Partida Rol por web

Et in Barcino Ego Origins

Preludio : Roger de Aquitania

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01/06/2010, 02:30
Director

El juego de luces y sombras te dan la bienvenida a la Catedrál de Toledo, su suelo dispuesto para una partida de ajedrez, sus columnas testigos de tantos secretos, madre protectora de chismosos y canallas de diversa indóle.Tú corazón se duele al ver las magnificas vidrieras, por momentos tu imaginación vuela recreando el efecto de la luz del sol cruzando los cristales tintados, ese efecto mágico que recuerdas de tus dias mortales.

El frío e ingrato suelo se queja bajo las pisadas anunciando tus pasos a través del templo, amplificados por el eco resuenan en la nave, denunciando ... delatando tu impía presencia.A los pocos pasos comienza a  invadirte una cierta incomodidad, tal vez fruto de tus creencias cataras o simplemente debido a la fe verdadera que puede residir en estas frías piedras.Sea como sea sabes que no eres bien recibido en la casa del señor, no, ya no, no desde que la oscura y maldita vitae de tu sire te reclamará de la muerte y tal vez el paraiso prometido.

 

Del caustro te llegan las voces masculinas de los monjes, a estas horas cantan las Completas, que señala el fin de las horas canónicas. Sus voces, amplificadas por la acustica casi acallan el resto de ruidos, un remanso de paz invade el lugar, pero esta paz no te consuela, a tí la paz te fue vedada hace mucho tiempo.

Bajo la inmensidad de la casa del señor te sientes pequeño, débil e insignificante, tú, uno de los agraciados con el don oscuro, aquel que se levantará de la muerte ascendiendo sobre los demás, tú un LaSombra, renacido para prevalecer, renacido para gobernar a pesar de tu falsa modestia.

¿Por qué?, te preguntas, ¿por qué te habrá hecho llamar Polanco?, ¿por qué aquí?, de pronto una idea ... fugaz, cruza por tú mente, un escalofrío recorre tu cuerpo, de poder sudar lo harías.¿Acaso lo sabrá?, la duda corroe tu corazón, hace mella en tu seguridad, atraído por tu curiosidad acudes a la cita, no es solo tu curiosidad, quieras o no algo te hace sospechar que no tienes elección.

Finalmente llegas a la galería principal, al final de ella, ves a aquel que te ha hecho llamar ataviado con su pesada armadura, un ser que no da tregua ni cuartel al moro.De rodillas apoyado sobre la cruz de su espada reza frente al altar con la cabeza gacha.

Conformes te acercas el olor a cebo e incienso inunda tus fosas nasales y esa incomodidad que al principio sentias va haciéndose más y más molesta hasta el punto de tornarse dolorosa,pero el dolor no te detiene no a tí quién haciendo gala tu coraje y determinación avanzas hasta situarte junto al hombre.

 

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01/06/2010, 17:07
Polanco

El hombre interrumpe sus oraciones, sin levantar la cabeza, ni desviar su mirada del sagrado altar susurra.

-Salve hermano, arrollidese para rezar por su alma inmortal-.

Una vez haces lo que te pide y tras un silencio que te parece una eternidad continua

-Uno de nuestros hermanos se ha vuelto descuidado y perezoso, ha descuidado su deber para con Dios y los suyos, en vez de combatir al infiel se dedica a empresas vanas para satisfacer su ego y vanidad- su cara se contrae en un rictus de furia contenida -¡eso no puede ser consentido!-.

"Consentido" ... "consentido" ... "consentido" repiten los muros de fría piedra

Solo ahora desvía su mirada del altar para observar tu reacción tras las palabras, escudriñando tu rostro en la búsqueda de algún atisbo de emoción o entendimiento, sus ojos brillan con fervor,ese mismo fervor que vieras tiempo atrás en la cruenta cruzada que te lo arrebato todo.

-Vos habéis sido designado para esta tarea por vuestros mayores, espero que estéis a la altura de las circunstancias- su voz vuelve a apagarse poco a poco hasta volver a un leve susurro -¿tenéis algo que añadir?- añade enarcando una ceja.

 

 

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04/06/2010, 18:08
Roger de Aquitania

La noche se prometía tranquila. Así le pareció a Roger cuando abrió los ojos y abandonó el letargo en el que todo cainita se sume durante las horas diurnas. Se permitió demorarse unos minutos en el lecho mientras pensaba lo que la nueva noche le traería. Aseo, repaso de correspondencia, perderse durante un rato por las callejuelas de Toledo, alimentarse. Luego, quizás, visitar a algún conocido, conversar durante un par de horas y regresar a su refugio para atender algún asunto pendiente, meditar, leer y retirarse. La suya, ahora, era una vida ordenada.

Y al principio todo fue como había previsto. Hasta que uno de los criados entró en la pequeña biblioteca mientras, sentado frente a su escritorio, respondía una de las cartas recibidas de un hermano de clan, antiguo compañero de batallas, desde la vecina Madrid. Ver entrar tras su criado a uno de los Ghoules del Príncipe no le sorprendió... demasiado. Seguramente Polanco citaba a todos los vástagos de la ciudad para alguna reunión. ¿Habrían llegado nuevas desde el sur? Roger confiaba en que no fueran adversas, comunicando algún levantamiento que condujera a una nueva guerra.
 
