Partida Rol por web

Estación de nieblas

Capítulo 3.5: Brujos y sorpresas (Todos)

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19/06/2016, 18:31
Amber Blackwell

Amber asintió con la cabeza al escuchar lo del anillo, como si ya se esperase algo así, y asintió de nuevo cuando Émille cambió su rumbo para meterse por el pasillo de la derecha. Sin embargo, cuando sus ojos encontraron aquella pieza metálica en el dedo de Melissa, se abrieron como platos.

—Joder —dijo, perdida esa seguridad anterior—. ¿Ese es el sello de los Morgenstern?

La joven miró por un instante la espalda de Émille que se alejaba con Ivy en brazos y pareció decidir que era mejor no retrasarlo, porque se puso en marcha aligerando el paso y sin añadir nada más al respecto.

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19/06/2016, 18:38
Narradora

La pelirroja guió a las dos chicas por el pasillo de la derecha del primer piso, aunque las escaleras seguían ascendiendo, y finalmente se detuvo delante de una puerta de madera de doble hoja, de nuevo con runas inscritas sobre ella. Sin dudar las empujó abriendo paso a una sala de gran tamaño, con una mesa alargada rodeada de sillas en el centro. Al fondo un ventanal de cristal esmerilado teñía y dejaba pasar la luz suave y apagada de las farolas del exterior. El suelo estaba cubierto por una alfombra espesa y mullida y en las paredes había estanterías con libros y pequeños sillones.

Varias personas se encontraban en el interior de la sala y alzaron la mirada al ver entrar a las tres muchachas.

Sentada presidiendo la mesa alargada una mujer rubia y pálida, de piel fina y rasgos frágiles que recordaban los de una muñeca de porcelana. Iba vestida con un traje de chaqueta y falda negro y elegante. Sus ojos verdes se posaron en los recién llegados, pero su expresión parecía indicar que no estaba realmente prestándoles atención.

Junto a ella, un hombre alto y rubio, con el pelo largo y barba de varios días, perfectamente arreglada, contemplaba a Melissa con curiosidad en sus ojos azules. Éstos estaban surcados por profundas ojeras que parecían indicar que el hombre no descansaba bien en las últimas noches. Iba vestido con una camisa negra y unos vaqueros. De pie entre ellos se encontraba una chica rubia y de rasgos muy atractivos, con expresión altiva y vestida con la misma ropa negra y ajustada que llevaban Amber, Émille, Ivy e Ethan a la vista y Sun-yun bajo el kimono de playa. 

      

Sentado en uno de los sillones había un hombre moreno, vestido con un jersey azul oscuro y pantalones negros, que podría haber sido guapo si su rostro no estuviese surcado por profundas cicatrices. Uno de sus ojos estaba totalmente blanco, pero el otro buscó a Amber para cruzar con la chica una mirada entre preocupada e interrogativa. 

Junto a él, en otro de los sillones, un joven de aspecto frágil con rasgos orientales y el pelo oscuro y largo se giró también para contemplar con el ceño levemente fruncido a las jóvenes que entraron en el lugar. Llevaba una sudadera gris y un pantalón negro de aspecto cómodo. Parecía haber estado hablando con el hombre al que le faltaba un ojo hasta ese mismo instante.

       

Todos ellos tenían algo en común: finas cicatrices blancas asomaban de los cuellos de su ropa y de las mangas de sus brazos, siguiendo patrones similares a los de los tatuajes que mostraban Amber, Ivy y Émille en abundancia y Sun-yun e Ethan en menor medida.

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19/06/2016, 18:59
Gareth Herondale

El hombre miró a la mujer que parecía presidir la mesa durante algunos instantes, como esperando que ella hablase primero, pero al ver que permanecía en silencio, tomó él la palabra. 

—Bienvenidas. Os estábamos esperando —dijo, mirando hacia la puerta, como si esperase que alguien más entrase por ella y parecía a punto de decir algo más en esa línea, pero al ver que la pequeña Jo era la última en entrar, frunció un poco el ceño y alternó una mirada interrogativa entre las recién llegadas—. ¿Dónde están Ivy y Émille? —preguntó entonces, aplazando la conversación hasta saber cómo estaban las cosas.

Mientras esperaba alguna respuesta, sus ojos se detuvieron sobre Melissa, con una mezcla entre curiosidad y cansancio. Sin embargo, sus labios dibujaron una sonrisa tranquilizadora hacia la joven.

