Partida Rol por web

Fatal Frame: Mermaid Song

Capítulo Final

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04/12/2019, 10:55
Máster fantasma

Por desgracia la oscuridad, los nervios, el miedo o simplemente la distribución del mobiliario no le estaba ayudando en absoluto. Brandon intentó distraer la atención de Mië lanzándole la pelota a Takayuki, quien también parecía estar sufriendo su propia escaramuza fallida por su lado. En realidad, si hubieran estado las luces encendidas, la escena sería un tanto cómica con tanta caída.

Aprovechando esos segundos de gloria, corrió hacia los cascabeles sin acordarse de que estaba en un templo repleto de mesas, algunas descolocadas por el paso de la mujer, y otras todavía en su posición original. Fue justamente una de estas la que se comió el chico, cayendo de bruces contra el suelo y notando que se sumergía levemente en el agua, la cual desde su nueva posición tumbado ahora cubría hasta sus hombros.

Esos pececitos todavía le rondaban, aunque el roce cada vez parecía más habitual, más forzado, incluso creyó que su tamaño había aumentado considerablemente. Ahora eran suaves, con algunas zonas afiladas como uñas y…

Esa canción de nuevo.

Era la vez que más cerca la escuchaba, localizando que la cantante de aquella melodía era justamente la mujer que vagaba en la oscuridad buscando venganza. Sin embargo no era una única voz, puesto que el eco de otras sirenas se hacía oír bajo el agua, como si hubiera sido una llamada general de una madre a sus polluelos.

Primero sintió una mano ascendiendo desde su muñeca, acariciando sus brazos hasta detenerse en su cabello, dándole un leve tirón indoloro. El segundo brazo estaba en su costado, el mismo lado que había sido rajado por el intento de acuchillada, agrandando el corte de la camisa para meter la fría mano y acariciar la espalda, dejando que sus uñas hicieran un recorrido de leves arañazos en el proceso. En otras circunstancias esto podía haber sido un momento bastante erótico, pero teniendo en cuenta lo que había visto y vivido dudaba bastante que tuviera un “final feliz”.

- Tiradas (3)

Motivo: Corro que me las piro vampiro

Tirada: 1d100

Dificultad: 50+

Resultado: 22 (Fracaso) [22]

Motivo: Ataque Mië

Tirada: 1d100

Dificultad: 80+

Resultado: 63 (Fracaso) [63]

Tirada oculta

Motivo: Sirenas

Tirada: 1d8

Resultado: 2 [2]

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04/12/2019, 12:50
Takayuki

Takayuki parecía estar sufriendo la misma mala suerte. Podía escuchar al muchacho intentar correr pero tropezar con algo, repitiendo exactamente los mismos pasos que Brandon como si hubiera sido un reflejo.

No te equivoques. No sólo me busca a mí.- Soltó un gruñido de dolor ante la caída mientras se escuchaban que otras mesas volaban por el lugar, destrozando el interior del templo en una vorágine de caos.- Pero no dejaré que te acerques a ella.- La mujer no respondía a ninguna de las palabras de los hombres, simplemente se dedicaba a andar tranquilamente por el interior delatándola sus pasos y los golpes de fuerza para retirar mobiliario sin apartarse, además del precioso cántico que emitían sus labios.

No podía verse qué pasaba, pero escuchó varios tablones romperse cerca de donde estaba Takayuki y otros pasos correr en otra dirección, esquivando. Definitivamente la pelea estaba en empate.

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04/12/2019, 12:59
Máster fantasma

Los cascabeles seguían escuchándose con más fuerza, superponiéndose a veces al cántico de las sirenas en una melodía que no pegaba, teniendo también su propia lucha de saber quién ganaba.

Si miraba fijamente podía ver un pequeño fogonazo de luz al fondo, justamente donde procedía ese sonido, como si hubiera a lo lejos la luz de una antorcha que estaba apagándose y delataba un extenso camino adornado con varias telas blancas y azules entrelazadas a modo de cortina que se mecían con violencia, dejando entrever entre sus telas justamente esa luz.

El tiempo se agotaba y no sabía cuánto tiempo más podría aguantar más en ese lugar, sintiendo que a cada segundo el peligro aumentaba considerablemente.

Notas de juego

La dificultad aumenta en +5 en todas las tiradas, es decir:

Huir: Sin tirada 5

Atacar Takayuki: Como siempre, dif 50 55

Atacar Mïe: Difc 90 95

Correr hacia los cascabeles: Dif 40 45

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06/12/2019, 03:04
Kim Sun Hee
Sólo para el director

Cuando los dos japoneses ingresaron a su apartamento, la joven cerró la puerta tras ellos, para luego escuchar lo que tenían para decirle, antes de asentir a la afirmación por parte del policía respecto al hecho de que estaban lejos de su hogar. Sin embargo, en cuanto pudo escuchó la explicación sobre que Yoshi había fallecido hacía un par de días atrás, los ojos de la violinista se abrieron de par en par. Aquella información era algo que no se había esperado para nada. ¿Qué le había sucedido? ¿Los espíritus? ¿Habían sido ellos los responsables de su muerte? - ¿Falleció? - Preguntó, aún sorprendida, no sabiendo muy bien qué decir sobre aquello. Aún no se había olvidado de lo que había visto la primera vez que había estado en aquella maldita aldea. El japonés siendo abrazado por aquel extraño ser, antes de ser atacada y casi ahogada en lo que parecía haber sido una pesadilla. Era posible que los espíritus le hubieran marcado para matarle, o algo similar. No tenía idea. Había pensado que había sobrevivido como ella, luego de que se encontraran aquella vez. - Lo... lamento. No tenía idea que había fallecido. - Se explicó en un tono triste, sintiéndose mal por lo que le había sucedido a aquel hombre. Por lo poco que le había conocido, pensaba que era un buen hombre, uno que no merecía esa clase de destino, si es que había muerto a manos de los espíritus malignos. La explicación respecto a la investigación del novelista no hizo más que ensombrecer la expresión de la coreana, la cual no pudo evitar sentirse culpable por la muerte de Yoshi. Después de todo, el hecho de que la hubiera visto allí, podría ser uno de los factores que habían motivado al japonés a continuar su investigación.

