Partida Rol por web

Enderleich aprieta el gatillo y la bala perfora el pecho del asesino tumbándolo de un disparo certero. 

Tras darse cuenta de lo que sucedía, y haber dado una voz de atención, apuntó al enemigo que aún seguía en pie, y disparó con toda la maña, que la tensión del momento le permitía.

- No podía ser. Les siguen. Son tropas ... o mercenarios.

Su proyectil salió a toda velocidad hacia el tipo, pero su mente corría entre otros pilares. Entre aquellos que ... intentaban llegar a un lugar en los que su supervivencia no fuera moneda de cambio. Una cosa es enfrentarse al peligro, y otra, es ser objetivo de muchos ... cabos sueltos.

Morton desenvainó su serrek y apuntó a uno de los tipos.

¡BANG!

El disparo de Enderlich le dejó sin un blanco al que disparar. Morton se giró rápidamente hacia el otro matón, y la luz roja de su mirilla láser osciló en el pecho de aquel mierdas mientras se cagaba encima... El mierdas, no Morton.

Come plomo...

¡BANG!

El primer disparo atravesó el estómago del tipo, el segundo impactó justo donde Morton había apuntado y el láser rojo se convirtió en un agujero escarlata en el pecho de aquél tipo.
El asesino cayó al suelo llevándose una banqueta junto con él, como si de alguna manera aquél objeto pudiera mantenerlo con vida, sujetarlo al mundo de los vivos, hasta que un hilo de sangre cae por la comisura de su boca y unas palabras salen con esfuerzo por entre sus labios.

-Otros vendrán…Sovski os quiere muertos. Mientras Ryan este…..- finalmente la luz de sus ojos se apaga.

Desconcertados el humo de la pólvora y el olor de la sangre inunda el ambiente. La camarera llama a emergencias pidiendo una ambulancia, contando con claros síntomas de estrés lo que acaba de pasar.
 

Lo primero que le vino a la cabeza, mientras se enfriaba su pistola, era : ¿Ryan Steiner? Sus labios no fueron suficiente contención.

Los nudillos se pusieron blancos. Apretaba con tanta ansia el la empuñadura, que si fuera de cristal, tendría muchos cortes en las manos. - Chicos, tenemos que salir de aquí, hasta que esto se aclare. mirlo a las bebidas que formaban parte del decorado del suelo en estos momentos. Levantó la mano para llamar la atención del barma y le comentó: - Rápido, llame a la policía. El lo haría a los periodistas. Mientras marcaba el número de varios les ordenó: - Chicos, corred a los mechs, pero estad atentos, igual hay fiesta.

Tenía que inventarse una historia creible, y era el momento de inventar una historia, donde todos los presentes habían muerto. Tanto los asaltantes, como los mercenarios de una unidad que no existe. Nosotros somos ahora una unidad que si está registrada. - COMSTAR es la solución.

Morton no sabía muy bien cómo tomarse las últimas palabras de aquel moribundo, pero parecía que el Jefe estaba más espabiladillo, y sabía lo que estaba pasando y lo que había que hacer. En condiciones normales estaría registrando los bolsillos de aquellos sicarios, pero estando Maximilian herido, Morton se ocupó de ayudarle a ponerse en pie y a caminar.

¡Espera! ¡¿Qué?! ¡¿La policía?! ¡No puedes dejar que llamen a los maderos, Jefe!-protestó a Lortmark-Lo que menos necesito en estos momentos es un atestado en el que figure mi nombre.

Se calmó cuando Lortmark les ordenó que se marchasen. Eso estaba mucho mejor, huír de los problemas era algo que a Morton se le daba muy bien. Se encaminó a la puerta, todo lo rápido que le permitía la situación, cargando con Max.

Muchas gracias chicos, salgamos pitando de aquí.... Aunque vais a tener que ayudarme porque ando un poco jodido....

Yo no iría a los mechs, así de primeras, si son profesionales, seguro que supondrán iremos hacia allí. De ir tenemos que extremar las precauciones...

Se puso la mano ante los labios para pedir silencio, mirando al herido. "- Si tu quieres perder tu máquina ..." O por lo menos eso era lo que decían sus ojos.

