Partida Rol por web

Estación de nieblas

Capítulo 3: En algún lugar de la magia

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21/09/2015, 21:38
Breena Lightblue

La camarera frunció el ceño y sus pupilas se oscurecieron hasta volverse de un negro tan oscuro como la noche. Del iris empezaron a brotar venas negras que se extendían por todo el globo ocular. 

- ¡En mi local no se admiten las peleas! - gritó, llevando una mano bajo la barra, con aparente intención de sacar algo de ella.

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21/09/2015, 21:42
Chlöe Ridge

- Me cago en la puta... - Murmuró el hada que tenías al lado, boquiabierta ante el espectáculo que teníais justo delante. - Esa es nephilim como tú. - Te miró y volvió a mirar hacia el sofá. No parecía tener intención de hacer nada mientras el asunto no fuese con ella.

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21/09/2015, 21:44
Christian Malcom

El grupo de hombres lobo se puso en guardia de inmediato. Uno de ellos parecía ser el líder y con un brazo indicó a los otros que se quedasen atrás. 

- ¡Jason! ¡Detente ahora mismo! ¡Recuerda los Acuerdos! -exclamó con voz grave y autoritaria, dirigiéndose a la bestia que ocupaba el lugar en el que antes habías visto a un muchacho. 

Tras él, una del grupo, una chica alta y delgada rompió su botellín de cerveza contra el borde de la barra quedándose el casquillo en la mano. 

Notas de juego

Declaras ^^

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21/09/2015, 21:50
Émille Lalique

Al ver que aún tras mi indicación la chiflada seguía sin entrar hice un gesto con la cabeza, indicándole que siguiera a Ethan de inmediato. Y un instante después, al ver que sacaba aquella cámara, no esperé ni un segundo: traté de arrebatársela de las manos. Mi primer instinto posteriormente sería estrellarla contra el suelo, pero un reflejo de lucidez me hizo contenerme: probablemente Gareth estaría esperando dentro. Hoy había ganado suficientes puntos como para perderlos si la loca esta montaba una escenita y él lo veía. Que decidiera él.

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21/09/2015, 22:02
Narradora

Ethan fue el primero en abrir la puerta, pero antes de que ninguno de los tres pasara al interior, Émille lanzó la mano con rapidez hacia la cámara de Sun-yun, con intención de arrebatársela. La chica reaccionó rápido y movió la otra mano, bloqueando el brazo de Émille con su antebrazo, en un gesto reflejo con la palma de la mano abierta y tensa y los dedos juntos en una imagen que recordaba a las películas de artes marciales.

- Tiradas (5)

Notas de juego

Orden de iniciativa:

- Émille.
- Sun-yun y Ethan al mismo tiempo. 

Por mi parte como no es un "combate" en sí, no hace falta respetar la declaración inversa.

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21/09/2015, 22:14
Émille Lalique

Me sorprendió que la chica fuera rápida. Mucho. Pero no dejé que se me notase. En lugar de eso la miré fijamente a los ojos, amenazante. - Guarda eso. - Enuncié como advertencia. Aunque al menos tenía el falso consuelo de pensar que había sido por mi hype. Me encontraba dividido. Por un lado no me gustaba que hubiera sido capaz de detenerme, y menos delante de ojos de terceros. Pero por otro... Si eso era una mundana, quizá las cosas se pusieran divertidas pronto.

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22/09/2015, 00:01
(Gi) Sun-yun Herondale

- ¿Qué coño crees que estás haciendo?- fue el pensamiento que guió mis reflejos por proteger como una mamá osa mi pequeño tesoro. Miré al chico por encima de mis cristales todavía con la guardia alta y en cuanto recibí su orden, bajé lentamente el brazo y mi mirada pasó de la agresividad a la tontería bobalicona. - Vale. - acepté con voz derretida, agaché la mirada incomodada por la evidencia al oírme y desee que solo yo lo hubiese notado.

Aproveché el gesto para guardaba la cámara de nuevo, solo que esta vez procuré dejarla en la parte más accesible y superficial del bolso; ya tendría tiempo para ella después de ocuparme de todo eso.

