Partida Rol por web

Estación de nieblas

Capítulo 3.5: Siguiendo un rastro (Sun-yun, Émille)

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04/09/2016, 16:34
Narradora

Después de varios días en los que el cielo no había dejado de estar gris y nublado con lluvias frecuentes, ese día había amanecido con un tímido sol apareciendo entre las nubes, dando más luz y color a las calles.

Amber ya se encontraba en el vestíbulo esperando a Émille y Sun-yun. La pelirroja iba vestida con el traje de combate y de su cinturón colgaban varias pequeñas dagas, un cuchillo serafín y su estela. En la mano llevaba ese pequeño artilugio con aspecto de smartphone que solía tener cerca y en cuya pantalla se podían visualizar runas sin sentido aparente para cualquiera que no hubiese aprendido a interpretarlo.

Notas de juego

Contadme si hacéis algún preparativo previo antes de salir, runas, armas, cualquier otra cosa que llevéis encima...

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04/09/2016, 19:24
Émille Lalique

A la hora convenida bajé al vestíbulo enfundado en el traje de combate. Al fin había dejado de llover. Combatir bajo la lluvia tenía su punto, pero a la hora de seguir rastros era una mierda. En mi espalda, como no podía ser de otra forma, el arnés con la lanza. Realmente ni siquiera necesitaba llevarla cerca, pero eso era lo de menos: prefería estar preparado.

Al llegar saludé a Amber, encantado de que me acompañase. Sabía que el tema de la caza no le gustaba demasiado, pero quería tener a alguien experimentado con nosotros y confiaba en ella como en nadie. Además, que también pudiera potenciar a la pirada nos ayudaría. No me habría importado forzar a Ivy, pero después de lo de la última vez quizá cayese tras la primera vez que le pidiéramos que usase su poder. Pensándolo bien, quizá estar como una regadera tenía que ver con tener esa clase de percepción. En ese caso prefería no practicarlo.

—Ey —dije a la pelirroja, poniéndome frente a ella—, ¿todo listo?

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05/09/2016, 00:06
(Gi) Sun-yun Herondale

Me tomé el escaso sol como una señal divina de que dejara los libros y saliera a poner en práctica todo aquello que mi cerebro empapaba. Me tomé la citación de lanzaman como una excusa para no separarnos y un premio por ser la mejor aprendiz que tenía. Y, finalmente, me tomé la presencia de Anbel como un examen de cuñada.

Me tenía harta que se creyera que podía meterse en cada misión en la que iba Emille por el mero hecho de que le conoció de pequeño y esa chorrada de que se iban a casar para siempre, pero mientras no tuviera mi estela de Herondale, tenía que llevar la estela con patas Anbel.

Ese día me había puesto el traje de combate y había asegurado la Kyo con el arnés que me habían dejado, por encima llevaba una sudadera negra unas tallas mayor que la mía por lo que no solo me quedaba grande sino que además me tapaba la retaguardia. Nada de Hello Kitty a la vista. El pelo lo llevaba recogido en dos moños altos.

Saludé a la bruja desde las escaleras agitando ambas manos que guardé en los bolsillos de la sudadera al ver a Emille y terminé de acercarme a ellos concentrada en una sonrisa corriente y neutra.

Buenos días —saludé con una inclinación mínima—.

Notas de juego

Runas las que mande Amber. Y cosas: lo puesto más móvil y cartera.

Si se supone que tendría que pensar en algo, avisadme (o no).

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05/09/2016, 00:27
Amber Blackwell

—Buenos días —respondió Amber con una amplia sonrisa cuando os unisteis a ella. Después asintió con la cabeza a la pregunta de Émille haciendo que sus cabellos recogidos en una coleta alta botasen—. Yo estoy lista. ¿Dónde está el sitio? ¿Iremos andando o con el portal?

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06/09/2016, 13:35
Émille Lalique

Al ver llegar a la loca fue difícil saber qué pensar. Por un lado estaba guay que trajera el uniforme de combate. Por otro, entre la sudadera esa y las gafas pasaba de intentar imponer a no hacerlo en absoluto. Pero bueno, al menos no traía nada rosa, fosforito o alguna mierda de esas. Íbamos por buen camino.

