Partida Rol por web

Expedición al castillo de Ravenloft

30 de noviembre del año 750

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09/10/2015, 10:52
Vjelkus

Varikov se paró en medio del camino, antes de llegar al puente en el que le clavó el hacha a Ludovico y se dió un chapuzón. Tardaría tiempo en recuperar su olor natural, pero estas horas alejado de todo habían ayudado. El motivo para detenerse era que las huellas de la piara de humanos, que se suponía que llevaban rumbo al pueblo, torcieron para meterse en el bosque. Justo cuando se disponía a seguir ese rastro, Helene, Vjelkus, Ivalic, Urik y Parriwimple asomaron entre los arbustos.

¡Ivalic, mira! ¡Es Varikov, ha vuelto! ¿Podemos abrazarle, mamá?-dijo el hijo de la extranjera.

Ya solo faltaba conocer el paradero del cuervo Hurrn y del fantasma de Irina Kolyana (la chica antes conocida como la reencarnación de Tatyana Federovna), y volverían a estar todos reunidos, en discordia y compañía. Morir en compañía siempre da más consuelo.

La mañana era fría, más que la teta de una monja, con un sol que no calentaría ni el culo de una prostituta borkana. Explicado así, tal cual, con metáforas que Helene pudiese contar a su hijo. Una de esas mañanas en la que las bocas exhalan vaho, pero por lo menos está lo suficientemente despejada para no temer la llegada de la lluvia. Aproximadamente, pasan de las nueve, pero no llegan a las diez. Necesitarían de un buen gnomón que no retrasase para saber la hora exacta.

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09/10/2015, 12:47
Herr Urik von Teudeldorf

Me estremezco de frío, apesadumbrado. El clima frío y húmedo y ese sol gélido contribuyen a empeorar mi ánimo, ya de por sí bastante alicaído tras tantos contratiempos.

Mi gesto se tuerce, no puedo evitarlo, al descubrir la presencia de Varikov. Es muy cierto que el enano es un poderoso combatiente y que necesitamos desesperadamente cualquier clase de ayuda. También es muy cierto que este es un aliado tan peligroso para nosotros como pudiera serlo Madame Eva, la rauni de los vistani, puede que incluso sea mucho peor. Ambos son encarnaciones del caos desatado, seres que si hacen alguna vez el bien, es tan sólo debido a la más peregrina de las casualidades.

- "Ten cuidado, Vjelkus. Podría ser un Doppleganger." -

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09/10/2015, 13:24
Ivalic Yannof

Ivalic seguía dándole vueltas a lo del anillo de Parriwimple mientras caminaban.

-Pues no se... estuvimos en muchos sitios desde que nos marchamos de la posada Parriwimple. ¡Pero estaremos atentos si volvemos a pasar por ellos! ¿Vale? ¡Ya verás como lo encontramos!

Siguieron caminando hasta que salieron del bosque y fue entonces cuando su amigo Vjelkus dio la voz de alarma y le avisó. Ivalic confirmó la veracidad de las palabras de su amigo, por si intentaba gastarle una broma, y se volvió ilusionado hacia Vjelkus.

-¡Sí! ¡Es Varikov! ¡Es Varikov! Ivalic señalaba al enano con el brazo extendido y el dedo índice estirado en su dirección. ¡Parriwimple, es Varikov! ¡Señora Helene, Herr Urik, es Varikov! ¡Vino a ayudarnos, sabía que volvería!

Por supuesto Ivalic no necesitaba el permiso de la Señora Helene para salir corriendo al encuentro de su amigo, cosa que no tardó ni hacer un segundo tras asegurarse que todos se habían enterado de la feliz noticia. La advertencia del paladín se perdió en el aire mientras el niño corría.

