Partida Rol por web

Far West: Ladrones de Ganado

II. Camino de Great Valley

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12/03/2013, 13:17
Jim Walker

Jim sujeto los hombros de Thomas y le miro de frente.

- Pues si es así, ignorales. Mañana puede que otro tenga mala suerte con el ganado, quien sabe. A mi la falta de whiskey me resta habilidad. Pero no tiene sentido hacerse enemigos para un camino tan largo. ¿De acuerdo amigo?

Después saluda con el sombrero a Laureen.

- No lo ha hecho mal, señorita.

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12/03/2013, 16:04
Laureen Smith

Notas de juego

Jim, creo que no puedo oirte, estás justo al otro lado del ganado, si quieres charlamos luego en el fuerte...

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13/03/2013, 04:25
Frank Hoyle

Frank  Hoyle había sobrevivido la jornada hasta ahora, no había tenido contratiempos y había logrado llegar en una pieza. Espera que el trabajo no se redujera a eso, sabia que así seria mas fácil y la paga sencilla, pero también sabia que eso no cumpliría su meta. Si algo sucedía, si lograba sobresalir, pronto se haría con la fama que necesitaba como explorador. Y con eso la historia sería muy distinta para él que apenas era nuevo en aquellos lugares.

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13/03/2013, 12:51
Jim Walker

Jim saludo con el sombrero a Laureen con un gesto de reconocimiento por aguantar ese día tan agotador.

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14/03/2013, 08:50
Laureen Smith

Después de un arduo día de trabajo en el que varias veces había tenído que salir al galope tras algunas reses revoltosas por fin se mostraba ante ellos Fort Brady, la primera parada. Respiró profundamente nte la idea de darse un baño caliente y dormir bajo techo. Al otro lado del ganado el tal Jim le hizo un gesto con el sombrero, Laureen se quitó el suyo e hizo un gesto de agradecimiento. Estaba más que acostumbrada a tener que mostrar su valía ante los hombres.
Se giró levemente hacia Frank HOyle y comentó,bueno, parece que al fin termina nuestro primer día de trabajo.

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15/03/2013, 21:02
Director

Ya había comenzado a haber algunas reticencias entre los hombres de Tillis y algunos de vostros. Por ejemplo, entre el viejo Thomas y ellos, y también alguna mirada que echaban al bueno de Buck, el cuál éste no tenía aires de confrontación, y bajaba la cabeza ante las muestras de desprecio de los hombres de Tillis. Eso a algunos os molestaba, pues Buck no era mal tipo realmente, más bien lo contrario.

Se hacía ya de noche y por fin divisásteis una estructura en medio del desierto. Fort Brady no era más que un lugar abandonado, pues veíais un mástil sin bandera alguna enarbolada en dicho fuerte.

Al llegar, os percatásteis de que aquella estructura era ya un vestigio de lo que antes tuvo una función comercial o administrativa. su protección era una emplizada doble, con pasalera superio entre ambos muros para los vigilantes, y bajo tales eran aprovechados los huecos para establecer algunas cuadra, y otras salas con sus funciones.

Nada más entrar, vísteis que algunas de ellas era una especie de matadero (habitación con una sala de descuartizamiento y matanza de ganado); otra era una pequeña prisión (seguramente para sofocar los pequeños hurtos que se producían. También existía una sala con muchos estantes y un mostrador, aunque sin nada más en su interior (lo que quizá fuera un punto de intercambio o tal vez una tienda de productos), y finalmente había un edificio principal, también inscrito en parte en la empalizada en su parte trasera, de un sólo piso.

Fuera del fuerte, junto a la empalizada, había una especie de estructura construida con similares materiales a la empalizada, que no eran sino los vestigios de una atalaya. Ésta únicamente sostenía una superficie de dos por dos zancadas, sin tejado ni parapeto de sujección. Muy desastroso, vaya.

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15/03/2013, 21:09
Earl B. Tillis

Tillis no era tonto, y se percataba de que sus hombres miraban con desconfianza a las nuevas incorporaciones.

¡¡Venga!! -os dijo a los que tenía cerca y haciendo gestos a sus hombres con aspavientos-. Fue entonces cuando sus hombres cabalgaros hasta vuestras posiciones, comunicándoos que el ganado había que meterlo dentro del fuerte. La puerte de ésta estaba abierta.

¡¡Adentro!! ¡Adentro! -gritaba Tillis-, ¡Joder, vamos! ¡Antes de que anochezca del todo!

