Partida Rol por web

Estación de nieblas

Capítulo 3.5: Traspasando el velo (Sun-yun)

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05/07/2016, 21:43
Narradora

Habían pasado ya algunos días desde que habías llegado al Instituto y el entrenamiento físico estaba siendo francamente intenso. Pero no era todo lo que había previsto en tu entrenamiento. A pesar de que Ivy estaba avisada de que os veríais a esa hora, tardaste un poco en encontrarla. No estaba en su cuarto, ni en la biblioteca, tampoco en la enfermería o en el comedor, ni en la sala de entrenamiento. 

Finalmente, después de buscar un buen rato, la encontraste en uno de los pasillos de la cuarta planta, sentada junto a Jo en el suelo, al parecer, estudiando uno de los tapices de las paredes, en el que se podía apreciar la figura de un ángel saliendo de un lago con una enorme espada en la mano.

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05/07/2016, 21:58
Ivy Lovelace

La chica apartó la mirada del tapiz despacio al escuchar tus pasos y entonces frunció levemente el ceño, con sorpresa. Parecía haber salido de un ensoñamiento. 

Oh, ¿ya es la hora? —preguntó, girándose para mirar a Jo—. ¿Cuánto rato llevamos aquí?

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05/07/2016, 21:59
Josephine Herondale

La niña te saludó con la mano en cuanto os vio con una sonrisa que enseñaba sus dientes. Ante la pregunta de Ivy, estiró el brazo para mirar un pequeño reloj de color azul intenso. 

—Pues... Llevamos una hora y media —dijo, abriendo los ojos sorprendida—. Buah, pensé que sería más aburrido, pero no me he dado ni cuenta de que pasaba el rato. ¿Vas a entrenar con Sungun? ¿Puedo mirar?

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05/07/2016, 22:02
Ivy Lovelace

Al escuchar la respuesta de Josephine, Ivy se puso en pie rápidamente, con una disculpa bailando en sus ojos.

—Vaya, lo siento muchísimo. Se me había pasado la hora de tu entrenamiento.

Después escuchó la pregunta de Jo y se lo pensó un instante antes de negar con la cabeza.

—No, hoy no. Será nuestro primer día y estaremos más tranquilas si no tenemos público. Pero si sale bien, te dejaré que vengas otro día.

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05/07/2016, 22:32
(Gi) Sun-yun Herondale

Tanto buscar a la roba anillos me había empezado a desesperar, en ese sitio era fácil perderse tan fácil como en los estúpidos mapas de Londres que parecían hechos por borrachos y siempre daban las indicaciones mal. Pero al final, mi intuición me llevó hasta ella aunque no supiera dónde había llegado o porqué nos veíamos allí y no en cualquiera de los cincuenta lugares más lógicos. Ah, sí, porqué estaba pirada.

Suavice mi mirada al ver que estaba con la gatita y al acercarme les sonreí a ambas con una misma sonrisa que era sincera para Jo e irónica para A.B.

No te preocupes, ya estamos aquí —sonreí aun más ladeando un poco la cabeza y casi cerrando los ojos, pero no incliné mi espalda—. Hola gatita —saludé a jo levantando una mano con los dedos estirados y separados mientras A.B. la echaba, así la mala sería ella ya que tanto se creía que solo ella tenía algo que decir— ¿si sale bien? ¿es que no te han hablado de mi?Luego te lo cuento todo.

Notas de juego

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05/07/2016, 23:03
Josephine Herondale

La niña asintió, cambiando el peso de una pierna a la otra con aire divertido.

—Entonces me voy a ver a Scott. A ver si repetimos pronto, Ivy. ¡Que os vaya bien!

Sin esperar respuesta por vuestra parte, echó a correr por el pasillo, en dirección contraria a aquella por la la que habías aparecido.

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05/07/2016, 23:10
Ivy Lovelace

Ivy contempló a la niña marcharse con una sonrisa en los labios y después se giró hacia ti con aire tímido pero curiosamente decidido al mismo tiempo. 