¡Señor Varikov! ¡Señor Varikov! ¡Soy Ivalic! ¡Somos nosotros! ¡Señor Varikov!
Ivalic corría mientras agitaba sus manos saludando al enano y a medida que se acercaba fue disminuyendo la velocidad para parar y abrazarlo, pero no midió bien y más que un abrazo fue un pequeño choque que no acabó con el niño en el suelo porque fue lo bastante rápido para sujetarse al enano y cumplir su objetivo del abrazo. ¡Señor Varikov! ¡Que alegría! Por la emoción Ivalic seguía utilizando el mismo tono y volumen de voz pero esta vez al lado de la oreja del enano. ¡Nos pasaron un montón de cosas Señor Varikov! Donde el cementerio nos atacaron unos fantasmas y tuvimos que salir corriendo, menos mal que Irina los atrajo y el resto pudimos escapar y luego encontramos a Ludovico, que sabe hacer magia muy molona y nos ayudó a encontrar a Jacqueline Montari que resulta que no era gitana, es una asesina de hace trescientos años a la que le cortaron la cabeza y se quiere vengar, por eso se hizo pasar por gitana y maldijo a mi madre, pero casi nos mata a todos y se quedó con nuestras cosas: mi bolsa de tesoros, la lanza de la Señora Helene, la espada de Herr Urik... Yo quería convencerla para que le quitara la maldición a mi madre pero todo terminó en una pelea y además no estaba sola porque iba con dos hombres ¡Y uno era tan fuerte o más que Parriwimple! ¿Se lo puede creer? Pues es verdad ¡Se lo juro! Yo lo vi. Así que tuvimos que salir corriendo pero fuimos listos y dejamos a la Señorita Irina y al Cuervo Hurn vigilándola, así sabríamos donde estaba. Y volvimos a buscar a Ludovico porque sabe muchas cosas ¿Y sabe que? ¡Nos hizo un truco! Cuando llegamos estaba allí en el bosque haciendo salchichas y Vjelkus y yo teníamos mucha hambre así que nos acercamos y yo caí en una trampa colgado hacia abajo jajaja ¡A que es divertido! ¡Y lo mejor de todo es que no era Ludovico! ¡Era un truco! Ludovico estaba en otro lado escondido y vino al escucharnos. También nos enseñó un lugar mágico en el bosque donde se puede hacer un ritual para esconderse y que no te encuentren ¡A que mola! Era un círculo de piedras ¿Y sabe que? ¡Que descubrimos una reliquia! La tiene Herr Urik, si quieres te la puede enseñar, es de una monja que luchó contra Stradh hace tiempo, puede que sirva para algo. Luego Ludovico nos habló de unas monjas que viven en el monasterio, parece abandonado, pero viven allí, si picas a la puerta te abren. Son un poco raras no tienen pechos, pero eso ya lo sabíamos porque Ludovico dijo que estaban despechadas y visten unas túnicas rojas y gritan todas a la vez ¡Y sus frutos rojos! Es muy divertido. ¿Y sabe que? La superiora tenía la cara verde y nos dijo que Madame Eva tenía de amigos a un gigante de las montañas y dos trols. ¿Se imagina? Pero el dios de las monjitas les protege de ellos. También nos dieron unos postres pero la Señora Helene no nos dejó comerlos, dijo que esas mujeres son malas y adoran al demonio, claro que Ludovico dice que no y no le gusta que hablen mal de ellas. Y como no podían ayudarnos en nada pues nos tuvimos que volver al bosque porque queríamos hacer el ritual y ocultar a la Señorita Irina, pero no apareció en toda la noche, así que tuvimos que hacer guardias para vigilar. A Parriwimple y a mi nos tocó juntos y ¿sabes que? ¡Nos atacaron unos lobos! ¡Mire! ¡Mire mi pantalón!

En ese momento Ivalic se separó de Varikov un poco y le enseñó la pernera destrozada de su pantalón para que su amigo enano pudiera comprobar en persona el peligro que había corrido el pequeño.