Sería mentir el afirmar que no constó mucho trabajo meter a dos mil cabezas de ganado en un reducto como aquel, pues el espacio de entrada, pese a que eran unos cuatro o cinco zancadas, era como un embudo con fina boquilla para un puñado de tierra que pasara por él. Durante más de veinte minutos cabalgásteis para reconducir alguna vaca hasta el interior del fuerte.

Una vez dentro, su hombres cerraron las puertas.

Bien, atendedme todos -os dijo Tillis cuando os reunió dentro-.Ésto es Ford Brady. Ése es el establo -señaló su ubicación-, y ésta es la sede donde dormiremos -apuntó con el dedo al edificio principal-. Éste lugar está abandonado. Hace unos años los apaches hacían estragos a los colonos que se adentraban en estas tierras y a los soldados que venían para protegerlos. Ahora ya no hay ni apaches, pues se han ido retirando, ni caravanas o colonos, que aún temen venir por aquí. Asi que... señores, y señorita -en cuanto a Laureen-, estamos solos.

Los tipos de Tillis comenzaron a guardar sus caballos en las caballerizas bajo la empalizada, y vuestro jefe "aparcaba" su carreta, desatando al caballo, en una esquina del fuerte, algo alejado de la entrada del mismo y la del edificio principal.

Lo cual no quita... -continuó cuando hizo eso- que no hagmos guardias. ¿Entendido? Me da igual cómo lo hagamos, yo también me mantendré despierto. Somos muchos, y es posible que todos podamos descansar bien. Eso si... ya os digo: Ni acercarse a mi carreta, ¿lo entendéis verdad? Bien. ¿Alguna sugerencia o pregunta?

Quizá fuera sarcasmo lo de la última pregunta, aunque en realidad no. Allí mandaba Tillis, estaba claro, pero también admitía, si así se lo parecía, opiniones para mejorar la estancia. Ninguno de sus hombre dijo nada, tan sólo se limitaron a quejarse sobre algunos de vosotros y vuestra manera de "desatender el ganado" (según ellos), por lo cual se descarriaron algunas reses durante la jornada.

Vale, ¡vale! -les dijo a sus hombrs para que se calmase-, ¡A callar! ¡No quiero más remilgos! ¿Quién hará la primera guardia? Será de una hora, o algo menos, cada una...

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17/03/2013, 02:41
Frank Hoyle

Frank se limitó a mirar de reojo a aquella mujer mientras esta le hablaba; que rayos pasaba por su mente pensaba para si mismo Frank algo nervioso al ser abordado de forma inesperada. Lo mejor según Frank, sería mantener un ojo bien abierto, probablemente ella buscaba un hombre a quien manipular y sacarle provecho en el presente viaje; pero ese no seria él, no señor, Frank ya había aprendido su lección.

Ya en el fuerte, tras meter al ganado Frank se dispuso a estirar las piernas un poco caminando en los alrededores a fin de tener una buena idea de la distribución del lugar por si algo llevaba a suceder.
Al mismo tiempo escucho que Tillis preguntaba por la primera guardia por lo que levantando la mano respondió, -Yo la haría encantado pero creo que seré mas útil si hago la segunda o la tercera-.

Notas de juego

Master, deseo hacer una tirada para que mi personaje se guarde en la mente de la mejor forma posible, las distribuciones estructurales del fuerte.
No se si debo hacer una tirada de conocimiento del terreno, orientación o simplmente una de ver.

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17/03/2013, 10:40
Laureen Smith

Yo haré la primera guardia señor. se ofreció Laureen dando un paso hacia su jefe. Llevaba muchos años años fuera de casa y una cosa tenía clara, la mayoría de las veces que algo ocurría no era a primera hora de la noche. Si algo pasaba no quería que fuese en su turno, además, se le habían escapado algunas reses y tal vez ofrecerse voluntaria fuera una buena excusa para que la mirasen con otros ojos...

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17/03/2013, 13:18
Elliott Marx

Elliot no había tenido el mejor comienzo. Había dejado escapar algunas reses, pero al menos no se había perdido ninguna. Aquel asunto no era lo suyo, eso estaba visto. Se sentía agotado de cabalgar todo el día. Los años le estaban pasando factura.

Tillis dio la orden de organizar turnos de guardia y la primera en ofrecerse fue la muchacha.

Elliot se adelantó, avergonzado de sus reflejos y de los de sus compañeros también.

—Nada de eso, señorita. Hay muchos hombres aquí, como para obligarla a usted a hacer guardia. La primera la haré yo, si no hay inconveniente. De todas maneras apenas duermo en estos días.