Notas de juego

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22/09/2015, 01:01
Narradora

Con la cámara de vuelta al bolso los tres muchachos traspasaron por fin aquella puerta que a ojos de Sun-yun estaba incrustada en un muro medio derruido.

El interior del edificio era increíblemente opuesto al aspecto que mostraba el exterior. En cuanto los muchachos pusieron un pie dentro, pudieron contemplar lo que parecía el interior de un castillo. El techo se alzaba en lo alto y se perdía en una bóveda que parecía estar a varios metros de altura. Las paredes estaban cubiertas con tapices y varios motivos se repetían en ellos, en las columnas y en toda la decoración y construcción del lugar: estrellas, ángeles, rosas y espadas. Por todas partes podían verse estos elementos una y otra vez. 

También había varias inscripciones, de diseños similares al que Sun-yun había podido ver sobre la puerta del edificio y que de alguna manera recordaban al mismo tiempo a los tatuajes que asomaban en el cuello de Émille, Ethan y todos los demás.

Se respiraba tranquilidad en el ambiente, que resultaba cálido y acogedor a pesar de la piedra de la que estaban construidas sus paredes. A ambos lados del amplio recibidor se abrían sendos pasillos de techos altos y también llenos de tapices y cuadros de aspecto realmente valioso. Al fondo una escalinata subía hacia pisos superiores.

Sin embargo, no había nadie a la vista.

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22/09/2015, 14:25
Émille Lalique

El asentimiento de la chica era lo mejor que podía esperar. O no. Lo mejor que podía esperar, para prevenir, era que ella misma cogiera, tirase al suelo y rompiese su propia cámara. Pero a pesar de lo loca que estaba eso no parecía probable. Así que me contentaría con lo que tenía, pensando ya en el momento de enfrentarla en combate a Ethan.

La mantuve vigilada mientras entrábamos, y aunque me supo mal que Gareth no estuviera esperándonos, lo comprendí. Alice ya había entrado moribunda, y era su hija al fin y al cabo. Idiota, pero su hija.

De modo que en cuanto vi aquel vestíbulo vacío llevé la comitiva hacia el estudio. No sabía si él estaría en la enfermería, pero llevar a la china coreana allí con Alice en ese estado no parecía lo más apropiado.

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22/09/2015, 19:28
Andrea Youngblood

Estaba a punto de responder a aquella monada cuando escuché el gruñido. Me estremecí de inmediato, al mismo tiempo me giré en el taburete en un giro rápido y cuando vi aquella masa peluda cerca de Amber me asusté un poco. Más por la pobre chica que por mi, después de todo estas últimas semanas en Londres había estado cerca de la muerte muchas veces.

Instintivamente eché mano a uno de los cuchillos, solo a uno y lo empuñé. - ¡EH EH! - grité preocupado mientras me ponía en pie y me acercaba rápido a Amber. Pero solo recorrí un par de metros rápidamente, después caminé muy lentamente enseñando las manos en alto y tono conciliador. - ¡Eh, para, déjala en paz! 

Antes de llegar a ellos dejé me detuve para dejar el cuchillo en el suelo en un gesto pacificador, pero en ningún momento le perdí de vista. La idea era acercarme lo suficiente para de algún modo interponerme entre ambos si se prestaba la oportunidad. - Por favor, hablemos, no merece la pena un baño de sangre...

Sobra decir que me esforcé mucho en calmar los ánimos.

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22/09/2015, 19:45
Lobo

El enorme lobo apartó sus ojos salvajes de Amber cuando vio que te acercabas a él. Sin embargo, antes de que te interpusieras, estiró una de sus garras para tomarla a ella por el cuello. 

Después te miró y acercó su rostro al tuyo para abrir las fauces y rugir en tu cara, amenazante. Pequeñas gotitas de saliva salpicaron tus mejillas y un aliento repugnante invadió tus fosas nasales. 

