Partida Rol por web

Estación de nieblas

Capítulo 3: En algún lugar de la magia

Cargando editor
17/11/2015, 01:12
Josephine Herondale

La boca de la pequeña se frunció en un mohín decepcionado con las primeras palabras de Ethan, pero antes de que le diese tiempo a protestar, el chico siguió hablando y con su promesa para esa misma tarde, Jo empezó a sonreír de nuevo.

- Wow, ¿en serio? Suena geniaaaal. - Dijo, mientras se ponía de pie y dejaba el mando sobre la cama de Ethan. - Vale, pues me voy a buscar a Scott. ¡Pero esta tarde me lo enseñas! ¡No te vayas a olvidar! 

Alegremente empezó a caminar hacia la puerta mientras hacía un gesto de despedida con la mano. - ¡Hasta luego, chicos! - Y con esas palabras comenzó a trotar por el pasillo en dirección a las escaleras.

Cargando editor
17/11/2015, 21:16
Andrea Youngblood

Enarqué una ceja e imité la actitud infantil actitud de Jo mientras miraba a Ethan. - ¿Quuuuué? ¿Ya? Si estaba a punto de machacaros de nuevo - me quejé. Dejé estar el mando sobre la cama y siguiendo a Jo me puse en pie, la despedí para después salir yo poco después. - ¡Adiooooos! - dije efusivo antes de dirigirme a Ethan de nuevo. 

- A estado bien, divertido, seguro que podemos repetirlo otro día - comenté pero esta vez con un tono más serio, menos enérgico y encogiéndome de hombros al mismo tiempo.

Dicho aquello marché dirección arriba, a la sala de entrenamiento, donde seguramente con algo de ejercicio podría cansarme un poco y sentirme así menos culpable por los eventos del día. Además, prefería comer en otro horario diferente al de esa gente.

Cargando editor
17/11/2015, 21:33
Milton Carstairs

Una vez Andrea y Jo se fueron, Milton y tú os dirigisteis a la cocina, que estaba en la primera planta. Cuando entrasteis os encontrasteis con un lugar muy amplio y que, al igual que los baños, parecía bastante preparado para el mundo moderno. El sitio estaba vacío y Milton abrió el frigorífico con naturalidad. 

- Eh, mira. Creo que Scott ha dejado algo preparado... Parecen Judías verdes con tocino, ¿te apetecen? - Preguntó el chico, echando un vistazo a un tupper de buen tamaño. 

Cargando editor
17/11/2015, 21:45
Narradora

Te encaminaste alegremente hacia la cocina, que estaba en la primera planta. Cuando entraste te encontraste con un lugar muy amplio y que, al igual que los baños, parecía bastante preparado para el mundo moderno. Allí estaban Milton e Ethan, el primero de ellos estaba delante del frigorífico con un tupper en la mano.

Cargando editor
17/11/2015, 21:47
Milton Carstairs

En aquel momento la puerta se abrió y por ella entró Émille, todavía vestido con la ropa de entrenamiento y la lanza en la espalda.

Milton levantó la mirada al escuchar la puerta y le dedicó un asentimiento a modo de saludo. - Estamos cogiendo algo para comer en el taller. Aquí hay judías con tocino, espero que las haya preparado Scott... 

Notas de juego

Estáis juntos ^^.

Cargando editor
17/11/2015, 21:50
Narradora

Pasaron unos minutos desde que el chico de la lanza se había ido, dejándote a solas en esa sala de entrenamiento que parecía salida directamente de tus sueños. Poco a poco ibas recuperando tus fuerzas y podías sentir con claridad cómo era ese dolor candente en tu muslo el que sanaba tus heridas y te reconstituía. 

Como él había anunciado, tras aquella puerta encontraste un vestuario bastante completo, con cinco cabinas de ducha cerradas, dos cabinas con inodoros y varios lavabos. También había un armario, donde pudiste ver distintos jabones y toallas de varios tamaños. Y al fondo, una puerta daba a un cuarto más pequeño, con cubos, fregonas, escobas, trapos y diferentes productos de limpieza.

