Partida Rol por web

CAPITULO CUARTO: Reminiscencias de Fobos (ERROR - System Failure)

Del prologo

Hacia finales del siglo XX los roces entre las potencias capitalistas occidentales y los países comunistas orientales alcanzaron su punto máximo y la tercera guerra mundial comenzó.

Durante los primeros minutos la mitad de la población mundial había sucumbido bajo el poder atómico y en las horas siguientes los sobrevivientes eran diezmados por el invierno nuclear y los implacables drones automatizados.

Semanas después las potencias sobrevivientes llegaron a un armisticio dejando la mitad de la población sobreviviente diezmada por la radiación. Desde entonces cincuenta años pasaron y la civilización olvidó todo lo sucedido a cambio de exuberancia tecnológica además de los beneficios económicos a cambio de contaminación.

Volviendo cincuenta años atrás.

Hora cero + 43 dias. Tiempo de misión 1100 horas.

Orbita alta de Marte. Nave de asalto NCC0715 “Fatboy”

La guerra rápidamente se expandió fuera de los confines del planeta, llegando a las colonias exteriores, la luna, Venus, Marte y las lunas de Júpiter.

La humanidad sin fronteras en contienda sin importar donde fuese.

Y Marte no era la excepción.

La lucha por los metales en el planeta rojo significa la victoria en la Tierra y el punto estratégico se encuentra en Fobos, aquella roca estéril y aburrida.

Luego que la base militar de Deimos fuera bombardeada hasta su desintegración por las fuerzas de la tierra ahora Fobos es la baza para la victoria contra los marcianos y solo resta capturar la base militar marciana para asegurar el desembarco de las fuerzas en el suelo rojo…

“Fatboy” comenzaba a recibir los cimbronazos de la atmosfera alta del planeta rojo. Cien años atrás era imposible recibir semejante turbulencia pero gracias a las maquinas terraformadoras ahora Marte gozaba de una atmosfera semejante a la del planeta azul.

La ruta de ingreso al satélite Fobos requería cruzar por algunos minutos el área de turbulencia que se encontraba en la zona oscura de los radares militares marcianos.

Aquella zona oscura había sido “fabricada” por varias detonaciones nucleares en la estratosfera marciana. Cortesía de Industrias Greytek, quien proveía de armamento a las desgastadas naciones Occidentales de la Tierra.

No era una misión fácil ni mucho menos pero los antiguos miembros del grupo mascullaban maldiciones al sargento Blackstone por las últimas incorporaciones. Una docena de novatos recién incorporados a la unidad de Especialistas Militares de Misiones de alto riesgo.

La palabra novato dentro del grupo hace referencia a simples soldados y nada más pero la exclusividad de la unidad lo amerita.

Por lo tanto Blackstone durante el ingreso atormentaba a los nuevos con su clásico discurso motivacional antes de enviarlos al frente. Según él, A foguearse.

¡Soldados!

¿Qué día es para ustedes? ¿Lo saben ya? Pues es el día del Juicio Final.

La buena noticia es que tienen esperanzas, soldados.

Esperanza en forma de un glorioso combate. La batalla es la gran redentora.

El ardiente crisol en el que... solo los verdaderos héroes... se forjan.

El único lugar donde todos comparten...el mismo rango, sin importar qué basura parasitaria eran al llegar a mi unidad.

Si son lo suficientemente duros para llegar con vida al anochecer entonces podrán considerarse parte de mi unidad.

Parte de los Cuervos negros. 

Demian era junto a su amigo uno de los miembros más antiguos y experimentados de la unidad. Al terminar la guerra él y su compañero Charles tenían planes que los harían millonarios. Tan solo debían sobrevivir algún tiempo más…

Je je je . Mira Charles. Aquel se ha meado en sus pantalones. – Señala a un novato sentado en la punta de la hilera de asientos.

Charles es frio y calculador a contraposición de su amigo que solía hablar de mas y bromear en exceso, pero entre los dos formaban una dupla implacable en el campo de batalla y justamente eso les había permitido sobrevivir hasta ahora.

