Partida Rol por web

Estación de nieblas

Capítulo 4.5: Susurros del Más Allá (Sun-yun)

Cargando editor
20/11/2017, 22:08
Ella Blackthorn

Aquella mañana Ella llevaba unos pantalones grises y una camiseta celeste de manga corta. Atado a la cintura podías ver un jersey y en los pies unas deportivas blancas. La chica parecía haberse preparado para la caminata que os esperaba y su sonrisa mostraba su buen humor cuando os encontrasteis en la Plaza del Ángel. 

Buenos días —saludó cuando te vio llegar, caminando hacia ti—. ¿Estás lista para el paseo hasta la necrópolis?

Cargando editor
21/11/2017, 11:34
(Gi) Sun-yun Herondale

Cansada de la ropa ajustada de la ceremonia, me había vestido volviendo a las prendas anchas pero sin perder mi estilo coqueto. Llevaba un conjunto mostaza que combinaba con el siempre otoño de los cementerios, cómodo, fresco y abrigado. Era perfecto, como mi pelo aun rizado atado en una coleta que me había copiado de Alis.

Al ver a Ella apreté el paso, corriendo como en las series había visto correr a las chicas hacia su cita, y aunque esto no fuera una cita romántica me valía el papel para ser adorable a todos los ojos.

Buenos días, Ella — sonreí e incliné un poco mi espalda en saludo—. Preparada —enfaticé asintiendo con la cabeza—. Te agradezco mucho que me acompañes.

Cargando editor
23/11/2017, 23:29
Ella Blackthorn

La chica negó con la cabeza, quitándole importancia al hecho de acompañarte, y empezó a caminar hacia la salida de la ciudad. Llevaba un paso constante, ni demasiado lento para que fuese un paseo, ni demasiado rápido para cansarse enseguida. 

—Me gusta caminar, así que no hay nada que agradecer. 

Hizo un gesto de saludo con la cabeza a un chico rubio y atractivo que salía en ese momento de una de las casas de esa calle, pero esperó hasta que él se alejó para seguir hablando.

—Ese era Robert Youngblood —explicó, comenzando una conversación informal—. Es el sobrino de la directora del Instituto de Londres y vive aquí en Alacante. Tiene un parabatai que se llama Alex, aunque no es tan guapo como él. —Hizo una pausa y te sonrió—. Verás como pronto conocerás a todo el mundo y harás amigos aquí.

Cargando editor
26/11/2017, 13:48
(Gi) Sun-yun Herondale

Caminar no era una de mis pasiones pero si a ella le gustaba, pues vale, no iba a quejarme por ir dónde yo quería. Aunque fuera a pie.

Por suerte ese día mis zapatos más altos no habían combinando con la ropa.

Idris era tan parecido a Korea, la del sur, solo faltaba que el sentido de la moda de Alis fuera un poco más extendido. A saber cómo sería el pijama de Ella, seguramente igual de soso que el de Anbel.

Estúpidos Imbil.

Debí quedarme mirándola mientras averiguaba su pijama porqué a la tía le dio por hablarme como si fuera Aly Ami-son.

¡No me digas! —exclamé como si de verdad eso me interesara— ¿pelirrojo? ¿Pero Calil le vio con un moreno?

Luego hice un gesto con la mano velando mi interés en la popularidad —Ya te conozco a ti, estoy bien.

Le sonreí para que ella pinchara el tema de la amistad.

Pero si es sobrino de Leire ¿somos primos?

Cargando editor
27/11/2017, 02:51
Ella Blackthorn

—¿Pelirrojo? Nah —respondió, negando con la cabeza—. Alex es moreno. Aunque hay bastantes Fairchild por ahí. 

Rió un poco con su propia broma sin llegar a explicarla y luego te miró como si no terminase de entender lo que decías. 

—¿Leire? Ah, quieres decir Deirdre... —Parecía orgullosa de haber llegado a esa conclusión ella sola y no esperó tu confirmación al seguir hablando—. Pues hombre, eso dependería de si alguno de tus padres es un Youngblood, pero por ahora no saben aún de dónde has salido, ¿no? Mucha casualidad sería que justo Robert fuese tu primo. Quizá uno lejano. 