Te encontrabas de vuelta en la sala, con un cubo y una fregona, dispuesta a limpiar el resultado del combate. Ya casi no cojeabas, pero todavía te sentías débil después de la sangre perdida. Y antes de que comenzaras con la limpieza, las puertas se abrieron y por ellas entró el chico italiano que había comido algo de hadas.

Cargando editor
17/11/2015, 22:03
Narradora

Tus pasos te llevaron seis pisos más arriba, hacia la sala de entrenamiento. Te daba la impresión de que nunca te acostumbrarías a esa mierda de escaleras interminables. Quizá aquella idea terrible de poner la sala en el séptimo piso tenía algo que ver con el humor de aquellos ingleses.

Cuando por fin llegaste arriba y empujaste ambas hojas de la puerta de madera, lo primero que llamó tu atención fue un gran charco de sangre en el suelo. Después te diste cuenta de que no estabas solo allí. La chica oriental que habíais rescatado del Kuri estaba junto al charco, con un cubo y una fregona. Su rostro estaba pálido, su falda desgarrada en varios puntos y tenía un buen chichón en la sien. Tenía la fregona en la mano, pero más parecía que se estuviera apoyando en ella para mantenerse en pie.

Cargando editor
17/11/2015, 22:08
Narradora

Notas de juego

Estáis juntitos ^^.

Cargando editor
17/11/2015, 22:43
Émille Lalique

Al llegar a la cocina podía verse en mi actitud que había bajado los siete pisos desde la sala de entrenamiento atropelladamente. Abrí la puerta, y lo cierto era que no esperaba encontrar a nadie dentro.

- Eh. - Dije a modo de saludo. Acto seguido, al ver lo que estaban hablando, me pronuncié. - Yo iba a meter tres pizzas en el horno para los cuatro. - Expuse abriendo el congelador y sacando las primeras. - Si no queréis, para Amber y para mí. - Añadí después.

Cargando editor
18/11/2015, 01:02
(Gi) Sun-yun Herondale
Sólo para el director

Sola en el vestuario aproveché para estudiar los resultados del combate frente al espejo del lavabo, procuré no retroceder mucho para no tener que ver la sangre que pintaba mi pierna. Me sentía cada vez más recuperada y estaba convencida de que iba a recuperarme muy pronto. Entendía el calor del muslo como la constancia de la promesa del chico de la lanza de que aquello iba a curarme y a pesar de que el espejo me mostraba que también había afectado a los moratones que me hubiese gustado conservar un par de noches, no podía borrar mi sonrisa bobalicona.

Cogí una toalla del armario y la humedecí para luego limpiar la sangre de la pierna. Contuve un par de arcadas en el proceso pero finalmente me deshice hasta de la sangre de los pies.

Con mi honor maquillado por aquella limpieza, me dispuse a recoger la sangre perdida. Busqué cubo y cepillo pero finalmente cedí a la occidentalización y tomé la fregona.

Notas de juego

Cargando editor
18/11/2015, 01:46
(Gi) Sun-yun Herondale

Al salir del vestuario con la fregona y el cubo todavía cojeaba pero me sorprendió que ya pudiera dar pasos de mujer libre y sin que mi piel cediera a ellos. Aún así cada pocos pasos me detenía para descansar apoyada en la propia fregona.

Cuando me disponía a empezar con la limpieza del charco de sangre que se extendía frente a mis pies se abrieron las puertas de la sala y mi cabeza se volteó hacia ellas más rápido de lo que fueron mis pensamientos. Y al descubrir en ellas a una persona distinta de la anhelada mi sonrisa ilusionada decayó a una educada.

- ¿Te envía lanzaman? - pregunté recordando sus últimas palabras - Déjame limpiar esto antes. - le sonreí completamente dispuesta aunque mis energías estuvieran en desacuerdo con mis intenciones - Aunque si lo limpio luego estará resbaladizo, ve con cuidado. - escurrí el mocho para empezar a retirar sangre - O si quieres puedes ayudarme y así te quedas con la idea de donde está mojado. - me encogí de hombros.

