Partida Rol por web

Estación de nieblas

Capítulo 1: El enclave

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24/05/2014, 01:45
Narradora

El interior del edificio era increíblemente opuesto al aspecto que mostraba el exterior. En cuanto los muchachos pusieron un pie dentro, pudieron contemplar lo que parecía el interior de un castillo. El techo se alzaba en lo alto y se perdía en una bóveda que parecía estar a varios metros de altura. Las paredes estaban cubiertas con tapices y varios motivos se repetían en ellos, en las columnas y en toda la decoración y construcción del lugar: estrellas, ángeles, rosas y espadas. Por todas partes podían verse estos elementos una y otra vez. 

También había varias inscripciones, de diseños similares al que Nora había podido ver sobre la puerta del edificio y que de alguna manera recordaban al mismo tiempo a los tatuajes que asomaban en el cuello de Émille y Amber.

Se respiraba tranquilidad en el ambiente, que resultaba cálido y acogedor a pesar de la piedra de la que estaban construidas sus paredes. Amber empezó a guiar al grupo con paso decidido, por pasillos de techos altos y también llenos de tapices y cuadros de aspecto realmente valioso. 

Finalmente se detuvo delante de una puerta de madera de doble hoja, de nuevo con runas inscritas sobre ella y sin dudar las empujó abriendo paso a una sala de gran tamaño, con una mesa alargada rodeada de sillas en el centro. Al fondo un ventanal de cristal esmerilado teñía y dejaba pasar la luz suave y apagada del exterior, donde probablemente seguía lloviendo. El suelo estaba cubierto por una alfombra espesa y mullida y en las paredes había estanterías con libros y pequeños sillones.

Varias personas se encontraban en el interior de la sala y alzaron la mirada al ver entrar a los muchachos.

Sentada presidiendo la mesa alargada una mujer rubia y pálida, de piel fina y rasgos frágiles que recordaban los de una muñeca de porcelana. Iba vestida con un traje de chaqueta y falda negro y elegante. Sus ojos verdes, muy parecidos a los de Alice, se posaron en los recién llegados, pero su expresión parecía indicar que no estaba realmente prestándoles atención.

Junto a ella, un hombre alto y rubio, con el pelo largo y barba de varios días, perfectamente arreglada contemplaba a Nora y Ethan con curiosidad en sus ojos azules. Iba vestido con una camisa negra y unos vaqueros. De pie entre ellos se encontraba Alice, con la misma expresión altiva y la misma ropa de antes. 

      

Sentado en uno de los sillones había un hombre moreno, vestido con un jersey azul oscuro y pantalones negros, que podría haber sido guapo si su rostro no estuviese surcado por profundas cicatrices. Uno de sus ojos estaba totalmente blanco, pero el otro buscó a Amber para cruzar con la chica una mirada preocupada. 

Junto a él, en otro de los sillones, un joven de aspecto frágil con rasgos orientales y el pelo oscuro y largo se giró también para contemplar con el ceño levemente fruncido a los jóvenes que entraron en el lugar. Llevaba una sudadera gris y un pantalón negro de aspecto cómodo. Parecía haber estado hablando con el hombre al que le faltaba un ojo hasta ese mismo instante.

       

Todos ellos tenían algo en común: finas cicatrices blancas asomaban de los cuellos de su ropa y de las mangas de sus brazos, siguiendo patrones similares a los de los tatuajes que mostraban Amber, Alice y Émille.

- Tiradas (2)
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24/05/2014, 02:37
Gareth Herondale

El hombre miró a la mujer que parecía presidir la mesa durante algunos instantes, como esperando que ella hablase primero, pero al ver que permanecía en silencio, tomó él la palabra. 

