Partida Rol por web

Estación de nieblas

Capítulo 3.5: Secretos a media voz (Émille, Sun-yun)

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24/04/2017, 02:17
Émille Lalique

Ni quería ver su entusiasmo de pirada, ni su manera de perseguirme de china. Hoy odiaba a chinos un poco más que ayer y era por su culpa y la del otro. Putos chinos. Escuché lo que dijo a medias, y la mitad que sí escuché me entró por un oído y me salió por otro. ¿Esperaba impresionarme? Ya me sabía yo ese cuento. Todos habíamos entrenado de más esperando que nos reconocieran el mérito, pero una cosa era currártelo por tu cuenta, sudando de verdad, y otra buscar a cualquiera para que me sustituyese. Y que aún defendiese a Milton diciendo que no había entrenado con cualquiera, sino con él, había vuelto a crisparme.

—Pues cuando tengas un jodido novio —empecé no sólo sin dejar de caminar, sino apretando un poco el paso— deberías follarte a otros para practicar e impresionarle. Seguro que le encanta la puta idea.

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24/04/2017, 09:27
(Gi) Sun-yun Herondale

Emille me obligó a detenerme cuando habló de novios y sus siguientes palabras me avergonzaron solo por estar oyéndolas en un sitio tan público.

Estaba loco. Loco y celoso. ¿Por mí?

Me hubiese puesto como un tomate si tuviera suficiente sangre como para acumularla en mis mejillas y no echarla de menos en el resto del cuerpo pero con la que tenía solo llegué a sonrojarme.

Mi mirada buscó el suelo y el temblor de mis rodillas me hizo creer que ellas también terminarían con mis pupilas.

Espera —le pedí al darme cuenta que había perdido sus talones y volví a marchar rápido para atraparlo—. Espera, Emille —repetí lanzando el brazo hacia delante con la esperanza de llegar a tocarlo para pedirle su atención—.

Lo siento mucho. No sabía que lo que hacíamos era algo tan íntimo —me excusé aunque sabía que el deshonor no entendía de excusas—. Sé que no es excusa pero en Corea me entrenaba mi padre, mi tío y un instructor, habiéndome criado así es imposible que lo asocie a ....bueno, a eso que has dicho.

Mi cabeza empezaba a nublarse, sabía que la había cagado y estaba más acojonada de perderle que de ganarme una paliza, esta vez sin nota.

No puedo deshacer lo hecho, solo olvidar lo aprendido, pero lamento haberte ofendido, lo entiendo pero no era mi intención.

Me detuve, temblorosa como una hoja por los nervios y le dediqué una reverencia de disculpa a su espalda.

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26/04/2017, 00:34
Émille Lalique

Escuché que pedía que esperara, y lo volví a escuchar. Pero no hice caso. Por lo que a mí respectaba, hablaba el mismo chino que en el momento que había nacido, si es que los chinos hablaban al nacer. Ni siquiera me detuve al notar cómo me tocaba.

Me sorprendió oír una disculpa, pero ni ahí relajé un poco los pasos. No era habitual que la gente me pidiera perdón a mí. Pero esta vez estaba claro que tenía motivos. Sin embargo sí tuve que pararme para mirarla con escepticismo cuando dijo que en China la entrenaban tres personas. Sí, quizá pudiera ser la mejor de los mundanos que habían llegado, pero en ese momento me parecía una puta inútil. ¿Y hacían falta tres para entrenarla? Sí que debía ser inútil antes de venir, entonces.

No tuve muy claro si también estaba poniéndome al mismo nivel que ellos o no. Mi cerebro no iba al mismo tiempo que sus palabras, ni sus palabras al mismo que mi cabreo. Pero lo que sí me hizo responder fue lo último. En realidad fue como un impulso, como ver a un enemigo con la guardia baja y tener que aprovechar para asestar un golpe.

—No, si está claro que lo aprendido lo has olvidado ya, no hace falta que te esfuerces —dije con un tono afilado. Entonces la miré de arriba a abajo—. ¿Sabes qué? Te impusieron un entrenador, pero escogiste otro, creo que eso deja muy claro lo que quieres. Y no has sido capaz de decir una puta mierda aún mientras te daba una paliza. En mi familia siempre se dice que somos esclavos de nuestras decisiones. Quizá lo mejor sea que te aguantes con la tuya.

