Partida Rol por web

Estación de nieblas

Capítulo 2: Pérdidas y bienvenidas

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22/12/2014, 23:19
Émille Lalique

Me quedé callado mientras el memo seguía excusándose y soltando gilipolleces. Cuando se cansase ya hablaríamos de verdad, si es que quería.

Y finalmente sucedió. Al fin empezó a interesarse un poco por lo que de verdad importaba. Miré alrededor, buscando con la mirada algunas cosas para utilizar, pero descarté la idea. La enfermería no sería el mejor sitio para eso. De modo que o bien nos íbamos de aquí o me ponía a explicárselo todo, lo que era un puto coñazo.

- Vamos. - Le dije poniéndome en pie. Sabía que una de sus habilidades era la invisibilidad, pero no iba a decírselo para que empezara a hacer el mongolo intentando pirarse, - Y no hagas nada raro.

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22/12/2014, 23:31
Ethan Evans

Miré indeciso a Emille. Lo cierto era que no me esperaba tener una conversación civilizada con él, pero había ocurrido de alguna forma. No estaba seguro si iba a poder levantarme, pero valía a pena el esfuerzo con tal de descubrir mis habilidades. Tal vez pudiera usar alguna para salvar a mi familia o escabullirme a los rodajes.

Está bien. Concedí al fin. ¿No deberíamos esperar a Jo primero? Le recordaba a Emilie, su hermana pequeña. Había dicho que volvería en breve con unos cómics, o algo así. Aún así me fui incorporando lentamente.

Pese a hacerlo con cuidad, el cambio hizo que la visión se me nublase durante unos segundos. Había perdido mucha sangre. Esto debía ser lo que sentía la gente que donaba sangre.

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23/12/2014, 01:18
Nora Leiva

Al entrar en el cuarto de baño no me esperaba lo que encontré. Aunque la sala era como el resto del edificio, el mobiliario y las instalaciones, eran modernos. Cogí todo lo necesario y me metí en la ducha. Después del día que había tenido, el agua caliente era como un bálsamo que me relajaba y, por un momento, me imaginé que nada había pasado. Sería un día normal, habría salido de trabajar y me habría ido a tomar algo con Bree y con Blake Después me habría ido a casa, me habría duchado y habría pasado las notas del día al ordenador. Ese día, mientras observaba a los clientes, se me  habían ocurrido un par de buenos personajes para una novela. Sin embargo, nada de eso pasaría porque a un puto bicho se le ocurrió matar a un bebé durante mi turno. Noté que volvía a tensarme, así que respiré hondo y apoyé las manos en la pared dejando que el agua caliente resbalara por mi cuerpo arrastrando las preocupaciones del día. Al menos durante un momento pude imaginarme que nada había pasado. Estaba de espaldas a la puerta de la ducha cuando sentí una sensación extraña que me recorrió la espalda. Miré a un lado y a otro por encima del hombro sin llegar a girarme, porque me daba la impresión de que alguien me observaba. Ya me había aclarado el jabón, así que me retorcí como pude y alargué el brazo hasta la toalla grande que había colgado de la puerta. Me envolví en ella y salí de la cabina.

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23/12/2014, 01:30
Narradora

No viste a nadie, ni parecía haber nada extraño dentro de la cabina. Y cuando saliste ya envuelta en la toalla, tampoco nada parecía haber cambiado en el baño. Tu ropa seguía sobre el lavabo donde la habías dejado y no te parecía que hubiese nadie allí. Sin embargo, esa sensación de no estar sola, de que había una presencia cerca permanecía. Y por algún motivo te daba la impresión de que esa presencia no era... normal ¿Cómo decían los del Instituto? ¿Mundana?

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23/12/2014, 01:35
Narradora

El sonido de la ducha en la cabina de al lado se detuvo de repente. Y un par de segundos después, la puerta se abrió y escuchaste los pasos de la persona que la había ocupado saliendo de ella y moviéndose por el baño.

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23/12/2014, 01:57
Nora Leiva

La impresión que tenía era de lo más desagradable. Di una pequeña vuelta por el cuarto de baño revisando los rincones, entré en los retretes y cogí las escobillas, una en cada mano. No se me ocurrió otra cosa y no tenía armas, pero algo tenía que hacer. Me planté en el medio del baño, junto a los lavabos y probé a usar lo que había aprendido. Me agaché y toqué el suelo tratando de concentrarme, cualquier cosa que hubiera pasado por allí tendría que haber dejado un rastro. Tal vez vería algo como sucedió en la habitación de Emilie, si algún demonio había entrado en el Instituto tenía que avisar a todos.

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23/12/2014, 11:30
Andrea Youngblood

No podía quitarme esa sonrisilla tonta y nerviosa que se me había quedado después de haber espiado a Nora. En cualquier caso ya podía relajarme, y una vez tuve mi tesoro y prueba del delito escondidas actué con normalidad. No hacía falta que continuase con movimientos sigilosos, después de todo ya podía irme de allí. Con cuidado de no mojar la ropa o el teléfono abrí la ducha lo justo para mojarme el pelo y parecer recién duchado.