Hice un gesto conciso con la cabeza para saludarla en cuanto apareció y luego esperé a que estuviera a nuestra altura para responder a Amber.

—Mejor portal —enuncié—. No está lejos, pero así podemos aparecer en medio del refugio por si hay alguno y evitar que huyan al oírnos entrar.

Con esas palabras no esperé más. Di por hecho que los tres estábamos preparados y puse rumbo a la habitación del portal. De camino, por si acaso, me centré en echarnos a todos una mano.

Notas de juego

Nivel 2 de Aumento sobre mí.

Nivel 3 sobre los tres.

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07/09/2016, 12:35
(Gi) Sun-yun Herondale

No intervine mientras ellos decidían como desplazarnos, odiaba el puto portal; era práctico, eficiente y muy útil, sí, pero me hacía pasar el peor segundo de mi vida, y solo por ese segundo prefería perder días de viaje. Aun así si se tenía que hacer, aguantaría la respiración y lo haría, a fin de cuentas, era una cazadora.

Asentí con la cabeza a lanzaman aunque parecía empeñado en jodernos la cita: primero metiendo a Anbel y ahora el portal. Refunfuñé por dentro pero saqué pecho, estiré el cuello y seguí sus pasos.

Por el camino me arremangué la manga derecha y busqué la runa del sigilo que Anbel me había hecho al llegar, si Emille quería que no nos oyeran al entrar lo mejor sería llevarla repintada, y tal vez esforzarme en no cagarme en todo al cruzar el portal.

Anbel —la llamé con discreción señalando las líneas blanquecinas que ella me había hecho—, ¿te importaría repetirla? —no quise pedirle su estela.

Notas de juego

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07/09/2016, 18:28
Amber Blackwell

—Portal —repitió Amber mientras echaba a andar detrás de Émille hacia las escaleras.

Cuando Sun-yun la llamó, asintió con la cabeza, aunque ella no se molestó en bajar la voz al responder.

—Claro. Y te haré una Mendelin también, para que nadie pueda verte —propuso—. Así podremos volver más tranquilos.

Unos instantes después habíais descendido hasta el sótano y os encontrabais en aquella sala cercana al taller cuyo único motivo para existir parecía ser guardar el portal. La superficie ondeaba con ese color azul iridiscente.

Amber sacó la estela y tomó el brazo de Sun-yun para dibujar con cuidado sobre las marcas blancas, repitiendo su silueta. Una quemazón que empezaba a serle familiar recibió las líneas negras que parecían brotar de la estela y unos instantes después la primera runa ya estaba terminada.

—¿Dónde quieres la Mendelin? —preguntó animada, con la estela en la mano y disposición de seguir dibujando sobre la piel de la coreana—. ¿Aquí al lado?

 

- Tiradas (2)

Notas de juego

Aumento de habilidad 2 sobre Émille: 8 asaltos.

Aumento de habilidad 3 sobre Sun-yun, Émille y Amber: 6 asaltos.

Sun-yun: Runa de Sigilo.

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08/09/2016, 11:23
(Gi) Sun-yun Herondale

El quemazón de la runa, como previo al punzante hielo que nos esperaba en ese portal, era un consuelo. Un pequeño premio adelantado o compensación por la putada a la que tenía que arrojarme.

Observé el trazo comprobando que no la cagase, y cuando acabó asentí aprobándola. — Gracias.

Arrugé los morros pensativa con sus preguntas.

Será mejor en otro sitio —dije como si realmente me plantease algo pero en realidad solo quería recuperar esa oportunidad que la cachorrita se había comido el día que llegó—. En el brazo la muevo mientras la copio —expliqué como excusa volviendo a bajarme la manga—. Prueba en el cuello, que es muy fácil enfocarlo en el espejo —le sonreí con la esperanza de que no buscara lógica en mis palabras—.

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08/09/2016, 11:55
Émille Lalique

No me detuve mientras las otras dos se dedicaban a hacerse runas como quien se pone al día. Así si querían aprovechar la escasa latencia del portal tendrían que darse prisa. Sin embargo sí eché un ojo a qué runa era la que había que repetir. Y al ver que se trataba de la de sigilo lo aprobé en silencio. No iba a darle el lujo de hacerlo en voz alta, pero no parecía tan retrasada como los otros. Al menos hasta que siguió hablando. Que practicase estaba bien, pero eso no tenía ni pies ni cabeza.