Y con esas palabras me dispuse a irme de nuevo.

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26/04/2017, 01:45
(Gi) Sun-yun Herondale

Me quedé anonadada con la tontería de Emille. Esas escenitas molaban en skins pero en la vida real dolían por dentro.

Ni la mitad de sus palabras tenían lógica o sentido. ¿Es que no me había oído? Mi cultura no era como la suya y aun así estaba dispuesta a renunciar a una instrucción por quedarme con él ¿y me venía con insultos a mi memoria muscular?

Tu te has impuesto —le corregí cuadrando la espalda—. Herondale me dio dos instructores, igual que a la pelirroja esa que te hace perder el culo. Dos, Emille, dos.

Tragué saliva y con ella alguna parte de mi cabreo y abatimiento que se astillaron en mi corazón. Ser sincera dolía horrores.

Empecé a entrenar con Milton porqué no podía aprender de ti mientras me paseabas tu cuerpo por los morros. Seguí porqué me enseña a pelear contra alguien que no está detrás de una lanza.

Apreté con fuerza mi mano sobre la kyo, estaba enrojecida y empezaba a marearme. Dejé el arma enganchada en el arnés cuando mis nudillos llegaron a ponerse tan pálidos como mis labios.

¿Y qué coño querías que te dijera? Estábamos combatiendo, joder. ¿Te vas a cabrear también cuando los demonios no te dirijan la palabra?

Clavé mi mirada en él y guardé silencio medio segundo creando la sensación de que esperaba respuesta pero sin darle realmente la oportunidad de hacerlo seguí desembuchando.

¿Por eso dejamos de perseguir ese vatela? Te enteraste que había peleado con otro nephilim y huiste como haces ahora. No, esto no tiene nada que ver con tu orgullo ni con tu honor de entrenador —negué con la cabeza y me acerqué un paso—. No tenía ni zorra de cómo vivías esto y en cuanto me he enterado te he elegido, sin pestañear. Está claro que eres el mejor de por aquí y aun así, ¿me dices que lo que quiero está claro y no es a ti?¡ Será cobarde inseguro y vanidoso!

Le sonreí con toda la crueldad de un niño ignorada por los adultos — Seré esclava de mi decisión. Encantada. Pero te siguiero que medites bien la tuya antes de hacerte parabatai de la novia de un subterráneo.

Vives con la gente y ni la conoces. Te aguantas.

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27/04/2017, 03:57
Émille Lalique

Al ver que de inmediato me respondía ya no me marché. Me quedé escuchando, aunque al principio no entendí de qué mierda hablaba. Ni por qué decía que yo me había impuesto ni quién era la mierda de pelirroja esa. ¿Hablaba de Amber? No tenía ningún puto sentido. Tampoco entendí por qué decía que había empezado a entrenar con Milton, pero con lo de después una sonrisa socarrona se formó en mi cara. Ja, eso sí que lo había entendido, y se iba a cagar. Estaba a punto de responder cuando vi que seguía hablando, y me aguanté. Me guardé las palabras y dejé que sirvieran de combustible para mi enfado, que cada vez mejoraba más.

Al final opté por dejarla acabar. Mis labios se apretaron en más de una ocasión. Estaba cabreado con ella, sí, pero en algún momento hasta hizo que me sintiera cabreado conmigo, y eso me enfadó más. Poco me faltó para no soltarle directamente un puñetazo en medio de su discurso.

Y para cuando parecía que había acabado, sin embargo, siguió hablando, saltando a un tema que nada tenía que ver. Lo que dijo hizo que mi ceño se frunciese y olvidase por un momento lo soliviantado que estaba para estar, simplemente, confuso. Y aunque su sonrisa no la había entendido sí me quedó claro con su remate final que aquello lo había dicho sólo por joder. Y eso sí me hizo estallar del todo.

—¿Esta es tu puta forma de pedir perdón? —pregunté de manera retórica antes de recurrir a los insultos—. Vamos a ver, gilipollas —enuncié, alzando incluso la voz. Acababa de tocarme mucho la moral al meter a Amber y a un apestoso en la misma frase—. Has podido decírmelo días, preguntar qué me parecía o quién no iba a estropearte. Y has podido decírmelo cuando fuiste tan estúpida como para quedarte esperando hasta que se te acabó la puta barrera. No lo has hecho porque no te ha dado la puta gana, no porque no tuvieras tu jodida oportunidad.

