Partida Rol por web

Fatal Frame: Mermaid Song

Capítulo 1

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26/08/2018, 06:56
[Yoshi Yamagaki]

Qué narices? .. - como acto reflejo intento llamar con su teléfono.

Pero al parecer, no había cobertura de momento en ese sitio.

Donde estaba y como había llegado ahí?, había jurado que no aceleró mas de la cuenta y siguió el camino que siempre tomaba, cómo que ahora lo que aparecía ante él , existía ahí.

Árboles, totems, extrañas escrituras?, lo que podía decir con certeza, es que ya posiblemente no estaba en casa, pero, entonces donde diablos había aparecido y que lugar era aquel?

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28/08/2018, 02:28
Brandon Marshall

No daba crédito.

Un momento atrás estaba en el pasillo de la universidad y ahora, sin embargo, me encontraba junto a un paisaje con árboles y una señalización y que, a simple vista, me transmitía la imagen la zona boscosa de una localización oriental. "Esto parece China o Japón" pensé para mis adentros, incapaz de creer qué me estaba sucediendo. "Vale, o esto es un sueño o tengo que estar flipando en colorines".

Escuchar aquellas voces de niñas tan cerca de mí, me hizo girarme de inmediato, totalmente extrañado. Y quedé mucho más extrañado de ver que se trataba de dos niñas japonesas vestidas con kimonos negros. "Es un sueño" me dije, queriendo pensar que no podía ser real. "Es mi maldito subconsciente. Seguro que me dormí pensando en la aparición de esa chica de esta mañana y mi mente lo ha vinculado con kimonos y un paisaje japonés. Sí, estoy seguro de que es eso". Me desconcertaba sobre todo que pudiera entender a las pequeñas, quienes, lejos de comunicarse en japonés, hablaban en un perfecto inglés. Tenía que tratarse de un sueño.

Me dirigí hacia las chiquillas, confundido ante lo vívido que resultaba aquel sueño. "No, esto no puede ser real. No puedo haber aparecido en Japón como si nada. Nadie es capaz de teletransportarse de un país a otro".

-Hola... -saludé a las niñas, levantando una mano a modo de saludo-. ¿Quiénes sois? ¿Y quién es ese Sumo Sacerdote del habláis? Acabo de llegar aquí y estoy un poco perdido...

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29/08/2018, 10:13
Kim Yang Mi

Yang Mi estaba apoyada al lado de la ventana viendo el paisaje mientras continuaba hablando, asintiendo un par de veces y respondiendo con frases cortas. Poco después colgó el teléfono, mostrando en su cara un leve deje de culpa cuando volvía a acercarse a la mesa.

- Parece ser que mi descanso a terminado antes de lo previsto.- Miró primero a su hija y luego a su marido, quien alzó una ceja descontento al saber que la reunión que tanto tiempo llevaban planeando se iba a cancelar a los pocos minutos de empezarla.- Los productores de la cadena que van a hacerme la entrevista llamaron para pedir que fuera antes. Al parecer unas noticias de última hora sobre un hombre que asegura que le atacaban en sueños ha ocupado la franja que tenían prevista para mí, por lo que van a adelantarme en el horario.- Suspiró, agarrando su bolso y cogiendo a su vez el vaso para darle un último sorbo.- Lo siento cariño, os avisaré cuando tenga un hueco en la agenda.- Colocó la mano sobre el hombro de su marido, quien posó la mano sobre ella mientras asentía, entendiendo su horario de trabajo.

Notas de juego

Como dije, disculpa la demora. Podemos proseguir el horario habitual, así que paré aquí por si quieres decir algo al respecto :)

Cualquier cosa ya sabes donde encontrarme y, de nuevo, lo siento.

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29/08/2018, 11:15
Miwako y Nawako

- Miwako.- Dijo la mayor.

- Nawako.- Respondió de seguido la pequeña.

- ¿Eres un pescador?

- Llegas tarde a la caza.

- Si le pilla el Sumo Sacerdote le castigará.

- Si le pilla el Sumo Sacerdote le castigará.

De nuevo ambas se miraron y rieron al unísono por coincidir una segunda vez en la última frase. Segundos después sus miradas se dirigieron al final del camino, donde podía vislumbrarse los tejados de varias casas al fondo con las luces encendida. La pequeña se levantó, cogiendo a su paso una flor del suelo para voltearla entre sus manos antes de olerla.

- Va a comenzar.

- También llegamos tarde. Mamá se enfadará.

Un sonido de graves tambores resonaron por todo el lugar, provocando que ambas dieran saltitos de alegría, cogiéndose de las manos.

- ¡Ya empezó!

- ¡Ya empezó!

Sin dar tiempo a responder, corrieron dirección hacia el pueblo en el único camino visible, una sucesión descendiente de escaleras naturales de roca y piedra con varias puertas torii marrones.

Por el contrario, el camino ascendente que había a su espalda conducía a un pequeño templete. Desde su posición podía ver las tejas de madera y una serie de luces de antorchas acercarse a su posición al ritmo de cascabeles.

