Partida Rol por web

Estación de nieblas

Capítulo 3: En algún lugar de la magia

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26/01/2016, 02:43
Stuart Wayland

Stuart también se acercó al chico y le puso una mano en el hombro al estrecharle la mano. - Sabías que era cuestión de tiempo -dijo, encogiéndose de hombros-. Si pasamos por Italia te avisaremos. 

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26/01/2016, 02:46
Carlo Greymark

- A lo mejor nos vamos a Nueva York -respondió el chico, recuperando su sonrisa y estrechando las manos de ambos antes de ofrecérsela a Ethan-. Bueno, tío. Cuídate, ¿vale? Si algún día necesitas un guardaespaldas italiano, ya sabes dónde estoy -terminó, curvando más sus labios con cierta picardía-. ¡Cuidad de Alice y del resto de las ragazzas!

Y con esas palabras se dio la vuelta para marcharse.

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26/01/2016, 19:30
(Gi) Sun-yun Herondale

- ¡Joder!- admiré con toda la sonoridad del palabro el magnetismo de lanzaman con las armas, le había visto hacerlo antes, cuando me robó la Kyoketsu Shoge que ahora descansaba en mi bolso junto a todas las cosas que había ido recolectando. Sonreí a mi recuerdo y sonreí a la magia de aquel chico.

Sin duda mi sonrisa era más bonita que la de Doña simpatía. - Puedes hacer lo que tu quieras. - repetí en mi cabeza con retintín - Será pringada la zorra esta.- miré a Emille de reojo juzgando su poco gusto eligiendo mujeres antes de girarme de nuevo hacia el otro Andrea al oír que me hablaba.

- Será mejor que no vengas ñeñeñe- recurrí a la misma burla con una mínima variación para sentirme original, por orgullo propio. - En realidad, también me gustaría ver a Alice; ver cómo se encuentra,-si ya ha muerto o me da tiempo a llamarla abuela-animarla un poco y esas cosas.

Ladeé la cabeza con coquetería - Bueno, tu dale recuerdos.-le guiñé un ojo al italiano. Si esos otros me enseñaban el puto portal cuando no hubiese gente moqueando cerca, mejor. - ¡Claro que iré!-Nop.- me despedí con un gesto de cabeza y seguí mi camino en busca de ese sitio dónde sentarme.

Arrugué la nariz al ver el contacto de las manos del zorrón con las de lanzaman pero todavía tenía una semana para solucionarlo.

Me situé a unos metros de ellos, sentada en seiza, dejé los bolsos a mi lado y saqué el pulgoso códice para aprovechar mi tiempo, saciar mi curiosidad y prepararme para las gilipolleces que fuera a contarme Herondale. Investigar también sabía yo ¡y mejor que nadie!

Notas de juego

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26/01/2016, 22:47
Émille Lalique

En el momento en que Amber se acercó la dejé tomar mi mano y me dejé hacer, prestando atención sólo a medias a la conversación entre Carlo y la china. Que Andrea no quisiera ver a nadie hacía que tuviera ganas de ir a despedirme de él y desearle lo mejor. Que dejara de ser un inepto, por ejemplo. Sin embargo era consciente de que aquello disgustaría mucho a Gareth, y con lo que había costado que Amber no hiciera ruta turística a la friki por el Instituto no iba a largarme.

- Venga, tío. - Me despedí entonces mientras Amber hacía lo suyo. - Nos vemos.

Después me sorprendió ver que la pirada sacaba el Códice y se ponía a leerlo. No por la postura de friki sin amigos que ponía, sino por el detalle en sí. Me quedé mirándola unos segundos, sin decidir si me gustaba esa iniciativa o me repugnaba que no entendiera que lo que Amber y yo estábamos haciendo molaba mil veces más.

- A lo mejor no basta con concentrarme. - Propuse entonces. - No todavía. ¿Pruebo usando magia, pero evitando armería?

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28/01/2016, 03:36
Narradora

La tarde pasó entre pruebas y ensayos mientras Sun-yun se empapaba con los conocimientos que aquel códice le entregaba con abundancia. Amber no dejaba de tomar notas y hacer pequeñas variaciones en las runas del guante o la daga, hasta que poco a poco el experimento empezó a resultar y Émille fue capaz de atraer la daga hasta su mano sin teleportarla, haciendo que viajase en el aire. El alcance no era grande, apenas cuatro o cinco metros, pero Amber parecía muy optimista al respecto y cuando las tripas empezaron a sonar casi al mismo tiempo que el reloj daba las campanadas que indicaban la hora de la cena, la pelirroja hizo una mueca frunciendo los labios con fastidio. Si fuera por ella habrían seguido allí hasta el día siguiente, o hasta que funcionase a su gusto, lo que llegase antes.

