Partida Rol por web

Estación de nieblas

Capítulo 3.5: Siguiendo un rastro (Sun-yun, Émille)

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25/09/2016, 14:54
Émille Lalique

Torcí el gesto en cuanto la pirada contestó. Y podría haberlo hecho por triplicado. Me jodía eso de «¿no lo sabías?», pero además estaba equivocada. Ni de coña podía ser Amber: ella no podía hacerse invisible. Y lo que era más importante, había dicho «de los vuestros». ¿Qué coño se creía que era ella, además de una pirada con capacidad de ordenar cosas a los Kuri?

De lo de la luz, directamente, pasé. Ya nos daríamos prisa si empezaba a desaparecer.

—¿Puedes diferenciar nephilim de subterráneos con tu poder? —pregunté —.Ivy no puede.

Intentaba aparentar tomarme las cosas con calma, pero lo hacía simplemente para pillar a quien fuera por sorpresa. Entonces lancé la lanza directamente hacia donde ella había señalado. Si sangraba daba igual que fuera invisible: le encontraríamos.

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25/09/2016, 15:03
Narradora

La lanza de Émille surcó el aire un par de metros y golpeó en el lugar exacto donde Sun-yun había señalado. Sin embargo, no encontró nada en su camino hasta llegar a impactar en la pared para caer después al suelo, amortiguada su caída por las ramas que lo cubrían.
 

- Tiradas (1)
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25/09/2016, 15:07
Narradora

La luz azul con forma de persona fue atravesada certeramente por la lanza de Émille, pero ni siquiera parpadeó, continuó con su refulgir pálido exactamente igual que antes de que el chico lanzase el arma.

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25/09/2016, 16:03
(Gi) Sun-yun Herondale

Parpadeé a la pregunta de Lanzaman, no tenía ni idea, nunca me había puesto a mirar subterráneos pero a Anbel le había valido ese azul para decir que Meli-san era nephilim. ¿Ahora resultaba que podía ser una bruja la niña que buscaba brujas? Y que encima, Emille le había dejado su cuchillo. ¿Qué coño le pasaba a ese con las pelirrojas? ¿Le volvían tonto?

No respondí, ni de coña iba a decirle que no sabía algo. Aproveche su lanzamiento para dejar que eso pasara y al ver su tiro abrí los ojos como si jamás hubiese sido coreana.

Hubiese sido gracioso que fuera Anbel. Pero la falta de respuesta me llevaba a pensar que no era ella.

Le has dado —dije acercándome poco a poco sin dejar la pared hasta el último momento en que me fuera posible—. Pero le da igual.

Me acerqué hasta la cosa azul, y, entonces, miré a Emille primero, y después metí el dedo dónde se suponía que debía estar su mejilla — ¿Holaá?

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25/09/2016, 17:44
Narradora

El ser azul ni siquiera se movió cuando te acercaste y tu dedo tan sólo atravesó el aire sin encontrar ninguna resistencia a su paso. Sin embargo, tus ojos continuaban viendo allí esa silueta iluminada y agazapada, con tanta claridad como veías a Émille.

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27/09/2016, 15:31
(Gi) Sun-yun Herondale

Dibujé un mohín extrañada al no encontrar nada en ese sitio, así que seguí metiendo la mano y agité el brazo como haciendo desvanecer humo con los mofletes hinchados –¿De que coño vas?¿Je sa main? —pregunté por probar bajando los ojos a la lanza de Emille sin saber si recogerla o no. No quería dar un paso demasiado íntimo e incomodarle.

Así que finalmente la ahí y le resoplé a la figura azul —Aparecete anda, ya te hemos visto y tengo prisa.

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29/09/2016, 22:46
Émille Lalique

Observé la trayectoria de la lanza. No sólo me extrañó que no diese en nada, sino más todavía que, entonces, no se desviase. Vi cómo caía al suelo y luego cómo la pirada hurgaba en el lugar donde se suponía que estaba la cosa esa y no tardé en sumar dos y dos. Esto me pasaba por traerme una novata.

—Ahí no hay nada —dije con sequedad, consciente de que nos estaba haciendo perder el tiempo. Entonces me acerqué a recoger mi arma y cambié el peso de pierna.

—¿Qué más has visto? ¿Qué es eso de la luz?

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01/10/2016, 23:51
(Gi) Sun-yun Herondale

Puesto que ese nephilim era un borde, o un ciego y sordo, o un fiambre ya, pasé de él y asentí a lanzaman: él sí que merecía mi tiempo, no como ese absurdo.

Me puse recta, con la espalda bien cuadrada y señalé la luz purpura con la mano que sujetaba la kyo —Por ahí, hay un rastro de magia que sale de este sitio y se aleja. Deberíamos seguirlo —dije con una convicción impropia de mi dolor de cabeza—.

Acto seguido me puse en marcha hacia la puerta, con pasos pequeños debido mi agotamiento, pero sin pararme a mirar atrás.

