Partida Rol por web

Estación de nieblas

Capítulo 3.5: Brujos y sorpresas (Todos)

Cargando editor
28/03/2016, 20:32
(Gi) Sun-yun Herondale

Al bajar las escaleras y encontrarme aquel circo, desafié mi fisionomía llevando mis párpados más atrás de lo que supuestamente deberían. - ¿Qué coño hacen? -me pregunté buscando a Lamond y dando con el culo de Maik.

Me esperé a que la distracción desapareciera antes de parpadear un par de veces y volver a mirar hacia A.B. y Anbel - ¿qué coño le has hecho? -pensé para ésta última- Qué frikada de mal rollo.

Cuando Lanzaman acercó su estela lancé mi mano a coger la muñeca de la pelirroja a modo de correa y me acerqué a ellos, si podía, tirando de la nueva en el primer paso - Eso es una estela -informé- y lo que dibuja una runa -señalé sin saber porqué le dejaba saberlo y presuponiendo que era para lucirme-; una Iratze. Tu no puedes hacerla.

Cargando editor
28/03/2016, 23:55
Amber Blackwell

Amber había llegado apenas a sostener a Ivy antes de que su cuerpo cayese al suelo. Mientras, Émille acercaba aquel instrumento a la piel de la chica y en cuanto la tocó un dibujo empezó a formarse, siguiendo el recorrido de la mano del chico. 

La pelirroja asintió entonces, en un gesto de comprensión hacia las palabras que su amigo había vocalizado sin llegar a pronunciar y elevando a la chica por debajo de las axilas la llevó hasta el sofá y la dejó allí tendida un instante mientras se acercaba a los demás.

—Tal vez deberíamos regresar al Instituto —dijo en voz baja. Y parecía dispuesta a decir algo más cuando un carraspeo la interrumpió.

Cargando editor
29/03/2016, 01:46
Verbius Lamond

El joven llevaba una taza humeante en la mano cuando salió de la cocina y su ceja se enarcó al ver a la chica desmayada en el sofá. 

—Sí —dijo, mirando a Amber, como si el hecho de que ella hubiera susurrado no le hubiese impedido lo más mínimo escucharla—. Apoyo la moción, sin que sirva de precedente. Deberíais largaros a vuestro ruinoso castillo y dejar de perder mi tiempo.

Entonces hizo un gesto con la otra mano hacia Ivy.

—Y no os dejéis eso ahí —terminó, con un claro desdén, hablando como si la chica fuese un mueble o un libro.

Cargando editor
29/03/2016, 01:52
Émille Lalique

En cuanto Amber empezó a llevar a Ivy hacia el sofá la ayudé como pude. Acto seguido, al oír sus palabras, asentí con gravedad. Sin embargo de inmediato otras captaron mi atención: las del estúpido subterráneo Verbius Lamond.

Eso tiene nombre —le dije en un tono totalmente frío mientras sentía mi sangre encenderse. Y entonces busqué su mirada—. Y como nephilim vale como diez de los tuyos —añadí después dando un paso en su dirección, crispado. Me tenía hasta los huevos. Y vale, quizá mi frase no era cierta del todo, no todos los nephilim valían como diez subterráneos. Pero si quitábamos a los italianos rubios y pervertidos, sí.

Cargando editor
30/03/2016, 08:55
Melissa Campbell

Estaba pasmada mirando a Émille hasta que noté un tirón que me hizo balancear. Mis pasos entorpecidos siguieron los de Gi Sun-yun, que se acercaba a la escena principal para explicarme qué era lo que estaba haciendo Émille. Sin embargo, no entendí nada de lo que me dijo, aunque quisiera. ¿Una estela? ¿Una runa? ¿Una Irat... qué?

Me empezaba a doler un poco la cabeza. Asentí de todos modos a Gi Sun-yun por su esfuerzo y seguí mirando "la runa" que le estaban haciendo a Iyv. Me pareció que era como un tatuaje, porque realmente daba la sensación de que eso no se iba a quitar fácilmente de ahí. - ¿Y... No le duele?Pregunté al aire, empezando a preocuparme un poco por la chica morena.