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19/06/2016, 19:02
Narradora

Habías llegado a escuchar aquellas palabras de Amber mientras te encaminabas hacia la enfermería, pero las chicas habían seguido ascendiendo las escaleras y tú tenías a Ivy en brazos. La chica parecía tener más color en sus normalmente pálidas mejillas y seguía inconsciente aunque empezaba a mover los labios, como si estuviese murmurando algo inaudible salvo para sí misma.

No tardaste en llegar a la enfermería. Allí no había nadie, pero todo estaba en orden, con las camillas colocadas en su lugar y dispuestas para recibir a cualquier nephilim que lo necesitase en cualquier momento.

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19/06/2016, 20:25
(Gi) Sun-yun Herondale

Maldecí a A.B. por apartar a lanzaman de mi, era una mierda que tuviera que llevarla a la enfermería justamente cuando encontrábamos a un nuevo nephilim a la que pasar la chapa de novata y colgarme mi pin por traerla y hacerla contar hasta tres para que descubriera el mundo entero.

Le hubiese acompañando pero era evidente que la cachorrita quería tenerme cerca, como era evidente que si Herondale esperaba no iba a no aparecer. Así que me arriesgué a que la mala energía de dos pelirrojas rebotara en mí. Contuve la respiración casi todo el camino, con disimulo, volviendo a tomar aire cada vez que mis pulmones gritaban y no podía mantener la falta de aire sin empezar a chupar mofletes hacia dentro. Y para cuando llegué a dónde Anbel había decidido llevarnos y vi que las cabezas rubias volvían a ser mayoría solté el aire despacio y me relaje.

Ver a la mujer de Herondale me resultó chocante, casi tanto como ese ofrecimiento de palabra mudo que ella rechazó, estaba claro a quién había salido mi mediohermana, medioprima o mediotía Amis.

Ver a Amis de pie fue un poco rollo, hubiese preferido que siguiera en cama o que usara bastón de vieja, pero peor fue que siguiera teniendo el pelo rizado ¿qué coño de honor presumía?

Incliné mi espalda para saludarlos a todos al entrar, y luego repetí el gesto solo para Herondale patriarca.

A A.B. le ha dado un chungo, Emille le ha hecho una Iratze, la ha cargado en brazos todo el viaje, porqué hemos venido andando, y luego se ha dado prisa a llevarla a la enfermería —que bien sentaba no tener la boca cerrada—. Nosotras hemos venido tan pronto como Jo nos ha avisado que nos esperábais, y ella, —señalé a Meri-san con la mano imitando una azafata de vuelo en una broma interna que lo era por saber que no lo entenderían y por bromear enfrente del jefe— es Meli-san, de Edimburgo, la hemos encontrado en la casa, su tío la mandaba a buscar a la bruja porqué él luchaba contra un Kuri pero ella es como era yo, así que la ha hecho huir. Pero es nephilim, Emille lo ha dicho y su color también —sonreí como punto final y entonces fingí que recaía en Amis por primera vez en una mueca de sorpresa —¿Estás ya mejor? —me dirijo claramente a ella pero con atención fugaz de mis ojos que vuelven rápidamente a Herondale padre.

Notas de juego

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20/06/2016, 11:57
Émille Lalique

Me costó no darme la vuelta al oír lo del anillo de la rara. Joder. Eso sí era... Inesperado. Pero no iba a caer tan bajo. Así que apreté el paso, dispuesto a encargarme de lo de Ivy cuanto antes y unirme a los otros.

Al llegar a la enfermería y no ver a nadie me sentí un poco decepcionado. Pero como ya estaba un poco mejor a lo mejor no hacía falta nada de eso. La dejé en una camilla y la miré durante un instante antes de agitarla con suavidad, deseando que se despertara.

 —Ivy... —la llamé mientras tanto, consciente de que sólo quería despertarla para poder pirarme sin responsabilidades—. Ivy.

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20/06/2016, 20:10
Melissa Campbell

Observé la reacción de Amber con curiosidad. ¿Los Morgenstern...? Pero sin darle más importancia la chica pelirroja siguió adelante y nos guió por el lugar hasta una sala que se abría ante una gran puerta de madera que me cautivó unos instantes.

Entré detrás de las demás, lentamente, con respeto. Mis ojos empezaron el recorrido por las dos mujeres rubias aunque de diferente vestimenta, seguidamente del hombre rubio y finalmente desviando bastante la mirada, llegando a otros dos individuos apartados.

Mi mirada retrocedió por el mismo camino hasta encontrarse con los ojos azules del hombre rubio de pelo largo y su sonrisa hizo que mis mejillas se ruborizaran ligeramente. Rápidamente tragué saliva y apreté los dientes para evitar que esa reacción fuera a más. Pestañeé tres veces muy rápido, escuché la voz del hombre con curiosidad y desvié de nuevo mi mirada a Gi Sun-yun, mientras me presentaba a su manera.

