...

Cuando el dijo que era tan bueno como decía, Man gruñó, otra vez.

No, soy mejor. Pero aún no ha llegado el momento.

Mientras tanto, caminaron, alertas, pero más tranquilos, hacia la colonia. La Teniente parecía bloqueada; la tal Vasquez en cambio, parecía más segura de sí misma que nunca. Al tocar la empuñadura de su cuchillo, recordó como se lo había entregado, después de arrancarlo del cráneo de la otra furcia.

-Gracias por el cuchillo -le dijo, volviéndose -. Le tengo algo de aprecio. Por cierto, tú también eres buena.

Mientras avanzaban, se fijó en como Grace examinaba la tarjeta detenidamente, como si esperase descubrir algo que nadie antes había visto. No tenía buena cara, así que quizás estuviese a punto de escupirle a la maldita foto.

-No lo pienses demasiado. Si no, la rabia será quien te domine, y en una situación como esta, hay que mantener la cabeza fría. Para nosotros, esa puta tarjeta es importante porque así saldremos de aquí, ni más, ni menos.

Pero en el fondo, había algo que tenía muy claro. Aquella mujer, la Presidenta, no era una soldado como las demás. Y Man solo se fiaba de aquellos con quienes había luchado codo con codo, sangre con sangre, miedo con miedo.

-Nop. Me fío tanto como de mi oftalmólogo, que me dijo que solo iba a dormirme un momento y cuando me desperté, tenía un ojo de menos. Pero eso es otra historia. Yo no confío en ella. Haces bien en no hacerlo tú tampoco.

Para Man, aquella mujer era el mejor jodido ejemplo de lo que la Tierra podía hacer sobre alguien. Era valiente, leal, orgullosa, y toda una luchadora, pero parecía estar confundida entre la lealtad hacia su misión, su trabajo, y todo lo demás. Man se detuvo, deteniendo con ello la marcha de todos.

-Oye, zorra. Cuando dudes, haz siempre lo que yo hago. Mi gente primero, y a la mierda todo lo demás. El mundo siempre será igual, y estará lleno de cabrones dispuestos a matar a quien sea con tal de tener más dinero, más poder, o la polla más larga. Cuanto más cambian las cosas, más siguen igual, recuérdalo.

Grace hablaba de los espíritus, pero Man, negó con la cabeza, y entonces, cuando agarró su mano y depositó la tarjeta en ella, la miró, sin saber cómo reaccionar. La escuchó con atención, en silencio, y esperando a que llegase su turno para reaccionar, y cuando hubo terminado, miró la tarjeta.

-Está bien, si eso es lo que quieres, así lo haremos. Es tu jugada. Estaré detrás de ti... pero no te hagas ilusiones.

Aquel era un giro nuevo e inesperado, pero Man cogió la tarjeta y se la guardó en un bolsillo interior del forro del abrigo. De allí no saldría hasta que no fuera necesario. Además, algo en su interior le decía que el momento no tardaría en llegar. Cuando sus entrañas se removían, es que algo estaba a punto de suceder.

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22/01/2020, 11:28
Snake Plissken

Por algo me han reclutado para esta jodida mierda, Jericho... - Le dijo al soldadito. - Aquí vamos a morir en cuanto esos bastardos penetren tras los muros, lo que calculo que será dentro de no más de media hora. - Se acercó al sargento. - La comandante ha delegado en mi la misión de proteger a la Presidenta, lo cual no hacía falta, pues ya estaba aquí para eso, pero no obstante, si impides que salgamos al exterior, estarás contradiciendo las indicaciones de tu propio mando directo. - Clavó su mirada desafiante sobre Jericho. - Así que... será mejor que mueves el puto culo y salgas de aquí. O te puedes quedar, me da igual, pero nosotros nos vamos...

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22/01/2020, 11:44
DIRECTORA

En ese momento, llegasteis a la calle principal y la vista que aparecía ante vosotros no era nada halagüeña. Los tejados de las casas estaban llenos de locos armados, pero el andén y el acceso a la cárcel estaban vacíos, al igual que la calle.

Y en un momento, todo se llenó de gritos y hombres y mujeres alzando sus armas al cielo.

Era como si os estuviesen vigilando. En ese momento, en lo alto de la cárcel apareció el líder de todos ellos, gritando en un idioma completamente desconocido y arengando a los demás.

Y casi al mismo tiempo, un ruido os hizo giraros hacia el andén. el tren estaba llegando.

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22/01/2020, 11:48
Desolation Williams

Williams cogió el arma que Plissken le dio, comprobó su cargador y después, volvió a mirar los monitores.

