Ya en la sala de musica el chico parecia mas relajado, suspira profundamente y dice:
Bueno... entonces si dices que la azotea esta cerrada no creo que sea buena idea ir alli a no ser que tengamos alguna forma de abrirla y solo se me ocurre hacerlo con la llave de la sala de profesores
El chico se asoma a la ventana, mas para coger aire que para otra cosa y dice:
Supongo que lo que tenemos que hacer es buscar agua y comida y esperar a que vengan a sacarnos de aqui... si es que nos sacan porque mirad
El chico señala a la ciudad que se veia a lo lejos, las chicas podian ver como algunas columnas de humo se empezaban a levantar en la lejania, sin duda sintoma de algun que otro incendio
De nuevo en la sala de música Hyo-ri Yie no soltó su "arma" particular, sino que manteniéndola cerca de su pecho, esta siguió al muchacho para ver qué era lo que señalaba para finalmente dar un comentario muy de los suyos al respecto, a fin de cuentas, ver un incendio en la ciudad tan solo se traducía en una misma cosa:
-Espero que el incendio no esté en el barrio de la fábrica de fuegos artificiales, que está al lado de la casa hecha de cerillas, justo al lado del conglomerado de gasolineras y la industria de los dirigibles y helio para globos. -Comentó llevándose el triángulo frente a la boca- Y el orfanato de cachorritos...
Probablemente en la ciudad no habría todas esas cosas, mucho menos en el centro de la ciudad y una al lado de la otra. Pero en caso de haber, y que casualmente el incendio fuera ahí, sería interesante estar lejos de las ventanas.
Seguí al resto por inercia adentrandome en la sala de música solo para descubrir al mirar las ventanas que tal como el chico decía, las posibilidades de ser rescatados eran casi nulas.
- Nadie nos rescatará- dije en voz baja con su mirada perdida en el horizonte. De vez en cuando dedicaba una mirada nerviosa a la puerta como a la espera de que alguna de esas cosas entrara.- Vamos a acabar como Cristian o incluso peor...
Ignoré quizás inconscientemente el parloteo constante de Hio y las conversaciones del resto. ¿Cómo podían albergar algo de esperanza en una situación así? que envidia me daban.
- En la sala de profesores también deberian estar nuestros telefonos pero...- cerré la boca, no era necesario insistir en mi visión negativa de la situación en la que estabamos.
Si como decía Hikari la azotea estaba cerrada y no podíamos abrirla, subir seria meternos en una ratonera, así que nos dirijimos al aula de música.
Parecía estar tranquila, no se veía ni escuchaba ningún zombie por allí.
Fue entonces cuando Seul-ki nos hizo ver que en toda la ciudad parecía que estaban igual, lo que no nos daba demasiadas esperanzas.
-"Bajar al aula de profesores sería poco más que un suicidio"- Contesté ante el apunte de Kim Ji -"Pero quedarnos aquí sin hacer nada, esperando que esos bichos nos encuentren no me parece tampoco la mejor de las ideas"
La situación era desesperada y se nos agotaba el tiempo y las ideas
Se deja caer de espaldas contra la puerta, esta vez procura tener el bate a la mano (Ha aprendido su lección, debe estar siempre alerta), necesita descansar un poco, la pelea contra su “compañera” le ha dejado muy cansado, no es el momento de intentar salir, con suerte puede que algo llame la atención de estos seres y salgan, en el peor de los casos, cuando recupere fuerzas deberá salir e intentar huir… huir, niega con la cabeza, no sabe a donde podría ir, pero no se mata la cabeza pensando, por ahora solo le queda ver si el Kimbap y el Kimchi aún son comestibles, y descansar.
Hikari recordaba que, efectivamente, cuando habían intentado con Cristian y su amiga Ji Eun ir allí, para almorzar, el sitio estaba cerrado. -Sí, sería mejor conseguir esa llave porque si nos acorralan delante de esas puertas estamos muertos.
La reflexión del joven, sobre la dificultad de sacarlos de allí, le hizo mirar por la ventana también. El humo que reinaba era un indicio de una gran verdad -Estamos jodidos... la ciudad es un caos. Eso quiere decir que el virus zombie, o lo que sea, ya traspasó las puertas del colegio.
Su mente fue a la memoria de su hermano, y de su padre. "Cuidaos... por favor."