Pero cuando oyó las palabras que el esclavo de Polanco le transmitió de parte de su Domitor, los planes para la noche quedaron arruinados, y sus ideas acerca de una posible reunión completamente desbaratadas. Aún ahora, que ha llegado al lugar de la cita, sigue pensando en esas palabras y lo que puede ocultarse tras ellas.
 
-¿Pero que puede querer de mi? ¿Por qué citarme, a solas, y en semejante escenario? ¿De qué puede servirle alguien como yo? No habría yo de ser el primero en caer, víctima de la maledicencia de otros. Pero nada he hecho que... No, no creo. ¿Volver al servicio, mandarme de nuevo a las fronteras? ¿Qué otra cosa puede ser? Porque si bien podría haber averiguado... Han sido más de dos décadas ausente y...
 
Los pasos del capitán resuenan sobre el ajedrezado suelo, blanco y negro, plena dualidad enfrentada como el cielo y el infierno, el bien y el mal, el día y la noche, la mortalidad y la inmortalidad. Los pasos resuenan y son multiplicados por el eco, haciendo estallar el silencio imperante, agobiante, opresivo del sagrado recinto. Conforme avanza hacia el centro de la catedral, incómodo por el sonido que produce y quien sabe si por algo más, escucha, lejanas, las voces de los monjes entonando sus cánticos, cada vez más sonoras, hasta casi apagar el sonido de sus pasos. Y sin embargo la incomodidad, la inquietud, crece, a la par que se alzan las voces de aquellos que dedican sus vidas al servicio de Dios.
 
-Ahí está, entregado a sus rezos, en actitud penitente.
 
Roger se detiene antes de llegar al lado del Príncipe. No le parece cortés interrumpirle y, en verdad, a punto está de retroceder unos pasos para conceder más intimidad al Señor de Toledo y esperar a que termine sus devociones algo más alejado de su persona, cuando la voz de Polanco se alza en un susurro y le invita, o le ordena, a arrodillarse y rezar. Así lo hace, a su lado y en la misma postura: las manos sobre la cruz de la espada y la cabeza inclinada ante el Altísimo, la barbilla rozando el pecho, en humilde actitud. Mas ¿rezar? No, aunque pide perdón a Dios por no poder hacerlo, pues su espíritu no está en paz, no aquí, no esta noche, no en esta compañía.
 
Y menos tras escuchar las palabras del Príncipe. Roger las medita un instante, tras asentir imperceptiblemente, y contesta sin variar su postura, arrodillado sobre el frío suelo, sabiéndose observado.
 
-La pereza y la soberbia son pecados capitales que ofenden doblemente a Dios Nuestro Señor. Si además ha olvidado sus obligaciones para con nuestro Clan, sin duda merece ser castigado – susurra Roger, todavía sin levantar la cabeza - o cuanto menos reprendido. Dicen que Dios ve con agrado cada oveja descarriada que vuelve al redil. ¿Debo, pues, aleccionar a nuestro olvidadizo hermano acerca de las virtudes de la diligencia y la humildad y recordarle sus obligaciones para con los Magistri, hacia cuyos comunes objetivos debe encauzar sus esfuerzos en lugar de buscar su propio contento y solaz?
 
-Mas no creo que ello satisfaga por completo a mis mayores, empezando por vos, mi señor...  No, desde luego que no lo hará. Ellos esperarán una acción más contundente, un castigo que nunca olvide... Pero ¿hasta que grado? ¿O acaso pretenderán que le destruya? ¿Es eso? ¿Y no han encontrado a nadie mejor para ejecutar la labor? Por el amor de Dios, no soy un vulgar sicario, ni un soldado de fortuna que vende su espada al mejor postor... He matado demasiadas veces y sin duda volveré a hacerlo, pero frente a frente, en el campo de batalla, en el fragor de la lucha. A menos que la ofensa, el agravio, el daño causado, sea grave, en cuyo caso... Ignoro todavía cual habrá sido su falta, pero tengo por cierto que no puedo negarme, ha hablado claro y son órdenes. Siempre son órdenes y las órdenes no se cuestionan, no sin buenos argumentos.  
 
-Ignoro porqué he sido elegido, pues no soy merecedor de semejante honor – continúa el joven Lasombra – mas haré cuanto esté en mi mano para no defraudaros, mi señor. Decidme tan solo el nombre de nuestro hermano y le buscaré. ¿Reside aquí, en Toledo? ¿Tal vez en Madrid? Y... ¿Cual ha de ser su destino? ¿Traerlo a vuestra presencia?  

 

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06/06/2010, 22:45
Polanco

Una sonrisa baila en la faz del fánatico Polanco,las sombras danzan a vuestro alredor y a pesar de la frescura del recinto comienzas a sentir calor, el dolor aumenta y con él tu desasosiego.

-No, mi joven y modesto capitán- silencio -dar ejemplo a nuestro hermano está más allá de vuestra obligación, recursos y posibilidades-.

La luz de una vela comienza a extinguirse, de su mecha sale una pequeña voluta de humo, sientes como Cristo te clava su mirada angustiada y a la par misericorde, a pesar de ello no encuentra solaz en él, él quién muriera en la cruz cargando con los pecados de la humanidad, a tu espalda los cánticos de los monjes prosiguen.

Polanco deja de mirarte para mirar al frente, realiza una genuflexión, una vez termina vuelve a mirarte a los ojos.

