Partida Rol por web

Estación de nieblas

Capítulo 2: Pérdidas y bienvenidas

Cargando editor
31/12/2014, 01:13
Narradora
Sólo para el director
- Tiradas (5)

Notas de juego

La dif de Ataque de Émille era 5, así que tiene 3 éxitos por la FdV.

Cargando editor
31/12/2014, 01:32
Narradora

Todo sucedió muy rápido. En cuanto Ethan dio la señal Carlo hizo un pequeño movimiento con las manos y primero en una y luego en la otra se materializaron las espadas cortas que tenía enfundadas en la espalda. 

Mientras tanto Émille se ponía en guardia para bloquear un ataque que no llegó y viendo que no había sido atacado, el chico se lanzó hacia Carlo, con la lanza por delante y tratando de alcanzarlo en el brazo. 

Sin embargo, algo pareció frenar el arma en el aire justo antes de que pudiera golpear la piel del italiano. Émille había apuntado perfectamente en su objetivo con la lanza, pero el golpe parecía haber sido absorbido sin llegar a dañar a Carlo.

El primer asalto se había resuelto con ambos muchachos intactos.

Notas de juego

El orden de iniciativa es Émille, Carlo.

Cargando editor
31/12/2014, 01:38
Carlo Greymark

Carlo miró por el rabillo del ojo, localizando la plataforma más cercana mientras bloqueaba el ataque de Émille. Parecía estar dispuesto a saltar hacia ella justo después.

Notas de juego

Declaración de intenciones, Émille ^^.

Cargando editor
31/12/2014, 01:55
Émille Lalique

Había dos clases de nenazas: los que lo eran sin más, y los que entrenaban para serlo. Y quienes creaban una barrera a su alrededor para evitar los ataques que ellos no pudieran eran de este segundo tipo. Al parecer iba a ser más difícil de lo que esperaba dar al italiano, pero eso no iba a hacer que dejase de intentarlo.

Cuando me di cuenta de que se esperaba un ataque por mi parte simplemente di un paso hacia atrás, mirándole con una expresión de burla. Había que ser inútil para intentar bloquear golpes que no llegaban.

Mientras el chico se alejaba dibujé una sonrisa, girando mi lanza cada vez con más velocidad. Seguro que esto no se lo esperaba. Sin decir nada liberé una de las cuchillas, haciendo que saliese directamente contra él, y luego la otra. ¿Quería primera sangre? Pues tendría sangre.

Cargando editor
31/12/2014, 02:02
Narradora
Sólo para el director
- Tiradas (10)
Cargando editor
31/12/2014, 02:18
Narradora

Émille permaneció quieto mientras Carlo se impulsaba para dar un enorme salto en el aire. El italiano se impulsó en el borde de una plataforma para empujarse hacia otra dando una voltereta.

Sin embargo, no parecía haber contado con el truco que Émille tenía preparado en su lanza y la primera cuchilla que llegó volando hacia él lo pilló desprevenido, haciendo que sus ojos se abriesen con sorpresa. 

A pesar de que le impactó en el hombro, el chico consiguió rectificar lo suficiente su movimiento para no perder la inercia del salto y fue entonces cuando la segunda cuchilla surcó el aire impactando contra su tobillo, justo cuando el muchacho caía sobre la plataforma a tres metros de altura con un movimiento ágil. 

Carlo llevó los dedos a su hombro y frunció el ceño por un instante mientras se manchaban de rojo. El brillo en sus ojos se volvió sombrío, pero fue tan sólo durante un breve segundo. Lo que tardó en recuperar su sonrisa y ponerse de pie sobre la plataforma. 

Cargando editor
31/12/2014, 02:36
Carlo Greymark

Se dejó caer entonces, quedando justo delante de Émille, con una sonrisa. - Buen lanzamiento, amico. - Dijo con tranquilidad mientras enfundaba las espadas a su espalda. - Esperaba que nos divirtiéramos un poco más, pero reconozco que me sorprendiste con tus... Cosas. - Añadió tras dudar un instante, como si no recordase la palabra que quería usar y haciendo un gesto girando un dedo simulando las cuchillas. - La próxima vez no te será tan fácil. - Terminó enarcando las cejas con un gesto divertido y le ofreció la mano.

