Partida Rol por web

Fatal Frame: Mermaid Song

Capítulo 1

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07/09/2018, 15:34
Máster fantasma

Parecía que no había escapatoria. La puerta estaba firmemente cerrada y al intentar empujarla vibraban los pilares que sostenían el roído edificio y levantaban una humareda de trozos de piedra y astillas, amenazando con un derrumbamiento inmediato si seguía intentándolo.

Al adentrarse más por la pequeña estancia y guiándose con el resquicio de luz, pudo ver el altar lleno de polvo, una capa de antigüedad que delataba los años de desuso. Sobre el, una serie de objetos. En el centro había un cuenco que antaño podría ser dorado lleno de agua; a su derecha una caja de madera abierta, conteniendo en su interior un cuchillo desgastado que apenas cortaba con el mango ornamentado como si olas de mar fueran; por último, a la izquierda una hoja semi rota escrita.

 

Página 2

Otra vez estoy aquí, siguiendo la canción. Cuando la escuché creía que era un milagro, sintiéndome como Alicia mientras perseguía el conejo blanco, pero ahora he descubierto que es una verdadera pesadilla.

Al principio la escuchaba solo en este extraño lugar, luego en clase de Arqueología, cuando dormía, comía o salía. Está en todas partes, mire a donde mire el mundo se distorsiona y siempre me acompañará esa canción.

Llegué a esta extraña pagoda siguiendo la melodía y me encontré con unas niñas pequeñas, creo que hermanas, Miwako y Nawako. Me dijeron que ellas me ayudarían, enseñándome un camino tras la pintura, pero […]

La nota parecía estar rasgada en esa parte, arrancada de algún extraño diario que se había llevado consigo el resto del mensaje. Al alzar la vista viste la pintura que mencionaban, un extraño lienzo realizado en tinta sobre una tela gruesa, donde se representaba una escena de una barca con dos figuras, rodeándole una serie de caracteres ilegibles.

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07/09/2018, 16:05
[Yoshi Yamagaki]

Al parecer todo aquello parecía estar relacionado, el Diario, aquellas mujeres desnudas, el cántico,que significaría todo eso?

Tomo con cuidado la hoja del diario,dejándola en el suelo, para que se viera perfectamente,para hacerle una foto y guardarla en la memoria del teléfono,  luego hizo lo mismo con aquella pintura, en esos momentos, era lo único que tenia a mano para guardar tal hoja, echaba de menos algún tipo de mochila o bolsa en la que llevar cosas.

Al parecer solo disponía de los bolsillo del pantalón, la chaqueta y algún que otro bolsillo mas.

Así que según esa nota, detrás de aquel cuadro, había una especie de entrada a algún lado o puerta.

El que lograra terminar de leer la nota, dado que estaba rasgada, le daba mala espina, menos mal que tenia los guantes por el frío y la lluvia, por suerte eran de esos ajustados, para no tener problema en trastear con el móvil.

Dándose valor, examino aquella pintura, para comprobar si detrás de estar hay algún tipo de puerta.

 

Notas de juego

Espero que ahora si vaya bien este post XD

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07/09/2018, 19:31
Brandon Marshall

No pude evitar preocuparme por las niñas. Lo más probable es que siguieran fuera, a merced de aquel Sumo Sacerdote. Las pequeñas probablemente estuvieran asustadas, pero confiaba en que, conociendo de antemano a ese hombre, supieran mantenerse alejadas y a salvo. Recordé la forma en la que me había mirado el anciano y sentí un ligero escalofrío recorriendo todo mi cuerpo.

"Miwako... Nawako... Espero que estéis bien" pensé, para mis adentros, mientras recordaba cómo había dicho varias veces que el Sumo Sacerdote las castigaría y mataría.

Una vez dentro de la casa, llama poderosamente mi atención aquella linterna que parecía tener las pilas a punto de acabarse. Me acerqué sigilosamente y decidí agacharme para recogerla. No sabía por qué, pero tenía la sensación de que podía serme de cierta ayuda, por lo que una vez que la agarré, decidí apagarla.

"Joder, con esta linterna me siento como si estuviera en el Dead By Daylight ese..." pensé, con la respiración agitada, recordando uno de los juegos online a los que jugaba Jaden y deseando que el Sumo Sacerdote y sus hombres no tuvieran la ocurrencia de entrar en aquella casa.

Me sentía muy perdido. No sabía cómo había llegado a aquel lugar, y las dos únicas personas que podían explicármelo habían desaparecido.

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08/09/2018, 10:52
Máster fantasma

Al abrir la puerta del baño el vapor del agua caliente salió, como si de una sauna se tratase, haciendo que el frío que antes sentía fuera rápidamente sustituido por el calor humeante del ambiente que hacía que las ropas se pegaran al cuerpo.