-El hermano en cuestión es Cneo Escipión,principe de Barcelona y señor de la Corona de Aragón,es uno de nuestros hermanos más antiguos aquí en la peninsula, uno de los pocos amici noctis de edad considerable que no vive en Castell do Umbro ... te recomiendo que extremes las precauciones-.

Poco a poco Polanco comienza a incorporarse, precedido del crujido del cuero de sus botas y guantes. Su espada vuelve a su cinto, antes de darse la vuelta posa su mano sobre tu hombro, haciendo caer sobre ti todo el peso del mundo.

-No me falles ...- susurra a tu oido,sientes como los pelos de tu nuca se erizan -Dios sea contigo hermano-.

"Dios" ...."dios"... "dios"... dios"... "hermano"... "hermano"..."hermano".

Los pasos del principe suenan a tu espalda, junto con el tintineo de su armadura y espada, dejandote solo con tus cavilaciones y dolor.

Una pregunta que no te atreves a formular muere antes de llegar a tus labios ... "¿por qué?".

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07/06/2010, 18:24
Roger de Aquitania

Roger permanece en la misma posición esperando una respuesta a las preguntas formuladas, esto es, arrodillado frente al altar, con las manos en la cruz de la espada y la cabeza inclinada, sin siquiera mirar a su señor. Pero la respuesta tarda en llegar o así se lo parece a aquel que un día fuera el Señor de Bèziers. La inquietud y el malestar aumentan, incluso el dolor, mientras el canto de los monjes le inunda. Pero ni siquiera la serenidad de las calmas voces consigue apaciguar su espíritu.

Llegan al final las primeras palabras de Eliazar de Polanco, que lo sumen en una inquietud mayor.
 
-¿Soberbio? ¿Yo? Es posible que así sea. Mas ¿de que hermano se trata cuando dice que darle ejemplo está más allá de mis recursos y posibilidades? Pero... ¿informar de sus actividades y aportar pruebas? Por el sagrado cuerpo de Cristo. ¿Me manda a espiar a uno de nuestros hermanos? ¿A mi? ¿Pero cuando me he dedicado yo a estas tareas? ¿Por qué...?
 
Las siguientes palabras del Príncipe cortan de raíz sus pensamientos y solventan parte de sus dudas, más lo sumergen, más profundamente si cabe, en la inquietud y el temor. Si, el temor, pues ¿Quién es él para interferir en los planes del verdadero Señor de Aragón, que ya era un Antiguo cuando el Hijo de Dios naciera, sino un simple Neonato sin... si, sin poder alguno?
 
-¿Extremar las precauciones? ¿Pero como podría siquiera acercarme a él, más aún, vigilarle y aportar pruebas de su desapego por los intereses de nuestro Clan? Y es también uno de los Amici Noctis. ¿Cómo...?
 
El Lasombra percibe que el Señor de Toledo se levanta, presto para abandonar el templo, y un momento más tarde siente su mano en el hombro, lo que acentúa, junto con sus últimas palabras, su deseo... o advertencia. Difícil resultará no fallarle y cumplir sus expectativas, más eso no habrá de arredrarle. Todo aquel, mortal o inmortal, que acude al campo de batalla es conocedor de que su fin puede estar próximo. Y en este afán las cosas no son diferentes, salvo por la abrumadora desventaja en contra de Roger. El caballero reúne el suficiente ánimo para pronunciar unas pocas palabras, en respuesta a su bendición.
 
-Que él guíe vuestros pasos y os proteja, mi señor – susurra el más joven de los Magistri – e inspire vuestras noches.
 
Oye los pasos de Polanco alejarse, pero Roger no se mueve todavía. Su confusión y desconcierto son demasiado grandes para hacerlo, y así permanece arrodillado. Hasta que sobrepasado por el malestar y el creciente e inmisericorde dolor se alza del suelo, envaina su espada y se santigua, por costumbre, pues en verdad no ha rezado ni un mísero Pater Noster, lo que hace ahora, tal vez algo rápido, antes de abandonar la que llaman Casa de Dios.
 
-Pater noster, qui est in coelis, sanctificetur nomen tuum. Adveniat regnum tuum, fiat voluntas tua sicut in coelo et in terra. Panem nostrum cottidianum da nobis hodie et dimitte nobis dedita nostra, sicut nos dimittimus debitoribus nostris. Et ne nos inducas in temptationem, sed libera nos a malo. Amen.
 
Amén. Así sea. Las palabras de Polanco se confunden con la oración latina y el resonar de sus pasos por los silenciosos y vacíos callejones de Toledo, por los que Roger deambula de regreso a su casa. Apenas se da cuenta de que ya ha llegado, de que uno de los criados recoge su capa, de que vuelve a estar sentado frente a su escritorio.
 
-Pero... ¿Cómo voy a hacerlo? Y sobre todo: ¿Por qué yo?.
 
No deja de repetirse, una y otra vez, estas preguntas, como una letanía infinita y mecánica, como los Amén que se responden incesamente en la iglesia como respuesta a las palabras del sacerdote. Pero ahora él es quien pregunta y nadie le responde.
 
-¿Por qué?.
 
Los minutos, incluso las horas, transcurren lentas mientras el Lasombra rememora las órdenes de Polanco sin descanso.
 
