Partida Rol por web

Estación de nieblas

Capítulo 2: Pérdidas y bienvenidas

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17/12/2014, 04:52
Deirdre Herondale (Youngblood)

La mujer no pareció molestarse en absoluto porque te sentaras, por su expresión parecía que o bien no le importaba, o bien le parecía lo más normal del mundo. Escuchó todo tu discurso en silencio y no intervino hasta que terminaste y quedó claro que no ibas a añadir nada más. 

Entonces respondió primero a tus preguntas, con una leve desgana, como si prefiriese estar en cualquier otro lugar en aquel momento. - Ya es bastante raro que exista un nephilim perdido del que la Clave no tenga noticias. Mucho más raro es que existan dos. Y no creemos que haya sido casualidad que hayáis coincidido en el mismo lugar justo a tiempo para que un detonante os despertase al mismo tiempo. Creemos que podría haber sido algo... Preparado. Pero no sabemos quién podría haber hecho algo así, ni cómo, ni por qué. 

Hizo una pausa y añadió algo más mientras desviaba la mirada a algún punto impreciso sobre tu hombro derecho. - Los Subterráneos no tienen por qué ser enemigos. Existen los Acuerdos. Aubrey Saint Jhon, o Callepsia, que es su nombre real, es una bruja, sí, pero es aliada de La Clave. Aunque no comprendo por qué no nos avisó de tu existencia si la conocía y sabía que eras una hija del Ángel. Trataremos de localizarla. 

Con un gesto de la mano, pareció dar la conversación por finalizada. - Esperaremos a que regresen los demás para hacer una reunión y decidir qué hacer a continuación. Mientras tanto, Milton -dijo, mirando al muchacho-, ¿puedes encargarte de preparar una habitación para ella, por favor? Y si no te importa, prepara también otra para el chico, supongo que también se quedará esta noche. 

Milton asintió con la cabeza y empezó a ponerse en pie. Sin añadir nada más, Deirdre bajó la mirada de nuevo al libro que tenía sobre la mesa y dejó de prestaros atención. Resultaba evidente que esperaba que os marchaseis y Milton parecía estar en disposición de hacerlo en cuanto tú te levantaras también. 

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17/12/2014, 12:39
Ethan Evans

Josephine. La maldita niña estaba allí. Supuse que había despertado en la enfermería de aquel instituto. Mi plan había fracasado incluso antes de empezar. Maldita lluvia. ¿Qué pasa hoy? El universo parece estar contra mí!

Un vistazo alrededor me indicó que no estábamos solos la niña y yo. El gabacho y el tipo desfigurado también estaban. Las palabras del primero me recordaron el dolor atroz en la pierna. Lo había vuelto a hacer. Ese capullo había vuelto a ensartarme la pierna y esta vez me había dejado inconsciente del dolor.

Estoy bien. Me limité a decir, con tono apático, mirando la pierna. Solo un poco mareado, como cuando haces demasiado ejercicio. Volví a rapoyar la cabeza en la almohada de la camilla. Así no iba a poder escapar, tendré que descansar y después.... No sé, ya se me ocurriría algo.

¿Se sabe algo? Porqué está este tío todavía aquí? No tiene cosas mejor que hacer? Como partirle la pierda a alguien o cazar a inocentes o algo.

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17/12/2014, 13:34
Émille Lalique

Alcé una ceja, escéptico, al oírle decir lo de hacer demasiado ejercicio. Ese no había hecho demasiado ejercicio en su puta vida. Bueno, quizá demasiado para él sí, pero eso era algo totalmente diferente.

- Acabamos de llegar. - Le informé con seriedad. - No han pasado ni veinte minutos.

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18/12/2014, 00:45
Nora Leiva

Me levanté lentamente de la silla. Deirdre seguía poniendo nerviosa, estaba casi segura que no conseguiría acostumbrarme a alguien que parecía tan insensible y ajena a todo. Ahora que ya había cumplido con lo poco que podía hacer, el cansancio me embargó de nuevo. La idea de que me buscaran una habitación me pareció de lo más atractiva.