Sea lo que fuera, parecía que Yoshi se había obsesionado en gran medida por encontrarla, si bien, aquello no había hecho otra cosa más que provocar su muerte. Frunciendo su ceño, preocupada y molesta con aquella situación, continuó escuchando al policía, hasta que este mencionó a la prometida del japonés. La mirada de Sun Hee se desvió del ordenador a la mujer, sintiendo pena por el hecho de que Ino hubiera perdido a quien se suponía que era su amado. Aquel pensamiento casi logra que las lágrimas escaparan de sus ojos, al pensar, indirectamente, en su querida Shin-hye, la cual aún debía de estar esperando su horrible destino. - No deberían estar aquí... no deberían involucrarse en esto... - Les advirtió a ambos, sabiendo muy bien que la maldición tenía la mala costumbre de arrastrar a personas inocentes. No quería que esos dos sufrieran, si es que podía evitarlo. Ya bastante tenía con el hecho de que esa maldita aldea había arrastrado a su querida Unnie. Por esa razón, intentó concentrarse en los documentos que se encontraban en el ordenador, si bien las palabras de la japonesa no hicieron otra cosa más que distraerla y apenarla aún más por lo que estaba escuchando. Ino parecía enojada con Yoshi por haber continuado con su investigación. No podía culparla por ello, ella también estaba enojada con Shin-hye por el hecho de que no hubiera dependido de ella, de que la hubiera echado de la aldea, cuando tan sólo deseaba ayudarla. - No, no quieres saber lo que le ha pasado. Ni siquiera me creerías si te lo dijera. - Aseguró en un tono que denotaba su tristeza, así como la desesperación que sentía ante la idea de que pudiera sucederle lo mismo a su amada.

No obstante, a pesar de que había dicho eso, no pudo evitar suspirar antes de desviar, una vez más, su atención del ordenador, fijando su mirada en la mujer. Incluso si no deseaba hablarle de ello, en el fondo sentía que era su deber hacerlo. Ino merecía escuchar esa verdad, incluso si no le creía. - Te lo contaré... aunque sigo pensando que no me creerás. Adelante, puedes buscar algo de agua. Les prepararía un café pero... no tengo tiempo. Tengo que regresar a ese lugar... - Se explicó con rapidez, volviendo a centrar su atención en el ordenador, comenzando por los documentos a los cuales podía acceder, intentando encontrar alguna pista que le ayudara a descifrar la clave para el último documento. Si bien, en cierto momento, intentó usar su propio nombre como clave. Luego intentaría con el nombre de aquel maldito hombre que había creado aquella cámara, así como el nombre de aquel artefacto que le ayudaba a repeler a los espíritus. Sabía que era improbable que fuera alguno de ellos pero... tenía que intentarlo. Sin embargo, suspirando mientras continuaba centrada en el ordenador, consideró explicar algo de lo que había sucedido. - Sé que es difícil de creer pero... conocí a Yoshi en un sueño. Supongo que es eso lo que le motivó a buscarme. Aunque no fue la última vez que le vi. Yo y un chico, alguien llamado Brandon... estábamos todos en una aldea, Inunaki. Una aldea japonesa. ¿Entiendes lo descabellado de eso? Estoy en Corea y de repente estaba allí...  - Se expresó con total sinceridad, a pesar de que sabía que era difícil de creer. - Al principio pensaba que era un sueño... ahora, no estoy tan segura. Es una aldea maldita. Hay... un culto. Ellos... los habitantes... están todos muertos. Buscan una... ningyo, alguien que les libere de la maldición con su sacrificio. Se suponía que iba a ser yo pero... como me negué... ahora tienen a mi amiga. No puedo dejar que le hagan daño como le hicieron daño a Yoshi. - Tras decir aquello, pudo sentir cómo las lágrimas comenzaban a correr por sus mejillas. Estaba desesperada, si bien no tardó mucho en intentar secarse las lágrimas con su mano derecha, intentando continuar con la investigación. No podía detenerse. - No importa. No vas a creerme, y yo tengo que preocuparme por regresar a esa aldea y... no sé cómo. Tengo que salvar a Unnie. Deberían marcharse. Dejen los documentos aquí, puede que tengan información sobre cómo regresar. La maldición arrastra a todos los que se involucran demasiado. - Afirmó con cierta tristeza, pensando que era aquello lo que había hecho que Shin-hye terminara en esa situación.

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06/12/2019, 13:15
Brandon Marshall

La sirena iba a acabar con nosotros, tanto con Takayuki como conmigo, de eso estaba seguro. Mïe era sin duda una criatura poderosa, más que cualquiera de esos fantasmas contra los que ya me había enfrentado. Más que el espíritu de la casa o las niñas, por lo que podía arriesgarme a permanecer más tiempo allí.

-¡Corre, pescador, corre! -le grité a Takayuki, con intención de que no permaneciera en aquella estancia, pues imaginaba que no terminaría corriendo un buen destino.

Poniéndome en pie con rapidez, eché a correr tratando de huir de la sala, lo más rápido que me lo permitían las piernas. En esos instantes no podía pensar en espíritus, sirenas, rituales, pescadores, sacerdotes o cascabeles. Estaba aterrado y sólo quería poner distancia suficiente con Mïe.

- Tiradas (1)

Motivo: Huir

Tirada: 1d100

Dificultad: 5+

Resultado: 63 (Exito) [63]

Notas de juego

Pues a Huir se ha dicho

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10/12/2019, 14:26
Máster fantasma

Uno a uno, Sun Hee fue abriendo los documentos para leerlos desde el portátil de su compañera de piso mientras hablaba con los “invitados improvisados”. Ino seguía sentada en el sofá, dejando sobre la mesa todo lo que tuviera relacionado con la maldición o informes médicos que atenía a la propia investigación del difunto escritor con cierta pena, costándole esa decisión al parecer que estaba dejando una parte de su prometido con una desconocida, girándose cuando Yamada le tendió un vaso de agua y sonriendo con una agradecida y tímida sonrisa, dándole un par de sorbos.

El primer documento correspondía a un Word con el nombre “BORRADOR TRABAJO” que estaba en blanco, quitando una portada con su nombre y un índice que debía rellenar. Estaba claro que quería hacer un trabajo de clase, ya se lo comentó en varias ocasiones, pero toda la dedicación que estaba poniendo detrás y la investigación que había parecía más propia de una tesis a publicar. Uno de los apartados era “la ciencia mística”, unas palabras que le sonaba a la violinista de haberla escuchado de sus propios labios y en las cuales englobaba la cámara que llevaba entre sus manos.

El segundo documento, “INVESTIGACIÓN INUNAKI”, tenía varias páginas con imágenes y enlaces a páginas webs. Algunas tenían recortadas partes de sus artículos para señalarlos, posiblemente porque le hubieran llamado especial atención a Shin-hye:

Se dice que la gente de este pueblo vive de una forma extremadamente rara. Según las leyendas, el incesto, el canibalismo o el asesinato son muy común, en este lugar.

Por alguna razón, no se puede utilizar el teléfono celular o cualquier otro dispositivo electrónico. Hay viejas tiendas y teléfonos públicos en el pueblo, pero no se puede llamar a nadie. Muchas personas fueron a este pueblo, pero nadie nunca regresó.