• Déjalo en paz Demian. Cuando muera yo me quedare con sus botas y tu con su munición. – respondió para su amigo sin dejar de leer una revista de economía publicada unos días antes de la guerra. Según él, la clave de los negocios se encontraba en la venta de armas.

Quico se había quedado dormido. Aquellos aburridos viajes en los que no había nada que hacer le producían hastío. Recordaba como había sido la primera vez, pegado a una de las escotillas exteriores de la nave. Maravillado por la inmensidad del universo, sus ojos captaban cada detalle. Pero ya no quedaba nada de ese Quico. Ya se había aburrido de cada uno de esos detalles y la "inmensidad del universo" para el significaba horas y horas sentado, esperando que llegase el momento de desembarcar. Total, siempre las mismas rutas, siempre los mismos destinos...un coñazo.

No fueron las turbulencias lo que lo despertó. A eso estaba acostumbrado. Fue la voz de Blackstone, con su ensayado "discurso para novatos V.2.1" el que consiguió devolver al "vet" de nuevo a la realidad. Abrió los ojos, como si no supiese dónde estaba. Había tenido uno de esos sueños...uno de los buenos...estaba siendo atacado por zombies en un centro comercial. ¿Una pesadilla? ¡Oh!, ¡si!...cualquier cosa era mejor que volver a escuchar aquel discurso que no emocionaba a nadie.
 

"...ardiente crisol en el que... solo los verdaderos héroes... se forjan..."

Quico se preguntaba si se inventaría él esos discursos o se los daban hechos. ¡Por el amor de Dios!, la mayor parte de los presentes, ni siquiera sabría lo que es un crisol.

"...El único lugar donde todos comparten...el mismo rango, sin importar qué basura parasitaria eran al llegar a mi unidad.

Si son lo suficientemente duros para llegar con vida al anochecer entonces podrán considerarse parte de mi unidad.

Parte de los Cuervos negros. "

Ser duro...¿era tipos duros lo que quería Blackstone o gente sin alma? Joder Quico, te estás rallando...déjalo

Y por si esa mierda de discurso no llegaba, estaban Demian y Logan. Sus chanzas fueron todo lo que necesitaba para dejar asomar su mal humor.

-¿Queréis dejarlos en paz? Lo último que necesitan estos muchachos es aguantar vuestra mierda de "vet" soplapollas.

Nunca le habían gustado esas gilipolleces. Las cosas como son, la mayoría de los novatos temblaban como un plato de gelatina antes de entrar en acción y la mayor parte de ellos se cagarían en sus pantalones antes que derribar a un enemigo, si es que no morían antes, pero reírse de ellos no mejoraría las cosas allí abajo. Necesitaban inspirar confianza a aquellos chicos porque, las cosas como son, ya no quedaban suficientes vets. Era obvio que Logan y Demian no estaban de acuerdo. Ellos disfrutaban con aquella mierda, mirando a los novatos por encima del hombro, riéndose de ellos...como si no los necesitasen.
 

Abrí los ojos de golpe.

de pronto el dolor y  el calor desaparecieron, me encontraba con mi grupo camino a la batalla.

- Pero...estaba durmiendo?- pensé y me pasé las manos por la cara como tratando de limpiarla y despertar bien al mismo tiempo.

En eso estaba cuando escuché como los siameses con complejo mesíanico molestaban a los nuevos, como si eso les ayudara a "foguearse" y estar enfocados; menos mal que Quick0 salió a defenderlos.

- Dejálos Quick0, un día se les acabará su suerte y un recluta les salvará el culo... pero creo que incluso así, los gilipollas siguen siendo gilipollas - fue mi aporte para desviar la atención sobre los reclutas.

Miré alrededor y me detuve al frente, encontrandome con la mirada de Eve y le pregunté:

- como estas?... parece que me dormí... fue una pesadilla horrible... robotaxis... como en las pelis antiguas...- le comenté.

Charles... 

Charles...

¿Estas despierto? - preguntó con voz tierna, y la luz de la mañana se tendía perezosa sobre las sabanas, los murmullos de la mañana bostezaban detrás de la ventana, el frío matinal incitaba a moverse despacio y buscar la piel del otro, en el aire había ya un aroma a café recién preparado, siempre ha sido una ventaja tener esas cafeteras automáticas a "Ella" le encantaba ese aroma por la mañana la despertaba siempre de buenas era mejor que tener un despertador escandaloso con su pitido...

