Partida Rol por web

Espada Negra

Escena 1 - Llegada a Bremie

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20/11/2014, 18:42
Narrador

Aún tienen perspectivas muy variadas sobre la realidad o falsedad de la información que dice que Nerdua fue totalmente invadida por muertos vivientes. Las órdenes son, en cualquier caso, erradicar el problema sean los muertos vivientes o un grupo sedicionista, manteniendo todo el incógnito posible y sin dar información de quiénes son.

Cuando llegan a Bremie, la localidad más cercana a Nerdua, les resulta evidente que el miedo existe. Todo el pueblo ha tapiado puertas y ventanas y han pintado todo tipo de símbolos acompañados por diversas formas de superstición, como ajos o sacrificios de animales.

Las calles, ya heladas por las nevadas de la noche, resultan aún más frías por la ausencia de personas. Todos los negocios están cerrados y nadie hace el más mínimo ruido a vuestro paso. La completa ausencia de rayos de sol termina de pintar un cuadro de desolación en el lugar, que finalmente sólo se ve roto por la presencia de una persona que viene a vuestro paso en la plaza del lugar.

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20/11/2014, 18:46
Iodinie

Se trata de un nervioso guardia manco que hace un par de días que ni come ni se lava. Se ha protegido con un no muy efectivo peto de cuero, y lleva su espada con cierta pesadumbre.

-¿Son los que vienen a extinguir Nerdua?- pregunta cansinamente.

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11/01/2015, 17:45
Rarkan "El Inmortal"

Ahora entiendo por qué cayó Nerdua, con guardias como éste unos cuantos niños podrían tomar la ciudad.

Observo las caras del grupo al llegar a este "cementerio", especialmente del joven Anton, que mi respeto se había ganado después de tan grandioso escape. Sus rostros lo dice todo, en su interior crece ese temor que te cala los huesos como el viento frío de esta noche, ese mismo que siente todo esclavo al entrar por primera ves a la arena. La idea de enfrentarse a este desconocido enemigo me da que pensar. Veremos de que se trata todo esto de muertos vivos. 

Me dirijo al "sepulturero", -Solo estamos de paso buen hombre, ¿Los rumores Nerdua que atemorizan a las personas son ciertos? - 

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12/01/2015, 23:20
Arnald

Pena. Eso es lo que sentía Arnald frente a la desolación que evidenciaba el paisaje.

"Un rincón olvidado de Soid, al parecer... ¿Porqué será?"

Luego, guió su vista a Rarkan, quien había decidido ir al grano con muy poca sutileza y elegancia, mas con mucha determinación; para luego dirigir su inquisitiva mirada al guardia mutilado, aguardando la respuesta que el Inmortal le demandaba.

"La discreción no parece ser el punto fuerte de este grupo..."

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12/01/2015, 23:49
Grind “El Alto”

"Ya, estos están viviendo peor que los guneares."

Mire de reojo a las ventanas, los símbolos y a nuestro" amable interlocutor mientras pensaba que estaría pasando de verdad en este pueblo.

"He visto campamentos asediados y campos de batalla más alegres que este lugar."

Por instinto o superstición, pose la mano derecha en el pomo de mi acero mientras me persignaba a Soid y soltaba una pequeña blasfemia al aire.

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13/01/2015, 00:30
Arnald
Sólo para el director

El escape

El escape había sido exitoso. O eso creía el grupo. Arnald no coincidía. El plan de Anton, que al parecer tenía cierta experiencia en la vida callejera y el delito, había arriesgado a varias personas con un incendio, sin olvidar que puso en peligro la vida de los niños. El fracaso más ínfimo habría puesto en riesgo la misión, destruido el pueblo y tener un saldo en vidas inocentes.

Los métodos que el grupo pusiera en juego de ahí en más dirían más que ellos mismos.

Luego, la voz de Vhara sonó en su cabeza:

-No seas tan duro. 

"Ella tiene razón, como de costumbre. Si yo tuviera que usar algo de lo que sé hacer para contribuir a la misión, no lo dudaría. Sólo espero no arriesgar tantas cosas en ello."

Arnald comenzó a enojarse consigo mismo.

"¿Qué clase de dudas son estas? ¡Témplate, maldita sea!"

La Corrección no permite más dudas de las que ya tiene. Las únicas dudas que están perdonadas son las que se tienen acerca del resto de sus compañeros. Se confía plenamente en los Correctores, y se confía en que los métodos que se usan para cumplir con la tarea divina son avalados y perdonados por Soid. Por aberrantes que sean. 