—Vale... —comenzó diciendo en voz baja, de forma que parecía estar tranquilizándose a sí misma. Entonces te dedicó una sonrisa nerviosa—. Es la primera vez que voy a enseñar a alguien, así que... —dejó la frase en el aire y se encogió de hombros—. Bueno, no esperes demasiado por si acaso. Vayamos junto al ángel del jardín. El velo es más débil allí.—afirmó convencida antes de empezar a caminar, esperando que la siguieras.

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05/07/2016, 23:13
Narradora

La joven te guió hacia el final del pasillo, para descender los cuatro pisos por la escalinata, pero una vez en el recibidor, en lugar de dirigirse hacia la puerta de entrada que conocías bien, te llevó hacia el pasillo en el que se encontraba el comedor. Tras dar la vuelta en un recodo más abrió una puerta que no conocías y que, al parecer, daba al jardín. 

El jardín era más grande de lo que podría parecer posible viendo el solar por fuera. El cielo estaba gris y nublado. No llovía, pero el ambiente era húmedo y tras las semanas pasadas en Londres ya intuías que eso podía significar que pronto comenzaría esa llovizna persistente. No parecía que nadie se dedicase a mantener el jardín cuidado. Algunas flores silvestres salpicaban el manto de césped crecido de forma descuidada. Algunos muros a medio derruir aparecían cubiertos de enredaderas y aquí y allá podías ver bancos de piedra enmohecidos. 

Ivy caminó decidida hacia un rincón, un lugar donde dos paredes formaban una esquina. Allí, con una sonrisa se acercó a un banco que tenía junto a él una fuente de piedra que debía llevar décadas o siglos sin funcionar. 

Sin embargo, no era la fuente o el banco lo que más llamaba la atención en aquel rincón que parecía dejado del tiempo y el espacio. Frente a ellos, exactamente situado mirando hacia el banco, una escultura resultaba imponente. Un ángel de piedra, sentado y con las alas extendidas, con ambas manos apoyadas sobre un bastón, descansaba con unos ojos que parecían totalmente vacíos y de los que parecían emanar lágrimas oscuras, tal vez de sangre. Ivy tomó asiento en el banco y con la cabeza ladeada se quedó mirando hacia el ángel, cuya mirada hueca parecía dirigirse de forma precisa hacia la de la chica. 

Permaneció un par de segundos en silencio, mientras una sonrisa se iba esbozando despacio en su rostro, con la mirada clavada en la del ángel. Y cuando reaccionó, sacudió la cabeza y te miró, como si hubiera olvidado por un instante que te encontrabas allí. Sin perder la sonrisa te hizo un gesto, palmeando el banco, para que te sentaras a su lado.

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12/07/2016, 01:10
(Gi) Sun-yun Herondale

Seguí a la friki como si fuera su sombra, con más estilo y color, pero su sombra. No tenía muchas esperanzas puestas en ella, pero solo necesitaba ver qué debía perfeccionar, así que tampoco iba a exigirle mucho.

No lo hice caso cuando se disculpó de antemano por ser mala entrenadora, tampoco cuando dijo de salir al jardín, ni cuando se sentó en el banco y sacó su vena autista pero cuando pareció haberme olvidado suspiré agotada y arrastré los pies hasta en banco que había palmeado.

Hazlo por Emille.

Me senté a su lado y miré primero al ángel y después a ella. Parpadeando un par de veces.

¿Puedes devolverme mi anillo? —escupí de pronto.

Notas de juego

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12/07/2016, 17:24
Ivy Lovelace

La chica pestañeó un par de veces, como si necesitase ubicar tu pregunta en aquel momento y lugar antes de poder pensar en ella. Y después frunció suavemente la nariz con cierta incomprensión.

—¿Tu anillo? —preguntó entonces—. No, pero yo no tengo ya tu anillo... —aclaró, como si le sorprendiese que no tuvieras esa información en tu poder y entendiendo que no era así, añadió algo más—. Lo enviaron a los brujos del Laberinto Espiral para que lo analizasen.