"Dar ejemplo a nuestro hermano está más allá de vuestra obligación, recursos y posibilidades"
 
-¿Y a quien podría yo aleccionar si no soy más que un simple Neonato, un Chiquillo a los ojos de muchos, un recién nacido a la Noche Eterna, aunque hace más de cien años que abandoné la luz y desperté a la oscuridad? Siendo así ¿Por qué yo?.
 
"Informaréis de sus actividades y aportareis pruebas nada más..."
 
-Esto podría resultar extremadamente complicado de conseguir. Siempre habrán formas de... Pero... Y si... Tampoco puede decirse que me lo haya puesto fácil, u ofrecido ayuda o consejo. Ha sido tan críptico... Tan...
 
"Es Cneo Escipión, principe de Barcelona y señor de la Corona de Aragón, es uno de nuestros hermanos más antiguos"
 
-Pero... ¿Frente a alguien tan poderoso y tan antiguo? Recuerdo ahora a los primitivos cristianos que eran arrojados a las fieras del circo romano, o a enfrentarse con algún poderoso gladiador, armados solo con un cuchillo, prometiéndoles la libertad si sobrevivían. De nada me servirá viajar hasta Barcelona y pasar allí varias noches, bajo el pretexto de un supuesto viaje a la tierra que me vió nacer. No, mi estancia ha de ser más larga, mucho más, habré de buscar una excusa para quedarme en la ciudad... ¿Semanas? ¿Meses? ¿Años? ¿Instalarme allí? ¿Por qué? ¿En pos de una nueva no-vida, un nuevo comienzo, ahora que dicen que ha abierto la ciudad?
 
"Uno de los pocos amici noctis de edad considerable que..."
 
-Uno de los pocos Amici Noctis... De edad considerable... y por tanto de grandes recursos, poder e influencia. Pero yo ni siquiera soy uno de ellos, no lo entiendo. ¿Por qué yo? Si Polanco desconfía de Cneo y sus intenciones, ¿Por qué no envía a uno de los Amici?.
 
Roger se reclina en su silla, los codos apoyados sobre la noble madera de los brazos y mira al techo pintado hace décadas, tantas que los colores empiezan a desvanecerse. Los dibujos forman un hermoso conjunto de hojas y ramas entrelazadas entre sí, un paisaje que observaría si se encontrase tumbado bajo un árbol en cualquier tupido bosque. Cubierto por una arbórea bóveda, sin saber que hay más allá. Hay ocasiones en los que las hojas no dejan ver el bosque.
 
-¿Quizás por que yo no soy de edad considerable ni pertenezco a los Amici Noctis y por tanto seguramente ni me conoce, y nada tiene que temer de mi?
 
-Mi señor, cercana está ya la hora del amanecer y vuestro dormitorio está preparado.
 
La mirada de Roger desciende para caer sobre la del criado que, discretamente, ha entrado en la habitación. El Lasombra asiente y mira por la ventana, si, debe retirarse pronto y en su lecho, hasta que el sopor diurno le suma en el sueño, puede pensar como lo hace aquí. Planear sus pasos, meditar sobre los detalles, prepararse para la próxima batalla por venir. ¿Será Barcelona una ciudad tan hermosa como Toledo? Ah, una ciudad a orillas del mar, si, por fuerza ha de serlo. Casi le parece escuchar el murmullo de las olas rompiendo suavemente en la orilla, oler el aroma salino en el aire, ver la luna llena reflejada, cual círculo de plata, sobre las negras y oscuras aguas hasta donde la vista alcanza... 
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09/06/2010, 11:04
Director

Un mar de sombras y dudas se presentan en tu futuro inmediato, manipulado por tu clan, por aquellos para los que luchaste y derramaste sangre, aquellos a los que alguna vez pudiste llamar compañeros de armas, poco puedes hacer al respecto tan solo esperar, esperar pacientemente ... .

El traslado a Barcelona y el cierre de cuestiones pendientes ocupan gran parte de tu tiempo, las noches pasan rápidas con el ajetreo de tus criados afanándose en tenerlo todo listo a la mayor brevedad posible procurando que viajes de la forma más adecuada para alguien de tu condición y abolengo.

Para conseguir recursos, decides deshacerte de tus posesiones en Toledo, gracias a tus contactos y aliados consigues una cantidad más que considerable al vender tus bienes, sin duda más que suficiente para no cambiar tu forma de vida en Barcelona.

"Toc" "toc" "toc" llaman a la puerta.

La puerta se abre mostrando una cara conocida.

-Domine, disculpe las molestias, un jinete a traído correspondencia para vos, espera una respuesta por lo que lo hemos acomodado en una de las habitaciones dispuestas para el servicio- .

Con la cabeza gacha te tiende un sobre lacrado, al observar el sello ves el águila coronada sobre el lema Morte Ascendo, presa de la curiosidad rompes el lacre y comienzas a leer

 

Estimado Roger,

Supongo que a estas alturas habrás recibido instrucciones para asentarse en Barcelona con la intención de velar por los intereses del clan. En primer lugar he de pedirle disculpas viejo amigo, fuí yo mismo quién menciono tu nombre para tan delicada cuestión, tu humildad y sentido común han sido determinantes a la hora de elegir un candidato.

Has sido honrado y elevado por encima de tus pares, cumple con las expectativas puestas en vos y su nombre se unirá a la lista de los amici noctis, con todo lo que ello conlleva ...  por ahora considerese un miembro a prueba.