Fuente

Más que una ciudad, se trata de una pequeña aldea que se encuentra oculta en las campiñas japonesas. Su ubicación exacta, se afirma, no la conoce nadie.

Y esto se debe a que cuando alguien arriba a esta tierra de nadie, según la tradición, no podrá abandonarla por el resto de su vida. [...] Son numerosos los relatos de viajeros que desaparecían sin dejar rastro en medio de los caminos (siendo generalmente comerciantes): tradicionalmente se decía que habían terminado en Inunaki. Los orígenes de la leyenda, sin embargo, son un tanto difusos y no está claro de dónde surgió o cómo comenzó a ganar popularidad.

A partir de entonces los comerciantes y viajeros comenzaron a evitarla, y comenzó a correr la voz de que una vez alguien llegaba allí no podría escapar so pena de ser asesinado. La ciudad, entonces, desapareció de la historia.

Fuente

Aparte había algunas imágenes que había visto en persona, pasando por sus calles y mirando esas casas antiguas.

 

El siguiente documento era “FAMILIA ASOU”, donde había transcrito prácticamente las mismas partes del libro que tenía con citas a la biografía. Hablaba de la cámara oscura, de otros artilugios creados por Asou y el poder que les concebía aunque, en ningún momento, llegó a nombrar a sus familiares posiblemente por respeto.

Pero el documento que más llamaba su atención era el último con clave, “YOKO”, una que rápidamente averiguó. La contraseña era “Kim Sun Hee”.

Una vez dentro pudo ver unos audios de una grabadora enumerados desde el uno hasta el cinco. A su lado, fotografías del pueblo con un aspecto más antiguo y destrozado, al lado de unos dibujos de la misma imagen viva, como si acabaran de construirlo. Sun Hee había visto ambos lados y parecía que estaba recordando a través de las imágenes caminar por sus calles o admirar las casas.

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10/12/2019, 19:46
Yamada Tsudo

Ambos se quedaron analizando las palabras de Sun Hee sin decir absolutamente nada. Podían tratarla como una loca, cualquiera que la escuchara lo pensaría de primera mano, pero fue el policía quien rompió ese incómodo silencio.

Yoshi decía algo parecido, que creía estar viviendo un sueño demasiado real.- Cogió uno de los documentos que habían depositado sobre la mesa, sacando entre todo el papeleo un informe médico.- Creyó que había una relación con los casos, como si fuera un virus, porque afectó a varias personas. Todas ellas presentaron el mismo cuadro.- Abrió el informe y buscó entre los párrafos la información que quería.- Personas sin aparente relación, todos hombres que caen dormidos durante tiempo diferente. No hay síntomas, tampoco una causa médica que le provoque este sueño.- Cerró el informe y volvió a dejarlo en la mesa.- Después murieron… esfumándose. En la cama sólo quedaba rastro de agua, como si sus cuerpos se hubieran desecho por completo. Yoshi murió de la misma forma.- Miró a Ino, quien decidió tomar la palabra esta vez.

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10/12/2019, 19:53
Ino Kazakashu

Fui a su casa esa mañana. Habíamos quedado para hablar porque estábamos… bueno, separados, pero íbamos a solucionar todo, irnos bien lejos de viaje.- Sollozó mientras bebía un nuevo trago de agua, aclarándose la garganta al vivir todos esos recuerdos.- Su madre me dijo que llevaba todo el día dormido y me marché para no molestarle. Por la tarde volví y seguía dormido, no había forma de despertarlo.- Se giró a Sun Hee sin saber si quería contar su historia, pero ella necesitaba desahogarse de todo lo que llevaba dentro.- Estuvo así todo el día pero, de madrugada… simplemente su cuerpo se desintegró. En las sábanas sólo quedo un charco que mojaba las sábanas.

Se levantó y caminó un par de pasos hacia la violinista, aunque manteniendo las distancias por respeto al no querer romperse a llorar, claramente afectada por lo sucedido.

Quería ver a la última persona que le conoció con vida si mal no entendimos, saber que su muerte significó algo.- Guardó silencio y apartó con educación la mano de Yamada, quien se había acercado para consolarla, negándose a ello. Quería decir todo lo que guardaba.- Nos marcharemos y posiblemente no la veremos más, pero le rogaría por el bien de todas aquellas familias que han perdido a un ser querido, por las víctimas y por… por Yoshi, que acabe con esto si sabe cómo hacerlo.- Se giró hacia Yamada para indicarle que ya podían marcharse, entendiéndolo con palabras mudas en un asentimiento.- Lamentamos haberla molestado.- Se colocó el bolso de nuevo en el hombro y colocó el vaso medio vacío en la encimera de la cocina, dispuestos a marcharse.

Notas de juego

Lo dejo ahí por si quieres escuchar los audios en privado o si quieres detenerlos antes de que se marchen. Eso sí, dos cosas a añadir:

1º Como ves la aldea Inunaki realmente existió. En mis partidas, absolutamente todas, siempre meto un toque de realidad para darle credibilidad (ya sea un personaje, un suceso o, en este caso, una ubicación) así que siéntete libre de, si te apetece, ponerte a googlear para buscar información sobre el lugar. No hallarás mucho más de lo que he puesto y el ritual como tal es inventado por mi, así que tranqui que no habrá spoiler.

2º Toda la información que te proporcionan los pnjs es investigación que hizo Yoshi en su parte. Ya sabes que el jugador al final nos abandonó pero por alguna extraña circunstancia que nunca entenderé se "encaprichó" con tu personaje. Buscó un dibujante, quiso saber todos tus datos para localizarte, etc, y lo que él averiguó de la trama, para que no se pierda, he decidido pasártela a ti ya que eres la "afectada" en este caso.

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10/12/2019, 21:09
Máster fantasma

Brandon decide poner pies en polvorosa, queriendo alejarse de todo el peligro que había en la habitación. Se da rápidamente la vuelta recordando dónde estaba la salida y echa a correr lo más rápido que podían sus piernas dejando atrás el sonido, los cascabeles…

Creía recordar que la distancia que le separaba de la puerta de entrada por la cual había accedido al templo era mucho menor de lo que había recorrido, pero la oscuridad y la lentitud de pisar agua le frenaban el ritmo. Poco a poco justamente esa sensación húmeda se vio rebajaba, notando que el agua descendía desde sus muslos hasta sus tobillos y, así, hasta ser un único charco.

Sólo tenía que correr. Sólo tenía que huir de todo… Sólo tenía que esquivar una puerta.

PAM.

Su frente dio de lleno contra una puerta de madera que le hizo caer hacia atrás, dejando por un lado una abolladura en la madera y por otro un chichón en su cabeza, creyendo que se la habría abierto aunque no viera herida ninguna.