Se encogió de hombros, sin darle mucha más importancia a ese asunto. 

—Te convendrá hacer más amigos aparte de mí. Ahora tengo mucho tiempo libre porque estáis aquí y soy algo así como vuestro comité de bienvenida —explicó—. Pero normalmente entre la Academia y ayudar a la Inquisidora no me vas a ver mucho el pelo fuera de clase. 

Su barbilla te señaló con un gesto que llegaba acompañado de una sonrisa. 

—¿Y tú qué? Háblame un poco de ti. ¿Qué te gusta hacer? ¿A qué te dedicabas cuando vivías como una mundana? ¿Tienes novio?

Cargando editor
27/11/2017, 12:04
(Gi) Sun-yun Herondale

Me reí con su respuesta sobre ese Alejh y aunque seguro que no sabía qué tenía gracia de lo dicho ella también rió. La tenía loquita.

No le di importancia a lo de Leire. Parecía que la señora Herondale era más conocida como "directora del instituto de Londres" que por su nombre. No la culpaba, a Ella, era un nombre muy feo como para querer guardarlo en la cabeza.

Eso está bien —asentí. Tomando nota de que para ellos el matrimonio no hacía familias. Me gustaba. La sangre es la sangre—.

Me sorprendió de nuevo que usara títulos en vez de nombres y apellidos para hablar de la gente pero fue muy grato. Esa chica era lo suficiente educada como para dejarle pasar su ansia de cotilleo. Quería ser mi fan, que lo fuera. Le sonreí con nuves de algodón cuando se metió con calzador en el saco de mis amigos.

Me dedicaba a ser la hija perfecta—resumí encogiéndome de hombros—. Llegué a Londres con una beca para estudiar matemáticas en la universidad pero a la semana un kuri se comió a mí tu de allí.

Guardé las manos en los bolsillos del poncho — Así que espero que vayas armada —bromeé —. Es broma —ladeé la cabeza haciendo que la coleta me acariciara la nuca y se asomara por el hombro más bajo—.

Me hubiese gustado estudiar historia como tu, pero mis padres son... eran...lo que sea. Em..protestantes y la historia en Corea va ligada a otra religión así que lo tenía prohibido. Tampoco me dejaban ir al templo, ni buscar hadas —volví a agitar mis hombros—. Que les den —me expresé liberada de mantener su honor—.

Fingí olvidarme del tema del novio.

¿Tu te criaste aquí? ¿Te has casado ya?

Cargando editor
29/11/2017, 22:03
Ella Blackthorn

—Siempre voy armada —respondió Ella de buen humor a tu broma, aunque no llevaba ningún arma a la vista. 

Después se rió con tu segunda pregunta, sin dejar de caminar. 

—Qué va. Ni siquiera tengo novio. —Se encogió de hombros como si aquello no tuviera la menor importancia, aunque algo en su mirada hacía pensar que le importaba más de lo que pretendía—. Y sí, me crié aquí en Alacante. En realidad sólo he salido de Idris un par de veces. 

Para ese momento pasabais justo por debajo del arco que daba salida a la ciudad y el suelo empedrado se convirtió en camino de tierra. A ambos lados un manto de césped brillaba verde, salpicado con algún que otro árbol aquí o allá. 

—No me imagino cómo debe ser criarse como una mundana —comentó entonces, tras quedarse pensativa un instante—. ¿Nunca notaste que había algo distinto en ti? Quiero decir... Si querías buscar hadas... ¿No era porque sabías, aunque fuese en tu interior, que había más de lo que veías?

Cargando editor
30/11/2017, 10:58
(Gi) Sun-yun Herondale

Armería —pensé con el comentario de Ella—. No me gusta —fue mi primera reacción por a quién me recordaba pero una reflexión más tarde cambié de opinión—. O sí. Si ella lo tiene, él ya es irrelevante.

Me hice la sorprendida cuando dijo que no tenía novio aunque era evidente, ni le habíamos visto rondándola ni tenía tiempo con lo de pelarse las rodillas por la Inquisidora.

