Partida Rol por web

Estación de nieblas

Capítulo 3.5: El filo de la noche (Émille)

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11/09/2016, 02:02
Scott Crystalwine

Aquella noche, poco después de la cena, al pasar por el vestíbulo te encontraste una imagen poco habitual. Scott, vestido con traje de combate y expresión adusta, se ajustaba un par de cuchillos serafines en el cinturón. En las manos llevaba unos guantes sin dedos que sabías que le había preparado Amber. Los nudillos estaban reforzados con metal y runas para que los golpes fuesen más contundentes. Parecía a punto de salir de caza y ahí estaba lo extraño pues en el tiempo que llevabas en el Instituto nunca habías visto a Scott salir si no era imprescindible, como si las marcas de su cara fuesen motivo de vergüenza o algo así.

Al escuchar que te acercabas, el hombre alzó la mirada y pudiste ver en su único ojo funcional el brillo que antecede a un combate. Te hizo un breve gesto con la cabeza antes de detenerse un momento, como si se le hubiera ocurrido algo al verte.

—Eh, Émille —dijo finalmente—. ¿Te vienes de caza?

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15/09/2016, 00:50
Émille Lalique

Iba de camino desde el taller de Amber hacia mi habitación cuando encontré lo inesperado: a Scott preparándose para cazar. La visión se hacía más interesante al ver que llevaba puestos los guantes que Amber le había hecho y cuando nuestras miradas se cruzaron simplemente se la mantuve. Al ver su gesto con la cabeza me dispuse a continuar cuando llegó su propuesta. Y la verdad es que no lo dudé ni un instante.

—Por supuesto —dije, centrándome en hacer aparecer mi lanza para colocarla en el arnés. Por suerte yo no necesitaba más preparación que esa. Le miré entonces con expresión seria pero un deje de fanfarronería, mostrando que con ese gesto ya me encontraba listo mientras que seguramente él tenía que haber hecho mucho más—. ¿Vamos?

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23/09/2016, 04:02
Scott Crystalwine

Scott no pareció inmutarse ante tu velocidad de preparación. Simplemente asintió con la cabeza con tu respuesta y volvió a asentir con tu pregunta, empezando a caminar hacia la puerta.

—Acaban de avisarme. Parece que hay un grupo de putos chupasangres fuera de control por el Soho, cerca del Mordekainen. Espero que estés listo para un poco de acción.

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24/09/2016, 02:19
Émille Lalique

En cuanto escuché las palabras «chupasangres fuera de control» una media sonrisa se estiró poco a poco en mi boca. Había pocas noticias mejores que esa. Con un poco de suerte en un par de horas habría unos cuantos menos.

Asentí a lo que dijo Scott sobre estar listo, aunque mis dedos buscaron la estela. Sabiendo a qué nos enfrentábamos podía prepararme un poco más.

—¿Portal o pateo?

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24/09/2016, 19:26
Scott Crystalwine

No estabas acostumbrado a ver una sonrisa en el rostro de Scott, que solía mostrarse serio y callado, pero en ese momento sus labios se curvaron con lo que parecía una divertida anticipación. Negó con la cabeza.

—Ninguna de las dos —dijo, haciendo un gesto con la cabeza para que lo siguieras a la calle—. Tengo algo que devolverle a esas sanguijuelas —continuó y de alguna manera parecía más vivo de lo habitual, como si la expectativa de esa caza sacase una parte de él que no solía mostrar en el Instituto.

En la acera, aparcada justo en la puerta, había una moto negra que parecía emanar una energía incómoda sólo con su presencia. Habías oído hablar de las motos demoníacas que solían usar los vampiros. Incluso habías visto alguna de ellas en alguna ocasión. Pero nunca habías montado.

Scott se acercó al vehículo y dio un par de palmaditas sobre el asiento.

—Iremos volando.

- Tiradas (1)
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25/09/2016, 03:06
Émille Lalique

En cuanto vi a Scott sonreír lo primero que pensé fue que me estaba perdiendo algo. O quizá se encontraba mal. No me hizo falta más que su respuesta para seguirle a la calle, y tuve que pegar dos vistazos a la moto para creer lo que estaba viendo. Me cago en...

—La puta —murmuré realmente impresionado. Y un poco confuso, la verdad. ¿Era correcto usar una cosa de esas? Bueno, sólo por el hecho de restregárselo a esos subterráneos seguro que merecía la pena, pero ¿qué diría Gareth? ¿No era como una provocación? Bueno, por esa vez ni la culpa ni la responsabilidad eran mías, así que qué menos que aprovecharme.