Brandon cayó al suelo notando debajo la textura de la moqueta o algún zapato clavándose en las costillas. Además, cuando su visión se acostumbró, a pesar de seguir en la oscuridad de la noche podía distinguir algunas siluetas, como una mesa a su izquierda con varios libros y un portátil, o una cama hecha y vacía a su derecha. Algunas cajas llenas sobresalían bajo la mesa, aunque no llegaba a leer lo que ponía en ellas.

- Tiradas (1)

Motivo: ¿Se estampa con la puerta? 1 - Sí. 2 - No

Tirada: 1d2

Resultado: 1 [1]

Notas de juego

Sorry, los dados decidieron que te comieras la puerta xD

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10/12/2019, 21:40
Dana Goodwin

Conmocionado por el golpe y todavía algo mareado, escuchó la puerta abrirse (la misma con la que había tenido un tortuoso encuentro) antes de que se la luz de la habitación se encendiera, cegando al joven por completo.

De pie, en la entrada, se encontraba Dana en pijama con el cabello recogido en un moño alto despeinado, del cual sobresalían varios mechones, y cara de no haber dormido en un mes. Te miró de arriba abajo con el impasible rostro de la decepción, ira o confusión, un cúmulo de sensaciones que no sabía expresar.

No sé cómo tienes la cara de volver aquí.- La chica seguía tan fría como recordaba, aunque al fuerte carácter había que sumarle un cansancio desconocido.- Te estuvimos buscando durante días, Christian creía que te había pasado algo. Deberías avisar al director, creo que incluso llamaron a tus padres.- Miró a la habitación al tiempo que se daba cuenta donde estaba.

Puede que fuera por el orden que mostraba o que las cajas habían guardado gran parte de la decoración que caracterizaba el pequeño refugio de su amigo, pero sin duda se trataba de la habitación de Jaden. Podía ver el mural, ahora vacío, y algunas camisas todavía colgadas en el armario. Además, alguno de sus libros de clase sobre la mesa.

En la mesita de noche pudiste ver que eran las 4:19 de la mañana y, donde debería estar tu amigo durmiendo, se encontraba una cama perfectamente hecha con las sábanas estiradas, como si nadie hubiese estado ahí.

Al lado de Brandon, justo donde había caído, estaba la linterna apagada y la mochila que le había tendido Yoshi, delatándole que todo lo que había pasado y ese miedo de alguna forma había sido real.

Dana por su lado no dijo nada más. Bajó la mirada después de pasarla por la cama y se giró, dispuesta a marcharse.

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11/12/2019, 13:00
Brandon Marshall

Me sentí sorprendido al aparecer en la habitación de Jaden. ¿Había logrado escapar de la pesadilla de aquel pueblo espectral? ¿Tan fácilmente? ¿Cuánto tiempo tardaría en volver a escuchar esa extraña melodía para regresar a la aldea? ¿Era ese el final o sólo había podido escapar de manera momentánea?

Al divisar a Dana entrando en la habitación, me mostré confundido, aunque rápidamente mi preocupación fue otra. Jaden... Había visto cómo le quebraban el cuello y quedaba muerto en el suelo. No estaba seguro de cuáles eran las reglas de ese pueblo espectral, pero estaba seguro de que si morías allí, también morías en el mundo "real". Al fin y al cabo, era lo que aparentemente había sucedido con Audrey y con el amigo de Yoshi.

-Dana... -pronuncié el nombre de la chica antes de que se dispusiese a marcharse-. ¿Y Jaden? -Observó que la cama estaba hecha, como si no hubiera nadie allí, que su mural estaba vacío y que había algunas cajas donde probablemente estuvieran los objetos personales de Jaden con los que debería estar decorada la habitación-. Yo... ¿Dónde está él?

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12/12/2019, 16:02
Kim Sun Hee
Sólo para el director

Al comenzar a leer el primer documento en la lista de archivos, la expresión de la violinista no tardó en ensombrecerse poco a poco, quedando sorprendida ante lo que leía en dicho documento. Personas que visitaban aquella aldea maldita y no volvían a mostrarse al resto del mundo. Tan sólo desaparecían, eran "tragados" por aquel sitio. La mención de casos de incesto y canibalismo no hizo más que aterrar a la joven coreana. Esas personas no tenían salvación. No había manera de que alguien pudiera ser una buena persona si disfrutaba de alimentarse con carne humana. Por su parte, tuvo que hacer un gran esfuerzo por no vomitar al recordar a las pequeñas que había conocido, pensando que esas chicas, alguna vez, habían probado carne humana. - No es culpa de ellas. Es culpa de los adultos... - Intentó convencerse a sí misma, sabiendo que las pobres niñas habían absorbido la enseñanza de sus padres, de la cultura en la que vivían. No obstante, aquello explicaba mucho, en especial el asunto del canibalismo. Ahora podía tener una ligera idea del porqué la habían mordido en aquella pesadilla, a medida que la ahogaban en la profundidad del agua. Era posible que el canibalismo fuera incluso algo ritual, parte de la religión que parecían profesar los habitantes de aquella aldea. Sea lo que fuera, tal información no hacía más que acrecentar el deseo de la joven por regresar y salvar a su querida Shin-hye. No podía dejarla en la aldea maldita, no cuando podían llegar a incluso devorarla, si lo que había imaginado se convertía en una realidad. - No voy a dejar que te toquen, Unnie. - Aseguró en un tono que dejaba en claro lo determinada que estaba a evitar aquel horrible ritual.

El siguiente archivo no fue demasiado del interés de Sun Hee, no cuando ya había tenido la oportunidad de conocer la mayoría de la información que se encontraba en dicho documento, por lo que no tardó mucho en concentrarse en el archivo de mayor importancia, el cual poseía una clave para poder acceder al mismo, una que no fue muy difícil adivinar. Después de todo, su amiga le había dicho que buscara en su portátil, por lo que había imaginado que habría dejado una clave sencilla que ella pudiera descifrar, por lo que... ¿qué mejor que su propio nombre para la clave de un documento que se suponía que debía de leer? Como era de esperar, el archivo no tardó mucho en abrirse, descubriendo que había una serie de audios que parecían contener información de utilidad para ella, que podrían permitirle comprender el secreto de aquella aldea maldita, o al menos saber cómo regresar a ese sitio. - Estás loca si piensas que voy a dejarte allí. No puedes obligarme, Unnie. - Murmuró, decidida, antes de que su atención se desviara a sus "invitados". Por un momento, se dedicó a escuchar al policía, antes de negar con la cabeza con rapidez. - No es un sueño. Tampoco es un virus. Es real. - Afirmó en un tono serio, sin permitir que el japonés la contradijera. Su amada podría morir en cualquier momento si se demoraba demasiado, por lo que no iba a permitir que alguien simplificara aquello como un mero sueño mortal o un virus. Sin embargo, la mención de que varios hombres habían muerto, víctimas de aquel "sueño", fue algo que ciertamente la sorprendió. ¿Por qué habían sido hombres? ¿No se suponía que una mujer debía de ser sacrificada para eliminar la maldición? ¿Cuál era el motivo de tales muertes? Cada vez tenía más preguntas sin respuestas, cada vez estaba más confundida.

