Partida Rol por web

Estación de nieblas

Capítulo 3: En algún lugar de la magia

Cargando editor
03/01/2016, 20:53
Gareth Herondale

En cuanto pronunciaste aquellas palabras los ojos de Gareth se encendieron y ni siquiera pareció prestar atención a las últimas. 

-¿Tan nephilim como cualquiera de nosotros? Un nephilim no abandona a sus compañeros heridos. Un nephilim no dibuja runas en la pared de un local Subterráneo legal. Un nephilim no habla mal delante de Subterráneos de sus compañeros. Ni tampoco miente a sus superiores. Un nephilim no graba vídeos de sus compañeros para ridiculizarlos o para cualquier asunto pervertido del que no quiero saber más. Tú no eres un nephilim -espetó, mientras sus puños se apretaban tanto que sus nudillos emblanquecieron-. Eres un niñato malcriado y prepotente. Mancillas el honor de este Enclave con tu sola presencia. Tienes dos opciones. O te largas de aquí hoy mismo. O será La Clave la que venga a buscarte. 

Entonces sus ojos fríos se clavaron en los tuyos y sus siguientes palabras fueron pronunciadas con una expresión totalmente seria y una contundencia que no te dejaba duda de que iban totalmente en serio. -No quiero volver a verte la cara. Lárgate -terminó, haciendo un gesto con la mano.

Cargando editor
04/01/2016, 14:04
Ethan Evans

-No, no todos llevan, y no asusté a la productora. Dije, incrédulo. No entendía como podía siquiera pensar eso, sobre todo después de haber bicho aquel enorme bicho. Gareth nos ha aconsejado que no salgamos solos por si esos demonios siguen detrás nuestro. Cree que nosotros éramos sus blancos, no mi familia o tu... amiga. Dije esa última palabra a regañadientes, sin estar del todo seguro si era su amiga de verdad o no. Al fin y al cabo se había estado riendo de su decapitación.

En cuanto me ofreció su ayuda tuve que disimular para no fruncir el ceño. Se supone que nos deben acompañar al menos dos cazadores de sombras experimentados. Esa afirmación la excluía claramente del esquema. Además, aún no la conocía lo suficiente como para fiarme de ella. No iba a cometer dos veces el mismo fallo. Pero si quieres puedes ayudarme con los diálogos y las escenas... Siempre que no las publiques por ahí, claro. Añadí al final, al recordar la que me había liado Andrea. Creo que será mejor darle largas con eso también. Solo por si acaso.

¡Nos vemos por ahí! Me despedí, mientras empezaba a sacar el móvil del bolsillo al ver que me quedaba solo.

Cargando editor
04/01/2016, 14:19
Ethan Evans

Cuando la china loca se fue de la cocina di otro mordisco a la manzana y me puse a escribir un mensaje urgente. Se suponía que Mitch había vuelto ya de Rusia, tenía que que hablar con él. Urgentemente. Y a solas. Me daba igual lo que me había dicho Gareth, esto tenía que hacerlo a solas, por Mitch.

¡Hola Mitch! ¿Cómo ha ido por Rusia? ¿Me he perdido algo interesante?

Si ya estáis de vuelta, me gustaría que quedásemos, a solas. Es sobre lo que pasó el otro día en el rodaje, tengo que contarte algunas cosas y pedirte disculpas por lo que pasó... Han pasado muchas cosas y no sé lo que hacer. Pensaba que estaba solo en esto. Prometo que iré solo, nada de guardaespaldas capullos.

 Nada más escribir el mensaje lo borré. Tenía muy presente lo que había pasado con Andrea, no quería que hubiera rastro de aquello. Para proteger a Mitch, claro. Me quedé mirando el móvil con impaciencia, preguntándome la razón por la que aún no había respondido.

Cargando editor
04/01/2016, 20:17
Amber Blackwell

Amber rió con tu broma y salió del taller detrás de ti. 

- Le convendría... A no ser que no quisiera que su presencia fuese conocida. O si no iba muy lejos -comentó, pensativa-. Sí, La Clave no actuaría en Londres sin avisar a Deirdre o a Gareth. Y tampoco creo que el Consejo enviase a un nephilim vestido de rojo. - Torció la nariz en una graciosa mueca. - No sé, es todo como muy de mal rollo, ¿sabes? A ver si Ivy puede ver algo más... ¿Se lo contaste a Gareth? 

En aquel momento vuestro ascenso por las escaleras os llevaba al vestíbulo, donde pudisteis ver a Sun-yun, que parecía salir del pasillo del comedor en dirección a las escaleras de subida.