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17/03/2013, 13:39
Jim Walker

- Me apunto a la ultima, me gusta ver como amanece, que no es poco.

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17/03/2013, 14:17
Thomas Lewis

 Por fin habían llegado al fuerte. Aunque estuviera abandonado era mejor que dormir a la intemperie. Thomas ayudó a meter las reses en la fortificación y después echó un vistazo a la estructura. No pintaba mal. Un buen sitio para hacer la guardia. Algunos de sus compañeros, puesto que a los hombres de Tillis no los consideraba como tal, ya estaban pidiendo turno. jim se había pedido el que Thomas quería así que se pidió el inmediatamente anterior.

- Yo me pido antes que Jim, la penúltima. Así dormiré todo de seguido, que me hace falta.- Al igual que Elliot, él ya tenía una edad y cada vez dormía menos, auqnue hoy le costaría levantarse, eso estaba claro.

Antes de ir a dormir se pasó por el establo para ver si había alguna res preñada o que no tuviera buena aspecto. Al pasar al lado de Jim, le pegó un ligero codazo en las costillas.

- Me tocará levantarte vaquero jaja.  No te hagas el remolón o te pegaré un puntapié que te pondrá en marcha en un santiamén.

Notas de juego

Master: A mi no creo que me haga falta tirar, pero me dices si hay alguna res con problemas de salud o preñada?

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17/03/2013, 17:17
Dwayne "Dallas" Hicks

Nada más llegar a destino salto del caballo y dejando caer el sombrero meto la cabeza directamente en el abrevadero de los caballos para acto seguido sacarla y empezar a escupir -Puto polvo- pienso mientras me quito el agua de la cara

-Por lo menos estaré un rato sin toser gracias a la cantidad de agua que he tragado- me digo a mi mismo mientras ato el caballo y escucho al jefe. Tras escucharle me dirijo hacia donde estan todos -A mi me da igual el turno, decidid vosotros y ya me direis- les digo mientras me acomodo. Es entonces cuando la tos vuelve a darme -Maldita sea. Que poco me ha durado

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17/03/2013, 18:17
Director

El turno de las guardias, finalmente, era el siguiente: La primera guardia la haría el señor Marx, después Laureen, Frank, Buck (que pidió justo después su turno) y tras ellos los hombres de Tillis. Finalmente, Thomas y Lewis decidieron hacer las dos últimas.

Al final, vuestro jefe no haría turnos, pues habíase acomodado ya en el interior, había sacado de su carro una manta y una especie de esterilla, para montarla en el interior del edificio principal, en la estancia principal.

También había sacado algunas raciones de pan, unos platos de legumbres de haría un par de días o tres y algunas carnes que no tenían muy buena pinta, pero algo de hambre quitarían. Había suficientes provisiones para todos, por lo que cenaríais sin problema. Eso si: nada de alcohol mientras se trabajara, y hasta que se acabara la empresa, estábais trabajando...

Thomas caminó un rato entre el rebaño de reses, que ahora si que estaba más apretado una vez habíanse echado para dormir. Entre la noche no logró dilucidar en gran parte lo que quería saber y lo cierto es que intentar comprobar las dos mil reses le llevaría toda la noche y parte del día siguiente. Además, ante un encargo tan elevado, un trabajo de tantas millas, los dueños solían transportar sus ganados una vez los animales paridos, asi que era poco probable lo que buscaba.

Notas de juego

Si, Frank, haz una tirada de ver (añade un bonus del 50%). En teoría, muchos fuertes simples tenían la misma forma y las mismas disposiciones, asi que no te será difícil recordarlo, espero ;)

Mismo bonus para todos.

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17/03/2013, 18:22
Earl B. Tillis

A ver señores... -dijo Tillis una vez que había sacado todas las viandas y las había colocado una mesa de salón interior del edificio-. Ahí está la cena. Cenaremos y luego trataremos de descansar lo máximos posible... Ha sido un día duro, pero quizá mañana lo sea más. Quién haya atravesado los densos desiertos de Texas sabrá de lo que hablo... ¿entendido? Bien... misma hora: a las seis ya estaremos conduciendo reses de nuevo. ¡A comer!

Ah, vosotros... -dijo algo más bajo a sus hombres-, durante vuestro turno vigilad mi carreta, ¿de acuerdo? Que nadie se acerque a ella.