Finalmente los dos nephilim guiaron a la coreana hacia el comedor, aunque Amber insistió en hacer una pausa para que escogiese habitación y pudiera dejar allí sus cosas. También le ofreció lo que desease de su armario, buscó unas sábanas para montar su cama y le explicó dónde estaba el baño.

Cuando la chica estuvo lista, continuaron bajando hasta la planta baja y allí se metieron por el pasillo de la derecha hasta llegar a una puerta por la que vieron entrar a Ivy acompañada de la pequeña Jo.

El comedor era una sala amplia que mantenía el estilo general del castillo, en contraste con la cocina y los baños que habían sido reformados para modernizarse. Un ventanal al fondo daba al jardín interior, pero era de noche fuera así que era difícil ver nada a través de la ventana. En el centro, una mesa larga, preparada para veinte comensales y en las paredes se podían ver distintos muebles, como los que se suelen usar para guardar los cubiertos, la mantelería u otras cosas. 

La mesa estaba puesta, con todo preparado para cenar. Dentro ya había varias personas, colocándose poco a poco cada uno en un sitio en la mesa. Estaba allí Gareth y también Milton, además de Ivy y Jo. Sentándose en la silla que presidía la mesa podíais ver a una mujer rubia y pálida, de piel fina y rasgos frágiles que recordaban los de una muñeca de porcelana. Iba vestida con un traje de chaqueta y falda negro y elegante. Sus ojos verdes, muy parecidos a los de Alice, se posaron en los recién llegados, pero su expresión parecía indicar que no estaba realmente prestándoles atención.

Una puerta que había en un lateral se abrió entonces y por ella entró un hombre un hombre moreno, vestido con un jersey azul oscuro y pantalones negros, que podría haber sido guapo si su rostro no estuviese surcado por profundas cicatrices. Uno de sus ojos estaba totalmente blanco, pero el otro buscó a Sun-yun con cierta curiosidad. Llevaba en las manos una fuente sopera, que dejó en el centro de la mesa. Volvió a repetir el paseo para traer otra fuente igual a la anterior. 

Notas de juego

Colocación en el comedor, podéis elegir donde os sentáis y pegar el link: http://pyromancers.com/media/view/main.swf?round_id=160674

En modo imagen por si alguien tiene problemas con el pyromancers. Que diga dónde se quiere sentar y lo colocamos los demás ^^.

Ethan, Stuart y Derian NO están en el comedor todavía aunque ya los haya metido en el mapa. 

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29/01/2016, 01:18
Émille Lalique

Lo que al principio era emocionante acabó tras algunas horas siendo aburrido. Sólo de vez en cuando, cuando había avances, la expectación volvía a crecer, pero me daban ganas de decirle a Amber que me avisase cuando esto tuviese más futuro. Si no hubiera sido ella probablemente lo habría hecho, pero era mi amiga y me necesitaba. Algún día tendría que enseñarle a usar Armería para que no dependiera de mí, o algo.

Sin embargo que las cosas estaban saliendo era evidente. Esto sería sin duda de utilidad para todos esos que no podían invocar sus propias armas. A saber qué cara ponía Gareth cuando se lo enseñásemos.

Finalmente el sonido de las campanadas fue la excusa perfecta para dejarlo todo. Era el momento de la cena y, con ella, la reunión. La verdad era que tenía ganas de ver quiénes se alegraban de la marcha de Andrea.

Cuando vi que las chicas se iban a alargar con el asunto de la habitación, la ropa y demás, no tardé en excusarme. - Me voy adelantando, ahora nos vemos. - Les dije. - No quiero llegar tarde. - Añadí. Claro que tampoco quería aguantarlas con aquellas cosas de dejarse ropa y todo lo demás. Si yo hubiera sido Amber y la china no me lo pidiese directamente habría dejado que llevase las mismas prendas durante una semana. Y probablemente me habría reído de ella por cerda.

Al entrar en el comedor saludé a algunos y no hice el esfuerzo por otros. El asentimiento más largo fue, por supuesto, para Gareth. Y acto seguido me dirigí al sitio que solía ocupar a su lado, esperando que más tardar Amber hiciera lo propio sentándose a mi derecha.

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30/01/2016, 17:04
Ethan Evans

Me pregunté que sería lo que Derian habría querido decirle a Carlo. Noté cómo no me gustaba demasiado no saber a lo que se referían. Si no iban a decirlo en alto mejor que no hablasen de ello cuando hubiera más gente presente.

Lo tendré más difícil sin que estés tú por aquí para protegerme. Le respondí de forma sincera estrechándole la mano. Si algún día vuelves por aquí o voy a Italia te avisaré. Aunque lo cierto era que ambas opciones eran bastante poco probables dadas las circunstancias.