—En el espejo la verás al revés —dije con seriedad—. Usa el otro brazo. O el puto Libro Gris.

Y con esas palabras crucé al otro lado del portal. En mi cabeza, aquel nido de vetalas al que habíamos ido tras el chivatazo.

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10/09/2016, 15:06
Amber Blackwell

Amber asintió con la cabeza y llevó su mano con la estela al cuello de la chica. Ya estaba comenzando a dibujar la runa cuando Émille se dirigió al portal y mientras lo atravesaba, la pelirroja masculló entre dientes.

—Mierda... Puto cagaprisas.

Se apresuró a terminar la runa y luego miró a Sun-yun con ojos apremiantes.

—Corre, entra. Sólo tenemos unos segundos para pasar. Recuerda dejar la mente en blanco del todo.

Una vez más el frío invadió el cuerpo de la coreana cuando dio ese paso que la separaba de un paisaje desconocido. Sus tripas se revolvieron y su cabeza se mareó, pero consiguió no pensar en nada. En ese momento otra sensación se entremezcló con aquellas: un cosquilleo familiar en su estómago que extendía calidez bajo su piel. Se sentía de nuevo más capaz y más fuerte.

Tras ese breve instante desagradable y agradable al mismo tiempo el mismo portal expulsó a la chica con fuerza haciéndola aterrizar junto a Émille.

- Tiradas (4)
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10/09/2016, 15:15
Narradora

Émille primero y Sun-yun después, ambos llegaron a un lugar oscuro, cálido y húmedo. Parecía una pequeña caseta de cemento y la escasa luz que entraba provenía de un ventanuco estrecho, a la altura de las rodillas.

Si alguno se asomase por él podría ver un paisaje que parecía situado en las afueras de la ciudad. La caseta se encontraba muy cerca de un cambio de raíl en las vías del tren.

Aquel escondrijo parecía estar en completo silencio, el suelo estaba cubierto por paja, ramas y barro y en uno de los rincones había algo con toda la pinta de ser una especie de nido o cama, fabricado con jirones de tela mezclados con tierra reseca. Si no fuese porque su tamaño era suficiente como  para albergar a varios humanos en su interior podría parecer un nido de serpientes.

La que no llegó fue Amber y un instante después el móvil de Émille tembló en su bolsillo con la vibración corta de un mensaje de texto.

 

Notas de juego

Aumento de habilidad 2 sobre Émille: 8 asaltos.

Aumento de habilidad 3 sobre Sun-yun, Émille y Amber: 6 asaltos. Doble aumento sobre Sun-yun: 8 asaltos.

Sun-yun: Runa de Sigilo, Mendelin.

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11/09/2016, 22:56
Émille Lalique

En cuanto llegué al otro lado di un par de pasos hacia adelante, mirando alrededor. Todo parecía tal y como lo habíamos dejado, aunque estaba demasiado oscuro como para estar seguro. Metí las manos en el bolsillo, buscando las piedras de luz e ignoré el mensaje de texto por el momento. Antes de sacar las piedras, sin embargo, emití un susurro.

—¿Detectas algo?

Todo habría sido más sencillo si Amber hubiera llegado con nosotros, pero se había entretenido demasiado. Putos chinos.

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13/09/2016, 16:33
(Gi) Sun-yun Herondale

Era increíble como lanzaman no se enteraba de nada. No hacia falta ser muy lince para saber que en un espejo vería la runa invertida, pero tampoco se necesitaba saber más que un niño de guardería para copiarla correctamente cambiando la orientación de los trazos. Eso teniendo en cuenta que de verdad necesitase espejo para recordar la runa.

Suspiré con condescendencia al tiempo que Anbel llamaba algo raro a mi hombre, y tal vez se lo hubiese entendido la hubiese mirado mal pero las prisas con las que me arrojó a mi cita mientras ella se quedaba en el armario tocaron mi corazoncito viperino.