No te dejó mucho tiempo para asimilar esa noticia antes de que sus pestañas abanicasen el aire una vez más, con esa tímida decisión que portaba aquel día, y cambiase radicalmente de tema para seguir con lo suyo, como si lo de tu anillo no le resultase motivo suficiente como para detener la dudosa determinación que había encontrado en algún lugar de su estómago.

—Iba a empezar a enseñar a Nora, pero se fue antes de que llegásemos a hacer nada. A ella le gustaba este lugar, si a ti también puedes venir todo lo que quieras. Cuando era pequeña pasaba mucho tiempo escondiéndome de Alice en el jardín —explicó, girando un poco el rostro para mirarte—. Pero ahora ya no vengo demasiado. Fue en este lugar donde me di cuenta de que había más cosas al otro lado y podía verlas.

Se quedó en silencio entonces durante un par de segundos, sin dejar de mirarte y finalmente pestañeó.

—Bueno, ¿comenzamos? —preguntó con inseguridad, como si no tuviera ni idea de por dónde empezar —¿Qué tal si... ? Bueno, o quizá lo mejor sería que... Uhm. Ya sé. ¿Por qué no tratas de ver más allá, como haces con el Instituto desde la calle? —Se quedó pensativa un momento. —Seguramente sería más fácil si te hubieran potenciado. Tal vez deberíamos haberle pedido a Émille que te lo hiciera antes de venir. Pero bueno, veamos hasta dónde puedes llegar tú sola. No siempre tendrás cerca a alguien que pueda potenciarte. Yo no puedo —aclaró, frunciendo levemente la nariz. Y tras respirar despacio se te quedó mirando, aparentemente indecisa sobre el camino a seguir—. Vale, ¿por qué no intentas mirar hacia el ángel y me dices si notas algo especial?

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12/07/2016, 18:46
(Gi) Sun-yun Herondale

Al oír la explicación de A.B. sobre el paradero de mi anillo me puse roja de rabia. — ¿Por qué coño habéis hecho eso? ¿tu y quién más? — la miré con los ojos bien abiertos para tragármela entera, masticarla y escupirla en el desayuno del caballo de Meri-san.

Joder. Aquello era una auténtica mierda, nunca había estado tantos días sin mi anillo, de hecho, nunca había estado sin él y aquella silueta de la carita de Hello Kitty en mi dedo no era placebo suficiente. Pronto empezaría a enfermar, estaba segura. Y la terrorista esta hablando de mierdas de la Lola esa que parecía haberse meado bien por todas partes antes de irse.

Inspiré profundamente y cerré los dedos alrededor de los bajos de mis shorts, con fuerza, volviendo blancos mis nudillos hasta que hubo silencio tanto en el jardín como en mi corazón.

Pestañeé entreteniéndome en el recorrido una primera vez, y en la segunda busqué a A.B. cambiando la rojez del odio por un rubor cuco.

Pero que cutre eres.
Tu mandas —acepté seguir su clase, podía ser desesperante pero procuraría divertirme—.

Cuando habló de Emille haciéndome cosas volví a ponerme roja y mis ojos se unieron con mis manos sobre mis pantalones —¿por qué tendrías que decir algo así? —empecé a pensar que esa mosquita muerta era una cabrona profesional.

Con su última indicación, aguité la cabeza, me palmeé las mejillas y cogiendo aire solemnemente clave los ojos en el ángel — Tres, dos, uno.

Notas de juego

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12/07/2016, 20:08
Narradora

Ivy te contemplaba con una pequeña sonrisa de ánimo en los labios y mirada expectante. Sin embargo, no tardó en pestañear y apartar sus ojos de ti con timidez, tal vez temiendo incomodarte en tu concentración. Ladeando la cabeza volvió a mirar hacia el ángel, el mismo que tú contemplabas.

Recordaste cómo habías aprendido a enfocar la mirada de otra manera el día que llegaste al Instituto por primera vez y trataste de repetirlo. 

Fue entonces cuando todo pareció iluminarse, tomando una tonalidad rojiza. El ángel resplandecía con intensidad, pero todo el lugar a tu alrededor se había llenado de aquel color. El resto de los objetos se habían vuelto opacos y oscuros. Ivy tomó un brillo azulado que resaltaba en el rojo que os rodeaba.