El comentario de Hyo-ri era espeluznante, claro que Todo era espeluznante. Su estómago sintió un líquido ácido revolverse allí dentro a causa del enorme estrés que estaba viviendo. Las palabras de Ji Eun la hicieron reaccionar, la abrazó decretando -vamos a salir de esto. Tenemos que armar una estrategia. Agua, comida y un refugio. Los móviles serían de gran ayuda... o poder ir a una sala con computadoras.
Coincidía con Young-Mi en esto de no quedarse sin hacer nada.
-¿Podríamos bajar a la sala de alguna forma?
Miró la ventana con una mezcla de terror y genuina curiosidad.
El chico se acerca a mirar la comida, por fortuna casi toda es comestible aun y le permitira comer una vez mas, por lo que si come ahora podra aguantar hasta la noche. Al menos al estar en los vestuarios no tendria problemas de agua
Mientras tanto fuera el ruido era practicamente igual, algunos pasos torpes. Podia ver que en la parte de los servicios habia una pequeña ventana, pero no sabia si podria caber por ella, aunque si que podia ver el exterior que parecia bastante despejado en aquella parte
El chico observa a las chicas unos momentos y finalmente dice:
A ver... estamos en la cuarta planta y la sala de profesores estan en la planta baja... asi que si queremos bajar tenemos dos opciones
Mira la puerta y despues la ventana para añadir:
O nos arriesgamos a bajar todas las plantas por las escaleras o nos descolgamos por la fachada... de todas formas. Si la ciudad esta hecha un caos como parece que pasa... ¿creeis que la policia ira a un instituto a rescatar a unos niñatos como nosotros?
Se deja caer en una silla y suspira profundamente para mirar de nuevo a las chicas y dice:
Supongo que... estamos mas que jodidos...
La muchacha comprendió la dificultad que estos tenían en estos momentos, así como ver la utilidad de los celulares en esta situación en donde la ciudad parecía estar en un estado igual o peor que la escuela. Así que, tras meditarlo un poco, esta alzó la voz.
-¿Y si llamamos a nuestros compañeros de clase?. -Preguntó con cierta curiosidad- Si ellos han recuperado o han colado su teléfono podremos contactarlos y buscar quién tiene poderes místicos de entre ellos... o usar los teléfonos a modo de distracción para los Infectados, Zombies, Mordisqueadores, Caminantes, Reptadores, Putrefactos...
Al parecer Hyo-ri Yie tenía que decir toda la lista antes siquiera de poder terminar con dicho hilo de la conversación antes de poder entrar en el otro que habían abierto, siendo este la gran duda de cómo bajar en un primer lugar para obtener dichos teléfonos móviles.
-Podríamos atar nuestra ropa y hacer una cuerda para bajar, o si hay riesgo de que se rompa, podríamos cortar los hilos del piano y usar eso junto a la ropa para bajar abajo...
Come aquello que es comestible y se dispone a descansar por unos minutos, cuando por fin se siente con fuerzas para continuar se acerca a la ventana y ver si es posible salir por ese lugar, también intenta buscar algún termo o recipiente en el cual pueda llevar algo de agua.
Como lo que se pueda, tomo algo de agua y descanso lo suficiente como para recuperarme, busco algo que pueda usar para cargar agua potable y por último veo si es posible salir por esa ventana, si es posible salgo y mantengo el bate listo de ser necesario.
A Hikari le daba mucho miedo el descenso por la ventana, pero quedarse allí le parecía peor y expuso por qué: -Si nos quedamos demasiado tiempo encerrados podemos correr el riesgo de debilitarnos debido al hambre y la sed. Prefiero intentarlo, lo que dice Hyo-ri... usar nuestras ropas aunque sea.
Deberían amarrarlas muy bien, sería una tarea difícil.
-La policía primero rescatará a los peces gordos... políticos, gente con poder. Estamos fritos si los esperamos.
Era lógico que en una situación límite primero se resguardaran a las personas de mayor poder, no le gustaba y sin embargo sentía que ellos no serían un objetivo prioritario para las autoridades.
-Busquemos en esta misma aula si hay algo más que nos ayude a bajar por la ventana, cualquier cosa.
El chico mira de reojo a Hyo-ri y dice:
Atar la ropa no parece mala idea... pero si juntamos las cortinas que hay aqui y toda nuestra ropa, es decir, hasta quedarnos en ropa interior no creo que consigamos hacer una cuerda con la que bajar mas abajo de la segunda planta. Lo del piano esta descartado, ¿no sabes lo afilado que esta eso?