Estos tipos no eran de la Corrección: Arnald no sabía nada -o casi nada -de las causas que movían a estas personas, ni de los métodos que fueran a utilizar. Esto sería una lección muy dura para Arnald. El trabajo en equipo no es común en la Corrección, ni compartir su actitud predilecta. Y este agente de la Corrección lo habría aprendido por las malas.

-Cuídate y regresa a nosotros... que Soid te acompañe y aparte todos los peligros de tu camino.- volvió a resonar la voz de Vhara en la mente de Arnald.

"No tengo más alternativa que volver a confiar en Soid... y en Vhara. Que estos hombres no sean el mal, sino que estén haciendo su mayor esfuerzo en completar la misión con el mismo fervor que yo, aunque no por lo mismo. Que así sea..."

Y se presignó al pensar todo aquello, para luego sonreír de ternura al recordar los besos de Vhara. Esa fue la primera vez, aunque no la última, que pensó en Vhara en el viaje a Bremie.

Llegada a Bremie: ecos en la desolación

Incluso antes de entrar a ese oscuro poblado, Arnald lo supo: algo se había comido a este pueblo.

"Un rincón olvidado de Soid, al parecer... ¿Porqué será?"

Muertos vivientes o rebeldes, se habían apoderado de toda la luz que podía llegado a tener el lugar: puertas y ventanas tapiadas, símbolos paganos y demás prácticas de herejía demostraban que no era Soid quien había olvidado el pueblo solamente, sino que los pobladores estaban de rehenes ante los muertos vivientes o los disidentes. Y, por medio del terror, les habían hecho olvidar la bendición de Soid.

Un maltrecho sujeto precariamente armado se acercó al grupo que recién llegaba. Aunque sus pertenencias lo señalaban como un agente del orden, su condición no parecía demostrarlo: era manco, y con su equipo no podría defender demasiado al poblado. Lo más probable es que este hombre ejerciera de miliciano por ausencia de guardias verdaderos. Arnald temió lo peor...

-¿Son los que vienen a extinguir Nerdua?- interrogó el hombre.

"¿Extinguir? Como si aún quedara algo por extinguir. Este pueblo es una miseria..."

Rarkan contestó con la rudeza que le precede; y lo confrontó con muy poca sutileza.

"La discreción no parece ser el punto fuerte de este grupo..."

Luego, la sorpresa: Grind, el gigante legionario, ¡se estaba presignando al tiempo que blasfemaba!

"¿Lo hace por costumbre, por fe o se está mofando?"

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13/01/2015, 00:35
Iodinie

Ven cómo el rostro que parecía casi alegre al ver a un grupo tan aguerrido, se vuelve desesperanzado en un segundo.

-¿No lo son? Qué lástima, porque si lo fueran le harían un gran favor a este pueblo.

-Supongo que los rumores de los que habla es de los muertos vivientes... y si, parece que son ciertos- hizo una pequeña pausa para mirarlos a todos como queriendo corroborar que no fueran a ayudarlos con todas las armas y armamento que tenían a la vista -A ver, señores, aquí la situación es bastante complicada porque en realidad no tenemos murallas ni nada así, por lo que si esas criaturas deciden salir de Nerdua andaremos bastante mal. Además, los reclutadores han pasado hace poco y se han llevado a casi todos los hombres aptos para la pelea... enviamos a un explorador que ha regresado hace poco y contó que la ciudad está abierta y que los muertos pueden venir hacia aquí en cualquier momento...- se calló nuevamente -¿Seguro que no podrían encargarse de ellos ustedes? Parecen muy aptos para el trabajo... sería una bendición de Soid-

Notas de juego

Recuerden, dado que creo que ha habido alguna confusión, que Bremie es el poblado más cercano a Nerdua, la ciudad que deben eliminar si es como dicen que está invadida por zombies. No es el mismo lugar... por las dudas lo aclaro jeje

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13/01/2015, 00:54
Narrador

Para poder llegar a Nerdua, debían pasar por Bremie, pueblo anterior donde podrían aprovisionarse y hasta pasar la noche. Llegaron al anochecer, cuando todos estaban durmiendo. Parecía que los pelotones de reclutamiento ya habían pasado por allí porque no había guardias. El pueblo estaba compuesto por una buena cantidad de casas de tamaño normal y una mansión más alejada. No tenía murallas por lo que claramente no era un punto estratégico militarmente hablando.

Cuando se adentraron en las callejuelas de Bremie, pudieron percibir cómo el miedo flotaba en el ambiente: ventanas cerradas con maderas, signos de protección contra el mal, etc.