Señaló a los compañeros que estaba bien y luego al herido. - Es más importante que os acerquéis a alguien de confianza, para curarle. Sois dos, podéis repartir el trabajo. Y luego ordenó: - ¡Largo!

Rakhir temía que, aunque no sangrara, el impacto fuera interno y hubiera lesiones. Requería un médico de confianza, y ese tendría que estar en los bajos fondos.

Estos desgraciados eran profesionales, así que no tendrían nada encima que diera dato alguno. Se acercó, esperando que los demás se marcharan a toda prisa, a revisar los bolsillos, los zapatos, chapas de identificación, tatuajes...No les hizo un tacto rectal ... porque no tenía guantes de goma.

—El cabrón de Sovski quiere eliminar los flecos sueltos. ¡Pues ha fallado y ahora nos toca responder a nosotros!

Mientras recojo a Maximilian pienso en un lugar a dónde llevarlo... —¿Dónde te curaron Morton? ¿Es seguro o Sovski conoce el hospital? —Le pregunto mientras lo sacamos del pub.

—Si buscamos un lugar seguro, creo que podré echarle un vistazo a la herida, a ver qué te han hecho Maximilian. —Digo mientras voy buscando con la mirada un callejón oscuro algo alejado, una casa abandonada o algo así.

Estaba MUY PREOCUPADO. Pero mucho. Ahora eran objetivo de un espía y tenían que reaccionar rápido.

- No, por la puerta, no.

- MoRa, si puedes, acerca al compañero al médico si Max lo necesita. Le puso la mano en el hombro al herido. - Tú decides si aguantas y te llevamos, o si te acercamos al médico. Cambió de tercio: - Nacho, nos vamos por lo mechs.

Si eran tácticos, tendrían un francotirador de apoyo ... o un grupo. Habiéndose escuchado un tiroteo rápido, podrían pensar que ha "salido bien". No tenían comunicadores, así que no habrán dado novedades.

Miró al barman: - ¿Hay otra salida? Lo preguntó, de manera amenazante, con su pistola humenante aún en la mano.

La camarera asintió ante la pregunta de Lortmark señalando la cocina.

Al asomaros podéis ver una puerta de servicio que dará a un callejón en el lateral del bar.

Al salir de la cocina encontramos un lugar algo recóndito donde puedo hacer una rápida cura a nuestro compañero antes de separarnos.

—Un segundo jefe, no puedo dejarlo así. Le cierro la herida y nos vamos. Comprenderás que no puedo dejarlo así.

El compañero era un tipo valiente, y seguro que se sentiría más seguro en su mech.

Tenía un plan para estar más seguro, pero eso requería ir a por las máquinas y presentarse ya en el cuartel. Allí no sería tan fácil asesinarlos, y si lo intentaban, descubrirían su tapadera. Estarían más protegidos bajo el "Ala" de ellos mismo que fuera, en la puñetera calle.

Había que llegar a las máquinas.

- Vamos a por lo mechs. Su mente corría de un plan a otro, depurándolo, y encontrando fallos. Por fin, al tercer intento y planeamiento, había descubierto la forma de salir de esta. - Si llegamos al Cuartel Lirano, allí hay médicos que saben tratar esas cosas. Rakhir lo sabía. Ya había trabajado y entrenado con ellos antes. Miró al compañero herido y le preguntó: - ¿Estás para esto? El separarse sería casi un suicidio para alguno de ellos. La unión hace la fuerza, y que mejor que estar unidos y luego "arrejuntarse" con el propio ejército lirano. - El mejor escondite es en tu propia casa, a la vista de todos.

Yo fui a un hospital normal y corriente, pero porque nadie tenía idea de que estaba herido para estar buscándome. Solo sabían que los...

Iba a decir "...mechs habían sido dañados", pero si ya empezaban con nombres en código, tampoco era plan de dar más pistas. Apoyó a Maximilian en la encimera de la cocina, para que Enderlich lo tratara.

Esta vez no es seguro ir a ese hospital: pueden interceptar las comunicaciones de la policía. Sabrán que hay un herido en cuanto vean la escena del tiroteo.

Y eso si a la camarera no se le escapaba un comentario antes durante la llamada a la policía. Y llegar a los mechs tampoco era cosa fácil: habían tenido que coger un taxi para cruzar la ciudad desde la nave alquilada y esta zona de la ciudad...