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29/08/2018, 13:17
Kim Sun Hee
Sólo para el director

Al ver cómo su madre finalizaba la llamada y regresaba a ellos, la joven coreana supo, por la expresión que Yang Mi mostraba en ese momento, que no tendría buenas noticias para los dos. Parecía que tendría que dar por finalizada la reunión familiar, la cual había resultado ser bastante breve, algo que una pena para la violinista, quien hubiera deseado permanecer junto a su familia durante un poco más de tiempo. El rostro de la joven adquirió un tono claro de tristeza, antes de volver a mostrar una expresión neutral, no queriendo molestar demasiado a su madre, cuando sabía que ella estaba ocupada y tenía una carrera en la cual deseaba que tuviera éxito. No por nada, siempre la había apoyado, incluso si eso significaba que no pasaría mucho tiempo con ella o incluso con su padre. Lo que le importaba a Sun Hee... era que sus padres fueran felices, alcanzando aquello que deseaban en sus vidas.

- Oh... No, está bien, mamá. Lo comprendo. - Le aseguró gentil, al mismo tiempo que le dedicaba una mirada que dejaba en claro que no tenía problema con que la reunión familiar finalizara de esa manera. No quería limitar a su madre sólo por sus propios deseos egoístas, ya tendrían otro momento para reunirse en familia nuevamente... sólo debía esperar un poco más, nada que ya no estuviera acostumbrada durante los años. No obstante, las siguientes palabras de la mujer, provocaron una expresión de sorpresa en la chica, preguntándose si aquello tenía algo que ver con lo que le había sucedido a ella durante la pesadilla que había tenido. Después de todo, su caso había sido bastante similar aunque... no, no debía sacar esa clase de conclusiones, realmente quería pensar que aquello no había sido otra cosa que un mal sueño, algo que podría olvidar, incluso si le era bastante difícil lograrlo. Aún así... tendría que ver esa noticia para asegurarse y sacarse toda duda que pudiera tener.

- No te preocupes. Espero que todo te vaya bien durante la entrevista. - Le deseó amable, antes de levantarse de su asiento, con la intención de abrazar a su madre, a quien tendría que esperar nuevamente para volver a verla, al igual que su padre. Su abrazo duró más tiempo de lo que hubiera deseado que durara, ya que no quería demostrarle cuánto la extrañaba, para no hacerla sentir más culpable de lo que ya probablemente se sentía. Sin embargo, no pudo evitarlo, no luego de la pesadilla que había sufrido, necesitaba sentir el apoyo de sus padres. Aún así, tras un momento, optó por separarse de ella. - Suerte, mamá. - Parecía que no tardaría mucho en regresar a su apartamento... Al menos, se aseguraría de comprar una torta, en aquel lugar, para compartir con Shin-hye en cuanto regresara. Después de que su amiga tuviera que soportarla durante gran parte de la mañana, ésta se merecía un obsequió por parte de la violinista.

Notas de juego

No hay problema!!

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29/08/2018, 17:11
Máster fantasma

El cielo estaba oscurecido, despejado de nubes y estrellas y donde corría una leve brisa que hacía bailar las hojas de los árboles. Parecía que el cantar de algunos pájaros era el único sonido junto al rugido del motor del coche, todavía encendido y los pasos de Yoshi sobre la tierra.

Si miraba hacia atrás podía ver el extenso camino abierto repleto de árboles y algunas puertas torii de mal aspecto, donde la madera de las columnas estaba roída por el paso del tiempo. A lo lejos se distinguía una figura colosal a modo de templo.

Por el otro lado, si miraba hacia delante podía ver unas luces de antorchas a lo lejos moverse, aunque no distinguía quién o qué las llevaba, todo a través de un camino descendente de peldaños de piedra naturales.

Notas de juego

Si vas para atrás puedes ir con el coche, si decides tirar por las escaleras y las luces, tendrás que dejar el vehículo y bajar andando.

Tú deciddes.

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30/08/2018, 00:15
[Yoshi Yamagaki]

No sabía como había llegado ahí, pero algo le decía que estaba por alguna razón que desconocía, o es su primera impresión.

Apago el motor del coche dejándolo  en el sitio donde paro, salió del coche, cerrando la puerta y guardando las llaves en su bolsillo.

Intento llamar de nuevo, aun sin mucho éxito.

Al menos espero que funcione la cámara o la linterna.. - se dice para si mismo en voz baja , mientras trastea con el móvil.

Estar en un sitio que no conocía le llamaba de sobremanera la atención, subiría para arriba atravesando los arcos toris, mientras hace fotos de las figuras y las estructuras, seguro que a su jefe , eso le gustara.

La verdad que me suenan de algo estas estructuras, pero no caigo ahora.. - dice mientras poco a poco avanzaba, documentando un poco todo.

La idea de ir por el camino donde las antorchas, no le hacia gracia, podía ser un festival, un grupo de personas buscando a alguien, o a saber. Seguir adelante, le parece una mejor idea, siempre puede volver atrás y preguntar a la gente en todo caso.

Pero ahora seguiría adelante, documentando , tomando fotos con el móvil, grabando audios con la grabadora de sonido del mismo o el dictáfono, una  aplicación de lo mas útil, que compro hace tiempo. De vez en cuando, si no tenía hoja y lápiz para escribir, el ordenador o una máquina de escribir, era un buen medio para hacerlo. Aunque le gustaba mas de escribir con el ordenador o su antigua máquina de escribir, nunca se perdía el encanto, de trabajar con esa maquinaria antigua, aunque en la época actual, conseguir los rollos de tinta para escribir era complicado.

Menos mal que hace tiempo, compro por ebay un buen pack de esos rollos y tendrá para bastante tiempo.O siempre podría pasarlo mejor por el ordenador.