Las calles, ya heladas por las nevadas de la noche, resultan aún más frías por la ausencia de personas. Todos los negocios están cerrados y nadie hace el más mínimo ruido a vuestro paso. La completa ausencia de rayos de sol termina de pintar un cuadro de desolación en el lugar, que finalmente solo se ve roto por un desvencijado y despintado cartel de posada que reza: Taberna de Bremie, y tiene una jarra dibujada toscamente.

Notas de juego

Eso manejalo como quieras. Tu personaje principal es Lállebron, pero podés usarlos a los dos indistintamente, al menos durante la narración. En cuanto al combate, ya veremos, probablemente no lo puedas usar a menos que estés usando sólo ese (porque se hayan separado o algo así).

El post estuvo de diez, no te preocupes... veo que estás volcando el conocimiento filosófico ;) jaja

Me había olvidado, tu Gran Anhelo es erradicar la presencia de Taharda en Dormenia.

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13/01/2015, 00:57
Lállebron V

-Bueno, no es lo mejor que vamos a encontrar, pero no parece haber mucho más.- dijo Tádeok.

-Está bien aquí amor, de todas formas veo que este lugar envuelve oscuridad.-

-¿Quieres decir que sentiste algo raro?-

-No, precisamente no sentí. Se podría decir que observé.-

-Espero este todo bien. Pasemos la noche aquí, mañana podremos averiguar algo más. Digo, si la gente sale.-

-Estoy segura que mañana será un mejor día, mi buen hombre…-

-Vamos, por las dudas paso primero. La verdad yo si presiento algo raro.- Lallebrón asistió con la cabeza. Tádeok avanzo con paso firme, el miedo no es algo que le afecte seguido. 

Empuja con una mano la puerta. Deja pasar a su mujer, cierra detrás de ella. Se acercan al cantinero.

-Buenas noches. Quisiera una habitación- dijo Tádeok mientras observaba a su alrededor.

-Solo nos queda una habitación. Pero no me parece que debería arrendártela.

-¿Me está tomando el pelo caballero? ¿Por qué me diría que tiene una habitación, si no es su intención alquilarla?

-Emmm…-el posadero parecía haber tenido un acto fallido. Su mirada estaba fija, su frente tenía pequeñas gotas de sudor que ocasionalmente se agrupaban para caer y avanzar un poco.

-Disculpe señor, solo estamos aquí de paso. Nuestra intención es descansar, pero si esto produce algún problema no demoraremos en marcharnos.-

Se pudo percibir un alivio en el hombre.

-¿nombres? Dijo con una postura un poco más liviana.

-Lallebrón y Tádeok- dijeron al mismo tiempo.

-Bueno, serán algunas monedas. Espero les sea cómodo. Aunque no pidan mucho.- dijo mientras sacaba una llave y se la daba con desconfianza a ese gigante colorado de aspecto poco amistoso.-es la habitación 7-

-¡siete! Mi numero favorito.- Exclamo Lallebrón

- muchas gracias buen hombre.

La joven pareja se dirigió a la habitación. Las predicciones del tabernero no erran.

-Menos mal que las ratas vienen gratis- decía Tádeok mientras agarraba una y la miraba fijamente.

-deja ese pobre animal, piensa el miedo que ha de tener, frente semejante persona.- ambos comenzaron a reírse.

Mientras el preparaba la comida ella le preguntaba con una curiosidad insaciable.

-¿esposo, alguna batalla te dio miedo?-

-no-dijo sin titubear.

-¿y… alguna vez perdiste una pelea?-

-¿probablemente no estaría aquí si así hubiera sido? ¿No?- dijo con una leve sonrisa en el rostro.

“¿se estará preocupando de esta ciudad? ¿Le estará dando miedo lo que pueda haber?”

-si… y… ¿alguna vez pensaste en dedicarte a otra cosa?

-sabes que mi destino es al lado tuyo. Si me hubiese dedicado a otra cosa, no te habría podido proteger. Así que no, no se me cruza la idea siquiera.-

Ella parecía estar sonrojada, algo en las palabras de él la motivaban siempre a seguir adelante.

“que gran marido tengo, en varios sentidos.” 

Notas de juego

En este punto voy a hacer tiradas. Pero tengo dudas sobre estas. Si pudieras hacer un par de ejemplo te lo agradecería. No avanzo más porque creo que hasta este punto llega mi libertad. Sería muy imperfecto si yo decidiera a continuación que hacer.

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13/01/2015, 00:58
Narrador

Cuando el pelirrojo gigante y la hermosa joven con la beba en brazos entraron a la taberna, se hizo un silencio de muerte. No es que hubiese habido mucha algarabía antes de que llegaran, pero las pocas conversaciones que había se habían acallado.

