Partida Rol por web

Estación de nieblas

Capítulo 2.5: Encuentro inesperado (Émille, Andrea)

Cargando editor
07/06/2015, 12:45
Andrea Youngblood

Mierda, pensé mientras quedaba inconsciente. Desgraciadamente no acabé de darme cuenta de la gravedad del asunto hasta quedar malherido. Tanto que lo más probable era que muriese instantes después a causa de otra embestida. Subestimé a esos bichejos asquerosos, fue mi último error. 

No hubo más tiempo para la razón o la analítica del combate, ya era demasiado tarde. Tan solo me caí pensando en cada una de las personas que más me marcaron en la vida.

Era todo lo que podía hacer.

Cargando editor
07/06/2015, 21:30
Émille Lalique

- Buenas, Scott. - Dije mientras me acercaba a Andrea. - He encontrado un grupo de rapiñadores. - Le informé. - El italiano pervertido ha entrado conmigo y ha intentado pelear sólo con un cuchillo, así que está aquí medio muerto. - Expuse. - Supuse que estarías en el Instituto, así que en cuanto despierte lo mando para allá.

- Me gustaría explorar el resto de la casa para asegurarme de si estaban solos. ¿Me puedes mandar a alguien con Percepción?

Cargando editor
07/06/2015, 21:54
Narradora

- Ajá. - Respondió el hombre, mientras hablabas, como para que supieras que seguía allí. Esperó hasta que terminaste antes de decir algo de nuevo.

- De acuerdo, hazle un iratze y cuando pueda caminar que vuelva al Instituto. - No entró a valorar el hecho de que se hubiera enfrentado a los rapiñadores solo, pero no te costó notar en su voz una pizca de desprecio. - Y ahora te mando a alguien, envíame la dirección de la casa.

 

Cargando editor
20/06/2015, 13:45
Émille Lalique

- Bien. Hasta ahora. - Dije antes de cortar la comunicación. Acto seguido apunté con el teléfono hacia el italiano moribundo y le saqué un par de fotos que me permitieran recordarle en un futuro lo inútil que era. Luego tomé mi estela y tracé un iratze cerca de una de las heridas más severas. Finalmente me puse en pie y me aparté unos pasos, echando un ojo a la habitación mientras el memo despertaba.

Cargando editor
21/06/2015, 02:17
Narradora

Tras hacer el iratze sobre la piel de Andrea te diste la vuelta y empezaste a examinar aquel salón. Los rapiñadores estaban hambrientos, eso estaba claro. Solían estarlo, pero no hasta aquellos extremos. Además no te parecía que llevasen allí mucho tiempo. Examinando el estado de los cadáveres dirías que no llegaría ni a tres cuartos de hora. Así que no debía ser su nido. Por otra parte, los rapiñadores no solían cazar en grupo. Eran demasiado voraces. Te parecía bastante claro que alguien -o algo- había llevado allí a aquellas alimañas. Pero, ¿para qué?

Un análisis más exhaustivo del salón te hizo descubrir una escama, una que reconocías sin dificultad y tras ella seguir el rastro parecía sencillo. Vetalas. Dos. Y los vetalas sí que solían cazar en parejas. Pero no acostumbraban a meterse en las ciudades sin un motivo. Se te escapaba cuál podía ser la razón de que una pareja de vetalas llevase a un grupo de rapiñadores hambrientos a una casa mundana, pero algo te decía que todavía estaban cerca. Y estabas bastante seguro de que podrías rastrearlos con facilidad. 

Mientras tanto, un sonido a tu espalda te indicó que Andrea estaba comenzando a despertar.