- Bienvenidos. Os estábamos esperando. - Dijo, mientras se levantaba, para acercarse a vosotros. - Alice nos informó de lo que ha sucedido. - Llegó a la altura de Émille y con un gesto le pidió permiso para  examinar la herida de Ethan. - Llévalo a la enfermería. Ivy debería estar ya allí. Que desinfecte la herida y se la vende, y volved cuanto antes. - Pidió al muchacho antes de acercarse a las dos chicas. - Sentaos, por favor. Creo que tenemos mucho que hablar. - Dijo, haciendo un gesto hacia la mesa y volviendo a sentarse en el mismo lugar que había ocupado hasta hacía un instante. 

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24/05/2014, 02:45
Alice Herondale

Alice resopló y permaneció de pie junto a la mujer de aspecto delicado. - Habéis tardado una barbaridad. - Fue todo lo que dijo, echando una mirada desdeñosa a los recién llegados.

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24/05/2014, 03:31
Nora Leiva

Miré a Ethan con el ceño fruncido pero no quería discutir más con él, no iba a sacar nada en claro y empezaba a resultar aburrido. A pesar de su sarcasmo Emile me caía bien y Amber aún mejor, asentí a sus palabras deseando ver el edificio en todo su esplendor. Miré hacia la puerta cuando se acercó a abrirla, si por fuera era increíble, ¿cómo sería por dentro?

Comencé a sentirme nerviosa y asustada por lo que pudiera encontrarme en el interior, me había lanzado a la piscina sin pensar demasiado. Primero por asegurarme de que Ethan estaba bien, aunque él no lo apreciara no iba a dejarle solo. Además me podía la curiosidad, al fin y al cabo cosas así no pasaban todos los días, pero me acordé del dicho la curiosidad mató al gato y comencé a pensar si, tal vez, había cometido un grave error.

Mientras cruzaba el umbral de la puerta, me llevé la mano al cuello, escondido entre la camisa busqué mi anillo y comencé a acariciarlo como hacia siempre, por algún motivo me agradaba sentir su tacto y me calmaba un poco.

El interior era aún más increíble que el exterior y, por supuesto, nada que ver con lo que se apreciaba a simple vista. No daba abasto mirando todo, los detalles, lo que parecían runas, todo era muy… medieval, me recordaba mucho a El señor de los anillos.

Cuando entramos en la sala me fijé en las cinco personas que nos esperaban allí, me sentí intimidada de inmediato y me acerqué más a Amber. Alice con su gesto altivo que no parecía haber cambiado en absoluto, no me agradaba demasiado. Uno de los hombres tenía graves cicatrices en el rostro, no supe exactamente que pensar, por un lado parecían horribles, pero había leído en algún sitio que los guerreros estaban orgullosos de sus heridas de guerra y, después de lo que había visto, esa gente eran claramente guerreros.

Un hombre se acercó, me tensé de inmediato, tenía toda la pinta de ser el jefe. El hombre habló con educación y con autoridad, así que simplemente obedecí. Me dirigí a la mesa sin alejarme demasiado de Amber.

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24/05/2014, 11:41
Narradora

Cuando Nora sacó de entre su ropa una cadena con un anillo colgando, durante un instante te quedaste mirando el anillo. No parecía una pieza mundana, no reconocías a qué familia pertenecía, pero desde luego te parecía un anillo nephilim. Tenía aspecto de ser bastante antiguo y parecía haber sido forjado por dedos hábiles. Una enorme "C" en caracteres góticos resaltaba sobre un fondo empedrado. No era el sello de los Carstairs, eso lo sabías seguro, pues no se parecía en nada al de Milton.

- Tiradas (2)
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24/05/2014, 11:34
Ethan Evans

Me quedé en silencio, cada vez más cabreado con todo el mundo y preguntándome porque había decidido ir a los suburbios aquel día. Las palabras de Emille hicieron que me tuviera que morder la lengua de nuevo. No quería que me volviese a meter el dedo en la herida y había demostrado no tener ningún escrúpulo a la hora de hacerlo.

Cuando entramos en el edificio me sorprendí un poco. Más por la limpieza del lugar que por otra cosa. Un edificio en ruinas por fuera no solía estar tan limpio por dentro. Además parecía como un castillo de alguien muy católico, ya que estaba todo lleno de tapices de ángeles, rosas, estrellas y espadas. Aquello no era normal, claramente se trataban de edificios distintos... Hasta la piedra era distinta.