Los parroquianos parecían ser más mujeres y viejos que otra cosa. Y de todas formas se callaron. Eran cinco en total y parecían estar por abandonar el establecimiento en cualquier momento.

Sólo cuando hubieron subido a las habitaciones se retomó algo parecido a un murmullo...

Pero no habían hecho más que soltar el equipaje y comenzar a comer las pocas provisiones que les quedaban, cuando se escucharon problemas abajo. Había gritos y ruido de mesas y sillas caídas...

Tádeok se levantó de un salto y con el mandoble agarrado con la diestra, se acercó a la puerta. Parecía que había una pelea abajo, pero que por los gritos desesperados era más que eso... 

-Quédate aquí- le dijo mientras abría la puerta y la cerraba tras de sí.

Luego de unos interminables segundos, volvió con el rostro desencajado.

-Tus visiones eran ciertas... hay muertos vivientes y parecen haber llegado a Bremie-

Vio la ventana que había en la habitación y con dos grandes trancos se acercó a ésta. Daba a la calle.

-Lállebron, salta por aquí- le dijo con seguridad mientras ataba la cuerda y la lanzaba por la ventana -¿Podrás?- la miró a los ojos -Yo bajaré con nuestra hija. Son cinco de esas criaturas y parecen muy veloces...-

Sin esperar respuesta, comenzó a empacar las cosas...

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13/01/2015, 17:55
Arnald

Arnald intentó dejar en claro y despejar toda duda acerca de los "rumores", pero sin demostrar que realmente estaban allí para ello:

-¿Muertos vivientes? No parece una historia creíble- dijo en un tono altanero, sabiendo que el "guardia" podría ofenderse; y preparado para ello, agregó luego con un tono un poco más serio: -. Es decir, ¿ninguno de ustedes los han combatido aún? ¿Puedes confirmar lo que vio el explorador que enviaron? O bien, ¿podría él hacerlo?- cuestionó al hombre.

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14/01/2015, 19:26
Anton Calará

Me dolían los pies, tenía hambre de comida caliente y ahora un guardia manco casi confirmaba los rumores de los muertos vivientes. No era la expedición más feliz de todas. Era dificil mantener la compostura en estas situaciones, y digamos que había que ser loco para no sentir aunque sea un poco de espanto ante la vista de Bremie.

Rarkan y Arnald habían hablado. Pero talvez antes necesitaríamos saber otras cosas. Ni bien el Agente terminó de hacer sus preguntas, yo adosé las mias, junto con una sonrisa forzada y tratando de mantener un tono de voz uniforme.

-... y también nos gustaría saber quien va a mandar esos hombres para hacer frente a los muertos vivientes. ¿De dónde vienen? ¿Quién informó sobre ellos? - pregunté -Además, si es usted amable, ¿nos podría indicar algún lugar donde pasar la noche,...? Disculpeme, no se su nombre.

Me dolía el rostro. No era un día para sonrisas.

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14/01/2015, 20:55
Iodinie

Iodinie alternaba su mirada entre el espadachín y el agente de la corrección, que, por cierto, le sorprendía que tuviera la capucha colgando como si nada...

-No parece... pero lo es. Toda una ciudad infestada de ellos... Káreron podría confirmarlo, claro... cuando se le acabe el ataque de nervios que ha tenido- le respondió al primer interlocutor en vos neutra y cansada, como quien está cansado de hablar de un tema tan grande sin poder hacer nada -No sé si vendrá alguien o no... ojalá... sería el deber de nuestro señor, pero parece que está muy ocupado en otras cosas- agregó respondiendo a las preguntas del segundo, esta vez con un tono más agrio y enojado -Podrían pasar la noche en la Taberna de Bremie, no anda muy concurrida últimamente, aunque todos nos reunimos allí cada tanto para no sentirnos tan solos...- confesó con sinceridad el guardia mientras comenzaba a guiarlos hacia el establecimiento.

-Mi nombre es Iodinie, guardia de Bremie- dijo con fingido tono solemne -¿Sus mercedes?- preguntó entrando más en confianza con ese grupo tan variopinto de personas aguerridas.

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15/01/2015, 01:46
Grind “El Alto”

"...Toda una ciudad infestada de ellos..."

Las palabras del guardia resonaron en mi mente y me hicieron sujetar el pomo de la espada con más fuerza. Nunca me había enfrentado a un no-vivo y por más que el miedo no me asaltara, si lo hacía la adrenalina del desafío y la curiosidad sobre un enemigo nunca enfrentado.

