Partida Rol por web

-Y hablando de rodajes y amenazas... La tensión que había durante el rodaje de "Powar and Greede" era casi insoportable, especialmente durante las escenas finales. Tat protestó en una ocasión cuando debía realizar una escena en la que tenía que amenazar a Mallisa. "¡No lo haré!" exclamó, "¿Por qué? Porque parece como si la quisiera ver muerta". Powar le miró con esa maliciosa mirada y dijo: "¿No te gustaría?". Al final, Tat hizo la escena, por supuesto. - río.

- Aquello fue una tontería de Mallisa. -comenté a lo que había recordado Hack de que Mallisa estuvo empeñada en que yo había estado bebida a lo largo de la tarde, hacía exactamente una año- La que estaba realmente borracha era ella, todos nos acordamos de cómo se desplomó en mi camerino. Sólo si supiéramos qué ocurrió tras eso... entre lo ocurrido allí y su muerte en el bungalow de Stu... ¿Alguien sabe algo de ese rato? -pregunto, fijándome en las caras de todos, de algunos más que de otros.

- Y respecto al rodaje, supongo que sí, que me quejé. Todos lo hicimos en un momento u otro del mismo. -reposo maliciosamente mi mirada en los ojos de Ivonde, para luego volver a mirar a Seldon- Aquellas amenazas del guión eran desproporcionadas, yo nunca tuve un enfrentamiento tan... "directo" con Mallisa. Nuestra disputa transcurría por otros derroteros más... sutiles, digámoslo así.

Estaba atenta a lo que decían mis acompañantes, cuando dí con el origen de un extraño olor que llevaba tiempo distrayendo mi atención..

-Denise, querida.. normalmente tienes un gusto excelente en lo que se refiere a ropa, joyas y perfumes, cosa harto envidiable, pero.. espero que me digas qué perfume te has puesto hoy para no comprarlo yo, porque.. huele como a gasolina, ¿no es así? -la miro suspicaz. ¿Dónde habría estado para impregnarse así de ese olor?

B. Aquella misma noche estuviste ocupada en el teatro hasta las 8:00 y viste a Tat salir de su camerino. Parecía feliz, saludable y muy excitada y te saludó alegremente. Te sorprendiste porque Mallisa te había dicho que Tat había estado bebiendo mucho durante todo el día. De hecho, Mallisa te dijo que al principio de la tarde Tat se había desmayado en su camerino.

-No sé gran cosa sobre lo que ocurrió la noche que Mallisa murió- dijo respondiendo a la pregunta de Tat- pero creo que puedo "intuirlo".

Dijo esto último con tono malhumorado y miró furiosamente a Sheldon e Ivone. Puso un papel en la mesa.

-Vamos, leedlo... luego podríamos pasar a las explicaciones. Aunque me da que no podréis poner excusas.

-¿Tenéis algo interesante que decir? ¿el guión tiene más de realidad que de ficción? ¿quién apretó el gatillo de vosotros?

Stu estaba comenzando a perder los nervios. Por mucho que todos hasta ahora decían que Mallisa era odiada por todos había alguien que la quería, por mucho que intentaran culparle a él de su muerte. Ahora esa persona se quedó esperando una respuesta.

Escucho a Denise referir otra vez que Mallisa le había dicho que yo me había pasado el día borracha. Sonrío sin decir nada, y entonces Stu comenta la parte de la película en que Mallissa es llevada a su apartamento, la noche de su muerte.

Ya nos vamos acercando... pienso mientras miro a Ivonde y a Seldon, a ver qué se inventan.

Tat, hija de puta, ¿qué me miras así? ¡Te estoy salvando el puto culo!

Miro a Seldon. Mejor que ni hable.