Creo que se pueden cuidar bastante bien solas. Respondí al último comentario esbozando una sonrisa de medio lado. La imagen de Alice con la guadaña me vino a la mente. Tal vez tendrías que haber dicho cuidaos de ellas. Bromeé a forma de despedida.

¡Muchas gracias, chicos! Me despedí también de ellos. Una parte de mí quería quedarse ahí, pero otra quería salir tan rápido como me fuese posible. Nos vemos en la reunión. No sabía si iban a ir a la reunión, pero suponía que sí. Era una reunión importante.

Dicho aquello salí de la habitación y me dirigí a ducharme. Iba a andar pendiente por si a Andrea se le ocurría hacer alguna locura en mi ausencia. No sería demasiado raro y no quería que un vídeo de mí duchándose saturase la red.

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30/01/2016, 18:31
Narradora

No te cruzaste con nadie en el resto de la tarde, pudiste ducharte tranquilo y te aseguraste bien de que no hubiera nadie en el baño mientras lo hacías. 

Cuando finalmente empezaron a resonar las campanadas del reloj dando las nueve te pusiste en marcha hacia el comedor para la cena. Al llegar viste a Stuart y Derian entrando por la puerta al fondo del pasillo y cuando tú también lo hiciste te diste cuenta de que debías ser el último en llegar.

Allí estaban ya todos menos Alice, cuyo sitio habitual en la mesa permanecía vacío. Bueno y exceptuando también Andrea y Carlo, que probablemente se hubieran marchado ya. La mesa estaba puesta y preparada y Scott salía en ese momento de la cocina con una bandeja en las manos, llena de filetes de ternera, huevos fritos y patatas. También había sobre la mesa un par de fuentes soperas, todavía tapadas.

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30/01/2016, 18:40
Narradora

En aquel momento la puerta del comedor se abrió y por ella aparecieron Stuart y Derian, que tras un breve saludo se dirigieron directamente a la mesa para tomar asiento en ella. 

Apenas se acababan de sentar cuando de nuevo se abrió, dejando pasar a Ethan. El hombre de la enorme cicatriz salía en ese momento de la cocina con una bandeja en las manos, llena de filetes de ternera, huevos fritos y patatas.

 

Notas de juego

Juntitos again. 

Comedor. Id eligiendo dónde os sentáis, yo iré colocando pnjs. 

En modo imagen por si alguien tiene problemas con pyromancers.

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31/01/2016, 20:15
(Gi) Sun-yun Herondale

Todo lo que había leído me situó un poco mejor en esa nueva realidad, pero sobre todo me dejó claro que eran todos una panda de frikis; sobretodo el autor de ese códice que me obligó a rebuscar en mi bolso una toallita para limpiarme los germenes que debía tener eso de las manos antes de realizar el tour con mi enemiga. Quiáz más ahora que sabía perfectamente que lo que esa se llevaba.

Elegí la habitación de enfrente de la que Andrea abandonaba, me gustaba la idea de que nadie se parase en la puerta de enfrente para tener gilipollas conversaciones hasta altas horas de la noche, o que, aun escuetas, me impidieran oírme mis propios pensamientos.

Dejé que me ayudara a acomodarme y rabié en mis adentros con la amabilidad de la pelirroja. Incluso cedí a dejar de mostrar pierna y tomar algo de su armario. Y al verlo, lleno de ropa de persona a la que le han extirpado el sentido del gusto, decidí que algún día le enseñaría un par de tiendas dónde comprar ropa de verdad, de mujer; y que entonces mi deuda quedaría saldada.

Necesité rebuscar pero terminé por encontrar unos shorts que podrían servirme, y aunque no compartía aquella afición de las chicas de mi residencia para cambiarse sin privacidad alguna, está vez, me tragué mi vergüenza y me quité la falda para vestirme los pantalones en frente de ella, solo y únicamente para darle oportunidad a ver mi recuerdo del entrenamiento.

 

Luego la seguí hasta el comedor y volvió a impresionarme la majestuosidad de esas salas, que por muy ángeles que fueran limpiar ese lugar y mantenerlo debía de ser un trabajo infernal, Dios no quisiera que de los estudiantes.

Al entrar al comedor deseé haberle pedido prestado un par de calcetines largos a ese armario de vieja, pero me aguanté con lo que tenía y corrí a buscar con los ojos un sitio en el que esconderme. Saludé a todos con una misma sonrisa y me incliné ligeramente hacia Herondale para que disculpara el hecho de no haber vuelto a hablar antes de la cena. 