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02/10/2016, 01:28
Narradora

Cuando intentaste abrir la puerta te diste cuenta de que estaba cerrada por fuera. El ventanuco no tenía cristal y aunque era estrecho te parecía que al menos tú podrías salir por ahí retorciéndote un poco, aunque probablemente Émille tuviese dificultades para hacerlo.

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09/10/2016, 21:50
Émille Lalique

Llevé los ojos al lugar que señalaba la china. La verdad, no sabía si hacerle caso o estaría otra vez flipándolo ella sola. Eso me pasaba por traerme a una novata, lección aprendida. Aunque qué iba a hacer, ¿traerme a la loca de Ivy?

Al final emití un resoplido y me encaminé hacia la puerta. Probé si estaba abierta, y de no estarlo sacaría la estela para pintar una runa de apertura. Ni idea de adónde nos llevaría ese supuesto rastro, pero de cualquier manera íbamos a tener que caminar para volver al Instituto.

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16/10/2016, 01:19
Narradora

Émille comprobó enseguida que la puerta estaba cerrada, pero ante el influjo de su runa el sonido de los cerrojos colocándose en su lugar llegó a vuestros oídos. Un instante después, la hoja se abría con un chasquido, permitiéndoos salir al exterior.

La luz de un sol que no se dejaba ver demasiado en la ciudad londinense hirió vuestros ojos por el contaste con la penumbra de la caseta y el olor a humedad y a naturaleza de las arboledas que bordeaban las vías se mezcló en vuestras fosas nasales con el aroma a polvo y hierro. No parecía que muchos trenes circulasen por aquel recorrido, pero las infraestructuras tampoco mostraban un estado de abandono.

Algunos rayos de esa misma luz se colaron tímidamente en el interior del cubículo, mostrando con mayor claridad el ramaje que cubría el suelo, las paredes ásperas de cemento y esa especie de nido voluminoso que llenaba por entero una de las esquinas. Un movimiento llamó vuestra atención por el rabillo del ojo. En uno de los lugares sombríos que ahora eran besados por el sol una culebra se deslizaba hasta perderse de nuevo en las sombras.

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16/10/2016, 02:06
Narradora

La estela púrpura se mostraba ante tus ojos con claridad, como señalando en una dirección concreta. Atravesaba las vías y se deslizaba entre los troncos del otro lado hasta perderse por completo en la arboleda.

Sin embargo, ahora que la puerta abierta había iluminado el interior de la caseta, esa luz azul y agazapada parecía haberse desvanecido, como si los rayos del sol se la hubiesen llevado con ellos.

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16/10/2016, 14:39
Émille Lalique

Al salir y notar la luz del sol en la cara entrecerré los ojos, molesto. Llevé luego mi mirada al interior, decidido a dejar la puerta abierta. Todos sabíamos que la luz solar era letal para aquellos monstruos.

En cuanto vi aquella culebra no lo dudé. Invoqué en mi mano mi espada corta, decidido a lanzarla contra la alimaña y cortarla por la mitad.

—Quizá deberíamos prender fuego a esto —valoré volviendo a mirar al frente, hacia donde ese rastro supuestamente se perdía.

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16/10/2016, 16:30
(Gi) Sun-yun Herondale

Al no poder abrir la puerta, mi mirada había empezado a buscar otra forma de largarme de ahí, y cuando la encontré empecé a sentirme mal por esa búsqueda que implicaba un "-me" y no un "-nos". Si fuera acompañada de otra persona me hubiese ido sin dudarlo, con una justificación que mantuviera mi culo como santo, pero por más que estuviera enfadada con lanzaman no quería dejar de verle, de eso ya se encargaría Anbel.

De pronto escuché el cerrojo moverse y mi mano se cerró con mayor seguridad sobre la empuñadura de la Kyo, quizás fuera por el dolor de cabeza que me hacía sentirme más vulnerable y lenta, pero ese día mi cuerpo parecía con ganas de saltar a la mínima. Me relajé cuando me fijé en la runa y mis labios se separaron asombrados — ¡Esto sí es Harry Potter total! Joder, tengo que vérselo hacer a Mike.

La luz repentina clavó un alfiler en cada uno de mis párpados superiores y disparó una mano a mi frente para hacerme visera como si aquello pudiese aliviar mi dolor de cabeza. — ¡Oh, joder!—protesté perdiendo toda feminidad— Lo que daría por poder apagar el sol a veces —seguí quejándome y resguardé mis ojos al interior oscuro de esa caseta a tiempo de ver una culebra y como el nephilim que jugaba a espiarnos desaparecía más — Qué tipo más gilipollas— pensé primero pero al escuchar a Emille casi preferí que se hubiese largado—.

Nuestro amigo se ha largado —enuncié aprobando el fuego—. ¿Lo pintamos de rosa primero? ¿o podemos ir dónde nos lleva la magia? —insistí con la guía púrpura a la que señalé con ambos brazos cual azafata.

Luego empecé a caminar con la lentitud de las chinas esas con las que me confundían a veces.