A la izquierda estaba una amplia bañera con el grifo del agua caliente abierto, aunque todavía estaba la mitad llena. Al acercarse pudo ver, flotando, una muñeca japonesa desnuda ataviada únicamente con una pequeña máscara azul ornamentada con diversas joyas con estilo y color acuático. Los cabellos oscuros de la muñeca se esparcían por buena parte de la bañera, intuyendo que posiblemente sería más largo que la propia figura.

Enfrente tenía una cristalera, ahora con las persianas de rejilla entrecerradas, donde poder ver la ciudad y que entrara luz natural, aunque en esos momentos estuvieran empañados.

A la derecha el lavabo, un mueble donde se guardaban las toallas o enseres básicos y otro espejo colgado en la pared, también empañado aunque, a diferencia del resto, podía leerse “SALVALA” escrito y la marca de una mano en la parte inferior, como si hubiera sido la seña personal.

Desde el otro lado de la casa, se escuchó la puerta principal abrirse y el sonido de unos cascabeles.

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08/09/2018, 14:00
Kim Sun Hee
Sólo para el director

No pudo evitar sorprenderse ante el calor que sintió al entrar al baño. Era como si alguien hubiera estado bañándose durante un buen tiempo, al punto de que el vapor del agua se había apoderado del sitio. Sin duda, era una especie de sauna, y la joven coreana muy bien con quién se encontraría en el baño, no cuando se suponía que Shin-hye no estaría allí hasta más tarde. Todo era demasiado extraño, y comenzaba a sentir un poco de miedo, en especial ahora que había agua de por medio, teniendo en cuenta la "pesadilla" que había tenido. El único problema, radicaba en el hecho de que parecía que no había nadie allí, tan sólo el sonido del agua corriendo, debido a que el grifo de la bañera se encontraba abierto, si bien, por suerte, el agua no había llegado hasta el borde de la misma.

Flotando en el agua, Sun Hee pudo observar una muñeca japonesa, de esas tradicionales aunque con una extraña máscara azul que parecía tener una especie de temática acuática o algo parecido. Tenía que reconocer que la máscara era hermosa, incluso si la situación era bastante tenebrosa a su modo, principalmente porque no había encontrado a nadie en el baño excepto aquella muñeca. Poco a poco, lo que estaba sucediendo, comenzaba a parecer igual de extraño que lo había sucedido en la supuesta pesadilla que había tenido, y eso no le gustaba nada. Ni hablar cuando pudo ver aquel mensaje en el espejo, como si alguien estuviera pidiéndole que salvara a una persona. ¿A quién se refería? Entonces, tras pensarlo un poco, su mirada volvió a la muñeca en la bañera, su cabello esparcido a causa del agua, flotando como si estuviera esperando que alguien la sacara de allí.  

Aquello parecía digno de una película de terror, y no iba a negar que no le produjera sus buenos escalofríos. Sin embargo, no tardó mucho en acercarse a la bañera, antes de intentar tomar la muñeca de la bañera, pensando que el mensaje se había referido a ésta. Si no era así, entonces no tendría idea de a quién se refería. No obstante, mientras tomaba a la muñeca, pudo escuchar la puerta de la entrada abrirse, algo que alertó por completo a la violinista, no por el hecho de que se hubiera abierto, ya que podría tratarse de su amiga, sino por... el sonido de los cascabeles. No se había olvidado de ese sonido, y lo que había acontecido luego. - No, no... no puede ser posible... - Aquel sonido no era más que malas noticias para la joven pero... se suponía que no debería de estar allí, no cuando ahora estaba en su apartamento ¿verdad? ¿O la había seguido desde aquella horrible casa hasta su hogar? Tenía que tomar la muñeca y marcharse de allí cuanto antes. No quería encontrarse de nuevo con lo que sea que la había atacado antes.

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11/09/2018, 21:12
Máster fantasma

Al coger la linterna y echarle un vistazo pudiste comprobar que no era como las que vendían en la tienda de regalos de la ciudad. El cuerpo estaba ladrado en metal con detalles dorados, triviales que rodeaban parte del objeto y terminaban en la cabeza con un cristal opaco. No tenía un lugar de apertura de pilas, ni siquiera un botón de “on-off” para usarla, pero al intentar apagarla simplemente lo hizo, dejándote en la penumbra si no fueras por las brasas que iluminaban levemente la habitación.

Desde tu posición la habitación contigua estaba más cercana, viendo un futón bien colocado sobre el suelo, una mesa con un pergamino en blanco y un armario entreabierto. Lo que más sobresalía era una nota arrugada sobre la almohada, rota por los bordes como si hubieran querido deshacerse de ella.