Me despedí de la dueña de mis pantalones como había hecho antes de alison, en un beso mediado por un gesto de mano y me apresuré a sentarme frente a la princesa mutante. - Hola gatita. - la saludé en un discreto susurro, luego le dediqué un saludo de cabeza a Carstairs, y, finalmente,  me entorné hacia AB para cumplir una palabra realmente no dada. - Hola - amplié mi sonrisa - ¿querías verlo, verdad? - le tendí entonces mi mano anillada - Discúlpame ¿quieres? Entiende que estaba muy abrumada. Todo esto parece casi irreal, y - y mis ojos todavía no habían borrado la imagen de ese Kuri mucho menos la...la muerte de mi amiga. Se me olvidó, ¿tienes tu uno? ¿todos vosotros tenéis uno? ¿hacen algo?

 

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05/02/2016, 02:27
Émille Lalique

Al ver entrar a Amber le hice un gesto de saludo, esperando que se sentara a mi lado. Había entrado con la china, pero no le presté mucha atención a su cambio de atuendo. Aún así a ella sí le dediqué un segundo vistazo, valorando hablar con Gareth sobre lo sucedido en la sala de entrenamiento.

—Creo que se adaptará bien, si se queda —dije a mi mentor, dando por hecho que sabía a quién me refería—. Al menos mejor que Nora. Ha combatido antes, aunque es un poco imprudente.

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05/02/2016, 02:43
Amber Blackwell

Amber dedicó una sonrisa a Sun-yun cuando la coreana avanzó para integrarse en la mesa como una más y ella por su parte se fue directa a la silla que había junto a Émille. Allí se sentó dejándose caer y al mirar las sillas vacías entre ella y Jo hizo una pequeña mueca que cualquiera que la conociera bien reconocería teñida de culpabilidad. 

Después se giró un poco para hablar con Gareth y Émille.

- ¿Cómo está Alice? -preguntó al hombre con naturalidad, dedicando también un breve vistazo de reojo a Deirdre. 

Notas de juego

Comedor. He sentado yo a Ethan donde me ha parecido conveniente para que podamos seguir. 

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05/02/2016, 05:49
Ivy Lovelace

La niña devolvió el saludo a Sun-yun con un gesto de la mano y enarcando ambas cejas. Ivy sin embargo, pareció encogerse un poco cuando la chica se sentó a su lado, aunque le dedicó una sonrisa tímida. 

Cuando se dirigió a ella tendiéndole su mano, los ojos de la morena se abrieron enormes y buscaron el anillo de inmediato. 

-Me gustaría poder cogerlo y examinarlo -pidió en un susurro, sin apartar la mirada de la joya-... Si a ti te parece bien, claro. -Después negó con la cabeza. -Pero no hay nada que disculpar. Es tuyo y es normal que estuvieras un poco asustada. Lo que has vivido es horrible -añadió entonces con pesar-. Siento muchísimo lo de tu amiga... 

Ante las dudas de Sun-yun, primero pareció un poco apabullada, pero después fue poco a poco respondiendo, una a una y con calma. 

-Yo no tengo. Debería, pero al parecer el que debería tener desapareció en algún momento antes de llegar a mí. Pero es bastante habitual que los jóvenes nephilim tengan. Al menos los de las familias más destacadas... A veces sólo hay uno que se pasa de padres a hijos al nacer y en otras familias tienen varios. -Hizo una pequeña pausa y se encogió de hombros. -Todo depende. Y la mayoría no hacen nada, sólo son reliquias familiares con valor sentimental. Pero a veces... Bueno, he visto algunos que sí que tenían magia en su interior. Como el de Nora, ese era especial, ¿sabes? Aunque no llegué a descubrir qué era lo que tenía.

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05/02/2016, 05:58
Gareth Herondale

Gareth escuchó a Émille y asintió con la cabeza. Su expresión era seria y contenida. Cada vez que sus ojos pasaban por esas mismas sillas vacías que había contemplado Amber, su ceño se fruncía y la línea de sus mandíbulas se tensaba. Finalmente respondió a ambos muchachos.

-Me gustará verla en acción entonces. Quizá mañana -dijo primero a Émille y después su rostro se suavizó un tanto al dirigirse a Amber-. Está mejor, sí. En un par de días estará como nueva. 

Miró alrededor y al ver que ya todos habían tomado asiento, se puso en pie y alzó un poco la voz para hacerse oír y empezó a hablar. 

-Como las noticias vuelan supongo que ya sabréis la mayoría de las cosas que os voy a contar. En primer lugar, esta mañana Ethan y Alice han encontrado a una nueva nephilim criada como mundana. Y en este caso ha resultado tener en su posesión un sello Herondale. -Suspiró entre dientes. - Supongo que no hace falta que os diga que es la primera noticia que tengo de que hay Herondale fuera de los registros. Es la tercera en este mes y todos aquí en Londres. Esto no puede ser una casualidad y es algo que ya estábamos investigando, pero... -Se frotó la frente con dos dedos. -Creo que es más grande de lo que pensamos. Por favor, tratad de no salir solos del Instituto. Que en cada salida haya por lo menos dos nephilim entrenados. Y estad con los ojos bien abiertos cuando salgáis a patrullar.