Le gustaba escribir a máquina primero , para tener una copia para el mismo, luego con el ordenador, ya para mandar a editoriales o sitios donde trabajaba. Tenía un armario exclusivo con sus obras, escritas a maquina de escribir, tiene eso un no se que nostálgico y antiguo que le gustaba mucho.

No iba a perder la oportunidad de documentar aquello, si todo es real.

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30/08/2018, 01:45
Brandon Marshall

El hecho de que, de pronto, me encontrase en una localización propia de una zona boscosa japonesa me resultaba inquietante. ¿Cómo diablos había llegado allí? Me sentía tan desconcertado que incluso la presencia de aquellas monísimas niñas pequeñas me hacía sentir incómodo.

-No soy pescador, ni cazador... -dije, extrañado por sus palabras, de las cuales solo había sacado en claro que no debía dejar que el Sumo Sacerdote me pillara.

Escuché aquel sonido de los tambores, resonando por todo el lugar, mientras observaba que aquellas niñas se ponían a dar saltos de alegría, contentas de que algo hubiera comenzado. Vi entonces que las pequeñajas echaban a correr en dirección hacia el pueblo en el que debían vivir, a través del único sendero que se hallaba a la vista. A mi espalda, divisé un templete y una serie de antorchas que se aproximaban en mi dirección.

No sabía por qué, pero no quería que aquellas antorchas continuaran aproximándose hacia mí. Sin pararme a pensarlo dos veces, decidí echar a correr por aquellas escaleras de roca por las que habían echado a correr las niñas momentos antes.

-¡Eh, esperadme! ¡Voy con vosotras! -les grité, con la esperanza de que me escucharan.

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31/08/2018, 21:16
Máster fantasma

Aunque no hubiera cobertura ni pareciera que el wifi llegara al móvil, el resto de aplicaciones funcionaban a la perfección, teniendo perfectamente acceso tanto a la cámara como a la linterna. Aprovechando la luz de la aplicación podía enfocar el viejo camino que se abría paso ante él, pasando por debajo de las puertas tori oscurecidas, agrietadas por la humedad y el paso del tiempo.

Los árboles se mecían lentamente por la brisa al ritmo de los pasos de Yoshi, una extensa fauna que no parecía acabar. Prefirió seguir el camino delimitado por un grupo de piedras y tierra, viendo a lo lejos la figura del templo cada vez más cerca.

Cuando debía estar no poco más de metros del edificio el camino se ensanchó, entrando en una zona circular y conduciendo a un puente de madera que atravesaba un río de oscuras aguas. Apenas había plantas, sólo los nenúfares que bailaban sobre las apacibles aguas y llevaban hasta un pequeño riachuelo, perdiéndose entre los árboles.

En frente la imponente figura de un santuario de dos pisos se alzaba. Al cruzar el puente había dos figuras de peces, guardianes grabados en piedra apostados en dos columnas para proteger el sagrado lugar. Varias columnas de madera tenían la función de soporte, rodeando todo el edificio y que sostenía sobre sus pilares los aleros del techo. Algo a destacar eran los elementos estructurales, tallados directamente sobre la madera con inscripciones desconocidas y algunas formas náuticas, como olas de mar o peces.

Al acercarse pudo ver un Santuario principal dividido en tres áreas en forma de C. La primera era la central, donde una serie de escalones llevaban a la gran puerta principal. En el suelo, a sus pies, había algunos charcos que humedecían la madera y que todavía no se habían secado. Al intentar abrirla se encontró que estaba fuertemente sellada, viendo en la cerradura un dibujo de una espiral.

A la derecha había una plataforma flanqueada por linternas de bronce apagadas y un pasillo con puertas correderas aparentemente cerradas. A través de la tela de una de ellas se podía vislumbrar un foco de luz parpadeante, aunque no lograba averiguar quién o qué era.

A la izquierda una pequeña pagoda de un único piso. Su aspecto era el más deteriorado de todos, donde las escaleras estaban roídas y el tejado derruido, dando la sensación de que en cualquier momento fuera a venirse abajo. En cambio la puerta estaba entreabierta, chirriando al abrirse por el viento y dando un golpe al cerrarse, repitiendo este proceso varias veces.

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31/08/2018, 23:19
Miwako y Nawako

Si las niñas te escucharon decidieron pasar de largo, un juego donde ambas corrían mirando de vez en cuando para atrás para comprobar si las seguías o podías pillarlas, zigzagueando entre los árboles y riendo, como si estuvieran en un intenso “pilla pilla”. Una de ellas, la mayor, bajaba los escalones a toda velocidad, agarrándose el vestido para no pisarlo y perdiéndose entre las sucesivas puertas torii, mientras que la pequeña iba por la zona externa de las escaleras, una cuesta donde en más de una ocasión pareció que iba a resbalar, pero frenaba al sujetarse con la corteza de algún árbol, cogía aire y seguía bajando. Siempre con una sonrisa en los labios.

Al bajar por completo las eternas escaleras estabas exhausto, teniendo que parar unos segundos para recuperar aire al notar los pulmones ardiendo por el ejercicio. Aprovechando los segundos de parada pudiste ver el nuevo paisaje, una bifurcación de tres caminos donde tenía enfrente la entrada de lo que parecía un pueblo, sobresaliendo un amplio conjunto de antiguas casas de madera y una plaza circular aparentemente vacío. Más allá la oscura noche impedía la visión, teniendo que adentrarte para ver qué había tras el manto de la noche.