 

 

Me dijo que era guapa.

Me dijo que me elegirían a mí.

 

Las letras parecían grapadas sobre el papel, un odio que se extendía en las líneas gruesas al apretar la tinta sobre su superficie y cómo agrupaba cada palabra. Al alzar la vista tras leer la nota, las escaleras sonaron de forma amortiguada, unos pasos que parecían caminar sobre una superficie húmeda.

Cuando focalizaste tu visión hacia esa zona sólo viste una pierna subir el último escalón, perdiéndose en el segundo piso, mientras dejaba a su paso un reguero de pequeños charcos.

Notas de juego

Tira 1d100 en oculto, sin difc. Suerte! :D

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11/09/2018, 22:17
Máster fantasma

En efecto, tal y como decía en la nota, al retirar la pintura Yoshi pudo ver un agujero como si de un butrón de un ladrón se tratase, una perforación en la pared que separaba la pagoda del edificio principal. Para su desgracia el tamaño era más pequeño de lo que el cuerpo de un hombre adulto pudiera tener, teniendo altas posibilidades de quedarse atascado si llegaba a intentarlo, o aun peor, golpear algún refuerzo que sostuviera el techo y se derrumbara por completo.

Pero podía ver lo que había en el otro lado. Un altar elevado sobre unas escaleras, bastante parecido al interior de la pagoda con la única diferencia de que había una estatua rota en pedazos a cada lado, al igual que los utensilios desperdigados por el suelo como si hubiera habido una pelea. Sin duda lo que más captó la atención del periodista fue un sollozo, buscando entre la penumbra el origen del lamento.

No tardó en localizar la figura, una persona sentada frente al altar abrazándose las rodillas y temblando entre lágrimas incontroladas, dando la sensación de que no había reparado en la presencia de Yoshi.

Notas de juego

Como no tienes foco de luz, poco más puedo describir.

Poder puedes intentar pasar por el agujero, sería 1d100 dif 70, pero ten en cuenta lo que he puesto.
 

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11/09/2018, 22:38
[Yoshi Yamagaki]

Yoshi puso el modo linterna enfocando al interior de aquel agujero, intentando mirar mejor el interior, estaba claro que era demasiado grande como para caber y entrar en aquel nuevo lugar.

El sollozo le llamo la atención...

Estás bien?, puedes salir de ese lugar?, no te haré daño, solo quiero ayudarte.. - le decía a la persona que sollozaba dentro, con un tono amable y tranquilo

Imaginaba que por el tamaño , debería de ser algún niño o mujer delgada, para poder entrar en aquel lugar.

Miro en sus bolsillos por si tenía alguna barrita de cereales, algún caramelo o algo, para ofrecérselo a quien estuviera dentro, aún pensaba que podría ser un niño o niña, algún dulce si tuviera en su poder, tal vez podría conseguir que saliese y le contara que hace ahí dentro.

Notas de juego

De momento no entrara, es demasiado grande Yoshi y el tema de quedarse atrapado o se derrumbe algo, como que no le interesa.

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12/09/2018, 00:10
Máster fantasma

Al estar el agua ardiendo, Sun Hee tuvo que tener cuidado de no quemarse al coger la muñeca, teniendo que pasar de manos al estar candente el material con el que estaba fabricada, o dejarla sobre la bañera de… ¿madera? El escenario había vuelto a cambiar sin que apenas pudiera darse cuenta.

Ya no estaba en su lujoso apartamento, sino en un pequeño baño compuesto por una bañera circular de madera llena de humeante agua, con una tapa de madera en un lateral, como si de una olla se tratase. A un lado, un pequeño banco de madera con varios cuencos vacíos y una toalla que, a expensas de estar limpia, se denotaba las cantidades de veces que la habían usado. Frente a la bañera, una ventana corredera de paneles de madera y fina tela donde se podía ver un patio de piedras y, no demasiado lejos, una especie de muelle iluminado con antorchas. Si agudizaba el oído podía escuchar las olas del mar romper en el muelle, un sonido casi hipnótico que, aunque tendría que transmitir paz, a la joven le recordaba a cierta pesadilla.

Cuando la muñeca se adecuó a la temperatura del lugar pudo cogerla y verla más de cerca. A simple vista era una muñeca normal de largos cabellos oscuros, ahora húmedos, que medían casi un cuarto más de su tamaño. La máscara que portaba estaba cosida en la piel, pequeñas punzadas de hilo clavadas directamente en la zona de los párpados y mofletes con tal de que no pudiera quitársela.