"Piiiiiitttt"
"Piiiitttt"

"Piiiittt"
"Piiiittt"...

"Piiiiiitttt"
"Piiiitttt"

"Piiiittt"
"Piiiittt"...

La alarma en el panel le despertó de su ¿recuerdo?¿sueño? 

Eve siguió tecleando algunos botones de la consola que tenia frente a ella y el pitido ceso.

 Emm... ¿he?... disculpa Sam - en ocasiones Eve le llamaba "Sam" a Ghost pues le era tan familiar como un hermano, aunque trataba de evitarlo en servicio, los apodos son mas impersonales y efectivos en batalla según había aprendido, ademas todos lo conocían como Ghost, nadie excepto ella le decia "Sam".
Creo que me dormí - Le dijo a su amigo. Callo en cuenta del discurso interminable de Blackstone y volteo los ojos hacia arriba negando con la cabeza sin que Blackstone le viera, luego se encogió de hombros y miro a Ghost esperando que le repitiera lo que le dijo 

Werner había despertado un poco antes, pero tratando de no molestar a nadie, había cogido una tablet en la que estaba repasando información sobre sus campos. Y sus campos eran la medicina y la ingeniería. No era desde luego el mejor soldado en cuanto a puntería y resistencia, estaba algo mayor, pero podría solucionar muchos problemas de muchos otros modos.

Cuando aparece el oficial a dar la charla, guarda la tablet, más por respeto que porque necesite prestar atención a lo que va a decir. Bastante enlatado, oído unas cuantas veces, y un pobrísimo intento de efecto pigmalión con tintes Macho. Al fin y al cabo era un soldado, no un orador.

Cuando terminó, volvió a coger la tablet, pero antes de encenderla, los dos listos de turno empezaron a reírse de los novatos. Werner frunció el ceño con desagrado. No le gustaban ese tipo de comportamientos. ¿Acaso habían olvidado su primer dia? También tuvieron miedo, y seguro que lo último que necesitaban aquél dia era que los veteranos de turno les minasen la moral. 

Sin embargo no tenía intención de discutir con dos cabezas huecas como aquellos, pero sonrió al ver que otros compañeros sí salían en su defensa. Entonces se animó a entrar al trapo, y tratar de subirles la moral.

Tranquilos, jóvenes. Cuando estéis allí abajo os daréis cuenta de que vuestro entrenamiento es mejor de lo que pensabais. Un poco de prudencia, y en caso de pánico atenerse a las directrices que habéis aprendido... y todo debería ir bien. Miradme a mi. Ni fuerte ni rápido, ni un gran tirador, pero he llegado vivo a viejo. El secreto está en mantener la calma y no desesperarse. Si podéis vencer a vuestro miedo, seguir las pautas que habéis aprendido y cumplir las órdenes, tenéis comprado el billete de vuelta a casa.

Sonrió mirando a los ojos a cada uno de los novatos que le miraban. Pretendía que sus palabras fueran un bálsamo para sus nervios. Cuando uno se enfrenta a la muerte por primera vez, no quiere oír historias de héroes... La incertidumbre y el miedo nublan todo tu juicio... lo que uno quiere es que le digan que va a ir bien, que le digan cómo salir vivo. Lo de aspirar a héroe viene después.

La suya no había sido una charla de machote, como la de sus compañeros, pero es que él no lo era. No era un machote, pero si podían ver en Werner una especie de figura paterna y veterana, tal vez acudieran a él o a sus palabras en caso de quedarse bloqueados.

Demian tras escuchar las broncas del trió defensor de los novatos hizo una mueca de desagrado para luego quitarse su cinturón de seguridad e ir a por el pasillo hacia la puerta trasera que lleva a la bahía de carga. – Bueno, bueno. Ahora han hablado los “experimentados” que desean adoptar a los novatos. Sobrevivir a tres misiones no les da el título de “vet soplapollas”. ¿Ok? – Demian saluda a su superior, el sargento Blackstone, y solicita permiso. – Sargento. Pido permiso para revisar el equipo por ultima vez. Faltan algunos minutos y no quisiera que los monos grasosos del hangar hayan pasado por alto algo. – Ashouse permanece expectante a la respuesta del sargento.