Si me hubiera encontrado en otras circunstancias tal vez me hubiera molestado en mirar algún tapiz o fijarme en la decoración, aunque seguramente no. Normalmente prefería hacer otro tipo de turismo. Castillos y museos solo visitaba cuando iba con mi familia y no mostraba demasiado interés.

En vez de eso me dediqué a pensar lo que tenía que decirle al jefe de aquellos tres personajes. Tenía que dejarle claro que yo era normal y que todo eso no era más que un simple malentendido. Cuando llegamos al lugar y vi las nuevas caras se me cayó el alma a los pies. Como no, la jefa tenía que ser la más estrada de todos. Por suerte parece que no le interesamos lo más mínimo, es una buena señal.

Permanecí callado todo el tiempo, no iba a decir nada hasta que alguien se dirigiese a mí, era lo más correcto. El hombre parecía más tratable y mil veces más educado que el chico que me cargaba. Seguramente también se mostraría más razonable que él, aunque tampoco era muy difícil. Lo primero que hizo fue darnos la bienvenida y preocuparse por mi herida, otra buena señal. Con un poco de suerte para la noche esto no sería más que una anécdota para olvidar.

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24/05/2014, 12:12
Émille Lalique

De camino al estudio mi caminar era seguro y directo. Probablemente nos estarían esperando. Cuando llegamos allí y vi quiénes eran los que estaban dediqué un asentimiento de cabeza respetuoso a Deirdre y Gareth antes de entrar, y luego avancé algunos pasos hacia el interior. Ella parecía seguir en su línea, y cuando él tomó la palabra no reprimí una expresión de disgusto. Por mucho que quisieran esperarnos seguro que empezaban a hacerle preguntas a la chica mientras yo no estaba y me perdía algo por culpa del puto imbécil al que había que llevar a cuestas.

Sin embargo, antes de irme, algo llamó mi atención. Observé a Nora con el ceño levemente fruncido, y por un momento la orden de llevar al rubito a la enfermería pasó a un segundo plano.

- Déjanos ver ese anillo. - Le dije a la chica. Si el gilipollas había estado este rato con la pierna así podía aguantar dos minutos más.

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24/05/2014, 14:28
Nora Leiva

Me senté intranquila sin dejar de jugar con el anillo entre los dedos, todo el valor que había demostrado en la calle, se esfumó según entré en el edificio, era como si hubiera entrado en una burbuja. No podía evitar revolverme incomoda en mi asiento mientras intentaba evitar mirar a esas personas, me sentía analizada como un objeto de exposición. Di un bote en el asiento cuando escuche a Emille hablarme.

-¿Mi anillo?- Un montón de imágenes poblaban mi mente la principal… robo, homicidio, tráfico de órganos y cuerpo abandonado en un callejón.- Nunca lo he llevado a tasar, pero dudo  que tenga algún valor excepto el sentimental. – Me levanté lentamente sin hacer movimientos bruscos y me acerqué a él que todavía sostenía a Ethan.- Me lo dio mi bisabuela hace años, perteneció a mi bisabuelo que murió en la guerra civil. Es una historia bonita y triste, solo estuvieron juntos unos meses, pero mi ella nunca volvió a estar con nadie. Se llamaba John Carwright el anillo lleva su inicial, mi bisabuela siempre decía que me parecía a él, que tenía sus ojos, por eso me dio el anillo a mí y no a mis hermanos.- La cadena era muy larga siempre la llevaba oculta entre la ropa, tiré de ella sin quitármela y de lo mostré.- Es mío, ni se te ocurra intentar quitármelo.

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24/05/2014, 14:48
Gareth Herondale

Durante varios segundos todos en la sala permanecieron en silencio tras las palabras de Nora. Algunas miradas expresaban sorpresa, otras desconcierto y la ceja de Alice se enarcaba con incredulidad. 

