Partida Rol por web

A Alejandro no le resultaba dificil moverse en los hospitales, dado que el era medico.

Le basto llegar a recepcion, presentarse y mostrar interes por un paciente para que le dijesen donde estaba:

En la morgue. Habia sido hallada muerta hace dos horas, cuando fueron a cambiarle las sabanas.

Ohtia, pijo. Noh han jodio pa vino. Dijo Paco contrariado. Ehto ha sio que se han olío que veniamoh y han limpiao suh güellah. Haciendo gala de sus grandes dotes de deducción. Nene! Se dirigió a Alejandro. Corre a ver si veh que le han hecho hazle lautohsia!!!

Mientras Paco hablaba la de recepcion con el telefonillo en la mano les dice que llamara al dr Vazquez, que la estuvo atendiendo.

Llega al poco rato por el pasillo un joven, que tras presentarse les dice de este modo:

Estamos desconcertados, si son ustedes familiares o amigos quizas nos podrian ayudar. No sabemos de que murio. Habia viajado al extranjero o tenia alguna enfermedad rara?

La decepción al ver que había muerto la mujer era bastante grande. Por suerte, la reacción de llamar para ver que había pasado con la autopsia fue oportuna.

Cuando se presentó el doctor que la atendió aproveché a mi vez para identificarme como compañero de profesión: Encantado de conocerle, doctor. Soy el doctor Alejandro Romero. Sólo éramos conocidos de la señora, pero no esperábamos que se hubiera producido tan trágico desenlace. No sabemos tampoco en las circustancia en las que pudo contraer la enfermedad que fuera que le afectase, pero si quiere, podría echarle una mano con la autopsia. Mi campo de especialicación es la genética y quizás podría ser útil.

Trato de ser lo más amable posible. No quiero que piense que le estoy cuestionando su capacidad y por eso le trato de hacer ver que mis conocimientos bien pueden ser complementarios a los suyos.
 

La mujer esta en el deposito, y la autopsia sera mañana a las diez de la mañana.

Dijo el dr antes de despedirse:

Si quieren estar presentes digan que van de mi parte.

Mañana se le hacía mucho tiempo para las sospechas que tenía Paco de que hubiera podido venir alguien a matarla. Igual podían venir a borrar sus huellas. Antes de que se vaya Paco le ataja. - Dohtoh Vahqueh, y no sería posible que el dohtoh Romero pudiera echah un vistazo al cadaveh ahora. Algo rápido como una identificacióh. Yo personalmente tuve una relacióh muy intensa con ella, en relacióh con la dolencia de su difunta hija, y el Dohtoh Romero fue de gran ayuda en todo ese doloroso trance. 

Paco intenta poner su cara más compungida e incluso intenta quitarse una inexistente lágrima.

Aún tengo presente el recuehdo de la pequeña, como si fuera ayéh.

El celador les acompañara. Dice el dr. Vazquez dando instrucciones a un empleado del hospital, que os conduce a los ascensores y os hace bajar al sotano con una llave especial para los botones de los pisos inferiores.

El ascensor se abre a un pasillo de azulejos blancos por las paredes, donde hace mucho frio. El pasillo esta alumbrado por fluorescentes blancos y todo esta en total silencio.

Vuestros pasos resuenan a medida que avanzais hasta una cortina de tiras de plastico transparente. La atravesais y entrais en una habitacion.

El interior es el deposito de cadaveres del hospital. No es una sala muy grande, hay 9 nichos en una pared y una mesa de autopsias en el centro, de metal acerado con bamdejas de instrumentos y una lampara medica.

El celador abre uno de los nichos y extrae la plataforma al exterior, donde esta depositado un cadaver dentro de una bolsa con cremallera.

Tienen cinco minutos, es la hora de comer y cambio de turno. Dice antes de marcharse al pasillo para dejaros solos.