-Pero no llegó a morderme y Parriwimple le pegó un golpe tremendo con su palo. ¿Quiere ver mi palo? Yo también tengo uno mire. ¿Le gusta? Si quiere le podemos buscar uno a usted también, son muy útiles y sirven para muchas cosas. Pero bueno, el caso es que el otro lobo empezó a atacar a algo que había entre los arbustos y resulta que era ¡Madame Eva! ¡No estaba muerta! Por eso desapareció del cementerio, aunque en realidad no se como está... porque ya la había matado Jacqueline Montari hace trescientos años y ahora son enemigas y una quiere matar a la otra, aunque Madame Eva no nos quiso ayudar a hacerlo porque dice que ahora tiene nuevos aliados, pero no nos dijo quienes eran... Y no pudimos seguir hablando con ella porque un vampiro llamado Kavan atacó a Ludovico y tuvimos que seguirlo para ayudarlo, ya casi somos tan buenos siguiendo huellas como usted Señor Varikov, ya verá. Y cuando nos metimos en el bosque siguiendo las marcas del carromato sonó una música y todos tuvimos que bailar. Al principio fue divertido, pero luego nos cansamos. Y alguien nos lanzó una flecha, yo creo que era un duende. Mire que flecha tan pequeña. ¿Cree que podría dispararla con su ballesta? Si la quiere se la regalo, pero si no me la guardaré y se la voy a enseñar a mis amigos, seguro que alucinan con ella. Pero no vimos a ningún duende por allí, así que seguimos las huellas de Ludovico y al cruzar un río caí en una trampa para osos ¡Duele un montón! ¡No me gustaría ser un oso! Menos mal que Parriwimple y Herr Urik me ayudaron a salir y luego la Señora Helene me curó ¿Ve que bien camino ya? ¡Y puedo saltar y todo! La trampa era de Ludovico que se estaba escondiendo del vampiro, le dijimos que nos acompañara para ayudarnos a detener a Stradh pero no quiso, así que nos volvimos para ver donde está la Señorita Irina y porqué no vino con nosotros para hacer el ritual. ¿Usted la vio?

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09/10/2015, 21:14
Varikov el Trampero

Tranquilamente andaba Varikov por el camino disfrutando del silencio del bosque y el clima agradable de aquella mañana, cuando las huellas lo llevaron justo delante de aquellos que andaba buscando. ¿Y por qué los buscaba? Él también se preguntó lo mismo en cuando les vio esas caras de seres inferiores, y no por la altura. No le dio tiempo ni de saludar con un hosco gesto con la cabeza cuando el gordo hijo de la mujertocahombresporquelefaltasumarido puso la primera pregunta estúpida del día. Por desgracia el enano sabía que no iba a ser la última.

Urik, el falso paladín, no podía mostrar más inteligencia que un niño y le tocó los grandes huevos con su tacto especifico llamándolo doblegangbanger, o algo así, algo que seguramente era él y sus compañeros seguidores del pito del cuervo en las fiestas que daban y donde probablemente tomaban demasiado alcohol, porque de otra manera no se podía explicar tanta estupidez. Cosa que obviamente Varikov no era, no tenía nada en común con ese hipócrita, impostor, mentiroso y la lista iba a seguir cuando el chillido de Ivalik le penetró los tímpanos. Era imposible no verlo, todo el bosque se había enterado de que se habían vuelto a reunir y posiblemente los del pueblo también.

El crío vino corriendo y se pegó contra la barriga, o mejor dicho la curvatura de la buena alimentación, del enano, como una sanguijuela a un cuerpo que inocentemente se bañaba en un arroyo, como un niño a la teta de su madre como... como un pesado de los cojones a un pobre ser que solo quería vengar la muerte de su querido lobo.

La diarrea verbal de aquel chaval saturó el cerebro de Varikov. Ya no necesitaba escuchar más nada por los siguientes dos meses. Hasta las voces de su cabeza se quedaron calladas sorprendidas que todo ese tsunami de palabras salía de ese cuerpo tan pequeño y frágil. Tan fácil de matar, solo tenía que devolverle el abrazo con las manos alrededor del cuello y no del cuerpo.

Se quedó mirando al infinito maldiciendo al crío y toda su familia, incluidos primos segundos y tíos lejanos, hasta que este cerró la boca. Esperó unos momentos por si en realidad no había acabado y solo se tomaba un descanso. Después de un largo suspiro, analizando toda esa información, se dio cuenta de que algo se podría aprovechar. Dejó de lado las ganas de reírse por las cosas que la gitana que no era gitana les había quitado, maldijo las trampas que solo le atraparon las piernas al chico y no el cuello y por supuesto que no le pidió al mentiroso paladín que le mostrara nada. Seguro que fue algo que "repartió" como solo él sabía hacer.