En ese momento una sensación estremecedora recorrió tu espina dorsal con un escalofrío. Algo parecido a un presentimiento. Ahora podías sentir a Ivy a tu lado, no sólo físicamente, sino... Algo más allá. Y había algo más. Sentías otra presencia cercana junto a ella, una que tus ojos no podían percibir pero que notabas con claridad. 

- Tiradas (2)

Notas de juego

-2PM

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12/07/2016, 20:58
(Gi) Sun-yun Herondale

Esa cuenta atrás debía ser el mantra más práctico de la historia, era como una orden a la concentración o el salto a aquella piscina de lo que se esperaba de mí, de lo que yo misma sabía que podía hacer. Era la cuenta atrás de mi espectacular intervención.

No sabía qué tenía que ver, pero sabía que tenía que hacerlo, que fallar nunca había sido una opción y de pronto todo se volvió rojo, rojo como la casa de la bruja, rojo como el instituto, rojo como el lazo de Kitty o la sangre que no debía perder. Luego, vi que no es que todo fuera rojo, era ese ángel de piedra quien emanaba esa luz rojiza tan intensa, como un rubí, como el más precioso de los rubíes.

Pero A.B. se puso azul, reivindicando que era nephilim, quizás en un intento de ganar autoconfianza para intentar enseñarme algo. Apenas la rocé con los iris grises, para no perderme aquella otra luz que hacía brillar tanto hasta que un escalofrío jugó a escribir en mi espalda y mis rodillas se estiraron haciendo que me levantara como un resorte.

¿Qué es eso A.B? —le pregunté alterada encarándome, ahora sí, a ella— ¿Quién es? —me corregí— ¿Qué me has hecho? ¿por qué estás tan cerca? —me llevé una mano sobre los dedos desnudos en los que esperaba sentir mi anillo.

Notas de juego

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12/07/2016, 21:22
Ivy Lovelace

Ivy te miró, ladeando la cabeza con curiosidad, respondiendo a tu brusco levantar con un pequeño respingo. Y al escuchar tus palabras una enorme sonrisa se fue dibujando en sus labios mientras un brillo ilusionado aparecía en sus ojos castaños.

—Oh, ¿puedes sentirla? —dijo, desviando su mirada, todavía sonriente, hacia el lugar donde habías sentido aquella presencia—. Siempre está conmigo, aunque no le gusta salir del Instituto —explicó, volviéndose hacia ti de nuevo y respondiendo a tus preguntas con las respuestas que le dio la gana—. No debes temerla, tranquila —aseguró, antes de dar una palmada—. ¡Pero es maravilloso que puedas sentirla! Casi nadie puede. Debes tener una consciencia muy desarrollada, aunque me extraña entonces que nunca antes hubieras sentido nada. 

Se quedó pensativa un instante para terminar encogiéndose de hombros —¿Has visto algo más? No has tenido visiones, ¿verdad? No te preocupes si no lo has hecho —se apresuró a añadir—. Estoy segura de que podrás hacerlo. ¿Quieres intentarlo ahora? No es bueno pasar los límites, te deja agotada, pero si te sientes fresca, podrías probar a tocar el ángel y concentrarte.

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13/07/2016, 13:05
(Gi) Sun-yun Herondale

Esa tía estaba loca, tan loca que se había creado su propio fantasma. Me dio pena, el alma que había atrapado, no ella, y por primera vez desatendí las comisuras de mis labios y dejé que esa pena se reflejara en mi rostro. Eso era algo que no quería aprender, los muertos muertos son, y bastante vergüenza debe darles como para quedarse a recordarnos su fallo, no me extrañaba que aquella -quién fuera- no saliera del instituto. Igual tenía el mismo principio que lo mío de invocar demonios.