Detrás de la joven había una puerta corredera cerrada por la que podía salir, pero al acercarse pudo ver varias siluetas de pequeño tamaño correr en varias direcciones, escuchando sus risas entrecortadas y aniñadas.

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12/09/2018, 00:49
Kim Sun Hee
Sólo para el director

- Caliente, caliente, calienteee. - Expresó para sí misma mientras intentaba no quemarse con la muñeca, una vez que logró sacarla de la bañera sin quemarse las manos, al menos no de una manera grave, con el agua ardiendo de la misma. Se había visto obligada a dejar la muñeca a un lado para no quemarse demasiado, ya que el material parecía que había absorbido bastante el calor del agua, al punto de que era difícil retenerla en sus manos. No obstante, algo no tardó mucho en llamar su atención, haciendo que la joven volviera a abrir los ojos como platos, entre una mezcla de sorpresa así como de horror. La bañera era de madera... y la de su apartamento no lo era. Estaba en otro lugar, y algo en su mente le decía que sabía muy bien dónde se encontraba, al menos si tenía en cuenta lo que había sucedido durante su "pesadilla".

- No... No de nuevo. ¿Por qué? ¿Qué hice? - Preguntó a nadie en especial, más bien para no volverse loca ante la idea de que había sido transportada a aquel sitio nuevamente, cuando no tenía idea de cómo sucedía algo así, o ni siquiera por qué sucedía. Había algo muy raro en todo aquello, y tenía varias preguntas que carecían de una respuesta. Sin embargo, por el momento, estaba en parte aliviada, ya que no escuchaba los cascabeles, y eso, para ella, era sin duda una buena noticia. Tenía que mantenerse calmada. Si aquello realmente era un sueño... sólo debía de despertar pero... si no recordaba mal, había sido su amiga quien la había despertado, si Shin-hye no la hubiera despertado en ese momento... no quería saber lo que habría sucedido. Además, nada decía que ahora estuviera durmiendo. Después de todo, ahora había estado despierta cuando aquella "transición" volvió a suceder. No estaba segura de nada... lo que sabía, era que debía mantenerse alejada de los cascabeles, ya que eran una mala noticia. La última vez, había estado a punto de morir, o eso había sentido cuando sus pulmones se llenaron con agua.

Por un instante, la violinista miró el exterior desde la ventana del baño, notando aquel muelle en la distancia, iluminado por antorchas, como si hubieran sido recientemente encendidas, o al menos eso suponía ya que no deberían de durar mucho tiempo encendidas, ¿verdad? No tenía idea... Además, la sola idea de acercarse al mar, en aquel lugar, no le agradaba nada. Le había bastado una vez, con aquella horrible experiencia, para saber que no quería acercarse a ninguna fuente de agua tan importante como esa. Tendría que buscar otra clase de salida de ese lugar, si bien, por el momento tendría que tener cuidado de no encontrarse con lo que sea que la había atacado anteriormente. No sabía si podía morir en ese sitio, y no pretendía arriesgarse ante la posibilidad. Al notar que la muñeca ahora parecía menos caliente al tacto, la joven no dudó en levantarla de su lugar, para inspeccionarla, además de continuar cargándola. Si no fuera por la forma en la que la máscara estaba adherida al rostro de la muñeca, habría pensado que la misma era bastante normal. Sin embargo, aquel pequeño detalle, hacía que aquello pareciera bastante... morboso.

De cualquier modo, cuando Sun Hee se giró para mirar hacia atrás, notando la puerta corredera, que parecía ser la única salida del baño, pudo ver también numerosas siluetas pequeñas que llamaron su atención, sin lugar a duda. No sabía si aquello era algo bueno o no, teniendo en cuenta que la última vez, su encuentro con "alguien" en ese sitio, no había sido una experiencia demasiado agradable. Sin embargo, tampoco tenía mucha opción al respecto, ya que si se quedaba allí, era posible que los cascabeles volvieran a aparecer, y, con ellos, lo que sea que la había atacado anteriormente. - Vamos. No tengas miedo pequeña, yo te cuidaré. - Le dijo a la muñeca que habia rescatado de la bañera, más como si fuera un comentario para ella misma y así poder juntar el coraje que necesitaba en ese momento. Sin dudarlo demasiado, con la muñeca entre sus brazos, no se demoró mucho en intentar hacer a un lado la puerta corredera para salir del baño. No sabía muy bien con qué podría encontrarse, pero tampoco pretendía quedarse esperando a que le hicieran daño. La violinista podía ser muy amable, pero también sabía cuándo debía defenderse.