Su hermano en la fé,

Padre Ambrosio Luis Montcada

 

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09/06/2010, 21:48
Roger de Aquitania

Un nuevo comienzo. Una nueva vida. Este pensamiento es el que mantiene la cordura de Roger evitándole pensar en su reunión con Polanco y la tarea que el Señor de Toledo le encargase, pues distrae su mente gran parte de las horas, si bien la inquietud y las dudas subsisten y emergen constantemente, como si de fieras escondidas se trataran, siempre arañando su alma en busca de un resquicio para asomarse al exterior y confundir y amargar su existencia. En cierto modo ya ha aceptado su sino y destino, irá a Barcelona y... y Dios proveerá lo que será de él y de sus noches allá, noches que bien podrían ser pocas.

Y sin embargo no hay mal que por bien no venga, pues es la perspectiva de ese nuevo comienzo, de esa nueva vida, la que consigue albergar y alentar cierta esperanza en su muerto corazón. Son muchos los años pasados en Castilla, casi toda su no-vida, aunque nada tiene que ver con esta tierra y este reino. Si está aquí es por su Sire, él le trajo desde Narbona, le instaló en Toledo, le mandó a luchar las guerras de otros. O de su Clan. Tras su muerte continuó haciendo aquello para lo que estaba preparado, y tras salir del letargo tampoco se le ocurrió marchar de Toledo. ¿A dónde iba a ir?
 
-Pero ahora tengo una excusa, una razón para abandonar Toledo y Castilla e instalarme en mi propia casa. Me gusta esta ciudad, pero no es la mía. Mi casa, un hogar, que sea mío de verdad. No he tenido uno desde... Aquella noche lo perdi todo, y algunas pérdidas son aún más dolorosas que perder la propia vida. En realidad morir es fácil, demasiado fácil, la vida de los humanos es tan frágil, ahora lo sé. Barcelona. Barcelona puede ser el futuro. Y está cerca de los Pirineos y junto al mar. Esto último será una novedad, vivir junto al mar. Me gusta el mar. Creo que me embarcaría a menudo, de no ser porque tengo que... estar cerca de él. Y las travesías son tan largas.
 
Mira a su alrededor y apenas reconoce la habitación en la que está. Todos los libros y documentos están ya embalados, guardados en recios cofres. En realidad casi todas sus pertenencias están preparadas para el viaje. Muebles, llevará pocos consigo, solo aquellos más valiosos y desde luego no demasiado grandes. Bastante ocupan ya los baules y fardos que componen sus ropa y objetos personales, libros, vajillas nobles... Mañana al amanecer saldrán de Toledo, él todavía se demorará unos días para ultimar los detalles finales. El nuevo propietario de la casa, un Ventrue que llegó a la ciudad hace poco, tiene prisa por entrar, es comprensible. Ya se ha cerrado la venta y ha pagado bien por el viejo palacio de Godofredo. El resto de casas repartidas por la ciudad, y las tierras, y todo lo demás, también. En realidad ha ido mucho más rápido de lo que esperaba. Solo quedan las tierras de la vega baja, con dos compradores interesados en ellas, y ya tiene decidido que se las venderá a su hermano de Clan. Cuantas más propiedades queden en manos de los Magistri, mejor.  
 
-Tengo dinero más que suficiente para llevar a cabo mis planes... si todo va bien, si soy bienvenido en Barcelona. De lo contrario... Mas ¿Por qué no habría de ser así? ¿Cómo será el Señor de Barcelona? No puede ser peor que otros cainitas que he conocido en el pasado, empezando por Godofredo. ¡Ah! Ansío que todo esto pase, estar instalado en mi nuevo hogar, conocer la ciudad hasta el último rincón, ocuparme de mis asuntos y, por supuesto, de... de lo que me lleva hasta allí. Pero eso, lo sé, llevará su tiempo.
 
El joven criado entra y le entrega la misiva. Roger asiente mientras la recoge y se prepara para abrirla. Serán noticias de Nuño y Alfonso. Desde que los mandara a Barcelona, tres noches después de su encuentro con Polanco, el correo entre ambas ciudades ha sido incesante, este es el cuarto mensajero que envían. Por ahora, las cosas van bien.
 
-Si han enviado otro será para confirmar que el hijo del viejo estaría dispuesto a traspasarme su negocio por el precio que le he ofrecido. Su padre morirá pronto, si lo está ya, y el necesita todo el dinero que pueda reunir para pagar todas esas deudas de juego y seguir llevando la vacía vida de lujo y ocio a la que se ha acostumbrado. Cerraremos el trato en cuanto llegue, mientras tanto mejor será que le tengan controlado para que no se eche atrás. Parece que esas meretrices le entretienen bien. Podría haber sacado bastante más, pero tampoco le pago una bagatela, es una bonita suma. Más me preocupa el tema de encontrar una buena casa, eso es algo que he de escoger personalmente. Pero hasta que no llegue a Barcelona, nada puedo hacer.
 
Pero no, la carta no es de sus criados, sino de un hermano a juzgar por el lacre. Al abrirla y leer la firma, la deja sobre la mesa y levanta la cabeza.
 
-Mañana por la mañana, cuando se levante y asee, podrá partir de regreso a Madrid con la respuesta – sus ojos vuelven a la firma – Que atiendan bien a su montura y vela para que su dueño tenga lo que necesite.
 