En ese punto empecé a avanzar hacia ella mientras hablaba, amenazante. De verdad parecía dispuesto a pasar a los puños.

—Y no me vengas con las mierdas de estar o no detrás de una puta lanza, porque las dos veces que te he dejado hecha mierda antes de hoy fueron con una puta daga. Y ahora acaban de ensartarte con una espada.

—Eres una inútil y una loca de los cojones —aseguré, casi fuera de mí—. Valías y hasta me gustaba pelear contigo, pero entrenas dos días con otro y te vuelves una puta incompetente. Claro que eso no tiene que ver con mi orgullo: tiene que ver con que creía que tenías al menos un poquito de criterio para diferenciar, pero está claro que me equivocaba. ¿Querías impresionarme? —asentí exageradamente—. Me has impresionado. Nunca había visto a nadie empeorar tan rápido. Y eres tan estúpida que dices que estás encantada de seguir con él. Pues que te den por culo.

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27/04/2017, 04:50
Émille Lalique

Notas de juego

Intimido. Gasto 1 FdV.

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27/04/2017, 04:51
Narradora
Sólo para el director
- Tiradas (2)
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27/04/2017, 12:31
Narradora

Con cada palabra que Émille pronunciaba más aterrador se iba haciendo a tus ojos. Los suyos, oscuros como la brea, parecían ahora incandescentes de pura rabia, como dos carbones encendidos. Sus puños se te antojaban como enormes martillos de acero y con cada movimiento temías que dejase caer lo que llevaba en las manos y se lanzase a por ti. Nunca lo habías visto tan enfadado. Tus rodillas temblaron, tu vejiga se tensó y tu garganta se cerró tanto que pensaste que no encontrarías la voz en tu interior. 

¿Iba a matarte? ¿sería capaz? En aquel momento no te cupo duda: sí, lo sería.

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28/04/2017, 17:43
(Gi) Sun-yun Herondale

No me gustó ni un pelo el rollo que se traía Emille, no iba a conseguir que volviera a disculparme, la culpa ya había pasado a ser suya.

Como también empezaba a perder la gracia que me diera una de cal y otra de arena, más cuando parecía que con una pretendía envenenarme y con la otra enterarme.

Retrocedí cuando él avanzó, contrariandolo incluso en la distancia entre nosotros. Se le había ido la pinza más allá de lo adorable. Y aunque no me hubiese importado palmar ahí mismo, en ese momento y en sus manos si con ello echaba el pescado a perder, la fuerza de su vínculo con la pelirroja había dejado de importarme.

Me había acercado demasiado a su pelo y la perra me había pasado su puta suerte.

Hice acopio de todas mis fuerzas para defender el honor como me habían enseñado. Todavía era una Gi, y los Gi mirábamos a nuestros ejecutores a los ojos.

Había visto en un sinfín de películas la delgada línea entre el amor y el odio pero sin duda sus pupilas no habían tenido nada de sutiles ni de finas.

Todas mis palabras quedaron atascadas en mi garganta o digeridas en mis tripas. No quería dejarle tener la última palabra pero mis labios no se despegaban y detrás de ellos tenía la sensación de que me estaba ahogando con mi propia lengua.

Le declaré mi odio con mis ojos todavía valientes de mirar los suyos.

Por mi puedes irte al infierno a que te arañen los cuervos.

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30/04/2017, 05:53
Émille Lalique

Me extraño que la pirada se quedase callada. Mi enfado no se había calmado, ni mucho menos, sino que se había encendido aún más cuanto más hablábamos las cosas. Y esto no había servido para desahogarme, ni mucho menos, pero no estaba dispuesto a seguir si ella se iba a quedar así. Estaba claro que había dado en el clavo, pero era como pegar a alguien que ni siquiera se defendía. ¿Se lo merecía? Sí. Pero más aún se merecía mi desprecio. Y aún así en mi siguiente frase la rabia se mezcló con una clara y densa decepción.

—Me habría esperado esto de Ethan, o de cualquier otro, pero no de ti.

Después, de nuevo, me dispuse a marcharme.