Odiaba ese portal, lo odiaba hasta querer quemarlo, pero al llegar junto a lanzaman me volvió a invadir esa sensación de esperar al tercer segundo con fuerza y seguridad. Debía ser el jodido amor. Así pues retuve todas mis quejas e insultos hacia ese chisme en mi cabeza: por el sigilo y el tratamiento de silencio que merecía ese que me había hecho perder mi estela después de marearme con ella.

El sitio era raro, pequeño, oscuro y muy cutre para estar solos, pero supuse que era lo que tocaba si ibamos a tener citas de misión.

A un cagaprisas y a un imbécil impaciente —pensé como si lo primero no tuviese nada que ver con lo segundo al tiempo que buscaba mi móvil para alumbrar—.

Tres, dos,uno —musité casi inaudible y con A.B. en la cabeza apoyé los dedos de la mano izquierda en la pared—.

Notas de juego

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18/09/2016, 03:08
Émille Lalique

Al ver que la respuesta a mi pregunta era silencio y sacar el teléfono para convertirnos en objetivos di por hecho que no había detectado ningún demonio cerca. Podía ser otra cosa, pero por muy loca que estuviera a veces la china parecía de las menos retrasadas del Instituto. De modo que yo, por mi parte, saqué del bolsillo las piedras de luz.

Miré entonces alrededor, recordando la otra vez que había estado aquí y analizando si todo seguía exactamente como lo habíamos dejado. Ojalá no fuera así. Y ojalá encontrásemos algún vetala al que masacrar.

—Si encontramos uno no lo mires a los ojos —enuncié con determinación, concentrado.

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18/09/2016, 04:33
Narradora
Sólo para el director
- Tiradas (6)
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23/09/2016, 04:24
Narradora

En cuanto concentraste tu mente en cambiar la forma de ver, como habías estado practicando con Ivy, todo el entorno pareció volverse más opaco. Una luz rojiza, mucho más tenue que la que habías vislumbrado en el Instituto, teñía algunos puntos del lugar, principalmente en los rincones. Ya habías aprendido qué significaba eso: eran lugares donde se había usado la magia recientemente.

Émille, por su parte, refulgía con esa luz azulada que relacionabas con los que eran como tú. Pero no era el único. Por el rabillo del ojo vislumbraste otra luz azulada a tu izquierda, como agazapada tras esa especie de nido voluminoso.

Sin embargo, antes de que pudieras hacer nada al respecto, tu visión se nubló y tu consciencia se deslizó hacia ese mismo lugar, pero en otro momento. Viste un monstruo con forma de serpiente, pero del tamaño de una persona grande. Y viste a Émille, apuntándolo con una lanza mientras lo interrogaba. Fuera escuchabas sonidos de pelea, pero era más interesante lo que el bicho decía con una voz salpicada de siseos en el interior.

—Fue uno de vosssssotrosss nephilim... De cabellosssss rojossss y vestido de rojo y negro. Fue un cazador de sssssombrasssss...


 

Súbitamente la imagen se desvaneció en una niebla blanquecina, pero todavía seguías atrapada en el trance. El lugar estaba oscuro y húmedo. Olía a lluvia a través del pequeño hueco que daba al exterior y podías escuchar el golpeteo de las gotas al chocar con el techo y con las vías. No había nada de luz, pero escuchabas movimiento en los rincones. Tus ojos tardaron unos segundos en acostumbrarse a la oscuridad y cuando empezaste a distinguir algo en la penumbra te diste cuenta de que uno de esos bichos estaba en el centro del cubículo, inmóvil. Y los sonidos que habías escuchado los provocaban decenas de serpientes que parecían salir de las mismas sombras hasta llenar el lugar.

Una punzada dolorosa atravesó tu cabeza cuando con un vahído tus ojos volvieron a ver el mundo que había ante ellos. Las luces rojas y azules seguían en los mismos lugares, pero ahora había una más, de color púrpura, que parecía dibujar una estela que atravesaba la pared y que sentías que debía continuar en el exterior, hacia algún lugar. Agradeciste haberte apoyado en la pared antes de liberar un poder tan potente. Sentías las rodillas flojas y la cabeza te dolía horrores después del esfuerzo realizado. Si Ivy estuviera cerca, sin duda querría hacerte comer una tortilla.

