Partida Rol por web

Et in Barcino Ego Origins

Escena 1: Rios de color carmesí

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13/02/2011, 14:57
Director

Barcelona, corre el año 1311 de nuestro señor Jesucristo. La ciudad crece más allá de la muralla romana, que recorre la antigua ciudad como una cicatriz. La construcción de la catedral demanda mano de obra, son muchas las familias las que acuden de poblaciones cercanas para levantar el templo a Dios.

 

 

En 1309, a dispensa del papa Clemente V , Fernando IV y Jaime II, reyes de Castilla y Aragón respectivamente, declaran la guerra al reino taifa de Algeciras. Diez galeras, salieron del puerto de Barcelona con rumbo a Algeciras, para sitiar la ciudad por mar, mientras la infantería hacia lo propio por tierra : fracasaron.

A consecuencia del fracaso en el sitio de Algeciras, el pueblo llano se vio más atosigado por los impuestos, si aún cabe. Las perdidas fueron cuantiosas, sin un botín con el que hacer frente a los gastos, las arcas del tesoro mermaron considerablemente.

En la calle, la gente menuda pasa hambre, comerciantes menores, trabajadores menestrales y no cualificados, se quejan de su situación aglutinándose en una asociación llamada Busca, frente a ellos, los grandes comerciantes luchan para seguir manteniendo sus privilegios sino incluso asumir sus perdidas a costa de estos primeros, formando la llamada Viga.

Pronto las palabras dan paso a la violencia, día sí y día también partidarios de unos y otros aparecen muertos en cualquier callejón incluso a la luz del día. El ajetreo de las plazas es a veces sustituido con brotes de violencia. La guardia por su parte, se posiciona a favor de la Viga, de quienes en gran parte reciben su salario, aun con la guardia de su parte, son incapaces de prevalecer.

Ajeno a todo cuanto acontece en la calle, los inmortales se reúnen en el Palacio Real a petición de su señor y soberano, Cneo, príncipe de Barcelona y señor de Aragón. Su alteza , en la mayoría de las ocasiones apático, se muestra particularmente de buen humor, el motivo para la celebración y reunión de los cainitas es la reciente inauguración del altar de lo que será la nueva catedral de Santa Eulalia, un proyecto obra del príncipe, un devoto creyente, como buen magíster que es.

En el centro de la sala, dispuesto un ajedrez humano, un juego muy mortal en el que mortales y neonatos “problemáticos” simulan fichas de ajedrez , cuando una ficha mata a otra, muere de verdad, sin importar si es mortal o cainita, el miedo o una brutal dominación hace que unos y otros participen en el excéntrico juego.

 

Alrededor del salón, los hijos de la noche conversan maquinando intrigas,  propagando rumores, forjando alianzas bajo la atenta mirada del príncipe sentado en su trono, una figura esculpida en mármol, una efigie de un época remota tiempo ha.

Mujeres y hombres bailan, sumándose a la celebración, en el eterno juego de la seducción, pequeños aperitivos dispuestos para quienes disfrutan del sabor del sexo en la sangre. Otros tantos, sin embargo sufren sumisión o incluso una cacería por oscuros pasillos. Todos los mortales comparten algo, ninguno saldrá vivo de aquí esta noche.

La fiesta es interrumpida de improviso, para mayor sorpresa de todos. Un hombre abre las puertas de par en par, ensangrentado, avanza hasta el trono situándose a los pies del príncipe. La música, y el baile cesan.

-Alteza, grupos de rebeldes se dirigen a palacio-  dice con voz quebrada, a sus palabras le acompañan el rumor del cuchicheo de los asistentes.

El príncipe se levanta, enérgico, su cara convulsionada por la ira, su diestra se cierra como una garra entorno al cuello del pobre mensajero.

-¡Inútil!- el cuello del hombre se rompe con un chasquido, como si de una ramita se tratase, acto seguido lo arroja a un lado sin el menor esfuerzo.

A lo lejos se escucha el rumor de la batalla, el acero contra el acero, gritos de moribundos, pies apresurados que recorren los pasillos.

-A las armas- ordena el príncipe.

Al poco de dar la orden, aparecen los primeros insurgentes, acero y antorchas en mano avanzan, acuchillando y quemando a cuantos se les ponen por delante.

 

Notas de juego

 

Declarad intenciones antes que nada.

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22/02/2011, 11:49
Fernando Cabrera
Sólo para el director

¿Yo estoy en esta escena? y si lo estoy ¿Que se supone que hago aqui?

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22/02/2011, 12:12
Director

Notas de juego

Estas en la escena acompañando a tu sire. Lo primero es rezar a Caín. y luego declarar que haces.

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22/02/2011, 13:55
Carles
Sólo para el director

Notas de juego

 Xavier anda por allí? Si es así, no me despego de su lado. Por cierto, ahora voy a la corte como Carles.

