Partida Rol por web

Johnny se lanza contra el cordon policial

Mama! Mama! Ahi trabajaba mi mama! Que le ha pasado. Buaaaaaaa - dice con lagrimas de cocodrilo. La prensa se agolpa a su alrededor.

Los agentes de policia agarran a Johny e intentan tranquilizarle, dejando de atender a los periodistas que intentaban colarse. Por suerte para ellos la atención de la prensa también parece fijarse en Jhony, rápidamente varias cámaras de televisión le apuntan.

La cara de Johnny aparece en las televisiones locales y en las pantallas de los vecinos del barrio, por suerte o para desgracia.

Poqueeeee! Poqueee!!! Yo solo queria darle un besito a mi mama!

- Venga, ahora, todos para adentro...

Asiento a Shamus y comienzo a entrar aprovechando la distracción del muchacho; esperando que nadie nos detenga.

La distracción que crea Jhonny es suficiente para que el resto del grupo sea capaz de sortear el cordón policial. Una vez al otro lado pasar desapercibido es fácil, todo el mundo parece asumir que tienen derecho a estar allí.

El Silvery esta lleno de gente, policías uniformados tomando declaración a los empleados, detectives tomando notas, policías con batas cogiendo muestras, gente haciendo siluetas con tizas, el lugar es un hervidero de actividad.

Cerca de la entrada Berckley, totalmente rojo se encuentra hablando con tres policías que toman notas.

Una señora de unos cincuenta años se acerca gritando a la escena, Jhony se pone blanco al reconocer a la odiada vecina achuchona de abajo, no se le ocurre peor humillación que como suele hacer empieze a darle besos y tirarle de las mejillas delante de sus nuevos amigos:

- Jhooooonyyyyy!!!!, cariñoooooo!!!! - grita la señora - ¿Que haces ahí?. ¿Donde están tus padres?. ¿Por que estabas con esos señores? - añade llamando la atención de la policía sobre el grupo.

Jhooooonyyyyy!!!!, cariñoooooo!!!! - grita la señora - ¿Que haces ahí?. ¿Donde están tus padres?. ¿Por que estabas con esos señores?

 Señora, por favor - dice intentando apartarse - que estamos en la tele.- se zafa - Y deje de hacer preguntas! Que pasa, que ahora nos preguntamos todo cuando hasta hoy no ha hecho mas que regañarme? - dice fingiendo indignacion - Pues yo tambien tengo preguntas: Como es que usted esta tan gorda y su hija es tan guapa? Por que siempre nos ofrece cafe con la vajilla mala cuando bajamos a saludar? A quien se referia cuando dijo que el vecino de arriba era un calzonazos? - dice haciendo aspavientos y atrayendo la atencion de los policias y las camaras hacia el

Jhony consigue atraer la atención de todo el mundo con bastante facilidad. De hecho todos parecen comentar lo insolente que es, eso si utilizando un gran número de sinónimos e idiomas.

Una vez dentro del lugar miro al resto

Trataré de hablar con Berckley en cuanto se alejen los polis, sería bueno recorrer para ver si hay rastros de los ladrones.

Shamus, como si viviera allí se dirige decidido hacia la habitación en la que se produjo la pelea, en busca de cualquier indicio de los hombres que dejaron allí

Berckley va a tener para un rato largo con la policía, podéis oír como intenta explicar porque un hotel tiene una cámara fuerte subterránea con seguridad de banco. Sin embargo Shamus logra entrar en la habitación sin problemas. Todo el mundo parece asumir que tiene derecho a estar allí.

La cama esta movida y en su lugar se puede ver un agujero en el suelo que lleva a una especie de túnel. Varios policías están tomando huellas en los restos de la puerta.

Asomándose distraídamente en a la apertura Shamus trata de averiguar dónde conduce el agujero, aunque se lo puede imagina y, sobre todo si está muy transitado y es posible acceder a la parte de abajo desde otro sitio del club 

¡Joder! La caidita de Roma toma otro cariz a la vista de dónde puedes acabar si te toca hacerla en esta habitación...

El túnel por un lado va a dar a una reja metálica tras la que se puede ver la entrada circular a una gran caja fuerte. Por el otro lado probablemente llevara a alguna otra parte del club, pero el agujero lo han hecho muy cerca de la caja fuerte.

Está claro que pillaron la guita y salieron por ahí, ¿no? - indica Tony desde el pasillo con un gesto de cabeza cuando el chino se asoma por el agujero.

Por el camino Helena le había hecho quitarse la camisa, que ahora era más roja que blanca, y le había arremangado las mangas de la chaqueta, dejándole solo con la camiseta interior, lo que hacía que, en vez de un matón con un insano regusto por reventar cabezas, pareciera más bien un tipo hortera pasado de década.