A la derecha un camino corto que, por donde estabas, podías entrever una zona de tumbas, posiblemente el cementerio local, ordenado por unas vallas de madera que rodeaban todo el recinto.

A la izquierda, un camino más cuidado de vegetación abundante y dos estatuas con forma de pez esculpidas en piedra sobre unos pedestales, guardianes del lugar, unidas por una correa de tela con un lazo ceremonial, señalando que la entrada estaba prohibida aunque fuera fácil pasar.

- Llegamos tarde.

- Tenemos que darnos prisa.

Las niñas se colocaron una a cada lado, tirando de las mangas e instándole a seguir para el pueblo. Por el contrario, cada vez que miraba a la izquierda tenía una extraña sensación que no podía explicar, un escalofrío que recorría su columna en modo de alerta. Por inri, una melodía empezó a sonar desde esa dirección, una que conocía bastante bien, tarareándola sin darse cuenta mentalmente.

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31/08/2018, 23:24
[Yoshi Yamagaki]

Mejor acercarme a esa pequeña pagoda, por si veo algo que pueda ser de utilidad.. - se decía mientras encaminaba sus pasos hacia ella,

La idea además de documentar con fotos ese sitio, como lo que veían sus ojos a la vez que se acercaba al templo, agradecía que la tecnología de ahora, pueda hacerse cientos de fotos y ocupar poco espacio.

Encontrar algo útil, algún palo lo suficientemente fuerte, como para abrir la puerta entreabierta, de donde diviso algún tipo de luz, sería bien útil.

O encontrar algún documento o escrito, que le indicara donde estaba exactamente, porque la verdad que aún se veía desorientado, no sabía donde estaba.

Espero encontrar algo.. - dice mientras con cuidado, echa una ojeada a la pequeña pagoda rodeándola, para luego , después, mirar el interior.

Para luego entrar dentro y buscar algo, si veía que no había mucho peligro, no sea se le  cayera todo encima, el lugar estaba bastante derruido, debería de tener mucho cuidado y tener mucha atención de donde pisa o se apoya.

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01/09/2018, 08:50
Máster fantasma

Yang volvió a colocarse las gafas de sol que había guardado y ojeó ligeramente por la ventana al escuchar el claxon de un coche, comprobando que habían vuelto a recogerla. No tardó demasiado en irse, perdiéndose por las escaleras y dejando a padre e hija solos en un silencio incómodo que apenas duró un par de minutos.

Young Soo intentó sacar varios temas de conversación. Desde saber qué hacía su hija cada día a la convivencia con su compañera, instándola a volver a casa si necesitaba unas vacaciones o simplemente recuperar el pasado familiar. Incluso le mencionó de forma discreta la soltería de los hijos de algunos amigos suyos, varios conocidos de niñez, y que ahora estaban asentados en la vida para formar familia.

Cuando terminó de beber la taza y comprobar el reloj de su muñeca en más de una ocasión se levantó para marcharse, justificándose que tenía trabajo que hacer antes de terminar el día. Se despidió de Sun con un abrazo y un apretón en el hombro con una ligera sonrisa, acompañándola a la puerta y esperándola cuando fuera a pedir para su amiga, entregándole la camarera una bandejita con una bolsa.

- Gracias por su visita.- Se despidieron todos con una amplia sonrisa, esperando a que cruzaran la puerta para seguir atendiendo al resto de clientes.

Young llevó a Sun a casa en su coche, dejándola lo más cercana en la entrada para pasar unos segundos más con ella al no saber cuándo volvería a repetirse la ocasión de quedar, al menos ellos solos.

Tras la despedida subiste a tu apartamento, recordando que Shin-hye estaría en clase toda la parte. Comprobaste la hora, no debería de quedar demasiado para que terminaran, tal vez en menos de media hora, si no se entretenía hablando con sus compañeras o haciendo preguntas a sus profesores, volvería a casa.

El apartamento estaba prácticamente vacío. Las habitaciones estaban cerradas, siendo la única compañía en esos momentos los ventanales que cubrían gran parte de la casa y mostraba el resto de la ciudad desde las alturas. Un rápido paseo por la casa le hizo ver que todo estaba tal y como lo dejó antes de irse, a excepción de unos platos en el fregadero del desayuno, posiblemente Shin-hye quien saldría pitando de casa al llegar tarde, como siempre.

El gran salón del salón estaba apagado, recordando el programa que quería ver y por el que habían adelantado la entrevista de su madre, quedando todavía un par de horas para ello. Sin embargo lo único distinto fue al llegar a su cuarto, viendo sobre la cama un paquete pequeño en mal estado enrollado en cuerdas y terminado en un lazo. No parecía tener remitente ni mensaje escrito por ningún lado.

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01/09/2018, 14:58
Kim Sun Hee
Sólo para el director

Cuando su madre les dejó al final, Sun Hee permaneció a solas con su padre, quien no tardó mucho en comenzar a hablarle, haciéndole algunas preguntas respecto a lo que había estado haciendo, además de instarle a regresar su hogar, si necesitaba descansar un poco de los estudios y esas cosas. Incluso si lo hacía, sabía que sus padres no estarían siempre disponibles para ella, por lo que era mejor la compañía de su mejor amiga, que el estar en una casa vacía. Además, la joven quería graduarse cuanto antes para comenzar su carrera que tanto amaba. Quería brillar como violinista, y para ello tenía que dar lo mejor de ella.