Finalmente, volví a mirar al hombre, esperando a ver qué decía y a saber qué debería hacer yo entonces.

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20/06/2016, 22:55
Ivy Lovelace

La joven reaccionó de sopetón, tal vez por tu llamada o quizá por el movimiento que transmitías a sus hombros. Se incorporó quedando sentada y abrió los párpados, aunque sus ojos continuaban en blanco. Entonces sus labios empezaron a moverse de nuevo y pudiste distinguir algunas de sus palabras a medida que iba alzando la voz, desde un tenue susurro hasta un grito angustiado que rascaba su garganta y resonaba entre las paredes de piedra.

Sangre y muerte para los nephilim. La piedra sangra y llora. El rojo y el negro. Han llegado ya. Sangre y muerte para los nephilim. El libro. ¿Dónde está el libro? Los herederos han despertado. Es tarde. La sangre teñirá sus hojas y se derramará sobre la piedra. Las paredes están llenas de almas. ¿Dónde está? ¿Dónde está? Grita. ¡Grita! ¡¿Dónde está?! ¡Es tarde! ¡Tarde! ¡Sangre y muerte para los nephilim! ¡Sangre y muerte para los nephilim! ¡SANGRE Y MUERTE PARA LOS NEPHILIM!

Con aquel último grito inhaló aire en un fuerte jadeo y volvió a caer de espaldas, tumbada en la camilla. Poco a poco su respiración parecía volver a la normalidad y con un pestañeo sus ojos volvieron a lucir sus iris pardos, que parecían todavía un poco idos. Una tos sacudió entonces su pecho mientras ella miraba confusa a su alrededor. Al encontrarte con sus pupilas frunció un poco el ceño.

—¿Émille...? —murmuró en un susurro leve como si tu presencia a su lado le resultase extraña o no supiera bien dónde se encontraba.

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21/06/2016, 02:06
Alice Herondale

La chica rubia puso los ojos en blanco con desdén a medida que Sun-yun iba explicando lo sucedido. Y cuando se dirigió directamente a ella, elevó una pizca su barbilla en un gesto altivo mientras se cruzaba de brazos.

—Estoy perfectamente —respondió, cortante—. Como siempre.

Después miró hacia el hombre y señaló con la cabeza hacia Melissa, sin molestarse siquiera en dedicarle una mirada más.

—Hay que avisar a la Clave. Esto no es casualidad.

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21/06/2016, 02:06
Gareth Herondale

El hombre escuchó toda la explicación de Sun-yun y una pequeña arruguita se fue formando en su entrecejo a medida que iba intentando comprender a qué se refería la chica en cada momento. Contempló a Melissa con aire tranquilo y cuando Alice intervino, él asintió con la cabeza.

—Avisaremos a la Clave, pero todo a su tiempo. Primero lo primero —apuntó, deslizando sus ojos hasta el hombre de la cara marcada—. Scott, ¿podrías ir a ver qué le ha pasado a Ivy? —pidió sin detenerse a comprobar si llegaba na respuesta a su pregunta antes de volver a mirar a Melissa y Sun-yun—. Sentaos, por favor. Y hablemos un poco.

Parecía a punto de añadir algo más cuando sus ojos repararon en la pequeña figura que parecía estar mimetizándose con uno de los sillones. La niña contemplaba todo con los ojos bien abiertos y casi parecía estar conteniendo la respiración para pasar desapercibida. Al hombre se le escapó una tenue sonrisa al contemplarla y se frotó la frente haciendo un esfuerzo para hablarle con seriedad.

—Jo, ¿puedes acompañar a Scott y echarle una mano? —preguntó, enarcando ambas cejas. La pequeña frunció los labios en un mohín al verse descubierta, pero no discutió y se puso en pie para marcharse junto al hombre de la cicatriz, que ya estaba caminando hacia la puerta.

Cuando ambos hubieron salido, el hombre rubio volvió a dirigirse a Melissa.

—Bien. ¿Puedes contarme con tus palabras lo que ha pasado? ¿Sabías que eras una nephilim? ¿Cómo te llamas?

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21/06/2016, 22:21
Melissa Campbell

Cuando el hombre sugirió que nos sentáramos, seguí a Gi Sun-yun y me senté a su lado, fuera donde fuera. Puse mi mochila en mi falda y posé mis manos sobre ella para que no me estorbara la visión ni a mí ni a los demás.