En cuanto el criado sale de su despacho, Roger se precipita a leer la carta, cuyas primeras palabras han captado su atención de inmediato. Tras leerla se reclina en la silla, meditando largo rato. A veces sus ojos se pasean por alguna de las líneas escritas. Y de nuevo la inquietud y las dudas le asaltan, aunque las piezas del enigma empiezan a cobrar forma. Monçada, claro. ¿Cómo no lo adivinó antes?
 
-Si, porque efectivamente los árboles no me dejaron ver el bosque. Tan obsesionado estaba con Polanco que no pensé en... otros. Pero ¿tanta influencia tiene el Chiquillo de Silvestre de Ruiz dentro del Clan? ¿Dentro de los... Amici? De su poder entre los humanos no dudo, siendo como es Arzobispo de Madrid. Pero...
 
Tampoco duda o vacila cuando, pluma en mano, empieza a escribir su respuesta. Si el mensajero tiene instrucciones de esperar es porque el buen Arzobispo espera una.
 
-Y a fé mía que la tendrá, es lo menos que puedo hacer, a pesar de que me haya puesto en semejante brete, que bien pudiera costarme la no-vida. Pero que duda cabe que lo ha hecho para honrarme y favorecerme. Es un buen amigo.
 
 
Mi buen y querido amigo, hermano en las sombras,
 
Tal y como acertadamente suponéis me hallo en trance de trasladarme desde la hermosa Toledo a la lejana Barcelona, lo que muy pronto sucederá. Dispuestos están el tablero y la pieza, este humilde peón indigno de la misión encomendada, pues muchos los hay entre nosotros cuyas habilidades y sapiencia superan, con creces, las mías. Mas si el Todopoderoso y nuestros mayores así lo han decidido, así ha de ser.
 
En nada tengo que disculparos, hermano. Lejos de ello, os ruego aceptéis mi gratitud no solo por las virtudes de humildad y sentido común que me adjudicáis sin merecerlo, sino por el servicio prestado. Soy consciente de que vuestra bondad dio alas a vuestra lengua, o vuestra pluma, cuando propusisteis mi nombre para desempeñar tan importante tarea, y habiendo sido vuestra propuesta aceptada, me habéis colocado muy por encima de otros Magistri.
 
¿Cómo agradecéroslo, si no es asegurandoós que haré cuanto pueda para no dejaros en mal lugar, para que la confianza que habéis depositado en mí no quede defraudada? Pronto pasaré por Madrid, donde haré un breve alto para pasar el día. Veré entonces de visitaros para daros las gracias personalmente, quizás para escuchar una de vuestras homilías o conversar, mas si ello no fuera posible, recibiréis noticias mías desde la antigua Barcino.
 
Un último favor me atrevo a pediros, y es que roguéis a Dios por mí.
 
Vuestro hermano en la Fé,
 
Rogerius Berengarius, Aquitaniam filius  

Sello de Aquitania

 
El Lasombra repasa la carta y la pliega, lista para ser lacrada. No posee sello alguno que representara el emblema de su Clan, puesto que el empleado por su Sire lleva sus iniciales inscritas en él, de modo que como tiene por costumbre utiliza el que heredara de su padre y que representa a Aquitania y sus Señores. Deja luego la carta en un extremo de la mesa y regresa a las tareas que estaba realizando cuando el criado le interrumpió.

 

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10/06/2010, 11:44
Director

Notas de juego

Vas a hacer una paradita en Madrid a ver al gordo cabrón ...xd ?

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10/06/2010, 15:23
Roger de Aquitania

No XD Es que de Toledo a Barcelona se pasa por Madrid y Zaragoza, y Roger tiene a Monçada por un buen amigo, lo normal es que le diga eso en la carta y que si pasa por los madriles se acerque a ver si le ve XD Pero vamos que siempre puede estar ocupado o ausente, no hace falta que te pongas a pnjear al gordo :)

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10/06/2010, 16:45
Director

Como quieras, si te quieres parar, puedes hacerlo como quieras :).

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10/06/2010, 17:11
Roger de Aquitania

No, tu sigue con lo que tuvieras previsto :) Ya le escribirá Roger desde Barcelona si vive lo suficiente, que no se yo :P

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10/06/2010, 17:49
Director

No hay nada previsto, vosotros sois los protas y os lo montais como quereis, en base a eso pasan cositas :).

Algunas cosas son inevitables como la vida misma, pero teneis mucho margen de acción, basicamente la historia la escribis vosotros :).

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10/06/2010, 17:55
Roger de Aquitania

Veamos, como te he explicado, Roger ha escrito eso porque es lo "lógico" ¿no?. Monçada es amigo suyo o eso cree el pobre, que lo tiene por una buena persona XD, y lo normal es que si para en Madrid a pasar el día pues vaya a verlo, pero tampoco va a Madrid de visita, solo está de paso. Si le ve, pues bien, y si no le vé, pues también, supongo que me entiendes. En cuanto a mi, pues no me lo había planteado, pero tampoco quiero darte más trabajo o romperte ningún plan. Si se te ocurre algo para montar una pequeña escena, pues bien, y si no pues también :) Roger tampoco va a ir a sonsacarle nada. Bueno, ahora se me ocurre que igual si XD Pero ya sabes como es el pobre, además de pardillo: no es un interesado ni retorcido ni nada (todavía, ya crecerá y espabilará XD) O sea: como tu veas y quieras, jefe ;)

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10/06/2010, 18:41
Director

Ok, perfecto ... muhahahaha , muahahhahaa. Pasamos a otra cosa. Pobre roger, que es un LaSombra buena persona ...xd.