Entonces la otra chica pelirroja, Amber, sugirió regresar a ese "Instituto" del que tanto hablaban. La miré un instante y, de repente, "el brujo" apareció y con su respuesta encendió a Émille. Yo seguía a su lado, con Gi Sun-yun, pero me mantuve alerta. Cabrear a alguien con una lanza como aquella no me parecía muy buena idea.

Cargando editor
31/03/2016, 10:14
(Gi) Sun-yun Herondale

Miré a la nueva cuando hizo aquella pregunta - ¿A quién coño le importa si le duele o no?- me acordé de la primera vez que me habían dibujado y necesite dar la espalda a aquella escena. -¡Mierda! -grité por dentro comprendiendo esa runa hecha por Emille a otra como un castigo por nuestro roce de antes. Estaba claro, le había enfadado y ahora me tocaba verle sobar a otras pero sin duda la localización de su Iratze no era comparable a la de la mía - Duele - respondí a Meri-san al ver pasar a Anbel con Froda-.

Luego, la jamás novia de Emille se acercó para sugerir volver al instituto y Lamond volvió a hacer acto de presencia. Mi mano se agitó, entonces, para saludarle, o más bien dicho, para devolverle el golpe bajo a lanzaman.

Me encantó ver el cabreo de lanzaman y mis ojos buscaron rápidamente a la cachorrilla con una sonrisa boba y alcé las cejas insistiendo "¿ves? ¿ves? Jodidamente sexy"

Notas de juego

Cargando editor
02/04/2016, 08:28
Melissa Campbell

Perdí un poco la atención dedicada a la otra escena y me estremecí cuando Gi Sun-yun me confirmó que lo que estaba haciendo Émille dolía.

La expresión de Gi Sun-yun me dejó ligeramente tocada. No sé qué le ve a este tío. E inevitablemente pensé en Alan.
Eran muy diferentes en comportamiento y forma de ser, pero la vestimenta se parecía bastante. Quizás no tan exagerada, la de Alan, pero también solía vestir de negro.

Agité sutilmente mi cabeza para que dejara de pensar en bobadas y volví a mirar lo que estaba haciendo Émille.
Esperaba que acabara pronto, aunque dejé mi mirada fija al dibujo, casi hipnotizada, y no hacía esfuerzos para dejar de mirar algo que me daba escalofríos sólo pensar que me lo hicieran a mí. Un poco masoquista, sí que soy... 

Y... ¿Para qué sirve?Susurré a Gi Sun-yun, acercando mi boca a su oreja y sin apartar la mirada. No quería estorbar a los demás con mis incomprensiones.

Cargando editor
02/04/2016, 17:17
Verbius Lamond

El joven enarcó una ceja cuando Émille empezó a avanzar hacia él y una media sonrisa se afiló en sus labios. Parecía hacerle gracia el arranque del chico. 

Sin la más mínima prisa estiró el brazo para depositar la taza sobre la mesa que tenía al lado y entonces dio un paso hacia Émille mientras de sus manos empezaban a surgir pequeñas chispitas azules. Chasqueó la lengua y las chispas cubrieron sus manos con una energía ondulante cuyo color oscilaba entre el añil y el turquesa. 

—¿Quieres jugar, nephilim? —preguntó, remarcando la última palabra con desdén, manteniendo una postura erguida y los músculos en calma.

Cargando editor
02/04/2016, 23:50
Amber Blackwell

Amber miró a uno y otro y a Ivy, que seguía inconsciente en el sofá aunque poco a poco iba recuperando algo de color en sus mejillas. Entonces tomó aire y se puso en medio de los dos chicos, encarando a Émille. Clavó sus ojos verdes en los del chico, totalmente seria.

—Émille, ahora no —pidió—. Tenemos que llevar a Ivy y a la nueva al Instituto. Además, estamos en su territorio. Recuerda los Acuerdos. —Hizo una pausa y añadió algo más, sin soltar la mirada de su amigo. —Por favor.