Miré de reojo a Jo y al hombre que le faltaba un ojo, al que llamaron Scott, y a continuación me volví a fijar en el hombre del que todavía no sabía el nombre.

Apreté la mochila con las manos, un poco nerviosa, pero respondí a las preguntas con seguridad. - Me llamo Melissa. He venido hasta Londres desde Edimburgo porque busco a Aubrey Saint John. - Me encogí de hombros ya que no había tenido mucha suerte con ello y proseguí. - No sabía que era... una nephilim. - Miré el anillo de Ralph y apreté el puño de la mano que lo llevaba.

Cuando llegué a mi casa, en Edimburgo... - Al usar ese tiempo verbal, me di cuenta de que tampoco había pasado tanto tiempo desde entonces. - ... mi tío estaba luchando con un rapiñador, creo recordar que me dijo. También me dijo que huyera y me dio la dirección de la casa de Aubrey. - No sabía si seguir explicando más. Tampoco había mucho más, pero quería saber si lo que estaba diciendo hasta entonces le servía de alguna cosa.

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22/06/2016, 21:38
Émille Lalique

Al ver que le daba un ataque más chungo que el de las otras veces valoré qué hacer. Bueno, lo más fácil sería marcharme, pero no era bonito. Tampoco sabía si podía hacer algo. Quizá una runa de Calmar Indignación, por ejemplo, ayudaría. Desde luego que se pusiera a sangrar otra vez y esas movidas no molaba nada. Así que saqué la estela, haciendo un poco más de caso que las otras veces a lo que decía para ganar puntos con Gareth, aunque antes de acabar de dibujármela mis ojos de se desviaron hacia la chica cuando ya se puso directamente a gritar.

Joder. Eso sí que había sido un poco espeluznante. Ivy estaba loca... Pero esto era pasarse. Terminé la runa mientras su respiración se calmaba y extendí acto seguido una mano en su dirección, tomándola del brazo.

Al verla abrir los ojos asentí con esa pregunta absurda. Vale, además de tarada era un poco tonta, pero normalmente no lo demostraba tanto.

—Ajá —respondí—. Te he traído a la enfermería. Te has puesto a sangrar y desmayado en casa del brujomierda.

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22/06/2016, 21:58
Ivy Lovelace

Ivy tardó algunos segundos en responder. Sus ojos se apartaron de ti para recorrer el lugar y luego volvieron al lugar de inicio.

—Vaya —dijo finalmente, desubicada, como si no estuviera segura de qué debía decir—. Me duele la cabeza —añadió, frotándose la sien con dos dedos—. Creo que el Velo nunca me había golpeado tan fuerte...

Tomó aire despacio y lo retuvo en los pulmones un instante antes de soltarlo, más despacio aún.

—¿Me ayudas a llegar a mi cuarto? —pidió entonces, girando sobre sí misma para descolgar las piernas por el lateral de la camilla—. Creo que necesito descansar un poco.

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27/06/2016, 23:02
(Gi) Sun-yun Herondale

Hinché pecho cuando Herondale sentó la idea de Amis en el banquillo - ¿ves? Haberte muerto -pensé en su vergüenza- Debería comprarle una plancha para el pelo, y dejársela por ahí como regalo anónimo- apreté los dedos con fuerza contra el extremo de mi kimono de playa para no reír con mis pensamientos en un momento tan poco oportuno -. ¡Sería tan graciosa su cara!

Encaro mis pies con inocencia cuando Herondale me mira y me invita a sentarme extendiendo la oferta a la cachorrita. Asiento entonces con la cabeza, solemne, sin llegar a reverenciar, pero agradeciendo, y, sin embargo, únicamente acerqué mis pasos a una silla próxima a él, lejana a la señora, pero no llegué a sentarme hasta después de que lo hiciera Meri-san y mi abuelo-padre-tío se llevara todo mi gozo volviendo a preguntar a la nueva por lo que yo ya había explicado a la perfección. No quise ofenderme, decidí que pretendía dejar que ella se creyera importante, como todos, pero ya debía haberse fijado en que no era rubia.

Al escucharla hablar tuve que esforzarme para mantener mi sonrisa en su lugar y respetuosa, pero esa lagarta pelirroja se merecía que le tirara de la lengua ¡qué buena memoria tenía de pronto! ¡cuanta confianza había sacado de repente! Y yo como subnormal, me había quedado sin la runa en el cuello.

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28/06/2016, 03:24
Gareth Herondale

El hombre escuchó con atención el relato de Melissa y cuando ella se detuvo, frunció levemente el ceño, intercalando su mirada entre ella y Sun-yun.

