Partida Rol por web

Langley fue en su día la típica ciudad de estilo americano, imitando los sueños y deseos del país vecino con diseños de casas bajas prefabricadas y amplias carreteras. Al norte se encuentra el amplio rio Fraser y mas allá la reserva forestal al pie de las montañas. Antes del holocausto nuclear tenía unos 15000 habitantes, hoy sólo el viento parece habitar aquí. 
Caminando a marcha normal se tarda aproximadamente medio día en atravesar la ciudad. Hoy es un lugar silencioso y fantasmagórico donde la vegetación surge entre la ceniza y nieve para comenzar a reclamar el terreno perdido saliendo de entre el asfalto. Hay coches destartalados a ambos lados de las carreteras dentro de los cuales en muchas ocasiones se encuentra el conductor convertido en un esqueleto que parece reírse de los avatares. El clima no parece ser el propicio, desde las montañas una tormenta de nieve más fuerte está por llegar al caer la noche. 

Quicko miró hacia atrás y suspiró. Esto era una locura, pero no había otra opción que abandonar el barco antes de que se fuera a pique.

Que les den, solo saben pelearse entre ellos y chismorrear. 

Comenzó a caminar hacia la ciudad y al poco ya estaba sudando y casi sin resuello. Se detuvo a mirar el desolador paraje que tenía ante él. Sacó su GPS, consultó su posición y la cotejó con las notas que había tomado anteriormente. Le costaba cruzar los datos. Quizá los hubiese tomado mal o...

Gracias al uso de tu brújula y buena memoria logras ubicar uno de los grandes edificios visualizados en la distancia. En otrora un hipermercado ahora es un sitio fantasmal totalmente bloqueado por todas sus entradas disponibles. Un océano de coches aparcados en su plata de estacionamiento hace difícil avanzar directamente.

Quick0 agradeció el deplorable aspecto que presentaba el acceso al hipermercado. Se acordó del UFO Unknown Enemy Unknown y de lo útiles que eran los coches abandonados para parapetarse. 

Comenzó a avanzar entre los coches, agachado. Volvía a sudar. No parece ver a nadie, pero los sucesos de los últimos días hacían que extremase las precauciones. Además, el hecho de que el hipermercado tuviese sus entradas bloqueadas podría indicar que aún hubiese gente dentro. Eso se lo pondría más difícil. Alguien lo suficiente previsor podría haberse parapetado dentro y sobrevivir durante años a partir de conservas enlatadas. Y el que lo hiciese probablemente no estaría deseoso de compartir sus reservas con nadie.

A la que avanzaba, aprovechaba para mirar en el interior de algunos coches, por si viese algo que le pudiese ser de utilidad, pero sin detenerse demasiado. Su prioridad era conseguir comida y su primera opción era mirar en el hipermercado.

Subiendo al techo de un auto logras mirar dentro a través de una ventila de aire y el panorama es desalentador. Posiblemente el sitio fue clausurado por los saqueos de la pre guerra o peor, alguien entro por otro sitio y se llevo lo útil. Deberás buscar una entrada para ver mejor.

De todas maneras el sitio es enorme. Es posible que algo hayan pasado por alto.

Quicko quedó decepcionado al ver el aspecto que presentaba el hipermercado por dentro. No era tan ingenuo como para esperar ver las estanterías repletas, pero esperaba encontrar algo. Pero era demasiado pronto para darse por vencido. Era posible que hubiese algo por poco que fuera. No pasaría sin averiguarlo.

Rodeó el edificio con cautela buscando una entrada. Entre todos los deshechos que fue encontrando por el camino, intentó buscar una barra de hierro o similar. Llegado el caso, le podría servir como palanca o incluso como arma cuerpo a cuerpo. 

Rodeando el edificio encuentras la entrada a un estacionamiento subterráneo ubicado justo debajo del mismo inmueble. Le bloquea una desvencijada reja que fácilmente hacer correr sobre sus oxidados rieles. Hay un par de coches bloqueando la entrada a posibles incursores sobre ruedas pero es posible caminar cuesta abajo sin mayores problemas. La única dificultad es la oscuridad dominante en el subsuelo, un par de metros desde la entrada ya no se puede ver absolutamente nada.

Puedes usar una tirada de superviviente para ver que encuentras entre los coches.

Quick0 aparta la reja y se adentra en la estructura forzando la vista para ver en la penumbra. Solo entonces pulsa el interruptor de su linterna rogando porque funcione y sigue buscando.

Sin suerte en tu búsqueda durante el estacionamiento bajas por la entrada hacia la oscuridad del subsuelo debajo del hipermercado.

En medio de la oscuridad la débil luz de tu linterna alcanza a iluminar claramente un par de metros delante lo suficiente para descubrir un sitio repleto de automóviles, camiones y demás rodados de carga pesada. Aquí el agua llega casi hasta las rodillas haciendo difícil avanzar por el barro y la basura que chocan tus piernas pero el silencio  es abrumador. Solo algunas goteras rompen el encantamiento. Tal vez mas adelante encuentres alguna rampa o escalera hacia el interior del hipermercado.

Quico tuerce el morro, disgustado por el desolador paisaje y sigue andando, rodeando el supermercado en busca de otra entrada más practicable. La idea de mojarse los pies en una poza de aguas estancadas en las que no se puede ver donde pisas no le resultaba para nada atractiva.

El tiempo aquí abajo parece no avanzar y parece que una eternidad hubiese transcurrido desde que bajaste al estacionamiento subterráneo a buscar una entrada al hipermercado. El frio agua entumece tus piernas lentamente y la oscuridad dominante engulle tus pasos previos pero lo peor esta por llegar. La linterna comienza a fallar y la sola idea de quedar varado en medio de la oscuridad no es nada bonito. Comienzas a apurar el paso hacia alguna pared con intenciones de buscar la salida pero entre los fallos intermitentes de la linterna descubres una figura aterradora casi frente a tus narices. La criatura despertada por tu presencia comienza a acercarse hacia ti. Finalmente la luz se apaga y el terror golpea tu voluntad.

rodeando el supermercado en busca de otra entrada más practicable.

UPSS..!Error de la Matrix. Ya corrijo. :D

Solo restaba mirar el otro lado del hipermercado pero afortunadamente descubres un gran camión estrellado contra la pared norte del edifico. Cerca de las cortinas mecánicas donde desembarcan la mercadería se encuentra el camión estrellado contra una oficina de recepción y deposito. Dentro del cuarto hay una puerta que posiblemente conduce a los depósitos internos del hipermercado pero la única dificultad es que se encuentra atorada contra el marco y no abre.

Quicko se acerca a la puerta y saca la palanca que consiguió previamente, alegrándose de tenerla consigo. La introdujo por una ranura libre de la puerta y haciendo palanca, tiró para desbloquearla. La puerta crujía a la vez que el sudor volvía a empaparle la cara y a cubrir de vaho el interior del traje.

Luego de jalar de la palanca un par de veces la puerta finalmente cede y puedes abrirla. Del otro lado se encuentra el deposito del hipermercado con sus estanterías de varios niveles junto a un par de autoelevadores eléctricos. Una parte del techo cedió derribando algunos pasillos de estanterías, ahora hay una gran montaña de cajas e hierros retorcidos y del otro lado la salida al gran salón de la tienda.

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