El problema durante la conversación con su padre, surgió cuando éste comenzó a hablarle sobre la soltería de los hijos de algunos de sus amigos, algo que la coreana sabía muy bien a dónde quería llegar con aquello. Por su parte, Sun Hee sabía muy bien que no sentía atracción alguna por los del sexo opuesto, por lo que no tenía en sus planes el formar familia con alguno de sus sujetos, por más que no le faltaran pretendientes. La única que estaba en su mente, por lo general, en esa clase de cosas, era su amiga, y no estaba segura si ésta estaría interesada, por lo que siempre se había mantenido callada con lo que realmente sentía por ella. De cualquier modo, a pesar de que su padre pretendiera escuchar algún comentario a favor sobre esa mención, la violinista simplemente asintió en silencio, como mucho ofreciéndole algún que otro comentario vago al respecto que no decía nada sobre su opinión del tema, dejando en claro que no era un tema del cual deseara conversar.

Durante el tiempo que duró la conversación, su padre miraba de manera constante su reloj, algo que sacó un suspiro de tristeza de su hija pero que supo disimular bastante bien, para no hacer que él se sintiera culpable. Una vez Young Soo le dijo que debía marcharse, la coreana asintió, dedicándole una sonrisa neutral, a pesar del hecho de no poder pasar más tiempo con él. Sin embargo, no se olvidó de comprar una torta de chocolate para que ella y su amiga pudieran disfrutar, cuando Shin-hye regresara de clases. Estaba segura que aquello la animaría un poco luego de un día bastante agotador, y, con ello, Sun Hee también esperaba eliminar aquel sabor amargo en su boca, al no poder haber tenido una reunión más extensa con su familia.

Al llegar al edificio donde se encontraba su apartamento, la joven se despidió de su padre, si bien antes le expresó su deseo de reunirse nuevamente con él y su madre cuando tuvieran tiempo suficiente, ya que se había quedado un poco insatisfecha con aquella breve reunión familiar. Aún así, sólo lo indicó como un deseo, para no presionar demasiado a Young Soo. Tras despedirse, regresó a su apartamento, notando que su amiga no había regresado aún de clases, algo normal, teniendo en cuenta que estaría ocupada gran parte de la tarde. De cualquier manera, no se demoró mucho en guardar la torta que había comprado, para que pudieran disfrutarla en cuanto Shin-hye regresara, aunque esperaba que no se demorara demasiado conversando con sus compañeras. No podía evitar sentirse un poco celosa cuando eso sucedía.

De cualquier modo, mientras apreciaba aquel hogar tan vacío sin la energía característica de su amiga, notando que ésta había dejado algunos platos en el fregadero y que tendría que regañar un poco en cuanto regresara, Por otro lado, al pasar por el gran salón donde se encontraba la enorme pantalla de televisor, la joven recordó que debía de ver el programa donde hablarían sobre aquella persona que había hablado sobre aquel extraño sueño. Aún faltaba un poco de tiempo para ello, por lo que no tenía que preocuparse demasiado. Sin embargo, al entrar su cuarto, algo llamó su atención, algo que no debería de estar allí ya que, en teoría, sólo su amiga y ella tenían acceso al apartamento, y estaba casi segura de que Shin-hye no había regresado aún de las clases, como para dejar un paquete sobre su cama, el cual no se encontraba allí a la mañana. Una expresión de preocupación se dibujó en el rostro de la coreana, mientras se acercaba al pequeño paquete en mal estado, antes de juntar suficiente coraje como para abrirlo y ver lo que había dentro del mismo.

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02/09/2018, 15:41
Brandon Marshall

"Pero, ¿a dónde van estas crías?" pensé, confuso, al ver lo mucho que corrían las niñas. No sabía cómo podían ser tan resistentes aquellas niñas japonesas, ya que, para cuando terminé de bajar por las escaleras, me hallaba exhausto, mientras que ellas no parecían sentirse cansadas ni lo más mínimo.

Me sorprendió, sin embargo, que de pronto se colocaran una cada lado, tirándome de las mangas mientras me indicaban que siguiera hasta el pueblo. Sin duda, era el lugar que parecía más seguro. Quizá allí hubiera alguien que pudiera explicarme qué es lo que estaba sucediendo. El sendero de la izquierda, en cambio... Cada vez que dirigía la mirada hacia allí, sentía un súbito escalofrío, especialmente porque escuchaba aquella siniestra melodía siendo tarareada en aquella dirección.

-Niñas, ¿a dónde vamos? -les pregunté a las pequeñas, dejando que tirasen de mis mangas mientras me dirigía hacia el pueblo-. ¿Y qué esa música que se escucha? ¿Vosotras...? ¿Vosotras también la oís?

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04/09/2018, 21:15
Máster fantasma

Las escaleras rechinaban al pisarlas, parándose unos segundos y comprobar si alguien más que él las había escuchado, pero allí no había nadie salvo el murmullo del viento y el capturador de su cámara, sacando imágenes de todo aquello que le resultara interesante para usarlo posiblemente en un reportaje o un intrincado trabajo de investigación.