Cargando editor
11/06/2010, 12:24
Director

La mañana está próxima, el canto del gallo mata la luna y despierta a Helios, orgulloso se eleva por los cielos disipando las sombras de la noche y a sus moradores.

Las fuerzas comienzan a fallarte, tu criado aparece como todas las noches para asistirte en tu descanso. Antes de caer en sopor le das unas últimas instrucciones.

Acomodado en tu lecho, comienzas a sentir el peso de la muerte, primero tus piernas luego tus brazos ... luego todo se funde en negro, y los sueños ... los sueños siempre están ahí, a veces consigues recordarlos la mayoría no.

Febo te transporta en el tiempo hacía un lugar conocido, Beziers, la fatídica noche en la que perdiste la vida renaciendo a las tinieblas. Mudo e impotente testigo de todo cuanto acontece ves a tus hombres afanándose contra la marea de incontenible de asaltantes, las sangre se derrama formando ríos que caen por las empedradas calles, las mujeres lloran presas de violaciones y vejaciones antes de ser pasadas por cuchillo, los niños son estrellados contra los muros de la ciudad y los hombres impotentes mueren en un último suspiro atravesados por el acero despidiéndose de la vida con odio en sus ojos.

Matadlos, matadlos a todos ... Dios distinguirá a los suyo, risas, llantos, olor a quemado, sangre ... sangre ..., no me falles, la bestia intenta librase de sus cadenas te dice un anciano, los barcos arriban a una ciudad, sangre ... sangre ... SANGRE gritan miles de voces, te agarran tirando de ti intentando arrastrate, recuerda a la bestia ... .

Con un grito mudo despiertas, tu criado está a tu lado encendiendo las velas de tus aposentos impregnando la habitación con fragancias del lejano oriente. Poco a poco tus miembros vuelven a la vida, sientes el sudor, una fina película de sangre cubre tu rostro.

-Domine- llama el criado -todo está listo para el viaje, el mensajero partió está mañana con su respuesta, la mayor parte del equipaje han salido en dirección a Barcelona, su carruaje espera fuera, por último ... el criado de Don Diego ha venido a despediros y tomar posesión en nombre de su señor una vez nos marchemos- su voz es inexpresiva mientras te pone al día de lo sucedido.

Por último se dirige hacia la puerta abriéndola de par en par, haciendo un gesto hacia alguien que espera al otro lado del pasillo.

Ya incorporado y en plenas facultades, escuchas un tintineo metálico seguido de algo arrastrándose o siendo arrastrado, a los pocos segundos aparece otro de tus criados arrastrando una mujer encapuchada, al retirar la capucha observas que también está amordazada, en sus ojos ves miedo ... , al recibir tu beso oscuro se relaja, presa del placer al poco comienza a gemir luego llega el silencio.

Tras alimentarte dejas a tus criados para que se ocupen de la mujer. Recibes al criado de Don Diego para hacerle entrega de los documentos y las llaves del palacio tras asegurar que el pago es correcto, sin más te despides mientras tus criados se afanan en cargar el pago junto al resto de tu equipaje, un par de cofres cargados de oro y joyas, una fortuna que te permitirá vivir cómodamente en tu nueva ciudad.

Al salir ves el carruaje preparado para tu partida, al entrar ves un gran arcón dispuesto para que descanses en él durante las horas diurnas, las ventanas cubiertas de cortinas de terciopelo. Cuatro caballos tiran del carro, en el interior viaja tu hombre de confianza, el cochero y tres jinetes cierran la comitiva.

Atrás dejas Toledo, sus calles, sus artesanos,su famoso acero ... atrás queda el legado de Godofredo, sonríes al abandonar todo lazo que te unía a él, ahora solo la sangre que anima tu cuerpo cada noche da fe de que alguna vez existió, atrás queda Polanco aunque su sombra te persiga allá donde vas, pero no es Polanco quién más te preocupa, con la participación de tu viejo amigo adivinas que hay mucho más detrás de todo este asunto.

Quedan pocas horas para llegar al alba, cuando el cochero anuncia que estáis llegando a Madrid. El carruaje se para un momento, a la espera de tu deliberación.

-Domine, los animales y los hombres están cansados, más vos tenéis la última palabra, ¿descansamos en Madrid o levantamos un campamento en el camino?-.

 

 

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11/06/2010, 19:59
Roger de Aquitania

El coche circula despacio por las intrincadas callejas, cuesta abajo, buscando las puertas de la ciudad, la Puerta de la Sagra, cerrada a estas horas, pero ello no supone ningún problema pues para ellos la abrirá los guardias. Así es, y tras atravesarlas entran en el puente sobre el Tajo. Ahora es cuesta arriba y la velocidad disminuye todavía más. Cuesta subir el cerro hasta llegar al otro lado y tomar la carretera que lleva a Madrid. Roger sabe que luego irán mucho más deprisa pero tampoco le preocupa demasiado. Se halla sumido en sus pensamientos.

-¿Soñarán todos los cainitas? ¿Tendrán también pesadillas como yo? Y aún dicen que estamos muertos... Los muertos no sueñan.
 