Cargando editor
04/01/2016, 23:01
Narradora

La puerta elegida resultó ser la misma por la que habías entrado, o al menos una que daba a un lugar exactamente igual a aquel pasillo. Y el pasillo te llevó de vuelta al vestíbulo, justo a tiempo para ver cómo llegaban Émille y Amber ascendiendo por las escaleras.

Él iba bastante cargado, con una caja metálica y varias herramientas encima, mientras que ella llevaba lo que parecía ser un guante hecho por pequeños aros de metal, una daga y una libreta. 

Cargando editor
04/01/2016, 23:02
Amber Blackwell

Amber detuvo sus palabras al ver a Sun-yun, a la que dedicó una amplia sonrisa. -¡Ey! No viniste a buscarme. ¿Ya te has instalado? -preguntó, deteniendo también sus pasos en cuanto estuvo sobre el mismo piso que la coreana. 

- ¿Has comido algo? Si necesitas cualquier cosa no te cortes y pídela.

 

Notas de juego

Juntitos ^^.

Cargando editor
04/01/2016, 23:06
Narradora

Pasaron todavía algunos minutos antes de que una respuesta te llegase. Minutos en los que seguías en la cocina, solo después de que Sun-yun se marchase de esa forma tan abrupta. Pero cuando pasaron, por fin el teléfono vibró con la respuesta de Mitch.

Ey, Ethan

Acabamos de salir del aeropuerto, el viaje ha sido una pasada. Algunos de la productora vamos a salir esta noche, te apuntas y hablamos? A las 22h en el Jam Tree!

xoxo

Cargando editor
05/01/2016, 15:37
Ethan Evans

Respiré aliviado al ver Mitch contestaba. No admitiría en voz alta lo agradecido que me sentí. Tenía que hablar con alguien sobre todo, alguien que estuviese fuera del instituto, alguien que conociera de antes y que comprendiese por lo que estaba pasando.

Perfecto. Ya me contarás lo que me he perdido. ¡Allí estaré! ¡Nos vemos!

 No se me pasó por alto el detalle del beso que me había mandado Mitch. Respiré con fuerza. Tal vez había sonado demasiado desesperado al mandarle dos mensajes en tan poco tiempo, pero era por culpa de todo lo que estaba pasando. En fin, ya se me pasaría.

Me levanté de la mesa y fui a prepararme para el viaje. Empezaría por una ducha y después le pediría a alguien que me hiciese alguna runa con la excusa de entrenar o algo. Bueno, muchas runas, quería estar muy preparado si algo salía mal. Probablemente se lo pediría a más de uno para que no sospecharan. Después me volvería invisible para poder salir sin que nadie se diese cuenta y me diera el alto.

Cargando editor
06/01/2016, 06:10
Émille Lalique

- Sí, pero con todo lo que tenemos encima ahora mismo dijo que tendríamos que investigarlo, y ahí se quedó la cosa... - Respondía a Amber mientras subíamos por la escalera. Entonces fue cuando vi a la china rara, y al ver que Amber se detenía hice lo mismo.
- Eh. - Saludé, alzando un poco los brazos. En las manos llevaba una caja con un montón de herramientas encima. Me quedé un instante mirándola, evaluando si se había cambiado de ropa o iba por ahí manchada de sangre. - Habrá quedado bien. - Enuncié en dirección a la chica, sin especificar a qué me refería.

Cargando editor
06/01/2016, 19:37
Andrea Youngblood

- ¡Pues bien! - dije ya una vez capté que no había vuelta atrás en la expulsión. Me di la vuelta y me marché del despacho con la actitud más chulesca posible, tratando de demostrar que hasta yo tenía un orgullo que mostrar. - Como si me afectara en algo vuestro desprecio y amenazas – expliqué mientras me marchaba de aquella sala. - Ojalá no os vuelva a ver yo tampoco – dije por último en italiano.

No di un portazo no fuese a ser que se le fuera la olla al director y decidiera salir a pegarme. Entonces fui a buscar a Carlo de nuevo en su habitación para transmitirle la pésima noticia – aunque algo me decía que a él le daría igual -.

Me quedaba muy poco por hacer, despedirme de Jo por ejemplo, ojalá no estuviera con algún pesado tipo Milton. No me molestaría en decir nada si así fuera.

Cargando editor
07/01/2016, 01:55
(Gi) Sun-yun Herondale

- Increíble...- protesté al ver la pareja subiendo con sus chismes, y no pude evitar reírme en mis entrañas - ¿Qué coño hacen aquí? - dediqué una discreta mirada al busto de la chica mientras subía la mirada de las escaleras a los ojos marcados con la desfortuna.