Con la mirada buscó un utensilio para abrir la puerta, y a pesar de haber pequeñas ramitas traídas por la corriente y desperdigadas por el suelo. Sin embargo no era necesario, la puerta no estaba atascada ni cerrada con ningún tipo de cerradura, como la principal. Pero antes de entrar quería asegurarse de los alrededores, dando una leve vuelta para captar todo lo que le rodeaba.

La parte externa estaba en el mismo estado. Las paredes descoloridas y en la parte trasera, algunos aledaños se habían caído, dejando un gran hueco por el tejado al que se podía acceder o salir en caso de necesitarlo.

En su búsqueda no encontró nada interesante. Ni cartas ni diarios, ni siquiera la continuación del riachuelo, sólo un par de plantas y arbustos, demostrando que la naturaleza se estaba comiendo los restos del edificio. Al comprobar que todo estaba en orden decidió dirigirse a la entrada principal y entrar, aprovechando uno de los movimientos de la puerta para frenarla antes de que volviera a golpearse, echando una leve ojeada en el interior.

Por dentro estaba oscuro, entrando únicamente la luz de luna que penetraba a través del agujero del techo y que le permitía observar mejor el escaso mobiliario. En el centro de la habitación un pequeño altar lleno de polvo donde varios objetos estaban apoyados. Detrás del altar, una pintura que apenas podía verse por la oscuridad y la distancia, obligando a Yoshi a internarse un par de pasos.

Al soltar la puerta esta volvió a cerrarse, repitiendo su círculo normal, pero a diferencia de las otras veces no volvió a abrirse, escuchándose detrás de la puerta cómo alguien ponía un candado y huía del lugar, resonando su andanza gracias a la madera.

Notas de juego

Y aquí lo dejo, hasta tu vuelta, que hay una continuación dependiendo de cuánto avancen tus compañeros :)

¡Avisa cuando vuelvas para continuarte esta parte!

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04/09/2018, 22:09
Máster fantasma

Sun Hee abrió el paquete con sumo cuidado, como si temiera que hubiera una bomba escondida a punto de explotar u otro utensilio altamente peligroso pero, más lejos de la realidad, al deshacer el nudo lo primero que encontró fue un trozo de tela marrón oscura envolviendo un objeto de mediano tamaño, y una carta arrugada sobre el, posiblemente por el viaje que había hecho.

La joven no entendía el contenido de la misma, ni siquiera sabía si iba dirigida a ella o quien la había enviado, información que al parecer el remitente había omitido por completo. Tras dejar la carta a un lado, quitó con cuidado la tela para encontrarse con una cámara antigua de pequeño tamaño y poco peso.

Con motivos dorados en los laterales, estaba compuesto por una pantalla un tanto rajada por el paso de los años y un obturador barroco, cuidado en detalles. Al apretar los botones parecían no funcionar, ya que no emitía ningún sonido o luz que delatara que estaba en funcionamiento, ¿estaría rota?

Sin embargo al sostenerla entre sus manos sintió frío, un aura que rodeaba aquel extraño objeto que la atrapaba y atemorizaba en partes iguales, una sensación que había vivido no hace demasiado tiempo, en sus pesadillas. Incluso si cerraba los ojos podía escuchar el agua… ¿o era real? Al girar el rostro podía escucharlo bien, el sonido de la ducha abierta procedente del baño de su casa, seguido de un golpe semi fuerte en la puerta principal.

Había alguien dentro o fuera de la casa.

Notas de juego

Para ver la carta más grande, sólo tienes que pinchar en ella.

Dos caminos viables, puerta principal o ducha.

Y tírame 1d100 en privado, sin difc. ¡Suerte! :)

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05/09/2018, 01:20
Kim Sun Hee
Sólo para el director

Al ver aquella carta arrugada sobre el trozo de tela marrón, la coreana se preguntó si la carta había sido escrita para ella, si bien, a medida que leía cada una de las palabras, notó que aquel mensaje no había sido pensado para ella, algo que la sorprendió ya que... bueno, estaba en su hogar. ¿Cómo sabía que no habían pensado en ella al escribir aquello? Pues simple, Sun Hee jamás había escrito una carta pidiendo lo que sea que había debajo del trozo de tela. Es más... ¿quién demonios escribía una carta con la tecnología actual? No tenía sentido. Estaba segura de que aquel paquete no podía ser para ella, y, en primer lugar, jamás debería de haber estado sobre su cama, cuando se suponía que Shin-hye no había regresado aún de clases, y su amiga era la única que tenía una llave digital para acceder, además de la violinista.

De cualquier manera, no tardó mucho en dejar la carta a un lado, sabiendo ahora que había muchos misterios detrás de la misma, y que al parecer, por ahora, no obtendría respuestas al respecto. Sólo esperaba que no se tratara de una bomba, aunque el mensaje hablaba sobre una subasta y la compra de un objeto original de algún tipo, por lo que dudaba que se tomaran tantas molestias para una bomba, la verdad. Por ende, tras pensarlo un momento, desenvolvió lo que había estado cubierto por la tela oscura, descubriendo una... ¿cámara fotográfica? Bastante antigua, sin lugar a dudas y de un diseño peculiar.

Aquello parecía valioso, al menos para un coleccionista de esas cosas, si bien la chica poco sabía del tema, como para saber con exactitud su valor. Sí tenía un nombre, que se aseguraría de investigar más tarde en internet. Además, la cámara no era suya, aquello había sido una clase de equivocación, por lo que suponía que, tarde o temprano, alguien vendría a buscarla. Mientras tanto, debería de cuidarla como le fuera posible. Incluso si aún no sabía cómo había llegado hasta allí. Todavía estaba la duda de que alguien se hubiera metido en su apartamento pero... era un edificio de una seguridad considerable, ya que sus padres no habían querido que viviera en un lugar inseguro. Todo era demasiado raro.