—Vamos —asentí con una sonrisa de expectación creciendo en mi cara. La verdad, no sabía que Scott pudiera ser guay. De hecho más bien parecía que alguien se hubiera metido en su cuerpo a gesticular con su fea cara. Pero bueno, había prometido sangre de chupasangres, así que cómo decir que no.

De inmediato me monté en la moto sin pensar siquiera en protegerme de ninguna manera. Esperé que él se montase delante y tanteé con las manos, buscando algún lugar al que agarrarme por debajo de mi culo.

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25/09/2016, 12:40
Scott Crystalwine

Scott emitió una breve risa cuando expresaste tu impresión por el vehículo y después se sentó delante de ti.

Agárrate bien —dijo antes de arrancar.

Unos segundos después la moto se despegó del suelo y empezó a surcar el cielo de la ciudad londinense. Desde el aire podías ver el Instituto y todos esos edificios emblemáticos para los mundanos que Amber se había empeñado en enseñarte cuando llegaste.

Los primeros minutos la sensación de volar te embargó, despertando tu adrenalina, pero después, poco a poco, empezaste a fijarte en las calles vistas desde arriba, centrando tu cabeza en la caza que teníais entre manos. Incluso en la distancia te era sencillo leer señales que otros ni siquiera serían capaces de percibir. Gotas de algo oscuro que podía ser aceite, pero también sangre, manchando el bordillo de una acera. El tronco de un árbol tronchado con demasiada fuerza como para poder adjudicarle al viento aquel trabajo. Y, finalmente, el sonido de risotadas mezclándose con jadeos y aullidos de dolor. Los oíste un par de segundos antes de vislumbrarlos, abajo, en un callejón oscuro y vacío. Eran cinco y parecían estar dándose un banquete con tres mundanas en una orgía de sangre y sexo sin preocuparse por utilizar glamour para esconderse de la vista.

- Tiradas (2)
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29/09/2016, 22:35
Émille Lalique

En cuanto Scott arrancó me arrepentí un poco de no haberme hecho, al menos, una runa de equilibrio. Sin embargo creía que podría aguantar y, si no, siempre podía hacerme una de Alado en plena caída. Eso tenía que ser una pasada.

Tardé unos minutos en acostumbrarme a la sensación de volar de aquella manera. Y agradecí estar detrás de Scott porque la verdad es que durante ese tiempo no pude evitar sonreír en más de una ocasión. Y pasaba de que me perdiera el respeto y quedar como un crío.

Finalmente, cuando llegamos al barrio que él había dicho presté atención a todas las señales. Y en cuanto reconocí la primera esa llevó a todas las demás.

—¡Eh! —alcé la voz, poniendo una mano en el hombro del tuerto. Entonces extendí la otra señalando hacia abajo—. Allí.

Y entonces cruzó por mi cabeza la idea de antes. Scott ya se había molado con todo lo de la moto así que era mi turno. Saqué la estela, me dibujé una iratze y la runa que me permitiría desplegar un par de alas y directamente me dejé caer de lado, dispuesto a surcar el cielo y caer directamente sobre esas alimañas.

Notas de juego

Antes de tirarme nos potencio las habilidades. Si es posible, durante el vuelo me pongo a recargar pm.

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01/10/2016, 01:12
Narradora

Scott siguió tu gesto con la mirada y asintió con la cabeza. Lo último que viste de la moto antes de dejarte caer fue cómo empezaba a girar en el aire para poder descender y aterrizar en el callejón.

Dos alas de luz se abrieron en tu espalda respondiendo a la runa que acababas de dibujar en tu piel y se desplegaron con magnificencia celestial. Surcabas el aire, controlando la velocidad con ellas para que la caída fuese tan delicada como una pluma.

- Tiradas (1)
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01/10/2016, 01:32
Émille Lalique

Usar los dones que el Ángel nos había dado contra Subterráneos era algo increíble. Podía entender los Acuerdos como algo estratégico, pero ni siquiera terminaba de creer en ellos. Eran hijos de Demonios, eran parte del problema. Y si no los cazaban, no estaban contra ellos. Y si no estaban contra ellos... Podrían fingir que no, pero estaban contra nosotros.

Por suerte había idiotas como los de esta noche. Memos sin dos dedos de frente que se creían que podían hacer lo que quisieran y se pasaban de la raya. Ahora tendrían su merecido.

Planeé cerca del callejón hasta posarme en la azotea de uno de los edificios cercanos. Quería observar la situación al menos durante un instante, evaluar el estado de la víctima, buscar otras... Ya había visto sangre. Con un poco de suerte podríamos matar a esos malnacidos.