En la última misión la unidad había perdido la mitad de sus hombres más experimentados por culpa del piloto del segundo transporte. ¡Vaya mierda de destino! Pensaba con ira Logan al ver a los novatos siendo defendidos por los no tan novatos. No importara lo que dijeran. Ninguno de ellos podría sobrevivir tanto como él y Demian. – Hey, espera. Voy contigo. – escupe Logan a los pies de un novicio mientras le pide a su amigo que le permita acompañarlo. Ni en sueños se quedaría allí entre el rebaño.

Si son lo suficientemente duros para llegar con vida al anochecer entonces podrán considerarse parte de mi unidad.

Parte de los Cuervos negr...

Su discurso de iniciación es interrumpido por Demian y Logan, Piden permiso para controlar por enésima vez el cargamento. - ¡Maldición! Ya déjenme terminar el jodido discurso. ¡Fuera de mi vista antes que los eche por la exclusa de aire! – el sargento señala la bahía de carga, luego empuja a Logan y a Demian para que liberen el pasillo. Blackstone necesita espacio para ir y venir mientras termina su parloteo.

Los otros dos rápidamente desaparecen por la puerta. Sin dudas no desean ser el blanco de la ira del sargento.

– Hey, espera. Voy contigo. –escupe Logan a los pies de un novicio mientras le pide a su amigo que le permita acompañarlo.

El escupitajo cae entre los pies de Danya. La situación le crispa los nervios pero al ver que esos dos tipos se van del lugar ahora puede respirar aliviada. En cambio el discurso del sargento es similar al de los entrenadores en la escuela militar. Las diferencias apenas son perceptibles. 

Evan  está sentado junto a la muchacha que recibió la salivación del veterano soplapollas. Al irse el tipo y su amigo Evan saca jugo de la situación ya que las cartas están servidas. Saca de un bolsillo una petaca y se la extiende a Danya. En tono de complicidad le guiña un ojo a la muchacha mientras espera que acepte su bebida.

La unidad de Dax fue diezmada unas dos semanas atrás y ahora es un novato forzado dentro de los “Cuervos negros”. No tiene opción y eso le molesta pero se conforma con examinar en silencio a todos pero no puede evitar susurrar algo al otro novato. – Oye, guarda eso antes que te vea Blackstone. – Si el sargento ve la petaca la cosa se va a poner fea.

Frunzo el ceño al despertar. Me encuentro muy fuera de lugar, tanto que no se ni donde estoy ni que hago aquí. Parece que estamos en una nave a punto de entrar en guerra por la preparación que hay... pero hace apenas unos segundos estábamos corriendo para evitar que nos pillara una bomba. Pero ahora estábamos dentro de una nave esperando atacar una base para asegurar nuestra entra en Marte.
Permanecí en silencio tratando de atar cabos, pero nada de lo que decían tenía sentido. Niego con la cabeza.
-Estoy confundido chicos... ¿Estábamos soñando? Yo... recuerdo una bomba.... bueno da igual. Era un puto sueño vívido de cojones...
Reviso el equipo de forma automática para estar preparado para el ataque inminente.

Escuche a Eve y noté que no me había puesto atención, pero no me importó, pues somos cercanos; sin embargo, me quedó dando vueltas que Jason también habló de un sueño.

- Eve... al igual que Sullivan, yo también tuve un sueño... - hice una pausa, mire a mi alrededor y continué- estaba en un campo de batalla y corría con algo en las manos... fue distinto a cualquier cosa que me haya pasado- le pregunté pensando que ella podría tener alguna respuesta.

Los dos vets bocazas seguían escupiendo su mierda. Mierda que además, parecía que estaba haciendo mella en los novatos. Lo último que necesitaban era un bajón de moral por culpa de aquellos dos imbéciles. Y ahora resulta que el resto de la tropa tampoco eran dignos de estar a su lado porque llevaban menos tiempo que ellos. No importaba que les hubieran salvado el pellejo un sinfín de veces.