Tras observar por todo el aula pudieron encontrar cortinas y algo de tela que les serviria para llegar a un espacio entre el tercer y segundo piso, tendrian que añadir algo mas para bajar algo mas.
Recorad que el uniforme que llevais todas es este
Falda, chaqueta, camisa y los chicos pantalon, camisa y chaleco
Kenzo busca por la zona y encuentra una botella de agua de medio litro vacia. Con facilidad el chico logra llenarla de agua, podria aguantar un tiempo con ella.
Tras observar el exterior puede ver que no hay nadie y decide salir, primero tiene que tirar el bate para poder salir el despues. Con cuidaod cae al suelo en donde puede ver ante el varios caminos, por un lado, tiene la opcion de dirigirse a la zona del edificio en obras, volver al gimnasio, ir al edificio principal del instituto o dirigirse a la puerta principal.
Por desgracia no sabia como estaban ninguno de los sitios salvo el gimnasio y tendria que acercarse a alguno de ellos para poder ver como estaban
Comprendiendo que bajar de esta forma iba a necesitar de algo más de trabajo por parte de ellos, Hyo-ri Yie señaló directamente al único chico que había en la habitación, aquel compañero que había conocido en el post-mid-apocalípsis zombie y le dio una orden.
-¡Ya lo sé!. -Exclamó alegre- ¡Tu poder oculto es poder desnudarte para que podamos hacer más larga la cuerda con la que bajar!. ¡Tan solo estabas esperando el momento oportuno para demostrarlo!.
Al parecer ella estaba bastante contenta con aquella explicación lógica que hubo sacado de la nada, y no solo eso, sino que además de eso, estaba orgullosa de sí misma por poder sacarla de la nada tan solo mirando la longitud de los objetos para la cuerda y la ropa de los presentes.
Hikari entendía lo que el chico explicaba, además de que se imaginaba cuánto podría doler un corte con una de las cuerdas del piano, si por casualidad cortaba la ropa.
La explicación de su compañera la hizo poner roja.
-No, no, no... no tenemos que desnudarnos. Él tampoco -sus manos se movían en ademanes nerviosos -usemos las cortinas y eso que dijiste, aunque sea bajamos un par de plantas. Podemos ver desde allí si el aula o lugar al que accedemos es seguro para meternos y luego tratar de encontrar otra forma de seguir bajando.
Era mejor aunque sea empezar a bajar, intentar dar con la sala de profesores de a tramos.
-¿Qué otra cosa podemos hacer? ¿Tenéis comida o bebida encima para aguantar un poco?
Una vez fuera de los vestidores se sentían bastante intranquilo, allí dentro estaba bien protegido, pero sabía que no podía quedarse en ese lugar indefinidamente, debía buscar a otros, una idea que sonó muy extraña en su cabeza, como fuere solo veía un camino, pero anticipaba que no seria nada fácil, así que con el bate en la mano comenzó a caminar, procurando hacer poco ruido y estar bien atento, dirigiéndose al edificio principal.
Me dirijo a la muerte segu… digo al edificio principal.
Suspiré pesadamente dejando de ver el caos de afuera, no quería salir del salón pero Hikari tenía razón, sin comida ni agua estar allí pronto sería un suplicio... sin embargo lo que nos esperaba afuera no era mucho mejor.
- No creo que atar nuestra ropa sea buena idea- musite nerviosa- probablemente no soportaría el peso y terminaríamos cayendo al vacio.
Mi voz quebrada y mis enormes ojos de venado vidriosos eran la prueba de que podía volver a romperme en cualquier momento, para mis adentros solo pensaba en llamar a mis padres, despedirme de ellos y rezar para que todo se acabara. En una situación normal el sonrojo de Hikari me habría parecido adorable, hasta gracioso, quizás yo también me hubiese sonrojado un poco, pero para ser honesta solo podía concentrarme en la mejor forma de ayudar y dejar de ser un estorbo.
- ¿Y si bajamos y tomamos las cortinas de otros salones? así podremos llegar de forma "segura" al primer piso. No creo que sobrevivamos a otra incursión en los pasillo y no, ya perdí mi almuerzo hace rato.- Aunque tampoco es que tuviera hambre después de lo que había visto.
Una pregunta, se supone que el piso en el que estamos no hay, o al menos no parece haber zombies?
Realmente no lo sabeis, por el momento en el pasillo no habeis encontrado