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02/10/2016, 01:43
Scott Crystalwine

Desde donde te encontrabas veías a cinco vampiros que parecían entretenerse clavando sus colmillos, tan finos como agujas, en distintas zonas del cuerpo de dos mundanas. Tres de ellos, además, apretaban a una contra la pared del callejón. Las manos de los vampiros se perdían bajo la ropa de la mundana que parecía haberse quedado sin lágrimas ni fuerzas y tan sólo sollozaba sin molestarse en gritar.

La otra tenía más suerte por el momento, pues tan sólo estaba ejerciendo labores de surtidor, sin que su cuerpo fuese ultrajado. Todavía.

En el suelo había otra más. Estaba viva, aunque no por mucho tiempo a juzgar por lo lenta que era su respiración y el charco de sangre que se estaba formando bajo sus brazos desgarrados. Tenía las mejillas surcadas por los restos de rimmel y lágrimas y la camiseta desgarrada dejaba ver la pálida piel de su pecho que parecía relucir en la penumbra de la noche.

La moto aterrizó a tu lado y Scott no tardó en estar agazapado junto a ti.

—Bastardos de mierda —musitó con un rencor enconado que parecía nacer directamente de su estómago—. Vamos —añadió tras algunos segundos, al parecer dispuesto a caer sobre ellos sin esperar a que ninguna de las tres mundanas muriese.

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09/10/2016, 21:41
Émille Lalique

Observé con creciente furia la escena que tenía ante mí. Aquellos hijos de puta estaban tan ciegos que ni siquiera se daban cuenta de mi presencia, pero pronto lo pagarían caro. El problema no eran sólo aquellas chicas... Era la mera existencia de esas alimañas. Con vidas tan largas y teniendo que alimentarse de sangre era cuestión de tiempo que se les girase la pinza. Pero estos habían cometido una larga lista de errores esta noche.

Al sentir la moto aparcando cerca llevé la vista atrás un segundo. Aguardé a Scott, a que estuviera a mi lado, y aproveché para potenciarnos a ambos. Esto iba a ponerse interesante muy pronto.

Una vez él se dejó caer yo hice lo mismo, lanza en mano, dispuesto a ensartar al primero de los monstruos aprovechando la propia fuerza de la caída.

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16/10/2016, 02:09
Vampiro

Por el rabillo del ojo podías ver a Scott lanzándose y surcando el aire a tu lado. La hoja de tu lanza cortó piel y carne de una de esas sanguijuelas que bebían de la chica que estaba en el centro del callejón. Antes de que todos pudieran alertarse, aquel sobre el que habías caído ya estaba en el suelo retorciéndose de dolor, con su fea cara más fea todavía.

Cerca percibías a Scott, moviéndose con una velocidad a la que no te tenía acostumbrado y pateándole el culo al otro que estaba junto al del suelo.

La chica, ahora liberada de sus dos captores, se agachó y se llevó las manos a la cabeza mientras gritaba pidiendo clemencia. Probablemente no os veía y no comprendía lo que estaba sucediendo.

Los otros tres se giraron entonces hacia vosotros, dejando que la chica que mantenían contra la pared se escurriese por ella hasta quedar sentada en el suelo. Parecía estar débil, no tanto como la del suelo, pero sí lo suficiente como para no gritar como su amiga, ni revolverse.

Uno de ellos se crujió el cuello a ambos lados mientras otro sacaba del bolsillo una navaja de buen tamaño.

—¿Pero qué tenemos aquí? Si son deliciosos nephilim... ¿Qué crees que pasa si te bebes uno?

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16/10/2016, 14:26
Émille Lalique

Al ver a la chica gritar de esa forma me planteé hacerme una runa de Calmar indignación y tocarla, aunque sólo fuera para que se relajara un poco. Además, tampoco me gustaba ver a alguien así, por más que fuera una mundana acomodada y probablemente un poquito gilipollas. Había nacido para protegerlos.

Sin embargo otras cosas requerían mi atención antes. Eres asqueroso que nos hablaba, por ejemplo. Su navaja casi me dio la risa. Mi lanza debía ser como diez veces de su tamaño, si pretendía acertarme con eso iba a tener un problema.

—Que se atraganta —respondí con sequedad antes de iniciar un movimiento rápido. Agarré la lanza por un extremo, pretendiendo alcanzarles con el otro sin acercarme demasiado y lancé un tajo rápido a cada uno.

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16/10/2016, 21:10
Vampiro

—Si se cree gracioso y todo... —murmuró con tono sibilino otro de ellos después de esquivar tu lanza con facilidad. Sus ojos brillaron mientras te lanzaba una pregunta—. ¿Y qué crees que pasa si se convierte a un nephilim, niñato?