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22/02/2011, 16:18
Aspasia ibn Abir

Aunque no era muy dada a acudir a aquel tipo de eventos, raras eran las ocasiones en las que todos los cainitas de la ciudad se congregaban bajo el mismo techo. Por tanto, debido a ello, y a que una "invitación" proveniente del mísmisimo Príncipe no se podía rechazar, me hallaba aquella noche en aquel baile donde mortales y no-mortales jugaban a la danza de la vida y la muerte. Acorde con la ocasión había sustituido mi cómoda túnica de corte griego por un traje de corte a la moda de la época que dejaba bastante al descubierto mis encantos femeninos y que movía con la elegancia que solo años de experiencia me había permitido alcanzar. Como si fuera un camaleón había dejado en casa mi aire de erudicción y la compañía de mis polvorientos libros y, aunque sin perder mi actitud reflexiva, disfrutaba sonriente de lo que hasta el momento había sido una agradable velada. 

- Sois muy amable Maese...- exclamé sonriendo falsamente mientras ponía una mano intencionadamente en el brazo de mi interlocutor mortal. Sin embargo, lo que fuese a decir murió en mis labios ante la visión del hombre ensangrentado acercándose al trono del Príncipe. Sumiéndome en un silencio ominoso me uní a la oleada de gente que se apartaba abriendo un pasillo para la pobre criatura mortal y con gesto impasible asistí a la entrega de su mensaje. Apenas había rozado su cuerpo el suelo de mármol cuando me giré volviéndome hacia la muchedumbre en busca de mi ghoul, el cual, como siempre, había venido a la fiesta en calidad de escolta y debía estar en algún lugar coqueteando con las sirvientas.

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22/02/2011, 16:58
Aspasia ibn Abir
Sólo para el director

Notas de juego

No sé por donde anda Michel pero supongo qeu se habrán podido traer a la fiesta sirvientes. UNa dama de rango no salia a la calle sin ellos ^^. Sino lo veo lo llamo por la sangre. Y subo destreza y resistencia gastando sangre. He supusto que no estaba con ninguno de mis compis de partida, pero no sé si he hecho bien :)

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22/02/2011, 17:13
Director

Notas de juego

Sí, Xavier anda por alli, la totalidad de la corte está invitada a este evento.

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22/02/2011, 17:14
Director

Notas de juego

Sí, podeis llevar a vuestros ghouls, aunque por supuesto no están en la fiesta, eso es solo para vuestros ojos.

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22/02/2011, 17:26
Aspasia ibn Abir
Sólo para el director

Notas de juego

a ver que me quede clara la escena. El salon donde esta la fiesta está siendo atacado ¿correcto? ¿hay alguna salida alternativa a por la cual acaban de entrar los que nos atacan? como de grande es el salon? a cuanta distancia estoy de los hombres que avanzan? en funcion de eso a lo mejor modifico post ^^

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22/02/2011, 21:34
Director

Notas de juego

Correcto, están atacando el palacio.

El Salón  consta de planta rectangular de 34 metros de longitud por 17 de anchura y 12 de altura. Hay dos puertas, la principal, por donde entrais, y una lateral, más discreta reservada al servicio.

Puedes ubicarte donde quieras, tienes un asalto antes de que llegen a tu posición.

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23/02/2011, 09:25
Aspasia ibn Abir
Sólo para el director

Notas de juego

ok, entonces en vez de buscar con la mirada a MIchel me quito de en medio yendo hacia la puerta de servicio y alejandome de los qeu atacan. Sigo gastando sangre en potenciar Resistencia y Destreza y si puedo llamo a Michel con INvocación. A quien se me acerque para atacarme le echo mirada aterradora., aunque eso supongo sera en el siguiente asalto xD

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23/02/2011, 10:35
Director

Notas de juego

Ok. ¿Cuantos puntos de sangre gastas en subir resistencia y destreza y cuanto en cada uno?.

Tira Carisma + subterfugio dif 5.

 

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23/02/2011, 11:13
Aspasia ibn Abir
Sólo para el director
- Tiradas (1)

Tirada: 4d10
Motivo: invocacion
Dificultad: 5+
Resultados: 1, 8, 2, 3
Exitos: 1

Notas de juego

gasto 1 de fza de voluntad. los dados me odian :( y gasto 5 de sangre: 3 en resistencia y 2 en destreza

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23/02/2011, 11:33
Director

Notas de juego

No puedes gastar 5 puntos de sangre, dada tu generación puedes gastar un máximo de 4.