Me sequé el pelo con los pantalones tejanos lo justo y necesario para que no goteara, y salí de la ducha una vez me vestí de nuevo. Como si no hubiera pasado nada de nada.

Listo y preparado para hacerme el sorprendido.

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23/12/2014, 11:43
Narradora

Empezaste a abrir las cabinas de los retretes y te armaste con dos de las escobillas para después dirigirte a las cabinas de las duchas y abrirlas también.

Fue entonces, al abrir la cabina contigua a la que habías estado usando tú, cuando te encontraste cara a cara con Andrea, desnudo y con una mano sobre la manija que abría el agua.

Sin embargo, hubo algo en él que atrajo tu mirada hacia su zona baja, pues parecía estar muy contento de verte

Notas de juego

No te he hecho lo de usar tu poder porque esto lo verás antes, al revisar las cabinas.

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23/12/2014, 11:49
Narradora

La sonrisa fácil no se borraba de tu rostro mientras guardabas el móvil con cuidado en el bolsillo de tus pantalones. La Operación Nora había sido un alarde de genio y sigilo por tu parte y te sentías orgulloso de lo silenciosos que habían sido tus movimientos.

Al otro lado de la puerta escuchabas algunos ruidos y movimientos, pero ya no te preocupabas por actuar de forma sigilosa. Fue cuando estirabas la mano para abrir la manija del agua cuando de repente la puerta de la cabina se abrió de golpe y te encontraste cara a cara con Nora, envuelta en una toalla, con el pelo mojado y una escobilla de WC en cada mano.

Notas de juego

No he hecho lo siguiente porque esto sucede antes.

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23/12/2014, 11:57
Narradora

Así fue como al abrir la puerta de golpe Nora, vestida tan sólo con una toalla y armada con una escobilla de WC en cada mano, se encontró a Andrea dentro de la cabina, desnudo y empalmado, con la mano sobre la manija del agua. Las miradas de ambos se cruzaron durante un instante de silencio.

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23/12/2014, 12:08
Andrea Youngblood

-¡Eh eh! ¡Cierra la puerta, pervertida! -enuncié tapándome y dándole la espalda a la intrusa. ¿Pero esto qué es? Menudo instituto de locos, se atraviesan con lanzas y acosan en las duchas. Todavía de espaldas la miré de reojo y el ceño fruncido con evidente enfado. -¿Qué haces con la escobilla? 

¿Mis muchísimos centímetros de carne siliciana habían asustado a Nora de alguna forma? Intenté por todos los medios taparme mi pene enhiesto, pero no me cabía entre las mano.

Ahora que lo pensaba... ¡Estaba desnudo frente a una chica! El rubor se hizo mella conmigo y me puse rojísimo, tanto que no hubiera creído que fuera posible.

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23/12/2014, 12:21
Narradora
Sólo para el director
- Tiradas (2)
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23/12/2014, 12:23
Narradora

No te costó darte cuenta de que la actitud de indignación de Andrea era fingida y parecía estar ocultando algo. Te daba la sensación de que más que indignado o avergonzado por su desnudez, estaba nervioso y asustado por haber sido descubierto.

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23/12/2014, 20:55
Nora Leiva

Revisé todo el cuarto de baño, solo me quedaba una puerta. La cabina que estaba justo al lado de donde me había estado duchando. Tenía que ser un demonio o algo así, no había oído nada y no había estado tan distraída como para no oír a alguien si hubiera entrado a ducharse justo a mi lado. Además supuse que cualquiera habría saludado, a no ser que hubiera sido muy silencioso.

Abrí la puerta y me encontré a Andrea totalmente desnudo. Grité y me giré de golpe.- ¡Ay Dios, perdona Andrea! Creía que alguien me vigilaba y has sido tan silencioso…- Un momento, pensé entrando en razón. El italiano había sido tan silencioso que ni dijo nada cuando salí de la ducha, como si se hubiera quedado totalmente quieto, como si ocultara algo. Además estaba el hecho de que su excitación resultaba evidente y estaba totalmente seco. Desde que salí de la ducha hasta que llegué a su cabina tuvo que oírme y puso decir algo, a no ser que no quisiera que supiese que estaba allí. Entonces me di cuenta de lo que pasaba, de lo que el muy cerdo había estado haciendo mientras me duchaba en la cabina contigua.

Debía estar roja como un tomate, pero no por vergüenza, estaba furiosa, una oleada de rabia pura me inundó de los pies a la cabeza. Me las iba a pagar y se le quitarían las ganas de espiar a ninguna otra chica por el resto se sus días.

Me giré con una sonrisa maliciosa en el rostro, dejé caer una de las escobillas al suelo, me aferré fuerte a la toalla con la mano libre y empecé a gritar como una histérica. –Ahhhhhh, ahhhhhhh. ¡Cerdo, asqueroso, pervertido!- No paré de gritar a la vez que le golpeaba repetidamente con la escobilla. Entré en la cabina de lado tratando de dirigirle hacia la puerta de la cabina. Con tanto grito, seguro que me oían gritar en todo el edificio. Ahora solo faltaba saber quién entraría primero.