Volví a sonreír con su palmada, como si fuese un premio por lo absolutamente genial que era, y me sentí un poco estúpida por lo mucho que me había gustado que lo reconociera. — Desarrolladísima —hinche pecho sin saber de qué me hablaba y a pesar del sabor agridulce de sus observaciones me mantuve animada para seguir con esa clase en la que no aprendía, recordaba lo que mis padres me habían escondido con deshonor— Es una suerte que yo no tenga límites —presumí guiñándole un ojo para convertir la verdad es una broma de modestia— ¿Es por ella que tampoco te gusta salir? —le pregunté mientras me acercaba al ángel— ¿lo toco, me concentro y ya?

Me paré frente a la estatua y miré a A.B. entornando la cabeza por encima del hombro esperando que me confirmara una vez más que aquello no era una broma como lo de abrir la puerta del instituto para poder leer un libro.

Luego, miré al ángel de nuevo a sus ojos de piedra y le sonreí incómoda — Bueno... Encantada —apoyé la mano derecha sobre las suyas que coronaban ese bastón y luego, por inercia llevé la izquierda encima de la otra e inspiré lo que tuviera contarme—.

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13/07/2016, 13:36
Ivy Lovelace

Ivy sonrió con timidez al guiño de tu ojo, pero enseguida bajó la mirada con tu siguiente pregunta y mientras te acercabas a la estatua, suspiró quedamente.

—No me gustan las peleas ni la violencia. —Hizo una breve pausa antes de añadir algo más. —Ni la gente. Y fuera del Instituto hay mucho de todas esas cosas. Aquí estoy bien, conozco todo lo que hay... —dejó aquella frase en el aire y se encogió de hombros, pasando de golpe a tu siguiente pregunta—. Sí, nada más. Tu concéntrate en ver algo y deja que la energía del ángel fluya contigo y te lleve.

- Tiradas (1)
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13/07/2016, 15:19
Narradora

Al principio no sucedió nada. Te sentiste insegura, no sabías si lo estabas haciendo bien o si funcionaría o... Y de repente un flash apareció en tu mente y sentiste vibrar el aire a tu alrededor. Te pareció que te mareabas y tus manos se posaron con más firmeza sobre la piedra, sosteniéndote en ella. 

Entonces las imágenes empezaron a sucederse. Una jovencita de unos diecisiete años, de cabellos largos y rubios, rostro dulce y ojos marrones caminaba sobre sus pasos junto al ángel. Todo el jardín parecía más cuidado y por sus ropajes ella parecía recién salida de una película de época. Su piel era pálida y parecía suave y limpia, pero sabías sin necesidad de verlo que bajo el vestido portaba algunas de las marcas de los cazadores de sombras, del mismo modo que podías sentir el odio que le provocaban esas runas que se veía obligada a llevar. Sus mejillas estaban surcadas de lágrimas y una y otra vez daba vueltas con el pulgar al anillo que portaba en el anular, adornado con un diamante. Sentiste su dolor como una punzada aguda en tu pecho y su miedo después cuando notó un sonido justo detrás de ella y sentiste cómo el vello de su nuca se erizaba.

Viste con sus ojos cuando se giró sobre sí misma y apareció un hombre. No... No era un hombre, era una especie de... ¿Mono? Un mono enorme y peludo con una larga cola, como la de un escorpión. No, era un hombre, con un traje verde de principios de siglo, tal vez un cochero o algo así. La chica gritó y blandió su sombrilla cuando el hombre se lanzó sobre ella. La imagen del hombre fluctuaba, dejándote ver el monstruo bajo la fachada de normalidad que aparentaba. 

Podías ver la punta del aguijón, húmeda con un extraño líquido que rezumaba. Ella reculó un par de pasos, tomando algo de distancia, con la sombrilla cerrada levantada como si fuese una espada. Todo parecía difuso, como mirar por un cristal borroso. Cola y paraguas se movieron. La punta de la sombrilla cortó la piel del brazo de aquel hombre que no era un hombre como si fuese mantequilla, pero el aguijón también había rozado el cuello de ella. Había sido sólo un arañazo, pero la sangre empezó a brotar por la herida y sentías el miedo de la muchacha al ver cada vez peor, como si una nebulosa blanca empezase a apoderarse de su visión. El hombre —¿o era un mono?— se retorcía presa de un fuerte dolor y sentiste cómo te desvanecías con ella mientras el sonido de algunas voces y carreras acercándose resonaba en tu mente, con toda la imagen en blanco.