- Tiradas (1)
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22/09/2015, 20:27
Amber Blackwell

Amber se había puesto pálida y tenía los ojos desorbitados. En aquellas dos semanas habías aprendido alguna cosa sobre ella y la principal era que odiaba combatir. Solía pasar los días en el taller que tenía en los sótanos del Instituto y sólo muy esporádicamente la habías visto entrenando con Scott. Tampoco iba a las misiones si podía evitarlo.

Sin embargo, seguía siendo una nephilim y no parecía tener intención de quedarse quieta. Mientras todos empezaban a reaccionar, su mano se movió rápido y se metió dentro de la mochila, con la intención de sacar de ella un cuchillo serafín.

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22/09/2015, 20:30
Narradora

La pelirroja sacó el cuchillo de la mochila y empezó a acercarlo a sus labios para invocarlo, pero las manos le temblaban y antes de que llegase a hacerlo, el lobo la agarró por el cuello y la levantó con facilidad antes de que pudieras interponerte entre ambos. 

Aguantaste estoicamente su rugido, un sonido aterrador que entró por tus oídos y se esparció por tu mente, enredándose en tu cerebro con tentáculos fríos, llenándote de temor. Fue difícil, pero no habías llegado hasta allí echando a correr a la mínima, así que, a pesar de estar desarmado, aguantaste el rugido sin moverte ni un ápice. 

Por el rabillo del ojo viste cómo la mujer loba rompía aquella botella, armándose. Y también viste cómo la camarera sacaba de debajo de la barra lo que te pareció ser un rifle. 

- Tiradas (12)

Notas de juego

Orden de iniciativa:

- Lobo.
- Andrea.
- Grupo de lobos y Breena al mismo tiempo.
- Amber.
- Chlöe.

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22/09/2015, 20:41
Lobo

Después de aquel rugido el lobo no parecía dispuesto en absoluto a escuchar, dialogar, ni comportarse pacíficamente. Sus ojos te abandonaron para fijarse en el cuchillo que Amber tenía en la mano y lanzó un garrazo para que lo soltase. 

Sus garras se hundieron en la muñeca de Amber, abriendo tres gruesas heridas que empezaron a sangrar y el cuchillo serafín cayó al suelo con un ruido tintineante.

- Tiradas (3)
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22/09/2015, 20:59
Ethan Evans

El movimiento de la chica fue rápido, Emille no consiguió quitarle la cámara. Seguro que hacía alguna especie de arte marcial chino. Lo que vino después fue casi surrealista. Alcé ambas cejas, sorprendido por que alguien como Emille pudiera causar esa impresión en la china solo con darle una orden. Probablemente le vaya el BDSM. Supuse, encogiéndome de hombros.

Una vez dentro observé a la chica con curiosidad mientras avanzábamos hacia el despacho e Gareth. No hay demasiada gente en el instituto. Le dije, usando un tono agradable. Es grande, pero está bastante vacío.

Antes de llegar al despacho añadí algo más. Gareth es buen tipo. Intenta ser sincera con él, te ayudará como hizo conmigo.

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22/09/2015, 21:19
Narradora

Émille empezó a guiar al grupo con paso decidido, por pasillos de techos altos y también llenos de tapices y cuadros de aspecto realmente valioso. 

Finalmente se detuvo delante de una puerta de madera de doble hoja, de nuevo con runas inscritas sobre ella y sin dudar las empujó abriendo paso a una sala de gran tamaño, con una mesa alargada rodeada de sillas en el centro. Al fondo un ventanal de cristal esmerilado teñía y dejaba pasar la luz suave y apagada del exterior. El suelo estaba cubierto por una alfombra espesa y mullida y en las paredes había estanterías con libros y pequeños sillones.

En el interior de la sala había dos personas, ambas sentadas a la mesa sobre la que podía verse un juego de parchís de aspecto viejo y deteriorado. Algunas de las fichas que estaban usando habían sido sustituidas por botones. Se trataba de una niña de unos once años, con rubios y largos cabellos y rostro dulce y una joven que rondaría los dieciocho, de cabellos largos y oscuros y tez pálida. 