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02/05/2017, 14:36
Amber Blackwell

Cuando entraste en el taller encontraste allí a Amber, con la nariz metida en un libro y totalmente concentrada. Con la mano que no sostenía el grueso tomo iba tomando algunas notas en una libreta, números y runas en un orden desordenado que sólo ella comprendía. 

Tardó algunos segundos en levantar la mirada, como si quisiera terminar una frase antes de comprobar quién había entrado, y al verte hizo un gesto con la cabeza.

—Ey —saludó, mientras comenzaba a moverse para hacer sitio sobre la mesa para todo lo que traías—. No me había dado cuenta de que era tan tarde.

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02/05/2017, 19:32
(Gi) Sun-yun Herondale

Cuando Emille se giró para marcharse, levanté los ojos al techo y los abrí mucho, mucho, para impedir que las lágrimas se formaran.

Una miscelánea incomprensible de emociones recorría los nervios de mi cuerpo haciendo que la piel me sobrara. No entendía nada de lo que me estaba pasando pero necesitaba salir de allí, necesitaba perderme lejos, muy lejos de él.

Me di la vuelta y empecé a correr, solo había un lugar dónde nadie me encontraría, solo había un lugar capaz de entender el dolor que yo no sabía procesar. Me fui donde los sentimientos desaparecen con los puntos suspensivos de una vida cuya libertad ha sido robada.

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03/05/2017, 01:53
Émille Lalique

Al llegar lo hice rápido, iracundo. El camino hasta el taller me había servido para que mi enfado hacia Amber se inflamase. Y aunque en algún momento dudé de las palabras de la loca cuando más caminaba más me encendía.

Oí, pero ni siquiera escuché con atención lo que dijo. Dejé la fuente y todo lo demás de malos modos y me giré directamente hacia ella, respondiendo lo primero que se me pasaba por la cabeza.

—Ni yo de que mi parabatai era una puta.

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03/05/2017, 16:14
Amber Blackwell

Amber detuvo su movimiento en seco con tus palabras y te miró boquiabierta, con un artilugio a medio construir en la mano. Sus ojos brillaron al tiempo que su ceño se fruncía en seco, como si se debatiese entre la incomprensión y el enfado por lo que acababas de soltar.

—Espera... ¿qué has dicho? —preguntó, mirándote como si te estuviese dando la oportunidad de rectificar antes de cabrearse.

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03/05/2017, 21:00
Émille Lalique

En cuanto vi la mirada de Amber supe que la había cagado. O, más bien, que la estaba cagando. Pero cabreado como estaba me importó mucho menos de lo que me importaría normalmente. No me paré a reflexionar sobre lo qué decía, ni por qué hacía caso de lo que me hacía una pirada antes de hacérselo a mi amiga. En lugar de eso apreté la mandíbula antes de contestar.

—No, si el problema no está en lo que yo haya dicho —dije echando balones fuera. Algo en mí me decía que me había pasado, pero no se me daba muy bien medirme en situaciones así—. Está en lo que tú no has dicho. Porque vamos, manda huevos que tenga que enterarme de mierdas por una jodida mundana recién llegada antes que por ti.

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03/05/2017, 21:12
Amber Blackwell

Tu forma de intentar esquivar la responsabilidad por tus palabras provocó que los ojos verdes de tu amiga chisporreasen, inclinándose hacia el cabreo. 

—¿De qué mierda estás hablando? ¿A ti te parece que esa es forma de decirme nada? ¿Y qué es lo que se supone que no he dicho? —preguntó, dejando el cachivache sobre la mesa y poniendo los brazos en jarras. 

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03/05/2017, 21:23
Émille Lalique

Que no supiera de qué estaba hablando no hizo que mi enfado se rebajase, aunque sí se me ocurrió que la puta loca esa se lo hubiera inventado. Ya la había visto hacer cosas así cuando la acompañé a por sus putas cien mil hellos kittys. Quizá eso sí sería un poco una cagada, y como fuera así lo de antes iban a parecerle cosquillas. Había cosas con las que no se jugaba, y los putos Subterráneos eran una de ellas.