- Tiradas (1)
Cargando editor
21/06/2015, 02:38
Narradora

Ni siquiera fuiste consciente de cuánto tiempo llevabas flotando en la oscuridad. Poco a poco empezaste a sentir dolor por todo el cuerpo y un gemido brotó de tu garganta. Tu visión se aclaraba lentamente hasta que viste a Émille, de espaldas, examinando el lugar. Estabas malherido y un vistazo a tus heridas te dejó claro que ibas a necesitar asistencia seria. En la carne a su alrededor se venían gruesas venas negras que oscurecían tu piel. Estaba claro que el veneno de los rapiñadores ya estaba en tu organismo. Necesitabas a los Hermanos Silenciosos y sabías que el proceso sería lento. 

Mientras tanto, algunas de tus heridas superficiales se iban curando. Viste un iratze dibujado cerca de tu corazón. Te dolía todo y te sentías débil pero poco a poco te irías recuperando. 

Émille se giró entonces hacia ti, como si hubiera percibido que ya habías despertado.

Cargando editor
22/06/2015, 23:21
Émille Lalique

Aproveché el tiempo en que el pervertido tardó en despertar y cuando escuché cómo empezaba a hacerlo no tardé en girarme hacia él.

- Vete al Instituto. - Le dije con desdén. - Te están esperando en la enfermería. - Dije mientras tecleaba algo en el teléfono móvil, sin hacer mucho caso del italiano. Después de su actuación, no se merecía ni que le mirase a la cara.

Cargando editor
22/06/2015, 23:28
Émille Lalique

Aproveché el momento para enviar a Scott la dirección de la casa, junto a unas pocas palabras.

Ha despertado. Hay al menos dos vetalas.

Cargando editor
24/06/2015, 21:13
Andrea Youngblood

La cabeza me daba vueltas. Cuando desperté me llevé la mano a la herida de inmediato y después vi lo mal que había quedado después de la pelea con los rapiñadores. Allí donde me habían apuñalado estaba morado y negro, las venas se me marcaban de un color que distaba mucho de ser el natural. También vi un iratze dibujado sobre mi pecho, probablemente no quedó más remedio que hacérmelo.

- Cazzo - susurré llevando la mano desde la herida hasta tapar mi rostro. Si que me habían dejado para el arrastre, llega a ser cualquier otro demonio mayor y me corta la cabeza.

A duras penas me puse en pie, y entre quejidos por lo bajini me apoyé frente a la ventana por la que habíamos mirado. 

Me mordí el labio y negué lentamente con el rostro. Por que poco, pensé.

Cargando editor
24/06/2015, 22:06
Émille Lalique

Al ver que el italiano todavía no se marchaba guardé el teléfono móvil y alcé la mirada, buscando la suya.

- Eh, pervertido. - Le dije, antes de hacer un gesto con la cabeza hacia la puerta. - No estás tan mal. Te he hecho un iratze. Puedes andar de sobra. - Señalé, antes de resumir todo lo que pensaba en una simple palabra. - Largo.

Cargando editor
27/06/2015, 17:46
Andrea Youngblood

Negué lentamente a la petición de Emille, en realidad no tenía muy en cuenta lo que dijera. En aquel momento no fue un rechazo de de malas, simplemente sabía como era y hasta donde podía esperar de alguien así. 

Aunque me costara un poco en aquel momento, presté bastante atención agudizando el oído y deteniendo la respiración momentaneamente. 

- Precisamente, puedo mantenerme en pie - dije con el ceño fruncido y mirando los cuerpos de los monstruos.

Tomé aire profundamente y una vez más lo dejé ir lentamente, tratando de tranquilizarme y canalizar el dolor que sentía. 

- Oye, sé que te importa una mierda que te diga esto, pero gracias - dije con seriedad.

Cargando editor
27/06/2015, 17:49
Émille Lalique

Observé cómo aquel italiano pasaba de mí y fruncí el ceño, sin entender qué clase de taras podía tener que no hubiéramos detectado ya.

- Vamos a ver, capullo. - Le dije, ignorando por completo sus últimas palabras. - Ya has demostrado tu nivel, así que no te lo puedo decir más claro: aquí molestas. - Expuse, y dejé unos segundos para que aquellas palabras calasen en su cerebro refrito. - Vete y deja que los nephilim de verdad hagamos el trabajo. Tú eres una vergüenza para nuestra raza.