Mientras él hablaba, Amber cogió con naturalidad un cazo y empezó a servir el contenido de una de las fuentes soperas en los platos de los que la rodeaban, llenándolos con lo que parecía ser una suave crema de verduras con un color anaranjado que delataba la presencia de calabaza. Otros comenzaron a servirse y a comer también con normalidad, sin que pareciese que había demasiados protocolos al respecto, ni molestarse en esperar a que el hombre terminase de hablar.

Entonces Gareth cambió de tema y su tono grave se volvió más tranquilo manteniendo la seriedad. -Deirdre ha convocado a La Clave. Estaba previsto que en una semana viajásemos a Idris para realizar la Ceremonia de la Primera Runa de Ethan, aunque ahora probablemente añadiremos a Sun-yun -Hizo un pequeño gesto hacia la chica.-, si decide quedarse con nosotros. Y eso me lleva a otra noticia. Émille y Amber han decidido dar un enorme paso en su amistad y entrelazar sus vidas para siempre. Aprovecharemos el viaje para que ellos realicen su Ceremonia de Parabatai. 

Se detuvo para mirar a todos con serenidad y tomó aire antes de seguir, con un tono cargado de cierto orgullo. 

-Tener a alguien a quien confiar tu propia vida e incluso tu alma de esa manera es una de las mejores cosas que le pueden suceder a un nephilim. Y contar con dos personas capaces de entregarse así a otro es una de las mejores cosas que le pueden pasar a un Enclave. -Miró a ambos y les dedicó una amplia sonrisa. -Quiero daros la enhorabuena. Sé que ambos lo habéis pensado bien y no es una decisión tomada a la ligera. Sé que honraréis lo que ese vínculo significa. 

Hizo una nueva pausa y su rostro se volvió serio de nuevo al volver a hablar hacia todos.

-Lo más probable es que adelantemos ese viaje. La Clave debe ser informada de lo que está sucediendo y puede que se discuta el asunto en el Consejo. Necesitaré saber quiénes de vosotros querréis asistir si el Consejo se reúne y quiénes podréis permanecer aquí custodiando el Instituto. 

Señaló hacia las sillas vacías y de nuevo su mirada se endureció. -Como podéis ver, hay dos nephilim menos en esta reunión. Me he visto obligado a expulsar a Andrea de este Enclave y Carlo ha decidido marcharse con él. Ya todos conocéis su incompetencia y doy por hecho que ya os habéis enterado del espectáculo vergonzoso que ha dado hoy en un bar de Subterráneos, insultando a todos los nephilim, de palabra y con sus actos.

En este punto, Gareth apretó las manos en dos puños. -Así como ya sabéis del suceso de Nora y las duchas. No entraré en detalles. Pero debéis saber que Andrea la grabó en vídeo y lo subió a esa red que utilizan los mundanos. También lo hizo con un vídeo comprometido de Ethan y quizá haya hecho algo más que todavía no sepamos. Son muchas pequeñas cosas, pero todo tiene un límite y ese chico los ha sobrepasado todos. La Clave ha sido también informada de su actuación y me consta que van a tomar medidas para asegurarse de que no vuelve a poner en peligro a nadie. 

- Ahora, sobre los últimos acontecimientos, tenemos varios indicios de los que tirar y que vamos a seguir investigando. Por favor, Émille, pon al día a los demás de lo que habéis descubierto Amber y tú. Lo de las manadas y eso del nephilim vestido de rojo.

Y con esas palabras tomó asiento de nuevo, comenzando a comer el puré mientras miraba al muchacho al que había cedido la palabra.

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07/02/2016, 11:44
Ethan Evans

Entré en la sala de entrenamientos con el pelo perfectamente peinado y un nuevo look bastante urbano, sencillo e informal, pero cuidadosamente calculado. Era evidente que me había duchado. Después había estado mucho tiempo preparándome, decidiendo la ropa que llevaría, peinándome y dejando las cosas en orden. Entré justo después de Derian y Stuart y comprobé que era último. Llegan a estar mis padres aquí y me llevaría una mirada recriminatoria como poco.