Notas de juego

-3PM
_____

-5PM

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13/07/2016, 15:23
Ivy Lovelace

—¿Sun-yun? ¿Sun-yun? —la voz frágil de Ivy te trajo de vuelta.

Estabas tendida en el suelo del jardín y la cabeza te dolía horrores. La chica te ayudó a sentarte, apoyando la espalda en el pedestal de piedra de la estatua que habías estado tocando y te puso la mano en la mejilla con una expresión que era mezcla de preocupación por ti e ilusión por tu éxito con una ligera pizca de orgullo por su enseñanza.

Te has desmayado. Estás helada, pero no te preocupes. Es normal. ¿Te encuentras bien? ¿Qué has visto?

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15/07/2016, 21:34
(Gi) Sun-yun Herondale

¿Qué coño...? —pensé sin entender qué era aquello que no solo veía sino que sentía, ese sentimiento extraño y tan representado en películas absurdas en las que la gente gritaba y corría me agobiaba y me avergonzaba pero se había pegado a mi como si fuera Venom.

¿Qué coño...? —volví a pensar cuando apareció ese hombre, ese mono, ese monohombre. ¿Eran un circo de los monstruos? ¿Eran los ojo de Ami-son?

Sentí mi corazón acelerarse con el enfrentamiento, y me enfadé con la chica cuando dejó que su piel se abriera, al descuidar su sangre. Me enfadé con ella, o con el mono, quizás con ambos y quizás conmigo misma por ese nudo en mi pecho y esas astillas en mis venas ¿tenía miedo?

Empecé a ver con mis propios ojos después de la nebulosa, y a éstos no se les ocurrió nada más que buscar a A.B.

¿Qué...? —empecé a pensar pero me dolía demasiado la cabeza como para seguir—. Me dejé ayudar, con vergüenza, pero quería creer que hasta mi padre comprendería que lo que había hecho era excepcional, había visto más allá de lo visible, más allá de la vida y más allá del tiempo. Y si no era así, eso es lo que le contaría a mi cabeza de todas formas.

Fue extraño que no me asqueara el contacto de A.B. pero al parecer todo el asco se estaba reservando para sus palabras — ¿normal? —si no la insulté fue por el dolor de cabeza que no me dejaba ni procesar la bilis. Sonreí.

Una rubia de ojos marrones que tenía un anillo que no le gustaba y lloraba y tal —callé para apretar los ojos y asumir el dolor de mi cabeza—. Era nephilim, llevaba un paraguas de combate y era rubia. Rubia como Herondale y Jo. La —me detuve de nuevo un par de segundos— atacaba un hombre con cuerpo de mono y cola de alacrán, vestido de verde, y... —sentí como enrojecía— nada más —pasé de hablar de la sangre y el miedo y todo lo cutre—
Me duele la cabeza.

Notas de juego

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16/07/2016, 14:31
Ivy Lovelace

Los ojos de la chica brillaron con tus palabras y tras balancearse un par de veces sobre sus pies, terminó por dejar caer el culo para sentarse frente a ti.

—Eso es un Scorpior —explicó, asintiendo con la cabeza—. Su veneno es muy potente y peligroso. A la hermana de Ethan... —Una sombra pasó por su mirada. —La atacó uno y luego se la llevó a otro plano. Es lo último que pude ver de ella.

Sacudió la cabeza y empezó a buscar algo en su bolsillo mientras hablaba.

—¡Pero centrémonos en ti! —pidió—. Es increíble que hayas visto tanto en tu primer día. Normalmente la gente tarda semanas en empezar a ver algo, pero tu visión parece muy fuerte.

Entonces encontró lo que buscaba y sacó una estela. Con timidez estiró un poco la mano y te miró pidiendo permiso para coger la tuya.

—Comer te vendrá bien. A mí siempre me sienta bien después de... Bueno, ya sabes. De ver cosas. Y también es bueno hacerse una iratze para recuperarse más rápido. Te haré una y luego si quieres vamos a la cocina a buscar algo de comer.