La palabrería de los dos vets parecía haber acabado por sacar de quicio a Blackstone, al que parecía que aquella mierda no le agradaba más que al resto. El capitán se despachó con ellos empujándolos para sacarlos de enmedio. Y Quico, ni corto ni perezoso aprovechó el momento para estirar la pierna y ponerles la zancadilla y intentando retirarla antes de que se diesen cuenta. Si caía uno de ellos bien; si caían los dos, mejor. Un tropiezo de los dos "vets" que los dejase en ridículo frente a los novatos sería muy apropiado para acabar con sus chanzas al menos por hoy y eliminar, al menos en parte, esa inseguridad que tanto les gustaba infundir en los novatos.

Y todo esto, mientras convesaba con sus compañeros.

-Sí, yo también me quedé dormido. Es normal. Son muchas horas de espera. Lo curioso es que yo no suelo recordar mis sueños y este era tan...tan real...Estaba...estaba en una ciudad en ruinas  y había...zombis. Por todas partes.

Los dos militares abandonan el área del pasaje en vistas de las broncas que les imparte el sargento pero en medio de todo aquello Quick0 logra que uno de ellos caiga al suelo por su disimulada zancadilla.  Demian cae de bruces sobre un novato cuyos nervios le habían jugado una mala pasada.

Demian al recuperar la postura recibe el vomito del novato que había sido aplastado por la caída. Las botas del veterano son ensuciadas de vomito y la ira desborda de él.

Entonces Demian arroja una mirada asesina a Quik0 al descubrir que él había sido el autor de la jugarreta.  También le susurra algo al novato que ensucio sus botas para luego ir detrás de su compañero y dejar la estancia.

Eve escucha atenta esta vez a su amigo - Solo es la emoción por la batalla - le contesto a Sam, Luego Quick0 contesto y Demian fue a parar sobre un novato. Eve contuvo la risa con la palma de su mano y disimulo tecleando el panel que tenia frente a ella. 

Tiene mucho tiempo que no sueño nada - le mintió a Ghost, ella había tenido sueños, extraños sueños, en ocasiones los confundía con la vigilia y en ocasiones no sabia si en realidad seguía soñando, pero prefirió no decir nada pues soñaba en muchas ocasiones con Charles y no quería tener que explicar eso.

Al fondo sonaba una canción.

Eve sabía que faltaba poco y comenzó a prepararse mentalmente, pronto tendría que atender heridas de diferente naturaleza en todos esos novatos y hasta uno que otro veterano.
Todo en orden Ghost, lista - dijo a su amigo, mientras checaba los últimos detalles de su equipo - parece que ellos también están listos- le dijo señalando con la barbilla a los novatos con la petaca y le sonrió.

Quico se echó a reír ante la caida de Demian, intentando contagiar la risa al resto de sus compañeros y especialmente a los novatos. Lo sentía por el novato que se había dejado el desayuno en las botas de Demian, pero realmente estaba disfrutando con aquello.

-¡JAJAJA! Vaya Demian, te veo nervioso-dice Quico ofreciéndole la mano para levantarse, con una sonrisa-Vamos, vamos. Levántate que estás asustando al muchacho. Pero oh, mira lo que has hecho. Tsk, tsk...¡como te has puesto!.

Luego, así que Demian y Logan se fueron, ayudó al muchacho a levantarse.

-No te preocupes. Es normal vomitar si Demian te cae encima. No sé lo que te ha dicho, pero supongo que no sería bonito. Ni caso. Y si te vuelve a molestar, hablas conmigo. ¿Ok? Soy Federico Ramirez, pero aquí todos me llaman Quico...y estos son Sullivan, Eve, Ghost y Thunder. Ok. Buena gente y buenos soldados. Estaremos todos ahí abajo, contigo así que tranquilo y no hagas caso a las gilipolleces de gente como Demian o Logan. Solo son dos imbéciles engreídos.

Quico se levantó, se ajustó su traje y cogió su fusil.

-Será mejor que vayamos. La guerra no espera a nadie.