Al recordar aquello arrugué el rostro en una mueca que se borró al instante cuando saludé a todos los presentes con una radiante sonrisa. ¡Buenas noches! Siento haber llegado tarde. Avancé hacia la mesa y, por descarte, me puse al lado de Jo. No iba a ponerme en el sitio de Alice ni de broma y tampoco quería ponerme demasiado de cerca de Emille o incluso Amber. Ese pelo y esas pecas me ponían nervioso, aunque la chica había demostrado ser bastante agradable. No entendía lo que veía en Emille. Si me ponía en cualquiera de los sitios más alejados que quedaban libres acabaría bastante marginado, solo pudiendo hablar con Ivy o Jo. No, esas tampoco eran buenas opciones, así que solo me quedaba uno.

Le guiñé un ojo a Jo al sentarme en la mesa. No me pasó desapercibida la expresión de Amber. Traté de captar su mirada y asentí levemente, con seguridad, tratando de indicarle que habían hecho lo correcto y que no se sintiese culpable. Gareth no tardó en ponerse a hablar. Escuche en silencio y con cierto respeto, esperando la parte en la que hablase sobre algo referente a mi familia, sin embargo no fue por ahí la cosa, no al menos al principio.

Presté atención a lo que decía sobre la constante aparición de nephilims. Lo cierta era que yo, al no estar acostumbrado a aquella vida, no me daba cuenta de la envergadura que podría llegar a tener que aparecieran nephilim desentrenados por ahí, pero tal vez tenía que ver con la desaparición de mi familia. Seguro que tenía que ver. ¿Pero por qué había nephilim huérfanos en Londres? ¿Y qué interés tenían los demonios en acabar con ellos de golpe? ¿O no querían acabar con ellos? Al fin y al cabo los ataques a mi casa, a la de la vieja cuidadora de Nora y a la china habían sido muy seguidos... Eso tampoco podía ser una casualidad.

No podía evitar pensar que, si llegaba al fondo del asunto, podría tratar de salvar a mi familia. Contuve la respiración con la advertencia que lanzó a continuación. Traté que la seriedad no llegase a mi rostro. La verdad era que tenía muy claro lo que iba a hacer esa noche y no iba a echarme para atrás, no cuando la vida de mi familia estaba en peligro. tenía que buscar respuestas... Mi mirada se desvió disimuladamente durante un breve instante hacia los portentos físicos de la mesa para comprobar si me miraban. Seguramente ya sospechasen algo, solo esperaba que no dijesen nada. Curiosamente me daba más miedo Stuart en ese sentido.

Cuando pasó a hablar de la clave y de la Ceremonia de la Primera Runa no pude evitar pensar que aquello me causaría problemas. Tenía la incómoda sensación de que estaba metiéndome de lleno en una especie de secta religiosa de lo más peligrosa, pero negarme tampoco parecía una buena opción. ¿Qué iba a hacer? ¿Andar por ahí solo hasta que un demonio me encontrase y me matase? Eso es precisamente lo que vas a hacer.

Sin embargo, cuando Gareth anunció aquella unión entre Amber y Emille no pude evitar sorprenderme. Les miré y comprobé que Amber se había puesto a servir la comida sin esperar a que Gareth terminase siquiera. Nadie parecía molesto por ello. Que poca educación... Los miré a ambos y los compadecí, sobre todo a Amber. Iban a tener que aguantarse por los siglos de los siglos, amén. Era incluso peor que un matrimonio... Confiarle la vida, el alma... todo. Me pregunté si serían pareja. Decidí que debían de serlo para hacer semejante locura pero, sobre todo, porque esa sería la única explicaría de que Amber aguantase a Emille. Dediqué a Amber una sonrisa y le di la enhorabuena con los labios, sin llegar a articular palabra para no detener a Gareth.

 Seguí sin echarme nada el plato, escuchando a Garteh. Mantuve el tipo cuando Gareth habló de mi vídeo y mantuve la mirada en él, tratando de que no se notase que eso me importaba. Cuando por fin acabó, empecé a servirme la comida y comencé a comer con avidez, esperando las respuestas sobre aquel misterioso nephilim.

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09/02/2016, 05:00
Émille Lalique

Asentí a las primeras palabras de Gareth, las que hablaban sobre Sun-yun. Luego habría que hablarlo con la china, aunque quizá pudiera encasquetárselo a otro. Bastante iba a tener que hacer yo ya si, como presentía, acababa por entrenarla también a ella.

Después, expuso la noticia de que la habíamos encontrado y demás desvié mi mirada hacia Ethan, esperando ver qué cara ponía al ser mencionado. De lo siguiente, en cambio, no tenía ni idea, y me sentí un poco mal por haberme enterado así. ¿La china era una Herondale? Ni del palo. De Herondale sólo tenía lo rubio, y fijo que era teñida. Asentí después, cuando dijo aquello de no salir solos si no íbamos acompañados de dos nephilim entrenados. Evidentemente esa norma no iba por mí: yo ya contaba por más que dos nephilim. Pero aún así estaba bien mostrar apoyo a las palabras de mi mentor.