  

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22/09/2015, 21:20
Josephine Herondale

- Nooooo. ¡Ivy, no puedes hacer eso! - Exclamaba la pequeña con voz cantarina, sin darse cuenta todavía de que la puerta se había abierto. - Te lo dije antes, si te sale un seis tienes que abrir la barrera, ¿recuerdas?

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22/09/2015, 21:21
Ivy Lovelace

- Vaya, Jo, lo siento. - Dijo, dedicándole a la niña una sonrisa suave. - Me cuesta memorizar las reglas de estos juegos de mundanos. 

Los ojos de la joven, tan oscuros y profundos que a simple vista parecían negros, se levantaron cuando escuchó la puerta abrirse y os contemplaron con una expresión preocupada. Parecía estar entreteniendo a la niña para mantenerla distraída, pero no os dio la impresión de que tuviera el más mínimo interés en aquel juego. 

Al ver a Sun-yun pareció sorprenderse y su mirada se volvió tímida. No dijo nada, pero miró a los dos chicos con expresión interrogante.

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23/09/2015, 12:17
(Gi) Sun-yun Herondale

Avancé casi vulnerando el espacio vital de cara de Mike, siguiendo el ritmo de sus pasos y observando mi alrededor con ojos alucinados. Aquello era excesivamente mágico, parecía sacado de uno de esos mangas en los que se acaba salvando el mundo de la puerta del infierno o del virus más violento y mutante jamás creado. Parecía como si hubiese atravesado la cuarta pared a un mundo fantástico. Y probablemente lo había hecho si aquellos ladrones de cuerpos realmente eran celestiales o nephiliphis como se habían llamado seguramente una variación divina de serafines.

Cuando cara de Mike me habló lo escuche analizando aquellos cambios que las grabaciones hacían en el tono de su voz, y pude creerme pisando los pasillos del instituto de la serie al oírle mencionar esa palabra. -En el fondo me alegro de que te haya poseído un ángel, Mike. Quizás el pueda purificar tu alma después de que la productora te la corrompiera. Verás como sí. - sonreí tras sus palabras en señal de apoyo. Sin embargo su consejo me aceleró el pulso y pude sentir como debajo de mi maquillaje palidecía. - ¿van a meterme un bicho de esos dentro?- ¿Cómo?- intenté parecer calmada.

Al cruzar las puertas y descubrir dos chicas más en ese mundo de frikis me sentí extrañamente aliviada. Pasé mis ojos por toda la habitación y contuve mis ansias de tocarlo todo. En su lugar, centré mi atención en la pequeña y como si no existiera nadie más me acerqué babeando en mis adentros por la monada más mona que había visto en mi vida. Ella sí tenía edad para ser llamada así.

- Hola- saludé escurriéndome en la zona de juego y estirando los brazos para darle un achuchón- Parece una muñequita, por dios, que cosita- ¡Pero que preciosa eres!- exclamé dejando espacio a la pequeña y por cortesía me giré hacia la otra chica para saludarla con la mano y una gran sonrisa.

Notas de juego

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24/09/2015, 13:14
Émille Lalique

Cuando llegamos al estudio y vi que estaban aquellas dos mi primer impulso fue marcharme. Es lo que habría hecho de estar sólo yo. No porque me cayeran mal, ni nada - eran de las más soportables - sino simplemente porque tampoco tenía nada que hacer con ellas. Aunque hoy no era yo el que iba a quedarse, así que tampoco era malo. Más para vigilar a la loca.

Al ver cómo nos miraba Ivy mi expresión se volvió de inevitabilidad. - Se la han encontrado. - Dije, como si hablase de algún tipo de cachorrillo. Entonces decidí seguir con aquella línea, y más al ver cómo actuaba después.. - Tendríamos que haber parado a comprar una correa y un bozal de camino, pero traíamos un herido. - Señalé antes de hacer un gesto hacia Jo, esperando que así Ivy entendiera a quién me refería.

La loca seguía demostrando su condición. Pero al menos estaba distraída. De modo que tras un suspiro al compadecer a Jo me dispuse a marcharme. - Voy a por Gareth. - Les dije. - Esperad aquí.