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13/09/2018, 20:23
Audrey Spooner

Al enfocar la silueta, Yoshi pudo mejor de qué se trataba. Una joven, no más de 20 años, de piel oscura y cabellos alborotados sollozaba al ritmo que levantaba el rostro, colocando las manos por delante para no cegarse por la potencia de luz.

- ¿Qui-quién anda ahí? – Tartamudeó la frase en un hilo de voz, notando que estaba asustada por cada palabra que salía. Al escucharle dudó de si podía confiar, viendo cómo bajaba las manos que usaba a modo de cortina de luz y, de forma desconfiaba, se acercaba lentamente hacia el agujero gateando, mirando de vez en cuando a la puerta principal y al agujero respectivamente.

Estuvo lo bastante cerca como para poder tocarla si estirabas los brazos, aunque se mantuvo en una distancia prudencial, arrodillada frente al agujero mientras seguía pendiente de la puerta. Aprovechando la cercanía pudiste ver que llevaba un vaquero oscuro y una blusa naranja, aunque sus ropas estuvieran desgarradas en algunos puntos. Aparte iba descalza y en su piel podían verse marcas de heridas, sendos moratones que adornaban sobre todo sus brazos y su costado.

- No tendría que estar aquí.- Buscó los ojos de Yoshi, unas pupilas dilatadas del terror mientras las lágrimas no dejaban de correr. Se abrazó, sintiendo un frío atroz y dejando la cabeza gacha, negando una y otra vez mientras se mecía.- Yo… intenté salir, no tendría que estar aquí. Quiero que esto acabe.- Se tapó los oídos con ambas manos, repitiendo una y otra vez aquellas frases, intentando que se cumplieran al decirlas en voz alta.

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13/09/2018, 21:59
Máster fantasma

Al abrir la puerta el sonido de los pasos cesó, al igual que las carcajadas que invadían antes el lugar, un escondite donde Sun Hee le tocaba encontrar a quienes fueran que hubiera en la casa.

Había algo distinto que la última vez que visitó este lugar. El amplio salón que se abría ante ella estaba cuidado, como el suelo de tatami blanco con detalles verdes recién barrido o el mobiliario sin ninguna mota de polvo. En el centro un cuadrado hundido con una hoguera apagada y, sobre ella, una caldera vacía con un cucharón limpio en su interior. Rodeando el núcleo había una serie de cómodos cojines oscuros, perfectamente colocados para hacer simetría entre cada uno de ellos. Sobre uno de ellos estaba la extraña cámara que había en su cama, escondido en el extraño paquete, aunque no había rastro de la carta que venía con el objeto ni su respectivo envoltorio.

En uno de los laterales había una habitación cerrada, posiblemente un dormitorio. Al otro lado estaba la entrada, una pequeña zona con un mueble lateral y una gran puerta que conducía al exterior. A su lado, unas escaleras que conducían al piso de arriba, teniendo que alzar la vista para comprobar que había unas barandillas de madera dividiendo la zona y, posiblemente, más habitaciones, pero desde su posición poco podía apreciar.

Al caminar por el salón hubo un movimiento. Pasos en el piso superior, una puerta en la habitación contigua cerrarse y alguien que se metía en el baño que anteriormente había estado, cerrando tras de sí, al ritmo de más risas y un siseo, guardando silencio.

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14/09/2018, 11:52
Brandon Marshall

Me desconcertó aquella linterna. No solo porque parecía totalmente distinta a las típicas linternas que podían comprarse en las tiendas, sino porque ni siquiera tenía una apertura para introducir las pilas ni el botín de apagar y encender para poder usarlo. Sin embargo, me bastó con querer apagarla para que esta lo hiciera.

En la habitación contigua percibí un futón en el suelo, una mesa con un pergamino en blanco y un armario, aunque lo más destacable era aquella extraña e inquietante nota. La tomé entre mis manos y la leí, un tanto intrigado. Sentí un escalofrío que recorría mi espalda al leerlo, casi arrepintiéndome de leer aquella nota.

Oí lo que parecían tratarse de unos pasos subiendo por la escalera, aunque el sonido que se escuchaba se percibía como si aquella escalera se encontrase húmeda, o quizá simplemente la persona que subía por ella tenía el cuerpo mojado. El hecho de haber visto una pierna dejando tras de sí esos pequeños charcos reforzaba mi teoría.

Después de lo que había visto en el exterior de la vivienda, me sentí tentado de ocultarme dentro del armario y permanecer allí las horas que hicieran falta, pero entonces se me pasó por la cabeza que quizá la persona que había subido al piso de arriba estuviera en mi misma situación, huyendo de aquellos hombres de las antorchas, por lo que decidí comenzar a subir por la escalera, con sumo cuidado de no resbalarme con los charcos.