Cargando editor
31/12/2014, 20:03
Émille Lalique

Al ver al italianini siendo alcanzado por mi primera cuchilla dejé de girar la lanza. Detuve el movimiento de golpe, apoyando uno de los extremos en el suelo. Ni siquiera me fijé en qué pasaba con el segundo ataque. En lugar de eso hice aparecer en mi mano cada una de las hojas y comencé a colocarlas en su lugar mientras el chico se acercaba.

- Es lo que tiene la primera sangre. - Comenté, mirándole sólo a medias. - Aunque es una pena, no dura nada. Ni siquiera llegaste a atacarme. - Expliqué como si eso hubiera sido lo más decepcionante de todo el combate. La verdad era que aunque el chico habría podido dar la talla no habíamos tenido tiempo ni para calentar. Los combates hasta rendición o desmayo eran mil veces mejores, pero seguro que en Florencia ni siquiera los habían probado por miedo.

- La próxima vez tendrás que encontrar qué ofrecerme para apostar. - Acabé con una media sonrisa antes de darle la mano. Luego me di la vuelta hacia el rubito y le hice un gesto para que se acercase y se sentara en el suelo.

- Venga, vamos a empezar. - Anuncié, pasando ya por completo del otro. Sabría lucirse mucho luchando contra nuestros muñecos, pero si ni siquiera se había atrevido a atacarme no era tanto como aparentaba. - ¿Listo?

Cargando editor
01/01/2015, 22:05
Ethan Evans

La pelea fue bastante corta. Ni siquiera me había dado tiempo a descansar. Decepcionante. No solo por la duración, sino porque Emille fuese el ganador. No había lugar a dudas. Bueno, al menos podría ver al italiano desnudo. Bueno, eso ha sido breve. Dije, disimulando la decepción con una sonrisa. Había durado yo más con un paraguas.

Me giré hacia Emille. Ahora empezaba lo interesante. Por fin iba a ver mis habilidades. No sabía como funcionaba aquello y tampoco sabía muy bien lo que tendría que hacer. Aún así asentí. Suponía que él tendría algo planeado. Algo que, esperaba, no fuese ni peligroso ni doloroso. ¿Qué tengo que hacer?

Pese a que la inseguridad no llegó a mi voz, estaba alerta. El gabacho había demostrado no tener ningún tipo de escrúpulo.

Cargando editor
01/01/2015, 23:27
Carlo Greymark

Carlo respondió a las palabras de Émille con una risa divertida. Después se acercó y se dejó caer a un par de pasos de vosotros, mirándoos con curiosidad. 

- ¿Qué es lo que vamos a hacer? - Preguntó finalmente, apuntándose al plan aún sin tener ni idea de qué trataba.

Cargando editor
01/01/2015, 23:40
Émille Lalique

- Ayudarle a descubrir sus poderes. - Respondí al italiano mientras me sentaba en el suelo. Que se fuese a quedar no me molestaba, quizá incluso aprendiese algo. Luego me dirigí al rubito hablando con seguridad.

- Los nephilim despiertan con potencial para tres poderes, aunque no siempre comienzan pudiendo usarlos todos. - Empecé a explicar. - Sin embargo voy a aumentar tus capacidades para que tú sí puedas hacerlo y así veamos de lo que eres capaz. - Aseguré antes de cerrar los ojos un instante.

- En primer lugar, posees el don de hacerte invisible. Lo vimos antes en el pasillo. - Dije antes de disponerme a aclarar hablando despacio, como si fuera una advertencia. - Lo cual no significa que nosotros no podamos verte o seguirte, así que ni se te ocurra usarlo para escaparte o tendrás un problema conmigo. - Enuncié mirándole a los ojos. - Vamos, prueba a intentarlo.

Notas de juego

Al cerrar los ojos uso Aumento de Habilidad con Ethan.