Cuando intentó probar si la cámara funcionaba, descubrió que ésta no parecía funcionar, o al menos no como usualmente lo hacían las modernas. Sin embargo, también era posible que hubiera un método más complejo para usarla. Después de todo, no sabía mucho sobre cámaras tan antiguas, si bien también era posible que sólo estuviera rota, por lo que suponía que su valor de colección habría de bajar bastante, para quien sea que hubiera deseado adquirirla. No obstante... algo le llamó la atención al sostener dicho artefacto... frío. Un aura extraña rodeaba aquella cosa, un aura que le transmitía la misma sensación que había experimentado en la pesadilla que había tenido... si es que realmente había sido una pesadilla, teniendo en cuenta las marcas que le habían quedado sobre su piel.

Entonces... sintió el sonido del agua, y por un momento se paralizó por el terror puro, luego de lo que había experimentado, cómo había estado a punto de ahogarse mientras el agua invadía sus pulmones, aquella necesidad horrible de respirar y no poder hacerlo, sólo llenándose con más agua cada vez que anhelaba algo de oxigeno. Sin embargo, el sonido parecía provenir de la ducha... alguien la estaba usando, y se suponía que su amiga no llegaría hasta un poco más tarde. Por otro lado, escuchó un golpe proveniente de la puerta principal, si bien, su atención estaba más enfocada en el sonido del agua corriendo desde la ducha, aquello era mucho más importante en ese instante, sabiendo que había un invasor en su hogar, o al menos eso creía. Sin dudarlo demasiado, caminó hacia el baño, con la intención de descubrir lo que sucedía en su apartamento. Luego vería quién llamaba a su puerta. La coreana no tenía miedo, bueno, tal vez un poco, pero no mucho, ya que sabía defenderse. Si era un acosador o algo parecido, le daría la golpiza de su vida.

- Tiradas (1)

Tirada oculta

Motivo: Tirada X

Tirada: 1d100

Resultado: 59

Notas de juego

A la ducha!

Y supongo que "en privado" es que haga la tirada oculta (así me muero del miedo al no saber el resultado xDDD)

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05/09/2018, 14:35
Miwako y Nawako

Ante las preguntas ambas se miraron y rieron al unísono, un secreto que no iban a revelar, al menos por ahora. Sujetando las mangas para empujarle, se internaron en el pueblo lentamente al aminorar el ritmo, pudiendo ver mejor el agrupamiento de casas.

El camino principal consistía en un pasillo de tierra donde varios edificios con puertas cerradas impedían la visión. Todas eran de madera, las más pequeñas de bases con un par de escalones que llevaban a la entrada de puertas correderas, sin poder ver el interior al estar oscuro. ¿Había alguien dentro? No lo sabía. Las más grandes eran de uno o dos pisos, con vigas de madera soportando los altos techos y farolillos apagados, meciéndose con el viento.

Cada vez podía ver mejor una plaza circular compuesto por un pozo tapado con unos tablones, posiblemente sería el centro del pueblo. Al pararse y echar un vistazo el lugar estaba igual de vacío que antes, sin escucharse nada más que el sonido de las olas romper contra el muelle, un poco más adelante. Desde aquí los caminos se dividían en bifurcaciones con más casas, todas de las mismas características, como si hubieran usado un molde para edificar cada una de ellas.

Por último, mirando al frente, un amplio muelle que bordeaba toda la parte norte del pueblo, adentrándose en las aguas para la pesca. Desde la plaza podíais ver esa zona como la única iluminada, una serie de antorchas que recorrían todo el muelle y algunas personas con sendas togas que ocultaban su rostro de espaldas, fijándose más en el mar que en lo acontecía a su alrededor. Aparte, en el centro de ese grupo, un hombre mayor con la cara descubierta y un báculo terminado en cascabeles, haciéndolo sonar cada vez que el golpe de los tambores callaban, como si fuera una melodía practicada.

- El Sumo Sacerdote ya llegó.

- Debemos escondernos.

- Nos va a pillar el Sumo Sacerdote y nos castigará.

- Nos va a pillar el Sumo Sacerdote y nos castigará.

Ambas volvieron a agarrar a Brandon para empujarle a un matorral al lado de una de las casas, agachándose entre las sombras y hierbajos para esconderse, pudiendo verse desde esa posición toda la escena. Al mirar al hombre sentía lo mismo que en aquél camino prohibido, la única diferencia es que sumado al escalofrío había peligro, un miedo atroz como si destilara un aura dañina de un cazador dispuesto a saltar sobre cualquier presa.

De golpe el sonido cesó a la par, tanto los cascabeles del báculo como de los tambores, girándose el hombre para mirar a su alrededor. Durante unos segundos creíste sentir su mirada clavada en tus ojos, las manos desnudas abrazando tu cuello y notando cómo poco a poco tus pulmones se quedaban sin oxígeno.

- Nos ha visto.

- Ya es tarde.

- Nos ha pillado el Sumo Sacerdote y nos matará.

- Nos ha pillado el Sumo Sacerdote y nos matará.