¿Y dónde fuiste? —pregunté por esas dos veces fuera de Idris esperando que no fuera Alemania al cruzar la frontera sin querer...

Los campos apretaron la tuerca del garrote vil a mi corazón. Joder, mis seguidores empezarían a estar agobiados, a lo mejor Carstairs podía encargarse de mantenerme viva en la red mientras me torturaban en este pueblo de amish psicópatas.

Pero ¿confiaba ya tanto en él?

Siempre supe que había algo distinto en mí pero es que nací sietemesina eso es como nacer bajo la estrella. Mis padres ya se encargaron de que no creyera en más que un dios y un demonio, ni siquiera aceptábamos a muchos ángeles. Y lo de las hadas era un juego de niños... Se dice que si encuentras una en el bosque de Jai-do puedes pedirle lo que quieras que se cumplirá. Todos los niños buscan éxito, ¿sabes? Honra fácil, pero ahí está la trampa, el honor viene con el sudor.

Pero no creo que todos los mundanos hayan sido bien criados como yo. Mira a Meri-san, o Aly Ami-son o las brujas de las sigma sigma omega... No creo que ninguna haya peleado en su vida. Para mi los occidentales son tan raros como los mundanos para vosotros.

Agité la cabeza y crucé los dedos de mis manos sobre los labios.

¡Vaya! Siento el rollo. Es que me siento más en casa, en lo que siempre ha sido corea, aquí que en Londres. Si tuvierais palillos para comer sería como si nunca me hubiese ido y wifi .

Me reí por debajo de la nariz al caer en una bobada.

Y tanto buscar hadas y a la primera que encuentro mi gran deseo fue un zumo de naranja —alcé un dedo para puntualizar algo como si fuera importante—. Natural.

Cargando editor
01/12/2017, 15:30
Ella Blackthorn

—Al Instituto de Londres y al de Nueva York —respondió, después de escucharte con atención y sin dejar de caminar—. Nada del otro mundo, pero fue curioso ver a tanta gente por las calles. 

Se quedó un instante callada, frunciendo el ceño con cierta preocupación, como si buscase la forma de explicarte algo complicado. 

—Espero que pagaras ese zumo de naranja —dijo, con una sonrisa que no terminaba de encajar con la inquietud de su mirada—. No es buena idea deberle nada a un seelie. 

Hizo una pausa y dio dos pasos más antes de volver a la carga.

—No sé qué idea mundana de las hadas tendríais en Corea —tanteó—, pero la realidad seguro que es muy distinta. Tienen una sociedad tan antigua como los ángeles y los demonios. No en vano son su misma progenie. Son hermosos, pero también son seres crueles y dañinos. No es buena idea pedirles deseos ni favores, siempre encontrarán la forma de perjudicarte en su beneficio. —Arrugó la nariz como si estuviese a punto de dejar el tema, pero agregó algo más—. Y si alguna vez vas a la Corte, ni se te ocurra comer o beber nada de lo que te ofrezcan allí. Eso haría que les pertenecieras por derecho y nunca volverías a salir de allí. 

Relajó el rostro e hizo un gesto con la mano.

De todos modos, no te preocupes. Todo esto ya lo aprenderás en la Academia. Sólo ten cuidado si te cruzas con ellos. —Recuperó la sonrisa al agregar algo más—. Y si quieres comer con palillos es fácil. Aquí hay nephilims de todo el mundo. 

Cargando editor
03/12/2017, 13:16
(Gi) Sun-yun Herondale

Sus viajes no eran nada impresionante, en eso llevaba razón, pero aun así abrí los ojos como si me interesara aunque me ahorré todo comentario.

Saqué la mano del bolsillo solo para indicarle con un gesto que no se preocupara por el zumo y su pago que no tardé en volver a guardar.

Escuché con empollona atención lo que contaba de las hadas y conforme iba desarrollando su clase menos entendía la discordancia entre el tono y lo que decía. Parecía estar advirtiéndome pero todo cuanto decía sonaba genial, eran mi retrato.