Lo que más la había sorprendido, había sido la forma en la que esas personas habían muerto, al igual que Yoshi. ¿Se habían desintegrado para tan sólo dejar un charco de agua? Todo estaba vinculado con el agua, no había duda de ello. Tal vez... Tal vez podría regresar a la aldea si acudía a alguna fuente de agua. Aunque... ahora que lo pensaba, siempre había escuchado aquel extraño sonido de cascabeles. No estaba segura de cuál era la respuesta correcta. Era necesario que escuchara los audios que Shin-hye le había dejado. Por esa razón, no se demoró en mirar a Ino, para luego mostrar una clara expresión de pena. La pobre mujer había sufrido demasiado con la pérdida de Yoshi, podía comprender su dolor, teniendo en cuenta que ella no desearía que algo así le sucediera a su amada. - Sólo sé que es real. Que hay un culto detrás de todo y... lo que hacen no es correcto. Tengo que evitarlo. Su dios... o lo que sea que adoran, es maligno. - Le explicó, intentando tranquilizarse, a pesar de que no tenía mucho tiempo. Aún así, se movió con rapidez hacia la salida de su apartamento, con la intención de abrirles la puerta. - Lo siento, no puedo involucrarlos. No quiero que alguien más sufra lo que ya sufrieron otras personas. Tienes mi promesa de que haré lo posible por poner un fin a todo esto. - Afirmó con total seriedad, antes de abrir la puerta para dejar que se marcharan. No tenía tiempo que perder, debía de escuchar los audios y buscar una forma de regresar a la aldea. No dudó mucho en regresar a la portátil, luego de que los dos japoneses se marcharan, con la intención de escuchar lo que Shin-hye le había dejado. - No me importa lo que tengas para decirme, Unnie. Voy a regresar, y voy a rescatarte de ese horrible lugar. Esas personas no merecen tu bondad. - Se dijo a sí misma, como si pensara que sus palabras podrían llegarle a su amada, a la vez que intentaba reprimir las lágrimas que amenazaban con escapar de sus ojos.

Notas de juego

1º Como ves la aldea Inunaki realmente existió. En mis partidas, absolutamente todas, siempre meto un toque de realidad para darle credibilidad (ya sea un personaje, un suceso o, en este caso, una ubicación) así que siéntete libre de, si te apetece, ponerte a googlear para buscar información sobre el lugar. No hallarás mucho más de lo que he puesto y el ritual como tal es inventado por mi, así que tranqui que no habrá spoiler.

Sabía que existieron algunas aldeas en Japón donde se acostumbraba a matar a los viajeros para robarles sus cosas, e incluso algunos que  recurrían al canibalismo en tiempos de hambre, aunque la mayoría de los casos fueron durante el Sengoku Jidai. Igual no sabía que Inunaki había existido en verdad xDD Eso lo hace aún más interesante =P

pero por alguna extraña circunstancia que nunca entenderé se "encaprichó" con tu personaje.

O.o es que Sun Hee es muy adorable (?) xDDDD

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21/12/2019, 13:33
Dana Goodwin

Paró en mitad del pasillo cuando preguntó por Jaden, manteniendo los brazos entrecruzados bajo su pecho y de espaldas a Brandon. Alzó la mirada al techo, fijándose en una bombilla de tenue luz que no llegaba a molestar a los ojos mientras negaba un par de veces con la cabeza antes de soltar un largo y profundo respiro.

Muerto.- Se giró, manteniendo los labios en una fina línea inexpresiva antes de bajar los brazos y encoger los hombros, confundida.- Simplemente… “se fue”. Christian contó a la policía que tú y él le encontrasteis durmiendo y después desapareciste. Se estuvieron buscando por todo el campus, incluso creyeron que te habían secuestrado al ser tan repentino todo.- Se acercó con paso lento de nuevo a la puerta, apoyándose en el marco mientras miraba la cama hecha de sábanas estiradas.- Jaden no despertaba. Estuvo aquí emergencias, le hicieron varias pruebas y no parecía tener nada, estaba sano. Llegó incluso no sé qué tipo asiático de un pueblo perdido por ahí.- Gestualizó con la mano, volteándola.- Junto con un periódico de ocultismo creo que era, gente muy rara. Decían que era un extraño virus con antecedentes, incluso nos hicieron pruebas a todos por si acaso.- Se mordió el interior del labio, perdida en un pliegue de la sábana.- Dos días después la cama de Jaden estaba empapada, él había desaparecido. Esta gente nos dijo que era demasiado tarde, que podríamos brindarle luto.- Por fin buscó la mirada de Brandon, cada vez más cansada y dolida.- Creyeron que también te había afectado esa mierda, por eso te estuvieron buscando. Sé que el director llamó a tus padres y posiblemente estén aquí por la mañana. ¿Dónde diantres estabas?

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21/12/2019, 13:46
Brandon Marshall

Mis peores temores se habían hecho realidad. Del mismo modo en que había perecido en el mundo espectral, Jaden también había muerto en esa realidad o, al menos, había desaparecido por completo. "Simplemente se fue..." Esas palabras hicieron que mi cuerpo temblara de pies a cabeza. Él había visto cómo el cuello de su amigo era quebrado, pero en el mundo terrenal, Jaden había aparecido profundamente dormido sin más, sin herida ni fractura alguna. Recordé al amigo de Yoshi, que también había caído en un profundo com.

-No estuve secuestrado -le revelé a Dana, respirando hondo, como si sintiera que me estaba quitando un peso de encima al hablar de ello-. Pero no estuve aquí. Yo... Es de locos. Si te lo contara, me tomarías por loco. Jaden... él ya no está. Que la cama estuviera empapada, pues imaginarte que no es algo normal... -Hice un esfuerzo para contener las lágrimas-. Jaden está muerto...

Pensé durante un instante en revelarle a Dana todo lo que sabía, pero de algún modo tenía la sensación de que, si lo hacía, estaría involucrando una persona inocente más en aquella locura. Y Dana podría terminar despertando en aquella extraña aldea. Sin embargo, parte de lo que dijo era demasiado revelador. ¿Había estado allí una persona asiática que llegaba de un pueblo perdido?