Al poner el mocho sobre el charco sentí como una arcada volvía a mi, doble mi cuerpo y me apreté una mano contra la boca mientras la otra se aferraba al mango de la fregona - Mierda. - murmuré cuando la acidez de mi garganta remitió.

Al levantar la cabeza me fijé de nuevo en el chico- Tu eres el de las hadas ¿verdad? ¿ya te encuentras mejor? ¿y tu prima? ¿has comido ya? He oído que las drogas dan hambre. ¿Y si acabamos esto y comemos juntos? Oh estaría ¡genial! Me muero de hambre- agitaba el palo del mocho a un lado y otro como si fuera un micrófono en un concierto de Elvis - ¿sí?¿Sí? Venga di que sí. - le anime asintiendo también con la cabeza.

Notas de juego

Cargando editor
19/11/2015, 13:05
Ethan Evans

Seguí a Milton hasta la cocina y asentí a lo de las judías. Claro, estoy cansado de comer comida precocinada. Confesé. Lo cierto era que mis habilidades de cocina eran bastante pésimas y me tenía que resignar con comida calentada en el microondas o en el horno. Agradecería comer algo sano para variar. Tenía que mantenerme sano.

Saludé a Emille alzando las cejas y con un rápido movimiento de cabeza. Prefiero las judías. Dije, mirando a Milton y el tupper, esperando que se encargase él de calentarlas.

Cargando editor
19/11/2015, 13:35
Émille Lalique

Escuché la respuesta de Ethan mientras seguía a lo mío. No entendí muy bien por qué no cocinaba él algo si tan cansado estaba de cosas precocinadas, pero no dije nada hasta que las pizzas estuvieron en el horno y yo sentado en la encimera.

- Más para mí. - Resumí. De no haber sido tan tarde quizá me hubiera puesto a hacer algo de verdad, pero estaba muerto de hambre. Para la cena, quizá. - He estado en la sala de entrenamiento con la china. - Les conté entonces. - Está como una puta cabra.

Cargando editor
19/11/2015, 13:50
Milton Carstairs

Milton se lo pensó un momento antes de responder. - Yo me apunto a las pizzas. - Esbozó una pequeña sonrisa divertida. - Me da miedo que las judías las haya preparado Deirdre y no Scott. 

A pesar de sus palabras, sacó un plato y lo llenó con el contenido del tupper para después meterlo en el microondas y dejar el tupper en el frigorífico. Finalmente se apoyó en la encimera para mirar a Émille con curiosidad. - ¿Como una cabra? -preguntó, esperando obviamente que el chico contase algo más.

Cargando editor
19/11/2015, 14:16
Ethan Evans

Me arriesgaré. Dije, mirando complacido como el chico calentaba mi comida. Eso estaba mejor. Tampoco puede estar tan mala, ¿no?

¿Algo que no sepa? Pensé, cuando Emille lo de que la china estaba loca. Aún recordaba su respuesta cuando me había preocupado por su familia y le había intentado explicar la situación, así como su risa cuando había dicho aquello de su amiga decapitada. Definitivamente no era una persona normal. Y luego estaban las preguntas sobre hadas.

Aún así no dije nada, porque tampoco sabría como explicarlo. Dejé que fuese Emille quien respondiese. Esperé su respuesta mirándole con curiosidad. A saber la que había liado la china. ¿Es que soy el único normal del Instituto?

Notas de juego

Faltaban destinatarios ^^.

Cargando editor
19/11/2015, 14:25
Émille Lalique

Observé a Milton mientras decidía dejar de gorronear a Scott para gorronearme a mí por miedo a estar gorroneando a Deirde. Con lo fácil que sería que aprendieran a cocinar. También observé sorprendido cómo Ethan se atrevía con la comida de Deirdre. - Si es de ella nos vemos dentro de una semana, cuando te recuperes. - Dije casi como una despedida antes de responder al otro.

- Como una puta cabra. Hacía bromas sobre su amiga muerta, y movidas así. - Asentí una vez más. - Y la muy loca se estaba desangrando y aún así quería que me fuese para limpiar. - Expuse mientras negaba con la cabeza. - Le he hecho un iratze y la he dejado con la fregona. Pero no lo hace nada mal. Podría darle una paliza a Andrea con los ojos cerrados, aunque eso tampoco es decir demasiado. - Indiqué antes de dirigir mi vista a Ethan. - Habría que verla contra ti.