Al llegar su saludo, le devolví una sonrisa que mostraba todos mis diente, una sonrisa que en el mudo lenguaje de las copias de Ami-son significaba literalmente "No te conozco y ya te odio".

- Buenas tardes. - le devolví el saludo a ella algo descolocada por esa amabilidad que no encajaba en mis planes - Todavía no.- respondí a lo de la habitación y alargué el saludo a lanzaman con un pequeño gesto de cabeza pero evitando en todo momento mirarle - No he tenido el momento, disculpa que no haya bajado a verte. Entre una cosa y otra... ¡Le faltarán horas al día! Ahora iba en camino a buscarte, - me descurcé los bolsos para cambiar el peso de hombro y de paso dejar de esconder la raja de mi falda - acabo de comer, me he encontrado a un chico en la octava maravilla esa que tenéis arriba y me ha enseñado la cocina y hemos preparado algo y tal. - entonces sí dediqué una fugaz y furtiva mirada a lanzaman antes de seguir con mi rollazo - Bueno, no os quiero molestar mucho, ya busco yo habitación que Mike me ha dicho que simplemente me meta en una. Pero te tomaré la palabra, porqué quizás tenga que pedirte algo.- le guiñé un ojo con suavidad presuponiendo que sabía de que hablaba, presuponiendo que se taparía esos ojos al salir del castillo - Como que te mueras.- añadí por pura mala sangre, aunque no solo se arrepintió la poca decencia que tenía, sino que todavía me recorrió un escalofrío temiendo que otro kuri viniera a alimentarse de mis pensamientos.

Notas de juego

Cargando editor
07/01/2016, 20:19
Narradora

Los ojos de Gareth, fríos y cargados de un absoluto desprecio, fueron lo último que viste antes de cerrar la puerta tras de ti. En la habitación de Carlo nadie respondía, como antes, pero tras llamar te diste cuenta de que la puerta de la habitación de Jo estaba entreabierta. 

Al acercarte, viste que la niña estaba sola, tumbada sobre la cama leyendo un cómic que trataba de estar escondido dentro de las páginas de un enorme libro, aunque las viñetas eran visibles desde cualquier posición, así que muy escondido no estaba. 

Cargando editor
07/01/2016, 22:58
Amber Blackwell

Amber sacudió la cabeza, quitándole importancia a las disculpas de Sun-yun. - No te preocupes, mujer. Si yo lo decía por ti, para echarte una mano. - Miró entonces a Émille un momento antes de volver a mirar a la chica. - No sé quién es Mike, pero te buscaré sábanas limpias y alguna toalla. ¿Y... necesitas algo de ropa? -preguntó, deslizando entonces sus ojos por el cuerpo de la coreana, como calculando su talla-. Creo que la mía te servirá, te puedo dejar algo si te hace falta, hasta que puedas ir a buscar tus cosas...

Hizo una breve pausa y miró hacia las escaleras, como decidiendo algo. - Nosotros vamos a la sala de entrenamiento a hacer unas pruebas para una cosa que estoy desarrollando. Te ayudamos a instalarte y luego si te apetece puedes venir con nosotros -ofreció finalmente, ampliando su sonrisa al volver a mirar a Sun-yun-. ¿Te hace?

En aquel momento alguien más apareció por el mismo pasillo del que había salido Sun-yun: Ethan.

Cargando editor
07/01/2016, 23:23
Narradora

Cuando saliste de la cocina para dirigirte a la primera planta te encontraste al llegar al vestíbulo con Sun-yun, que parecía estar hablando con Émille y Amber al pie de las escaleras. 

Él iba bastante cargado, con una caja metálica y varias herramientas encima, mientras que la pelirroja llevaba en las manos lo que parecía ser un guante hecho por pequeños aros de metal, una daga y una libreta. 

Cargando editor
07/01/2016, 23:25
Narradora

Notas de juego

Estáis juntos los tres.

Cargando editor
08/01/2016, 00:09
(Gi) Sun-yun Herondale

Me sentí realmente incómoda cuando la zorra empezó a medirme como si ya pensara en encargar mi ataúd. - ¿Tu ropa? ¿Para qué coño quiero yo tu ropa? Y no te engañes bonita, si yo tuviera ropa estrecha no podrías usarla ni de anillo. - Eres muy amable An-bel,- respondí, a fin de cuentas, no podía ir mostrando la pierna a todo aquel que me encontrase por el castillo, menos a mi presunto abuelo-tío-primo - sí que te agradeceré si me prestas unas medias, un pantalón o algo así.