-¿Quiénes eran ese tipo asiático y los periodistas? -le pregunté a la chica, con gran interés-. ¿Te dijeron sus nombres? ¿Te dieron alguna dirección, un teléfono de contacto? ¿Cualquier cosa? -Respiré hondo, mientras me debatía entre contarle lo sucedido y no hacerlo-. Dana, lo que le pasó a Audrey... está relacionado con lo que está sucediendo.

 

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22/12/2019, 13:23
Máster fantasma

Sus invitados se fueron dejándole toda la información precisa sobre la mesa, queriendo desvincularse por completo de toda la maldición, rituales y fantasmas por petición de la violinista aunque sabía perfectamente que, de alguna forma, ahora vagarían con ese temor de no saber qué había pasado aunque no pisaran directamente los terrenos de Inunaki. Ya habían perdido a alguien en sus manos, sólo acababa de comenzar.

Dispuesta a saber qué había dejado Unnie en los audios, una vez se despidió de Yamada e Ino cerró la puerta y se dirigió a la habitación. Cinco audios enumerados por el número de serie aparecieron en la carpeta de “YOKO”, pudiendo escuchar dos voces intercaladas: La de Shin-hye y la de la propia Yoko.

¿Por qué la escogisteis a ella? – La voz de Shin-hye dominó el primer audio con unas pocas interferencias que, aunque no impidiera escuchar con claridad, molestaba el continuo quejido.

Tenemos una ceremonia donde el consejo del pueblo, ocupado por los sacerdotes y los más antiguos de Inunaki, escogen a la mujer más hermosa para que sea la elegida.- Yoko parecía responder como si de una entrevista se tratase, hablando con la calma que ella misma había visto.- Es un cargo importante y de sumo orgullo. Veneramos a las Ningyo, son nuestra salvación y por ello se les da el mejor de los cuidados.

Pero ella no quería serlo.

Nadie obliga a ser Ningyo, como he dicho es una elección voluntaria. Para que el ritual se cumpla debe ser por voluntad propia, un acto de sacrificio por un bien mayor.

¿Bien mayor? – Preguntó en duda tras sopesar sus palabras.

Se sacrifica para salvar cientos de vidas. Las nuestras.

Al terminar el primer audio la ventana de reproducción se cerró, teniendo que pulsar en el segundo para que se pusiera en marcha. Parecía ser una continuación de la conversación pero un poco más adelantada, como si se hubiera cortado en algún momento y, al reiniciarse, lo hiciera en otro archivo.

Pero, ¿por qué es necesario sacrificar a alguien?

Hay leyendas muy antiguas, más de lo que podrás imaginar, donde explican el sacrificio de la Ningyo, una única vida, para lograr la inmortalidad del pueblo.

Espera, ¿inmortalidad? ¿A qué te refieres? – A medida que la “entrevista avanzaba”, se notaba a Shin-hye más curiosa por lo que escuchaba, queriendo indagar más y más.

Inmortalidad. La vida eterna.- A pesar de estar diciendo una locura, había seguridad en la voz de Yoko, creyendo fielmente en su culto.

La inmortalidad no existe.

Entiendo tu confusión.- Su voz se transformó en una dulce carcajada, haciéndole gracia la sorpresa de Shin-hye.- Los extranjeros no entienden nuestras costumbres, pero hay personas con cientos de años a sus espaldas. Tanta sabiduría, tanta cultura… Pero es una bendición con un precio a pagar.

El audio terminó al comienzo de una frase de Shin-hye que no pudo distinguirse bien, teniendo que aventurarse al tercer audio. Sin embargo habían avanzado mucho más y, a diferencia del resto, parecía ser de menos calidad, cortándose en algunas partes al notarse con más fuerza las interferencias.

… está aterrada.

No era nuestra intención. Estuve velando por ella todo el tiempo que estuvo aquí, nadie osó tocarla mientras era la elegida, pero al rechazarlo no pude hacer nada.- Apenada, la voz de Yoko se escuchó bastante lejana y con eco, costándole diferenciar las frases.- Necesitamos encontrar a alguien antes de que la maldición se extienda más allá de Inunaki.

¿A qué te refieres?

Nuestras almas están condenadas. Hemos logrado recluir la maldición en estas tierras, pero al fallar el ritual se expandió a otros lados. No sabemos qué pasará si no logra poner fin al ciclo. Necesitamos encontrar una Ningyo.

El cuarto audio apenas duraba un par de segundos, siendo el más corto de todos y, a la vez, el menos entendible. Sólo estaba la voz de Yoko, escuchándose más cerca que nunca, como si estuviera hablando directamente frente al micrófono.

… comerán su carne bajada en la sangre más pura para calmar la ira del mar. Las sacerd… sueño eterno p… eternamente condenados.

El último audio no tenía fecha y era largo en comparación con el resto. Había muchos silencios entre las frases, muchos suspiros y algún que otro sollozo que hacía detener la grabación con tal de no alargarlo más, pero sólo se escuchaba la voz de Shin-hye.

No sé cómo empezar este audio.

Sé que no hay forma de explicar lo que se me pasa por la cabeza, todo lo que podría hacer, los sueños cumplidos, las películas que ver en el estreno, los libros por leer…- Soltó una muda risa antes de sollozar.- Si estás escuchando esto supongo que mi decisión habrá sido clara.

Desde que empecé a estudiar a Asou he tenido pesadillas. No tan reales como las que explicabas, pero sí creía ver cosas como si estuviera en un cine. Podía sentir el dolor de las personas, podía… podía ver que estaban eternamente condenadas pidiendo ayuda.

Después de hablar contigo Yoko apareció ante mí cuando me estaba dando un baño. Está claro que el agua es una forma de acceder al otro lado, porque mientras sumergía la cabeza en la bañera escuché su voz y sentí sus manos, era todo demasiado extraño. Me pedía ayuda, explicándome todo lo que había pasado y sabiendo que era un daño que te habían hecho a ti. Simplemente pensé… ¿por qué no hacerlo si puedo detenerlo? – Otra pausa, esta vez larga, donde podía escucharse moverse brevemente o sonarse la nariz, pidiendo perdón en voz baja.- Le dije que la ayudaría, así que supongo que esto puede considerarse un mensaje de despedida.

Sun Hee yo… me hubiera gustado decirte que te quiero, que gracias a ti he logrado ser mejor persona. Me hubiera gustado que todo terminara de otra forma, pero soy la única que puedo detener las muertes.

No quiero que nadie más sufra, y mucho menos tú.

Espero que algún día puedas perdonarme…

Te quiero.

El audio tardó unos segundos más antes de cortarse, dejando a Sun Hee sola en la habitación y en completo silencio.

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22/12/2019, 13:43
Dana Goodwin

Soltó un largo bostezo, conteniéndolo al taparse los labios con una de sus manos. Al fin y al cabo era de madrugada, deberían estar durmiendo a esas horas.