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23/02/2011, 12:11
Aspasia ibn Abir
Sólo para el director

Notas de juego

ah vale, es que me base en cuando fui atacada y creo qeu gaste dos veces ^^ sorry xD gasto 4 entonces,  2 cada atributo

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23/02/2011, 18:02
Fernando Cabrera

Una de las ventajas de mi no-muerte, aunque solo sea por una vez, es que puedo frecuentar y disfrutar de eventos que me hubieran estado vetado en otras circunstancias, y si no fuera por el hecho de ir de acompañante de mi sire, estaria disfrutandolo mucho mas. No malinterpreteis mis palabras, no es el hecho de acompañar a tan ilustre señor de ratas y maestro del cuchicheo y las palabrerias, es mas estoy agradecido a tan magno dignatario poseedor de la lepra, la cual podria expandir por esta ciudad si quisiera, que confie en mi para acompañarlo, y no me tenga mendigando noticias por nuestra querida tierra. Simplemente es el saber que no podre bailar con alguna de las bellas damas que alli se encuentran, y tener que estar al lado de mi sire, como buen soldado, lo que me fustra.

Con este pensamiento y al lado de mi Sire, observaba lo mas granado de la opulencia no-muerta de Barcelona, viendo actuar a mi viejo sire y maravillandome de como mueve los hilos invisibles de las marionetas que se creen estar por encima de el.

De repente un hombre ensangrentado entra en juego, a los pies del principe deposita su mensaje y a los pies del principe fallece, el crujir de su cuello retumba por toda la sala, sumida en estos momentos en un inquietante silencio.

Observo la quietud y tranquilidad calmada de mi Sire, lo cual me da serenidad para afrontar los hechos y me situo a su lado esperando acontecimientos, mientras confio que mis habilidades de ofuscacion surtan el efecto deseado, sabiendo que seguramente el viejo sire ya estara empleandose a fondo, aunque su cuerpo calmado no lo refleje.

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24/02/2011, 16:04
Aymar de Montdragon

Aymar apenas si había participado de la fiesta. Solo había asistido por respeto al Príncipe, pero se había mantenido todo el tiempo en un discreto segundo plano, tan alejado de las miradas indiscretas como se lo permitía su imponente presencia. Aún no era tiempo de darse a conocer. Sus sencillos hábitos monacales opacaban bastante aquella estirpe guerrera que se adivinaba tras el semblante sereno, pero aún así necesitó de toda su cuidada educación para proteger su soledad.

Solo había entablado alguna conversación ocasional, únicamente guiado por la más pura cortesía, y ya se disponía a abandonar el salón cuando la turba encendida irrumpió en la estancia. Aymar evaluó rápidamente la situación y se decidió por jugar el papel que mejor conocía: el del lobo solitario.

Su primer impulso había sido posicionarse junto al Príncipe. Los hombres de confianza de Cneo seguramente se reunirían alrededor de su líder, dispuestos a defender a su señor hasta con su último aliento. Probablemente fueran grandes guerreros, quizás los mejores de entre los presentes, y eso los transformaba en una excelente compañía. Bien sabía Aymar que en este tipo de refriegas un hombre solo es tan fuerte como aquel que cuida su espalda.

Sin embargo, el Brujah pronto desechó tales pensamientos. Ya había probado bastante del amargo sabor que tenía hoy la Noche Oscura, y sabía bien que el fétido aroma de la Traición campaba a sus anchas en estas regiones salvajes. Esta repentina irrupción podía tener muchas causas y, lo que era peor aún, diversos objetivos.

Así, puesto que posicionarse en la primera línea de choque tampoco era una opción demasiado alentadora, sobre todo teniendo en consideración las peligrosas antorchas que con tanta pasión esgrimían los invasores, el guerrero se decidió por posicionarse a un costado de la sala, aprovechando las recias paredes de la construcción para proteger uno de sus flancos. No estaba demasiado lejos del Príncipe, aunque tampoco entre su guardia. Podría llegar hasta él en unos instantes, si era necesario. Mejor aún, no tendría necesidad de darle la espalda a sus lacayos.

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24/02/2011, 19:33
Andrei Obertus

La velada
había sido excepcional hasta el momento. El ajedrez viviente había atraído su
atención al principio, atraído por inhumanidad y el refinamiento del cazador al
jugar de tal modo con sus presas, pues sólo los mejores cazadores se permitían
jugar con ellas, y entre ellos, los superiores quienes lo hacían de forma tan
confiada y exquisita.

Mas pronto
la cacería por la corte reclamó a su Bestia. No era tan estúpido como para
darle rienda suelta en la Corte,
mas podía darle el sucedáneo de observar tras sus ojos mientras él dirigía la
caza. La persecución y la sangre eran buenos aperitivos para mantenerla
contenta y por lo tanto reclamar su ayuda cuando fuera necesario.