Antes de alejarme de la mesa me despedí.- Gracias por su ayuda.- Sin esperar respuesta, dado que dudaba de que me hubiera oído siquiera, me giré y caminé hacia la puerta.

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18/12/2014, 21:35
Scott Crystalwine

El hombre asintió a las palabras de Émille en respuesta a la pregunta de Ethan. - Todavía no sabemos nada. Deirdre ha dicho que nos reuniremos todos cuando los demás regresen y que mientras tanto la prioridad es manteneros a Nora y a ti a salvo. - Puso una mano sobre el hombro del muchacho con cordialidad. - Bueno, pues yo voy a ir a preparar algo contundente para cenar. Tienes que hacer reposo, pero no es necesario que te quedes aquí en la enfermería, Émille puede llevarte a una habitación si quieres un poco de intimidad. - Miró entonces a Émille. - ¿Te quedas a su cargo? 

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18/12/2014, 21:48
Josephine Herondale

La niña se puso de puntillas, tratando de llamar la atención del hombre. - Yo puedo cuidarlo. - Dijo, con su voz dulce y aguda. - Antes nos hicimos amigos. Le buscaré algo para que coma ahora y le prestaré algunos de mis cómics para que no se aburra. - Afirmó entonces antes de echar a correr hacia la puerta. - ¡Voy a buscarlos!

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18/12/2014, 21:50
Émille Lalique

Escuché la respuesta de Scott, y una molestia creció en mi interior al enterarme de los planes por parte de él. Joder, ni que fuera el último mono. Sin embargo no fue algo que se tradujese en mi expresión. Simplemente esperé a que terminara y cuando me miró con el ojo bueno asentí con seriedad. Habría forzado una sonrisa, pero eso habría sido exagerar.

- Claro. - Aseguré. - Seré una niñera estupenda. - Completé después, como si sólo estuviera bromeando. Sin embargo la intervención del torbellino llamado Jo me hizo perder parte de mi seriedad y la observé marcharse. Tendrían que empezar a entrenar a esa niña pronto. Tenía la cabeza en todos los lugares menos donde debía estar.

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18/12/2014, 22:05
Milton Carstairs

Milton te acompañó fuera del despacho y desandó el camino que hicisteis antes, para llegar a la escalinata y empezar a bajar por ella hasta el primer piso. Allí se desvió por un pasillo mientras empezaba a hablar. - Las residencias están en el primer y segundo piso, pero casi todos usamos las del primer piso. Hay sitio para alojar a más de doscientas personas pero normalmente no llegamos ni a la docena. 

Llegasteis a un pasillo con multitud de puertas, casi todas abiertas, que daban a habitaciones, ni grandes ni pequeñas, pero todas idénticas: una cama sin sábanas, una mesita de noche, un escritorio y un armario con las puertas abiertas. Al final del pasillo había algunas puertas cerradas y Milton se detuvo delante de la última que estaba abierta. Entró dentro y sacó algunas sábanas del armario. - La mía es justo la de enfrente, así que si necesitas algo en cualquier momento, sólo tienes que cruzar el pasillo. - Explicó, mientras comenzaba a hacer la cama con soltura. - Al fondo del pasillo hay un baño con duchas y allí hay un armario con toallas. 

Cuando terminó de vestir la cama con sábanas blancas y un edredón granate te miró y sonrió. - Si te quedaras podrías personalizar tu cuarto a tu gusto. - Dejó caer. - Pero no adelantemos acontecimientos. Te dejaré que descanses ahora. ¿Necesitas algo más? Puedo intentar conseguirte algo de ropa limpia de alguna de las chicas. 

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18/12/2014, 21:55
Ethan Evans

Asentí, todavía mirando al techo. Vamos, que no sabían nada.Toda mi familia podría estar muerta o secuestrada por una especie de escorpiones malignos. Tal vez incluso la primera opción fuese la mejor para ellos. Respiré hondo. Aquí estoy bien. Dije, bajando la mirada hasta los ojos del desfigurado. Bueno, el ojo. No quiero que me metan en una deprimente habitación de monja de clausura.