Cargando editor
19/11/2015, 15:02
Ethan Evans

Volví a mirar la comida que se estaba calentando, pro esta vez de forma distinta, con desconfianza. Una cosa era comer sano, pero para eso la comida debía ser comestible... Bueno, seguro que exageraban. Si estaban muy malas ya me cogería otra cosa.

Ni siquiera me sorprendí cuando dijo que bromeaba sobre su amiga muerta, ya me lo esperaba. Me empezaba a preguntar si la sociopatía y ser nephilim tenían algo que ver. Sí, conmigo también lo hizo. Justo después de lamentarse por su muerte. Añadí, dejándolo caer como si nada.

No sé yo si es buena idea que entrenemos juntos. Dije, no por miedo, sino porque no me apetecía entrenar con la china. Estaba loca y podría entorpecer mi entrenamiento. Prefería los entrenamientos personalizados, se aprendía mucho más. No podía evitar pensar en Nora y su manual de instrucciones básicas para el combate. La última vez no salió demasiado bien y algo me dice que vamos a ser bastante distintos. Recordé, sin entrar en detalles. El novio de Nora estaba delante y no quería decir nada malo de ella delante del tortolito.

Cargando editor
19/11/2015, 15:18
Milton Carstairs

Milton escuchó las explicaciones sobre Sun-yun y finalmente puso cara de circunstancias. - Vaya. No la he visto apenas, pero me pareció una chica agradable -comentó, encogiéndose de hombros. 

Sin embargo, con el último comentario de Ethan lo miró a él y se permitió una pequeña sonrisa. - Precisamente si sois distintos, más interesante será entrenar contra ella. Hay muchos tipos de demonios ahí fuera y no todos van a pelear como uno podría esperar. Cuanta más gente y armas diferentes puedas probar, mejor.

Cargando editor
19/11/2015, 15:24
Émille Lalique

La verdad es que sólo de pensar en poner a pelear a Ethan y a la pirada me daban ganas de hacerlo cuanto antes. Escuché cómo él trataba de esquivarlo, pero estaba claro que Milton pensaba como yo. Más o menos.

- Eso mismo. - Asentí. - Además tiene un estilo bastante diferente a los que puedas ver por aquí, y le cuesta rendirse. - Comenté mientras me bajaba de la encimera. - Te hará bien. - Añadí mientras me bajaba de la encimera para ir a la nevera a por algo de beber.

- ¿Qué tal el pervertido contra el Kuri? - Pregunté de pasada, dando ya por hecho que habría sido un espectáculo lamentable.

Cargando editor
19/11/2015, 19:28
Andrea Youngblood

Llegar y ver todo aquel festival de sangre fue deprimente, yo quería entrenar sin malos rollos ni apuñalamientos inesperados. Ver a la chica fregando la que parecía su propia sangre daba hasta lastimica, recién llegada hoy mismo y ya en tan mal estado.

- Ey - saludé alzando la mano antes de detenerme y mirar con más detalle el lugar. - Que va, yo odio a ese carapene y paso de lo que me diga - dije con marcado acento italiano. Me acerqué a ella con las manos en los bolsillos dispuesto a ayudar pero sin demasiadas ganas. Suficiente había tenido ya con subir aquellas putas escaleras, y es que en mi opinión el que diseño la infraestructura del edificio debía de ser imbécil.  - Trae, ¿por qué no te sientas un rato y descansas? - dije tomando yo también el palo de la escoba y esperando que me dejara fregar a mi. Si se resistía tampoco haría nada por cogerlo.

- Es que no quiero comer con esa gente, esperaba matar el tiempo hasta que se pirasen todos de la cocina. En realidad yo quería entrenar un rato, pero haber subido siete plantas me ha dejado sin ganas - comenté esbozando una sonrisa cansada. - ¿Oye qué ha pasado aquí? ¿Ya te han clavado algo?