Por un momento recordó el plan que tuvo cuando se separó de ellos, el de ir a visitar a sus primos que trabajaban en la mina. No lo hizo porque la maldita zorra de Blanca Nieves lo sacaba de quicio. Los había vuelto idiotas a todos, incluso Gruñón parecía que solo vivía para complacer a esa fulana medio chiflada que no paraba de hablar con los animales del bosque. Ahora sabía que ir ahí hubiera sido un placentero descanso.

- Nun la vi, fiu, respondió a la última pregunta que puso el mocoso. Que pena que nun ficisteis el ritualu esi pa escondevos, pa que nun os encuentren nunca, nadie, ni siquiera yo... Gruñó en voz baja.

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10/10/2015, 13:13
Helene

Helene enarcó la ceja ante el último comentario.

-Buenos días, Varikov. Por supuesto, Vjelkus. Puedes abrazarle. Al señor de crecimiento restringido le gusta que le abracen -dijo totalmente seria.

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10/10/2015, 18:26
Parriwimple Indirovich

Parriwimple miró al enano y luego a todos los presentes. Un sentimiento de desagrado profundo se había ido imponiendo en su débil mente. Parriwimple no era suficientemente listo para tener cosas valiosas. Siempre todo lo valioso se perdía. Una idea había ido poco a poco forjándose en su cabeza, hasta que su griterío era tan poderoso, tan grande, como para poder hacer que los gritos de unos y otros (incluso la maravillosa verborrea de Ivalic) fueran nada más que una débil sombra en su cabeza.

Parriwimple contento Varikov vivo- tras esas palabras el bueno del gigantón se quita el el camisote de mallas de mithril mágico que llevaba y, acto seguido, el amuleto de salud que fue de Ashlyn- Parriwimple no ser muy listo, pero tener una rebel.. redecl... renbo... rebelaxión cuando rezaba a las manos de Guiseppe anoche. No deber tener cosas importantes para que no se pierdan. Y la cota y el amuleto son importantes. Que otro llevar. Parriwimple ya no querer llevar cosas importantes. Cosas importantes no ser para Parriwimple.  

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10/10/2015, 22:32
Herr Urik von Teudeldorf

Suspiro ante las palabras del gigantón.

- "Parriwimple, amigo mío, escúchame. Lo importante es tu vida. Estas cosas mágicas pueden contribuir a mantenerte con vida. Mientras les lleves contigo te ayudarán. Si más adelante las pierdes, pues mala suerte. Lo importante es que hasta ese momento ayudarán a mantenerte con vida. Y yo necesito que vivas y que luches a mi lado, Parriwimple. No puedo hacer esto solo, cada vez que me voy solo me derrotan y están a punto de matarme. Si no estamos unidos, y nos ayudamos unos a otros a mantenernos vivos, entonces el Mal vencerá al final." -

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11/10/2015, 10:17
Ivalic Yannof

-Jajaja ¡Que gracioso es Señor Varikov! Entonces no nos hubiera encontrado hoy, además solo sirve cuando le buscan magicamente.

Dejó que su amigo Vjelkus abrazara al enano y se volvió hacia Herr Urik, que ni siquiera lo había saludado, quizás pensando en que Varikov era un doppleganger.

-¿Ve como es el Señor Varikov? Mire es su barba. Ivalic estiró la mano y dio un par de tirones a la barba del enano. ¿Y quien más iba a hablar así de gracioso? No sea maleducado y salúdele, que vamos a empezar a pensar que no se alegra de verlo.

Herr Urik era demasiado prudente en muchas ocasiones, lo que compensaba con algunas decisiones precipitadas en otras. Desde luego era un paladín bastante singular. Y mientras dejaba que se saludaran todos con Varikov se volvió hacia su amigo Parriwimple.