El hombre rubio fue el primero en reaccionar. - ¿Carwright? - Preguntó con un gesto extrañado de forma retórica mientras se levantaba. Se acercó a ella y con un pequeño gesto le pidió permiso antes de tomar el anillo entre sus dedos, todavía enganchado al cuello de Nora por la cadena. Lo contempló durante algunos segundos y luego miró a Nora directamente a los ojos. - Puedes estar tranquila, nadie te va a quitar tu anillo. Pero vas a tener que contarnos esa historia con más detalles. ¿Cómo se llama tu bisabuela? ¿Sigue con vida? - Preguntó, pero antes de recibir respuesta se giró hacia la mujer que continuaba sentada en la silla. - Deirdre, cielo, ¿crees que esta chica podría ser una nephilim perdida?

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24/05/2014, 14:55
Émille Lalique

Cuando Nora comenzó a hablar puse los ojos en blanco, viendo que me iba a tocar escuchar toda una absurda mierda sentimental para que se desprendiera del anillo un momento. Sin embargo no tardó en ponerse interesante, dándonos datos que no esperaba que ella conociera. Una media sonrisa apareció en mi rostro mientras las cosas empezaban a encajar, y me giré hacia los demás. Este descubrimiento no sólo marcaba una diferencia, sino que había sido mío. Mío y de Amber, como mucho. Yo los había encontrado, yo los había traído, y yo me había dado cuenta de lo del anillo.

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24/05/2014, 15:10
Deirdre Herondale (Youngblood)

La mujer rubia parece hacer un esfuerzo por centrarse al escuchar la voz del hombre y empieza a responderle con una voz dulce y suave. - O al menos parece que su bisabuelo lo era. Eso no quiere decir que ella lo sea. - Suspiró quedamente, como si todo le pareciese agotador. - Tendremos que averiguar todo lo que podamos y después tendré que avisar a la Clave, supongo. - Dijo, encogiéndose de hombros. 

Miró entonces a Émille y se dirigió al muchacho con el mismo tono amable pero distante. - Lleva al chico a la enfermería, Émille, por favor, y tráelo cuanto antes. Tenemos que solucionar esto antes de que se desangre.

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24/05/2014, 15:14
Milton Carstairs

El joven de rasgos orientales habló entonces, mirando a Nora con curiosidad. Su voz resultaba musical y profunda, perfectamente modulada. - No nos olvidemos del muchacho... Alice dijo que él también podía verlo todo. ¿Qué hacían los dos juntos? - Se dirigió a Nora entonces, para dedicarle una pequeña sonrisa de ánimo. - ¿Él también es de tu familia?

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24/05/2014, 16:31
Nora Leiva

Estaba empezando a bloquearme, había demasiados frentes, mucho que contestar y muchas preguntas que hacer, Emille, el hombre rubio, la mujer y el otro chico, no sabía por dónde empezar.

-¿Qué, nosotros familia?- Arrugué la nariz de forma inconsciente.- No, no le conocía hasta hoy. Trabajo de camarera en una cafetería y él estaba allí como cliente, lo que pasó supongo que ya lo saben.

-Yo, yo no sé qué pueden tener que ver mis bisabuelos con todo esto. ¿Qué un nephilim? ¿Qué tiene que ver eso con nosotros.

-En realidad no sé mucho sobre él, la abuela Leonor me contó su historia cientos de veces, pero de él solo me decía que era especial, que era guapo y bueno como un ángel, fue el amor de su vida. Sé que era inglés, tal vez de forma indirecta decidí venir a Londres, siempre estuve muy unida a mi abuela hasta que murió. John luchaba en el ejército republicano y su unidad estaba en la montaña cerca de Madrid protegiendo los accesos a la ciudad. Eso no es raro, muchos extranjeros lucharon en el bando republicano, de hecho Errol Flyn el actor de Robin Hood también lo hizo. Se fraguaba la segunda guerra mundial y el fascismo del bando nacional era un problema para muchos países.