- Y yo que creía que lo que estábamos aquí intentando solucionar es quién mató a Poward... ¿Por qué coño tiene Mallisa que estar presente en absolutamente todo? ¿Sabéis por qué Tat "parecía" -hago las comillas con los dedos- estar borracha cuando llegamos a su camerino y luego tan fresca como una rosa? Porque estaba haciéndose la borracha. Y yo me pregunto, ¿qué escondía? La que sí que estaba fresca era Mallisa, que después de dos copas, y lo digo literalmente, DOS copas, la última sin terminar, cayó traspuesta, como dijo Tat, de espaldas en su camerino... como si se hubiera bebido un vaso de matarratas. Tat, querida, no sé de dónde comprarás ese whisky tuyo, pero desde luego es fuerte.

- Cuando llegamos al bungalow de Stu, Mallisa estaba tan tiesa como un palo. Además, ninguno de nosotros tres llevaba ni lleva nunca armas encima... ¡y los tres estábamos en el centro de la habitación! ¿Quién iba a apagar la luz? ¿Heeves? Poward era el único que sabía quién más andaba en la habitación aquella noche -miro a Savoy, intimidante, después de todo, Poward ya le dijo hace poco a un muy cabreado Savoy, tras una tensa discusión: "¿Qué vas a hacer? ¿Dispararme igual que le disparaste a ella?"-. Stu, -le miro con empatía- tú no fuiste el causante, queda tranquilo. Y ahora si queréis seguir con lo de Mallisa, podéis hablar con Tat cuando todo esto acabe... ¿podemos dejar de desviar la atención a un caso que no procede y centrarnos en Poward? Me quiero ir a casa, no sé vosotros.

Miro a Heidi y a Denise. La conversación estaba yendo por unos derroteros muy de su interés, desviados completamente de lo que tenían ellas que esconder. Pero de mí no iban a escapar.

A. Has estado pensando sobre la noche en que Mallisa murió. Fue la noche en la que las huellas de Tat debían ser grabadas para conmemorar su papel en "Goddness". Llegaste tarde a la ceremonia, justo en el momento en que Powar y Seldon estaban ayudando a Tat, vestida con traje de noche dorado, con tocado y mascarilla dorada, anduvo en el cemento húmedo. El público estaba delante de tí, pero te pareció como si Tat se tropezara al apoyar su pie izquierdo y por eso la huella de su pie izquierdo quedó algo movida.

- Ay, Ivonde, cielo. Menos mal que somos buenas amigas, porque si no me parecería entender de tus palabras que estás insinuando que fui yo la que maté a Mallisa.- mala pécora... -Estáis muy pesados con lo de la borrachera de aquel día. A ver si úna no se puede tropezar un poquito en un momento tan emocionante, y más con esas máscaras que apenas te dejan ver por donde pisas, ja, ja ,ja. -comento al hilo de lo que ha dicho Savoy.

Pero tienes razón, -vuelvo a Ivonde- yo también me quiero ir a casa. Está siendo un día muy agotador y realmente peculiar, ¿sabéis? Esta tarde me han pasado un par de cosas un tanto curiosas, a ver qué os parecen:

Sobre las cuatro te he visto a ti, Denise, cogiendo un traje del departamento de vestuario de los estudios. Tranquila, querida, no te estoy llamando ladrona; estoy segura de que lo vas a devolver. Simplemente me ha sorprendido que luego, más tarde, te cambiases el vestido de noche que llevabas, ¡que te estaba monísimo!, por ése tan horroroso que cogiste prestado del estudio. Te quedaba muchísimo peor, con ese velo negro... Oye, por un momento me pareció que eras Heidi, parecía más de su estilo. ¿Qué era alguna broma que nos gastábais entre las dos? -pregunto, sin llegar a atisvar la importancia que podía tener aquel hecho.

Bebo un sorbito.

Y para cosas raras, luego salí a dar una vuelta. Sobre las seis y veinte de esta tarde estuve fisgoneando por el hotel de aquí al lado. Hay mucha gente famosa e interesante estos días y estuve buscando inspiración para mi próxima columna. El caso es que, al pasar cerca de la habitación 314, me llamaron la atención unas carcajadas y una voz de hombre diciendo: "Haz lo que quieras, cariño, pero no toques ese rifle".