-¿Hay alguien más con quien podamos hablar en Bremie que pueda decirnos algo más?-

"Esto parece sacado de una historia para niños... un grupo de guerreros que se prepara para limpiar un pueblo atestado de monstruos retornados de la tumba."

Una sonrisa algo torcida se formo en mis labios tras la espesa barba mientras dirigía la mirada hacia el guardia manco. -Mi nombre en Grind- dije sacando un poco de pecho para dejar bien visible el verde emblema de la legión y dirigiendo la mirada a mis compañeros para que alguno continuara con la presentación. 

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15/01/2015, 02:23
Arnald

Comenzaron a seguir a Iodinie a la Taberna. 

"Por lo menos les quedan algunas distracciones..."

-Arnald es mi nombre.- dijo al guardia.

"No debe ser un detalle menor: quien los viera ha sufrido un ataque de nervios, y estaba despavorido... Por eso debe ser tan urgente para Armind: la gente del pueblo no debe estar para nada satisfecha con la situación."

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15/01/2015, 03:20
Anton Calará

-Anton Calará- dije dirigiendome al guardia -si a ustedes no les parece mal, sería bueno ir a descansar y reaprovisionarnos a la posada- esta vez le hablaba a mis compañeros -y tal vez, podríamos hablar con el explorador, tenemos que seguir viajando, un poco de información no nos vendría mal-

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15/01/2015, 03:54
Lállebron V
Sólo para el director

Mientras empacaba las pocas pertenencias, Lállebron dijo.-Vamos los dos juntos abajo. Debo ver qué clase de criaturas son. Pues contra ellos he de combatir.-

-¡No puedes venir abajo! es peligroso. – dijo Táedok mientras seguía guardando apresuradamente.

-No. me resigno a salir. ¿Y si afuera hay más escondidos? ¿Y si la situación es peor de lo que parece? además te tengo que acompañar. No podría ser de otra forma. Tú ve al frente.-

-No, espérame en la habitación. Déjame ver si puedo solucionar eso, y si lo logro bajas. Espera aquí. Enciérrate y espérame por favor. –

-Bueno, esa es mi máxima tregua. Pero si estas en problemas grita, e iré a ayudarte.-

-Está bien. Espera aquí. Ya vengo.-

Con estas últimas palabras el gigante de color rojo se equipó con su espada y su escudo. Un beso en la boca y salió.
Mientras tanto Lállebron se encerró. Escondió a su hija debajo de la cama y saco su pequeña espada. También miro ya que estaba quitando la cuerda por la ventana. "Que nada le pase"

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15/01/2015, 04:16
Narrador

Dio apenas unos pasos cuando volvió a escuchar gritos... y una puerta cerrarse con fuerza. Y antes de que pudiera ver nada, escuchó martillazos en una madera y un sonido parecido al de un rasguño sobre ésta...

Cuando estaba terminando de bajar, vio que había cinco personas, que parecían haber dejado de serlo hace muy poco.

Aún tenían ropas, pero éstas eran raídas... sólo dos tenían cotas de malla en un rescatable estado, a pesar de que algunos anillos habían sido destruidos. Todos tenían armas, espadas en el cinto, pero ninguno las tenía en sus manos... que ahora terminaban en filosas garras.

Sus movimientos eran rápidos, e intentaban a toda costa traspasar la puerta que parecía estar siendo clavada al umbral con tablones desde afuera... Estaban encerrados.

 

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15/01/2015, 04:23
Iodinie

-Seguramente habría alguien más, debería pensarlo...- estaba diciendo el guardia, cuando comenzaron a escuchar gritos desesperados.

Los ojos de Iodinie quedaron en blanco, y por un momento no supo cómo reaccionar, pero luego de ese primer momento durante el cual emanaba verdadero terror, desenvainó la espada y corrió hacia el origen de los gritos.

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15/01/2015, 04:26
Narrador

La imagen que vieron los personajes al doblar una esquina, era la de la posada que supuestamente irían a dormir, pero con personas saliendo aterrorizadas de su interior.

Justo cuando estaban llegando junto a las pocas personas que quedaban junto a la posada, un viejo comenzó a clavar maderas mientras del interior se escuchaban algunos gemidos agonizantes y algo aún peor: el de la carne desgarrándose mientras muchas uñas rasgan la madera que impide que lo que esté adentro, quede adentro.

Una mujer que estaba en shock murmuraba palabras sin cesar...

-La jovencita... tenía un bebé... la jovencita... era tan bella...- decía mientras caminaba de un lado hacia otro sin soltar la jarra vacía en sus manos.

-Por Soid...- murmuraba el anciano que ayudaba al primero con la puerta.