Su unidad cayó en una emboscada y fue el único superviviente, llegó al pueblo donde vivía mi bisabuela y se escondió en el establo. Ella le encontró, estaba débil y herido, le curo y le cuidó hasta que estuvo fuerte, durante ese tiempo se enamoraron. Él quería volver y buscar otra unidad a la que juntarse, le prometió que volvería cuando acabara la guerra y se casarían, pero no tuvo tiempo. En el pueblo había un chico que estaba obsesionado con Leonor, era hijo del más rico del pueblo pero era violento y mala persona, ella siempre le rechazaba.  Aunque eran muy cuidadosos, debió descubrirles y, cuando llegó el ejército nacional, le denunció.- Paré un momento para tomar aire, la historia siempre me emocionaba y se me saltaban las lágrimas.- Le ejecutaron delante de mi bisabuela, a ella no le hicieron nada, probablemente porque le prometieron al chico que podría quedarse con ella, pero luego la repudió porque estaba embarazada. No sé nada más, lo único que le quedó fue este anillo. Toda mi familia dice que soy idéntica a ella pero con los ojos de él.

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24/05/2014, 18:17
Ethan Evans

No entendía porque aún no habíamos ido directamente a la enfermería y menos aún porque no estábamos en camino ya. Le habían ordenado al capullo que me llevaba que me llevase allí. Dos veces. Pero él no parecía tener ganas de moverse.

Además, parecía que el anillo de la chica, que era feo con ganas,  tenía algo que ver con todos ellos, lo que había avivado el interés de los presentes, salvo de la mujer. Bueno, no tiene porque afectarme a mí. Que se centren en ella, vean que soy normal y me dejen irme en paz. 

Alcé una ceja cuando el joven preguntó a ver si era familia de la chica de mechas. Más le gustaría a ella...

La camarera era aún más tonta de lo que pensaba. Se estaba superando cada vez más. Ya había superado todos los límites posibles. No solo estaba encantada con el secuestro en plena calle, sino que les había contado a los captores la historia de su familia emocionadísima, como si fuera lo mejor que le hubiese pasado en toda la vida. Definitivamente no tiene amigos.

Escuché la aburrida historia de Nora con creciente impaciencia. ¿A quién le importaba aquello? Una historia de familia de una Española, probablemente falsa la mayoría, para que las vidas de los antepasados no parecieran tan tristes e insignificantes como lo fueron en realidad.

Quería ir a la enfermería cuanto antes, pero no iba a permitir que lo primero que escucharan de mi boca los que me tenían que liberar fuera una queja, así que aguanté el tipo lo mejor que pude. Además, tampoco podía hacer lo que tenía en mente allí, a la vista de todos.

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31/05/2014, 02:14
Émille Lalique

La petición - o más bien orden - de la directora no era algo que pudiera ignorar. Una cosa era pasar por alto una de Gareth: sabía que él no se lo tomaría mal, y que tampoco lo considerarían una falta de respeto con todo lo que teníamos entre manos. Sin embargo, pasar de ella... Eso ya era otro asunto.

En mi cara podía verse perfectamente que no me gustaba nada la idea de marcharme ahora, pero aún así me di la vuelta, listo para dirigirme a la enfermería. Aunque era cierto que la historia de la porculera explicaba prácticamente todo lo referente a ella, aún teníamos al rubito.

- No sigáis mucho sin mí. - Dije mientras me iba, dedicando una última mirada a Amber.

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31/05/2014, 02:22
Émille Lalique

Una vez que eché a andar por los pasillos en dirección a la enfermería aceleré un poco mi paso para llegar cuanto antes. Ahora mismo me estaría perdiendo lo más interesante por culpa de este inútil.

- Es una pena que seas tan normal. - Le dije cuando me hube alejado bastante de los demás. - Ahora que sabes demasiado tendremos que matarte.