Al contrario que mis compañeros yo sí esperé para empezar a comer a que Gareth terminase de hablar, y al escuchar sobre la primera runa miré a los afectados. Luego habló del tema de los Parabatai, y una media sonrisa de satisfacción apareció en mi rostro. Crucé una mirada cargada de complicidad y, no iba a negarlo, orgullo e ilusión con Amber, y aproveché para darle un golpe por debajo de la mesa, encantado con la idea. Dijeran lo que dijeran tener Parabatai era como volverte cinco veces más fuerte de manera gratuita. Quizá si Andrea y Carlo lo hubieran sido, de hecho, el primero no habría sido tan inútil. Además, sabía que tenía mucha suerte con Amber. Era la más inteligente del Instituto, y nunca iba a quitarme un Demonio al que yo fuese a matar. Todo eran pros.

Mi pecho se hinchó aún más cuando Gareth habló del honor que suponía aquello para el Instituto y le dediqué una mirada de asentimiento y de respeto. Estaríamos a la altura.

Mantuve esa misma expresión de respeto después, cuando habló sobre Andrea. La alternativa era la sorna, y no parecía la mejor idea. Al escuchar lo que decía sobre sus vídeo negué suavemente con la cabeza, como si aquello fuera algo tan irremediable que no me era concebible por qué podía haber hecho cosas así. Y lo mejor es que era cierto.

Finalmente, cuando me dio pie a hablar, asentí con seguridad y me dispuse a informar a todos.

—Algunos subterráneos están desapareciendo —comencé, hablando con gravedad—. Por ahora tenemos la confirmación de que ha sucedido en las dos manadas de hombres lobo de la ciudad, y que han forjado una tregua débil entre ellas hasta que eso se solucione. Pero mientras tanto siguen faltando, y no parece que tengan pistas al respecto.

Dichas aquellas palabras guardé un momento de silencio. Gareth sólo me había dado pie a hablar sobre los hijos de la luna, y no sabía si era porque no quería hablar todavía de las otras cosas, o porque no las consideraba una prioridad. Aún así me lancé a dar más detalles.

—Tenemos motivos para pensar que no son los únicos. Es probable que también estén desapareciendo, como mínimo, brujos, pero es algo aún por confirmar.

Luego guardé silencio un par de segundos antes de cambiar de tema.

—Stuart, Derian y yo aniquilamos unos vetalas hace unos días —continué—. Al parecer alguien había acabado con su nido, y se habían refugiado en el lugar donde los encontramos. La descripción que dieron fue la de un nephilim pelirrojo, vestido de negro y rojo y del que no sabemos nada por el momento. Tenemos la dirección del supuesto nido, y lo suyo es que nos organicemos para revisar e investigar tanto el lugar donde los encontramos como el sitio del que fueron expulsados para averiguar cuanto más mejor —dicho aquello, y lanzado como estaba en organizar el asunto, busqué a Ivy con la mirada. Tenía que aprovechar ahora que no estaba Alice para mostrar iniciativa sin comerme sus comentarios sarnosos—. Cuento contigo para ambas cosas.

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11/02/2016, 00:34
(Gi) Sun-yun Herondale

Escuché atentamente a A.B., más de lo que realmente ella parecía pedir. Era una lástima que la mosca de la timidez mordiera siempre a los que más tenían que decir, aunque era una suerte que no perdieran del todo la voz, como era una suerte que yo no tuviera esos absurdos problemas para hablar.

Fingí agradecer sus palabras sobre Ami-son con un gesto de cabeza y si no puse más palabras en juego fue para no comerme las suyas.

En un momento puntual, cuando la gótica mencionó a Lora, desvié mis ojos hacia la princesa mutante para que me diera una pista de quién era, pero no insistí demasiado, pues tampoco me importaba más allá de saber que su anillo era más especial.

Asentí al final de su discurso como una mera confirmación de que la seguía y me quité el anillo para dejárselo, total, si todos sabían que ella no tenía ninguno no iba a poder fingir ahora que sí, y así la pobre disfrutaba un poco jugando a los forenses.

Entonces Herondale alzó la voz, y el momento de preguntar a la chica por su familia se archivó a otro momento. Quizás acababa de descubrir ese mundo pero la educación llevaba conmigo el mismo tiempo que ese anillo, o incluso más; así que giré mi cabeza hacia el marido de la directora en completo silencio.

Que empezara hablando de mí como a un cachorro rescatado de un circo me pareció una falta total de decoro, en corea hubiesen dado mi nombre y hubiesen dejado que yo misma eligiera qué contar y qué callar; pero, claro, así no habría posibilidad de aplaudir a su hija mediomuerta.