Uno era el alcalde de no sé dónde, un tal… Goku, Donku, algo así.- Entre que los nombres asiáticos por lo general eran raros y que estaba en otras cosas con todo el jaleo, no prestó demasiada atención a la identidad de los extranjeros. Bastante tenía encima con el suicidio de su amiga, la muerte de Jaden y la “desaparición” de Brandon.- Aparte vino un periódico de ocultismo. De ese sí me acuerdo el nombre porque lo busqué, Asahi Shimbun. Eran dos personas, hombre y mujer, junto con un niño que supongo sería su hijo. No recuerdo los nombres, pero escuché un “Yoshi”. Estoy segura porque me acordé del juego de Mario. Ese del dinosaurio verde.- Era un detalle tonto, pero suficiente para quedarse en la memoria de la chica, quien se frotaba el puente de la nariz intentando hacer memoria de todo lo que podía.- Hablaron de un virus, de casos en su zona, de un hombre llamado Oka… Hubo mucha información.

Técnicamente están alojados en la residencia. Les dejaron unas habitaciones esta noche para que descansaran, en el último piso.- Alzó la mirada para señalar a la pared, aunque no tenía claro en qué habitación estaba.- Supongo que se irán en un par de días cuando nos den los resultados.

Al escuchar sobre Audrey su ceño se arrugó. Sabía que era su amiga y que la pérdida de la chica le había afectado demasiado, siendo un tema tabú al ser tan reciente.

Audrey se suicidó. Tuvo un ataque de paranoia y se tiró de la azotea. No tiene nada que ver.

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24/12/2019, 17:10
Brandon Marshall

El hecho de que Dana dijese que un alcalde se llamase "Goku" hizo que se me escapara una ligera sonrisa, pero me serené de inmediato, sabiendo de la gravedad de lo que me estaba sucediendo. Quizá esos asiáticos tuviesen información para que averiguase qué estaba sucediéndome y cómo podía parar las apariciones del mundo espectral.

-Asahi Shimbun -murmuré, tratando de memorizar el nombre de aquel periódico japonés. Pero fue entonces cuando Dana mencionó el nombre de alguien a quien sí conocía-. ¿Yoshi? ¿Puede que fuera "Yoshi Yamagaki"? Si están alojados en la residencia, creo que lo mejor sería que los visitase cuanto antes. Y creo que tú también deberías venir.

Iba a dirigirme a mi habitación para arreglarme antes de acudir a ver a aquellos japoneses, con la esperanza de que ellos fueran justo lo que necesitaba para llegar al fondo de la situación, pero al escuchar las últimas palabras de Dana, me detuve.

-Dana... Lo de Audrey... Está relacionado con lo que está sucediendo -dije, no muy seguro de que estuviera haciendo lo correcto al contárselo-. Ella estaba viviendo literalmente una pesadilla, por eso se suicidó. ¿Recuerdas lo que me contaste sobre un documental que Audrey y Jaden fueron a ver sobre un inventor chino, japonés, coreano...? -Dejé la nacionalidad del desconocido en el aire, dado que ni la propia Dana había estado muy convencida sobre ella al contármelo-. Creo que, de alguna manera, ese documental fue el inicio de todo. Había una extraña musiquilla, muy rara, y Audrey no dejaba de tararearla en los vídeos, casi como si ni siquiera se diera cuenta de ello.

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25/12/2019, 12:35
Kim Sun Hee
Sólo para el director

Luego de que los dos japoneses se marcharan, la violinista no se demoró mucho en escuchar los audios a los cuales había logrado acceder luego de descubrir la contraseña de la carpeta. No había tiempo que perder, y no podía dejar que su amiga continuara en aquella horrible situación. Si bien, al comenzar a escuchar el primer audio, los ojos de Sun Hee se abrieron de par en par, no pudiendo creer que Shin-hye estuviera conversando con Yoko. ¿Cómo lo había hecho? Se suponía que estaba muerta. ¿Cómo había logrado comunicarse con ella? Lo peor de todo, era el hecho de que Yoko se hubiera atrevido a contactar con su amiga, guiándola hacia aquel horrible ritual, llenándola de ideas que posiblemente buscaban engañarla, convencerla de que se convirtiera en la siguiente Ningyo. No estaba tan segura de que la japonesa fuera realmente todo lo que demostraba ser. Los textos habían dicho mucho sobre su actitud previa, su envidia, los celos, su deseo de ser lo que no había podido ser. ¿Realmente había cambiado? Incluso si era así, no dejaba de ser una fanática como el resto de los habitantes de aquella horrible aldea. Tenía la cabeza lavada como el resto. No podía confiar en ella ni en los otros aldeanos. - Tú le llenaste la cabeza con esa basura... - Murmuró de mal humor, a medida que continuaba escuchando la conversación que las dos mantenían en el audio en cuestión. No pudo evitar apretar los puños con fuerza, realmente furiosa por el hecho de que hubiera involucrado a su querida Shin-hye en esa desagradable pesadilla. No había nada de "bien" en el sacrificio de una persona para salvar al resto. Aquello no era más que egoísmo por parte de los aldeanos, que preferían matar a alguien para salvarse a sí mismos. Nadie que fuera bueno podría aceptar algo así. - Hipócritas, mentirosos. - Se expresó con claro veneno en su voz, no pudiendo creer que hubieran engañado a su amiga de esa manera.

No obstante, el siguiente audio no hizo más que sorprender aún más a Sun Hee, en especial en cuanto pudo escuchar la mención de inmortalidad. Incluso si algo así era realmente posible... ¿por qué habrían de desearlo? ¿No podían contentarse con vivir sus vidas y continuar con el ciclo de la vida como era debido? ¿Qué derecho tenían a jugar a ser dioses? La maldición no había sido otra cosa más que un castigo por aquella osadía, no había duda de ello. Nadie merecía esa clase de poder, nadie merecía jugar con la vida y la muerte. - No son más que egoístas... - Aquel audio había abierto los ojos de la violinista, revelando algo de cierta importancia, además de esclarecer la verdadera naturaleza de los aldeanos. Habían jugado a ser dioses, y habían pagado caro dicha acción. Habían sacrificado bellas jóvenes, tan sólo para alimentar su deseo de grandeza, de inmortalidad. Habían jugado con vidas humanas por un deseo más que egoísta... ¿y ahora tenían la cara de decir que el sacrificio sería un bien mayor? ¿Para qué? ¿Para salvar a unos asesinos egoístas? ¿Qué había de bien en algo así? ¡No merecían salvación! - Eres una mentirosa, Yoko. Igual que el resto de los aldeanos. Y encima... eres una asesina con una bonita sonrisa. Un lobo vestido de oveja. - Murmuró aún más enojada con lo que había descubierto, teniendo que contener la necesidad de patear cualquier cosa que estuviera cerca de ella. Incluso si la japonesa no había sido la responsable directa de esas muertes, no dejaba de ser una cómplice. No habían hecho otra cosa que engañar a esos sacrificios, haciéndoles creer que sus muertes eran necesarias, que sería un noble acto por un bien mayor, cuando en realidad alimentarían los sueños de inmortalidad, el egoísmo, de un montón de fanáticos. Merecían cada mal que había caído sobre ellos.