Guardé silencio cuando miró hacia las escaleras, no podía con ella, ¿Cómo podía ser tan amable sin que se le notara la maldad que albergaba cada palabra? Y entonces, mencionó la sala de entrenamiento, frente a lanzaman, claramente aquello era una maldita emboscada, claramente se olía algo que si bien yo no iba a contarle mis mejillas se calentaron y mi pierna ya no herida se tensó.

- Claro, estupendo, ¡perfecto!-Un placer cortaros el rollo.- sonreí con un pequeño saltito que no llegó a levantarme del suelo.

- ¿Te importa, Emille?- disfruté de pronunciar su nombre, de saberlo y no usar su apellido a pesar de tener compañía.

Notas de juego

Cargando editor
09/01/2016, 02:43
Émille Lalique

Emití un suspiro cuando las chicas empezaron a hablar de aquella manera contando sus vidas a sí mismas y a todo el que estuviera allí para escucharlas. Gente que, en este caso, se reducía a una persona: yo. Con lo fácil que era acabar las conversaciones con dos frases y seguir a lo que uno iba a hacer. Y más si lo que iba a hacer implicaba experimentos con armas.

- Mike es la voz de su cabeza. También le dice que queme cosas. - Comenté, desviando los ojos hacia la escalera. Ir yendo yo sólo no era una opción a descartar. Aunque acto seguido Amber mejoró las cosas ofreciéndose a hacer paradas por el camino. La miré durante un instante, dándome a entender sólo con eso.

No me sorprendió que la china no supiera decir su nombre, aunque sí lo hizo un poco más el hecho de que se apuntase. Quizá quería la revancha. La miré durante un instante con una media sonrisa, evaluándola, y cuando se dirigió a mí respondí de manera clara.

- La verdad es que prefiero mis planes. - Dije. Me tomé un segundo para buscar cualquier excusa para volver a la idea inicial de ir a la sala de entrenamiento y no a hacer camas, pero al no encontrarla no me esforcé más. - Lo de instalarte lo puedes hacer luego, ¿no prefieres ver lo que vamos a probar? - Pregunté mientras seguía con los ojos a Ethan, sin llegar a hacer ni un gesto de saludo. Después de todo acabábamos de vernos. Era consciente de que lo más probable era que la china se aburriera a los cinco minutos, pero para entonces ya estaríamos en plena faena y no íbamos a parar por algo tan bobo como eso.

Cargando editor
09/01/2016, 13:17
Ethan Evans

Saludé con una sonrisa agradable y un movimiento de cabeza a los tres que se encontraban en el vestíbulo. No esperaba encontrarme con ellos, pensaba que el psicópata y la pelirroja estarían dándose el lote en el garaje de ella y que la china estaría buscando una cama o haciendo alguna locura. La verdad, era una molestia y esperaba que ninguno de ellos se dirigiese a mí.

Seguí mi camino y le dediqué una mirada curiosa a los objetos que llevaban sin llegar a detenerme. Me dirigía hacia las habitaciones y me importaba más bien poco lo que fueran a hacer esos tres. Conociendo a Emille, seguramente planease pasarse horas en la sala de entrenamiento probando instrumentos de tortura nuevos.

Cargando editor
09/01/2016, 13:25
Ethan Evans

Me dirigí hacia las habitaciones con la intención de buscar a Scott para que me pusiera algunas runas. No le conocía demasiado y, salvo la fea cicatriz que tenía en el rostro, parecía buen tío. Feo, pero majo. Además, no parecía de los que fuesen por ahí contando cotilleos, creo que podría confiar en que no le contase a nadie lo que le había pedido. Tampoco había razón, ¿no?

Cargando editor
09/01/2016, 15:04
Amber Blackwell

Amber puso los ojos en blanco como respuesta a la mirada de Émille y al ver pasar a Ethan le hizo un gesto con la cabeza como saludo para después centrar su mirada en su amigo.

- Oh, vamos, Émille. ¿No podemos perder cinco minutos en ayudar a la pobre chica? -preguntó con incredulidad-. Joder. Acaba de llegar después de una mañana traumática, ¿qué menos que ayudarla a instalarse? 

Chasqueó la lengua y miró hacia las escaleras. - Ve yendo tú si quieres y ahora subimos nosotras -ofreció finalmente, encogiéndose de hombros y mirando al chico como si pensase que no tenía remedio. 

Mientras tanto, el rubio se perdía ya escaleras arriba sin haber llegado a decir nada.

Notas de juego

A partir de aquí no marquéis a Ethan.