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31/05/2014, 12:08
Ethan Evans

Por fin. Pensé, cuando la mula de carga entrenada hizo caso de sus superiores. Prefería que no me metieran en el mismo saco que la camarera sin amigos y haciendo las conversaciones por separado era la mejor forma para empezar. Yo no era un Nephilim, sea lo que sea que fuese eso. Mi abuela no se había inventado ninguna historia aburrida sobre mis antepasados que pudiera poner mis orígenes en entredicho, porque no lo necesitaba. Mi familia había sido rica e importante desde mi tatarabuelo y punto. Era todo lo que necesitaba saber. Si que me había contado lo que le costó erigir su imperio y bla, bla bla. Pero nada más. No había chicos que parecían ángeles, no había amores imposibles, no había anillos familiares. Eso solo eran invenciones de una vieja chocha que ve como su vida se acaba y se da cuenta de que la ha malgastado. Algo que a mí y a mi familia no nos pasará.

Me dejé llevar, en silencio, pensando en que palabras debía escoger para dejar claro que se habían equivocado conmigo. Había sido una casualidad, simplemente eso. Me dejarían marcharme, yo haría como si nada de aquello hubiera pasado y todos tan contentos. Hasta la camarera, que parecía encantada con la idea de que la secuestrasen. Bueno, al menos tenía algo a lo que aferrarme. Si me dejaban allí todo el mundo se pensaría que ella me había secuestrado y me buscarían por todas partes. Mis padres contratarían detectives privados si hiciera falta. No tardarían en encontrarme.

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31/05/2014, 14:02
Ethan Evans

A medida que nos alejábamos me iba tranquilizando. Necesitaba tiempo para preparar lo que decir. Tenía que decir lo que querían oír, no sería demasiado difícil. Les aburriría con banalidades hasta que llegasen a la conclusión de que era normal. Parecía que a la mujer le parecíamos un incordio, una pérdida de tiempo innecesario. No sería difícil convencerla.

Cuando las palabras de Emille llegaron a mis oídos me asusté al principio, pero luego me di cuenta de que no podía fiarme de él. Además, no sabía absolutamente nada y si contaba algo d lo ocurrido fuera lo más probable era que acabase en un manicomio con una camisa de fuerza. Amber había dicho que se dedicaban a proteger inocentes, no a matarlos. Tenía que estar mintiendo... ¿no?

Las palabras del chico habían sembrado la duda en mí, pero no iba a abrir la boca para demostrárselo y que se regocijase de mí si era mentira. No, había decidido pasar de aquel chico, no iba a conseguir nada bueno de él.

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31/05/2014, 21:04
Narradora

Émille y Ethan atravesaron un largo pasillo hasta llegar a una puerta de doble hoja, de nuevo con una inscripción de extrañas runas sobre ella. Émille abrió la puerta sin dificultades dando paso a una amplia sala impecablemente limpia. 

A ambos lados de la sala se podían ver hileras de camillas con sábanas blancas y separadas por biombos verdes. Había más de veinte camas, todas vacías. Al fondo, varios armarios con lo que parecían ser útiles médicos. 

Sentada en una de las camillas se podía ver a una niña de unos once años, con rubios y largos cabellos y rostro dulce. Sostenía un dedo estirado en dirección a otra chica, morena y pálida, que estaba rodeándolo con una tirita estampada con dibujos. 

  

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31/05/2014, 21:13
Ivy Lovelace

- ... no eres Kitty Pride, tú no puedes atravesar cosas. - Estaba diciendo la joven con una voz dulce y suave cuando las puertas se abrieron.

Las miradas de las dos se dirigieron a los recién llegados y enseguida la morena volvió su mirada a la pequeña y le dedicó una sonrisa. - Ahora tengo que curar a ese chico, venga, vete a jugar.

Sin más se dio la vuelta para girarse hacia vosotros y guió a Émille hacia una camilla vacía. - Ponlo en esta, por favor, Émille. ¿Puedes quitarle los pantalones mientras preparo el material? - Pidió, moviéndose con rapidez. Parecía evidente que os estaba esperando, seguramente gracias a Alice. - Por lo que ha dicho Alice tendré que coserlo.