Cargando editor
03/04/2016, 12:54
Émille Lalique

Al ver cómo el memo daba un paso adelante y comenzaba a emitir esas chispas alcé un poco la barbilla mientras llevaba mi mano a la lanza. Esbocé una sonrisa mientras en mi estómago rebullía la expectación previa al combate y dejé que el poder que el Ángel me había dado corriese por mis venas y las de mis compañeros.

—Sólo sería un juego si estuvieras a la altura —dije con seguridad, masticando cada palabra.

En el momento en que Amber se puso entre nosotros aún mantuve la mirada del gilipollas unos segundos. Escuchaba lo que decía mi amiga, pero mi cabeza seguía centrada en los continuos desplantes de ese Subterráneo. Sin embargo en parte tenía razón. No en lo de los Acuerdos, que eso me la soplaba, y a la nueva podría llevarla cualquiera. Pero sí era verdad que como Gareth se enterase de que la habíamos montado aquí y en estas circunstancias me la iba a cargar. Asentí despacio.

—Tienes razón —enuncié—. Por tan poca cosa no merece la pena.

Tras esas palabras me acerqué a levantar a Ivy del sofá, cogiéndola sin pedir ayuda a nadie.

—Vámonos.

Notas de juego

Aumento de habilidad 3 para mí y para Amber, Ethan y Sun-yun.

Cargando editor
03/04/2016, 13:08
Ethan Evans

El golpe aleatorio del culo de la china hizo que enarcase las cejas, entre sorprendido y molesto. Estuve a punto de decirle algo, pero decidí que no merecía la pena. Observé la escena y noté la tensión creciendo cuando el brujo con algo extraño en el culo habló.

Miré al psicópata y al brujo alternativamente y después escuché cómo Amber trataba de poner orden. Vaya rollo. Con un poco de suerte el brujo le daba una lección a Emille. Sin embargo eso no era lo peor de todo. Iban a irse de la casa sin conseguir absolutamente nada, salvo cosas aleatorias de la camarera inmigrante y la predicción de Ivy, algo que no me decía nada.

Busqué por la habitación algo rojo y negro a la desesperada, aunque suponía que sus palabras no serían tan literales. Me estaba sintiendo bastante inútil en aquel momento.

Cargando editor
03/04/2016, 13:13
Narradora

Esa sensación familiar empezó a nacer en vuestros estómagos. Cálida y agradable, extendiendo bajo la piel la impresión de ser más fuertes y capaces, expandiendo vuestras habilidades desde su mismo centro.

Cargando editor
03/04/2016, 13:19
Ethan Evans

Al notar aquella extraña sensación proveniente de Emille me puse alerta al instante, mirando al sádico. ¿Qué significaba? ¿Estaba preparándose para atacar o solo era para prevenir? Fuera como fuese, no me gustaba. Intenté disimular mi nerviosismo mientras seguía con mi recorrido por la habitación, buscando cosas rojas y negras. Sin embargo, estaba más pendiente del brujo que de mi búsqueda.

Cargando editor
05/04/2016, 15:45
Melissa Campbell

Vi el panorama que se estaba formando cuando Émille se acercó hasta "el brujo". Fue entonces cuando desvié mi mirada hacia ellos, olvidándome por unos instantes de si lo que le estaban haciendo a Ivy dolía más o menos o para qué serviría todo eso.

Me puse tensa al ver que el chico moreno que me había abierto la puerta provocaba a Émille de esa manera. No con muchas palabras, pero sí con unos gestos que hasta a mí me dieron un poco de rabia. No obstante, lo que más me llamó la atención fueron las chispas de color azul que envolvieron sus manos. ¿¡Qué es eso!? Me exalté, y me acerqué un poco más de lo que ya estaba a Gi Sun-yun. A ver si va a ser verdad que es un brujo...

A continuación, di las gracias a Amber porque hizo que se calmara la situación, consiguiendo calmarme a mí también. Entre la lanza de uno y la "magia" del otro, eso podía haber acabado muy mal.

Miré a Gi Sun-yun con curiosidad por ver cómo reaccionaría ante ese suceso pero en seguida me dirigí hacia la bolsa que habíamos dejado apartada y la cogí, para ver si así realmente nos íbamos a donde fuera que tuviéramos que ir de una vez. Ese momento que parecía haber congelado a los demás excepto a Émille me ayudó a pensar en Ralph y en mis padres, y mi preocupación provocó que me impacientara. Necesitaba encontrar lo antes posible a Aubrey Saint John.