Cargando editor
02/01/2015, 00:09
Narradora

Cuando Émille cerró los ojos, un cosquilleo igual al que había encogido tu estómago en el exterior de tu casa volvió a aparecer. Sin embargo, esta vez no te pilló tan de sorpresa y recorrió todo tu cuerpo con una sensación agradable que te hacía sentir mejor, más fuerte y más capaz. Como si te hubieras expandido de una forma extraña.

Cargando editor
02/01/2015, 14:28
Ethan Evans

¿Invisibilidad? Pensé, algo decepcionado. Estaba acostumbrado a ser el centro de atención, me gustaba serlo. Me gustaba que la gente se fijase en mí, se diese la vuelta en la calle o me pidiese fotos constantemente. ¿Qué gracia tenía ser invisible? Aunque bueno, de ser cierto, podría estar bien en algunos casos. La imagen del italiano siendo pillado en las duchas me vino a la cabeza, aunque era decepcionante saber que no me iba a valer para escapar de allí si las cosas no iban como planeaba. Aunque tal vez fuese un farol...

Aún desconfiaba de todo aquello, pero no podía negar que habían presenciado cosas muy extrañas. La última, aquella extraña sensación de fuerza que me había invadido cuando Emille había cerrado los ojos. No parecía natural. Aquello sería una buena forma para demostrarlo. Volverme invisible sería la prueba irrefutable para todo aquello. Aún así, no podía evitar sentirme un poco tonto siquiera intentándolo.

¿Y  qué tengo que hacer? Pregunté, intentando recordar lo que había pasado en el pasillo. Recordé la sensación extraña e intenté concentrarme para volver a repetirlo. No sabía si iba a funcionar, pero había que intentarlo.

Cargando editor
02/01/2015, 14:41
Narradora

Te concentraste en la sensación que habías sentido en el pasillo mientras te hacían el iratze. En aquel momento tan sólo habías querido deshacerte del dolor que te producía la estela con la que Amber dibujaba en tu pierna. 

Fue más fácil de lo que esperabas. Una calidez que se te antojaba familiar en cierta forma empezó a extenderse por tu interior, arropándote desde dentro. Podías ver tus propias manos fluctuando, perdiendo opacidad hasta volverse traslúcidas. Y finalmente desapareciste por completo. Era una situación extraña. Sabías que estabas ahí, pero no podías verte. Tu ropa también había desaparecido.

Cargando editor
02/01/2015, 14:45
Narradora

No llegaste a tener tiempo de responder a la pregunta de Ethan. En cuanto su voz se desvaneció su silueta empezó a fluctuar, perdiendo opacidad lentamente mientras su piel se volvía traslúcida... Y finalmente desapareció por completo, incluso para tus ojos de Nephilim. 

Cuando lo había hecho sin querer en el pasillo no había llegado a desaparecer del todo, tan sólo para los ojos mundanos. Pero ahora ni siquiera tú podías ver dónde estaba, pues su ropa también había desaparecido. Sabías que hacía falta un conocimiento alto de ese poder para conseguir que ni un Nephilim pudiera percibir su presencia.

Cargando editor
04/01/2015, 13:18
Émille Lalique

- Ya lo has hecho. - Afirmé, haciendo un gesto hacia el lugar vacío donde un momento antes estaba el gilipollas. - Si lo dominas lo suficiente podrás hacerte invisible incluso para los demonios. - Le expliqué antes de emitir un suspiro. Lo que venia ahora iba a ser un puto coñazo para mí.

- Venga, deshazlo y vamos con el siguiente.

Cargando editor
04/01/2015, 17:22
Nora Leiva

Me paré en el umbral de la puerta mirando al interior, Milton estaba apoyado en la pared sonriendo. La idea de ponerme ropa limpia y, sobre todo, de ponerme ropa, resultaba de lo más atractivo. Sin embargo, lo que realmente me hizo más ilusión de lo que me dijo fue que la puerta tenía llave.