-Se dice rebelación Parriwimple. Re be la ción. ¡Y no digas más tonterías de las manos de Giuseppe! ¡Las manos no pueden hablar! Desde luego cuando se le metía una cosa en la cabeza a su amigo Parriwimple no había quien lo convenciera de lo contrario, pero Ivalic sabía que se le pasaría en unos días, simplemente se le olvidaría. Parriwimple, debes llevar esas cosas tu. ¿No quieres ayudarnos? Pues lo harás mejor con ellas. ¿Estás preocupado por tu anillo? No pasa nada, lo buscaremos. Y no eres el único que perdió cosas. Yo perdí mi bolsa de piedras y la copa que me regaló el Padre Danovich y Herr Urik y la Señora Helene sus armas. ¿Te parecería buena idea que por eso se deshicieran de todo lo que llevan encima? ¿A que no?

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11/10/2015, 10:55
Bobby

La imaginación de los niños vuela, e Ivalic añadió un par de florituras a su detallado resumen, como inventarse que el relicario lo llevaba Urik y no Helene, o que los amigos del gigante eran dos trolls y no dos ogros. Se le notaba sobreexcitado por el reencuentro con Varikov. Vjelkus también lo estaba. Se paró al lado del Trampero, le miró temeroso como pidiendo permiso y lo abrazó mientras Ivalic le tiraba de la barba.

De camino a Barovia, Parriwimple intentaba deshacerse de la responsabilidad que suponía llevar cosas importantes, pero los demás no se lo estaban poniendo nada fácil. Quizás podría encontrar en el pueblo a otra persona que le guardase el amuleto y la malla metálica, como el tío Bildrath, o Giussepe, o Gertruda... O quizás podría enterrarlos en un sitio, como los señores que no duermen, sino que están muertos, y que se señaliza dónde están con unas cruces de madera o unas piedras con el nombre y unos números separados por un guión. A los señores que no duermen, sino que están muertos, es muy difícil perderlos. Salvo el caso del papá de Irina, que sí estuvo perdido un par de días, pero porque Elenya lo había guardado debajo de la cama y se le olvidó decírselo a los demás.

Cruzaron el puente, recorrieron el sendero entre los campos de hierba alta, y caminaron por la calle principal, entre las casas ventiladas con las ventanas abiertas y las alfombras en los alféizares para sacudirlas por el polvo. Las personas saludaban amistosamente a los héroes locales tras su vuelta. Sin embargo, el mayor grueso de personas lo vieron poco antes de llegar a la plaza del pozo. El señor Litmunova había hecho un buen trabajo desmontando la empalizada para la defensa contra los zombis: por encima de las cabezas de la multitud no se divisaban ya las tablas y muebles que había ayer. Pero que ya se pudiese circular libremente por el centro del pueblo no era lo interesante en este momento...

La gente parada en la vía formaba un corrillo en torno a algo que daba mucho para cuchichear. El joven Bobby, curioso por naturaleza, también participaba de la distracción, cuando el ruido aparatoso de la armadura de Herr Urik le puso en sobreaviso. Bobby volvió la cabeza y los llamó alzando la mano para que lo localizasen.

¡Señor Urik! ¡Por aquí!-exclamó, abriéndose paso entre la masa de mirones-¡Abran paso, por favor! ¡Despejen! ¡Despejen! Señor Urik... tiene que ver esto.

La gente formó un pasillo hasta el centro del corriillo, en el que un cadáver yacía boca abajo, con el cuerpo ladeado un poco al estar sobre un saco abultado a la que la víctima se había abrazado antes de morir. Bobby se puso a un lado, y tiró del brazo para voltearlo y descubrir la identidad del difunto...

El rostro mortecino del señor Pip tenía los ojos abiertos y vacíos. La temperatura de su cuerpo era tibia, y presentaba varias cuchilladas en el estómago. Seguramente si no hubiesen ido en busca de Ludovico para "protegerle" de Kavan, Helene habría llegado a tiempo al pueblo para evitar que se desangrara este ratero de poca monta al que Varikov nunca llegó a conocer por haberse separado del grupo. También tenía moratones, como si se hubiese caído de algo del tamaño de un caballo. El bulto del saco al que se abrazaba no llegaba a un pie* de diámetro.