Con una mano me agarraba a la barandilla de la escalera, mientras que con la otra sujetaba mi linterna, aún apagada, listo para encenderla si en algún momento me quedaba completamente a oscuras.

- Tiradas (1)

Tirada oculta

Motivo: Tirada

Tirada: 1d100

Resultado: 90

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14/09/2018, 12:49
Kim Sun Hee
Sólo para el director

En el momento en el que los pasos y las carcajadas cesaron, la joven volvió a preocuparse, ya que algo parecido había sucedido anteriormente cuando había buscado la fuente de los cascabeles. No le agradaba para nada esa clase de cosas, no cuando sabía que no estaba segura en aquel sitio, o al menos eso pensaba, antes de ver el estado de la sala en la cual se encontraba en ese momento. A diferencia de lo que había visto antes, ahora todo estaba bien cuidado, limpio, totalmente diferente al estado precario y decaído de lo que había presenciado anteriormente. ¿Por qué estaba todo en buen estado? ¿Alguien había limpiado y reparado el lugar? No tenía sentido, para nada, y se le hacía difícil encontrar una respuesta a aquellas preguntas, al menos no cuando había cosas más importantes en las cuales pensar.

Por un lado, pudo notar que la cámara que había descubierto, sobre su cama, se encontraba en ese sitio también, como si hubiera estado esperándola. El problema yacía en el hecho de que la coreana no sabía muy bien por qué, dicho artefacto, estaba allí. ¿No debería de haber quedado en su apartamento, como todas las cosas allí? ¿Por qué era lo único de su hogar que se encontraba en ese lugar? Otras preguntas sin respuestas. Lo que sabía, era que debía de tener algo especial, si la había seguido hasta ese lugar. Al acercarse hasta el cojín donde se encontraba el antiguo artefacto, pudo notar que no había rastros de la carta ni el envoltorio que la habían acompañado. No había duda que sólo la cámara era especial, en algún sentido que aún no comprendía. De cualquier modo, no dudó mucho en levantarla con su derecha, dispuesta a llevarla con ella, junto con la muñeca. Dentro de poco, si continuaba recolectando cosas, necesitaría de una mochila o alguna clase de bolso. No pudo evitar suspirar cansada, no deseando otra cosa más que regresar a su hogar y abandonar aquel lugar que le daba escalofríos.

No obstante, mientras pensaba en cuánto deseaba abandonar ese sitio, notó varios sonidos a su alrededor que llamaron su atención. Por un lado, alguien había accedido al baño detrás de ella, cerrando la puerta tras de sí, y haciendo que se llevara un buen susto con aquel evento. De nuevo, aquellas risas que antes habían cesado. No estaba segura si era buena idea meterse al baño nuevamente. Si algo le había enseñado esa casa, era que no debía de confiarse, además del hecho de que muchas cosas le daban escalofríos. Por el momento, no visitaría el baño, si bien eso no eliminaba el hecho de que había otros lugares que dejaban en claro la presencia de alguna persona. Por un lado, unos pasos en el piso superior, así como el sonido de una puerta que se cerraba en una habitación contigua. Tenía que tomar una decisión sobre lo que haría en ese momento, si bien la violinista no estaba segura si era una buena idea buscar a alguien que viviera en esa casa. La última vez no había tenido una buena experiencia con eso. Sin embargo, al final, optó por caminar hacia la habitación contigua, donde había escuchado el sonido de aquella puerta cerrarse.

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14/09/2018, 14:05
[Yoshi Yamagaki]

Acabar, acabar qué?, como llegó usted aquí?..- al preguntar estas preguntas, Yoshi se temió lo peor, lo escrito en la nota.

Tiene una música que no para de repetirse en su cabeza, que necesita quitársela, la visión de un lugar diferente, de mujeres desnudas con extrañas mascaras..., se refiere a eso? - dice mirando con confianza a la mujer, pero sin atreverse  a entrar en el agujero de momento.

Puede salir?, tal vez entre los dos consigamos salir de aquí y me cuenta mejor las cosas - le dice a la extraña mujer.

La verdad que todo parecía tener un patrón

Soy escritor, mi nombre es Yoshi..,usted se llama? - le pregunta mientras observa a la mujer, por si le hace caso e intenta salir.

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18/09/2018, 21:33
Máster fantasma

Seguiste los pasos lentamente con la linterna en mano, pisando los charcos que había en cada peldaño y agarrado a la barandilla, notando el tacto frío y húmedo de las gotas de agua deslizándose sobre la fina madera. A medida que ascendías notaste algo en la mano que sujetaba la linterna. Una muy pequeña corriente indolora, que incluso podía hacer unas leves cosquillas en la palma de la mano, a modo de calambre que la hacía vibrar casi de manera imperceptible al ojo humano, aunque pudiera sentirlo entre sus dedos.