Para colmo el gabacho se quedaba a cargo. Intenté que mi molestia no se notase demasiado. No me caía bien y yo no le caía bien, eso estaba claro. Para él sería una carga tener que cuidarme, aunque no era él el que estaba siendo secuestrado. Ni al que le habían atravesado la pierna con una lanza. Dos veces. Gracias, Jo. Dije, dedicándole una sonrisa algo ausente. La niña era la más normal de todos.

No tienes porque quedarte. Supongo que esas cosas no atacarán el instituto. Dije, cuando Jo se fue. Y no llegaré muy lejos en mi estado. Y Jo será mejor compañía que tú. 

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19/12/2014, 00:42
Scott Crystalwine

El hombre soltó una carcajada al ver a Jo salir corriendo y cuando la pequeña desapareció, asintió en dirección a Ethan. - Como prefieras, si ves que te agobias aquí o algo, sólo tienes que pedirlo y te arreglaremos una habitación. Hay un montón. - Sin más empezó a moverse hacia la puerta. - Bueno, pues os veo luego, chicos. 

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19/12/2014, 00:44
Émille Lalique

Hice un gesto a Scott cuando se despidió y al quedarme a solas con el rubito le dediqué una mirada larga e indescifrable. Mitad evaluándole, mitad tratando de molestarle. Podía entender por qué había intentado escapar la primera vez, pero no la segunda. Salvo que estuviera metido en el ajo, claro.

- No voy a dejarte a solas. - Aseguré. - Hasta que Gareth diga lo contrario voy a ser tu sombra. - Le dije con tono firme. - No voy a separarme de ti ni cuando mees. Ni de coña voy a darte la oportunidad de intentar tirarte por una ventana o hacer cualquier otra gilipollez.

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19/12/2014, 00:48
Ethan Evans

Le dediqué otra sonrisa cansada a Scott cuando se fue. Nos vemos. Dije, resignado.

Al ver que Emille clavaba la mirada en mí durante varios segundos puse los ojos en blanco y miré al techo, molesto. No pensaba comportarme, no delante de aquel capullo. Cuando terminó de hablar deseé que hubiera seguido callado. Vaya, qué bien. Dije, en tono irónico. ¿Me vas a sacudir las últimas gotas también?

Lo que me faltaba, tener que aguantar a este todo el tiempo.

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19/12/2014, 01:18
Émille Lalique

No tenía claro qué tipo de respuesta esperaba del gilipollas este: sin duda ninguna buena. Una que demostrase que no tenía ni idea de dónde estaba o de cómo comportarse. Una como la que finalmente me dio, claro. A la hora de ser un completo subnormal era difícil que decepcionara: daba igual dónde pusiera uno el listón, él siempre lo superaba.

- Eso te encantaría. - Afirmé con severidad. - Pero sería necesaria una polla que sacudir, y a ti eso te falta. - Aseguré, dando un par de pasos hacia atrás para sentarme en la camilla contigua.

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19/12/2014, 01:26
Ethan Evans

Pese a no estar de humor no pude evitar resoplar, divertido por el comentario. No soy yo el que esconde sus complejos detrás de una enorme lanza. Según lo decía me daba cuenta de que podría ser verdad. Comos los tipos grandes con perros y coches enormes. La mayoría resultaba tenerla enana. Por eso decidían rodearse de cosas enormes, para intentar sentirme más machos con su minúsculo pene.

Además, los tipos así, con poca seguridad en su masculinidad, solían meterse con la de los demás, en un vago intento por sentirse ellos más machos. Una prueba más para su micropene. Al segundo de decirlo me arrepentí. Ese tipo de tíos solían ponerse violentos si te metías con sus pequeñas pollas.