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23/12/2014, 21:29
Narradora

De repente unos gritos os sobresaltaron, atravesando incluso las paredes de piedra del castillo. Parecía la voz de una chica pidiendo auxilio como una histérica y venían del piso de arriba. No llegabais a comprender lo que decía, pero su tono era de urgencia y parecía estar pidiendo ayuda.

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23/12/2014, 21:35
Émille Lalique

Me encontraba a punto de responder al rubito cuando los gritos de alguien me hicieron perder por completo la atención en él. Si habían entrado en el instituto, estábamos jodidos.

No tardé ni un segundo en reaccionar. Después de todo lo que había pasado no podía dejar al memo sólo y que lo rematasen. Normalmente no les costaría nada, pero con lo mal que se encontraba por inútil les costaría menos todavía. Sin decir nada fui hacia él a toda velocidad, cargándomelo al hombro sin preguntar, y eché a correr escaleras arriba a toda velocidad.

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23/12/2014, 21:37
Andrea Youngblood

Y efectivamente las escobillas eran para lo que creía, a saber que habrían tocado antes aquellas bolas de pinchos blancos. ¡Española tenía que ser! Menudo carácter se gastaba Nora, y que pasión le ponía. Vale que no había hecho ningún ruido entrando en la ducha, pero eso no justifica lo que fuese que se estuviera imaginando que habría hecho.

-¡Nora, no es lo que parece! -Quizá no fueron las palabras más acertadas- Vale questa cosa -dije con los dedos de las manos juntos en un típico gesto italiano- tiene este aspecto pero es solo por mi imaginación, no he visto quien estaba en la otra doccia, tienes que creerme.

Bueno no era la primera vez que una chica me daba con una escobilla, podía soportarlo. 

-¡Adelante, soportaré tus golpes de pasión! Pero que sepas que no te he dicho ninguna mentira. -dije con la frente arrugada y una sonrisa de oreja a oreja. Cómo no se iba a ir aproveché y cambié mi postura, mirándola de frente y con ambas manos en la cintura en una pose de victoria. No me iba a dar ninguna vergüenza enseñar mi masculinidad.

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23/12/2014, 22:33
Milton Carstairs

La puerta no tardó ni dos minutos en abrirse de nuevo y por ella entró Milton, con la espada desenfundada y escrutando el baño con la mirada. Se acercó con apenas unas pocas zancadas a Nora y entonces su rostro mostró la confusión que sintió al ver la escena. Sus ojos pasaron de la cara de Nora a la de Andrea y de ahí bajaron mientras su ceño se fruncía, para finalmente volver a mirar a la chica.

- ¿Nora, estás bien? ¿Qué ha pasado? 

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23/12/2014, 23:23
Ethan Evans

Escuché el grito, parecía apremiante. Iba a decir algo pero vi como Emille se abalanzaba sobre mí. Asustado, me intenté apartar.

No voy a intentar escaparme. Dije, con urgencia en la voz. Ve a ver que ha pasado. Yo te sigo.

No iba a permitir que me transportase como un fardo. No otra vez. No podría correr tanto como él, me tomaría la delantera, pero, por otra parte, si no cargaba conmigo llegaría antes.

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23/12/2014, 23:33
Nora Leiva

-¿Qué no es lo que parece? ¡Entraste a hurtadillas en el baño, te metiste en la cabina justo a mi lado habiendo otras y te estabas masturbando! ¡Cerdo, asqueroso, degenerado de mierda!- Encima tenía la poca vergüenza de parecer satisfecho por su hazaña- ¿Golpes de pasión?¡Si por mí fuera te arrancaba las pelotas ahora mismo!- La furia volvió a recorrerme, estaba preparándome para empezar a dar golpes bajos que le borrarían esa estúpida sonrisa de su boca, cuando entró Milton espada en mano.

-¡Qué bien que has venido! No, no estoy bien. ¿Me dejas tu espada solo un momentito? Este cerdo degenerado, ha entrado a hurtadillas en el baño mientras me duchaba, se ha metido en la cabina contigua a la mía. Me he sentido rara, como si me vigilaran, he salido de la ducha y he revisado el baño pensando que se debía haber colado algún demonio o algo así. Entonces es cuando le he pillado masturbándose, justo al lado de donde yo me estaba duchando y él no estaba haciendo lo mismo porque habría escuchado el grifo.- De pronto me di cuenta de que no sabía cuánto tiempo llevaba allí y si había visto algo. –¡Ay dios, mío!- Dejé caer la escobilla y me llevé las manos a la cara.- Es tan asqueroso y encima parece orgulloso de ello. No quiero ni pensar lo que ha imaginado su mente enferma.- Estaba al borde del llanto a causa de la pura rabia que me embargaba y quería salir corriendo de allí, tanto como quería dejarle eunuco.