No te preocupes, sé que los cuentos no son como la realidad y lo de la corte y tal. Aquello fue en un bar de Londres y Carstairs pagó.

Me habían dicho que no había instituto en Seúl, ¿hay otros naphilim coreanos por aquí? —pregunté pero antes de que respondiera me pisé a mí misma— Oye, ¿qué podría pedir un hada en retorno por ayudar a encontrar algo o alguien? ¿y qué pasa cuando un nephilim deja la clave? Es más ¿lo de comer o beber tiene que ser voluntario, libre?

Cargando editor
06/12/2017, 02:25
Ella Blackthorn

La muchacha relajó las arrugas de su ceño al escuchar que aquello había sido en un bar, pero con la mención a Milton te echó un nuevo vistazo que te hizo pensar que algo estaba cociéndose en su mente. 

Luego te escuchó y asintió a la última de tus preguntas, comenzando así a responder por el final. 

—Sí, tiene que ser por propia voluntad. No pueden obligarte. —Hizo una breve pausa y matizó—. Pero sí pueden engañarte. Es su especialidad. 

Se encogió de hombros con la siguiente respuesta.

—A saber. Pueden pedir cualquier cosa. Y cuanto más inocuo parezca, más peligroso será. Hay mejores formas de morir que a manos de esos sádicos.

Dio algunos pasos más y se agachó para cortar una brizna de hierba con los dedos. Cuando volvió a hablar, su tono parecía de nuevo pedagógico.

—No hay nephilim «coreanos». Ni ingleses, franceses o americanos. Los nephilim somos todos de Idris —explicó, mientras enroscaba la hierba en su dedo—. Pero hay cazadores de sombras viviendo en muchos lugares del mundo y algunos se acomodan a las costumbres. No hay Instituto en Seúl, pero hay uno muy importante en Shanghai y hay nephilim yendo y viniendo constantemente. También hay uno en Táipei, en Pekín y en Tokio. Así que si quieres palillos, se los podemos pedir a algún nephilim que pase por allí. Además, he oído que vas a tener una tutora del Instituto de Pekín, ¿no?

Cargando editor
06/12/2017, 21:24
(Gi) Sun-yun Herondale

Por ser negra no se coscaba de lo racista que sonaba metiendo la vasta Asia toda en el mismo saco, solo le faltaba decirme que si bailaba bolliwood.

A lo de la tutora me encoguí de hombros quitándole importancia justamente porqué parecía tenerla.

Luang —dije de pasada fijándome en el juego de sus dedos y la hoja—. ¿Un anillo? —sentí el frío de la ausencia del mío envolviéndome el dedo al pensar en ello. Era curioso que fuera lo único que quería conservar de mi vida anterior y fuera el puente a la actual. Uno perdido.

Te caen mal —observé sin volver a entrar en las hadas. No me importaba su opinión, solo me sorprendía, sobretodo teniendo la cabeza tan llena de historia—. Pues es posible que tengan a Mike.

Me detuve solo un segundo para estirar los dedos de los pies y subí la mirada al cielo imaginando que cambiaría de color cuando nos aceráramos al cementerio. Al bajar la vista sonreí corriendo un tupido velo.

Por cierto, ¿cual es tu apellido? ¿ya te parece bien que te llame Ella?

Cargando editor
09/12/2017, 18:50
Ella Blackthorn

La chica asintió despacio al escuchar el nombre de la mujer que iba a instalarse en Alacante para enseñarte. Te pareció intuir una sombra de respeto en sus ojos, como si ya hubiera escuchado ese nombre antes. 

—No me caen mal —repuso mientras mirabas hacia el cielo, con un encogimiento de hombros—. Pero los mundanos tienen ideas muy adulteradas sobre los Subterráneos y eso es peligroso. No sé quién es Mike, pero si la Corte lo tiene, ya lo puedes dar por perdido. 

Aceptó tu cambio de tema, pero notaste su mirada sobre ti, como si le preocupase que a pesar de sus advertencias fueras a correr hacia los brazos de un millar de duendes de dientes puntiagudos. 