Mire a Milton con una sonrisa amplia.- La verdad es que después de la ducha y con el enfado, me he espabilado bastante. Sigo estando cansada pero no creo que sea capaz de dormirme ahora, mejor será que empiece a entrenar o, al menos, miraré lo que hagan Ethan y Emille.- Me acerqué un poco más pero sin invadir su espacio, puse la mano sobre su brazo. Para mí el hecho de que no invadieran mi espacio, era muy importante, así que procuraba respetarlo siempre.- Creo que esto ya te lo he dicho pero te lo voy a repetir. No me resulta fácil relacionarme con la gente, poder contar contigo me hace todo esto más fácil. Te lo agradezco, pero no quiero que descuides tus obligaciones por cuidarme, ¿vale? Ahora que sé que la puerta tiene llave, me siento más tranquila. Pensaba bloquear la puerta con una silla pero no hace falta, la dejaré cerrada aunque no esté dentro, no vaya a ser que se cuele mientras no estoy.- Sonreí de nuevo y, sin darle tiempo a responder, me metí en la habitación. Me vestí rápidamente, la ropa me quedaba un poco pequeña pero no como para ser muy incómoda. Me cepillé el pelo, lo recogí en una coleta y busqué la llave de la puerta. No tardé más que unos minutos antes de volver a salir al pasillo donde cerré con llave.

Cargando editor
04/01/2015, 21:39
Milton Carstairs

Milton te miró cuando te acercaste a él y no parecía incomodarse por tu cercanía. Asintió a tus palabras y esperó fuera a que volvieras a salir.

Cuando lo hiciste se incorporó y empezó a caminar a tu lado, guiándote hacia la escalinata que había al fondo del pasillo. Tardó un par de segundos en empezar a hablar con voz suave, retomando lo que habías dicho antes de entrar en tu habitación. - No tienes que preocuparte por molestarme. Estoy contento de que estés aquí, Nora. Aunque haya sido por circunstancias tan poco agradables para ti. Creo que podrías llegar a ser una gran Nephilim si decidieras quedarte con nosotros.

Subisteis las escaleras hasta el ático, donde estaba la sala de entrenamiento que ya habías visitado un rato antes ese mismo día*. Al entrar tan sólo viste a Émille sentado en el suelo junto a Carlo, el otro italiano. No había ni rastro de Ethan, pero ambos muchachos parecían estar mirando un mismo punto en el aire.

Notas de juego

*Si necesitas que repita la descripción, sólo tienes que pedirlo ;).

Cargando editor
04/01/2015, 23:24
Narradora

La puerta se abrió a unos metros de donde os encontrabais y por ella entraron Nora y Milton. Ella parecía haberse cambiado de ropa, llevaba unos pantalones negros con una sudadera a juego que le quedaban un poco apretados. Bajo la sudadera se podía ver una camiseta blanca con un estampado de letras en negro que Émille reconoció como perteneciente a Amber.

Cargando editor
04/01/2015, 23:36
Ethan Evans

No fui capaz de disimular la incredulidad cuando vi que mi propio desaparecía ante mis ojos. Estaba ahí, yo estaba ahí, pero... No estaba. No podía verme. Tardé unos segundos en reaccionar. No podía pensar en una explicación para aquello, simplemente no la había. Ya solo me quedaba la opción de que todo aquello fuese un sueño, pero cada vez se me antojaba menos probable. Demasiado vivido. Demasiado completo. Demasiado doloroso.

¿Tú puedes verme? Pregunté. Había nombrado a los demonios, pero no a los nephilim. Suponía que si yo mismo no podía verme él tampoco podría, pero no estaba seguro. La voz me temblaba, tal vez por el nerviosismo, tal vez por la emoción. No sabía muy bien como sentirme con todo aquello. Era... fascinante y terrorífico a la vez.

Lo deshice, justo cuando vi entrando a Nora y a Milton por la puerta. Aún e podía ver la sorpresa y cierto miedo en el rostro. Fui a decir algo, pero al final recapacité. No sabía ni que decir. Nora me habría aparecer de la nada.

¿Qué más puedo hacer? Pregunté, tras saludar con una sonrisa y un movimiento de cabeza a los recién llegados. Si iba a tener que aguantarles, no quería malos rollos.