Notas de juego

Edit: Me había olvidado por completo hacer referencia a lo de las chispas "del brujo". ¡Disculpad!

Cargando editor
06/04/2016, 09:17
(Gi) Sun-yun Herondale

No respondí a la pecosa, no era algo de necesitase saber, al menos por ahora, cuando o si algún día aprendía a dibujar runas, entonces ya le contaría para qué servía pero antes de ese día pasaba de que la pidiera, aunque no fuera a Emille y quedara de qué controlaba el tema.

Fingí estar despistada y pronto Lamond me regaló una magnífica tapadera. Mis ojos se abrieron fascinados con las chispas que salían de sus manos y cuando lanzó esa pregunta tuve que esforzarme para no gritar un enérgico "siiiií" como un niño frente a una programa interactivo de algún streaming.

Me fastidió entender que no estaba invitada a ese juego casi tanto como me fastidió la intervención santurrona de Anbel. Acababa de joderme el mejor espectáculo de toda mi vida ver al macizo mágico luchar contra el sucedáneo de hada.

Me quedé mirando a Lamond mientras Emille se dejaba poner la correa por ese petarda a la que había decidido querer demasiado. Pasaba de esa mierda, y si no lo veía, no existía, no como esas chispas azuladas que seguro que la gatita hubiese disfrutado.

Perdí a Lamond de vista en cuanto lanzaman se acercó al sofá para levantar a A.B. y tomé nota, aunque mi cabeza no tenía tiempo de rodar un plan para acabar en sus brazos, mi mente estaba debatiéndose entre preguntar o no al brujo si conocía hadas, o mejor dicho, estaba ocupada en pasar mi peso de un pie al otro esperando el momento de hacerlo.

Pero el machote dijo que nos íbamos así que nos íbamos y algo dentro de mi me hizo entender que debía ser en tres segundos.

- Eri-sá - hablé al espacio que la -como mínimo- ojos marrones había ocupado antes y al ver que se había largado una sensación de adrenalina por metedura de pata me recorrió por dentro y me moví rápido para alcanzarla.

- ¿Todo bien? -le pregunté con amabilidad - No te pierdas o te meto en la bolsa.

Notas de juego

Cargando editor
06/04/2016, 16:55
Melissa Campbell

Casi sin darme cuenta me llevé una de mis manos cerca de los labios y empecé a morderme suavemente la uña del pulgar. Mi otra mano cogía el asa de la bolsa que habíamos llenado anteriormente Gi Sun-yun y yo, pero el peso se apoyaba en el suelo ya que hasta que no viera que los demás se ponían en marcha no iba a cargar con todo aquello porque sí.

Empezaba a sentirme un poco incómoda y lo único que quería era avanzar. Sin embargo, no me atreví a decir nada, ya que sentía que cualquier cosa que pudiera decir para hacerles saber de mi impaciencia a los demás sólo traería más lentitud y problemas.

Cuando la lapa de Gi Sun-yun se acercó a mi lado de nuevo me puse alerta. Parecía un torbellino, efusivo y acelerado, como si el hecho de haberme separado de ella la hubiera sorprendido, pero una vez a mi lado su rostro mostró una amabilidad extraña que apaciguó mis prejuicios. - Sí, todo bien. - Le dediqué una pequeña sonrisa tranquilizadora y miré a los demás. 
¿Cuándo nos vamos a ir?

Cargando editor
06/04/2016, 22:23
Verbius Lamond

El chico no cambió su postura cuando Amber se interpuso entre él y Émille, tampoco varió su expresión, aunque sí le dedicó un breve vistazo a la espalda desprotegida que la chica le ofrecía. Y cuando el nephilim cedió a la petición de su amiga y se movió para recoger a Ivy, Verbius tan sólo resopló entre dientes con una mirada altiva a medio camino entre el desdén y la decepción. 

Sin embargo, la energía azul de sus manos no desapareció, se quedó allí mientras Émille abría la comitiva con Ivy en brazos y Amber siguiéndolo a poca distancia. 