Notas de juego

*1 pie = 30 centímetros, aproximadamente.

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11/10/2015, 12:29
Herr Urik von Teudeldorf

Examino con atención el cuerpo.

- "Le conocemos. Es Pip, uno de los sirvientes o guardianes de Madame Jacqueline Montarri, la mujer que maldijo a la madre de Ivalic. Parece que está abrazando un saco..." -

Miro a Varikov y asiento levemente, a modo de saludo, algo avergonzado por no haberle saludado antes correctamente. Mi preocupación por Parriwimple me ha distraído de las formalidades apropiadas para el decoro, aunque no es que el enano se prodigue demasiado en cuanto a maneras se refiere. Mas, aun así, debo cuidar las formas.

- "Le han apuñalado y tiene moratones, como si se hubiera caído de un caballo. Se ha desangrado hace muy poco debido a las cuchilladas en el estómago." -

Recojo el saco que sostiene el cadáver y examino su contenido.

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11/10/2015, 17:57
Ivalic Yannof

Y casi sin darse cuenta el grupo había llegado de nuevo al pueblo. Ivalic aprovechó para detallar sus aventuras al enano adornando un poco las cosas como buen escritor y contador de historias que era.
En el pueblo los recibieron con alegría, hasta que se encontraron con un grupo de gente que comenzó a llamar a Herr Urik, entre ellos destacaba Bobby así que Ivalic corrió a ver que sucedía allí.

-¡Es el Señor Pip! ¡Señora Helene, Parriwimple, Vejelkus, es el Señor Pip! ¡Señor Varikov, este es uno de los hombres que viajaba con Jacqueline Montari! Presentaba un mal aspecto, y según el paladín alguien lo había apuñalado y tirado de un caballo. ¿Quien le habrá hecho esto? ¿Serían los aliados de Madame Eva buscando venganza? Era todo un misterio, pero delante de sus narices había otro misterio que llamaba aún más la atención del niño. Se acercó junto al paladín y metió la cabeza todo lo que pudo para ver que había dentro del saco. ¿Que hay dentro del saco Herr Urik?

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12/10/2015, 22:21
Director

Aquella cabeza femenina en el interior del saco tenía la tez morena de un gitano.

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12/10/2015, 22:34
Varikov el Trampero

Varikov odiaba a los humanos, no era un secreto para nadie, pero a los niños les deseaba la muerte, por lo menos. El destino era cruel y le añadía de vez en cuando a alguno más para burlarse de él, para humillarlo y poner a prueba su paciencia. Al empezar esta... digamos aventura, porque sobresaltos no faltaban, el enano pensaba que había juzgado mal a la raza humana. Pensaba que de entre ellos se alzarían los mejores guerreros y que le demostrarían que entre todos era posible luchar contra el mal. Cuan equivocado estaba. Ahora lo sabía y lo confirmaban con cada abrazo y tirón de barba que le daban y siempre tenían una razón para hacerlo: "¡Tengo miedo, Varikov!", "¡Bienvenido, Varikov!", "¡Adios, Varikov!" y la lista seguía hasta el infinito y más allá.

Se tragó las palabras que tenía como respuesta para Helene, le iba a dejar bien claro que parte del cuerpo le había quitado los centímetros que no creció en altura y no era la barriga, no, era algo más abajo. Esa mujer ya lo había tocado antes sin su permiso y seguro que luego se apuntaría a la lista de los que le daban abrazos.

Al ser un enano al que no le importaban los humanos, también ignoró a Parriwimple y su problema sobre sus pertenencias, solo esperaba que fuera lo suficientemente listo para no dejárselas al falso paladín para que haga otro de sus “justos repartos”. Con un gruñido se encaminó hacía el pueblo y las sorpresas que seguro que se iban a encontrar tarde o temprano.

El agradable paseo hasta el pueblo se acabó nada más llegar. Había gente por todas partes y Varikov enseguida empezó a agobiarse. Según avanzaban pudieron ver una multitud reunida, los que iban con él, claro. Varikov solo veía culos. Al llegar al centro de la reunión por fin una buena noticia. Un humano muerto. Ojalá lo fueran todos, pensó el enano y sonrió debajo de su tupida barba, a la que le faltaban algunos pelos y migas que se había llevado Ivalic con el tirón que le había dado antes.