Al llegar al piso superior un pequeño pasillo se extendía a sus pies. El techo era bajo, obligando a una persona alta a ir con la cabeza agachada para no darse con los doblones de madera que funcionaban a modo soporte, incluso Brandon podía tocarlo si simplemente alzaba la mano. Aparte tenía, a la izquierda, dos puertas siendo la primera de madera oscura, la primera que no era corredera que había visto desde que llegó a este extraño lugar, pero firmemente cerrada, y la segunda una abierta donde una escasa luz iluminaba el interior con un recorrido de charcos. A la derecha la separación con el piso inferior, una baranda donde, al asomarse, podía ver el salón donde había estado, comprobando que las cenizas prácticamente ya estaban consumidas.

La habitación abierta estaba escasa de muebles, aunque era bastante llamativa por lo que contenía. A pesar de su pequeña dimensión, había una lámpara con una llama casi consumida, iluminando una serie de mesas con manteles rojos que rodeaban dos de las esquinas, teniendo sobre ellas una sucesión de muñecas japonesas de idéntico vestido y peinado. Todas tenían un kimono tradicional negro con motivos florales y un largo cabello negro, creyendo haberlo visto en otro lugar. Lo único que las diferenciaba es que, cada una de ellas, tenía roturas o estaban destrozadas. Se notaba a simple vista que una vez fueron preciosas muñecas, pero ahora algunas tenían el vestido desgarrado, otras finas cuchilladas en el rostro o, incluso, faltaban partes de su cuerpo como una pierna o el propio ojo.

En el centro de una de las mesas había un pequeño pedestal con cuatro muñecas, una situada en cada esquina y arrodilladas, y con la cabeza volteada de su posición original. En el centro un hueco donde debería de ir otra muñeca, pero que en esos momentos estaba vacía salvo por un pequeño cojín oscuro, esperando ser ocupado.

Brandon sintió a la linterna reaccionar de alguna forma. La vibración era más notoria, al igual que el cosquilleo que llegaba incluso a empezar a ser molesto.

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18/09/2018, 23:19
Audrey Spooner

La joven se enjuagó las lágrimas como pudo, aunque en uno de los momentos giró de forma brusca el cuello hacia la puerta, como si hubiera escuchado algo, notándose pálida durante unos breves instantes.

- No sé cómo llegué. Estaba en la residencia, repasando para los exámenes, y cuando quise darme cuenta desperté en este… lugar. No es un sueño, tiene que creerme, no es un sueño.- Extendió los brazos señalando el edificio, volviendo a dejarlos sobre su regazo mientras se acercaba unos centímetros al agujero para hablar más bajo.- Esa canción es una maldición. Intenté hacer como si no existiera pero la escuchaba en todos lados, en la radio, en los anuncios, en la calle.- Se pasó las manos por el pelo, visiblemente alterada al recordar.- Me llamo Audrey, Audrey Spooner. Tengo 21 años y estudio en el Davenport Collegue.

Cuando terminó de hablar un fuerte golpe en la puerta al otro lado, donde se encontraba la chica, retumbó en el lugar, provocándole un grito.

- ¡Vete de aquí! – Audrey miró durante unos segundos a Yoshi antes de correr en levantarse con torpeza, trastabillando y a punto de caerse de suelo al suelo por la rapidez.- Puedes escapar por arriba, ¡por el agujero! – Si el periodista miraba a su estancia, en el interior de la pagoda, recordaba que en uno de los laterales el techo estaba medio derruido, dejando paso a un agujero donde penetraba la luz lunar.

Otro golpe más fuerte, haciendo retumbar los cimientos tanto del templo principal como de la pagoda, junto con el grito de la joven quien se había sentado en una esquina, como aquel que espera un doloroso golpe al saber que no tenía escapatoria.

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19/09/2018, 00:01
Máster fantasma

La habitación era pequeña y estaba cuidada. Había una esquina repleta de estantes cerrados, situándose sobre ellos un gran jarrón color azul cristalino y un quemador de incienso encendido, dejando que un aroma de flores refrescara el aire.

Junto a ella una mesa de estudio, construido bajo la ventana entreabierta donde podía verse el mismo escenario que vislumbró en el baño aunque desde otra perspectiva, teniendo enfrente una de las casas más cercanas. Sobre el escritorio había un pergamino desplegado y un bote con tinta, aunque no hubiera nada escrito. A su lado un panel plegable portátil dispuesto en forma de zigzag a modo de separador, teniendo colgado un kimono blanco con detalles azules.