Tras lo dicho, comenzó la noche, y mientras el resto cenaba. Elliot comería algo tras acabar. Mientras comía como un descosido, vuestro jefe os dijo que podíais subir a la empalizada y caminar sobre su estrecha pasarela durante vuestro rato de vigilancia, para así abarcar más terreno. Se presentaban ahora las horas de guardia.

- Tiradas (1)
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17/03/2013, 18:34
Director

Durante tu guardia pensabas en Sally... "¡Oh, si, Sally! ¡Qué mujer!", pero lo cierto es que mientras tenías bajo tus pies los cientos de cabezas de ganado y en el horizonte oscuridad que bañaba el desierto bajo una leve y tenue iluminación lunar, percibiste algo extraño: figuras moviéndose en la noche. Estaba a unas pocas millas y la falta de lomas o montañas hacían que discernieras, con gran dificultad, gente montada a caballo a tal distancia. ¿Quién diantres rondaría aquellas tierras si lo más cerca era el fuerte abandonado donde os guarecíais esa noche? Harto extraño, sin duda... No lo quisiste comunicar en esos precisos momentos por si no fueran más que imaginaciones o engaños de la vista.

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17/03/2013, 18:37
Buck Henry

El día amaneció. Las seis "dieron" por boca de Buck, el cual, cuando muchos de vosotros abrísteis los ojos tras despertaros y poneros inmediatamente en marcha, ya estaba de pie, vestido y con su sobrero negro característico, dispuesto a hacer de su trabajo un buen jornal.

Venga, señores, ¡venga! -os dijo animosamente nada más amanecer-, ¡arriba!, el jefe está colocando ya su carruaje, en breves subirá aquí y dará unas voces para haceros levantar... lo presiento, je je -algo chistoso el tipo, aunque los hombres de Tillis miraron a Henry con mala leche por tal broma, "para variar"...-. Asi que bueno, daos prisa, os espero abajo...

Entonces, la voz de pito de Buck os pareció una armoniosa melodía en comparación con la cantidad de voces que oíais procedentes de fuera. Eran de vuestro jefe Tillis.

                                  ¡¡¡PERO QUÉ COJONES!!!

           ALEMÁÁÁÁNNN... ¡¡¡QUÉ COJONES HE DICHO !!!

                                   ¡¡MIRA ESE TROZO DE LA EMPALIZADA!! ¡VEN AQUÍ! 

¡¡ESTÁ ARRANCADA!! ¡¡COÑO!! ¡¡A LO LEJOS!! ¡¡MIRA AQUELLAS VACAS!!

                                                         ¡¡QUE SE ESCAPAN!!

                   ¡¡¡QUE SE ESCAPA NUESTRO DINERO!!

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17/03/2013, 18:45
Earl B. Tillis

Os vestísteis enseguida y salísteis a ver qué ocurría. Un trozo de la empalizada en mal estado parecía haberse caído, aunque realmente parecía que la hubieran arrancado, hubieran quitado unos palos y podían verse vacas a lo lejos, las cuales se habian escapado. Vuestro jefe estaba hecho una furia con su capataz... Entonces os vio salir.

¿Que ha pasado aquí? -Tillis estaba anclando su caballo a su carreta cuando vio todo aquello-, ¿Para qué hemos hecho guardia? ¿Eh? ¡¡DECIDME!! -su bronca era monumental, parecía un tipo muy violento-. Se han escapado unas vacas durante la noche... ¿¡Y ahora qué!? ¿Eh? ¡Diablos! ¡¡Es dinero perdido!! Grrrr... ¿es que nadie vio esa abertura? ¡Maldición!

Lo cierto es que un trozo de empalizada caída habría hecho daros cuentas la noche antes. Sobre todo a Frank, que intentó revisar el fuerte a conciencia.

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17/03/2013, 23:45
Elliott Marx

—Evidentemente nadie la vio —respondió Elliot calmadamente—. En vez de quedarnos parados maldiciendo, quizás sea mejor ir a rastrear a esas reses, ¿no cree? No pueden estar muy lejos. A las vacas no les gusta correr.

Se calzó su sombrero, mientras se dirigía a desatar su caballo.

—¿Quién viene conmigo?

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18/03/2013, 00:56
Dwayne "Dallas" Hicks

Escupo unas asquerosas flemas como hago cada mañana para aclararme la garganta y me ajusto el sombrero -Yo, cof, cof, te acompaño- Digo mientras rozo la culata del revolver con el pulgar -Aqui esta ocurriendo algo muy raro. Alguien ha arrancado esa valla a proposito. No creo que el de la carreta, Frank creo que se llamaba, no se diera cuenta ayer con la de vueltas que dio por el lugar