—Os diría que ha sido un placer tratar con vosotros —dijo entonces el chico mientras poco a poco todos ibais saliendo del salón en dirección a la calle—. Pero sería mentira. Con los nephilim nunca lo es. 

Y esas fueron sus últimas palabras antes de cerrar la puerta detrás del último de vosotros.

Los sonidos de la calle os recibieron. Estabais en el 104 de Bromell's Road, en Clapham, era una calle tranquila, que tenía pinta de ser bastante luminosa durante el día. Clampham era una zona que había vuelto a ponerse de moda en los últimos tiempos. Muchas casitas unifamiliares llenaban las calles y poseía un gran parque muy frecuentado en verano por los deportistas y jóvenes con ganas de pasar el día haciendo una barbacoa. 

Cargando editor
07/04/2016, 21:29
(Gi) Sun-yun Herondale

—Vamos —le dije a mi muñequita trenzada y seguí los pasos de Anbel-.

No quería perder de vista ni a Emille ni a A.B., en especial a ésta última, pues si se moría sería una marrón luego para encontrar mi anillo; mejor estar cerca por si había que preguntar. 

 Adiós Lamond, gracias por todo — me despedí a una puerta cerrada juntando mis manos sobre las piernas e inclinando la espalda con educación—. 

Luego, seguí recorriendo los pasos de los demás hasta llegar a ellos — ¿Dónde coño estamos? —pensé aunque me alegré muchísimo de usar los métodos "mundanos" de desplazamiento. — ¿Qué le ha pasado? — pregunté para todos aunque mis ojos buscaron el cogote de Anbel.

Cargando editor
09/04/2016, 08:12
Melissa Campbell

Parecía que el brujo, ya sin comillas, aunque no acababa de entender cómo podía hacer que le salieran esas chispas de las manos, llevaba un rato deseando que llegara el momento en que nos fuéramos de allí. Bueno, seguramente ese deseo se concentraba en Émille.

Me puse la bolsa colgada del hombro sin apoyarla encima de mi mochila para que no se chafara y seguí a los demás, permaneciendo en todo momento al lado de Gi Sun-yun. Dediqué una última mirada al brujo, sobretodo a sus manos. Todavía no me creía lo que estaba viendo. Y finalmente noté el fresco de la calle a la vez que la puerta se cerraba detrás de nosotros. Espero que no nos hayamos dejado nada dentro que pudiera ayudarnos a encontrar a Aubrey.

Iba a preguntar a dónde nos debíamos dirigir ahora y si debíamos coger algun transporte público concreto para llegar, pero Gi Sun-yun había lanzado una pregunta y, como no quise cortar la respuesta, esperé a que alguien respondiera (porque yo no tenía ni idea) y luego ya preguntaría.

Cargando editor
11/04/2016, 01:06
Émille Lalique

Escuché el comentario del asqueroso brujo mientras salía de la casa y mis dientes se apretaron. Había aceptado irnos, y no iba a echarme atrás. Pero ese memo no paraba de tocar los cojones.

No llegué a mirarle. Sin embargo antes de salir sí tuve unas palabras más para él.

—Se llama complejo de inferioridad —aseguré. Y quería añadir algo más, pero el muy engreído cerró la puerta. Había que joderse.

Al escuchar a la pirada dar las gracias a ese tío —¿Por qué? ¿Por ser un auténtico tocacojones?— le dediqué una mirada con la que si hubiera podido matarla lo habría hecho. Y no llegué a más porque tenía las manos ocupadas.

—Gareth nos está esperando —dije entonces apretando el paso, decidido a llegar al Instituto cuanto antes. Me jodía estar en la calle, y más sin una mendelin que apartase a los humanos de mi camino. De modo que eché una mirada a mi amiga, ya que yo tenía complicado usar una estela así, e hice un gesto a Ivy.

—Mendelin —dije de manera seca, dando por hecho que entendería que yo quería otra. No estaba enfadado con ella por haberse metido en medio, pero sí con el puto subterráneo al que habíamos dejado atrás, y eso se no taba en mis pasos y en mi voz.