Llamadme cotilla si queréis, pero me detuve a escuchar, aquello parecía interesante. Acto seguido, una voz que sonaba muy parecida a la de Heidi, le contestó: "Oh, no te preocupes. Realmente no le dispararía".

¿Eras tú la que estaba allí realmente? -le pregunto a la aludida- ¿O quizás tú, Denise? A lo mejor es que hoy te ha dado por jugar a ser Heidi, ja, ja.

A ver qué me contestan ésas dos.

- Se que el borracho suelo ser yo pero hablando de borracheras y de ti Tat... El año pasado, tras la ceremonia en que se grabaron tus huellas, algunos amigos y yo nos quedamos a beber todo el champagne que había sobrado. Sobre las 7:00 fui tambaleándome al lavabo de caballeros y vi algo extraño, Powar, Ivonde y Seldon, todos vestidos elegantemente, sacaban un pesado bulto del camerino de Tat. Recuerdo haber pensado: "Pobre Tat, otra vez bebida". Pero ahora que lo pienso... realmente no se a quien o "qué" sacaban.

B. Esta mañana te llamó Stu para decirte que iba a ir de caza mañana y te pidió que le prestaras uno de tus rifles. Te preguntó si no te importaría llevárselo al Hotel Hollywood Gardens, siguiente al Teatro, y dejarlo en el guardarropa a su nombre. Te pareció una petición algo extraña pero tú estabas encantado de ayudarle y esta tarde sobre las 4:OO, lo dejaste como Stu te pidió.

-Bueno, yo no estoy del todo de acuerdo en que crímenes pasados no deban ser aclarados en este momento. Primero, porque el que asesina puede volver a hacerlo en otro momento. Segundo, porque podría ser un móvil, quizá al asesino no le gustó que el guion hablara sobre la muerte de Mallisa. Pero si queréis podemos hablar de sucesos extraños.

Se aclaró la garganta.

-Seldon, me intriga ese paquete que usted recogió en vestuario, según el recepcionista era un traje de mayordomo. ¿Ahora juega a hacerse pasar por la servidumbre? Debe ser muy divertido... no, en serio, ¿para qué lo quería?

Stu no pudo dejar de pensar en el verdadero mayordomo, encontrado muerto. ¿Tendría alguna relación?

Miro a Hack mientras comenta lo mismo de siempre, intentando volver a un tema que no viene a cuento con la misma canción de antes. Suspiro.

- Desde luego, Hack, a veces pienso que sólo vives encerrado en tu mundo.

Escucho a Stu. Hablar de Heeves me recuerda algo. Dirijo mi mirada a Denise y a Heidi.

- Antes de que se me olvide... Denise, ¿le has dado ya la nota de Heeves a Heidi? -cambio mi atención hacia Heidi-. Ah, ¿pero no te lo ha contado? Heeves le dio una nota para ti esta tarde, pero parece que se le ha olvidado en su bolso. ¿Qué decía, Denise? Espera, espera... ¿Algo así como "Heidi, estoy lleno de alegría por tu nota. Yo también echo de menos nuestros intermedios íntimos. Por favor acude a mi apartamento por las escaleras de atrás sobre las 6:20, Heeves te dejará pasar. Con todo mi amor, P.".

- Qué curioso me resulta que Heidi le hubiera escrito una nota sugerente a Poward, sobre todo cuando ella parecía muy ansiosa por librarse de él. Después de todo, últimamente Stu y tú pasáis mucho tiempo juntos, ¿no? ¿Qué te parece ese móvil, Stu? Ya que tantas ganas tienes de hablar de móviles, ¿no sería vuestro encuentro ilícito, de Heidi y tú, un buen móvil? Después de todo, según dice Tat, Heidi se encontraba en el hotel aquella noche (o Denise, ya que no le dio la nota a Heidi) y Stu también, precisamente recogiendo un rifle entregado por Savoy. Esperad un momento, ¿cómo dijo el comisario que murió Poward? Que alguien me diga que me estoy equivocando pero todo empieza a parecer muy claro, ahora. Stu, Heidi, Denise... ¿hay algo que tengáis que contarnos a todos antes de hablar con la policía?