En cuanto a lo otro... ¿Que si eran formas? Bueno, lo eran si lo que había dicho la pirada era cierto. Me crucé de brazos entonces, mirando a Amber directamente a los ojos, con los músculos totalmente tensos, y centré todo en la pregunta. La planteé así, a bocajarro, para evitar escaqueos y mierdas. Las cosas iban a quedar claras.

—¿Eres la novia de un Subterráneo? —En realidad la loca había dado en el clavo al platearlo así. Me jodía más que ella fuese la novia de un asqueroso de esos a que él lo fuese de ella, por más que fuese lo mismo.

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03/05/2017, 21:31
Amber Blackwell

Amber te mantuvo la mirada y no había que ser muy perspectivo para leer en sus ojos el mosqueo considerable que se estaba formando en ella. Con tu pregunta, alzó un poco una ceja y luego negó con la cabeza.

—Primero: si lo fuese eso seguiría sin darte derecho a hablarme así —dijo, con el tono de quien quiere dejar las cosas claras desde el principio—. Y segundo: no. No soy la novia de nadie. El otro día salí con Sun-yun y Milton y me di el lote con un chico, pero no es mi novio, sólo es un amigo. Y esto mismo se lo dije a ella cuando me preguntó, así que no sé qué coño te ha dicho pero te ha mentido. 

Hizo una pausa muy breve, en la que continuó taladrándote con la mirada y finalmente hizo un gesto con la barbilla hacia ti.

—¿Ahora tendré que hacerte una lista de todos los tíos con los que me enrolle marcando su raza para que me des el visto bueno o de qué va esta mierda? ¿Desde cuándo te importa a ti con quién me lío o me dejo de liar? ¿Y quieres que hablemos de las cosas que tú no me cuentas a mí? —siguió, con el rostro tan encendido como sus cabellos—. ¿Quieres que hablemos de cómo te comes con los ojos a Ethan cuando lleva el uniforme de combate? ¿O mejor hablamos de las cosas que te cuento a ti y luego tú le cuentas a la primera mundana que se mete en tu cuarto?

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03/05/2017, 22:43
Émille Lalique

No estaba acostumbrado a que Amber me echase la bronca. Incluso cuando me pasaba con otros estaba más acostumbrado a la Amber razonable que esperaba a que me calmase y me explicaba lo que había hecho mal, por más que ya lo supiese. Creo que por eso me frenó tanto ver cómo me respondía. Una parte de mí protestaba, sintiéndose con derecho a eso y a más, pero era la parte que estaba más cabreada. La otra estaba casi un poco intimidada, lo que era raro.

Empecé a calmarme, y aunque me jodió que reconociese haberse dado el lote con un Subterráneo era más fácil de asumir que lo otro. Además ya sabía que tenía amigos de esos, por más que no me gustase. Pero vamos, que aunque me lo quería justificar así mi enfado se rebajaba más por ver a Amber poniéndome las cosas claras que por las cosas que decía.

Cuando siguió no supe muy bien qué decir, al menos hasta que me preguntó por las cosas que yo no contaba. Marqué más mi postura, cuadrándome de una forma imponente. No creía que hubiera nada de lo que yo no hablase con ella. Incluso hice un gesto en plan chulo, como retándola a...

Vale, eso era un golpe bajo. Ni siquiera presté atención a lo que decía al final, porque estaba demasiado ocupado alucinando con lo que ella había dicho.

Ya no estaba enfadado. Probablemente incluso me hubiera puesto pálido. Y si seguía por ahí pronto iban a temblarme las piernas. Ni de coña iba a quedarme ahí a que ella lo viera, eso estaba claro. Ni tampoco tenía ganas de quedarme después de lo que acababa de decirme. Al final condensé todas esas sensaciones, incluida una angustia que no sabía de dónde salía, en cuatro palabras cortas.

—Vete a la mierda.

Y tras decir eso me marché de allí.

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03/05/2017, 22:58
Amber Blackwell

Amber, que apenas había parpadeado desde que había comenzado la discusión, lo hizo ahora tres veces seguidas. Y con cada una de ellas la ira de sus ojos se rebajó un poco. No llegó a desaparecer ni mucho menos, pero sí te pareció ver en su mirada el momento en que se hacía consciente de que tal vez se había pasado con lo que te había dicho. 

Al ver que salías del taller, se apresuró a dar la vuelta a la mesa para salir detrás de ti.

—¡Émille, espera!