Sus manos
se habían convertido en garras de hueso, semejantes a las de las bestias pero
claramente preternaturales; ningún humano tendría huesos como garras por manos.
Incluso a momentos dejaba de correr a dos patas para hacerlo a cuatro, cual
lobo, aunque pronto volvía a correr sobre sus piernas, pues la forma humana era
más apta para ello que para hacerlo a cuatro.

 

A pesar de
dejarse a la caza y disfrutar de ella, no perdió detalle de quienes se unían a
la misma o participaban en la suya propia, pues o serían compañeros de senda o
prometedores candidatos para ella. Tendría que recordar sus caras y nombres
para acercarse a ellos más adelante y tantearlos. Siempre era bueno contar con
más hermanos de Senda, además de hermanos Tzimisce.

 

La sangre
caía por su boca y sus garras cuando la fiesta se vio interrumpida por el
mensajero. Estos siempre eran los primeros en caer cuando portaban malas
noticias. Esta ocasión no fue la excepción.

No había
comenzado a entrar la turba por la puerta cuando ya se hallaba al lado de sus
hermanos Tzimisce, su manada, guiado por el mero instinto. Situose a pocos
pasos de aquellos, preparado para la batalla. No había que ir al enemigo, ya
vendría este y sus hermanos necesitarían tiempo para ejecutar sus habilidades y
ayudar en la refriega. Él debía darles ese tiempo. Siempre había sido ese lugar
en la manada. Nunca les había fallado, y esta no sería la primera ocasión.

El fuego
era el terrible enemigo, junto al sol, para los de su especie. Por lo tanto,
estos serían sus objetivos principales a la hora de hacer frente a los estúpidos
invasores que se atrevían a hacer frente a los hijos de la noche, a los
vampyrs. 

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24/02/2011, 19:34
Andrei Obertus
Sólo para el director
- Tiradas (1)

Tirada: 1d10(+12)
Motivo: Iniciativa
Resultado: 8(+12)=20

Notas de juego

Intenciones del bueno de Andrei.
Si te parece mal que ya tuviera las garras fuera (la verdad que queda un poco “metajueguista”), las saca. Garras de hueso de Vicisitud 2, que no las de Protean. Son iguales, salvo que las de Vici hacen letales en lugar de agravadas. No es plan de proclamar a los 4 vientos que hay un Tzimi con Protean en la ciudad XD
No sé cuanta sangre hará falta para sacar las garras de hueso… imagino que 1 pts, como con las de Protean… Tú me dirás :)

Luego gasto de sangre en este orden:
- 1 pts a Destreza; Des total 10
- 4 pts a Fuerza; Fue total 3
- 1 pts a Resistencia; Res total 3

Si tengo que gastar alguno para las garras, lo quitaría de Resistencia, dejándola en 2 de momento.

Me quedo cerca de mis hermanos Tzimisces (asumo que han venido, si no han venido me iré con Aymar que tiene pinta de guerrero y de estar sólo, mintiendo un ojo sobre Aspasia – hay que mantener la conducta protectora XD) un poco por delante de ellos, para hacer de primera línea defensiva e impedir que puedan llegar hasta ellos. Así les daré tiempo para hacer su magia.

Las acciones las divido en 3 (ó 4 ó 5, según número de atacantes) ataques, aprovechando (espero) mi iniciativa mayor. Siempre ataco primero a quien se acerque con antorchas. Ataco al mismo hasta ver que no sea una amenaza; espero que con un zarpazo por cabeza sea suficiente.

¿La dif con garras, es 5 ó 6?

El número de reserva de dados sería:
- 3 ataques: 10, 9, 8
- 4 ataques: 9, 8, 7, 6
- 5 ataques: 8, 7, 6, 5, 4

 

Iniciativa 22 (el modificador era 14, no 12 - perdón). Sí. Creo que sí actuaré antes que los humanos, sí XD 

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24/02/2011, 23:51
Carles

 El espectáculo de la corte es delicioso. Todo un detalle el hecho de ejecutar a las piezas de ajedrez, enseña una lección de humildad con una metáfora visual muy bien lograda. Es tan delicioso... 

Embelesado en la partida, no aparto los ojos de ella mientras acerco los oídos con delicadeza a las conversaciones que Xavier mantiene con los cainitas de la corte. Procuro no mostrarme distraído, pues sería una grave falta de respeto a mi regente. 

En medio de toda la celebración, un grupo de indeseables aparece con espadas y antorchas. Al verlo, saco mi daga, meramente ceremonial,  y me coloco delante de mi señor Xavier. Cojo la daga en la mano izquierda, con la hoja hacia abajo, como si  fuese a apuñalar, y coloco la mano derecha plana encima de ella, perpendicular a la daga y uniendo los dedos índice y corazón, y  anular y meñique, formando un "tridente" sobre el pomo de mi arma.