Increiblemente, hemos conseguido tener acceso al cadaver y además con privacidad. Cuando el enfermero se va, hablo rápidamente con mis compañeros:

Aún no me lo acabo de creer, pero todos fuimos testigos de lo que pasó en aquella cafetería. La niña parecía ser un vampiro y hemos visto las bastantes películas y leído libros como para saber que puede que haya transformado a esta mujer. Si no estoy equivocado, para impedirlo creo que ... - hago una pausa para tragar saliva, pues ni yo mismo estoy convencido de lo que voy a decir - habría que clavarle una estaca en el corazón o, Dios no lo quiera, cortarle la cabeza. Estén preparados para lo peor, yo voy a coger unos guantes para abrir la bolsa y ustedes atentos.

Y haciendo de tripas corazón y con más miedo que vergüenza, tomo un par de guantes de cirujano y procedo a abrir la cremallera en cuanto mis compañeros me indiquen que están preparados...

Tras oír hablar a Alejandro el Guash frunció el ceño como si estuviese chupando un limón y le dijo.
-Si le clavah una ehtaca ahora van a buhcarte en 10 minutoh la guardia civil a tu casa. Le hah dicho tu nombre y apellidoh al otro dohtoh. Caro que el cargo sería por mancillah un cadaveh, no por asesinato que eh lo que me quieren clavah a mi

Guash admiraba a este tipo, por su sagacidad para aprovecharse de las mujeres, pero a veces parecía "mu tonnnnnto" y falto de malicia.

Tiene razón, pero prefiero que me busque la Guardia Civil a que me busque algo como la niña esa. La verdad es que mi compañero tiene razón. Me he identificado y si hay algun problema, me irán a buscar a mi, pero ¿que otra cosa podria haber hecho?. Creo que era la única forma de garantizarnos el acceso al cadaver.

De todas formas - digo, mientras me coloco los guantes con un tirón y dejo que el típico sonido de golpear del guante relaje un poco mis nervios - primero debemos examinarla. Puede que todo sean temores infundados, pero mejor estar preparados...

Al ver dudar a sus compañeros, Paco hace un gesto de negación en plan deja, ya si eso lo hago yo... no sea que al señorito se le escuezan los huevos Y abre la bolsa mientras piensa.
- A ver si con un poco de suerte está desnuda y le veo las lolas!!!

Se ve que los preparativos de Alex han sido demasiados para su compañero, que decide acabar con tanta espera y se lanza a abrir la bolsa. En ese momento, todos los músculos del científico se tensan y nota como una pesada bola en el estómago, pero ya no hay tiempo para nada más...

Paco abre la cremallera hasta la cintura. La mujer es la misma que en la cafeteria y tiene una pinta estupenda, las mejillas sonrosadas, las tetas bien puestas... no pareceria estar muerta de no ser por el hecho de estar dentro de una bolsa para cadaveres.

Pareceria que en cualquier momento pudiese abrir los ojos.
 

Paco se queda obnubilado mirando el cuerpo desnudo de la madre...
esas buffas... esas buffas
Sus ojos se quedan hipnotizados por la jugosa redondez de sus pechos y sin darse cuenta coloca sus dos manos sobre sus glándulas mamarias y las empieza a palpar suavemente mientras deja su boca abierta y un hilillo de baba se desprende de sus labios y le empieza a caer por el mentón hasta formarse una gota en su barbilla mientras balbucea muy quedo
-Pechacohhh

Alejandro se queda anonadado ante las acciones de su compañero. Por unos segundos es incapaz de reaccionar, salvo para boquear como un pez en una pecera. Cuando consigue salir de su estupor, le dice:

Ehh, ya sigo yo examinándola, gracias. - y se dispone a apartar suavemente a Paco del cadáver, cuando suena su móvil. Reconoce el número como el del detective privado, por lo que lo coge, escucha brevemente lo que le dice, mientras sus compañeros pueden apreciar como su gesto se vuelve de preocupación, y le responde:

Hola. La mujer está muerta. Estamos en el depósito de cadáveres e íbamos a examinarla ahora mismo. Gracias por el aviso. Luego te cuento cuando llegues o si nos vamos antes te digo donde nos podemos reunir. Hasta luego.

Sin embargo, el científico no cuelga aún, por si Pepe tiene algo más que decirle.