La única salvación llegaría a ellos en el momento en el que reconocieran lo que habían hecho, que reconocieran la maldad en sus corazones, al haber estado dispuestos a sacrificar vidas humanas para algo tan egoísta como aquello. Lo peor de todo fue que, al oír los audios siguientes, pudo comprender que Yoko le había lavado la cabeza a su amiga, le había hecho creer que era necesaria, e incluso la había utilizado a ella para hacerle creer que la ayudaría a evitar la "pesadilla". También había sido culpa de Sun Hee, lo sabía más que bien. No tendría que haberle hablado de sus pesadillas, del miedo que sentía. Aquello había sido el detonante necesario para convencer a su querida Unnie de hacer algo que no debería de hacer. - Perdón, Unnie. Es mi culpa. No tendría que haberte dicho nada. Yoko jugó con eso... - Ahora no se sentía tan mal de haberla apuñalado con aquel extraño cuchillo. La japonesa había jugado con la mente de su amiga, con su bondad. En cierto momento, tuvo que cerrar los ojos, conteniendo las lágrimas que amenazaban con continuar corriendo por sus mejillas. - No... No deberías salvarles. No merecen tu vida, Unnie. Y no voy a dejar que te la roben de esa forma. Tienes que seguir viviendo... Tampoco voy a dejar que te sacrifiques por mí. Sin ti, yo... - Se interrumpió en sus palabras, no pudiendo evitar sollozar al pensar en aquello. No quería perderla. No le importaba si debía de enemistarse con esa maldita aldea. No dejaría que la tocaran, no dejaría que se la robaran. Su amiga merecía disfrutar de la vida, en especial cuando lo alterno implicaba sacrificarse para salvar a un montón de asesinos. Aún así, tras oír aquel audio, y a pesar del dolor que sentía... estaba feliz. Había escuchado a su amiga decir que la quería, y aquello era algo demasiado hermoso para ella. - Yo también te quiero, Unnie. Demasiado. Por eso no me importa lo que sea que se meta en mi camino. Voy a evitar que hagas algo de lo que luego te arrepentirás. - Aseguró con clara determinación en sus palabras, antes de levantarse de su asiento, no dudando ni por un segundo en dirigirse al baño para preparar la bañera y entrar en contacto con el agua. Si aquello era el vínculo a la aldea, no había tiempo que perder. Tenía que regresar y salvarla de esas horribles personas.

Notas de juego

Feliz Navidad!

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28/12/2019, 20:09
Dana Goodwin

¿Yoshi Yamagaki? Me suena, puede ser. Como comprenderás entre las pruebas, el jaleo y los extranjeros que vinieron, no había forma de enterarse de todo.- Soltó otro bostezo aunque en esta ocasión no lo disimuló, girando el rostro para soltarlo.- ¿Estás loco? Son las tantas, deben estar dormidos. Oye ¿¡me estás escuchando!? ¡Brandon! – Escuchó por el pasillo un siseo, alguna de las habitaciones que reclamaba silencio al haberse despertado por el jaleo que estaban armando pegando golpes en la pared de al lado. Por suerte no pareció llamar al encargado, pero no sabía la paciencia que tendría.- Espera joder.

Siguiendo las palabras de Dana y evitando no encender la luz para no llamar demasiado la atención, subieron con cuidado las escaleras que llevaban al piso superior, el último. Era exactamente igual que el suyo, un par de ventanas a los laterales que mostraban un cielo exento de estrellas con un par de nubes oscuras, una máquina expendedora al final donde se suponía que había una minúscula sala de descanso con un par de sillones, iluminada por los distintos botones, y una serie de cuatro habitaciones a cada lado, dando un total de ocho.

No sé en cual estaban, pero estoy segura que les vi subir y no bajaron. Si nos ven nos van a expulsar.- Se situó al principio del pasillo, justo al lado de las escaleras, con los brazos apretados al sentir un frío helador.

Brandon también lo sentía, a cada paso que cada creía que el suelo estaba húmedo, como si hubieran charcos debajo de sus pies aunque no los viera. La máquina expendedora parpadeaba de manera uniforme, apagándose y encendiéndose con varias tenues luces hasta que soltó un refresco que cayó rodando, emitiendo un fuerte golpe metálico por el choque de la lata con la superficie de la máquina y soltando un respingo Dana por el susto.

No me gusta esto. Volvamos abajo, Brandon.- Las ventanas vibraron por el aire, abriendo la más lejana y dejando entrar una congelada brisa.

- Tiradas (1)

Tirada oculta

Motivo: poltergeist

Tirada: 1d10

Resultado: 4 [4]

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28/12/2019, 20:36
Máster fantasma

Escuchando los pasos de Shin-hye, la violinista corrió al baño dispuesta a salvar a su amada de las garras de esos sectarios antes de que fuera tarde. ¿Llegaría a tiempo? ¿Habrían manipulado su cerebro de tal manera que ya no podría salvarla? ¿Podría acaso llegar hasta ella? Cientos de preguntas la asolaban mientras entraba en el baño, una habitación limpia compuesta por un armario para las toallas, un espejo grande con un mensaje escrito en pintalabios donde podía leerse “Sonríe!” y una carita sonriente, un fregadero y una bañera en la que Shin-hye le gustaba tomarse al menos una vez al mes un baño relajante.

Abrió los grifos para llenar la bañera, colocando el tapón para que el agua no se fuera por el desagüe y cerrando la puerta de la habitación, dejando que la habitación se llenara de un vaho cálido aunque no insoportable.

Poco a poco se fue llenando y, a su par, el espejo se fue empañando. ¿Cuánto iba a esperar a que se llenara? La puerta se cerró de un portazo, colocándose el pestillo, a la par que los mangos se enroscaban aumentando la potencia y el calor, haciendo que la humedad fuera palpable y el agua lentamente hirviera, como si estuviera en una sauna.

En el espejo apenas se veía el alegre mensaje, pero pudo escuchar algo arrastrarse por el cristal para quitar el vaho, unas manos invisibles que escribían un nuevo mensaje en vertical, ocupando todo el espejo.

T A K A Y U K I

Notas de juego

Para la siguiente tirada hazme 1d100 en oculto :)

Felices fiestas!