Blackthorn —respondió a continuación, sobre su apellido—. Y claro que me parece bien. —Sonrió, malinterpretando el motivo de tu pregunta—. Todos mis alumnos me llaman así, no tienes de qué preocuparte. 

Cargando editor
10/12/2017, 20:22
(Gi) Sun-yun Herondale

Me gustó más la objetividad de Ella y lo pragmática que había sido con el tema de Mike de lo que me gustaba la idea de que no fueran a poder rodar la serie mientras yo no pudiera verla en este país extraterrestre.

Las cosas son como son. Genial. A ella no podría darle la chapa para conseguir que trajeran mi anillo de vuelta pero era un buen sustituto.

¿Todos? —me sorprendió aquella parte, sobretodo porqué ella usaba títulos con otros nephilims y porqué con lo chungo que sonaba su apellido debía quedar cojonudamente de profesora. Infundía temeroso respeto, de los de "la letra con sangre entra".

Levanté una mano desdiciéndome de la pregunta— Es solo que en Corea eso sería impensable. Solo se puede usar el nombre de alguien menor a ti, o de un familiar; también el de tu pareja o amigos de parecida edad si te lo conceden. Me ha sorprendido pero no es que me parezca mal ni nada.

Cargando editor
10/12/2017, 20:44
Ella Blackthorn

—Bueno... Es que los nephilim no somos tampoco muy numerosos —explicó—. Nos conocemos casi todos. —La brizna de hierba cayó desde sus dedos mientras te dedicaba una sonrisa que parecía de ánimo—. Cada cultura tiene sus normas y ahora tendrás que aprender otras nuevas. Supongo que te resultará difícil adaptarte, pero ya verás como lo consigues. 

Entonces hizo una pequeña pausa antes de añadir algo más.

—Corea parece un lugar muy rígido, lleno de prohibiciones. 

Mientras hablabais los muros de la ciudad habían quedado atrás hasta que los habías perdido de vista. La pradera parecía llenar todo el horizonte, aunque a lo lejos te parecía percibir algunas sombras que podrían ser árboles, quizá un bosque. En ese momento notaste cómo los pasos de Ella se ralentizaban y su mirada iba más allá, hacia la izquierda, donde empezaba a perfilarse una colina que parecía vuestro destino. 

Cargando editor
11/12/2017, 10:01
(Gi) Sun-yun Herondale

Asentí con cabeza y cuello obediente, tomando aquella adaptación como una primera prueba. Por supuesto que lo conseguiría, había conseguido camuflarme entre las sigma, sigma, omega.

Mis ojos viajaron detrás de nuestros pasos haciendo cola al vuelto de la hierba cortada hasta reencontrarse con el suelo al que nunca volvería.

No es rígida, es exigente. Y todas esas prohibiciones están puestas para que sus habitantes puedan ser la mejor versión de sí mismos.

Son normas de conducta básica que tienden a la libertad. Si todo el mundo se mueve dentro de unos parámetros establecidos que impiden que tus acciones tengan consecuencias negativas para los demás, y en cambio, te pulen para ser productivo para la sociedad: puedes hacer cuanto quieras porqué harás lo correcto.

Es un lugar exigente con sus habitantes, lleno de familias más exigentes todavía con sus miembros pero no se tortura.

Le sonreí poniendo puntilla al golpe bajo y luego seguí sus ojos hacia la colina.

¿Qué habilidades te dio la sangre del ángel, Ella Blackthorn? Si no es maleducado preguntar —estaba un poco nerviosa por hacerlo sin A.B—.

Cargando editor
12/12/2017, 20:36
Ella Blackthorn

Las cejas de Ella se alzaron levemente, con un claro escepticismo sobre las bondades del lugar donde te habías criado, pero sus labios no dijeron nada al respecto. Tan sólo mantenían esa misma sonrisa cordial que parecía vivir en ellos. 

Sus comisuras se curvaron un poco más cuando mencionaste la tortura y te dedicó una breve inclinación de cabeza. 

Touché —te concedió—. Así dicen los mundanos, ¿no? 