De pronto todos parecían haberse vuelto locos, acusándome y lanzándome indirectas hirientes y mordaces...

-Pero.. pero... -dije sorprendida-.. ¡Yo no recibí ninguna nota! Ahora recuerdo que esta tarde Powar me llamó para preguntarme a qué me refería con mi nota. Contesté: "¿Qué nota?", porque yo no había escrito nada. Debió de darse cuenta, permaneció en silencio un momento y después dijo: "...ya veo." Entonces me dió las gracias y colgó.. ¡¡ALGUIEN ESCRIBIÓ POR Mí ESA NOTA!! Es evidente que lo estaban citando para matarlo, implicándome a mí..- dije ya, fuera de mí. Todo ésto me superaba. Carraspeé antes de continuar, ya más calmada..

-Sobre lo que dijiste del traje, Tat, yo no he cogido nada que no fuese mío, ni me he disfrazado de nada.. Y.. bueno, en la 314 Stu y yo.. pasamos un buen rato, es cierto, pero no tiene que ver. Había un rifle allí, Stu dijo que era para cazar.. Yo jamás había tenido en mis manos un arma real de fuego, y tonteé un poco con ella, pero la dejé enseguida..

Miré ahora a Savoy.. su comentario sobre Tat y su cojera me recordó otro detalle..

-Y por cierto que ya que comentais sobre traspiés y cojeras inoportunas, recuerdo que fue muy divertido ver las huellas de Powar, inmortalizadas esta tarde, junto a las de todas sus estrellas. Estaba yo a su derecha cuando Heeves le ayudó a quitarse los zapatos y los calcetines y a pisar el húmedo cemento. Sin embargo, más tarde, me sorprendió ver a Powar apoyándose en el brazo de Heeves, cojeando sensiblemente de su pie izquierdo. No le había visto cojear anteriormente, Powar caminaba antes con normalidad.. Sospechoso cuanto menos..

Rápidamente volvieron a mi mente las acusaciones lanzadas.

-Pero me sigue interesando sobremanera lo de la nota que me implica. Yo no escribí ninguna, repito. Mejor no pregunto qué hacía Ivonde hurgando en el bolso de Denise, pero.. Esa nota de Powar respondiendo a una cita que yo no le propuse, y dando entrada franca a quienquiera que fuese su verdugo utilizando mi nombre me mata.. Por favor, aclaradme todo eso.. Yo.. no escribí.. nada.. -murmuré, sin fuerzas, ya con un hilo de voz.

Pobre Heidi, pienso para mí mirando fijamente a Denise.

¡Qué hija de puta eres, Denise!

- Seldon, andas muy callado con todo esto... ¿es que no tienes nada que decir?

- Ay, sí, Seldon. Cuéntanos sobre ese traje de mayordomo que dice Stu. Seguro que hay una explicación apasionante; estoy... intrigadísima.

-Perdonadme si sigue pareciéndome un mejor móvil encubrir un asesinato, que es un acto deprabado e ilegal- le dijo a Ivonde- pero ya que habéis sacado el tema de las huellas, me fijé en algo peculiar en los Jardines Privados, concretamente en las huellas de Tat, la izquierda para ser exactos. Estaba corrida, y había una mancha de óxido formando una mancha, como si hubiera allí una pieza de metal. Tat, ¿no les parece algo extraño? Porque a mí me lo pareció en ese momento.

-¿Qué tienes que decir a eso, Tat? Háblanos de tu "cojera"..-cada vez se enmarañaban más las cosas..

A. Que el detective mencionara la noche en que Mallisa murió te ha hecho reflexionar. Desde luego que estabas en el teatro aquella tarde mientras las huellas de Tat estaban siendo inmortalizadas en cemento, pero tú no recuerdas haber visto ahí a Mallisa. Tat estaba maravillosa con su traje de noche dorado y con el tocado y la máscara que llevó en la escena del Baile de Máscaras en "Goddess". Aunque no podías ver su cara, ella estaba eufórica, cosa inusual en Tat y saludaba energicamente a todo el mundo.