Todavía conserva en las retinas el mal sueño del día, el regreso a Bèziers, pero no como fue en vida, porque ahora no puede hacer nada. Es como un espíritu que se arrastra por la ciudad, viendo la caída de la ciudad que le fuera encomendada, y el asesinato de todos los ciudadanos, no solo de sus hombres sino también de los ancianos, de las mujeres, de los niños. Como su esposa y sus hijos. No quier ver más y cierra los ojos pero resulta inútil, las imágenes de muerte, sangre y fuego le siguen acosando. Y las voces, los gritos, el llanto, el sollozo final, previo a dejar este mundo. Pero en esta ocasión aparecen nuevas variables en la pesadilla.
 
-No me falles, esa era la voz de Polanco... o de Monçada... o de mi clan. Mis sueños mezclan el pasado y el presente. ¿Y el futuro? Esos barcos... ¿Serán los que espero adquirir? Pero no entiendo las palabras del anciano... La Bestia. ¿Me advierte que debo controlarla? Eso ya lo sé. ¿O se trata de la Bestia de otro?.
 
Roger sacude la cabeza, todavía confuso. Desearía poder olvidar la pesadilla, quizás pensando en otros asuntos sea posible. Se encuentra ahíto tras haberse alimentado, eso le evitará preocuparse durante unas noches. No siempre es posible encontrar un buen recipiente cuando se viaja y no quiere utilizar a los hombres que le acompañan para eso, su misión es otra. Como la de los que les esperan en Barcelona. Vuelve a recordar el dinero que ha conseguido reunir, si, es un buen comienzo y... Una leve sacudida le hace retirar la cortina de terciopelo y mirar por la estrecha ventana.
 
Tal y como suponía han llegado a la parte más alta del cerro. Desde allí la vista es magnífica, Toledo aparece en todo su esplendor, una alta isla rodeada por el tajo, toda bañada de plata. Toledo, ciudad imperial, la ciudad de las tres culturas. Supone que alguna vez regresará, siquiera de visita. Pero ¿Qué habrá pasado hasta entonces? ¿Y volverá con su misión cumplida o caído en desgracia? No, eso nunca. No puede fallar. ¿Por qué le metería Monçada en semejante aprieto, sabiendo que difícilmente se negaría a acatar una orden de Polanco? ¿Tanto desea el arzobispo de Madrid que forme parte de los Amici? Si pudiera verle, o quizás mandarle un mensaje y... Pero los caminos son inciertos y muchos correos no llegan a las manos de sus destinatarios. Demasiado arriesgado. Una nueva sacudida y el traqueteo recomienza.
 
-Adios, Toledo. Adios, Godofredo. Espero que Dios te haya perdonado por tus pecados, porque yo no lo he de hacer.
 
Roger deja caer la cortina tras dedicar a la vieja Toletum una última y casi melancólica mirada. Han sido muchos años. Luego se reclina en el asiento y el camino sigue y sigue, mientras el Lasombra piensa y piensa, varias horas, hasta que escucha la voz del cochero y la comitiva se detiene. Le han preguntado pero todavía no responde. Antes de que alguno de sus hombres pueda reaccionar, abre la portezuela y salta al camino sin esperar que desplieguen el par de escalones que facilitan el descenso. El Vampiro mira al cielo, todavía faltan unas horas para que llegue el amanecer, su Vitae se lo dice, y la ciudad del Príncipe Silvestre no queda lejos. Se pueden permitir un breve descanso, sus hombres y los caballos lo necesitan.
 
-Nos detendremos un rato para estirar las piernas y descansar – dice mirando todavía al cielo - Que los hombres y los animales se refresquen y continuaremos nuestro camino. Quiero pasar el día en Madrid – Roger se vuelve a los hombres y pasea su mirada entre ellos con gesto grave - Allí podréis descansar a vuestro gusto, en buenos lechos, tras una buena comida y en buena compañía si os quedan fuerzas para tales lances.
 
-Por Dios. ¿Ya están cansados? ¿Qué fue de aquellos hombres con los que cabalgaba toda la noche sin oir una queja, noche tras noche, durante días y días? Pero claro, no son soldados curtidos.

Notas de juego

Ni pa' tí ni pa' mí :P

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11/06/2010, 20:13
Director

Notas de juego

Jejejeje, ok, entonces entiendo que entras en Madrid al amanecer ¿no?.

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11/06/2010, 20:14
Roger de Aquitania

Hombre, al amanecer no, que me quemo XD Un ratillo antes, aunque sea el justo para llegar a la posada y meterme en la cama o lo que sea XD Creí entender que estábamos cerca de la ciudad y todavía faltaban horas para el alba.

Se me pasó decírtelo: precioso el fragmento correspondiente a Bèziers :'(

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11/06/2010, 20:19
Director

Notas de juego

Umm, me falto algo asi como ver a tu mujer e hijos convertirse en cenizas frente a ti y cosas asi ... pero bueno ... lo dejaremos para otro jejejeje.

Estas en lo correcto, a lo que me refiero es si entras por tu pie en la posada, o simplemente tus hombres llevan un arcon MUY pesado a la posada con la fresquita :).

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11/06/2010, 20:22
Roger de Aquitania

Roger no les vió morir, se pensaba que estaban a salvo en Carcasona, pero vale, ahora caigo que los sueños son así XD Lo del viejo me ha mosqueado tela XD

Vaya se me olvidó lo del arcón, bueno, si no llegamos a tiempo pues me pongo a dormir (a saber donde me despierto :P)