El falso paladín dijo en voz alta lo que todos habían notado. Al enano no le engañó su cháchara y vio como sus manos se fueron enseguida a por el saco que el murto llevaba, no vaya ser que otro pudiera mirar antes lo que había ahí dentro. El mocoso flaco siguió su ejemplo y por lo menos se cayó la boca mientras miraba dentro. Así que él se dedicó a mirar en los bolsillos del muerto deseando no encontrar un pañuelo lleno de mocos o de otros fluidos corporales.  

 

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12/10/2015, 22:57
Herr Urik von Teudeldorf

- "Es una cabeza cortada de una mujer vistana. ¿Por qué la traería mister Pip al pueblo?" -

Se la muestro a Frau Helene al tiempo que reviso el corte del cuello, mirando si sangra o no y si es reciente o no.

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13/10/2015, 06:07
Ivalic Yannof

-¡Es una cabeza de una mujer! ¡Es la cabeza de una mujer vistani!

Gritó Ivalic asqueado por el contenido del saco. El niño ignoraba porqué el Señor Pip estaba en el pueblo muerto y con una cabeza aunque suponía que aquella era una de las que tenía Jacqueline Montari para su uso o una que el Señor Pip había salido a buscar para ella.

-Jacqueline Montari fue una asesina que hace trescientos años fue contratada para asesinar a la cabecilla de los vistani: Madame Eva. Lo consiguió pero la atraparon y tras ser ejecutada su cuerpo fue entregado a los mismos vistani que clamaban venganza. Al parecer le quitaron la cabeza y luego la maldijeron, ahora necesita otras cabezas para vivir por eso corta las cabezas de la gente, sobre todo de las vistani a los que odia. Se hizo pasar por una de ellos y maldijo a mi madre para que todo el mundo odiara a los vistani pero no fueron ellos, fue Jacqueline Montari. Ivalic explicó a los presentes la situación para proceder a contar su encuentro. Nosotros intentamos hablar con ella pero nos atacó, este es uno de los hombres que la acompañaban. Puede que se esté quedando sin cabezas y el Señor Pip fuera a buscar una, pero ahora no tiene ni cabeza ni al Señor Pip y será más vulnerable así que podemos volver a intentar enfrentarnos a ella, aunque es una excelente luchadora. Ivalic contó con todo detalle el encuentro que habían tenido con la asesina adornando un poco las cosas para que no pareciera tan desastroso como había sido. ¿Verdad que iremos a por ella Herr Urik? ¿Señora Helene? Puede ser nuestra oportunidad, y con nuestro amigo el Señor Varikov seguro que les ganamos esta vez, no podemos dejar que esa mujer siga robando cabezas y maldiciendo a la gente. ¿Quien se apunta?

Seguro que la gente del pueblo les agradecería que se libraran de ese mal que los asolaba, sin saberlo, desde había tiempo. Pero había cosas que al niño aún no le quedaban claras.

-Bobby ¿Como llegó el cuerpo aquí? ¿Apareció sin más en mitad del pueblo? ¿Alguien lo trajo? ¿Alguien lo mató?

La única enemiga que Ivalic conocía de Jacqueline Montari era Madame Eva, pero ella había estado en el círculo de piedras casi toda la noche. Quizás había sido uno de sus nuevos aliados. Fuera como fuera era una oportunidad que podían aprovechar ahora que Jacqueline Montari podía estar más débil y no tenía ni al perro ni a uno de sus hombres con ella. Además ellos eran uno más y quizás alguien más en el pueblo se animara a ayudarlos.

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13/10/2015, 18:11
Helene

Simplemente asintió cuando Ivalic gritó a los cuatro vientos la identidad del cadáver; y cuando alcanzó a ver la cabeza decapitada, un escalofrío recorrió su cuerpo. Murmuró una oración por aquella desafortunada mujer mientras las preguntas se agolpaban en su propia cabeza, afortunadamente sobre sus hombros.