La colina parecía crecer a medida que os acercabais a ella, hasta que llegasteis a una verja de poco más de un metro de altura presidida por la estatua de un ángel. La puerta estaba abierta y en cuanto pasasteis al otro lado empezaron a aparecer las primeras tumbas en la base de la ladera. 

—El cementerio Marble —anunció tu guía—, donde se entierra a los nephilim que no descansan en la Ciudad Silenciosa. Los Branwell... Creo que están por ahí —dijo, señalando hacia la derecha.

Empezó a caminar hacia allí, pero no dejó de hablar, retomando en ese punto la pregunta que había dejado en el aire. 

—Mis primeros dones fueron Glamour e Invisibilidad. Luego descubrí que también poseía Limpieza. Y ahora estoy aprendiendo Fortaleza. ¿Con qué te bendijo el Ángel a ti? —devolvió la pregunta mientras echaba un vistazo a los nombres de las lápidas con las que os cruzabais. 

Cargando editor
20/12/2017, 11:05
(Gi) Sun-yun Herondale

No sabía de qué me hablaba pero asentí. Por lo general asentir y sonreír ayudaba a parecer que te enterabas de todo y ya de antes.

Subir la colina era un poco rollo pero valió la pena por el efecto de la estatua del Ángel emergiendo hasta recibirnos con la verja que parecían -en mí cabeza- un gran abrazo a sus muertos.

Volví a asentir a la explicación de Ella, justo como antes, para parecer tan enterada de esto como de lo otro de los mundanos. No esperé a que ella volviera a caminar para dirigir mis pasos hacia donde señalaba y me alegró ver que ella tampoco se quedaba pasmada.

Tengo lo de las piedras, el ki y escudo —comenté rápido la parte menos guay—. Pero también pasó algo muy raro con el kuri que no he encontrado en los libros. Ya te lo diré cuando lo vea.

Cargando editor
23/12/2017, 04:19
Ella Blackthorn

—Había oído que tenías el Ki —respondió la chica sin dejar de caminar—. Pero lo de las piedras... ¿a qué te refieres? ¿Y cómo es eso que te pasó con el kuri? Tal vez pueda echarte una mano  —ofreció, entre solícita y curiosa. 

Entonces se detuvo y sus ojos contemplaron una tumba alta, con una caja de piedra blanca pulida con una lápida ornamentada con filigranas de hojas de enredadera, entre las que se mezclaban relieves de alas de mariposa. 

«Charlotte Branwell
1850-1940
Ave atque vale, Cónsul.
Osadía y justicia.»

—Y aquí está —dijo, señalando hacia la tumba—. Charlotte Branwell. 

Te miró con curiosidad una vez habíais llegado al lugar que querías visitar y entonces notaste un levísimo movimiento detrás de la lápida. Y al mirar allí, una pequeña pelusa de pelo blanco te observaba con dos ojos enormes y disparejos, uno verde y otro azul. 

Cargando editor
30/12/2017, 13:23
(Gi) Sun-yun Herondale

Había oído lo del ki, debía ser una leyenda ya por ese lugar. Típico: en los pueblos nunca pasaba nada hasta que pasaba. Y en este caso mi ki y yo eramos lo que pasaba.

Estaba a punto de responder a lo de las piedras para que pudiera cotillear más de mí con los demás aburridos de pueblo cuando llegamos a la tumba. La Tumba.

En ese momento frente a frente con Branwell noté el aire enredarse en mi pelo y correr luego hasta las enredaderas de piedra. Si mi vida fuera un manga, este momento se ganaría una viñeta de doble hoja.

Jesamain —suspiré satisfecha. Estaba camino a la verdad—.

Las hojas se movieron llamándome para recibirme luego un pequeño felino cargado con media maldición. Sus ojos me contaron toda su historia al instante. Azul y verde. Cielo y tierra. Libertad y condena. Y estaba ahí para encontrarse conmigo.

Charlotte — me agaché y alargué mi mano al pequeño para que la olisqueara. Me hizo gracia que la silueta de Kitty que colgaba de la pulsera que aun llevaba en mi muñeca se pintara de blanco con su pelaje—. Ya estoy aquí para escuchar la verdad.