Cargando editor
29/06/2015, 21:18
Andrea Youngblood

- ¡Ja, y tu eres orgullo para la raza! - dije burlón con una sonrisa de oreja a oreja y sin claro está sin dejarme afectar por sus palabras. - No vas a provocarme, y ni mucho menos acojonarme así que deja de darme la brasa. Mi sonrisa se ensanchó un poco más mientras continuaba apoyado frente a la ventana.

Sentí el picotazo y me fue imposible no poner una mueca de dolor, llevé la mano al abdomen con un poco de cuidado y traté de presionar ligeramente. Un poco de suerte y tendría que guardar reposo solo unos pocos días, y con poca... Bueno, al menos estaba vivo y eso era lo que me importaba.

Todavía tenía que decidirme si me marchaba a ver a los hermanos silenciosos, al instituto o si me quedaba un poco más por ahí por si acaso hubieran más rapiñadores.

Cargando editor
29/06/2015, 21:47
Émille Lalique

Asombrado, clavé mi mirada en los ojos del pervertido cuando me respondió de aquella manera. Mi rostro se volvió pétreo y con una expresión completamente neutra. Aquello hacía que la situación pasase de castaño oscuro. Sin decir nada tomé mi lanza y la envié directa hacia su vientre, esperando ensartarle en la pared. Lo que fuera por no aguantarle.

Cargando editor
29/06/2015, 21:56
Narradora
- Tiradas (2)

Notas de juego

La iniciativa es Émille, Andrea. 

Andrea, declaras primero.

Cargando editor
30/06/2015, 22:02
Andrea Youngblood

Al ver que aquel canalla se lanzaba a por mi, hice todo lo posible por esquivar el arma de un salto hacia un lado. Con algo más de suerte sería capaz no solo de rechazar la acometida, también podría reaccionar a tiempo y prepararme para salir por la ventana de un salto.

Estaba mal herido y me costaba lo suyo no prestar atención al dolor, pero mi vida estaba en juego, así que me esforcé en que cada movimiento que daba fuese preciso.

Cargando editor
30/06/2015, 22:06
Émille Lalique

Notas de juego

Deseo lanzarle la lanza y que realmente llegue a creer que va a morir. Aún así me gustaría poner un límite al daño causado, ya sea por medio de dados o de runas. :)

Cargando editor
30/06/2015, 22:45
Narradora

La lanza abandonó la mano de Émille, apuntando amenazante y directa hacia el estómago de Andrea. Sin embargo, se clavó en la pared sin llegar a rozar al italiano, que sacó fuerzas de flaqueza para esquivarla, moviéndose a toda velocidad y después se dejó caer por la ventana, desapareciendo de la vista de Émille.

 

- Tiradas (6)

Notas de juego

La iniciativa para el siguiente turno es: Émille, Andrea. 

Andrea, declaras primero.

Cargando editor
02/07/2015, 19:58
Andrea Youngblood

Al caer sentí de nueva una punzada en el abdomen, pero de nuevo traté de recomponerme al segundo. Una vez fuera del edificio disponía de más terreno, de distancias largas. Pero la confrontación directa no era el plan, el objetivo era claro en aquel momento. 

Correr como alma que lleva el diablo hacia el instituto. 

Cargando editor
02/07/2015, 20:31
Émille Lalique

Parecía mentira que hubiera que hacer cosas como esa para conseguir que alguien tan idiota se marchase. Pero bueno, ahora estaría camino del Instituto. Y si no, era su problema. Era como una ratilla callejera a la que se asusta para que no vuelva. Aunque más feo y pervertido, claro.

Una vez el italiano me dejó a solas me quedé esperando a que llegasen los otros. Teníamos que limpiar aquel lugar, y más valdría hacerlo con nephilims y no con sucedáneos como él.