Por otro lado, que confesara tan rápido el desliz de algún familiar con el fetiche asiático me sorprendió y le dediqué una pequeña sonrisa aludida en su suspiro. -¡Qué fastidio! - me agrié por dentro al comprender que poco iba a joder a la niña mona con ello.

Dejé de prestar atención cuando mencionó el número de casos de nephilims perdidos y busqué a Maik con la mirada. Era fascinante tenerle tan cerca sin pantallas de por medio, y extraño lo descontextualizada que estaba su imagen, pero de algún modo, en ese castillo, en ese instituto, era incluso más perfecto que en Skins. - debería pedirle una foto de una puñetera vez-me despisté de mis propias cavilaciones - ¿Y el tercero?- tragué saliva y puse el oído de nuevo en Herondale por si tenía la respuesta.

No obstante, en algún momento se había abierto la veda de cenar y me había perdido la palmada de inicio y gratitud, así que esperé y escuché de nuevo el rollo de la primera runa. Quizás tendría que avisar que no llegaba virgen al matrimonio. Pero en ese momento solo dibujé un circulo con el pulgar y el índice cuando me señaló.

Si con la siguiente noticia no hice rotar los ojos fue por lo acostumbrada que estaba a vivir aquellas expresiones por dentro pero sin duda el discurso que acompañaba al anuncio era para pegarse un tiro ficticio en la cabeza, aunque con mi suerte era preferible no pensar mucho en ello.

Volví a mirar a Maik y a desconectar, pasaba de esa mierda de boda. Pero pasé demasiado, y tan solo llegué a procesar palabras sueltas hasta que lanzaman habló.

- Me importa una mierda lo que tengas que decir.- pensé activamente y actué en contra de ello, poniendo ojos y oídos en él.

Me pareció curioso que los dos problemas de esa gente fueran apariciones y desapariciones, más cuando al parecer lo que desaparecía eran potenciales problemas.- Pero la Alianza es la Alianza.

Luego, cuando mencionó los colores, mi cabeza recitó los versos leídos en alguna de esas paginas mugrientas e imaginé a un tipo invocando kuris, o lobos, o magos para salir a cazarlos. Obviamente, pelirrojo tenía que ser.

- ¿y qué coño son vetalas?- me encontraba pensando cuando lanzaman clavó la mirada en mi para llamarme a su lado para revisar e investigar - Chupate esa Anbel.- amplié mi sonrisa y asentí con los mofletes rosados.

Notas de juego

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12/02/2016, 00:01
Gareth Herondale

Ivy empezó a asentir al sentir la mirada de Émille sobre ella, pero al ver que Sun-yun también asentía, detuvo su movimiento y bajó su mirada al plato. 

Gareth habló entonces, asintiendo primero en dirección a Émille.

-Gracias, Émille. También quiero que me digáis cuándo iréis a casa de Nora, para avisar a los brujos. -Miró al resto y explicó aquello. -Esta mañana nos hemos reunido con un hijo de Lilith. Han reclamado la casa donde residía Nora, perteneciente a la desaparecida Callepsia.

- Émille ha acordado con ellos que iríamos una vez más a recoger las últimas cosas de la chica, pero quieren que nos acompañe un brujo. Quiero que forméis un grupo de cuatro o cinco nephilim para esa investigación -terminó, mirando a Émille y dejando con ese gesto el asunto en sus manos. 

-¿Alguien tiene algo más que informar? ¿O alguna duda? -preguntó, recorriendo con la mirada todos los rostros de la mesa en una pasada.

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12/02/2016, 00:07
Milton Carstairs

Milton fue el siguiente en hablar, mirando en primer lugar a Gareth.

-Yo me puedo quedar en el Instituto -ofreció con mirada seria, a lo que Stuart asintió-. Además, estoy controlando que Nora y Lauretta estén bien en Madrid y estoy en contacto con ellas por si tienen algún problema, pero desde Idris la conexión se perdería por los sellos. 

Después miró a Émille. -Cuenta conmigo para lo que necesites. 

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12/02/2016, 00:08
Stuart Wayland

-Derian y yo estamos sobre una pista para nuestra investigación y preferiríamos quedarnos también -intervino entonces Stuart, sin que pareciese tener mucha intención de profundizar más en ese tema-. A no ser que nos necesitéis allí. 

Entonces miró a Émille. -Pero antes podemos acompañarte a investigar el asunto de los vetalas si quieres -ofreció para después coger su vaso y beber un trago de agua, dando así por finalizada su intervención.

Sin embargo, su mirada se desvió hacia Ethan con cierta intensidad. No llegó a decirle nada, pero sí que parecía haber una pequeña advertencia en el brillo de sus ojos.