Émille tenía algo en la mano que parecía generar una luz tan blanca y pura como si proveniese directa de un ángel. Y al ver su mano ocupada te diste cuenta de que la tuya estaba vacía: el teléfono, con la pantalla encendida, estaba en el suelo, cerca de tus pies.

Notas de juego

Sun: -10 PM

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23/09/2016, 04:24
Narradora

Mientras tú mirabas a tu alrededor, Sun-yun pareció entrar en uno de esos trances en los que Ivy caía tan a menudo. Sus ojos se volvieron vidriosos y por su forma de mover la cabeza para mirar al vacío, parecía estar viendo algo que no estaba en realidad. El teléfono móvil cayó de su mano y se quedó en el suelo con la pantalla encendida.

En tu mano, la piedra de luz refulgió, iluminando el lugar con ese tono blanco tan puro que no dejaba lugar a dudas de que provenía de un ángel. Aquel nido parecía estar más o menos como la última vez que estuviste, al menos en apariencia. Sin embargo, era difícil asegurar a ciencia cierta si no había hojas o ramas en lugares distintos. Tal vez no estuviera exactamente como lo dejasteis.

- Tiradas (1)
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24/09/2016, 10:57
(Gi) Sun-yun Herondale

Apreté las uñas contra la pared como si ese gesto pudiera traspasar mi dolor de cabeza al ladrillo y cuando sentí mis rodillas flaquear, mi primer instinto fue luchar contra ellas, ayudarme más de la pared y mantenerme en pie pasará lo que pasara; pero un segundo después recordé a A.B. desmayada y cómo lanzaman la había cargado en sus sexys brazos de machote, y me sentí realmente tentada de dejarme caer.

Me lo pensé varias veces, era realmente tan fácil... Hasta que vi mi móvil en el suelo y entonces dejé de pensar, me ayudé de la pared para agacharme sin que mis rodillas me hicieran caer y tan pronto volví a tener el móvil en las manos lo llené de besos y lo apreté contra mi pecho —Losientolosientolosiento, no te rompas —le dije con esa telepatía que nosotros teníamos y la prisa de mis palabras me hizo más consciente aun del dolor de cabeza.

Solo después de guardar de nuevo mi teléfono, para que descansara, miré a Emille, intentando levantarme de nuevo y me crucé un dedo sobre los labios dibujando solo media equis que pedía silencio, hubiese usado la otra mano para completarla si no me sintiera tan dependiente de la pared. Después señalé la pared a mi lado y le pedí que se acercara con un gesto.

Hay alguien —le dije tan flojito como pude—. Azul. Y tenemos que salir.

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25/09/2016, 03:15
Émille Lalique

Empecé a arrepentirme de haber traído a la pirada rubia en lugar de a la morena en cuanto esta se puso a darle besos a su teléfono. Había que joderse. En la situación que estábamos y ella besuqueando un aparato. Ganas me daban de rompérselo allí mismo, y no de ser por el escándalo probablemente lo habría hecho.

Aguardé callado, mirándola con una expresión que sólo podía ser de incredulidad y desdén y para cuando habló me puse un poco en tensión. Sin embargo no tardé en fruncir el ceño.

—¿Azul? —pregunté. Mi mente intentaba buscarle sentido. «Estandartes azules cuando lo perdido vuelve». Parecía poco probable que fuera por eso. Aún así hice la pregunta que me parecía más evidente ignorando por completo su advertencia.

—¿Dónde está?

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25/09/2016, 14:21
(Gi) Sun-yun Herondale

Sí, azul, uno de los vuestros. Es como brillamos los nephilim ¿no lo sabías esto?. Está ahí, agazapado. —señalé hacia esa especie de nido de serpientes— Puede ser el pelirrojo de rojo y negro que se llevó a la bruja, no lo sé. O Anbel que haya llegado con su propio portal. U otro friki perdido. –contemplé sin considerarme de ese grupo— Pero también debemos salir, hay una luz —señalé el espacio dónde veía la estela púrpura— y hay que seguirla .

Asentí convencida para dar más fuerza a mis palabras y busqué una salida mientras lanzaba una mano a la kyo para prepararme.

De ver un sitio claro por el que salir a fuera, empezaría a moverme sin soltar la pared.

Notas de juego