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19/12/2014, 01:38
Émille Lalique

El comentario del estúpido, tan predecible, hizo que simplemente me quedase mirándole sin llegar a decir nada. Vale, quizá me había molestado un poco. Pero en el fondo también me había hecho gracia, aunque no lo fuera a demostrar.

- Ni yo el que no para de intentar que se la claven por detrás. - Respondí de inmediato, saboreando cada palabra con un brillo triunfal en la mirada.

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19/12/2014, 14:11
Ethan Evans

Alcé las cejas, sorprendido. No me esperaba algo ocurrente de una cabeza que había demostrado ser tan cuadrada. No soy yo el experto en clavarla por atrás. Debes tener mucha práctica. Dije, intentando usar un tono neutral e indiferente para que se notase que me había molestado. Lo que me faltaba, toda la vida escondiéndolo para que me pillase un gabacho enclaustrado.

Era consciente que había perdido el intercambio de pullas y odiaba aquello. Lo cierto era que me había pillado con la guardia baja, pensaba que solo era bueno usando la lanza y siguiendo órdenes. Deberían haber despertado ya. Comenté, hablando de los criados. No entendía porque no nos mantenían informados. Tal vez fuesen malas noticias.

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19/12/2014, 15:23
Narradora
Sólo para el director
- Tiradas (2)
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19/12/2014, 19:46
Andrea Youngblood

-¡Hum! Si no había buena cobertura tendría que salirme de vez en cuando a la puerta para navegar o enviar mensajes. Además quería llamar a Lauretta para hacerle saber que estábamos bien y contarle un poco como había ido. Desde luego tenía buen material para explicar, y eso que no llevaba ni siquiera un día. ¡Es de locos!

De camino a la ducha me fui quitando la camiseta. El calor del agua despejaría mi mente y relajaría los músculos, me vendría para desconectar un poco. 

¿Cómo podría putear al franchute? Yo era un chico que ponía buena cara a todo el mundo pero rencoroso como todos, y esa francesita de ojos muy juntos me había hecho enfadar. Esperaba poder ir luego más tarde a su habitación y pasarme su almohada por los huevos.

Sienta tan bien una ducha... 

Pronto terminé de enjuagarme y secarme. Cuando salí de la ducha lo hice con el torso al descubierto y me planté frente a los espejos. Aproveché para hacer algunas poses y apretar músculos, quise prepararme para conquistar a las chicas del instituto. Adopté una pose seductora de espaldas al espejo e hice como si lanzase besitos a mi reflejo. Estaba listo.

-¿Oye ragazza, quieres prosciutto? -dije bromista frente al espejo.

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19/12/2014, 22:14
Émille Lalique

Al escuchar la respuesta del asqueroso dibujé una amplia y exagerada sonrisa, como si aquello que había dicho fuera un cumplido. Claro que tenía mucha práctica. Con la lanza real de manera real, y cno la figurada de manera figurada. Por delante, por detrás, y por donde fuera necesario, faltaría más.

Luego, cuando escuché su otra aportación, me quedé mirándole en silencio. No sabía si pretendía que fuese a comprobar si habían despertado, dejándole solo, o simplemente estaba preocupado.

- ¿Por qué intentaste escapar? - Le pregunté de manera directa, consciente de que era difícil que una respuesta me satisficiera.

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20/12/2014, 14:35
Narradora

Cuando Andrea volvió de la ducha en dirección a su habitación, escuchó voces dentro de una puerta cercana que estaba abierta. Al pasar delante de ella pudo ver a Milton de espaldas, cerca de la puerta y a Nora también en el interior. El muchacho parecía a punto de marcharse, pero al escuchar los pasos de Andrea se dio la vuelta y le hizo un pequeño gesto de saludo. 

No había dado tiempo a que ninguno de ellos dijese nada cuando se escucharon unos pasos corriendo por el pasillo y la pequeña Jo apareció casi derrapando de la velocidad que llevaba. Saludó con la mano al pasar por delante de todos, pero no se detuvo hasta llegar a una de las puertas del fondo, por la que se metió, dejándola abierta tras ella.