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20/10/2016, 03:17
Émille Lalique

Fruncí el ceño en cuanto la pirada dijo lo del sol, y la miré como si eso fuera recriminable. Realmente no lo hice por nada, sólo porque era novata y era lo que debía. Además, la muy puta me estaba dando menos motivos que los otros. Aunque si quería buscar motivos, bien mirado, los tenía. A muchos demonios les dañaba la luz del sol. Renegar de ella era como darles una ventaja que no merecían.

Tardé un instante en saber a quién se refería con lo de nuestro amigo, y otro en entender qué coño decía de pintar mierdas de rosa. Joder, se notaba que no sabía hablar muy bien.

—Espera —dije mientras una idea cruzaba mi cabeza—. Registremos dentro ahora que hay luz.

Y tal y como decía, lo hice. Me dispuse a inspeccionar el lugar recuperando mi arma y teniéndola lista para cualquier otra alimaña que apareciera a la vista.

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21/10/2016, 00:13
Narradora

La hoja de Émille surcó el aire, veloz y certera, hasta impactar en la culebra que se perdía en las sombras y cortarla por la mitad con un lanzamiento tan limpio que en una exhibición habría conseguido la nota máxima.

Sin embargo, el movimiento brusco espantó a otras alimañas que, como aquella, buscaban las zonas más oscuras para refugiarse en ellas.

- Tiradas (2)
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21/10/2016, 00:16
Narradora

Ya con el interior del lugar iluminado lo examinaste con atención. Todo parecía estar tal y como lo habías dejado, salvo por el hecho de que la puerta estaba cerrada por fuera y vosotros la habíais dejado abierta. Las únicas presencias en el cubículo eran las serpientes que escapaban de la luz y de tu cuchillo, perdiéndose entre los rincones y las sombras.

En el interior de lo que parecía ser un enorme nido había más alimañas que habían permanecido silenciosas y probablemente adormecidas mientras la oscuridad reinaba en la caseta, pero que ahora, molestas por la luz, serpenteaban buscando de nuevo la penumbra.

Te daba la sensación de que el nido había sido abandonado hacía algunos días. No por la muerte de todos sus habitantes, sino quizá cambiado por otro refugio al haber sido descubierto por vosotros.

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21/10/2016, 13:24
(Gi) Sun-yun Herondale

Hice caso omiso a las palabras de Emille. Bueno, a la mayoría de ellas, y a la mitad de los conceptos. Esperé, pero solo porqué me lo había pedido, y por más que me muriera por devolverle aquella prisa que me había dejado sin estela, mi cuerpo parecía imantado con él, y mis pies pasaban tanto de alejarse como mi corazón de no hacerle caso. Pero esa parte orgullosa de mí, hizo que me cruzara de brazos en lo de registrar y echara de menos mi música, mal día había elegido para no colgarme los cascos del cuello.

Sonreí boba y admiradora agachando la cabeza para ocultarme al ver su lanzamiento, y con un gesto disimulado comprobé que mi peinado siguiera perfectamente recogido y en su sitio. Tal vez, dejar a Anbel fuera había sido su plan desde el principio, y solo la había invitado para que no fuera tan cantón que quería estar solo conmigo. Tal vez, se hacia el remolón con la magia para alargar la misión.

Emille ... — suspiré sin saber qué más decir, solo por el gusto de pronunciar su nombre—  La-la luz se perderá — inventé con la prisa de disimular— .

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09/11/2016, 00:06
Émille Lalique

El escaso tiempo que pasé investigando ese lugar sirvió sólo para decepcionarme. Las alimañas que encontré no eran las que buscaba, y las que buscaba, bueno... Parecía que se hubieran esfumado. Al escuchar mi nombre de boca de la pirada llevé los ojos hacia la salida, hacia donde ella se encontraba. Oí lo que decía y exhalé el aire de golpe por la nariz. Joder, al final íbamos a tener que  seguir la puta luz esa. Con la suerte que estábamos teniendo lo mismo era mi propia estela y nos llevaba de vuelta al Instituto.

—Venga, vamos —la apremié como si fuera ella la que se estaba entreteniendo. Entonces empecé a trotar—. Guía.

Mi plan era correr sin hablar demasiado. Sin embargo para una vez que alguien se interesaba un poco por las cosas acabé por ceder a mí mismo.

—Eso era un nido de vetalas —enuncié sin demasiada emoción, con seriedad. A punto estuve de explicar algo más, pero decidí ponerla a prueba—. ¿Sabes lo que son?

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13/11/2016, 11:04
(Gi) Sun-yun Herondale

Al fin podía seguir la magia sin perder a mi encantador. Asentí cuando me apremió y corrí siguiendo su ritmo en la medida que podía, corrigiéndole únicamente cuando era necesario por apartarse de la luz.

Serpientes —aposté como respuesta, ambiguamente y de un modo seco para que no me hiciera desarrollar lo que no sabía ni iba a reconocer no saber por culpa de que había estado distraída con la historia de Irlanda y perdiendo mi rutina—. Te caen mal.