-Eh, sargento. El resto de su equipo acaba de aparecer en mitad de la calle... pero ahora hay más gente que nunca en los tejados. 

Y casi inmediatamente, el tren apareció al fondo de la imagen.

-Y acaba de llegar el tren.

Sin dudarlo, bajó de la zona de recepción. 

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22/01/2020, 11:52
Snake Plissken

Si me hubierais hecho puto caso desde el principio, ya estaríamos en ese jodido tren... - Le dijo a Jericho. - ¡Vamos ya! ¡Ahora! 

Miró a la Presidenta, esperaba que no pusiera más jodidos impedimentos a seguir lo que marcaba la lógica, la lógica de Snake. Puede que no todo el mundo coincidiera en él en cuanto a lo que era lo mejor en según que circunstancias, pero para eso le habían traído allí. Serpiente tenía un don. Se fiaba de sus corazonadas y si así lo hacía, solía salir airoso, no sin problemas, pero lograba salir siempre con vida de las peores situaciones.

¿Vamos a seguir perdiendo el tiempo? - Preguntó ansioso por salir de la prisión.

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22/01/2020, 11:57
Jericho Butler

En mi vida me había topado con muchos matones y nunca me había arrugado. Esta ocasión no sería distinta, así que no me achanté ante la mirada desafiante de Snake. La batalla de gallos había comenzado. No se la razón por la que la comandante le había dejado a Plisken asegurar a la Presidenta, pero ahí estaban.

Justo como la campana que suena para dar el pistoletazo de salida, la voz de Demolition revoloteo por mi cabeza. Me giré y me acerqué al monitor. Efectivamente, el resto del equipo venía hacia aquí. El tren también estaba llegando a la estación. Era la hora. Me giré hacia Plisken y los demás.

-"Están afuera. Preparaos todos para salir. Habrá que avanzar deprisa hasta la estación. Demolition y yo iremos en cabeza, como dijo Snake, cubriendo la huida."

Miré una ultima vez el monitor y me dirigí hacia la puerta.

-"Plisken, más vale que protejas a la Presidenta. Vamos, adelante."

Desbloqueé las puertas y las abrí. Indiqué a Demolition que saliera, seguido de Plisken y la Presidenta, después los demás y por último yo. Toqué el comunicador y mandé un mensaje a la comandante.

Comandante, salimos de la cárcel y nos dirijimos hacia la estación. El tren está llegando. Hay enemigos en los tejados de los edificios, pero del resto no hay ni rastro. Plisken lleva a la Presidenta sana y salva. Nos tendremos que cruzar por el camino.

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22/01/2020, 12:37
Jericho Butler

Con un chasquido, sonó el comunicador.

Comandante, salimos de la cárcel y nos dirijimos hacia la estación. El tren está llegando. Hay enemigos en los tejados de los edificios, pero del resto no hay ni rastro. Plisken lleva a la Presidenta sana y salva. Nos tendremos que cruzar por el camino.

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22/01/2020, 13:27
DIRECTORA

Notas de juego

¿Salís o esperáis respuesta?

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22/01/2020, 13:30
Snake Plissken

¡Vamos! - Gritó Snake dando la señal para salir al exterior. 

Sin más comenzó a caminar rifle en mano, dispuesto a abatir a cualquier demente que se interpusiera en su camino. Lo que estaba claro era que no les quedaba otra que salir a la fuerza.

Notas de juego

Queda claro? XD

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22/01/2020, 13:58
Jericho Butler

Notas de juego

Salimos, salimos. Lo puse en el post.

Desbloqueé las puertas y las abrí. Indiqué a Demolition que saliera, seguido de Plisken y la Presidenta, después los demás y por último yo. Toqué el comunicador y mandé un mensaje a la comandante.

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22/01/2020, 14:27
Vásquez

Cuando llegaron a una posición desde la que tenían una buena parnorámica, Vásquez no se lo creía...

-Pero... ¿Que coño?.... ¿Que hacen esos idiotas subidos todos a los tejados?...  Es como si... estuviesen invitando a que alguien fuese a la estación... ¿o son imaginaciones mías?

Las palabras del Sargento llegaron por el comunicador..., y aún se quedó con el culo más torcido...

-Si el líder de esos está en la cárcel... ¿van a salir ellos de la misma carcel? No se vosotras, pero yo lo veo raro no, lo siguiente, y me gusta menos que.... -se le ocurría algo que decir, pero por una puta vez prefirió ser políticamente correta-

... Sí, la extrañaba sobremanera lo que veía; tan preparadito.. tan... era como decirles "Veniiid, pasad por aquíiiii, no os pasará naaadaaa".. y para más Inri, el tren llegando... eso marcaba una cuenta atrás, para meter presión al tema.