No era la primera vez que cazabas vampiros, ni mucho menos. Y sabías que mientras te hablaban, estaban probablemente analizando tus puntos débiles, memorizando tu forma de moverte, tal vez incluso tanteando si podían enloquecer tu sangre o tratando de penetrar en tu mente. Conocías muchos de sus trucos y tenías claro que dejarles ganar el tiempo que querían no debería ser una opción.

Scott parecía pensar lo mismo, pues por el rabillo del ojo viste cómo sujetaba al del suelo poniéndole el pie en el cuello y aplastándolo sin prestar atención a sus gritos, al mismo tiempo que sacaba una estaca afilada de una funda en su cinturón.

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11/12/2016, 13:17
Vampiro

El otro, al ver lo que hacía Scott, dio un paso atrás y levantó con facilidad a la chica que gritaba, haciendo que su voz se alzase de nuevo más aguda, suplicando piedad.

Acercó una mano con uñas verdaderamente afiladas al cuello de la muchacha y con una de ellas presionó su piel, haciendo que un hilillo de sangre comenzase a brotar.

—Puto nephilim. Clávale eso y la chica muere —amenazó con seriedad.

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12/12/2016, 13:27
Émille Lalique

Al ver que los muy gilipollas me esquivaban decidí que las cosas iban en serio. Me mantuve quieto sólo un instante cuando el memo aquel habló, escuchando lo que debía creerse que era una amenaza.

—Lo mismo que cuando comes —aseguré sin pensarlo demasiado—. Que algo bueno se convierte en mierda.

Estaba a punto de lanzarme directamente de nuevo a por ellos cuando uno tomó lo que debía ser una especie de rehén. Pero por un lado sólo era una mundana dentro de muchos, y ellos eran tres vampiros. Y por otro, ceder ahora implicaría seguir cediendo hasta que escapasen.

—Venga, hazlo —le animé con una sonrisa—. Mátala. Viola los acuerdos para que no tengamos que contenernos.

Suponía que Scott entendería que aquello no era más que una amenaza, una más consistente que las que lanzaban ellos, pero tampoco estaba dispuesto a esperar a que la matasen. Con un giro de la lanza lancé la cuchilla directamente hacia el codo del subterráneo, dispuesto a cercenárselo directamente. O, si no lo conseguía, al menos obligarle a soltar a la muchacha.

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12/12/2016, 20:21
Narradora

Scott se detuvo en seco cuando el vampiro levantó a la chica. Era evidente que la situación de repente se había paralizado en un impasse incómodo. Ni el nephilim ni el vampiro querían en realidad ser el primero en romper los Acuerdos por muchas palabras y amenazas que hubieran volado de un lado a otro. Sin embargo, el equilibrio del momento era demasiado frágil con la tensión que se palpaba y los gemidos aterrados de la chica no ayudaban demasiado.

Fue tu mano la primera en moverse, lanzando la cuchilla hacia el brazo del vampiro. Fue la suya la siguiente, desgarrando con sus uñas afiladas la carne de la chica haciendo que su sangre brotase a borbotones de la carótida. Y fue la de Scott la que terminó esa danza de apenas unos segundos, clavando la estaca en el corazón del vampiro al mismo tiempo que tu cuchilla cercenaba el brazo del otro a la altura del codo.

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12/12/2016, 21:39
Vampiro

El vampiro soltó a la chica que se desangraba a toda velocidad y abrió la boca, enseñándote sus filosos colmillos en un gesto a medio camino entre rugido y bufido.

—Gilipollas —espetó—. No sabes con quién te has metido.

Su única mano se engarfió mientras en su otro brazo comenzaba a cerrarse el corte sobre el muñón, y el tipo se lanzó hacia ti con los ojos inyectados en sangre.

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12/12/2016, 21:42
Scott Crystalwine

Alrededor de la estaca se formó una montaña de cenizas y cuando el viento empezó a arrastrarlas como si fueran polvo, Scott se incorporó con la estaca en la mano y miró al resto, analizando la situación.

Una de las chicas parecía casi muerta y otra estaba prácticamente inconsciente. La que acababa de ser atacada se desangraba por el cuello entre sonidos gorgoteantes y no parecía que fuese a aguantar demasiado.

El vampiro al que habías cortado la cara todavía estaba en el suelo, con las manos sobre el rostro, pero ya no se retorcía ni gemía. El que parecía querer ganar tiempo seguía estudiándote, sin acercarse. El de la navaja ahora tenía su mirada puesta en Scott y el nephilim resopló entre dientes.

—Habláis demasiado —dijo, antes de moverse hacia él con la mano derecha cerrada en un puño y la izquierda armada con la estaca.