Resignada, se acercó al cadáver del señor Pip, inspeccionando más de cerca sus heridas y golpes y aprovechando la ocasión para registrar el cuerpo con la esperanza de dar con algo que pudiera proporcionarles más información. Esperaba que alguien pudiera responder por su parte a las preguntas de Ivalic.

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13/10/2015, 19:33
Parriwimple Indirovich

Parriwimple no ha dicho demasiado hasta llegar nuevamente al pueblo. Allí, se acerca a Helene y, sin decir nada más, le entrega la cota y el amuleto.

Ellos amigos, pero no entender Parriwimple. Parriwimple ser tonto, pero haber tomado decisión. No llevar esto. Estas cosas no sirven Parriwimple, siempre perderlas. Parriwimple tener otras cosas que no perder. Usarlas ahora. Esto debe ser de otro. A otro poder ayudar.

Tras las palabras y tras dejar las cosas en las manos de Helene (que puede notar como la cota pesa poco, muy poco) se aleja de la cabeza decapitada y nuevamente se acerca a Ivalic, con gesto de estar pensativo. 

Sea eso lo que signifique para alguien como Parriwimple. 

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13/10/2015, 22:07
Director

Esa sucia mujer tuvo la misma idea que Varikov, ¡pero Varikov llegó antes gracias a que él no se preocupa por cabezas en sacos! Los bolsillos del muerto contenían dos objetos:

Una armónica.

Un camafeo. Pero feeeeooo, feeeeoooo, ¿eh? El camafeo más feo que Varikov había visto nunca, aunque tampoco se veían muchos camafeos en la Naturaleza. El camafeo tiene por detrás un imperdible con un trozo de tela blanca, como si hubiese sido arrancado en un forcejeo, y no es el color de tela de la ropa del señor Pip.

Varikov se los ha metido a tiempo en su propio bolsillo, sin que nadie le viese, aprovechando la distracción que supuso la oportuna intervención de Parriwimple.

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13/10/2015, 22:13
Bobby

Los cuchicheos de la gente se acrecientan según se revela el contenido del saco (algunos se santiguan, otros escupen al suelo para espantar al mal fario) y las explicaciones de Ivalic sobre esa mujer que está en los alrededores y que en cualquier momento puede aparecer a cortarles la cabeza. Algunos empiezan a alejarse y a meterse en sus casas.

Nadie vió nada. Ya sabe cómo es esto: no merece la pena jugarse el cuello si es para ver cómo el Mal actúa por las noches. Un vecino dijo que oyó relinchos de caballo o mula, pero que... y cito textualmente... "ni por todo el oro del mundo saldría de mi cama y me asomaría a ver por la ventana". La gente tiene miedo. ¡Cáspita! ¡Yo tengo miedo!

Y tratar todo aquello en medio de gente asustada solo estaba empeorando las cosas. El registro de Helene dió negativo. No había nada en las heridas o en los bolsillos que aportase ninguna pista. Vjelkus la ayudó cogiendo el camisote de mithril y el medallón, y sosteniéndolos en brazos para que su madre tuviese las manos libres.

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13/10/2015, 22:59
Herr Urik von Teudeldorf

- "Humm. Si no lo vas a llevar tú, Parriwimple, entonces volveré a llevarlo yo." - Recupero el medallón de sobre la palma de Vjelkus y me lo pongo al cuello, donde estaba antes de que se lo diera a Parriwimple para salvar su vida cuando fue herido de muerte por los zombies.

Vuelvo a guardar la cabeza cortada en el saco y sostengo el mismo en la mano.

Veo el gesto de negación de Frau Helene tras examinar detenidamente el cadáver del señor Pip.

- "Bien, parece que nada vamos a sacar de examinar este cuerpo, a menos que el Padre Danovich sea capaz de hacer hablar a los fallecidos. Quizá Bobby y sus amigos puedan llevar el cadáver a la iglesia para que el Padre Danovich pueda prepararlo para el funeral.

En cuanto a nosotros, quizá en mitad de la calle no sea el lugar más apropiado. Sugiero que vayamos a la posada." -