Él empezó a andar, dirección al camino que conducía a la plaza, aunque todavía no hubiera salido del muelle al ir la comitiva por frente, pasando de un momento a otro por tu lado.

¿Qué sería lo mejor? Al mirar a uno y otro lado estaban las casas, justo la que estaba al lado del arbusto con una luz interior parpadeante y la puerta entreabierta, también estaban los caminos que se perdían entre las callejuelas, retroceder todo lo que había andado o simplemente quedarse quieto.

Notas de juego

De acuerdo, empezamos con las tiradas.

Si vas a quedarte quieto, 1d100 difc 70

Si vas a la casa, 1d100 difc 30

Si vas por los caminos, 1d100 difc 50

Si vas a hacer cualquier otra cosa eres libre. En todo caso, siempre en oculto ^^ Suerte!

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06/09/2018, 13:12
Brandon Marshall

Puse los ojos en blanco al advertir que las niñas no parecían muy dispuestas a responder a mis preguntas. Aun así, decidí seguirlas. Al fin y al cabo, eran niñas. ¿Qué daño podrían hacerme?

Me habían conducido hasta lo que parecía tratarse de un pequeño pueblo, seguramente pesquero, en el que destacaba una plaza circular en la que había un pozo tapado con tablones. Aquel detalle me extrañó. ¿Por qué alguien taparía un pozo con tablones? ¿Quizá para evitar que alguien pudiera caer dentro o que no se pudiera extraer agua? Era un detalle de lo más raro.

Aunque lo más inquietante era ver a aquellas personas con antorchas y vestidas con togas. A juzgar por los comentarios de las pequeñas, el anciano del báculo de cascabeles era el Sumo Sacerdote al que ya habían mencionado varias veces antes. Ignoraba por qué lo temían, pero si ellas querían esconderse de él, tal vez lo más sensato fuera hacer lo mismo. Al posar la vista sobre él, sentía un ligero escalofrío, la misma sensación de peligro que había percibido al mirar a aquel camino prohibido. Algo dentro de mí me decía que aquel hombre era perverso, por lo que más valía que me mantuviese lejos de él.

En ese momento, el Sumo Sacerdote echó a andar hacia la plaza y, según aseguraban las niñas, nos había visto. No podía saberlo con seguridad, aunque estaba seguro de que sus ojos se habían cruzado con los míos. "Mierda", pensé para mis adentros. Aún no terminaba de asimilar qué era aquel sitio ni cómo había llegado hasta allí, pero era demasiado vívido como para que fuera un sueño.

No había muchos lugares en los que esconderse y no estaba seguro de si retroceder hacia las callejuelas sería una buena idea, así que, agachado para hacer el menor ruido posible, decidí entrar en la casa cuya puerta se hallaba entreabierta. Con suerte, el Sumo Sacerdote no miraría allí.

- Tiradas (1)

Tirada oculta

Motivo: A la casa

Tirada: 1d100

Dificultad: 30+

Resultado: 38 (Exito)

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07/09/2018, 12:44
Máster fantasma

Esperaste el momento idóneo colocándote lo más cercano a la puerta posible, andando lentamente entre los matojos. Posiblemente sólo tendrías una oportunidad, presentándose de forma casi milagrosa cuando el resto de hombros se interpusieron entre la visión del Sumo Sacerdote y tu posición, aprovechando esos preciados segundos para dirigirte a la puerta con un rápido movimiento y esconderte dentro.

Las niñas no parecían seguirte, es más, entre la rejilla entreabierta que habías dejado en la puerta ni siquiera se las veía entre vuestro escondite, ¿dónde se habían metido? Llamarlas o salir a buscarlas parecía peligroso, sobre todo al escuchar los cascabeles del bastón más cercanos, posiblemente al pasar en el camino contiguo.

Apoyado la espalda contra la pared, pudiste ver mejor el interior de la casa. Lo primero era una pequeña zona a modo de entrada, con un mueble en un lateral donde guardar los zapatos, procediendo a una zona elevada sobre el terreno, el tataki.

Los paneles corredizos que conducían al salón estaban abiertos, pudiendo ver otra habitación más amplia. A la derecha había un panel enrejado de madera y papel japonés que estaba cubierto con una tela blanca, un elemento decorativo que, a simple vista, no llamaba la atención. Detrás suyo una pequeña ventana de cristal donde podía verse el jardín, comprobando que la comitiva estaba pasando justamente por ese lado en esos precisos momentos.

El suelo de tatami parecía nuevo, de blanco con detalles verdes que apenas resonaban al pisarlo, al igual que todo el mobiliario bien cuidado. En el centro había un espacio para una hoguera aunque en esta ocasión estaba recientemente apagada al ver entre las cenizas el rojizo de las llamas consumidas. Sobre ella una caldera vacía y, alrededor de este espacio, una serie de cojines cómodos de colores pasteles.

Al otro lado de la casa, con las puertas levemente abiertas, una habitación que intuías podían ser el dormitorio al ver desde la rendija un futón en el suelo. Al fondo del salón, unas escaleras de madera que conducían al piso de arriba, teniendo que alzar la vista para comprobar que había unas barandillas dividiendo la zona y, posiblemente, más habitaciones, pero desde tu posición poco podías apreciar.

Sin embargo lo que más llamaba la atención era la luz parpadeante, una linterna que parecía tener las pilas casi agotadas al estar continuamente apagando y encendiéndose, enfocando a la zona de la habitación.