En el centro había un gran futón, un colchón a ras del suelo que tenía dos bultos escondidos bajo las mantas. En el interior podían escucharse de nuevo esas risas aniñadas, moviéndose un poco para buscar una mejor postura. Con aquel cambio una de las piernas salió durante unos leves instantes por una de las esquinas, un pequeño tobillo de blanquecina piel que, rápidamente, volvió a meter en su escondite.

- Creo que nos ha visto.

- Shh, no hables o nos encontrará.- Dos voces aniñadas cuchicheaban entre risas, intercalando frases entre una y otra como si creyeran que no las veían ni oían.

- Si nos pilla el Sumo Sacerdote nos encerrará.

- Si nos pilla el Sumo Sacerdote nos encerrará.- Repitieron al unísono, como si fuera una frase ensayada.

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19/09/2018, 00:36
Kim Sun Hee
Sólo para el director

Por alguna razón, aquel lugar, estaba bien cuidado, a diferencia del ambiente en el cual se había encontrado la primera vez. ¿Acaso se había equivocado? ¿Estaba en un lugar diferente? No... no se había olvidado de que había escuchado los cascabeles antes de terminara en aquel sitio, por lo que debía de ser el mismo lugar. Sin embargo, no podía explicarse cómo era que esa casa se encontraba en perfecto estado, al menos en comparación con lo que había visto antes. De cualquier manera, su atención se enfocó un momento en el hermoso aroma refrescante en la pequeña habitación, así como aquel bonito jarrón que se encontraba sobre el estante. No parecía que hubiera flores en el mismo.

Observó con cuidado el escritorio a su lado, notando aquel pergamino abierto, lo que demostraba que alguien vivía allí, probablemente una mujer, si algo podía sacar del hecho de que hubiera un kimono colgado sobre un panel plegable. La vestimenta era hermosa, y a la joven le habría encantado probárselo, si no fuera porque ella no tenía mucha experiencia vistiendo esa clase de cosas, además del hecho de que no le pertenecía, por lo que no podía tomarse esa clase de libertades.  - Es hermoso. - Murmuró para sí misma mientras observaba dicho kimono, justo en el momento en el que un movimiento, en el futón de la habitación, llamaba su atención. Sabía que había alguien, por el sonido que había escuchado antes, si bien habría esperado que se tratara de un adulto.

Parecía que, en el interior del futón, se encontraban dos niños, al menos por lo que podía deducir de sus voces, jugando a las escondidas o algo parecido. De sus palabras, la violinista dedujo que no deseaban se encontrados, si bien estaba claro que ella necesitaba obtener algo de información sobre el lugar en el cual se encontraba, por lo que no era una opción dejarles en paz. Ahora bien... ¿quería hablarles? Anteriormente, alguien la había atacado al punto de casi matarla, aunque... aquellos eran sólo dos niños, ¿en verdad podían hacerle algo a ella? No tenía sentido. Tampoco parecía que se mostraran hostiles hacia Sun Hee. Sólo estaban jugando... y realmente necesitaba obtener algo de información, más ahora que había oído lo que habían dicho sobre un Sumo Sacerdote. ¿Había algo así en aquel sitio? Por lo que aparentaba la decoración de la casa... era probable que fuera un sacerdote Shinto.

Al final, decidida a saber lo que sucedía en ese lugar, optó por llamar la atención de quienes se encontraban ocultos en el interior del futón. - Mm... Pues yo no diré que les encontré. No se preocupen. Por cierto... Soy Sun Hee, hola. - Les aseguró amable, sin forzarles fuera de su escondite, a pesar de que ya les hubiera visto, en especial cuando pudo ver una de las pequeñas piernas fuera del futón, ni hablar del hecho de que podía verles. - Pueden quedarse allí si quieren... ¿Saben dónde estoy? Estaba en mi apartamento y de repente me encuentro aquí. - Preguntó con claro interés, deseando saber, principalmente, la forma de regresar a su hogar. No había duda de que aquello era algo bastante inusual, e incluso paranormal. No todos los días, uno aparecía en otra casa como por arte de magia. No tenía problema en conversar con los niños ocultos en el futón, siempre que la ayudaran a obtener algo de información. No quería arruinarles su juego.

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19/09/2018, 03:33
[Yoshi Yamagaki]

escapemos juntos..- dice Yoshi a Audrey.

Pero aquella mujer estaba demasiado aterrorizada para moverse, solo se limito a estar en una esquina agazapada.

Iré por ayuda y la sacaremos de aquí, resista.. - dice con voz nerviosa pero conciliadora.

Acto seguido intento trepar por la zona del agujero, la idea, salir de alli , buscar ayuda y ayudar aquella mujer.