—¿Un rapiñador? ¿No era un kuri? —preguntó. Aunque tampoco pareció querer detenerse en ello, porque siguió hablando sin esperar respuesta—. Yo soy Gareth Herondale, ella es mi esposa, Deirdre, la directora del Instituto y mi hija Alice —explicó, señalando a la mujer rubia que tenía a su lado primero y a la joven de cabellos rizados y pose altiva después—. Él es Milton. —El chico del sillón levantó una mano para moverla a modo de saludo y sus labios se curvaron en una pequeña sonrisa tranquila.

Mientras, el hombre contempló a Melissa por un instante, con esas pequeñas arrugas acentuándose en su entrecejo.

—¿Melissa qué más? O mejor dicho... ¿Cómo se llama tu tío? Con apellido. ¿Tienes alguna forma de contactar con él?

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28/06/2016, 03:35
Amber Blackwell

La pelirroja había permanecido de pie, un par de pasos por detrás de las sillas que habían ocupado Sun-yun y Melissa. Cambiaba el peso de una pierna a la otra con aire impaciente y con aquellas preguntas del hombre, intervino.

—Gareth, tiene un anillo, como los otros —empezó, dando un paso hacia delante—. Creo que es el sello de los Morgenstern —agregó, enarcando ambas cejas para remarcar aquel apellido que hizo que todas las miradas se dirigiesen hacia Melissa, como si hubiese algo verdaderamente inesperado en aquello.

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28/06/2016, 03:36
Alice Herondale

Fue la chica rubia la primera en reaccionar y romper el silencio al mismo tiempo que se cruzaba de brazos con cierta soberbia.

—¿Los Morgenstern? —preguntó de forma retórica con cierta incredulidad—. Eso no puede ser.

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28/06/2016, 03:39
Deirdre Herondale (Youngblood)

Sin embargo, aquello parecía haber sido lo suficientemente llamativo como para atraer la atención de la mujer, que movió su rostro para contemplar a Melissa con atención.

—Con esos cabellos más parecería una Fairchild —comentó con tono desapasionado, hablando hacia su hija como si la mencionada no estuviese justo delante de ella. Después estiró una mano por encima de la mesa—. A ver, veamos ese anillo antes de nada.

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28/06/2016, 07:26
Melissa Campbell

Asentí a la primera pregunta que me hizo el hombre, Gareth. Sin embargo, la expresión de la cara tanto de Gi Sun-yun como del mismo me hicieron reaccionar y pensé que debería explicarme. A continuación observé con detenimiento a cada individuo que me presentaban. Me costó entender que todo eso existiera ya que nunca había oído hablar de ello, pero ya había pasado demasiado rato siendo una incrédula que me retrasaba los pasos, así que intenté concentrarme.

Abrí la boca con la intención de explicarme mejor pero Amber me cortó. Esperé a que terminaran de sorprenderse y hablar. Seguidamente, cuando la señora Herondale pidió ver el anillo de mi tío, me lo miré bajando la mirada y medité un poco. Luego volví a mirar a Deirdre, un poco desconfiada, ya que no me había gustado demasiado su prepotencia, aunque tampoco sabía qué me había dicho exactamente.

Finalmente llevé la mano con el anillo puesto hacia su dirección y, mientras dejaba que lo contemplara, me dirigí a Gareth. 
- Mi tío me dijo que aquello contra lo que luchaba era un rapiñador. - Miré a Gi Sun-yun de reojo, con un poco de disculpa en la mirada. Poco a poco me venían flashes de lo que había vivido, y con ello algun detalle más. - Aunque cuando describí a la criatura que vi en mi casa a Gi Sun-yun, me dijo que era un kuri. - Me encogí de hombros con una expresión que indicaba que no comprendía nada y lentamente volví a dirigir mi mirada hacia la señora Herondale. - Nuestro apellido no es Morgensten. Mi nombre es Melissa Campbell. - Respondí al cabo de un rato. Intentaría dejar pasar el que fuera necesario para no tener que nombrar a mi tío.

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28/06/2016, 10:44
(Gi) Sun-yun Herondale

Abrí los labios para defender mi honor y solté en ese gesto un poco de la bilis que Meri-san estaba cultivando para mi suspendida en el aire -Sí, eso le dije, en base a su descripción, pero el susto que llevaba encima le había bloqueado un poco la memoria.-puse mirada lastimera - Fíjate que se sabía el nombre y no le salía - alargo una mano hacia su hombro para dedicarle una caricia de apoyo -Eres una auténtica puta- le sonrío-. Bienvenida.